Primera vez con mi mejor amiga

Los celos de mi mejor amiga a mi novio hacen que en una pijamada se desate una situación comprometedora...

Esta historia que les cuento sucedió hace un par años. Primero que nada me presento. Mi nombre es Ana Luisa y tengo 20 años, cabello largo hasta media espalda negro, ojos marrón, tez morena, mido 1.62, facciones faciales finas. Mis piernas, torneadas y mis senos, pequeños pero firmes copa B+. También tienen que conocer a mí mejor amiga de toda la vida, su nombre es Raquel y es una mujer muy bella, alta, sus labios son carnosos, sus caderas anchas, trasero firme, sus senos son grandes, copa C creo yo. Es blanca, ojos color miel y una sonrisa encantadora.

Nuestra historia comienza el día en el que yo empecé con mi primer novio. Su nombre es Raúl y aún sigo con él. Al ser mi primer novio, Raquel empezó a enfadarse por qué no pasaba suficiente tiempo con ella. Tenemos otra amiga, de nombre Marcela así que empezó a pasar tiempo con ella.

Marcela siempre fue diferente, nunca le gustó entrenar con nosotras (estamos en el equipo de natación desde 1º de secundaria juntas), tampoco le gustaba ir de compras y aunque Raquel y yo entramos a estudiar a la facultad de Ingeniería, ella tomó el lado artístico. En otras palabras era muy diferente pero así la queríamos. En ese entonces ella se cortó el cabello tan corto, descuidó un poco su figura y dejó de maquillarse. Claras señales de que era del "otro lado" pero nunca nos dimos cuenta hasta tiempo después.

Un día, por fin les dediqué todo mi tiempo. Hicimos una pijamada como cuando estábamos más chicas. Recuerdo que yo traía un short diminuto y una blusa de tirantes sin brasiere. Raquel vestía igual que yo, pero ella usaba una tanga por fuera del short y la blusa más corta que la mía. Se veía realmente hermosa. Por otra parte, Marcela vestía pantalón y playera grande. Veíamos una película de esas comedias románticas en el sillón, las tres juntas. Raquel empezó a decirme que Raúl era una finta, que yo era su verdadero amor y que yo le pertenecía. Noté la mirada de odio profundo que me hizo Marcela y decidí ignorarlas, lo que no me resultó porque ambas se enojaron conmigo. Después me pareció divertido seguirle la corriente, y empecé una conversación en medio de la película con Raquel. Me coloqué recargada en su hombro como lo hacía con mi novio y empecé:

-"Mi amor, ya sabes que yo no beso, me gusta que me besen" – Susurrándole al oído.

Ella se puso colorada, me dio risa y tomé su mano. Ella tembló un poco y así quedamos hasta que la peli terminó. Cuando acordé, Marcela estaba dormidísima y yo de la mano con Raquel. Me acerqué a su cuello y respiré en él. Con mi mano en la suya, acaricié su vientre subiendo un poco su blusa. La verdad, yo quería ver a mi novio pues tenía las hormonas a todo lo que da, pero ella también me pareció linda y me gustaba cómo reaccionaba con mis movimientos.

-"¿Qué tienes linda?" – Le mordí la oreja juguetonamente. Ella suspiró, sus pezones estaban muy marcados y lo noté inmediatamente. Pensé que tenía frío, pues a veces pasa, así que seguí con mi juego. –"Hermosa, tienes frío ¿o qué?" – Subiendo un poco más por su vientre. – "¿No querías que un beso amor?" – Ella sólo me veía profundamente – "Anda, bésame… Raúl es sólo para aplacar mi calentura, tu eres mi único amor…" – Luego reí juguetonamente, obviamente yo estaba bromeando.

Ella no contestó pero mi otra amiga despertó y preguntó que qué hacíamos. Le dije que tenía sueño y que quería irme a la cama. Ambas aceptaron y fuimos al cuarto de Marcela (estábamos en su casa). Pusimos dos colchones juntos en el suelo y empezó la plática de mujeres. Ya antes de dormir, yo me coloqué en una orilla y las dejé hablando a ellas. Sentí que se acostaron después de un rato pero ni me inmute. De verdad quería dormir.

Pensaba en mi novio, en lo caliente que se estaba volviendo la situación con él pero que quería llevármelo con calma. A pesar de eso ya lo había visto y tocado desnudo y él a mí. Al pensar en él siempre me pongo muy mal, eso contribuyó a lo que esa noche pasaría.

Me puse en posición fetal dándole la espalda a alguna de mis amigas. En ese momento sentí como me abrazaban. Sentí sus senos suaves rozando mi espalda, su cuerpo pegado al mío. Era Raquel acariciando mi cintura. Cambié de lado, quedando de frente a ella. Puso sus piernas enlazadas con las mías y acarició mi mejilla.

-"¿De verdad puedo besarte?"

-"Jaja ¡Hasta crees!"

Pero ella me besó tiernamente. Succionó mi labio inferior, ella me había regalado su primer beso. Recordé eso en seguida, pues la conozco de toda la vida y al igual que yo nunca había tenido pareja pues "esperábamos al indicado". La besé también, rocé sus labios, introduje mi lengua en su boca, la succionó. Con Raúl él guiaba la situación pero esta vez yo era la que guiaba sus movimientos. Le enseñé a mover su boca y su lengua a mi manera, empezando de lo más lento a un faje ya en forma. Yo tenía mis manos en sus caderas y ella en mis hombros, acariciaba mis brazos, mi espalda, metía las manos bajo mi blusa y la acariciaba directamente. Jadeaba un poco, yo sabía que significaba eso. Estaba excitada, moví la pierna que estaba atrapada entre las suyas hacía arriba, por sobre su short. Mordió mi labio más fuerte que antes, reprimiendo un gemido leve. Yo recordaba a Marcela, del otro lado de la cama no sé si ya dormida o viendo como fajábamos. Me entró un poco de morbo, así que bajé mis manos a sus glúteos, se sentían duros, grandes, suaves a la vez. Los apreté con mis dedos y la pegué más a mí. Ella se desató, comenzó a besar mi cuello, mis labios, mi oreja. Yo solo presionaba mi rodilla contra su intimidad y apretaba su trasero con mis manos. Tomó una de mis manos y la llevó por encima de su pequeña blusa hasta sus senos.

Es lo más suave que he tocado en mi vida. No estaban muy duros, sólo firmes. Empecé a pellizcarla y jalarla de los pezones. Yo no tengo mucha sensibilidad en los senos pero ella sí. A pesar de la oscuridad, notaba sus ojos cerrados, con la boca abierta, la lengua de fuera. Me excitó esa imagen, pensé que era lo que mi novio veía cuando andábamos jugando caliente así que seguí dándole algo de placer. Metí mi mano por debajo de su blusa, la toqué directamente, pero no era suficiente. Con esa misma mano, acaricié sus labios y la hice lamerlos. Ella estaba ida, los lamió tan fuerte que empecé a mojarme yo también. Veía mis dedos entrar en su boca, luego salir y ella con ritmo volvía a meterlos y sacarlos. Se los quité y dejé mi lengua ahí para que la chupara también. Con ambos dedos mojados, pellizcaba sus pezones, el tacto húmedo a mí me gusta y creo que a ella también. Bajé mi cabeza, le lamí los pezones alternadamente. Su mano en mi cabeza indicaba que le gustaba. Una parte de mí que no conocía quería más pero no podía hacer muchos movimientos bruscos porque mi otra amiga estaba ahí al lado. Mientras pensaba qué hacer, ella empezó a mover sus caderas sobre mi rodilla.

Definitivamente estaba caliente y yo también. Estiró sus manos y acarició mi cuerpo, tratando de llegar a mis senos por debajo de la ropa. Me dio algo de corte pues que a ella le gustara no quería decir que a mí también, pero la dejé hacer. Sentía entre culpa por engañar a mi novio con mi casi hermana pero lo estaba disfrutando mucho.

Ella misma empezó a masturbarse en forma. Con una mano sobre mí y la otra en su conchita, empezó a acariciarse. Tomó mi mano y me hizo acompañar sus movimientos con los de ella. Mientras ella acariciaba sus labios vaginales, yo jugueteaba con su clítoris. Sé cómo moverlo para tener más placer, un poco de cosquillas y por supuesto más placer. Por lo que ella empezó a gemir sin remordimientos hasta terminar. Saqué mi mano de su intimidad y se la di a chupar. Limpió sus fluidos de mi mano y finalmente le di un beso. La abracé y se quedó dormida.

Por esa noche fue todo. Al día siguiente en seguida le dije a mi novio que lo había engañado pues no podía con la carga de conciencia. No le dije nada de los detalles pero me dijo que un beso no tenía importancia tratándose de Raquel, que no me preocupara. Obviamente no le dije qué hicimos pero no le dio importancia.

Otras noches pasaron más cosas… pero tal vez lo cuente después.

Esta historia es verídica, incluso que mi novio ni se inmutó. Espero algún comentario, gracias!