Primera vez como Gigoló

Me vi obligado a ejercer de Gigoló y nunca pensé que la primera vez iba a ser así.

Me dispongo a contarles la primera vez que ejercí mis servicios como chico de compañía o lo que comúnmente se conoce como Gigoló . Por aquel entonces yo trabajaba como encargado en un centro comercial en el puerto marítimo de Marbella y ciertos problemas económicos que no vienen al caso empezaban a oprimirme . Así que después de darle muchas vueltas y también movido por cierta curiosidad llamé a una amiga mía prostituta de lujo que conocía de una sala de fiestas . Le pedí que me buscara una cliente con dinero y discreta y que iríamos a medias en los beneficios . Me dijo que con mi cuerpo y juventud ( 25 años ) no habría ningún problema . Al llegar el viernes por la tarde recibí la llamada de mi amiga . Me dijo que no hiciera planes para la noche, tenía la mujer perfecta, algo madura con muchísimo dinero y ganas de pasar una velada entretenida . La suma que la mujer ofrecía no estaba nada mal así que anoté la dirección y di las gracias a mi amiga y socia . Según se iba acercando la noche mi pulso se aceleraba y no dejaba de pensar si era buena idea lo que estaba a punto de hacer . Al fin llegó la hora de la verdad . Me vestí con mi mejor traje y con un buen puñado de preservativos en el bolsillo cogí un taxi dirección a mi cita . La casa resultó estar situada en una zona de chalets y villas de lujo al lado del puerto . Concretamente el domicilio de la buena señora era una villa inmensa con un jardín infinito custodiado por una puerta con barrotes de acero . Toqué al telefonillo :

  • ¿ Diga ?

  • Ehhh … Sí, tengo una cita concertada .

Diez segundos de silencio y la puerta se abrió . Caminé con paso firme hasta la puerta de la casa y cuando ya llegaba la puerta se abrió y apareció ante mí una sonriente mujer de unos 45 años un poco bajita, castaña con el pelo recojido, un gran escote que dejaba ver parte de unos voluminosos y algo caídos pechos y unas caderas que parecían interminables . Al llegar ante ella me tendió la mano :

  • Hola, perdona que haya tardado en abrirte, hoy es el día libre del servicio y no estoy acostumbrada . Por favor pasa .

Sus ademanes eran extremadamente educados y yo cada vez me sentía más relajado y tranquilo . Lo primero que hizo fue pagarme el dinero acordado y pasamos a un balcón que daba al mar donde había dos copas preparadas . Empezamos a hablar de nada demasiado importante .

  • Verás … Mi marido viaja mucho, entre él y yo ya simplemente hay la amistad de tantos años juntos, pero yo me siento muy sola, así que muy de vez en cuando hago algo así . Comprendo que debe ser complicado pasar la noche con una vieja como yo que nunca excitaría a un joven tan atractivo como tú .

Dejé la copa en la mesa y mirándola a los ojos le cojí la mano y me la puse en mi miembro ya bastante erecto sólo con pensar en el morbo de la situación .

  • ¿ De verdad crees que si no me excitaras serías capaz de producirme esto ?

Ella sonrió sorprendida y me la apretó en su mano por encima del pantalón . Me dijo que fuéramos dentro, no quería que ningún vecino pudiera ver nada . Estábamos sentados en un tresillo al lado de la chimenea terminando nuestra copa cuando sonó su móvil .

  • Es mi marido . Siempre me llama para decirme que ha llegado bien al hotel y el viaje ha ido sin problema . Por favor, no hagas ningún ruido .

  • Hola cariño, ¿ Qué tal todo ?

Yo terminé mi copa y decidí que era el momento de empezar a ganarme el dinero que me había dado . Alargué una mano hasta su escote y liberé uno de esos carnosos pechos . Su blancura contrastaba con el moreno del resto de la piel . La miré a los ojos . No había dejado de hablar con su marido pero su respiración había empezado a acelerarse y con los ojos me pedía que esperara a que terminara la conversación . Yo me quité la chaqueta y me recosté en su regazo como un niño al que tuvieran que dar de mamar . Primero empecé a lamer su pezón dibujando círculos con mi lengua y poco a poco fui metiendo más y más carne de aquella maravilla dentro de mi boca . Hubo un momento en que mamaba de aquel pecho con todas mis ansias dándome un buen atracón y ella me miraba desde arriba mientras le preguntaba a su marido si le gustaba la comida del hotel . Su respiración estaba totalmente desatada y con su mano libre agarraba y estiraba el pelo de mi cabeza . Pasados unos minutos terminó de hablar con su marido y yo dando un último chupetón a su pezón me incorporé al lado de ella en el sofá .

Me miró primero muy seria y luego esbozando una sonrisa :

  • Eres muy malo .

  • ¿ Y tú, no quiéres tocarme a mí?

  • Sí, pero no me atrevo, me tienes intimidada .

Me desabroché un par de botones de mi camisa y metí por dentro una de sus manos para que pudiera juguetear con mi pezón mientras la besaba tiernamente en los labios y acariciaba sus pechos . Al poco rato me puse de pie y le dije que se quitara la ropa mientras yo hacía lo mismo . Lentamente los dos nos quitamos toda la ropa sin dejar de mirarnos a los ojos . Ella se encontraba sentada en el sofá reclinada en el respaldo y yo de pie con mi capullo apuntando directamente hacia ella . Me acerqué y me subí encima del sofá de tal manera que estaba de pie encima de ella y con mi miembro a escasos centímetros de su boca . Ella se incorporó lo necesario para metérsela en la boca y agarrándome con ambas manos el culo empezó a chupármela muy despacio . Realmente lo hacía muy bien y ella también parecía disfrutar tanto de la mamada que me estaba haciendo como de magrearme el culo con las dos manos . De repente se la sacó de la boca y agarrándome los testículos me dijo :

  • No puedo más … Necesito que me folles ya o de aquí a un rato seré capaz de correrme sola sin que me hagas nada .

Me bajé y la tendí en la alfombra del suelo . Era una de estas de invierno con muchísimo pelo que parece que hayan tenido que cazar cincuenta osos para hacerla . Me coloqué un preservativo y tendiéndome encima de ella le introduje sólo la punta . Mi cara estaba a un par de centímetros de la suya, ella no podía controlar la respiración y mirándome fijamente esperaba nerviosa el momento en que se la clavara entera mientras no despegaba sus manos de mi culo . Así que agarré con fuerza sus hombros y con un solo golpe de cadera se la metí hasta el fondo lo que la hizo gritar como nunca lo había visto hacer a una mujer . Me la follaba a un ritmo normal y ella parecía estar en éxtasis .

  • Ohhhhh, eres buenísimo, me encantas, sigue así ricura … Te voy a llamar muchas veces, qué gusto … Me estás destrozando

Yo me quedé quieto y le dije :

  • Pequeña, esto no es nada, sólo estoy calentando, toma aire porque ahora vienen las curvas .

Dicho esto le agarré las piernas por debajo y las coloqué sobre mis hombros . Y colocado en esta posición empecé a embestirla a un ritmo frenético . Ella gritaba todo el rato mientras con las manos se agarraba a las patas del sofá y sus pechos no paraban de saltar y moverse para todos lados . Al rató gritó :

  • Me corroooooo, ahhhhhhhh, nunca había sentido algo así, Diosssssssssss, no sigas por favor no puedo mássss … No puedo más

Pero yo no le hacía caso . Seguí cabalgándola sin atender a sus súplicas durante unos diez minutos más hasta que mis fuerzas no pudieron más y corriéndome yo también me dejé caer con mi rostro entre sus pechos .

Cuando recuperamos el aliento me vestí y ella pidió un taxi para venir a recojerme . Me abrazó fuertemente y me juró que me llamaría siempre que estuviera sola . Y así ha sido . Es la cliente a la que tengo más cariño aunque siempre estoy abierto a conocer nuevas señoras .

Escribirme a olasdespuma@hotmail.com , prometo responder a tod@s .

Un beso y os espero .