Primeros juegos con mi amiga Valentina
Mis primeros juegos sexuales fueron con mi amiga Valentina. No eramos lesbianas ni nada, pero estábamos entrando en la adolescencia, con las hormonas a full, y noteníamos mucha relación con varones como para descargar...
Mis primeros juegos sexuales fueron con mi amiga Valentina. No eramos lesbianas ni nada, pero estábamos entrando en la adolescencia, con las hormonas a full, y noteníamos mucha relación con varones como para descargar. Yo ya venía hablando de sexo con una prima un poco más grande, y ella me contó que con sus amigas jugaban a coger, onda con ropa, con la bombacha puesta, pero una hacía de varón y otra de mujer y se cagaban de risa haciendo eso. A mi me re calentó y en seguidame imaginé haciendo eso con Valentina, y me obsesioné. Valentina era mi mejor amiga, la chica que más veía, y además era muy linda. La había visto desnuda o en bombacha mil veces. Tenía un culito re lindo, y algo de tetas también. A veces cuando dormíamos juntas me despertaba y me quedaba un rato mirándole la cola, como se le metía la bombacha, me he llegado a acercar mucho para mirarla bien, hasta para olerla un poco jaja.
Las dos eramos flaquitas pero bien formaditas. A veces hablábamos de sexo, y hasta nos habíamos contado de nuestras primeras pajas, pero yo no sabía como llegar a lo de coger con ropa, que era mi obsesión. Ya habían empezado las vacaciones, ella se la pasaba en mi casa. Yo empecé a intentar tentarla poniéndome bombachitas lindas, polleritas cortas, y tirándome cola para arriba en la cama, como para ver si se le hacía la idea de montarme, pero mucho no funcionaba. Yo sí lo hacía con ella, como chiste, y nos reíamos, pero no me quería poner muy pesada. Sí estábamos hablando de sexo cada vez más, la cosa se notaba que para algún lado iba madurando. Y una noche se fue a quedar a casa y mis papás salieron. Yo ya me estaba re haciendola cabeza. Y se nos ocurrió una gran idea: mi papá tenía un montón de bebidas alcohólicas. Así que decidimos que nos íbamos a emborrachar por primera vez en nuestras vidas. Nos llevamos a la pieza un vodka y un gin. Primero quisimos tomar puro, pero fue un asco, casi vomitamos. Fuimos a la heladera a buscar una coca. Ahora sí, el vodka con coca pasaba mucho más fácil. Y con la cero experiencia enalcohol que teníamos, después del primer vaso ya estábamos cagandonos de risa, con la lengua suelta, y hablando un montón de cosas sexuales. Ahí me di cuenta de que esa noche algo iba a pasar.
Primero nos pusimos a hablar de los chicos que nos gustaban, y eso derivó en hablar de nuestras pajas, que era algo que las dos habíamos descubierto hacía bastante poco. Me contó que se pajeaba todas las noches pensando en Martín y que llegaba a acabar hasta tres veces. Yo le conté que a veces me pajeaba pero que nunca había logrado acabar todavía. Seguíamos trago y trago de vodka con coca light. Empezamos a hablar de como nos gustaría que nos cogieran los chicos que nos gustaban. Ella me dijo entre risas que le gustaría chuparle el pito a Martin y que le deje toda la leche en la boca, y que muchas veces eso era lo que se imaginaba cuando se pajeaba. Y que también a veces se pajeaba imaginándose que ella estaba acostada boca abajo y que Martin se la metía por el culo. Me calenté mal con esas cosas que me estaba contando. Me preguntó “y vos, como te gustaría que te coja Octavio?”. “En cuatro” le dije. Era verdad, era la pose que más me calentaba imaginarme, desde que la había visto en un video en el que a una chica se la re cogían así. “En cuatro? Y esa como es” dijo Valen. Y ahí vi mi oportunidad. “Arrodillate” le dije. Se arrodilló en la cama. “Ahora poné las manos apoyadas adelante”. Lo hizo. “Ahora levantá la cola”. Y cuando lo hizo le dije “Vos sos yo, y yo soy Octavio” y me puse atrás de ella y empecé a hacer como que la cogía. Ella se prendió y empezó a gemir exageradamente y poner caritas. Yo sentía como rozaba su cola, con el jean puesto todavía, sobre la tela finita de mi pollera y mi bombacha. Finalmente se dejó caer en la cama riéndose. Yo me llevé disimuladamente la mano a la bombacha y la sentí húmeda. Apuramos el vaso de vodkoca. “Ay boluda, me meo, vamos a mear” me dijo.
Nos levantamos y fuimos al baño. Mil veces habíamos ido a mear juntas, como tantas pibas de nuestra edad, pero esta vez yo estaba muy excitada y me pareció algo re groso y distinto. Fuimos medio tambaleando, estábamos re borrachitas ya. Ella se paró al lado del inodoro, se bajó el jean y la bombacha todo junto, y antes de que se siente le alcancé a ver fugazmente la concha. Se sentó.Mientras yo escuchaba el ruidito del pis cayendo me hablaba de cualquier cosa y se reía. Después cortó un pedazo de papel y se limpió. Yo la miré embobada, imaginándome ese papel pasando por esa concha que era de mi amiga, que había visto un montón de veces, y que sin embargo ahora me calentaba tanto. Se paró y se quedó parada frente a mi con los pantalones y la bombacha por los tobillos. Yo me quedé mirándola. Después de unos segundos se rió y me dijo “no vas a mear, boluda?”. “Sí” dije, y sentí otra ola de calentura al saber que ella me iba a mirar mientras hacía pis. Me levanté la pollera, me bajé la bombacha, y me senté. Al principio el pis tardó en salir, después hice un montón. Me sequé, me subí la bombacha. Valen alcanzó a ver las manchitas de humedad y pensó que era pis, “boluda, no te secaste bien jaja” me dijo. Me reí, me bajé, me sequé, me volví a subir y fuimos a la pieza.
Ahí nos bajamos otro vaso más de vodka con coca. Yo estaba re caliente pero estaba borracha y confundida y no sabía como seguir apuntando a esos juegos que quería jugar con mi amiga. Así que hice la que ya había hecho otras veces y no me había dado resultado: tirarme en la cama culito para arriba y dejar que se me vea la bombacha. Era una bombacha celestita muy linda, chiquita y se metía en el culo pero tampoco era una tanga. La pollera se me subió y me dejó medio culo al aire. Estaba tirada así y desvariando en mis propios pensamientos cuando de repente sentí a Valen encima de mí, apoyando su pelvis contra mi culo. El corazón me dio un salto. Me agarró suavemente del pelo, como simulando tirármelo y me dijo “yo también quiero hacer de chico, soy Martin, tomá valen putita barata”y mientras se reía se empezó a frotar contra mi culo. Yo no dejé pasar la oportunidad y empecé a gemir (mitad fingido y mitad real, se me escapaban gemiditos de placer). Seguimos así un rato, y me di cuenta de que Valen también se había calentado. Era la oportunidad. Así que le dije “Che, elijamos dos posturas cada una de como nos cogería nuestro chico y hagamoslas”. “Dale, boluda!” me dijo re entusiasmada y riéndose. “Bueno, cual te gustaría” le pregunté. “Ay, la que te dije, cola para arriba, como que me la está metiendo por el culo jaja”. “Jajajajadale, ponete cola para arriba putita” le dije. Se acostó y se puso una almohada abajo, para que le quede el culito más levantado. Le empecé a dar.
Sentía como mi clítoris raspaba contra su jean, me encantaba la sensación, pero de golpe se me ocurrió decirle “ay boluda, me raspa tu pantalón”. “Me lo saco” dijo, se lo sacó y se quedó en bombachita y medias. La bombacha era rosa, también, como la mía, chiquita pero no tanga. Se volvió a poner en posición y a sacar culito. Me detuve unos segundos para admirarla. Tenía una cola hermosa, y la bombacha se le metía entre los cachetes, uf, era una belleza. No se lo dije para no quedar re lesbiana. La volví a apoyar, esta vez sintiendo ya contra mi concha la suavidad de su culo tan mullidito. Le empecé a dar. Ya se sentía casi como una masturbación, oleadas de placer me iban subiendo. Y más, mucho más, cuando me di cuenta de que disimuladamente se había llevado la mano a la concha y se estaba tocando. Habíamos puesto un tiempo límite, 2 minutos, un timer en el celular. Cuando sonó me quise matar, yo ya estaba subiendo en mi excitación y me cortaba en el mejor momento. Pero bueno, eran las reglas. Ahora le tocaba a ella darme a mi. Cuando me levanté la miré, todavía cola para arriba, y me di cuenta de que ella también estaba mojada.
Perfecto, ya estábamos mojadas las dos, así que no había que tener vergüenza ni intentar ocultar la humedad. “Como te doy, putarraquita?” me dijo sonriendo. “En cuatro bebé” le contesté. “Bueno, ponete que te voy a garchar nena” me dijo. Me di vuelta y me puse en cuatro. Estaba segurísima de que se re notaba lo mojada que estaba mi bombacha. Ella me dio un chirlo en la cola, que me re soprendió, y se empezó afrotar contra mi. Me di cuenta de que ella lo estaba disfrutando, y me pareció sentir la pequeña dureza de su clítoris contra mi cola. Yo estaba en cuatro asíque no me podía masturbar porque se iba a notar mucho, pero me moría de ganas. “Te gusta putina, como te entra toda la pija de papi Octavio por la cola?” me decía. Yo no daba más. En eso sonó el timer. “Te gustó como te cogí por la cola, putita culito caliente?” me dijo cagandose de risa y tomándose otro vaso de vodka con coca. “Ahora te toca cogerme vos a mi Martincito” me dijo tocándome la cara. “Como te cojo, Valentina putita de mi corazón, conchita linda” le pregunté. “Así normal, yo acostada y vos arriba” me dijo. Misionero, puede parecer una postura aburrida, pero en este caso era la mejor, nos iba a permitir frotarnos concha con concha.
Se acostó,abrió las piernas, yo me puse encima de ella y empecé. Ella gemía en joda,mientras se reía. Yo estaba bastante caliente y concentrada en el roce cada vez más fuerte y rápido. En un momento me tocó una teta, riéndose. Yo seguía, mi calentura iba subiendo, estaba sintiendo cosas que nunca había sentido antes. En un momento me agarró una nalga, fuerte,me la separó de la otra. Yo me puse más loquita, me olvidé del mundo, mi calentura iba subiendo y subiendo sin parar. Cada embestida, cada frotada de concha con concha, llegaba más arriba en el placer. Y en eso sonó el timer, el maldito timer. Pero yo no paré, seguí, seguí dándole, subiendo más y más. “jajajajaja boluda, ya sonó el timer, no podés parar, que te pasa?” me preguntó, y enseguida, quizá por verme como seguía, con los ojos cerrados y cara de placer,se dio cuenta: “ay, boluda, vas a acabar, tu primer orgasmo! Dale, dale, seguí”me dijo, mientras me ayudaba empujándome del culo.
“Dale, seguí,seguí”. Yo seguía subiendo, cada embestida me daba más y más placer, sentía que estaba cerca de algo, esta vez no se me podía escapar. Mi cara rozaba la de ella,mi boca entreabierta pasaba cerca de la suya. En ese momento sentí que me daba un beso en la boca, un beso de lengua, y que me metía la mano en la bombacha. Sumano me rozó la concha, y después el culo, su dedito se metió en mi cola, la puntita nomás, y ahí, embistiendo y embistiendo, concha con concha, con su dedo adentro de mi cola, no aguanté más y acabé, gimiendo como una perrita, estremeciéndome una y otra vez arriba de ella, hasta que paré y me acosté boca arriba, riéndome. “Pudiste,boluda, jajajajaja” me dijo ella. Yo me sentía muy agradecida. No solo me había dejado seguir sino que me había dado el empujoncito final, el beso y el dedo enla cola, que me habían permitido acabar por primera vez en mi vida. “Sí, gracias ami” le dije riéndome, “fue zarpado en increíble esto”. “Bueno”, me dijo, “todavía querés que haga de Octavio y te coja o ya fue?”. Ahí me di cuenta de que yo había acabado y ella no. Estaba muy agradecida y me dieron ganas de ayudarla. “Si, todavía quiero” le dije. “Pero primero fondo blanco de vodkola” “Seeeee!!” gritó ella.Preparé uno bastante fuerte, con bastante vodka, para cada una. Lo tomamos sin respirar. Cuando lo terminamos, ya borrachísimas, me dijo “como te cojo nena?”.“Te quiero chupar la pija, Octavio” le dije. Sonrió. La empujé suavemente por los hombros y la hice acostar.
Acerqué la cara a su concha. La bombachita rosada no daba más de humedad. Los labios se adivinaban debajo de la tela. Yo sabía que ella fantaseaba con chupadas de concha,porque en nuestras charlas sexuales lo había dicho, y una vez me había dicho también que había estado mirando videos de minas chupándole la concha a otras mujeres.Empecé a pasarle la lengua, lento pero fuerte. Por los labios vaginales, por el clítoris. Ella gemía. No puse timer, me concentré en hacerlo bien. El olor de su conchita me excitó de nuevo. Seguí pasando la lengua, aprendiendo donde le gustaba más. Ella gemía pero me di cuenta de que le faltaba para acercarse a acabar. Entonces le agarré una manito y se la acerqué a la bombacha. Ella entendió, la metió y se empezó a masturbar mientras yo chupaba. Sentir como se daba placer con los dedos, sentir los dedos moviéndose bajo mi lengua, me calentó mucho. Ella empezó a acelerar, se venía la acabada, las manos se movían tan fuerte que la bombacha se corría, y yo aprovechaba para chuparle de costadolos labios desnudos, un poquito, apenas, pero era distinto chupar directo que chupar sobre la bombacha. Cuando vi que ya se venía le dije “acabame en la boca Octavio, llename la boquita de leche papi,dale, dame la lechita, me la tomo”. Sus manos se apuraron y empezó a acabar a los gritos.Yo me acoste al lado de ella. Todo nos daba vueltas, por el alcohol y por el placer. “Ay boluda, no doy más” me dijo. Se quedó dormida. Yo me saqué la pollera y me acosté al lado suyo, las dos con la bombacha mojada, muertas decansancio y de placer.