Primera Vez - Con mi hermano

Despues de aprender con caricias de novio a correrme entre sus labios y el entre los mios, sabria lo que era ser penetrada por mi colita por mi hermano.

Primera Vez – Con mi hermano

Después de la excitante primera vez con Fabián, nuestros sexos habían sido besados lamidos y mamados todavía permanecía intacta mi virginidad y deseaba ser hurgada mas íntimamente quería perder esa telita que en esos momentos me separaba de un placer mucho mayor por lo menos así lo imaginaba hasta esos momentos.

Absorta en mis pensamientos dejaba volar la imaginación y deseaba estar de nuevo entre los brazos de Fabián y poder continuar con lo que iniciamos en la fiesta de 18 años de mi mejor amiga, él era el único en esos momentos que podía seguir esas caricias cuando una carcajada burlesca me despertó era el bicho rastrero de mi hermano mayor. A sus carcajadas adiciono su voz sarcástica que repetía en que sueña la bruja en convertirse en princesa, y sin dejar de repetir enana cuatro ojos se reía, me levante furiosa del sofá en el que me encontraba viendo la televisión porque no soportaba mas su voz socarrona insultándome o como de costumbre terminaríamos yo lanzándoles los cojines y a ver quien decía el peor insulto hasta que entrará mamá y terminará con un sermón de que somos hermanos y que debemos estar unidos y bla bla bla

No estaba dispuesta a oír nada de eso, mi cabeza tenía en esos momentos muchas cosas en que pensar, principalmente en como encontrarme con Fabián, aunque habíamos coincidido en muchos lugares, lo mas que logramos fue solo darnos un par de besos… estaba a punto de salir del alcance de mi hermano cuando por primera vez sentí que sus ojos me miraron… y su risa socarrona se detuvo

Sus ojos iniciaron un recorrido desde mis pies descalzos, siguió por mis pantorrillas, muslos asiendo un gesto de entre admiración y como si por primera vez viera que no era ninguna bruja fea como solía llamarme, se percato que solo llevaba una polerita sin nada debajo mas que mis calzones, que a tanto rogar a mi mamá que me dejara comprarlos a mi gusto ya no eran mas esos de animalitos si no una pequeña tanguita a rayas que se asemejaba a un biquini para la playa por el color amarillo limón, por lo corto de la polerita se veía parte de mis nalgas e incluso se lograba ver el inicio de mis calzones ocultando mi rajita.

Permaneció en silencio, me detuvo en mi salida y parándose en frente mío. Furiosa, lo empuje y le dije:

  • fuera de acá bicho rastrero.

Y casi en un instante puso dos dedos en mi boca como diciendo que callara, me tomo de la mano y me hizo girar en el lugar como para poder observarme mas detenidamente.

Con una mano tomo mi barbilla y por primera vez en mi corta edad me dijo hermanita que linda que esta la brujita, tus hechizos han dado resultado, estás bien linda con tus piernitas largas y torneadas, ahora sin gafas resaltan tus ojitos y tu piel tan blanca y rozando con sus dedos un brazo dijo:

  • que suave eres.

Me extraño tanto su actitud que no hilaba ni una sola palabra pensé que estaba borracho o que seguro estaba diciéndome eso porque mamá estaba cerca. Pero no ocurría ninguna de las dos cosas sencillamente por primera vez me trataba con algunas palabras suaves, sin gritar, sin reírse socarronamente, quede mas sorprendida cuando dulcemente se hizo a un lado para dejarme pasar y dijo:

  • Al rato nos vemos hermanita, dándome una palmada suave en las nalgas. Salió a su cuarto.

Además de tratar de encontrar un momento libre para estar con Fabián ahora tenía que soportar a este bicho con su nueva postura, seguro que algo se traía entre manos se me ocurrió.

Era viernes y tenía todo el fin de semana para huir de él, aunque ya había terminado clases, no podía ir en busca de un encuentro con Fabi por que estaría fuera de la ciudad por un campeonato de Natación en el que participaría, estaba muy triste, peor cuando recordé que mis padres saldrían de viaje por cuestiones de trabajo. Estaría todo el fin de semana encerrada con la empleada y peor con mi hermano aunque el bicho siempre esta en la calle ya sea en la universidad, trabajando o en algún sitio con tal de no estar en casa.

Pronto trascurrió la tarde, mamá comentaba que ya tenía todo listo para su viaje que estábamos cenando mas temprano porque no alcanzarían el avión, que tenían el tiempo justo, de pronto una llamada y Sabina como se llamaba nuestra empleada en la casa salió llorando que había ocurrido un accidente y que se tomaría todo el fin de semana le rogó a mamá, quien no pudo negarse, era grave lo que sucedía.

Ahora tenía otro problema con quien me quedaría yo, mamá presurosa se levanto de la mesa a llamar a mis abuelos, yo me resistía era muy aburrido estar ahí, vivían en el campo y no tenía la televisión con cable para entretenerme y menos teléfono.

En esos instantes llegó mi hermano y oyó parte de nuestra discusión, como siempre con su vocecita muy cortes ante mis padres, pregunto de qué discutíamos, pronto le explico mamá. Por un momento permaneció en silencio y muy cariñosamente se acercó a mi tomándome por lo hombros y le dijo a mamá:

-si quieres que se quede en casa yo me encargo de cuidar a mi pequeña hermanita.

Mis padres asombrados, permanecieron en silencio pero no disponían de mucho tiempo y a pesar de conocer a mi hermano que casi nunca paraba en casa, aceptaron su propuesta.

Claro que mamá repitió todo lo que tenía que hacer que me llevará a comer fuera porque no habría quien cocinará, le dio una docenas de encargos entre ellos el mas importante que no me dejará sola en ningún momento, o por lo menos en casa de alguna amiga mía y comenzó a enumerarlas donde quienes podía ser.

Cuando terminó sus encargos, susurre y no vas a pedir mi opinión, mamá casi en la puerta y con las maletas ya en el auto dijo:

  • Tu escoges en la casa de tus abuelos o con tu hermano Piero.

Respondí con un beso de despedida y encogida de hombros ingrese al auto, fuimos a dejarlos al aeropuerto, papá le dejo dinero adicional a Piero por quedarse conmigo y un propina para mi. Los vi alejarse, no era la primera vez que se iban de viaje pero si la primera vez que me dejaban en manos del bicho de mi hermano.

De retorno, me dijo que con la demora del avión se había hecho tarde que tenía examen en la universidad mañana muy temprano así que iríamos directo a casa, pero si me portaba bien con él mañana me llevaría a pasear y nos divertiríamos mucho.

La verdad no le dirigí ni una sola palabra, el bicho (mi hermano) estaba raro algo debía traerse entre manos, lo único bueno era que por lo menos ahora ya no me llenaba de insultos y por el contrario me trataba muy bien con palabras amables aunque me resistía a creerle.

En la mañana me levante algo tarde y por cierto estaba totalmente sola en casa, seguro que el entupido de mi hermano lo primero que hizo es olvidarse de mi, bueno en parte era mejor llamaría a mis amigas y nos divertiríamos en la computadora. Pero antes tenía que comer algo y darme un baño.

Fui a la cocina, cuando sorprendida me di cuenta que Piero me había dejado el desayuno preparado y con una nota: Regreso en un par de horas, no quise levantarte tan temprano, te portas bien Laurita…, me llamaba por mi primer nombre, hice una raya encima y puse Javiera… pero me causo risa y a la vez sorpresa, pero lo importante es que el desayuno estaba muy bueno y me dispuse a comer vi la hora y de verdad que me había levantado tardísimo eran casi las diez, en unos momentos estaría Piero de regreso así que no tendría ninguna libertad de hacer nada.

Como me imagine Piero al rato estuvo en casa y dijo: Espero que no me hayas esperado mucho hermanita, arréglate que vamos a divertirnos un rato, ponte bonita. En esos momentos quería largarlo y quedarme en casa, pero me intrigo saber a donde me llevaría así que sin chistar, fue a mi cuarto y me arregle bastante atrevida para sorprenderlo, Una vestidito celeste, sandalias de tacón alto, utilice algo de maquillaje de mamá y listo.

Me estaba esperando al pie de la escalera, y sus ojos al verme no me los sacaba de encima recorría de pies a cabeza sin dejar de pasar un centímetro. Nunca me imagine nada de morbo puesto que era mi hermano y no me podía ver con esa clase de ojos pensaba en silencio.

Estuve largo rato esperándolo en el auto mientras compraba algunas cosas en una librería suponía para sus clases y otro tanto en la puerta de casa de la odiosa enamorada que tenía, que si bien es cierto hasta donde yo sabia estaban muy bien en ese momento salio él casi como escapando de su casa y ella gritaba patán y una serie de insultos. Por cierto me causaba mucha gracia y empecé a reírme por ambos una parte porque la detestaba y serie mejor no volverla a ver y otra porque no era la única que pensaba que mi hermano era un bicho rastrero, patán y muchos mas adjetivos que ella dijo.

A penas Piero subió al auto lo arranco y partimos, casi de inmediato con su risita socarrona, me agradeció por ayudarle a liberarse de la odiosa Gaby, en ese momento no entendí nada. Ya después me daría cuenta de lo que hizo mi hermano.

Después de todo ese recorrido y aburrida le dije:

  • Bicho se supone que falta poco para que sea hora de almorzar y me tienes aquí dando vueltas y sin hacer nada ¿a esto le llamas diversión?.

Sonrió respondiéndome – pequeña Javiera, es así como quieres que te llame verdad?

En silencio asentí, prosiguió – solo eran unas cosas que tenía que comprar y deshacerme de otras, pero ya vas a ver que te vas a divertir mucho.

Continuo manejando cuando estábamos frente a la Universidad donde él va, y detuvo el auto en estacionamiento me dijo que bajara y cuando estuvo cerrado el auto. Se puso frente mío como la ultima ves en casa, diciéndome pequeña Javiera – sonreía mientras decía me gusta ese nombre.

Me encontraba ansiosa y tenía ganas de empujarlo y zafarme de él, pero me mantuve mirándolo a los ojos y termino diciendo: me vas hacer un gran favor, a partir de este momento ya no vas a ser mi hermana, va a ser mi nueva enamorada y harás lo que yo diga, Ok hermanita.

Estuve a punto de mandarlo a rodar pero como no entendía nada le dije que cual sería el beneficio para mi con ese Plan, respondiéndome que ya vería yo misma el beneficio y tomándome por la cintura y rodeándome con sus brazos se acerco a mi y dándome un pequeño beso en los labios, vamos a donde esta el grupo de mis amigos.

Estuve a punto de darle una bofetada, y antes me atreviera hacerlo tomo mis manos y dijo tenemos que practicar recuerda ere mi enamorada desde ahora y sonrío.

Extrañamente, no intente hacer ninguna otra acción solo acepte asiendo muecas con el rostro y como una niñita haciendo pataleta lo seguí sin soltarme de su mano.

Pronto estuvimos rodeados de muchos de sus amigos y amigas, me presento algunos directamente y como vio que se acercaban mas, dijo atención a todos les presento a mi nueva enamorada Javiera. Me causo tanta gracia que empecé a reír y salude con un hola a todos. Pasamos un momento agradable yo por mi parte trate de no hablar mucho con nadie para evitar cometer un error del papel que estaba realizando, pero a su vez me excitaba esa situación de ser la enamorada de un muchacho mayor como mi hermano, que también por primera vez puse mis ojos en el hombre que es, su cabello oscuro, su tez blanca como la mía sus ojos verde esmeralda iguales a los papá sus labios rojos carnosos, y un cuerpo envidiable para muchos, es un gran deportista, decía papá aunque a mi antes no me importaba, como mujer y en el papel en que me encontraba era lo mejor estar a su lado además de ser muy bueno en sus clases era un chico modelo y dentro de los mas cotizados de su clase. En ese momento sentí que entendía el Plan de mi hermano. Lo que me ponía nerviosa y pronto sentía un calorcito en todo el cuerpo era que cada vez me besaba mas apasionado, y repetía besos como nadie me había besado jamás.

Cuando la novedad un poco que paso, nos quedamos un grupo menor 3 parejas incluyéndonos. Una de las chicas Jazmín indico que tenía hambre y todos fuimos a almorzar, a un lugar cerca de la universidad, era muy agradable pero además pidieron cervezas, al principio me rehusé a tomar pero a medida que las cervezas iban y venían mi hermano empezó a obligarme, al poco rato estaba bastante mareada, sentada sobre las piernas de mi Piero y besándonos apasionadamente, los dos sentíamos que el resto sobraba y decidimos retirarnos, casi nos obligaban a seguir ahí pero al final nos dirigimos a casa.

Me senté en el mueble y muy suelta de huesos me saque los zapatos, las medias y me acomode en el sofá, mi hermano no estaba nada mal pero supo aprovechar mi embriaguez. Me acariciaba y ahí en el sofá comenzó a darme masajes en los pies, para mi todo era risa por estado en el que me encontraba.

Pero luego sus masajes se hicieron diferentes, acariciaba mis piernas, mis muslos y rozaba mi tanguita por encima al acariciarme los muslos cerca al pubis, lo dejaba hacer se sentía muy bien. Luego ya no eran sus manos si no sus labios y su lengua los que jugaban con mis pies y ligeramente iban subiendo por mis piernas, me derretía sentir esos besos y con todo lo que había tomado no quise evitarlo aunque por dentro sentía como que algo me repetía que eso no estaba bien que debía detenerlo.

Se detuvo y se acerco a mi empezó a besarme, mordisqueaba suavemente rozando con su lengua mis labios, sus manos por mi espalda jugueteaban dentro de mi polo con cierto temblor como que las dudas lo invadían, se decidió soltar el sujetador y suavemente levantar el polo hasta que no estaba mas ahí. Siguió por mi cuello, por momentos cerraba los ojos y quería pensar que era Fabián, pero cada caricia era tan intensa y sus besos tan expertos sabía por donde ir o como los de Fabián que era puro instinto y fuego de adolescentes.

Seguía en mi cuello, su manos acariciaban todo, por ratos le decía tienes 5 manos siento que me tocas toda a al vez, no se si era la bebida pero todo mi cuerpo estaba húmedo, mis senos deseaban sus manos pero yo sentía que demoraba en llegar que no los tocaba solo se acercaba como provocándome, como si quisiera que yo se lo pidiera, estaba apunto de hacerlo pero me resistía. Quería seguir disfrutando de esa provocación, de sus besos en mi espalda en mi cuello rodeando mi pecho y jugueteando en mi ombligo, era delicioso el sabor de sus besos, su perfume su cuerpo fuerte.

Deslizo mi falda y solo con la tanga me sentó encima suyo, Piero estaba vestido totalmente y entre el miedo y la bebida era imposible pensar en atreverme a sacarle una sola prenda. De pronto como si volviera a la razón se detuvo y pregunto si lo había hecho antes.

Con solo esas palabras no supe que responderle, algo entre inocente y con temor a decirle lo de Fabián mantuve silencio, haciéndome la desentendida le dije que a que se referiría. Sonrío por mi respuesta.

Me levanto en sus brazos y me puso de nuevo al sofá me inclino hacia tras y haciendo hacia un lado mi tanga paso dos dedos por mi rajita que estaba húmeda, para ponerlos luego en su boca relamiéndolos como si probara un dulce, con sus ojos picaros me hacia gestos coquetos para luego agacharse y pasar muy suavemente sus labios por mi vagina, no pude soportar sentía como si en esos momentos me orinaba y dándose cuenta que mi excitación era demasiada continuo haciéndolo para que pudiera disfrutar del placer de su labios.

No sentía mi cuerpo era como estar flotando, él si sabía lo que era dar esos besitos ahí abajito como yo le decía. Se detuvo cuando noto que mi orgasmo había concluido y dijo tengo que repetir mi pregunta y acercando sus dedos a mi rajita me dijo si era virgen aún.

Dudando le respondí – que no era virgen de esos besos, debido a la inocencia de mi repuesta empezó a reír y pidió que fuera mas explicita, al final termine contándole la escena que tuve con Fabián.

Me dijo que seguiría siendo virgen de esa entradita pero me enseñaría a jugar con todo mi cuerpo, que era deliciosa y que estaba también a punto de estalla, en esos momentos recién me percate de su jeans, era cierto lo que decía se notaba algo enorme ahí, en eso momentos me dio algo de miedo, pero sus manos delicadamente me levantaron del sofá y me llevo a su habitación.

Era la primera vez que rozaba su cama, siempre me lo impidió, antes de que ponga un pie dentro ya me había tirado la puerta en la cara, en cambio ahora el me sentó ahí, totalmente desnuda, me besaba y acariciaba todo el cuerpo. Sentía como si me estuviera derritiendo y en parte era cierto sus entre sus besos y el calor de mi cuerpo estaba húmeda y de que decir en mi rajita.

Besaba mis senos, mientras jugueteaba con sus dedos en un pezón, su boca se deleitaba con el otro, pasaba su lengua por todo el seno como dibujándolos, después de entretenerse largo rato siguió con cada rincón de mi cuerpo no dejaba pasar nada, me decía que tenía toda la tarde y la noche para disfrutar de mi y yo lo dejaba hacer, sus besos era húmedos y excitantes. Una vez cerca de mi tanga empezó a sacarla con los dientes, mientras sus manos hacían un recorrido de todo mi cuerpo, en realidad no la quería sacar solo lo hacia pasa excitarme mas. Luego me hizo girar boca abajo y de nuevo su juego desde el cuello, entre sus labios y sus dientes me estaban volviendo loquita de placer, su calor, su perfume todo el podía sentirlo. Empezaba en mi cuello y terminaba entre mis nalgas, quería comérselas enteras, morderlas y amasarlas eras suaves decía, ahora si retiró mi tanga suavemente jugando con sus boca y sus manos.

Estaba desnuda, pronto estaba encima mío y por primera vez sentí su cuerpo cerca al mío desnudo, caliente y su pene jugaba entre mis nalgas, era delicioso sentirlo ahí con su humedad propia, su calor. Me volvió a girar y ahora con su lengua como fuego entraba en mi rajita, que sensaciones de tantos besos, y de sus manos, se levanto por unos instantes y saco un gel del cajón de la mesita cerca de su cama, y me dijo es para que sientas mas rico hermanita, pronto uno de sus dedos estaba ingresando en mi colita, entraba suave debido al gel que se había untado y a lo húmedo que estaba por su lengua que había estado jugueteando ahí.

Después ingreso un dedo mas, con solo esas caricias estaba al borde de otro orgasmo, y el evito que llegará quería alargar mas el placer que estaba sintiendo.

Luego de sentir como uno, dos y tres orgasmos con sus dedos en mi colita y su lengua en mi vagina. Volvía a girar pero echada en la cama no podía permanecer apoyada en mis manos y rodillas , temblaba por el placer que había logrado sentir con todos sus juegos eróticos, puso una almohada bajo mi vientre levantando mi colita, en mi hoyito pude sentir la cabeza de su pene hinchado, era enorme aunque no me había detenido a verlo, pero se hizo paso suavemente con leves punzadas de dolor pero el placer era mucho mayor lográndose poco a poco introducir con facilidad, por un momento permaneció quieto haciendo pasar el pequeño dolor que sentía por el invasor que había hurgado en mi hoyito. Pero luego lentamente me hizo sentir sus movimientos, ya mi cuerpo le respondía por voluntad propia, mi colita recibía con gusto y placer cada embestida, propinándome un placer indescriptible su fuerza, su calor era delicioso y quería seguir derritiéndome con el placer que me daba, al fin una potente descarga sentí que inundaba mi interior, unos minutos mas moviendo sus caderas y luego se derrumbo a un costado de la cama junto a mi.

Me sentí muy complacida por todo el placer que había sentido aunque por ratos en mi interior sentía que eso no estaba bien, pero con el cuerpo temblando de placer me quede dormida, en la madrugada sentí algo de frío y busque calor cerca de su cuerpo que estaba junto al mió, supongo que mi hermano también lo sintió, trajo un cobertor y me abrigo junto a él.

En la mañana estaba asustada sabía que nada de esto estaba bien, cogí mis ropas que estaban regadas por toda la casa y fui a mi habitación y me encerré, temblaba pero ahora de miedo, de la locura que había pasado.

Al rato se levanto mi hermano sentí que se dio un baño, y fue a la cocina preparo algo y al rato subió, toco a la puerta, ya estaba bañada y cambiada con pantalón ancho y una polera es mas quite los lentes de contacto para ponerme mis gafas, quería ser de nuevo la niña cuatro ojos y fea que decía mi hermano para que no se me acerque mas.

Le abrí la puerta y corrí hacia mi cama, el entro con una bandeja con el desayuno, se reía de mi atuendo, pensé que había conseguido que no se fijará mas en mi, pero no fue así. Me dijo que nada cambiaria lo que había pasado que yo sería para siempre suya y que cada día me enseñaría nuevas y mas ricas cositas, que era deliciosa y no dejaría de tocarme y acariciar mi cuerpo. Mientras decía todo me saco toda la ropa y los lentes, entregándome un pequeño vestidito, me dijo que lo compro ayer para mi pero con todo lo que había pasado no me lo entrego.

Me lo puso sin nada de bajo y tómanos juntos desayuno, en la tarde tuvimos otra clase de sexo esta vez, la dedico a enseñarme a darle placer a su pene, con mi boca y mis manos, lo que no se esperaba es que después de enseñarme cada caricia y cada beso, cuando ya estaba a punto correrse entre mis labios, apresure mis movimientos, terminando en mi boca todos sus jugos, que como ya les dije me parecían de un sabor exquisito. Sonriéndose me dijo que quien me había ensañado a comerme toda su lechecita, me reí y le dije que si el se había comido todos mis juguitos yo también me tenía que comer todos lo suyos.

Terminamos abrazados besándonos, descansamos un rato, luego nos bañamos juntos y nos pusimos a mirar televisión, apoyaba mi cabeza en su piernas, Piero acariciaba mis brazos jugaba con mis cabellos, estaba algo adormilada cuando sentí la puerta de entrada era mis padres, sorprendidos del afecto que nos mostrábamos, como dos hermanitos. Los saludamos y preguntamos como nos fue, los dos respondimos entre miradas cómplices bien, entre risas.

Se ha hecho largísimo este relato, pero no podía retirar ningún detalle. Es todo por ahora cualquier comentario bueno, malo o de curiosidad o lo que quieran ya saben a mi correo mujer_mar226@hotmail.com