Primeros dias de trabajo

María y yo empezamos en el nuevo trabajo, con grandes y gratas sorpresas para ambos.

El jueves empezamos a trabajar María y yo en la nueva oficina, tal y como habíamos quedado con Roberto, llegamos a la oficina a las 8:30 de la mañana bastante coordinados, ya que yo lo hice tan solo un par de minutos antes que María. Al llegar me encontré a Roberto que había llegado pronto para presentarnos al resto de compañeros y que no nos sintiéramos extraños, también estaba su secretaria Silvia, el jefe del departamento técnico Ramón, y el responsable financiero de la empresa Ricardo.

La oficina está ubicada en el centro de la ciudad, en un barrio antiguo pero muy exclusivo. El edificio de la oficina al igual que el barrio es antiguo, pero reformado para las personas que viven en él, y para los distintos despachos que allí se encuentran. La oficina se encuentra en el último piso ocupando toda la planta de la misma, que también hay que decirlo no es demasiado grande, y al ser uno de los edificios más altos de la zona tiene unas vistas maravillosas de los tejados de nuestra ciudad. La distribución de la oficina era muy moderna para tratarse de ese tipo de edificio, lo que indicaba el dinero que se habían gastado en adaptarla lo más posible a las necesidades de la empresa. Toda la oficina está separada por mamparas de cristal, que deben de estar muy bien instalados ya que no se oyen las conversaciones de las distintas oficinas. Nada más entrar se encuentra el puesto de recepción, con una centralita telefónica, a continuación hay un pasillo que divide la zona administrativa financiera de la empresa, de la zona técnica. Ambas salas son muy espaciosas y diáfanas casi en su totalidad, salvo por el pequeño despacho para los jefes de cada sección, es decir, los despachos de Ramón y de Ricardo, el resto de puestos se encontraban en la misma sala y distribuidos de dos en dos, uno en frente del otro. Al final del pasillo se abre un poco la zona dejando sitio para una pequeña sala de espera, los baños de ambos sexos y para el puesto de secretaria de Silvia, justo detrás del puesto de Silvia se encuentra el despacho de Roberto, que todo hay que decirlo es de considerables dimensiones, y a la izquierda se encuentra la sala de reuniones de la empresa con todo lujo de detalles.

Paso a describiros como eran los tres nuevos compañeros que me estaba presentando Roberto, que al fin y al cabo creo que es lo que os interesa. Silvia es una chica bastante joven, de 22 años y realmente guapa, de media melena castaña lisa ojos marrones muy intensos, delgada y alta, ya que mide 1,74m y con tacones os podéis imaginar que supera el 1,80m fácilmente, la cual marcaba un buen par de tetas en una blusa ajustada y escotada, cuyo sujetador de encaje se dejaba entrever a través de la blusa, y un trasero espectacular en una falda de tubo, que dejaba las puertas abiertas a muchas fantasías. Madre mía casi me empalmé nada más verla venir a saludarme enfundada en esa falda, menos mal que logré controlarme que si no menuda forma de empezar en la empresa.

Ramón el jefe del departamento técnico era un hombre de 45 años, con muy buena presencia como diría mi madre, se nota que hace deporte regularmente, ya que es delgado pero bastante definido, moreno con ojos marrones, y alto, ya que ronda el 1,80m.

Ricardo por su parte, es un hombre de 34 años, más o menos de mi edad, y muy parecido a mí en cuanto a estatura y complexión física, es decir, castaño con los ojos marrones, no demasiado alto, rondando el 1,78m y bien conservado físicamente, en su caso no sé si deciros que debido al ejercicio o a la genética, ya que no parece ser una persona que haga mucho deporte de forma continua.

Como ya he comentado, llegué sobre las 8:30 y Roberto se encontraba en la oficina, por lo que empezó con las presentaciones.

“Bienvenido Jorge, buenos días ¿Qué tal estas?” – me dijo Roberto nada más abrirme la puerta de la oficina.

“Buenos días, me encuentro genial, la verdad y con ganas de empezar” – le respondí siendo totalmente sincero.

“Venga que te voy presentando. Esta preciosidad que viene por ahí es Silvia mi secretaria” – me dijo el muy caradura guiñándome un ojo, “y estos dos caballeros son Ramón el Jefe del departamento técnico y jefe directo tuyo y de María, vamos, en definitiva, la persona a la que vais a tener que rendir cuentas” – y se empezó a reír, “y este es Ricardo, el responsable de coordinar la pasta, para que a final de mes tengamos dinerito en la cuenta para poder pagar vuestros sueldos” – terminó de presentármelos a todos dándome una palmada en la espalda.

“Encantado de conoceros” – les dije en general a los tres, no dejando escapar la oportunidad de darla dos besos a Silvia, que por cierto olía de maravilla, lo que termino de encenderme, y les estreche la mano a los hombres.

“Lo mismo digo” – me fueron respondiendo todos.

En esas estábamos, cuando llamaron a la puerta de la oficina, Roberto suponiendo correctamente que era María fue a abrir el mismo la puerta, dejándonos que nos terminásemos de presentar. María venía espectacular, con una camisa blanca, y unos pantalones largos de vestir gris oscuro a juego que la quedaban de maravilla, y no fui el único que lo noto, ya que a los otros dos se les quedó la misma cara de agilipollados que a mí. Roberto la trajo hacía donde estábamos el resto, para proseguir con las presentaciones.

“Bueno y esta preciosidad es María” – les dijo a todos, haciendo aflorar los colores a la cara de María por dicha presentación. Se los fue presentado en el mismo orden que a mí, y cuando terminaron de saludarse Ramón tomo un poco la iniciativa, y nos dijo:

“Luego cuando estemos todos los que no están de vacaciones y os hayamos presentado, os decimos donde os vais a ubicar en la oficina, y que proyectos van a formar parte de vuestras vidas en el futuro próximo”.

Esto nos lo dijo sonriendo y guiñándonos un ojo, como advirtiéndonos que íbamos a currar de lo lindo. Cosa que no nos importaba, ya que en nuestra anterior oficina ya nos tocó currar como condenados y encima sin tener la más mínima afinidad con nuestros jefes, cosa que en este caso no ocurría, ya que con Roberto, el que iba a ser nuestro jefe, ya habíamos tenido muy buena química, y si no que se lo digan a María cuando la estaba dando por culo tan solo unos días antes (jejejejejeje).

“¿Hay mucha gente de vacaciones?” – pregunté yo, imaginándome que serían unos cuantos dada la época del año que era.

“Pues la verdad que esta semana solo están dos, Juan Carlos y Domingo” – me respondió Ricardo.

“Venga que mientras aparece el resto de la gente, os digo cuales van a ser vuestros puestos de trabajo” – nos dijo Silvia, a la que empezamos a seguir María y yo, secundados por el resto. Como somos unos caballeros dejamos pasar a las dos señoritas delante nuestro, y la panorámica de llevar a dos bellezas semejantes meneando el culito de esa forma creo que nos puso a los tres un poco tontos. Menudo par de culos que tienen las dos chicas.

Nos llevaron a la zona del departamento técnico de la empresa, y nos enseñaron dos puestos de trabajos juntos, muy limpios, completamente nuevos y equipados con ordenadores y teléfonos, que comunicaban con la centralita de la oficina.

En esas estábamos, cuando empezaron a llegar el resto de compañeros. Primero lo hicieron, Anabel la recepcionista y Teresa una de las financieras de la empresa. Después las siguieron Javier, Alberto y Diego, tres de los ingenieros, y por último aparecieron Alicia y Marta, Alicia la otra financiera de la empresa, y Marta otra ingeniero técnico al igual que María y yo. Cuando estuvimos todos, pude comprobar que la media de edad no superaba los cuarenta años, lo que me sorprendió bastante, ya que considero que siempre la experiencia de las personas mayores ayuda mucho a que las empresas jóvenes como esta no cometan errores de principiantes.

Os seguiré describiendo al resto de compañeros, por orden de llegada a la oficina. Anabel la recepcionista, que deciros de ella, compañera de estudios de Silvia, la cual la consiguió este puesto de trabajo, y al igual que su amiga, un auténtico bellezón, rubia de ojos azules, un poco más bajita que su amiga, y unas tetas y un culo, que dejaban poco a la imaginación con el vestido tan ajustado que traía.

Teresa, es una mujer de 37 años morena y de ojos negros, bajita, o mejor dicho muy bajita diría yo, ya que no supera ni el 1,60m de altura, con sus curvas muy bien puestas, sin llegar a estar delgada, pero sin estar gorda, y ante todo, con un par de tetas descomunales, parecían enormes bajo la camisa que llevaba puesta, y la minifalda. A pesar de lo que pueda parecer con la descripción que he dado de ella, para nada desentonaban ese par de tetas en una chica tan bajita, es más la daban un toque de erotismo increíble.

Javier es un chico de 30 años moreno, de ojos azules, piel muy blanca, sobre todo para ser verano, y un poco fondón, es decir, con un poco de tripilla, y estaba un poco por encima de la media en cuanto a estatura, rondando el 1,80m.

Alberto, el más joven de todos hasta la fecha, 28 años, delgadito debido a los numerosos deportes que practica, castaño casi rubio, con ojos verdes, y 1,75m de altura, se notaba nada más entrar por la puerta que todas las chicas le hacen ojitos, y hay que reconocer que el chaval es guapete.

Diego, de 40 años, castaño oscuro, y ojos marrones, 1,77m de altura, y de complexión normal, ni delgado ni gordo. Sabemos que le gusta jugar al tenis, lo que le ayudará a mantenerse en forma, ya que lo hace con regularidad.

Alicia, de29 años, la otra financiera de la empresa, increíblemente guapa de cara, pelo castaño largo y unos ojazos verdes atigresados que te dejan sin habla, todo esto acompañado de un cuerpo delgadito y con las curvas justas y necesarias, un culito respingón y unas tetitas no demasiado grandes pero que parecen estar en el sitio correcto.

Para terminar Marta, la otra ingeniero mujer junto con María, de 34 años, 1,65m de altura rubia de media melena, ojos marrones, delgadita, con un culo bien duro debido a las horas que se pasa en el gimnasio, y unas tetas de muy buen tamaño que dejaba ver en un top negro bien ajustado.

Nos los fueron presentando a todos, y yo con el calentón de verano que llevaba, los polvos que me había pegado con María, y los pedazo de pivones de compañeras de trabajo que me tocaron estaba a mil por hora, el corazón me bombeaba sangre a una velocidad impresionante.

Ramón nos llevó a su despacho junto con el resto de compañeros del departamento técnico para explicarnos, que proyectos se nos iban a entregar y con quien íbamos a trabajar hasta que nos valiésemos por nosotros mismos,  y tuviésemos la soltura necesaria dentro del organigrama de la empresa, para poder desarrollar un proyecto sin la supervisión de otros. Normalmente, los proyectos se desarrollan en parejas de dos, para que si alguno se tiene que ausentar siempre haya en la empresa una persona que este familiarizada con el mismo y poder dar una respuesta a los clientes en caso de que les surgieran dudas. Ramón nos siguió diciendo, que al principio nos lo tomásemos con calma, que nos fuésemos integrando poco a poco en la rutina de la empresa y que no dudásemos en preguntar por cualquier duda que tuviésemos. Tanto María como yo asentimos, ya que nos parecía lo más lógico del mundo, y tras esto nos dirigimos a nuestros puestos de trabajo, allí nos estaba esperando Anabel la recepcionista para explicarnos el funcionamiento de los teléfonos, las claves de los ordenadores, el sistema operativo que se utilizaba en la empresa y el funcionamiento del servidor de seguridad, para hacer copias de seguridad de todos los archivos importantes. Esto nos recomendó dedicar 5 minutos al día en ello, para evitar cualquier pérdida de información importante. Nos creó cuentas de correo electrónico de la empresa. Nos preguntó si queríamos un número de teléfono móvil nuevo, o queríamos cambiar el personal nuestro y que se lo empezasen a facturar a la empresa. Ambos preferimos que cambiaran la facturación de nuestro número personal a la empresa, y así no tener que ir con dos dispositivos móviles por todos lados. Aun así al rato apareció con dos terminales de última generación nuevos por si queríamos utilizarlos, en lugar de las bazofias que teníamos. Todas estas explicaciones las hizo con una coquetería y una sensualidad, que si yo ya estaba que me subía por las paredes, aquello terminó por desarmarme.

Una vez familiarizados con los ordenadores, y los puestos de trabajo, nos mandaron la información de los proyectos de los que íbamos a formar parte, para que nos los fuésemos estudiando y que al final del día nos harían un pequeño examen de los mismos. Para mi sorpresa toda la documentación estaba increíblemente bien organizada, y presentada, lo que hacía mucho más fácil su lectura y compresión. Nos pusimos a leer, y todavía no me explico cómo conseguí concentrarme y estudiarme la documentación que nos habían enviado. No sé si fue la falta de inactividad, o lo increíblemente cómodo que me sentí desde el principio, pero el caso es que la mañana se me pasó volando, leyendo la documentación, levantándome de vez en cuando a hacer alguna pregunta. A las 2 de la tarde, me tocó Ramón en el hombro sacándome de mi mundo de planos y números particular, para preguntarme que tal lo llevábamos. Tanto María como yo dijimos que bastante bien, salvo por determinadas dudas, entonces nos llevó a su despacho, y nos dijo que le fuéramos haciendo un resumen de todo lo que habíamos leído, que cosas nos parecían que eran mejorables y que dudas teníamos. Empezó María con sus proyectos, y luego la seguí yo, estuvimos una hora hablando los tres de los distintos proyectos y al terminar nos dijo:

“Me habían hablado muy bien de vuestra capacidad y la verdad que estoy sorprendido para bien. Normalmente te llevas ciertas decepciones pero parece que no es vuestro caso.”

“Muchas gracias” – dijimos María y yo a la vez.

“Pues nada, ir recogiendo vuestras mesas que ya va siendo hora de irse a casa” – nos dijo Ramón.

Nos fuimos a nuestras mesas y empezamos a recoger, vimos que Jesús y Raquel habían creado un grupo en Whassap con nosotros para preguntarnos qué tal nos estaba yendo el primer día de trabajo. Les respondimos que bien, y yo le dije a Jesús, que esto era un martirio, que la oficina estaba llena de tías buenas, y que no sabía cómo había logrado controlarme. Nos estuvimos mandando varios mensajes, y al final Jesús nos dijo que me mejor se lo contásemos en persona, y como María se había traído el coche y Raquel se había llevado el nuestro, yo iría con María a su casa, y Raquel pasaría a recoger a Jesús y nos veríamos en el piso de ellos.

Terminamos de recoger y guardar toda la documentación, y nos dispusimos a largarnos como el resto de la oficina. Roberto antes de que nos fuéramos nos hizo pasar a su despacho, mientras el resto de la gente salía de la oficina.

“¿Qué tal el primer día?” – nos preguntó.

“Increíblemente bien” – le dije yo, “tenéis un ambiente cojonudo en la empresa, no me extraña que os vayan bien las cosas, así es muy fácil trabajar”.

“Estoy totalmente de acuerdo, hay una cordialidad y unas ganas de que te integres geniales desde el primer momento” – dijo María.

“Me alegro, me consta que vosotros a ellos, también les habéis gustado y les habéis caído muy bien, ya me han mandado mensajes al respecto, felicitándome por la elección” – nos comentó Jesús, “venga iros a celebrarlo”.

“Eso vamos a hacer, que para eso hemos quedado con Raquel y Jesús” – le dije yo.

“¿Si te quieres venir con nosotros?” – le dijo María.

“Tengo cosas que hacer, pero luego me pasaría encantado cabroncetes que me imagino lo bien que os lo vais a pasar” – nos contestó.

“Venga te apunto mi dirección, y si luego te quieres pasar te recibiremos encantados” – le dijo María apuntándole la dirección en un papel.

Nos terminamos de despedir, y cada uno siguió su camino, dejando la oficina completamente vacía. Yo seguí a María hasta su coche, en el cual nos subimos y emprendimos el camino a su casa. Por el camino ni que decir tiene que en más de una ocasión lleve mi mano izquierda a su pierna y metiéndola entre sus piernas, y ella llevó su mano derecha a mi polla logrando que se me pusiese dura como una piedra.

“Joder que buenas están todas las tías de la oficina, como les guste la jarana como a nosotros esto puede ser el trabajo de mi vida” – la dije a María.

“Pues los chicos tampoco están nada mal, además más de uno marcaba un bulto en la entrepierna mucho más que prometedor” – me contestó María.

En esa conversación estábamos enzarzados y metiéndonos mano, cuando sin darnos cuenta nos plantamos en la urbanización de María, donde metimos el coche directamente al garaje. Cuando estábamos esperando el ascensor ya no me podía contener, y empecé a agarrarla bien las tetas y a tocarla el culo.

“Te voy a follar en el ascensor mismo, no voy a poder esperarme a llegar arriba” – la dije.

“Pues contrólate no vaya a ser que nos pille algún vecino” – me contestó ella con su mano derecha agarrándome bien la polla.

Afortunadamente el ascensor llegó vacío, nos metimos y empezamos a subir. En cuanto pasamos el peligro de que alguien nos parase en el bajo, la saqué la camisa por fuera del pantalón y la empecé a tocar las tetas por encima del sujetar, el cual llegué a apartar un poco y pude comprobar los duros que llevaba los pezones.

“Joder que cachonda estoy” – me dijo María agarrándome la polla y masturbándome por encima del pantalón.

“Pues tu misma estas comprobando como voy yo. Joder que dura tengo la polla, me está empezando a doler y todo” – la contesté yo, llegando a su piso, salimos del ascensor y entramos en su casa.

Al entrar oímos gemidos provenientes del interior de la casa, nos imaginamos que eran Raquel y Jesús que se nos habían adelantado, y que no pudieron esperar. Entramos al salón pero allí no estaban por lo que nos dirigimos a las habitaciones. Cuando llegamos a la habitación de matrimonio, nos encontramos a Raquel encima de Jesús haciendo en 69 espectacular, mi mujercita se estaba tragando la polla de Jesús hasta las amígdalas, al ver aquello, ya no pudimos más y nos empezamos a arrancar prácticamente la ropa, en cuanto nos quedamos desnudos María se arrodilló delante de mí y me empezó a comer la polla, como si fuese la última polla que hubiese en el mundo.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH joder que bien María, OOOOOOOOHHHHHHHHH” – la decía yo a María, y os puedo asegurar que poco más podía decir, porque como me desconcentrase en tratar de contener la corrida, me corría como un principiante.

“Vamos hacernos un hueco” – les dije a mi mujer y a Jesús que a duras penas se movieron para dejarnos sitio a nosotros.

La conseguí sacar la polla de la boca a María, y me tumbé en la cama, esperando que María se pusiese encima de mí para hacer un 69 en toda regla, pero para mi sorpresa, María estaba mucho más cachonda de lo que parecía en el coche y en el ascensor, y al verme tumbado encima de la cama, saltó sobre mi polla metiéndosela en el coño.

“Joder pero que cachona estoy, y tú que polla más dura tienes Jorge, si parece una piedra de lo dura que la tienes” – me decía María, empezando a subir y bajar sobre mi polla.

“UUUUUUUUUFFFFFFFFF, y tú y yo pensábamos que veníamos cachondos, pero mírales” - la dijo Jesús a Raquel, que sacándose la polla de Jesús de la boca, se incorporó y vio como María se estaba metiendo mi polla por el coño, y la cara de vicio que estaba poniendo mientras brincaba sobre mi pequeño general de mármol.

“Pues tú y yo no vamos a ser menos” – dijo Raquel, y deslizándose para adelante, se colocó sobre la polla de Jesús y empezó a clavarse la polla de este hasta lo más profundo de su precioso coñito.

“OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que pedazo de coño tienes Raquel, como me gusta follar contigo AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH” – la decía Jesús mientras Raquel empezaba a subir y bajar sobre la polla de Jesús.

“Y a mí me gusta sentir tu polla entrando y saliendo de mi coño” – le contestó a Jesús.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que bueno, que pedazo de polla más dura tienes Jorge, me vas a hacer correr ya, SSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro” – me dijo María corriéndose y dejándose caer sobre mí. Yo que seguía con un calentón tremendo aproveché, para que con mi polla todavía dentro del coño de María empezar a comerme sus tetas, cuyos pezones estaban duros como piedras.

“Pero que buena estas, como me habéis puesto esta mañana entre todas, UUUUUMMMMMM” – la decía yo a María según me comía sus tetas, y seguía bombeando mi polla dentro de su coñito.

Finalmente se la acabé de sacar a María, que se levantó de encima de mí, para dejarme que me pusiera de pie encima de la cama, poniéndola mi polla a Raquel delante de la cara, lo cual aprovechó para según estaba follándose a Jesús chuparme la polla.

“UUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFF cariño, pues sí que la tienes dura, joder como te han puesto estas en la oficina, pero que contentita me van a tener” – dijo Raquel a la vez que me seguía chupando la polla.

“No te vayas muy lejos Jorge que voy a necesitar tu polla en breve” – me dijo María, que parecía estar dispuesta a un segundo envite, ya que se puso a cuatro patas ofreciéndome su culito, ante lo que ya no me pude resistir, se la saqué de la boca a mi mujer y a por María que me fui.

“¿Quieres polla María?” – la pregunté empezando a restregarla mi polla por la raja de su coño y la entradita de su culo.

“SSSSSSSIIIIIIIIIIIIIII, joder quiero polla, y la quiero en el culo ya” – me contestó ella.

“Pues toma polla” – la dije, y se la metí por el culo prácticamente hasta el fondo y de un solo empujón, “AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, pero que culito más estrechito que tienes, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH”

“AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, dame por culo, métemela hasta el fondo no pares, por dios pero que cachonda estoy hoy, OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH” – decía María recibiendo ya mis embestidas, “y tú que polla más dura que tienes Jorge”.

“Joder Raquel como vienen estos hoy, y como me está poniendo verles” – dijo Jesús, que haciendo levantar a mi mujer, después se levantó el, “venga ponte al lado de la zorra de mi mujer, que yo también quiero follarte por ese pedazo de culo que tienes Raquel”.

Mi mujer no se hizo de rogar mucho, y se puso al lado de María empezando a besarla mientras esperaba que Jesús se la empezase a meter por el culo, cosa que hizo en un abrir y cerrar de ojos.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, si toma polla por el culo Raquel, que a ti te encanta OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH” – la dijo Jesús ya con la polla entrando y saliendo de su culito.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII vamos métemela hasta el fondo que con lo dura que se te ha puesto a ti también me lo voy a pasar en grande, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, vamos no pares dame fuerte, AAAAAAAAAHHHHHHHHH” – le animaba Raquel a follársela lo más duro posible.

Estuvimos un buen rato en esta postura, dándolas bien por el culito mientras ellas se besaban, y el ver a mi mujer en esa postura recibiendo polla por el culo, me dieron ganas de probar un poquito de mi manjar más preciado.

“¿Cambiamos un poquito Jesús? Que me apetece metérsela por el culito a mi amorcito” – le pregunté a Jesús.

“Por mi encantado, que se va a enterar la golfa de mi mujer” – me respondió este, sacándosela del culo a Raquel.

Nos cambiamos de lugar, yo apunté y se la metí a mi mujer por el coño, para a las tres o cuatro envestidas sacársela y empezar a metérsela por el culo, mientras Jesús a mí lado hacía lo propio con María.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, cariño que polla más dura se te ha puesto a ti también, vamos fóllame fuerte, no pares SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – le decía María a Jesús.

“UUUUUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMMM, pero que pedazo de culo que tienes cariño, AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, como me gusta follártelo” – la decía yo mientras a Raquel.

“UUUUUUUUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF, y a ti que polla más dura se te ha puesto cabrón, que bien me estáis follando hoy, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH” – me contestó Raquel.

Después de un buen rato dándola por culo a Raquel, y con el calentón que traía de toda la mañana, ya no pude aguantar más y me empecé a correr dentro del culo de mi mujer.

“AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, me corro, no puedo más, me corro, SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, toma leche cariño, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, joder que ganas tenía de descargar” – la decía yo a Raquel descargando toda la leche en su culito.

“No la saques todavía que yo también me corro, AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, por dios pero que caliente me habéis puesto, OOOOOOOHHHHHHHH, UUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFF” – nos dijo Raquel que se estaba masturbando para ayudarse con la corrida mientras seguía con mi polla metida en el culo.

“AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, cariño me vuelvo a correr, pero que bueno, sigue no pares fóllame el culito duro, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que corrida más buena” – le dijo María a Jesús corriéndose de nuevo.

“OOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, yo también me corro, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, toma toda mi corrida en tu culito cariño, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH” – la decía Jesús a María, descargando toda su corrida en el culo de su mujer al igual que había hecho yo en el de Raquel.

Nos quedamos tumbados los cuatro bien apretaditos en la cama, tratando de recuperarnos del pedazo polvo que acabábamos de pegarnos. Jesús y Raquel nos dijeron que les teníamos que contar como había sido la mañana y como eran nuestros compañeros, porque con el calentón que llevábamos debían de prometer bastante. Les dijimos que mientras comíamos se lo contábamos, nos fuimos levantando poco a poco de la cama y empezamos a recoger la ropa que la habíamos dejado tirada por el suelo de mala manera y tras recoger un poco nos lavamos en el baño para quitarnos los restos de corrida que llevábamos, cuando terminamos de lavarnos y refrescarnos, nos fuimos para la cocina y empezamos a preparar algo de comer mientras les empezábamos a contar como transcurrió la mañana. Nos sentamos a comer continuando con el relato, y lo que más les sorprendió es que ni siquiera hubo magreos ni insinuaciones a simple vista, pero que nos habían puesto increíblemente cachondos a los dos.

Cuando terminamos de comer eran casi las 6 de la tarde, y mientras estábamos recogiendo la mesa y guardando todo en el lavaplatos sonó el telefonillo de la casa.

“Ese lo mismo es Roberto que le dijimos que se pasara por aquí si quería” – dijo María.

“Mírala que guarrona el primer día de trabajo y ya se está tirando al jefe” – dijo Raquel riéndose, y provocando nuestras risas.

“Es que hay que tenerle contentito” – contestó María entre risas al comentario de mi mujer.

Efectivamente era Roberto el que había llamado al telefonillo, y que subía para arriba. Cuando sonó el timbre de la casa fuimos todos a abrir la puerta, tal y como dios nos trajo al mundo, anda que si llega a haber algún vecino por allí lo hubiese flipado en ese momento. Al abrir la puerta nos encontramos con la sorpresa de que no solo había venido Roberto con Blanca cosa que nos imaginábamos que haría, sino que además Rosa les acompañaba. Nos empezamos a saludar todos ya dentro de la casa mientras íbamos pasando al salón.

“Pero que recibimiento más bueno, todos desnuditos y preparados, con lo calentitos que veníamos en el coche nosotros” – dijo Roberto.

“Si y sobretodo que forma de saludar más educada que tienen vuestros soldaditos, mírales se han puesto de pie y todo” – dijo Rosa, agarrándole la polla a Jesús mientras le saludaba. Ni que decir tiene que tanto Jesús como yo estábamos de nuevo empalmados, nada más ver aparecer a los dos pedazos de hermanas.

“Ven aquí jefe que te ayudemos con eso” – le dijo María a Roberto empezando a desabrocharle la camisa, mientras Raquel le estaba desabrochando el pantalón.

“UUUUUUMMMMMMMM, pero que polla más dura traes tú también Roberto. Como nos va a follar a María y a mí” – le dijo Raquel a Roberto ya agarrándole la polla según le iba quitando el pantalón y el calzoncillo de un solo movimiento.

“Tú lo has dicho, os voy a follar pero bien, que me traen estas dos con un calentón en el coche que para que contaros” – dijo Roberto.

Mientras Jesús estaba ayudando a Blanca a desnudarse, o mejor dicho la estaba prácticamente arrancando la ropa, a la vez que esta tenía bien agarrada su polla y le iba masturbando lentamente.

Yo por mi parte estaba haciendo lo propio con Rosa, que no llevaba ropa interior, solo un top que la duro puesto décimas de segundo y que tras desaparecer dejaron al aire libre ese pedazo par de tetas pequeñitas pero increíblemente duras que tenía, y una minifalda que salió de un tirón, mientras me estaba agachando para quitarla la minifalda me di cuenta de lo mojadito que traía el coño Rosa, por lo que me entraron unas ganas tremendas de comerme semejante manjar. La cogí y llevándola para el sofá, la senté allí y abriéndola bien de piernas me empecé a comer su coñito.

Jesús hizo prácticamente lo mismo que yo, salvo que puso a cuatro patas en el sofá a Blanca y empezó a comerse el coño y el culo de Blanca en aquella postura.

Raquel y María por su parte llevaron a Roberto al otro sofá, y mientras María se arrodillaba delante de la polla de Roberto y se la empezaba a chupar. Raquel se subió al sofá y abriéndose bien de piernas le puso su coño en la boca a Roberto para que se lo empezase a comer.

“UUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMM, pero que bien sabe la polla del jefe, que sabrosa UUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMM, que rica” – decía María riéndose, y metiéndose la polla de Roberto en la boca. Todos nos empezamos a reír.

“Y ya verás cuando te la meta por el culo, que bien te lo va a hacer pasar” – contestó riéndose a María, que seguía tragándose la polla de Roberto todo lo que podía.

“Pues yo no aguanto más y se la voy a meter a la novia del jefe de mi mujer” – dijo Jesús riéndose también e incorporándose se puso detrás de Blanca en la posición que estaba esta y se la empezó a meter por el coño dándola bien duro.

“Y yo no voy a ser menos” – dije yo y metiéndome entre las piernas de Rosa empecé a meterla mi polla por el coño mientras me empezaba a comer esos pezones tan duros que tiene.

“SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, fóllame, métemela hasta el fondo, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, pero que cachonda venía en el coche” – decía Rosa con mi polla entrando y saliendo de su coño.

“OOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que dura la tienes Jesús, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII fóllame que seguro que el cabrón de mi novio se va a follar a tu mujer siempre que pueda en la oficina” – dijo Blanca, llevando una mano hacia atrás y dándose un azote en el culo mientras Jesús se la seguía follando. Jesús al ver aquello empezó a darla azotes en ambos carrillos del culo, lo que parece ser que la gustaba mucho a Blanca.

Raquel y María tumbaron a Roberto en el suelo, mientras Raquel se volvía a sentar sobre la cara de este para que siguiese comiéndose su coño, y mirando a María, la cual empezó a sentarse sobre la polla de Roberto metiéndosela por el coño.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que polla más buena y dura tienes Roberto, que bien me lo voy a pasar con ella, UUUUUUUUUUUUUUHHHHHHHHHH” – le iba diciendo a Roberto según empezaba a saltar sobre la polla de este.

“Vamos cómeme el coño Roberto, demuestra a los empleados como se come bien el coño a una mujer” – le dijo Raquel, mientras este pasaba su lengua por el clítoris de mi mujer, y empezaba a meterla un par de dedos por el culo.

“Lo que les voy a enseñar es como dar por culo, que en cuanto me deje libre María te lo voy a follar pero bien” – la contestó Roberto.

“Pues si tú te vas a follar el culo de mi mujer, es justo que yo la haga el mismo favor a tu cuñadita” – le dije a Roberto, y sacándosela del coño a Rosa, apunté mi polla a la entrada de su culo y se la empecé a meter en él.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, venga encúlame, pero como me gusta que me enculen OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, pero que polla más dura tienes hoy Jorge, dame fuerte, no pares, métemela hasta el fondo, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – me decía Rosa, mientras yo la estaba empezando a dar por culo, lo que consiguió con ello fue ponerme más cachondo todavía, y la empecé a follar con verdadera rudeza, dándola unas envestidas impresionantes y clavándola mi polla hasta los huevos.

“Lo siento Blanca, pero viendo como se lo está pasando tu queridísima hermana, lo más justo es que te la meta a ti también por el culo” – dijo Jesús, y sin esperar la respuesta de Blanca, se la sacó del coño y en la misma postura que estaba apuntó su polla y empezó a metérsela por el culo, llegando hasta el último milímetro de polla en la primera envestida que la dio.

“OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, si ya estabas tardando en metérmela por el culo Jesús, como la quería recibir en mi agujerito secreto, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, venga dame todo lo fuerte que puedas cariño, no pares, métemela hasta el fondo, que la quiero sentir toda dentro de mí” – le decía Blanca a Jesús recibiendo las envestidas de este, el cual estaba cachondo perdido follándose el impresionante culo de la novia de mi jefe.

“Serán cabrones, como se me las están follando por el culo a las dos. Venga María levántate y poneros a cuatro patas las dos que os voy dar el mismo tratamiento que están recibiendo mis chiquillas” – la dijo Roberto a María, que se levantó y obedeciendo al igual que Raquel, se pusieron a cuatro patas apoyándose en el sofá, y abriéndose el culo con una mano, esperando que Roberto se la metiese por el culo.

“Vamos Roberto, fóllanos el culo que estamos increíblemente calientes” – le animó Raquel, que se había puesto junto a María y estaba esperando recibir el mismo tratamiento que estaba empezando a recibir María.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que pollón más duro tienes jefe, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, como la siento, venga métemela hasta el fondo, dame fuerte, pégame en el culo vamos no te cortes” – le decía María, que parecía fuera de sí de lo cachonda que estaba.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, sigue así Jorge, pero que bien me estas follando cabrón” – me decía Rosa, que me tenía a mil, ya que apretaba su culo de una forma increíble mientras me la estaba follando.

“UUUUUUUUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMMMM, Jesús venga dame duro tú también, mira cómo se están follando a la putita de tu mujer, venga métemela toda” – le decía Blanca a Jesús animándole a darla más caña si es que eso era posible.

“Mierda, mierda, me voy a correr, pero que cachonda estoy hoy, AAAAAHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, venga métemela hasta el fondo” – le decía María a Roberto, mientras se corría.

Cuando María terminó de correrse, Roberto se la sacó del culo, y se puso detrás de Raquel con la clara intención de aplicarla el mismo tratamiento que la había dado a María.

“Venga dame por culo ahora a mí, que me tenéis a mil” – le dijo mi mujer a Roberto.

“Joder que pedazo de culo que tienes Raquel, no creo que aguante mucho con la polla metida en semejante maravilla sin correrme” – la dijo Roberto a mi mujer.

“Pues ya puedes hacer un esfuerzo, que yo también necesito que me folles igual de duro que te has follado a María” – contestó Raquel al comentario de Roberto. Y no había terminado de hacerlo cuando este ya la había metido su durísima polla hasta los cojones, en todo el culito de mi mujer.

“AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, venga dame por culo, que ganas tenía de que me metieras a mí la polla también” – le dijo Raquel a Roberto.

María que a pesar de haberse corrido ya unas cuantas veces esa tarde seguía cachonda perdida, se sentó en el sofá delante de Raquel con las piernas abiertas, y poniéndola el coño en la boca a mi mujer.

“Venga Raquel cómeme el coño mientras Roberto te da por culo, que no sé lo que me pasa hoy, pero no puedo parar de follar” – la dijo María a Raquel, que tampoco se hizo de rogar mucho, y a pesar de las fuertes envestidas que la estaba dando Roberto en el culo, se aferró al coño de María y empezó a comérselo de la mejor forma que la era posible.

Yo por mi parte, follándome el culo de Rosa en el mismo sofá que Jesús se estaba follando el culo de Blanca. Ver las tetas operadas de Blanca balancearse de un lado a otro mientras Jesús la seguía dando por culo me puso a mil, y me entraron ganas de volver a follar con ella.

“Venga Jesús deja que se la meta un poco a la novia de mi jefe, que sepa cómo nos las gastamos los empleados de su noviete” – le dije a Jesús, que sin hacerme esperar ni un segundo se la sacó del culo Blanca.

“Vamos tío toda tuya así me dejas a su hermanita que también la tengo unas ganas increíbles” – me dijo Jesús.

Nos cambiamos los puestos, y yo me puse detrás de Blanca, apunté mi polla a la entrada de su culo, y por allí que se la empecé a meter sin mayor dificultad.

“SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, ¿te gusta Jorgito? ¿te gusta dar por culo a la novia del jefe?” – me pregunto Blanca, que se la notaba estaba igual de cachonda que todos los demás.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIII, me encanta metértela por este culito tan estrechito que tienes golfa” – la contesté a Blanca.

“OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, pero que culo tienes Rosa, menuda pasada de trasero, como me gusta follártelo, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, mierda no voy a poder aguantar mucho más” – dijo Jesús, que estaba a punto de correrse con su polla metida en el culo de Rosa.

“Venga córrete, córrete conmigo que yo también estoy a punto de correrme, AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro” – empezó a decir Rosa corriéndose y llevándose una mano a su coño, para ayudarse con la corrida.

“SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro yo también, toma mi leche tía buena, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH” – la dijo Jesús a Rosa llenándola el culo de leche.

Al oírles María se levantó y se acercó a Jesús, y después de que este se la sacase del culo a Rosa, se la empezó a chupar.

“Venga Rosa ayúdame a que se recupere cuanto antes, que me tienen que follar los tres al mismo tiempo que estoy cachonda perdida hoy, y necesito follarme a los tres juntos” – dijo María, que realmente parecía fuera de sí de lo cachonda que estaba.

Yo al oírla ya no me pude aguantar, entre el calentón de día que llevaba, y el culo y las tetas de Rosa y Blanca, me empecé a correr.

“AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, joder que pedazo de culo tienen las dos hermanitas, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH” – dije sacándosela del culo a Blanca y dándola la vuelta me empecé a comer su coñito hasta que se corrió.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, ya no aguanto más, que pasada de culo tienes Raquel, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, toma lechazo, toma lechazo” – la decía Roberto a mi mujer mientras se corría dentro de su culo.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, yo también me corro, me corro, cómeme el coño Jorge no pares, así SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que bueno, que corrida UUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFF” – dijo Blanca llenándome la cara con los jugos de su impresionante corrida.

“Ven aquí Raquel, que parece mentira que estos te hayan dejado así, con lo buena que estas” – dijo Rosa a mi mujer y metiéndose entre sus piernas la empezó a comer el coño a mi mujer, con la clara intención de hacer que se corriese.

Roberto que se había apartado un poco para dejarla sitio a su cuñadita, vio a María como se estaba comiendo la polla de Jesús, y la cual ya empezaba a estar otra vez dura, se acercó a donde estaba el matrimonio, y la dijo a María:

“Venga María chúpame la polla a mí también, vuelve a ponérmela dura, que te vamos a follar los tres tal y como estas reclamando”.

María se giró un poco y sin decir nada les empezó a chupar la polla a los dos al mismo tiempo. Yo al oírles, y a pesar de acabar de correrme, me levanté me senté delante de Blanca, y sin decirla nada, la agarré de la cabeza y la fui acercando hasta mi polla para que me la volviese a chupar, y a poner dura, cosa que hizo encantada de la vida.

Poco a poco empezamos a tener otra vez las pollas preparadas para la batalla. Yo me levanté, y viendo a María a cuatro patas como les estaba comiendo la polla a los otros dos, me puse detrás de ella y empecé a metérsela por el coño.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que bueno, AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH” – dijo María recibiendo encantada mi polla en su coño, y siguiendo con la mamada que les estaba haciendo a su marido y a su jefe.

“Vosotras dos venir aquí” – las dijo Raquel a las dos hermanas, “venga hacer un 69 entre vosotras que eso les va a poner muy cachondos”.

Parecieron dudar, pero finalmente fue Rosa la que tomó la iniciativa tumbándose boca arriba y metiéndose entre las piernas de su hermana empezó a comerla el coño. Blanca ya perdió todos los prejuicios que pudiese tener al respecto y agachándose la empezó a comer el coño a su hermana pequeña. Raquel por su parte se subió a un sofá y se abrió completamente de piernas, metiéndose prácticamente una mano entera dentro del coño.

“Venga follaros ya a María que cuando acabéis con ella tenéis que hacer lo mismo conmigo” – dijo Raquel.

Yo al oír a mi mujer, se la saqué del coño a María, y les deje sitio a todos para que nos fuéramos acoplando. Jesús se tumbó boca arriba, por lo que María se sentó encima de su marido metiéndose la polla de este por el coño, mientras que Roberto se ponía detrás de ella y se la empezaba a meter por el culo, y yo me ponía delante de ella y se la metí en la boca.

Nos la empezamos a follar entre los tres, y en la sala solo se oían los gemidos de todos nosotros dándonos placer unos a otros.

“Vamos follárosla rápido, hacer que se corra, que yo también os necesito a los tres para mi solita” – nos dijo Raquel.

María no paraba de moverse, con nuestras pollas dentro de ella, no sé ni cómo se las estaba apañando, pero el caso es que me estaba haciendo una mamada espectacular. Finalmente parece que ya no pudo más con el calentón que llevaba y empezó a correrse.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH” – dijo finalmente sacándose mi polla de la boca y quedando prácticamente exhausta.

Yo tras aquello, me fui a por mi mujer, la bajé del sofá la tumbé en el suelo y la hice sentarse encima de mi polla metiéndosela en el coño. Roberto llegó por detrás y al igual que había hecho con María minutos antes se la empezó a meter por el culo a mi mujer. Jesús por su parte la puso la polla delante de la cara y se la metió en la boca, para que se la chupase.

Al igual que había ocurrido con María, solo se oían nuestros gemidos por toda la habitación, nos lo estábamos pasando genial follando con semejantes bellezas, y encima tan cachondas como estaban, lo hacía mucho más excitante.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, pero que bien comes el coño hermanita, esto lo vas a hacer muchas más veces a partir de ahora” – la dijo Blanca a Rosa corriéndose en la cara de su hermana.

“Tu sigue, no pares que yo también me corro, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que gozada, que cachonda me has puesto hermanita” – la dijo Rosa a Blanca corriéndose también.

Cuando terminaron de correrse se sentaron en el sofá junto a María a ver cómo nos terminábamos de follar a mi mujer, la cual no tardó en empezar a correrse.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMM, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que corrida más increíble, AAAAAHHHHH” – dijo Raquel corriéndose.

Nosotros tres estábamos a punto de corrernos y tras sacarla nuestras pollas a Raquel, Roberto las dijo a todas las chicas:

“Poneros todas en el suelo y juntar las cabezas que nos vamos a correr en vuestras caras”.

Las chicas se pusieron más o menos como las dijo Roberto, María y Raquel en un lado y las dos hermanitas en el otro. Nosotros nos empezamos a pajear para corrernos en sus caras tal y como queríamos hacer, el primero en correrse fue Jesús.

“AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, tomar leche tomar leche” – las dijo corriéndose de un forma increíble y soltando una cantidad de leche impresionante para la tarde que llevábamos todos.

El siguiente en correrse fue Roberto, que agachándose un poco las fue dando un poco de su leche a todas corriéndose en la cara de las cuatro, los primeros lechazos cayeron sobre Raquel y María, y los siguientes se los echó a su novia y su cuñada.

Por último y tras ver la imagen de las cuatro chicas con las caras llenas de leche, ya no me pude aguantar y me empecé a correr, de la misma manera que lo habían hecho antes los otros dos, pero el objetivo principal de mis lechazos fueron la novia de mi jefe y su cuñadita, que me habían puesto muy cachondo mientras se comían el coño la una a la otra.

Nos fuimos sentando en el sofá los chicos y las chicas empezaron a limpiarse los restos de las corridas de sus caras.

“Joder como nos habéis puesto” – dijo Blanca, “nos vamos a tener que duchar”. Y poco a poco fuimos pasando todos por los baños. Cuando acabamos de asearnos todos eran prácticamente las 9 de la noche. Nos fuimos despidiendo ya que teníamos que volver a casa para descansar e ir a trabajar al día siguiente.

“Bueno mañana es mi último día de trabajo antes de las vacaciones, espero que no hagáis nada malo en mi ausencia” – nos dijo Roberto cuando nos estábamos despidiendo.

“Anda, ¿A dónde os vais, si se puede saber?” – pregunto Raquel.

“A un Hotel en una isla en la republica dominicana, con una filosofía igual que la de vuestro crucero, y espero que nos lo pasemos igual de bien que vosotros” – nos dijo Blanca.

“UUUUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFF, os lo vais a pasar de fábula seguro” – les dijimos todos.

“Bueno pues mañana nos vemos en la oficina” – nos terminamos de despedir de todos, deseándoles que se lo pasasen genial en sus vacaciones, y a Rosa la dijimos que si necesitaba cualquier atención solo tenía que llamarnos.

“Tendréis morro, lo único que queréis es follarme el culo a la más mínima oportunidad” – nos dijo Rosa.

“Eso también te lo podemos hacer” – dijimos Jesús y yo prácticamente al mismo tiempo, empezándonos a reír todos.

Finalmente cada uno se fue por su lado.

A la mañana siguiente llegamos a la oficina a la misma hora del día anterior, al igual que todos los demás compañeros, y nos fuimos sentando cada uno en su puesto de trabajo. María y yo retomamos las cosas donde las habíamos dejado el día anterior, estudiando los proyectos que nos habían encomendado, yo si os soy sincero a duras penas, porque con la falda de tubo ajustada que había traído María, el escotazo que se marcaba, y los recuerdos de la tarde anterior, me costó concentrarme mucho más que el día anterior. Además el resto de compañeras tampoco ayudaban para nada. Marta la otra ingeniera, también traía un vestido de una sola pieza que para que hablar, la llegaba a la altura de las rodillas y era increíblemente ceñido, por lo que marcaba de maravilla esas tetas que tiene. Anabel y Silvia parecía que se habían puesto de acuerdo y llevaban ambas pantalón largo negro a rayas con camisa blanca increíblemente escotada y que encima transparentaba un poco dejando ver el sujetador blanco de encaje que traían ambas, estas dos saben lo buenas que están y juegan sus bazas de una forma increíble, pensé nada más verlas aparecer por la puerta de la oficina. Alicia por su parte traía una falda que debía pertenecer a un traje de falda, pero con el calor que hacía esos días solo vino con la falda y una camisa negra a juego, y con bastantes botones desabrochados, lo que provocaba que cada vez que se inclinase la viésemos parte del sujetador negro que llevaba. Teresa por su parte, también había venido con pantalón largo de vestir gris, pero en lugar de camisa traía un top negro increíblemente ajustado a ese pedazo par de tetas enormes que tiene, y que si soy sincero me moría de ganas de ver.

El caso es que empezamos como he dicho antes con la rutina del trabajo, según la habíamos dejado el día anterior, hasta que a las once de la mañana llegó Anabel, y las dijo a María y a Marta:

“Chicas que es Viernes, venga vamos, día de chicas, nos bajamos a desayunar”.

“Por mi genial, así me despejo un poco, y me espabilo, que con tantos datos y números necesito asimilar un poco lo que estoy leyendo” – dijo María.

“Venga vamos, ¿has avisado a las otras?” – la preguntó Marta a Anabel.

“Si, ya se están preparando también” – contestó esta.

Verlas salir a todas juntas por la puerta fue todo un espectáculo, tanta belleza junta y tan sexy es difícil de encontrar hoy en día. Me puedo imaginar las de miradas que iban a atraer por la calle, hasta que llegasen a la cafetería, y eso que está en la misma puerta del edificio.

“Pero mira que están todas buenas” – dijo Alberto nada más salieron por la puerta.

“Y tanto” – contestamos más o menos todos.

Después de semejante espectáculo volvimos al trabajo, cada cual de la forma que más o menos pudo.

Las chicas llegaron a la cafetería, y se sentaron en un esquinazo bastante apartado de la entrada y del resto de clientes, para que nadie las molestase. Nada más sentarse, empezaron el interrogatorio de su vida personal a María, ya sabéis las típicas preguntas:

“¿Estas casada? ¿Desde hace cuantos años? ¿Cómo os conocisteis? ¿Qué paso en la otra empresa? Etc, etc..”

María las iba contestando a todas, las fue explicando donde había estudiado, los años en los que había estado en la universidad y como conoció allí a Jesús, en esas estaba dando sus explicaciones cuando Teresa, la hizo una pregunta que no se esperaba y que la dejo totalmente fuera de juego:

“Bueno, ¿Qué tal folla Jorge, porque de la forma que os miráis parece ser que entre vosotros ha habido algo más que ser simples compañeros de trabajo?”

“Mira por lo colorada que se está poniendo, es que se lo ha debido de tirar unas cuantas veces” – dijo Marta, riéndose a carcajada limpia junto con las otras, mientras María no sabía que responder y con una sonrisa tonta en la boca.

“No te preocupes chica si está muy bueno, yo me lo follaría sin ningún problema” – la dijo Alicia, “además, conociendo a Roberto si estáis trabajando aquí es porque os gustan las fiestecitas que hace, sino dudo que os hubiese contratado”.

“Pues, tendré que sincerarme, pero la verdad no me imaginaba que tuviese que hacerlo tan pronto” – dijo María, “sí, la verdad es que me he tirado a Jorge unas cuantas veces, y la verdad es que folla de puta madre, para vuestra información, así que si queréis podéis proponérselo que el seguro que estará encantado de haceros un favor. En cuanto, a lo de las fiestecitas de Roberto, la verdad es que no están mal, pero yo solo he participado en una, y veo que todas vosotras habéis participado en más de una supongo, y eso no me lo esperaba”.

“¿Y qué te esperabas?” – la preguntó Anabel.

“Pues que alguna formase parte de ese ambiente, pero no que todas estuvieseis o formaseis parte de él” – contestó María.

“Pues ya verás, porque todos los viernes tenemos nuestro SEXUAL DAY, en otras empresas tienen el viernes como el CASUAL DAY, y nosotras tenemos el nuestro particular” – dijo Silvia, sonriendo a María, y dándola una señal de lo que verdaderamente la esperaba luego.

“¿Pero todos los chicos también están al corriente?” – preguntó María.

“Si, y menudas ganas te tienen después de verte ayer” – la dijo Teresa, “si tú quieres te vas a poner las botas”.

“Pues como bien has dicho me voy a poner las botas. Y me parece que Jorge también porque os tiene unas ganas a todas que no os podéis ni imaginar. Ayer por la tarde iba que se subía por las paredes” – dijo María, empezándose a reír y sabiendo lo que nos esperaba luego arriba.

Siguieron hablando, y dándose explicaciones varias, las chicas la contaron a María que todas y todos los chicos tenían pareja, y que una vez cada dos o tres meses solían ir a la finca de Roberto y Guillermo y se montaban unas fiestecitas de confraternización de empleados, como las gusta llamarlas a Roberto, ya que fomentan el buen ambiente dentro del ámbito laborar. Y según la decían esto, se fueron riendo todas. La explicaron a María las cualidades de cada uno de los chicos, para que se fuera preparando. Poco a poco fueron terminando sus cafés, y la conversación, pagaron la cuenta y decidieron subir a la oficina.

Según entraron por la puerta iban riéndose, y hablando entre ellas. Ramón al verlas aparecer nos dijo a los chicos:

“Pues nada ahora nos toca a los chicos, que siempre estáis con el viernes de chicas, pues hoy nosotros también nos vamos a bajar todos a tomar un cafecillo”.

Nos fuimos levantando todos, nos dirigimos a la salida con las que a mí, me parecieron unas miradas un poco picaronas de las chicas. Llegamos al ascensor donde nos metimos todos como pudimos, y fuimos bajando. Los chicos no fueron tan sutiles como las chicas y directamente me abordaron en el ascensor.

“Bueno, ahora que estamos solos venga Jorge cuéntanos ¿Qué tal folla María? Porque aquí el cabrón de Roberto no suelta prenda, y mira que le estamos preguntando” – me dijo Ricardo.

“Joder Ricardo mira que eres bestia, y se lo sueltas así de golpe” – le dijo Roberto.

“Y qué quieres, estoy que me muero por saber” – replicó Ricardo.

“Pues no eres el único, así que deja que responda” – dijo esta vez Javier.

“Eso” – dijo también Alberto.

“Bueno, que cabrones sois, es decir, que todos sabéis que tipo de fiestecitas nos montamos, y no me habíais dicho nada. Y seguro que vosotros os habéis tirado a todos los pivones que hay arriba en la oficina” – dije yo. Ni siquiera me respondieron, empecé a mirarles a todos y lo único que conseguí fue unas sonrisas como dando a entender que estaba en lo cierto.

“Uf, pues lo mismo le dan por culo al café y subimos directamente que no os imagináis como me tienen todas desde que las conocí ayer. Voy que me subo por las paredes” – les dije.

“Tú déjalas que esperen, que luego están más cachondas todavía, y nos lo pasaremos mejor” – dijo Diego, que hasta entonces no había abierto la boca. Todos le secundaron. Llegamos a la planta baja, y fuimos a la cafetería, y nos sentamos en el mismo rincón que debían de haberse sentado las chicas. Porque el camarero al vernos donde nos habíamos sentado le llamo el rincón de…….. y puso el nombre de nuestra empresa al final de la coletilla.

Una vez nos sentamos, les dije lo bien que follaba María, y lo caliente que iba el día anterior, por lo que si las chicas la habían informado de lo que ellos mismos me estaban dando cuenta a mí, era muy probable que estuviese loca porque subiésemos para follar con todos ellos. Roberto no hizo más que secundar mis palabras, afirmando todo lo que yo decía, por lo que más de uno le echó en cara el no haberles invitado a la fiestecita de ayer por la tarde.

“Es que yo iba de acoplado también, y no podía invitar a nadie por mi cuenta” – dijo Roberto justificándose.

Nos estuvimos contando como habían empezado cada uno en esto y como habían empezado a trabajar para Roberto. También me dijeron lo mismo que la habían dicho a María las chicas; que cada dos o tres meses se hacía una fiesta de confraternización de empleados y familiares en la finca de Roberto. Con todo lo que ello significaba.

“Pues ya veréis cuando se lo diga a mi mujer. Uf. Va a querer que preparéis una fiesta cuanto antes, no sé ni cómo voy a poder contenerla hasta que este vuelva de las vacaciones” – les dije a todos.

“Joder, ya veréis chicos, la mujer de este capullo tiene el mejor culo que he probado” – dijo Roberto.

“Oye tú, deja que saquen sus propias conclusiones” – le dije a Roberto.

Estuvimos hablando de todo este tema un poco más, y más de uno me dijo que si eso quedábamos a cenar por parejitas para que les fuera presentando a Raquel, que el comentario que había hecho Roberto les había gustado bastante.

Poco a poco, nos fuimos terminando los cafés y decidimos que ya las habíamos hecho esperar bastante. Ya sabéis, nos salió la vena de sobrados españoles, como si nosotros no estuviésemos locos por subir para tratar de follarnos a todas esas sirenitas que teníamos en la oficina.

No sé el resto de los chicos, pero a mí en el ascensor ya se me empezó a poner dura la polla, solo de pensar lo que nos podríamos encontrar en la oficina. Llegamos a la planta, salimos del ascensor, y Roberto abrió la puerta de la oficina. Allí nos encontramos a Anabel en su puesto de trabajo, y como si no hubiese roto en su vida un plato. Fuimos pasando todos y pudimos comprobar como trataba de controlar un poco de risa nerviosa. Nosotros fuimos pasando para cada puesto de trabajo cada uno, hasta que Roberto dijo:

“Pero mira que sois todos, hay que joderse que es Viernes, y ya sabemos cómo nos tomamos nosotros los viernes”, y llegando al puesto de trabajo de Silvia se empezó a quitar la chaqueta, la corbata y se fue desabrochando el cinturón del pantalón y la camisa. Los chicos empezaron a imitarle, siguiendo el mismo proceso, y yo que cuando la cosa se pone de esta forma no me corto para nada les imité a todos. Las chicas se empezaron a levantar de sus sitios y se pusieron delante de sus mesas, hasta que Teresa dijo:

“Porque nos dais pena que sino os quedabais con las ganas”. Y se empezó a desabrochar el pantalón que llevaba, y se lo bajó dejándonos ver ese pedazo de culo contundente que tiene y las bragas de color negro que traía, muy sugerentes. Todas las chicas empezaron también a desnudarse, cuando los tíos ya solo teníamos puesto el calzoncillo, el cual tardó poco en desaparecer, dejando ver unas erecciones descomunales en el mayor de los casos. A destacar las pedazo de pollas que tenían Diego y Ramón, a María casi se la desencajan las mandíbulas al verlas.

“Joder vaya herramientas tenéis vosotros dos, y mira que me habían avisado” – dijo María al verles las pollas.

“Tu tranquila, que ahora te dejamos que las pruebes” – la dijo Ramón terminando de quitarse el calzoncillo y esperando que María empezase a desnudarse, que con lo alucinada que se había quedado viéndoles las pollas todavía tenía la falda a medio quitar.

“Pues Jorge tu no vas nada mal equipado” – me dijo Marta, después de quitarse el vestido de una sola pieza que traía y quedándose con unas bragas y un sujetador en tonos morados a juego, que resaltaban más lo que ya se adivinaba, un par de tetas increíbles y un culo espectacular. Lo que terminó de ponerme la polla más dura de lo que había estado la tarde anterior.

“Y qué esperas Marta, si con lo buenas que estáis todas hasta yo creo que me está creciendo más la polla” – la dije yo contestando a su comentario anterior y sin cortarme lo más mínimo.

“Bueno terminar de desnudaros todos, y vamos a la sala de reuniones que si retiramos los paneles la unimos a la sala de espera, y al puesto de trabajo de Silvia y se nos queda una sala enorme para que podamos estar allí todos” – dijo Alberto, agarrándose la polla, la cual también estaba bien de tamaño. Las chicas terminaron de desnudarse, en la sala que estaba yo estaban Marta y María, cuando Marta terminó de desnudarse yo no podía quitar los ojos de encima de ella, y agarrarme la polla medio masturbándome, mientras ella me sonreía. Los tíos se quedaron alucinados con lo buena que está María y el pedazo de cuerpazo que tiene.

“Joder María pero que tetazas y culo más bonitos tienes” – la dijo Ramón, agarrándose la polla descomunal que tiene.

“Pues os está esperando a ti, y a eso que tienes entre las piernas” – le contestó María sin cortarse.

Empezamos a salir de la sala del departamento técnico y nos cruzamos con los del departamento financiero que ya iban también en dirección a la sala de reuniones, en el pasillo me topé de frente con Alicia con lo increíblemente atractiva que es, y con unas tetitas pequeñas pero puntiagudas y con unos pezones muy erectos, que parecían estar pidiendo guerra. Teresa la seguía, con ese pedazo par de tetas tan descomunales que tanto quería ver desde el día anterior.

“Joder Teresa, menudo par de tetas que tienes tía, tienes que hacer unas cubanas con eso impresionantes” – la dije sin pararme a pensar mucho si la podía llegar a ofender con mi comentario.

“jajajajajaja”, se empezó a reír, “a todos os paso lo mismo, en cuanto me veis las tetas queréis que os haga una cubana, pues nada hijo, tu tranquilo que luego te hago no solo una, sino todas las que quieras”, y según me estaba diciendo esto empezó a agarrarse las tetas, y a pellizcarse los pezones.

“Oye esperarme” – dijo a nuestra espalda Anabel que estaba terminando de quitarse el tanga y de cerrar la centralita, para que saltara el contestador. El verla agachada terminándose de quitar el tanga fue todo un espectáculo, menudo pedazo culo tiene la jovencita, y encima lo acompaña con un buen par de tetas. Yo estaba que no sabía dónde mirar con tanta tía buena suelta, y encima con ganas de guerra. Al llegar al puesto de trabajo de Silvia, Roberto ya había dado al control remoto para que los paneles de la sala de reuniones o de conferencias se recogieran dejando un espacio enorme tal y como habían dicho los chicos antes. Aunque si os soy sincero ni me di mucha cuenta en un principio, ya que me estaba fijando en el otro culo impresionante de la oficina, es decir, el de Silvia, que al igual que su amiga también lo llevaba acompañado por un buen par de tetas. Estas dos chicas es que parecen clones.

Una vez todos allí, yo no sabía a donde mirar, iba de las tetas de una, al culo de la otra, y del culo de otra, al coño de la compañera, todo esto sin soltarme la polla, la cual no sé si alguna vez ha estado tan dura como en ese preciso momento.

“Bueno ahora, habrá que organizarse” – dijo Roberto, al tener a Silvia a su lado, estaba aprovechado para tocarla bien el culo. Si os soy sincero, yo hubiese hecho lo mismo.

“Yo creo que María, y su responsable directo deberían estrechar lazos, para crear un buen clima de trabajo entre ellos” – dijo Ramón sonriendo, y sabiendo que todos iban a pedir turno para follarse a María, ya que era la novedad, y menuda novedad. Es que siendo sinceros, María es un auténtico bombonazo, tiene un cuerpo impresionante y encima es muy atractiva de cara.

“Pero que morro tienes Ramón” – le dijeron todos.

“Venga no os peléis que habrá para todos” – dijo María dándose la vuelta, y tocándose las tetas para ponerlos a todos mucho más cachondos. Las chicas se rieron al verla hacer eso.

“Bueno Jorge, ¿y tú que dices?” – me dijo Roberto.

“UUUUFFFFF, que yo no sé por dónde empezar, es que estáis todas buenísimas tías” – dije yo contestando a Roberto. Las chicas se empezaron a reír por mi respuesta o por ver lo caliente que andaba y las ganas de follar que tenía.

“Al final como siempre que viene alguien nuevo, saca las barajas Silvia” – dijo Roberto. Silvia fue a su mesa y de su cajón extrajo dos barajas españolas, una para los chicos y otra para las chicas.

“Ya sabéis, la carta más alta gana y se empareja con la pareja del otro sexo y como somos impares la última chica que quede tendrá la suerte de emparejarse con los dos últimos chicos que queden, en caso de sacar el mismo número, la jerarquía es Oros, copas, espadas y bastos. Esto para los nuevos, y para que no haya confusiones” – dijo Silvia, entregándole una baraja a Roberto, y empezando a barajar una ella misma. Roberto al igual que Silvia empezó a barajar las cartas.

“¿Empezamos ya?” – dijo Javier, agarrándose la polla y que al igual que todos los tíos estaba con unas ganas tremendas de que empezase la fiesta.

Roberto y Silvia empezaron a repartir las cartas. La primera chica en ganar fue Anabel, que se puso a un lado, y el primer chico en ganar fue precisamente Javier, que lo celebró.

“Mira que me gusta follar contigo Anabel” – dijo Javier.

“Anda ven a mi lado, pero espérate y no te emociones demasiado todavía que quiero ver todo el sorteo, para ver cómo queda esto” – dijo Anabel. Javier la obedeció poniéndose a su lado, pero llevó su mano al culo de Anabel, y Anabel le miró y alargando su mano le agarró la polla y le empezó a masturbar lentamente.

Cogieron todas las cartas de nuevo, y empezaron a barajar otra vez.

“Venga segundo turno” – dijo Roberto, volviendo a repartir las cartas, al mismo tiempo que Silvia lo hacía con las chicas.

Esta vez los ganadores fueron Alberto por parte de los chicos, y Teresa por parte de las chicas, yo que me apetecía comerme las tetas de Teresa, las cuales eran espectaculares me quedé con las ganas hasta nueva orden. Alberto y Teresa se dieron un pico en forma de saludo y se pusieron al lado de Javier y Anabel para ver el resto del sorteo, pero Alberto se puso detrás de Teresa pegándola bien la polla a su espalda, que es donde le llegaba debido a lo bajita que es Teresa, y pasando sus manos para delante empezó a agarrarla las tetas, y a pellizcarla los pezones mientras la iba dando pequeños besos en la oreja y el cuello, poniendo muy cachonda a Teresa.

Volvieron a recoger las cartas, y las volvieron a barajar.

“Tercer turno” – anuncio de nuevo Roberto, y empezaron a repartir las cartas.

Esta vez el ganador por parte de los chicos fui yo, y tuve la suerte de emparejarme con el pedazo de pivón de Silvia, a la cual, tenía ganas desde el primer momento que la vi, según entre en la oficina.

“Joder como me voy a poner” – dije yo.

“UUUUUUMMMMMM polla nueva, que rico” – dijo Silvia sonriéndome, y entregándola la baraja a Marta, se vino hacía mí y agarrándome de la polla, me llevó junto a las otras parejas ya formadas, para esperar a ver como transcurría el resto del sorteo. Yo por mi parte, y una vez colocados en nuestro puesto, agarré bien el culo de Silvia y empecé a meterla mano por donde podía, coño, culo, tetas, etc…

“Como vamos Jorgito” – me dijo ella, agarrándome bien la polla y notando lo dura que la tenía.

“Ahora lo vas a comprobar mejor” – la contesté yo, y la di un azote en el culo.

Los que quedaban por salir del sorteo, eran Marta, Alicia, y María, por parte de las chicas. Y por parte de los chicos, Diego, Ramón, Ricardo, y Roberto. Marta y Roberto empezaron a recoger las cartas y las barajaron de nuevo.

“Uno más. Cuarto turno” – dijo Roberto, que se lo estaba pasando en grande con el sorteo que estábamos haciendo y viendo lo cachondos que estábamos todos. Empezó a repartir las cartas.

Esta vez los ganadores fueron, por parte de los chicos Ramón, con su descomunal trasto, y por suerte para ella, María, que se la veía con ganas de meterse semejante herramienta.

“Tanto sorteo, tanto sorteo, para que al final el resultado fuera el mismo” – dijo Ramón con una sonrisa de oreja a oreja, y acercándose a María, la empezó a tocar las tetas, y haciendo que se pusiese junto a Silvia, se puso detrás de ella pegándola su polla al culo, y empezó a tocarla las tetas desde atrás. María que no se quedó corta, llevó su mano para detrás y empezó a agarrarle la polla a Ramón.

“Madre mía como me lo voy a pasar, y yo que tenía reparos en follar con gente 10 años mayor que yo. Pues ahora como tengan semejantes pollas, le dan por culo a los prejuicios de edad” – dijo María, empezándose a reír de su propio comentario.

“Te voy a enseñar lo que es la experiencia” – dijo Ramón, tocándola el culo.

Marta y Roberto, ya habían recogido de nuevo las cartas, y estaban barajando las cartas para el que iba a ser el último turno del sorteo de parejas. Empezaron a repartir, y precisamente los ganadores fueron ellos dos. Marta y Roberto.

“UUUUMMMM jefe, con la de tiempo que llevábamos sin follar tú y yo. Que ya te iba teniendo ganas de nuevo” – le dijo Marta, mirándole la polla a Roberto.

“Sí, que hace casi 3 semanas que tú y yo no follamos, con lo que me gusta tu culito duro” – la dijo Roberto a Marta. Y acercándose a ella, la empezó a dar un morreo impresionante.

“Genial, si es que la espera siempre tiene su recompensa” – dijo Alicia, mirando a Diego y Ricardo, “jefe, ahora vamos a hacer números de otras clases”.

“Si o bricolaje, 3 en 1, como tú quieras, pero te vamos a follar por donde tú quieras macizorra” – la dijo Ricardo.

No había terminado de decir eso, cuando Marta ya estaba arrodillada delante de la polla de Roberto y se la estaba empezando a chupar.

“UUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMM, pero que bien la chupas Marta, como se nota que te encanta hacerlo” – la dijo Roberto, agarrándola de la cabeza, y haciendo que su polla la entrara hasta la garganta.

“Te vas a enterar tú ahora” – me dijo Silvia girándose, y empujándome para hacerme sentar en un sofá de la sala de espera, yo me quedé un poco sorprendido mientras ella se ponía de rodillas y se empezaba a meter mi polla en la boca. No sé si es que yo iba muy cachondo, que tenía la polla que me iba a estallar, o es que me la estaba chupando de maravilla, lo que sí estoy seguro es de que disfruté de su mamada un montón.

“Ven aquí que te tengo que follar, que llevo dos días soñando con meterte mi polla hasta los huevos, para que sepas lo que es una buena polla” – la dijo Ramón a María, llevándosela a la mesa de la sala de reuniones y apoyándola allí se la empezó a meter desde atrás en su precioso coñito.

“Si, métemela hasta el fondo que me tenéis a cien entre todos, AAAAAAAAAAHHHHHHHH, pero que pedazo de polla tienes, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, métemela, pero como me gusta, muévete, muévete, no pares, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, pero que maravilla, como la siento, en todo mi coño” – decía María, recibiendo los pollazos de Ramón.

“Pero que mojadito tienes el coño, que pasa Anabel, que después de hacerme esperar, al final eres tú, la que está loca de ganas por recibir polla” – la dijo Javier a Anabel, que la estaba metiendo un par de dedos en el coño desde atrás, y con la otra la agarraba sus tetas.

“Si, además si ya sabes lo que me gusta follar, no sé de qué te sorprende de que este cachonda perdida, si desde que empecé a trabajar aquí, es mi estado natural” – dijo Anabel, y girándose se agachó delante de él, y en la misma postura que estaba haciendo Marta con Roberto, empezó a comerle la polla a Javier.

“AAAAAAAAHHHHHHHHHHH, pero como me gusta follar contigo Anabel, pero que buena estas” – la decía Javier, agarrándola la cabeza para marcarla el ritmo al que quería que se la chupase, mientras Anabel le miraba a la cara.

Teresa se había dado la vuelta y empujando a Alberto, le sentó en un sofá junto a mí, y metiéndose la polla de Alberto entre las tetas, le empezó a hacer la cubana que tanto me hubiese gustado recibir a mí.

“Joder pero que pedazo de tetas más impresionantes que tienes Teresa, como me gusta ver desaparecer mi polla entre ellas” – la decía Alberto a Teresa.

“Tanto os gustan mis tetas, pues las vais a poder disfrutar siempre que queráis, que me tenéis a mil entre todos, desde que empecé a trabajar aquí, el sexo es una pasada” – decía Teresa, “tú tranquilo Jorge, que también disfrutaras de ellas”.

“Por mi encantado” – la contesté, mirando cómo le hacía la cubana a Alberto.

“OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que pollón tienes, SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII, métemela que voy muy cachonda, que llevó desde ayer soñando con cómo nos lo montaríamos hoy” – decía Alicia, recibiendo los pollazos de Diego, desde atrás, mientras masturbaba a Ricardo, y trataba de empezar a chupársela.

“Vamos chúpamela Alicia, que estoy a mil, metete mi polla en la boca” – la decía Ricardo. Lo que ella trataba de hacer a duras penas, ya que las envestidas que la estaba dando Ricardo con su pedazo de polla, eran impresionantes.

“Ven aquí que te quiero follar de una vez, que me tenéis a cien todas, y hasta dentro de un par de semanas no voy a poder disfrutar de vosotras” – la dijo Roberto a Marta, y levantándola la llevó junto a María, y empezó a meterla su polla por el coño, mientras se agarraba a su duro culo.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, jefe, fóllame, métemela hasta el fondo, dame duro que tengo ganas de rabo, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, venga méteme un par de deditos por el culo, prepáramelo que en un ratito me la vas a meter por ahí” – le decía Marta a Roberto.

“OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUUUUUUHHHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que pedazo de polla tienes Ramón, como me estas follando, me encanta, me encanta tu polla” – le decía María a Ramón, que estaba imprimiendo un ritmo bestial al polvo que la estaba pegando a María.

“Pero que buena estas, y que coño más mojadito que tienes, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHH, que ganas tenía de follarte desde que te vi ayer, no te lo puedes ni imaginar” – la decía Ramón a María, mientras empezaba a meterla un dedo por el culo, y al ver lo fácil que entro el primer dedo siguió con el segundo, “AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, pero que fácil te han entrado los dos dedos en el culo, seguro que te encanta que te lo follen”.

“Sí me encanta que me den por culo, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, sigue no pares por favor” – le decía María a Ramón.

“Pues prepárate que con tu permiso te voy a follar el culo” – la dijo Ramón, y sin hacerse esperar, la sacó la polla del coño y apuntando a la entrada de su culo se la empezó a meter por allí.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, pero como me parte en dos, pero que pedazo de pollón tienes Ramón, que gozada, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – le seguía diciendo María, ya totalmente recostada sobre la mesa.

“Ven aquí Silvia, súbete encima de mí y deja que te folle, que necesito meterte la polla ya” – la dije a Silvia, esperando que se levantase, y se pusiese encima de mí. Poco a poco lo fue haciendo, y se fue dejando caer metiéndose mi polla en el coño, muy lentamente y disfrutando de cada milímetro de mi polla entrando y saliendo de su coño.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, pero que dura la tienes tío, ¿tan cachondo te habíamos puesto?, seguro que llevas desde ayer deseando meternos la polla a todas nosotras, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero como me está gustando tu polla” – me decía Silvia, marcando ella el ritmo de la penetración.

“Y tú qué coño más mojadito tienes, se ve que esperas los viernes como agua de mayo, para follarte al primero que puedas en la oficina” – la dije yo.

“Sí, me encantan los viernes, y todo lo que conllevan, OOOOOOOOHHHHHHHHHH” – me contestó Silvia.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, pero que bueno no paréis de follarme cabrones, pero como sabía que me lo pasaría genial hoy” – decía Alicia, a la que se la estaban follando entre Ricardo y Diego. Diego se había tumbado boca arriba en el suelo, Alicia se había puesto encima de él metiéndose la polla de este por el coño, mientras que Ricardo poniéndose detrás de ella se la había empezado a meter por el culo.

“SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, fóllame, metete mi polla hasta las entrañas, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, pero que bien follas Teresa” – la decía Alberto a Teresa, que se había puesto encima de Alberto, y tras meterse la polla de este por el coño, había empezado a saltar sobre ella, y dándole a probar sus preciosas tetorras en cada embestida.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, pero que polla más buena tienes Alberto, y venga cómeme las tetas que me encanta, chúpame los pezones mientras te follo, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, así, vamos cómetelos” – le decía Teresa a Alberto, a la cual se la notaba muy cachonda también.

“Te voy a follar como hacía tiempo que no te follaba” – la dijo Javier a Anabel, levantándola, la sentó boca arriba en otro de los sofás de la sala de espera, y metiéndose entre sus piernas, apuntó con su polla al coño de Anabel, donde empezó a follársela salvajemente, dándola unas envestidas impresionantes, que la jovencita aceptaba sin ningún problema, y que estaba disfrutando.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH, Javier pero como me gusta cuando me follas en plan burro, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, venga fóllame fuerte, métemela hasta el fondo” – le animaba Anabel a que encima se la metiese más fuerte.

“¿Te la puedo meter por el culo?” – la pregunté a Silvia, que desde que te vi ayer, no se me va la imagen de la cabeza de lo que puede ser mi polla entrando y saliendo de tu maravilloso trasero”.

“Porque me lo has pedido así, que si no me lo pensaría” – me dijo Silvia levantándose del sofá, y poniéndose a cuatro patas en donde había estado sentado yo. Me fui acercando por detrás, y apuntando mi polla a la entrada de su culo, se la empecé a meter en él, muy poco a poco, para que se fuera acostumbrando al tamaño de mi polla.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, te gusta mi culo, te gusta metérmela por el culo, pues venga fóllame” – me decía Silvia, mientras yo estaba metiéndola mi polla en el culo.

“OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, si pero que bueno, como me gusta tu polla, métemela hasta el fondo, que me vas a hacer correr” – la decía Marta a Roberto.

“Antes te la tengo que meter por el culito cariño” – la dijo Roberto, y  sacándola la polla del coño, apuntó a su culo, y allí se la empezó a meter. En un principio lo hizo muy lentamente disfrutando de la penetración que la estaba dando, para poco a poco ir aumentando el ritmo.

“OOOOOOHHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFFFF, pero que pedazo de culo que tienes Silvia, que gozada es follártelo” – la decía yo a Silvia, viendo como mi polla entraba y salía de semejante trasero.

“SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, fóllame que me está encantado follar contigo, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, que bien lo haces Jorgito, menuda adquisición más buena hemos hecho” – me empezó a decir Silvia, lo que me envalentonó y empecé a darla más duro todavía.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, mierda, me voy a correr no aguanto más no aguanto más, me corro, me corro, OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH” – dijo Alicia corriéndose con las pollas de Diego y de Ricardo metidas todavía en su coño y su culo. Estos dos siguieron follándosela a pesar de la corrida de Alicia.

“OOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, yo también me corro, yo también me corro, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, pero que pasada de polla tienes Ramón” – dijo María corriéndose y a la cual se la doblaron las piernas del orgasmo que estaba teniendo. El ver como estaba disfrutando María con la follada que la estaba dando, ya fue demasiado para Ramón, que sacándola la polla del culo, se empezó a correr sobre la espalda de María, llenándosela toda de leche.

“OOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, pero que corrida, hacía tiempo que no echaba tanta leche” – dijo Ramón, al ver como la había dejado la espalda a María toda llena de su leche.

“AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, Teresa pero que bien me estas follando me vas a hacer correr, me corro, joder me corro, SSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – la dijo Alberto a Teresa, que sacándose la polla de Alberto de coño, se agachó delante de él, y cogiéndole la polla con las tetas hizo que se corriera en ellas.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro Roberto me corro, dame así de duro, venga y córrete conmigo, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, me corro” – le dijo Marta a Roberto.

“OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, si yo también me corro, toma mi leche por tu culito, que sé que te encanta, AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH” – la dijo Roberto a Marta corriéndose en su culo.

“Pero que dura tienes la polla, me corro, me corro, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, pero que bien me estas follando cabrón, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, me corro, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro” – me dijo Silvia corriéndose, lo que ya fue demasiado para mí.

“Yo también me corro, me corro, AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que culazo tienes, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, toma leche, toma leche” – la dije a Silvia, sacándosela del culo y corriéndome en la entrada de su culo y de su coño.

Diego y Ricardo, que seguían follándose a Alicia que estaba casi desmallada con las dos pollas metidas en sus dos agujeritos, la sacaron las pollas, la tumbaron en el suelo, y empezaron a masturbarse en su cara, con la clara intención de dejarla toda la cara perdida con su leche.

“Me corro, abre la boca Alicia, toma mi leche venga toma mi leche” – la dijo Ricardo a Alicia, que abrió la boca recibiendo gran parte de su corrida en ella, pero también quedándola toda la cara perdida con el corridón que la acababa de echar Ricardo en la boca.

Diego al ver aquello, no quiso ser menos, y siguió a su compañero de fatigas empezando a correrse en la cara de Alicia y dejándola todavía más llena de leche por todos lados.

“Toma corrida, toma leche, que te encanta, métetela en la boca, cómetela” – la decía Diego corriéndose también en la cara de Alicia.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, si Javier, no pares, no pares, que me corro me corro, SSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero como me gusta que me folles de esta forma Javier” – la decía Anabel a Javier, que al ver el orgasmo que había tenido Anabel, se la sacó del coño, y masturbándose empezó a correrse en las tetas de la recepcionista.

“OOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, toma leche en las tetazas Anabel, que es bueno para la piel, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, toma toda mi leche en tus tetas, AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero como me gusta follar contigo tía” – la dijo Javier a Anabel, quedándose sentado sobre sus propios talones después del corridón que acababa de tener.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, Alberto venga mueve así la lengua no pares, no pares, que ya me corro” – decía Teresa que era la única que quedaba por correrse, “AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH, si, me corro, me corro, me corro”.

Una vez nos relajamos todos, nos empezamos a levantar de donde estábamos, algunos más cansados que otros, pero nos fuimos recuperando todos.

“Bueno después de relajarnos todos, ahora todos a trabajar. Os vais duchando y a trabajar, que aunque vamos bien en todos los proyectos, no nos podemos dormir en los laureles” – dijo Roberto, al cual le salió la vena de jefe, con toda la razón del mundo.

En el baño de Roberto, había una ducha y de uno de los armarios empezamos a sacar un montón de toallas para que cada uno se fuera duchando, para limpiarse los restos de las corridas que acabábamos de tener.

Dejamos que las chicas fueran pasando primero, y cuando salían lo hacían enrolladas en las toallas, hasta su puesto de trabajo donde se quitaban la toalla y se sentaban a trabajar completamente desnudas. Yo al ver aquello, ya intuí que me iba a ser muy complicado concentrarme en lo que estaba haciendo.

Cuando las chicas terminaron de ducharse empezamos a pasar los chicos, y los que terminaban se iban a su puesto de trabajo con su toalla la dejaban allí y se ponían a trabajar completamente desnudos.

Yo estaba flipando  todavía más viendo a todos los pivones en pelotas trabajando como si fuera lo más normal del mundo, y por consiguiente me acabé empalmando de nuevo.

María al verme se rio, y me dijo que me pusiese a empollar los proyectos, y dejara de pensar en follar. Traté de hacerla caso, y poco a poco me fui concentrando en lo que eran los proyectos que tenía que supervisar. A las dos de la tarde ya tenía todo más que repasado, y estaba seguro de que controlaba más o menos los dos proyectos que me habían pasado. Levanté la cabeza y mi que María estaba en la misma situación que yo, por lo que nos pasamos cada los proyectos del otro y nos empezamos a hacer preguntas sobre ellos, poco a poco pudimos ir comprobando que en definitiva sí que más o menos habíamos entendido los proyectos y empezábamos a estar muy familiarizados con ellos. Después de media hora de preguntas, me levanté para ir al servicio, y al levantarme pude ver a Marta y María completamente desnudas y trabajando al igual que al resto de compañeros, lo que me recordó la fiesta de hacía un par de horas, y por el camino me fui empalmando otra vez. Al pasar junto al puesto de Silvia, esta me dijo:

“Jorge, ¿pero todavía estamos así hombre? Pide ayuda por ahí, y seguro que alguna se ocupa de ti”.

Y tras decir eso se empezó a reír. Yo la sonreí y me metí en el baño a mear, cuando salí seguía igual que cuando había entrado, por lo que Silvia siguió riéndose un poco de mí calentón.

“Venga vamos a tener que hacer otro alto en el camino, para que te relajes. Chicos venir para aquí otra vez que mirar como tenemos a los nuevos” – dijo Silvia levantándose de la silla, y señalando mi polla totalmente erecta. Todos empezaron a reírse un poco de mí, y se fueron levantando, y cuando los chicos fueron saliendo de sus puestos, pude comprobar que estaban igual que yo los muy cabrones, y no decían nada.

“Si encima luego diréis que ha sido por hacerme un favor. Mira cómo van todos” – la dije a Silvia sonriendo. Ella me guiñó un ojo y sonrió, mientras yo pensaba en lo buena que estaba y en el polvo que habíamos pegado un poco antes, lo que hizo que mi polla se terminara de poner tan dura como lo había estado unas horas antes.

“Bueno jefe, como te vas de vacaciones es justo que elijas tú el juego esta vez” – le dijo Teresa a Roberto.

“A mí me encanta el de –adivina quién te está follando- me parece muy excitante” – nos dijo a todos Roberto.

“Para los nuevos, consiste en que las chicas nos ponemos a cuatro patas en los sofás de la sala de espera, nos vendáis los ojos, y vosotros tras sortear a quien os tenéis que follar nos empezáis a follar durante tres minutos, que los controla el chico que quede libre. Al terminar los tres minutos nosotras tenemos que adivinar quien ha sido el que nos ha estado follando, y la que gane podrá elegir juego el próximo viernes” – dijo Anabel a modo de resumen para informarnos a María y a mí.

“Joder esto va a ser una pasada, con lo cachondo que estoy no sé si podré aguantar el primer turno de partida” – las dije a todas.

Pues venga vamos a empezar, fueron sacando pañuelos de un armario junto a la mesa de Silvia y las chicas se fueron situando cada una en un sofá, nos fuimos acercando a ellas y las fuimos vendando los ojos tratando de que no viesen nada. Cuando terminamos de vendarlas los ojos, los chicos nos fuimos al despacho de Roberto, escribimos los nombres de las chicas en unos papeles, y los cortamos, cortando un papel en blanco para el que se quedaba sin follar y controlando el tiempo. Los metimos en una bolsa y Roberto empezó a dar vueltas a la misma para que se mezclasen lo más posible.

“Bueno Jorge, por ser el nuevo sacas primero” – me dijo Roberto. Metí la mano en la bolsa y saqué el papelito en cuestión.

Lo abrí y enseñándoselo a todos, dije:

“Marta, joder con lo buena que está”.

El siguiente en sacar fue Alberto, al que le tocó María.

“Sí señor, con las ganas que tengo de metérsela, que está buenísima” – dijo Alberto.

El siguiente en sacar fue Diego, al que le tocó Teresa. El siguiente fue Ricardo al que le tocó Alicia. El siguiente fue Javier, al que le tocó Silvia. El siguiente fue Ramón que lo sacó en blanco, por lo que se quedaría controlando el tiempo y a Roberto le correspondía follarse a Anabel.

Salimos del despacho de Roberto, y nos fuimos colocando detrás de la chica que nos había tocado a cada uno, cuando estuvimos todos en posición y con nuestras pollas mirando al cielo, y esperando que nos dieran la orden de empezar.

“El tiempo empieza ya” – dijo Ramón, por lo que las chicas ya podían descartar a uno de nosotros.

Las fuimos metiendo nuestras pollas a las chicas, y poco a poco empezamos a darlas caña, nosotros no podíamos decir nada a sabiendas de que hablar supondría una pista muy clara para la chica por lo que no valdría su puntuación. Pero los azotes y los gemidos de placer de ellas se sucedían por toda la sala.

Algunas como Teresa que estaba recibiendo el pollón de Diego y sabiendo que el otro pollón semejante estaba controlando el tiempo, lo tenía muy claro de quien la estaba follando.

“Vamos Diego, méteme tú pollón hasta el fondo no pares, pero que pedazo de polla tienes chico” – le decía Teresa.

Yo por mi parte estaba encantado de follarme a Marta con el culito tan duro que tiene, me estaba encantando agarrarse y darla azotes mientras se la metía en su encharcado coño, que la chica estaba cachonda perdida recibiendo mi polla en su coño.

“Tiempo” – anunció Ramón. Por lo que todos los chicos las sacamos las pollas a las chicas y nos quedamos detrás de ellas, “venga chicas ahora por turnos, tenéis que ir diciendo quien creéis que os a follado. Empiezas tu Teresa”.

“Muy fácil, a mí me ha follado Diego” – dijo Teresa completamente segura.

La siguiente en dar su respuesta fue Alicia:

“Yo creo que ha sido Javier”.

La siguiente fue Silvia que dijo:

“Pues o tu o yo estamos equivocadas pero yo creo que ha sido Javier”.

La siguiente fue Anabel que dijo:

“Yo creo que ha sido Roberto”.

La siguiente fue Marta que dijo:

“Esta polla y la forma de follar no me resultaban familiares, por lo que tiene que haber sido Jorge”.

Y por último María que dijo:

“Pues un poco por descarte, creo que debe ser o Ricardo o Alberto. Y viendo el ímpetu de la juventud en determinados momentos, diremos que me ha follado Alberto”.

“Bueno quitaros los pañuelos chicas” – dijo Ramón. Ellas se fueron quitando los pañuelos, y comprobando quien las había follado.

“Mierda pero que mal se me da este juego” – dijo Alicia que era la única que había fallado. Por lo que todas las chicas tenían un punto menos ella.

Los chicos, las volvimos a vendar los ojos, cada uno a la chica que se había follado. Tras las comprobaciones de que no veían absolutamente nada, nos volvimos a meter en el despacho de Roberto para volver a realizar el sorteo. Me volvieron a dejar sacar a mi primero.

“Anabel” – dije esta vez. Que suerte estaba teniendo, me estaba follando cada vez a una distinta, con la poca suerte que tengo en los juegos de azar.

El siguiente en sacar fue Alberto, al que le tocó Marta. El siguiente fue Javier al que le tocó Teresa. El siguiente fue Ricardo que se quedaría sin follar al sacar el papel en blanco. El siguiente fue Diego al que le tocó María cosa que celebró. El siguiente fue Ramón al que le tocó Silvia, y el por último Roberto que se follaría a Alicia. Volvimos a la sala de espera, y mientras nos acercamos a ellas pudimos comprobar cómo se estaban masturbando, con uno o dos dedos metidos en su coño, lo que nos daba claras señales de lo cachondas que estaban ellas también. Nos colocamos detrás de ellas, esperando la señal de Ricardo.

“Podéis empezar chicos” – dijo Ricardo.

Empezamos a follárnoslas tal y como habíamos hecho en la ronda anterior. En mi caso, meterla la polla a Anabel fue todo un placer, y un horror no poder hacer ningún ruido, ya que el coño que tiene esta chica es una auténtica aspiradora, como se estaba tragando mi polla, que pasada metérsela a una tía que está tan buena, y que su coño esta tan agradecido de recibir polla. Los tres minutos se me hicieron cortos con semejante polvo que estaba pegando.

“Se acabó el tiempo” – dijo Ricardo. Todos les sacamos las pollas a las chicas, y nos volvimos a quedar detrás de ellas.

“Bueno Teresa, empiezas de nuevo” – dijo Ricardo.

“Yo creo que ha sido Javier” – dijo Teresa.

“Yo creo que me ha follado Roberto” – dijo Marta.

“Yo creo que Roberto me ha follado a mí” – dijo Alicia, “ya verás otro error”.

“A mí me ha follado Diego” – dijo Silvia

“A mí creo que me ha follado Jorge, porque esta polla me parecía nueva” – dijo Anabel.

“Pues por descarte y viendo el pollón que me estaba follando me imagino que me la ha metido Ramón” – dijo María.

“Pues daros la vuelta y comprobarlo vosotras mismas” – dijo Ricardo.

Las chicas se fueron dando la vuelta y quitando los pañuelos. Esta vez los fallos habían sido más numerosos, ya que Silvia, María, y Marta habían fallado.

“Joder Silvia me has hecho confundirme” – la dijo María riéndose.

“Lo siento cariño” – se disculpó ella mandándola un beso.

Las puntuaciones de momento quedaban de la siguiente manera; con dos puntos, Teresa y Anabel – con 1 punto María, Silvia, Marta, y Alicia.

“Venga penúltima ronda” – dijo Roberto señalando la hora para que no se nos hiciese demasiado tarde. Las volvimos a vendar los ojos corriendo y nos metimos en el despacho de Roberto, para volver a realizar el sorteo. Siguieron con la tontería de dejar elegir primero al nuevo, por lo que yo sin oponerme demasiado metí la mano y saqué el papelito.

“Alicia” – dije, otra tía distinta a la que la iba a meter mi polla esta mañana. Estaba cachondo perdido, de follar con semejantes pivones.

El siguiente en sacar fue Alberto, al que le tocó Teresa. El siguiente fue Javier que saco el papelito en blanco, por lo que le tocaba controlar el tiempo. El siguiente fue Ricardo que se iba a follar a María cosa que celebró aplaudiendo. El siguiente fue Diego que se iba a follar a Anabel. El siguiente fue Ramón que se la metería a Marta. Y por último Roberto que se iba a follar a Silvia.

Salimos del despacho de Roberto y nos fuimos colocando todos detrás de la chica que le había correspondido a cada uno, cuando estábamos colocados Javier dio la orden de empezar, por lo que todos empezamos a follarnos a las chicas. Si para mí el coño de Anabel ya había sido una pasada el de Alicia estaba siendo un auténtico huracán, que forma de apretarme la polla mientras se la metía y se la sacaba, y con lo mojada que estaba la tía. Casi me corro en aquella baza, si no llega a ser porque se acabó el tiempo la hubiese llenado el coño con todo mi esperma.

“Tiempo” – dijo Javier, “venga Teresa, como siempre empiezas tú”.

“Alberto eres inconfundible” – dijo Teresa riéndose un poco.

“Yo creo que ese pollón es el de Ramón. Joder tío menuda polla tienes como me gusta que folléis con semejantes trastos” – dijo Marta.

“Pues la verdad es que la novedad se nota bastante, a mí creo que me ha estado follando Jorge” – dijo Alicia.

“Pues si tan segura esta Marta de que ha sido Ramón, el otro pollón de la oficina me ha follado a mí, por lo que Diego es quien creo que me la ha metido a mí” – dijo Anabel.

“Jefe tu polla para mí es inconfundible, como me gusta que me la metas, UUUUMMMMMM, como la voy a echar de menos estas semanas” –dijo Silvia, llevándose una mano a su coño.

“Pues otra vez por descarte tiene que haber sido Ricardo quien me la ha estado metiendo a mí” – dijo María, que no hacía más que recibir pollas nuevas en cada baza, y a la que se notaba muy cachonda, ya que no paraba de tocarse el coño.

“Venga giraros y quitaros los pañuelos” – dijo Javier. Las chicas le obedecieron, y pudieron comprobar que todas habían acertado, cosa que celebraron con aplausos.

“Vamos a por la última ronda” – dijo Roberto.

Le seguimos todos al interior de su despacho, después de repetir el proceso de vendar los ojos a las chicas. Ya una vez dentro del despacho, empezamos otra vez el sorteo, sacando papel yo primero.

“Teresa, joder que suerte al final me voy a follar a todas” – dije yo, con una sonrisa de oreja a oreja en la cara, “encima con las tetas que tiene”.

Se rieron todos de mi comentario, y siguieron sacando sus papeles cada uno.

Alberto sacó su papel, y tuvo la mala suerte de sacar en blanco, por lo que se encargaría el de controlar el tiempo de la partida en esta ronda. Javier sacó su papel y le tocó volver a follarse a Anabel esa mañana. El siguiente en sacar papel fue Ricardo, al cual le tocó Marta. El siguiente en sacar fue Diego al cual le tocó follarse a Silvia. A Ramón le tocó volver a follar con María. Y por último a Roberto le tocaría follarse a Alicia de nuevo. Salimos del despacho y nos colocamos en nuestros puestos.

“Empezar” – dijo Alberto.

Yo nada más escuchar la señal, cogí a Teresa la agarre bien del culo, y acercándome a ella la clave mi polla de un solo empujón hasta los huevos, empezando a follármela lo más duro, que podía, y es que las tetas que tiene me estaban volviendo loco. Todos los demás empezaron a follárselas igual de duro que yo. Los gemidos de todas las chicas iban en aumento poco a poco, y las ganas que teníamos de corrernos ya no se podían esconder.

“Tiempo” – dijo Alberto, haciéndonos parar y sacárselas del coño a las chicas, “venga Teresa, empiezas tu”.

“Pues como ya se ha dicho hoy por aquí, la novedad es la novedad, y menuda polla más dura que tienes Jorge, que bien me has follado” – dijo Teresa.

“Tengo la duda pero me voy a decantar por Javier” – dijo Marta.

“Jefe pero que bien me has follado hoy” – dijo Alicia, que seguía tocándose el coño.

“Pues a pesar de que ya le han nombrado, estoy casi segura de que Javier ha sido el que me la ha estado metiendo, que hoy se está poniendo las botas a darme duro” – dijo Anabel, soltando una carcajada después de su comentario.

“Pues me parece Diego que esta vez has sido tú el pollón que me ha estado follando” – dijo Silvia.

“Si ha debido de ser Diego, porque el que me acaba de follar ha sido Ramón, que me lo ha hecho igual que esta mañana” – dijo María.

“Venga giraros, y quitaros los pañuelos” – dijo Alberto.

Las chicas lo hicieron y pudieron comprobar quien se la había follado a cada una. Tras hacer recuento, las ganadoras del juego fueron Teresa y Anabel que lo celebraron, diciendo que tenían que pensar algo fuerte para la semana que viene.

“Bueno pues a follar todos hasta corrernos y para casita relajaditos” – dijo Roberto, acercándose de nuevo a Alicia, y metiéndola su polla en la boca.

Yo al oír a Roberto, me acerqué a donde estaba sentada Teresa y agachándome la empecé a comer las tetas, lo que ella aceptó gratamente con un gemido de bienvenida, y recostándose en el sofá. Me acabé por poner encima de ella, con una pierna a cada lado de su cuerpo, y colocando mi polla entre sus tetas, ella misma se las cogió y me empezó a hacer una cubana espectacular, como me gusta meter la polla entre dos tetas grandes y manejables como esas. Yo por mi parte, y mientras ella movía las tetas haciéndome la cubana, la pellizcaba los pezones.

“OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFFFF, pero que ganas tenía de meterte la polla entre las tetas Teresa, menudas pedazo de tetas más preciosas que tienes, me encantan, y me ha encantado chupártelas” – la dije.

“Pues ahora me las vas a tener que volver a chupar, venga levanta que necesito follar otra vez” – me dijo ella, y levantándome de donde estaba me hizo sentarme en el sofá, y poniéndose encima de mí, se empezó a meter mi polla mientras yo la chupaba de nuevo esas tetas que me estaban volviendo loco.

El resto de la gente se pusieron a follar todos, tal cual habíamos quedado en la última ronda. Javier se había sentado al igual que yo, y Anabel se le estaba follando en la postura que lo estaba haciendo Teresa conmigo, por lo que Alberto al ver aquello, se había acercado por detrás a Anabel, y se la había empezado a meter por el culo.

“Venga toma polla por el culo Anabel, que te encanta, OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHH, pero que pedazo de culo que tienes tía, como me gusta metértela AAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – decía Alberto, después de metérsela por el culo.

“Toma polla Alicia, que me tienes a mil hoy, con el pedazo de coño que te gastas, como se traga mi polla, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHH, me vas a hacer irme de vacaciones con una sonrisa de oreja a oreja” – dijo Roberto empezando a darla fuerte a Alicia, a la que había tumbado boca arriba encima del sofá y se la estaba follando de una manera increíble.

Silvia por su parte se había vuelto a poner a cuatro patas y estaba siendo follada por Diego por el coño. Lo cual debía de estar disfrutando bastante por los comentarios que estaba haciendo.

“Pero que pollón tienes tío, como me gusta follar con vosotros, que bien me lo paso con vuestras pollas. AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUUUUMMMMMMMM, así dame duro, no pares” – decía Silvia.

“Toma polla, pero que guarras salís las chicas del curso de secretariado, seguro que os dan clases de como follaros a los compañeros de trabajo. OOOOOOOHHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH” – la estaba diciendo Diego a Silvia, sin parar de darla polla por el coño lo más duro que podía.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – era todo lo que se oía de María, que estaba volviendo a ser enculada por Ramón.

“AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que culo más impresionante que tienes María, como me gusta metértela por el culo, me encanta. OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHH” – la decía Ramón a María mientras se la iba metiendo y sacando del culo.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, me corro, cabrones, me corro” – empezó a decir Anabel con las pollas de Javier y Alberto metidas en su coño y en su culo.

Una vez se corrió Anabel, Alberto se la sacó del culo, y mirando las opciones que tenía, se acercó por detrás a Teresa, y se puso detrás de ella.

“Ya sé que no te gusta mucho que te la metan por el culo Teresa, pero con lo cachondo que voy y me has puesto hoy, necesito follarme tu culito” – la dijo Alberto.

“No te preocupes que con lo cachonda que voy yo también, hoy me podéis hacer lo que queráis, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, venga follarme los dos, vamos” – le contestó a Alberto, separándose ella misma las nalgas para facilitarle la penetración a Alberto, cosa que estaba haciendo sin ningún problema por los gemidos de Teresa. Empezamos a follárnosla entre los dos.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, pero coño y que culo más duros que tienes Marta, me encanta follar contigo tía, como me haces correr siempre” – la decía Ricardo a Marta, que tras girarla, se empezó a correr en sus tetas, empezando Marta a extenderse toda la leche de Ricardo por sus tetas. Este al ver que ella no se había corrido, se arrodilló delante de ella y empezó a comerla el coño para que se corriera, cosa que no tardó en conseguir.

“OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, sigue, por ahí, por ahí, AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, que bien comes el coño, me encanta como me haces correr con la lengua Ricardo, que pasada” – le dijo Marta a Ricardo corriéndose en su cara, y dejándole toda la cara llena de sus jugos vaginales.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, venga Ramón lléname el culo de leche que me encantaría recibir toda tu leche dentro de mi culito OOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHH así venga” – le decía María a Ramón corriéndose.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, toma leche en todo el culo, verás que lleno te lo voy a dejar, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – la dijo Ramón, corriéndose dentro de su culo, y sacándola su polla de dentro de él, pero dejándola completamente abierto semejante culo.

“OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, mierda me voy a correr, me corro, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH” – dijo Roberto, sacándola la polla del coño a Alicia y corriéndose sobre sus tetas.

“Déjame sitio jefe, que yo todavía no me he corrido y necesito volver a meterla en caliente” – le dijo Javier, que nos estaba mirando como follábamos todos masturbándose, y con Anabel completamente exhausta al lado. Roberto se levantó, dejándole su sitio, cosa que Javier aprovechó de inmediato, metiéndose entre las piernas de Alicia y volviendo a follársela.

“Toma polla Alicia, toma polla” – la decía Javier, con su polla metiéndosela y sacándosela del coño.

“Métemela por el culo, que quiero correrme con tu polla entrando y saliendo de mi culo” – le dijo a Javier. Este que estaba que se subía por las paredes empezó a metérsela por el culo.

“Tus palabras son órdenes para mí, toma polla por el culo, toma polla” – la contestó Javier, tras empezar a darla por culo.

“OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, pero que pedazo de culo tienes Teresa, ya no aguanto más, no aguanto más” – dijo Alberto, sacándola su polla del culo, se acercó a Anabel y se la metió en la boca para correrse dentro de la boca de Anabel.

“Toma mi corrida Anabel, toma leche, que esta sí que es de primera calidad” – la decía Alberto a Anabel, que con una medio sonrisa seguía comiéndole la polla hasta dejársela completamente limpia.

“Me corro, yo también me corro, pero que bien follas Jorgito, que polla más dura que tienes, como me estás haciendo que me corra, AAAAAAAAAAHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que gozada” – me decía Teresa.

“Hazme una cubana otra vez, que me muero de ganas de correrme en tus tetas Teresa, que me tienen a mil desde que te vi ayer” – la dije a Teresa, la cual se arrodilló delante de mí, y se empezó a meter mi polla entre las tetas, volviendo a hacer una cubana impresionante, no tarde nada en empezar a correrme.

“Me corro, me corro, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, dios, pero que tetas, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHH, como me tienen, toma mi leche, toma, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que pedazo de corrida” – la dije a Teresa terminando de correrme sobre sus tetas, incluso algunos lechazos la habían dado en plena cara, y los estaba cogiendo con los dedos y se los estaba llevando a la boca.

“Encima sabes bien. Menuda adquisición más buena hemos hecho para la empresa” – me dijo Teresa sonriendo.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, me corro, venga Diego córrete conmigo, vamos, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, pero que pedazo de polla tienes, como me gusta que me partas en dos con ese pedazo de polla” – le decía Silvia a Diego, empezando a correrse.

“SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, yo también me corro, me corro, joder pero qué coño tienes, menuda forma de follar que tienes niña, que coño más encantador tienes, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, UUUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFF” – la dijo Diego, que ya la había sacado la polla y se había corrido en la entrada de su coño y de su culo.

Una vez nos habíamos corrido todos, fuimos levantándonos y pasando por la ducha para limpiarnos, vestirnos e irnos a casa. Ver salir a las chicas de la ducha, con las toallas, terminar de secarse y quedarse desnudas otra vez era todo un espectáculo. Cuando terminamos todos de ducharnos nos empezamos a vestir, y el verlas en ropa interior otra vez, fue un auténtico morbazo, verlas tan sexys a todas de nuevo. Poco a poco terminamos de vestirnos, empezamos a recoger todo, echamos las toallas a una lavadora-secadora bien oculta en el despacho de Roberto, el cual la puso en marcha. Después fuimos desfilando todos fuera de la oficina, esta vez cada uno en dirección a su casa.

Al llegar a casa me encontré a Raquel, que acababa de terminar de hacer la comida, y de preparar la mesa. Se vino conmigo a la habitación mientras yo me cambiaba, y me preguntaba cómo me había ido el día, pero en cuanto me vio la polla colorada de todo el trajín de la mañana me dijo:

“Joder como os lo habéis tenido que pasar hoy cabrones. Ya me cuentas ahora mientras comemos”.

Nos fuimos a la cocina los dos desnudos y mientras comíamos la estuve contando como había sido la mañana. Ella estaba flipando, y cada vez se la veía más cachonda.

“Joder que suerte tenéis tío, como os lo vais a pasar trabajando allí, y encima ganareis pasta. María no sabe la suerte que tiene” – me dijo Raquel, cuando terminé de contarla todo.

“La verdad es que sí, que hemos tenido una suerte impresionante, porque yo estoy encantado de trabajar allí también, no veas que guapas son todas” – la dije a mi mujer.

“Tú fóllatelas todo lo que quieras, pero no te encariñes con ninguna” – me dijo ella guiñándome un ojo.

“Yo solo te quiero a ti” – la dije levantándome y dándola un beso.

“Pues que sepas, que hay dos nuevos becarios en mi empresa, que con la envidia que me estás dando voy a tener que hacer algo para tirármelos, veré como les provoco” – me dijo Raquel.

“Ya sabes que tienes todo mi apoyo cariño” – la dije, empezando a recoger yo la mesa, que para eso había hecho ella la comida, “¿Cuántos años tienen?”

“La chica tiene 23 años, y el chico creo que 24 años” – me contestó ella.

“Anda pensaba que eran dos chicos según me lo habías dicho” – la dije yo.

“Que va. Son un chico y una chica y son muy guapos los dos. Con un poco de suerte los conocerás a los dos” – me dijo mi mujer.

“Eso espero” – la dije todo intrigado ahora,  “eso sí me tendrás que ir contando todos tus avances con ellos”.

“Eso no tenías ni que decirlo” – me dijo ella.

Joder que mujer más caliente que tengo. La verdad es que estaba empezando a pensar que desde que la otra empresa quebró, solo me habían pasado cosas buenas, y que era el tío más afortunado del mundo. Con una mujer increíble, y que folla como los ángeles, y que la gusta el sexo tanto como a mí, por lo que puedo experimentar cualquier cosa con ella.

En eso estaba pensando cuando terminé de fregar los platos y nos fuimos a la cama, en teoría para dormir la siesta, pero con el relato de lo que había pasado en la oficina por la mañana Raquel se había puesto muy cachonda y la apetecía follar, y yo no sé decirla que no, por lo que nos pegamos un polvo los dos solos disfrutando de nuestros cuerpos, como hacía tiempo que no disfrutábamos solos el uno del otro. Empezamos haciendo un 69 muy tranquilamente, ella metiéndose lentamente y chupándome la polla de una forma muy sensual, y yo haciendo lo propio con su coño, y su culo en el que empecé a meter un dedito también. A continuación ella se puso encima de mí, metiéndose mi polla en el coño, y dándome a probar sus tetitas, y es que me encanta como se mueven cuando se pone a follarme, y claro no puedo reprimir el impulso de chupárselas. Después la tumbé boca arriba en la cama y empezamos a hacer un misionero muy despacito besándonos mientras la penetraba una y otra vez, y poco a poco empezamos a aumentar el ritmo, al mismo tiempo que empezó a aumentar nuestra excitación provocando que empezáramos a follar más salvajemente, por lo que, acabé por ponerla a cuatro patas en la cama y empecé a darla por el culo, y es que, como había dicho Roberto esa misma mañana mi mujer tiene un culo espectacular, sin duda el mejor que he visto, pero claro yo no soy objetivo. El ver mi polla entrando y saliendo de su culo, fue el culmen de un gran día por lo que ya no me pude contener mucho más, y ella tampoco por lo que nos acabamos corriendo los dos. Ella con mi polla metida en el culo, y masturbándose el coño. Y yo tras sacársela del culo y metérsela en la boca me corrí allí dentro, tragándose ella hasta la última gota de mí leche. Nos quedamos dormidos después del polvo, y al final lo que iba a ser una pequeña siesta se convirtió en una siesta en toda regla, ya que nos despertamos a las 8 de la tarde, y porque nos llamó María para confirmar que mañana íbamos a su casa a cenar, y que habíamos quedado con Carlos el primo de nuestra amiga Sara, para presentárselo a Marta.

“Que sí, que ya he quedado con él, no te preocupes María” – la dijo Raquel, que fue la que cogió el teléfono, “venga mañana a las 8 de la tarde nos tienes por allí. Un besito”.

Nos levantamos y fuimos a la cocina para hacernos algo de cenar, después de cenar, y de recoger todo, nos sentamos a ver la televisión, con la esperanza de que pusiesen alguna película que mereciera la pena. A las 22:30 ya habíamos perdido la esperanza de que pusieran algo que mereciera la pena en la televisión por lo que estábamos empezando a ver que opciones teníamos en nuestra videoteca. Nos empezamos a reír cuando yo me encontré con el DVD ya editado, que habíamos hecho con Virginia el otro, y lo plantee como una buena opción, entre otras varias. En esas estábamos riendo, cuando llamaron a la puerta. No esperábamos a nadie por lo que me puse el pantalón de seguridad (como le llamo yo, al pantalón de estar por casa, que utilizo para ir a abrir la puerta) y me dirigí a abrir la puerta, cerrando la puerta del salón, ya que Raquel seguía completamente desnuda.

Al mirar por la mirilla, me encontré a nuestros queridos vecinitos maqueados como si fueran a salir de fiesta, les abrí la puerta, y les hice pasar.

“Pero mírales que guapos que van ellos dos, ¿A dónde vais tan arreglados?” – les pregunté, haciéndoles pasar al salón.

“Pues para nuestros padres cada uno se va con sus amigos, pero nosotros queríamos venir a ver a nuestros mejores vecinos” – me dijo Marina.

“Joder Raquel, esto sí que es todo un recibimiento” – la dijo Javier viendo a mi mujer desnuda en el salón y que se levantaba para saludarles.

“Hola guapos ¿A dónde vais?” – les preguntó ella al igual que había hecho yo al verles tan guapos, y tan arreglados.

“Veníamos a veros a vosotros, pero claro para nuestros padres se supone que estamos de fiesta con algunos de nuestros amigos” – dijo Marina.

“¿Y vosotros, que ibais a hacer? Viéndoos así me imagino que nada” – nos preguntó y afirmó Javier.

“Pues estábamos viendo la posibilidad de ver alguna película, pero por la tele no hay nada, y estábamos seleccionando alguna película de las que tenemos grabadas. Y esta es una de ellas, seguro que la recuerdas” – le dije a Javier, acercándole el DVD que habíamos grabado con Virginia.

“UUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF, que si me acuerdo, joder como me tiene, lleva tres días follándome sin parar la muy loba” – dijo Javier.

“Y yo mirando desde la barrera” – dijo Marina, “que con lo cachonda que me tenían de tanto verles follar, casi dejo que este me folle y todo”.

“Pues haberle dejado, que seguro que te hubiese encantado su polla” – la dijo Raquel guiñándole un ojo a Javier.

“Si, no te jode. El caso es que por eso veníamos a veros, para ver si me puedo desahogar un poquito contigo Jorge, y con tu permiso Raquel” – nos dijo Marina.

“Para eso os tendréis que quitar la ropa ¿no?, digo yo vamos” – dijo Raquel señalándoles e insinuando que porque seguían vestidos.

“Es verdad” – dijeron ambos y empezaron a quitarse la ropa, la cual fueron dejando encima de la mesa comedor del salón.

“Joder tía no sabes cómo voy, este cabrón y la otra loba llevan tres días follando sin parar delante de mí. Me tienen que me subo por las paredes, y yo ya no sé qué meterme en el coño” – la fue diciendo a Raquel Marina, “con lo que a mí me gusta la carne, estoy hasta las narices de sucedáneos”.

“Pues haberle dicho a Javier que te la metiese un poquito, seguro que te habría encantado” – la dijo Raquel sonriéndola.

“Eso la decía yo, y Virginia me apoyaba, pero ella no ha dado su brazo a torcer” – contestó Javier, “pero haya ella, así está ahora”.

“Pero tu estas tonto, como voy a dejar que me folle mi propio hermano. Tonto del haba” – le contestó Marina a Javier, “que luego tenemos un accidente, y a ver como lo explicas”.

“Mujer si es por eso, nosotros conocemos a una pareja de hermanos que follan entre ellos, lo único es que solo se la mete por el culo, para evitar problemas” – la dije yo.

“Anda es verdad, no había caído” – dijo Raquel, “Ana y José, UUUUUFFFFFF que morbo”.

Aquel argumento la dejó un poco pensativa a Marina, que siguió quitándose el sujetador y las bragas, y quedándose en pelotas del todo definitivamente, cosa que su hermano ya había hecho unos segundos antes, enseñándonos el pollón empalmado que traía. Yo con la conversación que estábamos teniendo me puse muy cachondo y me empecé a empalmar también.

“UUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFF, me estáis liando” – dijo Marina, mirando la polla empalmada de su hermano, finalmente se giró hacía mí y agarrándome la polla se agachó y me la empezó a chupar.

“Joder como vas Marina, que forma de comerte mi polla” – la dije después de que se metiese mi polla en la boca, y me la empezase a comer como si la fuese la vida en ello.

“Pues nada pollón para mí” – dijo Raquel acercándose junto a Marina y poniendo a Javier a mi lado, se la empezó a chupar allí mismo, guiñándonos un ojo a Javier y a mí, dándonos a entender que la trataría de convencer para dejarse dar por culo por Javier. Aquello nos calentó un montón, tanto a Javier como a mí, y se nos puso la polla a ambos duras como piedras.

“Joder Javier pero que dura la tienes, UUUUUUUFFFFFFFFFF” – le decía Raquel a Javier, con la clara intención de que Marina se fijase en la polla de su hermano, cosa que hizo girándose un poquito y abriendo los ojos.

“Pues aquí tú maridito también la tiene durísima” – dijo Marina, sacándose mi polla de la boca por un momento.

“Es que son unos guarros, seguro que les está dando un morbo que te cagas, el pensar en verte comer la polla de tu hermano” – la dijo Raquel a Marina.

“Seguro que están así por eso, es que son unos guarros” – dijo Marina, que siguió comiéndose mi polla.

“¿De verdad que no quieres probarla?” – la preguntó por última vez Raquel a Marina.

Marina se sacó mi polla de la boca y miró a mi mujer, luego me miró a mí, y finalmente acabó mirando a su hermano.

“Sois unos cabrones, los tres estáis deseando que se la chupe” – dijo Marina con una cara de no estar decidida del todo todavía.

“Venga tía si es solo sexo, y te va a encantar, ya verás” – la dijo Raquel, “si no te gusta pues no lo vuelves hacer y ya está. Y si te gusta, y quieres hacerlo más veces pero sin que nadie lo sepa, nosotros no vamos a decir nada, y entre vosotros podréis disfrutar siempre que quieras”.

Trató de convencerla definitivamente, pero la vecinita, que seguía agarrando mi polla, no parecía decidirse del todo.

“Venga vamos al sofá que estaremos todos más cómodos” – dije yo, me acerqué y me senté en el sofá abriéndome ligeramente de piernas y agarrándome la polla. Javier me imitó sentándose junto a mí, y las chicas nos siguieron.

“¿Bueno, por cual te decides?” –la dijo Raquel mirando a Marina.

“Que cabrones que sois todos al final me habéis convencido, pero de lo que hagamos por lo que más queráis no se lo contéis a nadie por favor” – nos dijo Marina.

Al oírla decir aquello casi me corro, del morbo que me dio el saber que Marina la buenorra se la iba a chupar a su hermano allí delante de nosotros, que situación más excitante, no os podéis imaginar. Supongo que será la situación de hacer algo como prohibido lo que genera tal morbo, al menos en mi caso.

Raquel se arrodilló delante de mí, y se metió mi polla en la boca, empezando a hacer una mamada de lado, porque a ella también la apetecía ver como Marina le comía la polla a su hermano.

Marina se arrodilló delante de su hermano, le agarró por primera vez la polla, y le dijo:

“Cuando te vayas a correr me avisas cabrón, que no quiero tragarme tu leche”.

“Eso está hecho hermanita” – la contestó Javier, que se le notaba increíblemente excitado, con la polla más dura y más grande que nunca.

“Joder que dura la tienes tío” – le dijo Marina a su hermano, mirándole a la cara, y sin dejarle de mirar se fue acercando y se metió su polla en la boca.

“UUUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFFF, joder que bueno, que morbo” – empezó a decir Javier, que se le notaba que estaba súper excitado.

“Vamos Marina cómesela a tu hermano” – la dije yo, “mira cariño como se la está chupando”.

“Eso Marina trágatela hasta el fondo, a que es una polla increíble. Además con lo dura que debe tenerla ahora mismo” – la dijo mi mujer a Marina.

“Joder sí que es grande. Y que dura la tienes capullo. Seguro que llevabas años queriendo que te la chupase” – le dijo Marina a su hermano.

“Tú lo has dicho, siempre me he imaginado que acabarías chupándomela” – la contestó este a Marina. Ella se volvió a meter la polla de su hermano en la boca y empezó a hacerle una mamada en toda regla, ya concentrada en conseguir que su hermano se corriese. Y estaba consiguiendo ponernos al borde del orgasmo a todos.

“Joder hermanita, que bien la chupas, sigue así, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, que morbo, OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, me vas a hacer correr, joder, para que me voy a correr, me corro, sácatela que me corro Marina, me corro OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH” – la dijo Javier, corriéndose con la polla metida en la boca de su hermana todavía que seguía comiéndole la polla y tragándose toda la leche de su hermano. Al final acabó por sacarse la polla de la boca, y nos miró a todos.

“UUUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFF, como me he puesto yo también. Tenías razón Raquel, menuda polla más buena que tiene el capullo este, y que bien sabe su leche” – la dijo Marina con una sonrisa a mi mujer.

“Joder gracias Marina, menuda mamada más increíble que me acabas de hacer” – la dijo Javier a su hermana.

“Pero tío cómo es posible que acabándote de correr como te acabas de correr sigas teniéndola así de dura” – le dijo Marina a su hermano, al cual seguía agarrándole la polla y le seguía dando besos y algún lametón que otro en el capullo.

“Yo que sé Marina, debe ser el morbo de verte chupándome la polla” – contestó Javier a su hermana, que seguía agarrada a su polla, y que parecía no querer soltarla.

“Pues habrá que volvértela a chupar” – dijo Marina, y sin más se la volvió a chupar a su hermano.

“Eso chúpasela otra vez, igual que antes, que sepa lo que es una buena mamada de amor fraternal” – la dijo Raquel a Marina, mientras se volvía a meter otra vez mi polla en la boca, la cual estaba durísima con la situación tan morbosa que estábamos viviendo. Por lo que, se la saqué de la boca.

“Ponte a cuatro patas en el sofá cariño, que te tengo que follar, que me ha puesto a cien la vecinita de las narices” – la dije a mi mujer que se puso como la dije en el sofá. Yo llegué por detrás y sin esperar permiso se la empecé a meter por el culo.

“Mira cómo se la meto a Raquel por el culo Marina. Seguro que quieres que Javier haga lo mismo contigo” – la dije yo a Marina que parecía muy excitada, metiéndose y sacándose la polla de la boca de su hermano, y mirando como yo daba por culo a mi mujer.

“Venga hermanita, levanta y ponte en la misma postura que Raquel, que te voy a follar el culo, que te has portado genial conmigo y es hora de que tu empieces a disfrutar también” – la dijo Javier a su hermana, levantándose del sofá y sacándola su polla de la boca.

“Que cabrón eres, si eres tú el que está loco por darme por culo” – dijo Marina, “tienes suerte de que estoy con un calentón impresionante, que sino esto no hubiese pasado ni en tus mejores sueños”.

Marina se levantó y se colocó en la misma posición en la que estaba Raquel recibiendo mis envestidas por el culo. Javier se fue acercando por detrás a su hermana y empezó a restregarla su polla por toda la raja del culo.

“Pero quieres meterla ya, que mira que dura la tienes” – le dijo Marina, loca por recibir semejante herramienta en su culo. Javier ya no se hizo de rogar más, y empezó a penetrarla muy lentamente, metiéndola en un principio solo hasta el capullo.

“OOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que pollón tienes, como me está partiendo, joder tío, y que dura, que gozada, tenía que haberte dejado follarme antes, AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, métemela más, no tengas miedo” – le dijo Marina, tras recibir la primera envestida de su hermano, que poco a poco se la fue metiendo entera en el culo.

“OOOOOOOHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, joder que morbo, como me habéis puesto cabrones, SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro” – empezó a decir Raquel convulsionándose y corriéndose. Yo que también estaba a punto de correrme se la saqué del culo, y tras girarla me empecé a masturbar delante de su cara, para correrme en su boca. Cuando vi que me iba a correr se la metí en la boca y empecé a lanzarla todas mis descargar hasta lo más profundo de su garganta, haciendo que se tragase entera mi polla y mi leche.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, trágatela toda cariño, hasta la última gota, como ha hecho antes Marina con la leche de su hermano, no dejes nada” – la decía a Raquel, agarrándola la cabeza y follándome su boca según me estaba corriendo. Con lo cachondo que estaba, seguro que iba a seguir teniendo la polla así de dura, por lo que seguí agarrando a mi mujer de la cabeza y follándome su boca.

“OOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, pero que culo tienes Marina, que gozada, que morbo el follártelo, AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSIIIIIIIIIII” – la decía Javier, mientras ya se la estaba metiendo y sacando del culo a un buen ritmo.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, pero que pollón tienes tío, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII fóllame, ¿te gusta dar por culo a tu hermanita?” – le preguntó Marina.

“Me encanta, menudo pedazo de culo que tienes tía” – la dijo, y echándose un poco para adelante, la empezó a agarrar las tetas según se la follaba por el culo, “joder que tetas tienes tía, que tamaño que textura, UUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFF”.

Yo volvía a tener la polla a cien, por lo que me tumbé en el suelo, y les dije:

“Venir aquí deja que me folle a tu hermana por el coño, mientras tú la das por culo, ya verás cómo se corre enseguida”.

“Eso follarme los dos, que quiero sentir dos pollas al mismo tiempo” – nos dijo Marina. Javier se la sacó del culo a su hermana, que prácticamente se tiró encima de mí, me agarró la polla y se la clavó hasta lo más profundo de su coño. Javier una vez su hermana se había metido bien mi polla en el coño, y yo me estaba comiendo sus tetas (como me gustan sus pezones, se ponen duros enseguida) llegó por detrás, y le fue metiendo su polla a su hermana por el culo.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, follarme los dos, no paréis, por favor, seguir, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, pero que cachonda me habéis puesto” – decía Marina.

“OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, pero que bien follas hermanita, que culazo que tienes, a partir de hoy te lo voy a follar todos los días” – la decía Javier.

“SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, seguir follándome, no paréis, no paréis por dios” – nos dijo Marina, quedándose completamente exhausta sobre mi pecho. Javier se la sacó del culo, y la ayudo a levantarse sacándose mi polla del coño.

“Joder que bien, como me he corrido” – seguía diciendo Marina.

“Ven aquí Raquel” – la dije yo a mi mujer, sabiendo que estaría muerta de ganas por que nos la follásemos los dos a la vez.

Ella se levantó y corrió a sentarse sobre mi polla metiéndosela hasta el fondo de su coño, Javier llegó por detrás y al igual que había hecho con su hermana se la empezó a meter por el culo.

Empezamos a follárnosla entre los dos, metiéndola y sacándola nuestras pollas de su coño y de su culo.

“AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, follarme entre los dos, por favor, no paréis que yo también estoy muy cachonda” – nos decía Raquel.

Seguimos follándonosla un buen rato entre los dos, hasta que nos empezamos a correr.

“OOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH, ven aquí hermanita, trágate mi polla otra vez, que quiero ver como saboreas mi leche” – la dijo Javier sacando su polla del culo de Raquel, se fue a por Marina, y se la metió en la boca corriéndose allí otra vez. Marina le miraba a la cara, y se comía la polla y la leche de su hermano sin rechistar.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, me corro, yo también me corro, SSSSSSSSSIIIIIII, pero que dura tienes la polla durante estos dos días cabroncete” – me decía Raquel corriéndose y besándome. Yo al notar las convulsiones de su corrida, ya no me pude aguantar más y me empecé a correr también.

“OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, trágate mi leche cariño, que yo también quiero ver cómo te tragas mi leche” – mi mujer se bajó hasta mi polla y en el preciso instante en que lanzaba mi primer lechazo se la metió en la boca recibiendo toda mi descarga en ella.

Más relajados todos nos fuimos levantando y sentándonos en el sofá. Miramos a los dos hermanitos, y yo no pude dejar de decirles:

“Joder tíos ha sido una pasada que morbo el veros follar, me ha puesto a cien, es más todavía tengo la polla dura mirar” – les dije agarrándome la polla.

“Ese es el estado permanente de tu polla cariño” – dijo Raquel riéndose de mí.

“Porque iba muy cachonda que sino esto jamás hubiese sucedido” – dijo Marina mirándonos un poco tímida.

“No te preocupes, como te he dicho antes, se trata solo de sexo” – la dijo Raquel, “además te lo has pasado genial ¿o no?”

“Sí la verdad, es que me lo he pasado genial, menuda pedazo de polla tiene aquí el enano” – dijo Marina señalando a su hermano y sonriendo más relajadamente.

“A ti ni te preguntamos porque viendo como tienes la polla salta a la vista que te lo has pasado genial, y seguro que estás dispuesto a repetir” – le dije yo a Javier, que a pesar de correrse dos veces como yo, seguía con la polla dura como una piedra.

“Y tanto que me lo he pasado genial, menudo morbo, la de veces que me había imaginado que me la follaba. Cuando se ha metido mi polla en la boca por primera vez, creía que me moría de lo cachondo que me he puesto” – me dijo Javier.

“Que cabrón eres, estás más salido que el pico de una mesa, y el problema es que yo me estoy volviendo igual” – dijo Marina, sonriendo a su hermano.

“Bueno pues contarnos como ha ido el resto de la semana” – les dijimos a los hermanitos.

Nos estuvieron diciendo que estos tres días Virginia había bajado a su casa a eso de las 10 de la mañana y que literalmente se tiraba sobre la polla de Javier, empezando a follárselo en la habitación de este durante toda la mañana. El primer día, Marina se quedó en su habitación y se acabó masturbando de oírles, pero que el segundo día, ya cogió un plátano se lo llevó a la habitación se sentó en la silla del escritorio de Javier, y se metió el plátano mientras este se follaba a la vecina de arriba. Mientras ellos hacían distintas posturas ella se fue metiendo distintas cosas por el coño y el culo viendo como follaban. Por eso traía el calentón que traía, porque en definitiva lo que necesitaba era el contacto humano, que la metiesen un buen trozo de carne por el coño o el culo.

“¿y tú, que tal la vuelta a la vida laboral?” – me preguntó Marina.

“Genial” – les contesté, empezándoles a contar todas las historias que se me habían dado en estos dos días. Lo que provocó que nos calentásemos todos de nuevo, entre las historias que habían contado ellos, y las que conté yo.

A pesar de que eran pasadas las doce de la noche, ni nosotros teníamos sueño ni ellos tenían que volver tan pronto a su casa, por lo que nos quedamos en nuestra casa hablando en el salón. Nos pusimos unos cubatas, sacamos algo de picar, y seguimos hablando de las aventuras que habíamos vivido con ellos en la última semana. Tanto Javier como yo, cada vez que nos levantábamos a por algo, dejábamos a la vista lo dura que llevábamos las pollas, de lo cachondos que estábamos recordando todas las situaciones que se nos habían dado. En una de las veces que me levante a por más coca colas, mi mujer me dijo:

“Joder Jorge, como vas, vamos a tener que hacer algo con eso”.

“Pues sí, aunque ya dudo que se baje en todo el fin de semana, porque mañana nos espera una buena” – la contesté.

Nos preguntaron que teníamos planeado para mañana, y se lo contamos. Nos dijeron que ya les podíamos haber avisado, y que les gustaría venir con nosotros. Les dijimos que a la mañana siguiente llamábamos a María y la decíamos que también contaran con ellos.

“Joder, me he puesto a cien pensando en cómo puede ser lo de mañana” – dijo Javier de nuevo, agarrándose la polla, “me la podrías volver a chupar Marina”.

“Que morro tienes” – dijo Marina riéndose, pero le agarró la polla se agachó y se la empezó a chupar allí mismo.

“Mira con los hermanitos” – la dije a Raquel, “que no te dejen atrás cariño, por favor”.

“Ya sabes que eso es difícil” – me contestó ella, y sin más se metió entre mis piernas y se empezó a comer mi polla.

“UUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF, pero que bien lo haces hermanita” – decía Javier.

“Así, así cariño, como tú sabes que me gusta, comete mis huevos, OOOOOOOHHHHHHHH, que bien” – la iba diciendo yo a Raquel.

Raquel se sacó mi polla de la boca, dejándome con un empalme de narices, se fue hacia el centro del salón y empezó a apartar la mesa auxiliar donde teníamos las bebidas, cuando la apartó del todo, mientras la mirábamos curiosos, eso sí, Marina sin sacarse la polla de su hermano de la boca. Raquel se tumbó boca arriba en el centro del salón y la dijo a Marina:

“Ven aquí Marina, hagamos un 69 que me apetece comerme tu coño mientras tu hermano te la mete por el culo”.

Marina se sacó la polla de su hermano de la boca, y se puso encima de mi mujer tal y como la había indicado esta que hiciera, y empezando ella también a comerse el coño de mi mujer. Yo por mi parte me baje del sofá me metí entre las piernas de mi mujer, y levantándoselas y abriéndoselas un poco, la empecé a meter mi polla por el coño. Javier por su parte se puso detrás de su hermana y apuntando con su polla al culo de esta allí que se la volvió a meter. De vez en cuando yo se la sacaba del coño a mi mujer y se la metía en la boca a Marina, que me devoraba la polla prácticamente. Javier por su parte hacía lo mismo con el culo de su hermana y la boca de mi mujer. Así estuvimos un buen rato, en el que yo ya alternaba boca de Marina coño y culo de Raquel.

“Venga volveros a follar los dos a Marina, que luego voy a necesitar que me lo hagáis a mí también” – nos ordenó prácticamente Raquel.

Javier se puso boca arriba y Marina se sentó de espaldas a él, metiéndose la polla de su hermano por el culo, mientras yo me metía entre sus piernas y me la empezaba a follar por el coño agarrándome bien a sus tetas.

“AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que bueno, como me gusta que me folléis los dos a la vez, OOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, pero que noche más buena llevo, como me lo estoy pasando SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” – decía Marina.

Raquel por su parte estaba en el sofá metiéndose una mano entera en el coño.

“OOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHH, AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, pero que pedazo de culo tienes hermanita como me gusta follártelo” – decía Javier, que parecía que este viaje no iba a aguantar mucho.

“¿Te gusta cómo te follamos tu hermanito y yo?” – la dije a Marina.

“Si me encanta, me corro, me corro, joder, que noche, AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHH, que bueno, que corrida más bestial estoy teniendo” – dijo Marina.

Cuando terminó de correrse se la saqué del coño y la deje que se levantase, para que mi mujer pudiese ocupar su lugar.

Raquel, se acercó a Javier mirándome con una media sonrisa, lo que yo ya me imaginaba que podía significar. Se sentó de cara a Javier, metiéndose su polla por el culo, y girándose me dijo:

“Ya sabes cariño, con cuidado al principio que la del niño es muy grande”.

Me reí por sus ocurrencias, y poco a poco se la empecé a meter en el culo junto con la polla de Javier, cuando la tuvo toda dentro empezamos a bombear poco a poco dentro de su culo ambas pollas, a un ritmo bastante bien acompasado para la posición que teníamos.

“AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, me vais a hacer correr, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que pollas más duras tenéis hoy cabrones, que bien nos están follando” – dijo mi mujer corriéndose.

“Yo también me voy a correr, joder AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, pero que culo tienes cabrona” – empezó a decir Javier, yo ya la había sacado la polla del culo a mi mujer ya que no me apetecía que llenase la polla con su leche. Mientras yo me levantaba y me dirigía a por su hermana a la que me apetecía metérsela por el culo de nuevo, Javier se corrió dentro del culo de mi mujer, a la vez que la chupaba las tetas a esta.

“Ven aquí Marina que te la voy a meter en el culo que me quiero correr allí dentro” – la dije. Ella se puso a cuatro patas en el sofá que estaba sentada y se abrió el culo, esperándome.

“Venga mira lo abierto que me lo ha dejado mi hermano para ti, métemela hasta el fondo” – me dijo provocándome. Yo me puse detrás de ella, y se la empecé a meter en el culo de un solo golpe. La verdad es que Javier la había dejado el culo realmente muy abierto, por lo que se la metí hasta los huevos sin ningún problema. Empecé a bombear mi polla dentro de su culo, y de lo caliente que iba ya no aguanté mucho allí dentro, empezándome a correr.

“AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, joder pero que culo tienes, como me gusta follártelo, que pasada, que gozada” – la decía yo a Marina descargando toda mi leche en su culo.

Nos quedamos otra vez totalmente relajados, y vimos que ya eran las dos de la mañana por lo que ya fuimos diciendo que era hora de irse recogiendo. Nos levantamos empezamos a colocar la mesa otra vez en su sitio entre Javier y yo, y nos dispusimos para ir a la ducha. Al estirarnos los dos, las chicas vieron que a pesar de todo nuestras pollas seguían empalmadas, aunque no tan duras como al principio de la noche, pero si empalmadas.

“Joder pero como podéis seguir así, ¿es que no habéis tenido bastante con los polvos que nos habéis pegado?” – dijo Marina alucinada viendo nuestras pollas empalmadas.

“Que quieres que te diga, yo todavía tengo una especie de gusanillo del morbo de haber follado contigo” – la contestó Javier.

“Y yo no tengo ni idea porque llevo un día, que no hay forma de que se me baje el empalme” – contesté yo.

“Anda vamos para la ducha y veremos qué podemos hacer allí” – dijo Raquel agarrando a Javier de la polla se lo llevó para el baño de nuestra habitación, “¿te encargas tú de ese?”

“Si de este me encargo yo” – la contestó Marina a mi mujer, me agarró de la polla y me llevo para el otro baño, nada más entrar en el baño se sentó sobre la taza del wáter, se quedó mirando mi polla con una expresión de que eso era increíble por lo dura que se me había vuelto a poner, “veremos lo que podemos hacer para que se relaje”.

Y sin decir nada más se la metió en la boca, empezando a hacerme una mamada increíble. Yo la agarraba del pelo, y la metía la polla en la boca todo lo que podía. Así estuvimos un buen rato, hasta que la recosté un poco para atrás la levanté y abrí de piernas, y metiéndome entre ellas me empecé a comer ese pedazo de coño que tiene.

“OOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, cómeme el coño, no pares, que bien lo haces, como me estas poniendo otra vez de cachonda cabrón, menuda noche llevo, AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH” – me decía ella.

“Pues así llevo yo todo el día” – la dije, volviendo a comerme su coño. Tras un buen rato de comerme su coño, la levanté y nos metimos en la ducha, donde la incliné un poco hacia adelante, para facilitarme el meterla mi polla por el coño.

“Pero que mojado lo tienes tía, como se traga mi polla, AAAAAAHHHHHHH, SSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, venga fóllame” – me decía Marina, que parecía estar muy excitada también.

Estuvimos follando en esa postura un buen rato, aumentando y bajando el ritmo a cada rato, para disfrutar del polvo que estábamos pegando el mayor tiempo posible.

“AAAAAAAAAHHHHHHHH, OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH, me corro, me corro, pero que noche llevó, que forma de correrme” – me dijo Marina agarrándose a la barra de la ducha para no caerse del orgasmo que estaba teniendo.

“Venga ponte de rodillas y cómeme la polla que me apetece correrme en tu cara” – la dije. Ella obedeció y arrodillándose se metió mi polla en la boca, empezando a hacerme una mamada increíble, no duré ni dos minutos con la polla dentro de su boca.

“AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, me corro, me corro, pero que mamada me has hecho Marina, muchas gracias, toma leche, toma toda mi leche” –la dije, corriéndome en su boca.

“Que bien sabe capullo” – me dijo con una sonrisa en la boca, y se levantó para terminar de ducharnos, que ella y su hermano tenían que volver a su casa.

En el otro baño, la situación fue más o menos la misma, Raquel según entró se tiró a mamarle la polla a Javier, que con el calentón que llevaba la agarró la cabeza y empezó a follarla la boca.

“Venga Javier, que ahora me tienes que devolver el favor, y darme por culo, que necesito sentir tú pollón en todo el culo” – le dijo Raquel a Javier.

“¿Quieres polla por el culo? Pues la vas a tener” – y tras levantarla y apoyarla en el lavabo se la empezó a meter por el culo.

“OOOOOOOOHHHHHHHH, pero que ganas tenía de sentirla otra vez en el culo, AAAAAAAHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, empieza a follarme fuerte, dame duro Javier” – le decía Raquel a Javier.

“SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, SSSSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, joder pero que cachondo me tenéis hoy, que pedazo de culo tienes Raquel, como se está tragando mi polla por dios, que imagen, AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH” – la decía Javier a Raquel.

Estuvieron un buen rato en esa postura follando como animales, hasta que los dos se empezaron a correr casi al mismo tiempo.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH, me corro, OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, que placer joder” – se corrió Raquel, con la polla durísima de Javier metida en el culo.

“OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, yo también me corro, te voy a llenar el culo de leche cabrona, AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, toma leche, toma leche” – la dijo corriéndose en el interior del culo de Raquel.

En cuanto se relajaron del todo se metieron en la ducha, para limpiarse, y Javier se tenía que asear para volver a su casa.

Tras ducharnos todos salimos de los baños y fuimos al salón donde se volvieron a vestir, para irse a su casa, salimos al descansillo completamente desnudos para despedirnos de ellos, y menos mal que no había ningún vecino que sino la sorpresa que se hubiese llevado habría sido grata.

Quedamos con ellos que el día siguiente les llamábamos para ir a cenar a donde María, que ya les diríamos la hora a la que se tenían que pasar por nuestra.

Raquel y yo nos metimos en casa, y nos fuimos a nuestro dormitorio para dormir. Tanto ella como yo no debimos durar despiertos ni medio segundo, fue tumbarnos y quedarnos dormidos.