Primera vez como cornudo sumiso

Relato ficticio de mis deseos como cornudo sumiso, Un poco de todo

PRIMERA VEZ COMO CORNUDO SUMISO I

Hola, este relato es una fantasía que me gustaría llevar a cabo algún día. Dedicado a Hispaniem

Mi nombre es Javi, me encanta el sexo masculino y femenino y la dominación suave, que mi mujer me someta eleva mi excitación al máximo. Ella no es muy partidaria de estas prácticas, pero de vez en cuando hace alarde de sus dotes de mando y me somete a sus caprichos, con sus palabras o sus actos, además sabe de mis anteriores relaciones con hombres, aunque no le gusta hablar del tema.

Yo no soy muy buen amante, no la complazco lo que ella necesita, mi polla no llena lo suficiente su espléndido coño, por lo que casi siempre se queda con ganas de más. Una noche, en la que estábamos liados, su actitud cambió de forma radical.

Ana: estoy harta de ti, no sabes follar, no tienes polla suficiente para mi coño

Estas palabras, cambiaron el gesto de mi cara, me quedé totalmente serio y sin saber que decir

Ana: sabes, todas las veces que me has dicho que querías hacer un trio y te decía que nunca lo haría?

Yo seguía callado

Ana: pues he pensado que estoy harta de ti, de tu polla y quiero otra

Yo: en serio lo harás?

Ana: no lo dudes, quiero una polla que me llene, que haga que me corra mientras me folla y quiero que tu estés delante, viéndolo, para que aprendas lo que es follar

Yo: lo que tu quieras

Ana: y vas a buscarla tu, ya que sabes de pollas más que yo, la elegirás tu, harás eso por mi maricon?

Yo: joder Ana, eso de maricon

Ana: si maricon, acaso no te gustan las pollas?, acaso no has comido más pollas que coños?

Yo: si

Ana: entonces maricon y un poco más adelante, maricon cornudo y además sumiso, porque pienso tenerte atado mirando mientras otro me folla. ¿Te parece bien?

Yo: si, lo que tu quieras

Ana: pues venga, hazte una paja si quieres porque yo no pienso volver a tocar tu polla nunca más

Mi polla reventaba de lo dura que estaba, el cambio en su actitud, la dureza con la que me hablaba y las cosas que me decía, me excitaron hasta el punto que en dos o tres sacudidas me corrí como nunca.

Ana: veo que te ha excitado lo que te he dicho, te has puesto perdido de leche

Fui a coger una toalla para limpiarme, pero

Ana: ni se te ocurra coger la toalla

Yo: me tendré que limpiar, no

Ana: no, te lo vas a tragar todo

Yo: como?

Ana: que te lo tragues, que lo recojas y lo tragues. Tienes que ir saboreando el semen para cuando me follen, me van a llenar el coño y el culo y alguien lo tendrá que limpiar

Recogiendo el semen que había salpicado por mí estomago e inundado mi polla, comencé a chuparlo, dejando mis dedos completamente limpios.

Ana: así me gusta, que seas un buen maricon y me obedezcas, me obedecerás en todo lo que te pida?

Yo: si, te obedeceré en todo

Ana: sin rechistar?

Yo: si, sin rechistar

Ana: y si te pido que le chupes la polla a un tio lo harás?

Yo: si lo haré

Ana: la meterás tú en mi coñito?

Yo: si eso es lo que quieres, si lo haré

Ana: muy bien putito mio, veo que empiezas a entenderme. Ahora ponte a buscar algún macho que me folle

No esperaba este cambio, no esperaba esas palabras y no esperaba que parte de una de mis grandes fantasias se fuese a cumplir, digo parte porque en mi fantasia yo sería participe de ella y según Ana no participaría, al menos cuando estuvieran follando.

Me puse manos a la obra en la búsqueda del candidato perfecto, no quería decepcionarla otra vez, quería encontrar un tio que sobre todo tuviese una gran polla, no necesariamente joven pero tampoco un viejo.

Me metí en internet y empecé a navegar por páginas de contactos, miraba imágenes de tios una tras otra, durante horas, leía sus características, ruibio, moreno, alto , bajo, delgado, atlético, coln buena polla pero fina, con polla gorda pero corta, no encontraba al candidato que Ana necesitaba, hasta que localicé a Hispaniem. Su descripción me gustó bastante, un tipo de complexión fuerte, no sobrepeso, 49 años, educado, con una preciosa polla, tenía foto desnudo y empalmado, grande y gorda y además le gustaba dominar. Pensé que sería el candidato perfecto para Ana.

Una vez localizado, llamé a Ana y se lo enseñe

Ana: mmmm, me gusta, tiene una buena polla, no como la tuya, seguro que folla mejor que tu y además mira, le gusta dominar, justo lo que tu necesitas. Llámale y quedas con el para conocerlo.

Cogí el teléfono y marqué su número

Ana: ponlo en manos libres, quiero oir su voz

Hispaniem: si, quien es

Yo: hola, me llamo Javi y llamo por el anuncio de contactos

Hispaniem: a si? Y que es lo que quieres?

Ana: venga, dile lo que quieres, me dijo en voz alta para que el la escuchara

Yo: quiero que te folles a mi mujer

Hispaniem: asique quieres que me la folle, porque

Mirando a Ana, le conteste

Yo: porque yo no se follarla, mi polla no la llena su coño

Ana me acariciaba la cabeza y sonreía complacida

Hispaniem: veo que eres buena putita, has compartido antes a tu mujer?

Yo: no, sería la primera vez

Hispaniem: te han follado el culo alguna vez

Yo: no, he hecho pajas y mamadas, pero no me han follado

Hispaniem: bien. Antes de vernos, quiero que compres unas cosas, si tu mujer no está de acuerdo que lo diga

Cogí un bolígrafo y un papel y me dispuse a apuntar lo que me indicaba

Yo: ya lo tengo

Hispaniem: apunta, para esta primera cita tendrás que comprar unas esposas, un collar y una cadena de perro, una mordaza, un plug anal y un consolador de buen tamaño, mi polla es muy grande como has visto y quiero que entre sin problemas en tu culo

Mire a mi mujer y estaba sonriendo, con una mano me acariciaba la cabeza y con la otra se tocaba el coño por dentro de la braguita, se estaba calentando con las indicaciones que Hispaniem nos daba

Hispaniem: bien, cuando lo tengas todo quiero que practiques antes de vernos, quiero que tu culo esté completamente abierto para que yo pueda follartelo sin problemas

Ana aceleraba sus movimientos, su coño estaba empapado de jugos, metía sus dedos dentro de su raja y se masturbaba

Hispaniem: quiero que practiques durante una semana, sin saltarte un solo día. Irás con el plug anal a trabajar y por la calle. Cuando llegues a casa, te desnudaras y te pondrás el collar y la mordaza y te presentaras ante tu mujer, de rodillas y a cuatro patas, para que ella te quite el plug, luego te meterá el consolador y te follará durante quince minutos, ni uno menos. Cuando estés preparado me vuelves a llamar, está claro

Mi polla reventaba los pantalones, notaba como la humedad del precum los mojaba, fui a tocarme pero Ana me dio un manotazo y me hizo el gesto de que no me tocara

Yo: si, esta claro

Hispaniem: ah, otra cosa, tranquilo que a tu mujer también me la follaré, tras esto colgó el teléfono

Ana: mmmmmm, creo que lo vamos a pasar muy bien con este chico, ¿verdad perrito?

Yo: ehhh.. creo que si

Ana: estoy my caliente, ven aquí, me dijo sentándose en un sillón y abriendo sus piernas

Me levanté para acercarme, pero ella con cara de cabreo y dándome un grito, me dijo

Ana: que coño haces levantándote, eres un puto maricón que no sabe follarme, que no tiene polla para hacerlo y además la que tiene no sabe usarla, a cuatro patas y sin rechistar

Humillado como estaba, me puse a cuatro patas y me acerqué a ella

Ana: ya has oído a Hispaniem, debes portarte bien para tener tu premio. Mañana iremos a comprar lo que ha dicho

Yo: los dos juntos?

Ana me dio una bofetada

Ana: no te he dicho que no hables?, saca la lengua y lame mi coño, como el perrito que eres

Comencé a lamerle el coño inundado de jugos, mientras ella seguía hablándome

Ana: como te decía, mañana iremos a comprar lo necesario, lo compraras tu y le dirás al vendedor que son cosas para ti, ¿estas de acuerdo maricon?

Hice un gesto de asentimiento con la cabeza, no pretendía hablar `porque no quería volver a recibir otra bofetada

Ana: Otra cosa que quiero que compres es un cinturón de castidad, no quiero que vuelvas a pajearte como haces a diario. Cuando lo tengamos todo, iremos a comprar algo para mi, para recibir a tu corneador como se merece, lo elegirás tu y espero que esté a su altura, ahora sigue comiéndome el coño, que quiero correrme en tu boca

La situación que se había presentado, la forma de hablarme de Hispaniem, los comentarios de Ana y ese último requerimiento, hicieron que le comiese el coño como nuca lo había hecho.

Ana: se nota que te gusta ser perrito, me lo estás haciendo como nunca, es una lástima no haber descubierto esto antes, mmmmm sigue así, me voy a correrrrrrrr

Sujetaba mi cabeza fuertemente contra su coño, la movía de un lado a otro, frotaba su coño contra mi boca, estaba como poseída

Ana: siiiiiiiii, joderrrrrrr, no paressss, sigue, ahhhhhhhhhh me corrooooooooo

Comenzó a correrse, nunca la había visto hacerlo de esa manera, en muy pocas ocasiones ví a Ana haciendo squirt, cosa que me encantaba, pero ese día fuñe mucho más allá

Ana: abre la boca maricón, bébete todos mis jugos

Abrí la boca y grandes chorros cayeron dentro, mientras ella se masajeaba el clítoris

Ana: así perrito, así, trágatelo todo, ahhhhhhhhhh

Cuando terminó de correrse, me ordenó lamerle el coño hasta dejarlo bien limpio, cosa que hice con mucho agrado. Por supuesto no se me pasó por la cabeza decirle nada de masturbarme, me había dejado bien claro que no lo volvería a hacer y tenía que asumirlo desde el primer momento o me abofetearía de nuevo.

A la mañana siguiente, fuimos a comprar todo lo necesario. El sex-shop se encontraba en nuestro barrio

Yo: Ana, porque no vamos a otro un poco más lejos

Ana: que pasa, te da vergüenza

Yo: pues si, por si nos encontramos a algún conocido

Ana: pues te jodes, dijo encaminándose hacia el sex-shop

Entramos en la tienda y tras dar unas cuantas vueltas, afortunadamente no había nadie conocido, y ver que no nos decidíamos, el vendedor se acercó a nosotros

.- Buenas tardes, puedo ayudarles

Ana, tras saludar al vendedor, dijo

Ana: mi marido, que quiere comprar algunas cosas

.- Y que es lo que quiere comprar, dijo el vendedor dirigiéndose a mi

Yo: puessss, dije dudando y muy cortado

Ana: venga perrito, pide lo que necesitas

Tanto el vendedor como yo nos miramos, mi cara debía de ser un poema, el vendedor sonreía

Yo: quiero una mordaza, un plug anal, un consolador, un collar y una cadena

Ana: no se te olvida algo

Yo: …. Un … cinturón de castidad, dije muerto de vergüenza

.- Veo que está en el inicio de la sumisión, dijo dirigiéndose a Ana

Ana: si, desde ayer

.- tiene madera. Le será fácil someterlo

Ana: eso espero, solo lleva un día y mírale, es toda una maricona

.- Si, se le ve a la legua que le gusta, si se ha empalmado y todo, jaja

Ana miró mi pantalón, vio que mi polla presionaba la tela y se echó a reir

El vendedor se alejó y al poco apareció con todo lo necesario. El plug anal era similar a mi polla, 13x3 cm y el consolador 18x6 cm

Ana: mira perrito, igual de ridículo que tu polla, jaja, dijo mientras cogía el plug anal, bueno como lo tendrás que llevar todo el dia, creo que servirá

.- Os he puesto también un poco de lubricante anal, no es plan de hacer daño a la maricona

Ana: es cierto, se nos había olvidado, gracias. Tu, dijo dirigiéndose a mi, paga y vámonos

Tras pagar nos fuimos directamente a una tienda de lencería, para vestir a Ana

Ana: bueno ve a elegir, yo espero aquí, elige bien y no me falles

Dí unas cuantas vueltas y elegí unos sugerentes modelos, con ellos nos acercamos a los probadores

Ana: ve pasándomelos, dijo entrando en uno de ellos

Le pasé un tanga y sujetador a juego, de color rojo, se lo puso y abrió la cortina para que lo viese, por suerte no pasaba nadie

Yo: joder Ana, que pueden verte

Ana: y que pasa si me ven?, a mi no me importa, por lo tanto a ti tampoco, ¿Qué tal me ves?

Yo: estas fantástica

Ana: puf, no se, dame otro

Le pase uno negro, tanga y sujetador, de encaje transparente que dejaba ver sus pezones y su coño afeitado, con un salto de cama a juego. Volvió a correr la cortina justo en el momento que pasaba un matrimonio mayor que nosotros

Ana: y este

El marido la vío salir y se quedó mirándo con la boca abierta y los ojos como platos. Ana se dio cuenta

Ana: creo que elegiré este, bien hecho perrito

El viejo sonrió y fue con su mujer

Cuando llegamos a casa, Ana me ordenó desnudarme, no sabía lo que pasaría, pero obedecí en el acto

Ana: bueno perrito, vamos a comenzar con las indicaciones de Hispaniem, quiero que estés bien preparado para recibirlo. Ve y date una ducha y de paso, te afeitas el culo y eso que tu llamas polla

Me dirigía a la ducha y seguí sus instrucciones, me afeite el culo, los huevos y la polla que permanecía completamente erecta. Pensé en masturbarme, pero justo en ese momento apareció Ana

Ana: veo que la tienes dura, ¿tienes ganas de masturbarte?

Yo: sssii

Ana: si te `portas bien esta tarde, tal vez te dejo hacerlo. Ahora vamos al salón

Salí de la ducha y la seguí, pensando en que quizás dejaba que me masturbase, me agaché y lo hice a cuatro patas. Se había cambiado de ropa, mientras me duchaba, se puso una simple camiseta que le llegaba un poco más abajo del culo, sin sujetador y con un diminuto tanga, lo que hacía que sus pezones se marcasen duros. Estaba realmente sexy y cachonda

Ana: jaja, pues si que tienes ganas, quieres ganar puntos para que te premie, buen perrito. Acercate, me dijo a la vez que se sentaba en el sillón

Me acerque a donde estaba, me quedé sentado sobre mis piernas, mi polla estaba como una barra de hierro y no dejaba de manar precum de ella. Ana agarro mi cabeza y la levanto, para que la mirase a los ojos directamente

Ana: quieres seguir con esto, me pregunto

No conteste a su pregunta, dando por sentado que se haría lo que ella quisiera

Ana: bien, entonces comencemos con el adiestramiento. Acércame el lubricante, las esposas  y el plug anal

Saqué de la bolsa lo que me pidió y se lo dí

Ana: dame tu culo

Me giré y me puse despaldas a ella, agachado sobre la mesa, ofreciéndola mi culo que, aunque ya había sido perforado en muchas ocasiones años atrás, sería la primera vez tras más de cuarenta años

Ana: no creo que te duela mucho, tu culo ya se ha tragado más de una polla, seguro que al hacerlo te traerá buenos recuerdos

Cogió un poco de lubricante y empezó a pasarlo por mi culo, primero por fuera, masajeando alrededor del ano, luego fue apretando con un dedo hasta que metió la mitad, lo dejó quieto

Ana: te duele

Yo: no

Siguió metiendo hasta que lo tuvo completamente dentro

Ana: ya está el primero, ahora el segundo

Acercó otro dedo y sin sacar el otro, repitió la misma operación. Yo empecé a jadear

Ana: te está empezando a gustar, verdad maricon

Yo: si, me gusta

Ana: quieres otro más

Yo; si

Ana: pues pídemelo

Yo: por favor, méteme otro más

Ana, puso un poco más de lubricante, no quería hacerme daño a pesar de todo, y metió otro dedo más, de esta manera tenía tres dedos taladrando mi culo. Mis gemidos aumentaron

Ana: shhhhh, calla o tendré que sacarlos o mejor, te pondré la mordaza, así te acostumbras a ella

Me puso la mordaza y, justo en el momento en que terminaba de sujetarla, metió los dedos de un fuerte golpe. No podía gritar, pero mi cara indicaba que me había hecho bastante daño

Ana: te duele perrito o te gusta lo que acabo de hacer

No podía hablar, giré la cabeza y la mire a los ojos. Vi en ella una cara de satisfacción inigualable, estaba disfrutando con lo que hacía y yo también. Durante un rato estuvo fallándome el culo con los dedos

Ana: creo que es hora de subir la apuesta, dijo sacándolos en el mejor momento

Cogió el consolador y me lo dio para que lo lamiera

Ana: chúpalo, pásale la lengua, métetelo en la boca, piensa que es una polla de las que te has comido o mejor, piensa que es la polla de Hispaniem, la que te vas a comer y la que te va a romper el culo dentro de poco

El consolador tenía un tamaño parecido a la polla de Hispaniem. No sabía si mi culo podría soportar ese tamaño. Tras lubricarlo durante un rato con mi saliva, Ana lo cogió y lo dirigió a mi culo.

Ana: llegó la hora perrito, te lo voy a meter y de un fuerte empujón lo metió hasta la mitad. Aunque llevaba puesta la mordaza, mis gritos se oyeron en toda la casa

Ana; uy, creo que lo he metido demasiado, jaja. Esto es para acostumbrarte, no creo que Hispaniem tenga compasión cuando te folle

Comenzó a follarme el culo, metía y sacaba el consolador con una vaivén rápido y hasta el fondo, ya no me dolía, por el contrario su follada me estaba volviendo loco de placer. En la televisión se veía el reflejo de nuestros cuerpos, yo a cuatro patas y Ana, arrodillada detrás de mi, introduciendo el consolador. Me fijé en su cara, estaba descompuesta, sus muecas reflejaban placer por follarme, morbo por ser ella quien lo hacía y rabia por la forma de hacerlo. Tras unos interminables minutos, no pude aguantar más y me corrí. De mi polla salieron grandes chorros de semen, que salpicaban en el suelo

Yo: ahhhhhhhh

Ana: te has corrido putita, te has corrido sin tocar tu polla

Estaba destrozado, me dolían las piernas, los brazos,  la boca y sobre todo el culo, pero era feliz por haberle dado a Ana la satisfacción de follarme, de preparar mi culo para la polla de Hispaniem

Ana: lo has puesto todo perdido de semen, ahora tendrás que limpiarlo, pero antes te haré unas fotos. No te muevas

Me quedé quieto, Ana cogió mi móvil y comenzó a sacarme fotos, aún con el consolador metido en el culo. Me sacó de cuerpo entero, donde se me veía a cuatro patas, con el collar, la mordaza y el consolador en mi culo, otra donde se veía mi polla y el semen que había caído al suelo y otra donde se veía el consolador bien hundido en mi culo. Cuando terminó de sacarme fotos, sacó el consolador y se percató del gran agujero que este había dejado

Ana: guaaauuuu que pedazo de agujero, esto hay que inmortalizarlo. Ábretelo, que se vea bien

Volvió a coger el móvil y saco unas fotos, tras esto me dispuse a limpiarlo todo, cuando terminé

Ana: te has portado muy bien perrito, pero no me ha gustado que te corrieras, eso tendremos que arreglarlo de ahora en adelante. Me está gustando esto de entrenarte, lo de follarte el culo me pone muy cachonda, me dijo metiendo los dedos en  su coño

Los sacó y me dijo

Ana: lámelos perrito

Comencé a chuparlos, estaban completamente empapados de sus jugos

Ana: ves como me he puesto fallándote, ves cómo me excita que me obedezcas, que seas un maricón, mi maricón

Yo no hablaba, seguía lamiendo sus dedos, los metía en mi boca hasta el fondo, ella comenzó un mete y saca, como si me follase, metiendo sus dedos completamente en mi boca, mi polla empezaba de nuevo a despertar , Ana se dio cuenta y me soltó un tremendo bofetón

Ana: pero que te has creído, nunca has tenido dos erecciones seguidas y ahora pretendes hacerlo. Dame tu culo

Me puse en posición, ofreciéndole de nuevo mi culo y de un solo golpe, metió el plug anal, un grito salió de mi boca, pese a que me había reventado el culo hacía poco, lo sentí entrar de manera brusca

Ana: cállate puta, mírate encima se te pone tiesa la mierda de polla cuando te lo meto, eres un maricón que nunca has sabido follar, que nunca has tenido dos erecciones seguidas y cuando te follan, se te pone dura

Guarde silencio y Ana siguió con el cinturón, mi polla dura quedó aprisionada dentro de el, me dolia pero no estaba dispuesto a que Ana volviese a castigarme, por lo que aguante como pude. Volvió a coger la cámara y me sacó nuevas fotos. Luego me soltó las manos,  puso la cadena  en el collar y volvió a ponerme la mordaza

Ana: Perrito, envíale las fotos a Hispaniem, para que vea que hemos comenzado el tratamiento, jaja

De rodillas como estaba, cogí el móvil y empecé a enviar las fotos, al rato, Hispaniem contestó

Hispaniem: veo que te están entrenando bien perrito, sigue así y tendrás tu premio a finales de semana

Durante la semana, Ana se encargaba del tratamiento, por las mañanas, antes de irme a trabajar, se aseguraba de que el plug estuviese bien metido y que el cinturón me apretase lo suficiente para que mi polla no pudiera entrar en erección. Para mi era una verdadera humillación acudir de esta manera al trabajo, andaba de forma rara, con el plug en mi culo y pensaba que alguno de mis compañeros se daría cuenta. Cuando llegaba a casa, Ana me ordenaba desnudarme y ponerme en posición, para ponerme la mordaza, las esposas y meter el consolador en mi culo. Cada día que pasaba entraba mejor, ya no era necesario ponerme lubricante, mi culo estaba completamente abierto.

Continuara

Agradecería comentarios

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