Primera vez como cornudo simiso (iii) mi mujer me

Mi mujer me emputece

PRIMERA VEZ COMO CORNUDO SIMISO (III) MI MUJER ME EMPUTECE

En mi anterior relato, os conté como mi mujer decidió que a quien follarían sería a mi, ella disfrutaría viendo como me lo hacían, con eso tendría bastante, por ahora.

Mi vida continuaba sometido por mi mujer y la verdad es que me encantaba esa forma de vivir. Jamás había disfrutado tanto del sexo, ser sometido por ella, estar atento a sus órdenes y caprichos, me excitaba enormemente y si no fuese porque llevaba puesto, durante todo el día, el cinturón de castidad, mi empalme habría sido brutal.

Desde el inicio de esta nueva relación, Ana cambió mucho, no solo de aspecto, ahora vestía más provocativa, se puso a dieta y acudía a diario al gimnasio, luciendo de esta manera un cuerpo espectacular. También cambio su forma de pensar y actuar. Su mente se volvió retorcida, siempre estaba maquinando que hacer conmigo, como disfrutar de mi sumisión. Cuando salíamos juntos, vestía de forma provocativa, para que los hombres la mirasen y dijesen cosas, para que me humillaran delante de ella.

.- Perrito, hace días que no tenemos fiesta y tengo muchas ganas. Esta tarde saldremos a cenar. Vamos a vestirnos

Nos vestimos, Ana se puso un diminuto tanga y una minifalda con vuelo, tan corta que dejaba ver su espectacular culo, arriba una simple blusa, abotonada hasta el nacimiento de sus tetas, sin sujetador, no lo necesitaba. Al  agacharse, se podrían ver sus negros y puntiagudos pezones. Estaba espectacular.

Por mi parte, además de los artilugios de siempre, plug anal y cinturón de castidad, me puse un pantalón y una camisa. Cuando estábamos listos y fuimos a salir.

.- Espera perrito, me colocó el collar

Obviamente no dije nada, supongo que tendría pensado hacer algo y no quería enfadarla. Nos dirigimos a las afueras de Madrid, al Cerro de los Angeles, a una zona plagada de maricones y tios que buscan follar o que se la mamen. Al parecer, Ana había leído en Internet que este era un lugar de encuentro gay.

Llegamos sobre las ocho, aún era muy de día ya que estábamos en verano. Aparcamos el coche y me ordeno bajar.

.- Ven perrito, que te pongo el collar

Me puso el collar y me llevó a dar una vuelta por los alrededores. No habia mucha gente, algunas familias con sus hijos jugando, chicos y chicas haciendo ejercicio. Ana comenzó a ascender hacia el cerro, por el lado donde los árboles son un poco más espesos. En este lugar, comenzamos a ver a tios solos, paseando, mirando a todas partes, como si buscasen algo.

.- Hemos llegado perrito. Desnúdate, me dijo

Obedeciéndola, me desnude del todo, dejando a la vista las cinchas del cinturón y mi polla presionada.

.- Ven, arrodíllate a mi lado

Hice lo que me dijo y nos quedamos un rato parados. Durante este rato, muchos tios pasaron por nuestro lado y se nos quedaban mirando, hasta que uno de ellos, un viejo de unos sesenta y cinco años, gordo y desagradable, se nos acercó.

.- Hola

.- Hola, le contestó Ana

.- es tu perro?

.- Si, es mi perrito

.- Parece bueno y obediente

.- Si lo es

.- Le tienes bien enseñado

.- Si, muy bien

.- Que sabe hacer

.- Hace de todo, pero depende del precio

¿Pensaba Ana prostituirme?, ¿pensaba sacar beneficios conmigo?. Yo creía que lo hacía por placer, por morbo, pero me equivoqué

.- Y cuanto por una mamada

.- Treinta euros si es hasta el final, veinte si te corres fuera de su boca

.- Mmmm, vale, toma los treinta euros

.- Perrito, ya sabes lo que hacer

El viejo se acercó a mi, alargué mis manos y las puse encima de su polla, comencé a frotarla mientras Ana se recostaba sobre un árbol y comenzaba a pasar su mano por encima de su falda, tocando su coño.

.- Sácamela y chúpala, que para eso he pagado

Desabroché el botón y la bragueta, bajé su pantalón y slip. Ante mi apareció una polla morcillona, inundada de pelo y con un fuerte olor a rancio, con unos grandes huevos que colgaban.

.- Venga perrito, empieza a mamar, me dijo Ana

Acerqué mi boca a la polla y comencé a pasar mi lengua por ella, no me gustaba su sabor, era desagradable y sucio, como si hiciese mucho tiempo que no se lavaba, hice una mueca de asco con mi cara y la aparté

.- Que la mames coño, me dijo el viejo

.- Perrito, no me hagas enfadar, quiero que se la mames, métetela en la boca y hazlo ya

A Ana no le podía decir que no, prefería pasarlo mal mamando esa polla a su castigo. Abrí mi boca y empecé a mamarla. Apliqué toda mi experiencia, esperando que el viejo se corriese pronto para que esto terminase de una vez.

.- MMMM que bien lo haces, más adentro, me decía el viejo, mientras empujaba su cuerpo hacía mi

.- Agarrale la cabeza y le follas, le dijo Ana

El viejo, haciendo lo que Ana le dijo, sujetó mi cabeza y comenzó a follarme la boca. Sus embestidas eran tremendas, sus huevos golpeaban con mi barbilla, su polla se enterraba más y más en mi garganta.

.- Ohhhh siiiiiiiiiii

No dejaba de bombear, mientras Ana había apartado la falda y se tocaba el coño directamente

.- Tienes un coño muy bonito, depilado, dijo mientras la miraba

.- Si, pero no está en venta, solo el perrito lo está

El viejo siguió follando mi boca, alternando embestidas profundas y fuertes, con algunas suaves, marcando el ritmo de la follada. Se notaba que tenía mucha experiencia y que tardaría mucho en correrse, para mi pesar.

.- MMM abre bien la boca

La abrí y metió su polla hasta el fondo, mis labios tocaban su barriga. La dejó un rato quieta, sin moverse, yo sentía como me taladraba la garganta, como mis babas inundaban mi boca, no podía tragarlas. Cuando por fin la sacó, un reguero de babas salió tras ella

.- Esto me encanta, dijo el viejo mientras veía como mis babas caían al suelo

.- Al perrito también le gusta, dijo Ana

Volvió a meter su polla en la boca y comenzó una nueva follada. Habían pasado muchos minutos desde que comenzamos y algunos curiosos nos rodearon, observaban como follaban mi boca, como Ana se masturbaba ya descaradamente con una mano, mientras la otra sujetaba la cadena.

.- El que quiera, ahhhhhhh, puede hacerlo también, ahhhhhhh

Ana me ofrecia mientras se masturbaba y gozaba de la visión de verme rodeado de tios que tocaban sus pollas por encima del pantalón.

.- Ahhhh. Mamada con ahhhhh corrida en la boca, treinta euros. Follada de culo, mmmmmm, cincuenta euros mmmmmm

Uno de ellos, por suerte joven, dijo

.- Yo quiero follar su culo, sin condon

Ana se quedó un momento pensativa, sin dejar de masturbar su coño, miró al chico y le vio buena pinta, pensó que sería limpio

.- Vale, sin condon

El chico, sacando su polla

.- Crees que podré meter esto en su culo

Como pude giré mi cabeza, con la polla del viejo aún en la boca, y miré su polla, era enorme, nunca antes había visto una así. Ana abrió los ojos como platos, la polla del chico la había impresionado.

.- Jamás he visto una así, es enorme, pero creo que si podrás, verdad perrito

Yo hice un gesto afirmativo con la cabeza, el viejo no me sacaba la polla de la boca ni un solo momento, las mandíbulas me dolían de mamársela, las rodillas de estar en el suelo comenzaron a enrojecerse, pero quería esa polla en mi culo, moría por tenerla dentro.

.- Perrito, ponte a cuatro patas, me dijo Ana

Rápidamente me puse en posición, el chico se acercó con la polla en la mano, la acercó a mi ano y el chico metió su polla de un solo empujón dentro de mi culo, el dolor era terrible. Tuve que sacar la polla del viejo de mi boca

.- Ayyyyyyyyyyyy

.- Te ha dolido perrito, dijo Ana si dejar de masturbarse

El chico comenzó a follarme sin piedad, metía y sacaba su polla como si nunca hubiese follado, como si fuese la última vez que lo haría. El viejo volvió a meter su polla en mi boca.

.- Vamos, sigue mamando que para eso he pagado

.- Si perrito , no hay que defraudar al cliente

Ahora estaba siendo follado por la boca y el culo, las dos pollas lo hacían sin piedad

.- Mmmm asiiii dadle fuerte que le gusta, decía Ana

Los que nos rodeaban, ya con sus pollas fuera, comenzaron a masturbarse ante el espectáculo que se les mostraba

.- Correte dentro de su culo, dijo Ana, que le encanta

El viejo y el joven, acompasaron sus embestidas, metiendo y sacando sus pollas a la vez. Mis fuerzas comenzaban a escasear, no aguantaría mucho más en esa posición, las rodillas me dolían enormemente y la boca ya ni la sentía.

.- Ufffff me voy a correrrrrrrr, dijo el viejo

.- Siiiiii correteeee en su boca, dijo Ana

Con grandes embestidas, descargó toda su leche al fondo de mi garganta.

.- Ahhhhhhhhhhhhhh

Me inundó la boca de leche, debía hacer tiempo que no se corría y tenía una gran cantidad acumulada. Tuve dificultad en tragármela toda, por la comisura de mis labios, se escapaban gotas de semen. Ana dejño de masturbarse un momento y se acercó, puso su mano debajo de mi barbilla y fue recogiendo el semen que caía

.- mmmm perrito, que rico, no hay que desperdiciar nada

El viejo seguía con la polla dentro de mi boca, no la sacó hasta que no descargó la última y gota y se la deje bien limpia

.- Buffff ha estado genial, dijo apartándose a un lado

Ana, con la mano pringada del semen del viejo, la acercó a mi boca

.- Perrito, limpia mi mano

Comencé a lamer su mano, con mi lengua recogía el semen que había caído y lo tragaba

.- Joder, como le gusta la leche, decía el viejo

,. Le encanta, dijo Ana

Todo esto ocurrió mientras me follaban el culo, el chico no había parado de hacerlo durante todo el rato.

.- Espero veros más veces por aquí

.- Tu quieres volver perrito?

.- Mmmmmm siiiiiiiiii

Ana se giró y vio a los chicos que se masturbaban

.- Chicos, si queréis podéis correros encima del perrito

La follada del chico era tremenda, era incansable, a pesar de la fuerza con la que empujaba, no dejaba de follarme. Los tios que había alrededor, se fueron acercando a mí con sus pollas en la mano, comenzaron a masturbarse encima de mi cuerpo, apuntando a mi espalda, mi cabeza, mi cuello. Uno tras otro comenzaron a correrse, su leche se esparcía por todo mi cuerpo, dejándome completamente inundado. Ana, se acercó nuevamente y con sus manos, fue recogiendo la leche. Si algo le gustaba era ver como yo la tragaba.

Con sus manos empapadas y llenas de semen, se acercó a mi boca

.- Venga perrito, come

Una vez más, saqué mi lengua y comencé a lamer su mano, recogiendo todo el semen acumulado. Las embestidas del chico en mi culo, se hicieron aún más intensas, claro síntoma de que su corrida sería inminente.

.- Ahhhhhhhh me corrooooooooooooo

De un fuerte empujón, metió su gran polla al fondo de mi ano y se corrió dentro

.- mmmmm siiiiiiiiiiiiii, dije apartando un momento la boca de las manos de Ana

El chico sacó su polla de mi culo y Ana se acercó a mirar

.- Uauuuu que grandísimo agujero perrito

Mi culo, inundado de semen del chico, apareció abierto y rojo ante los ojos de Ana

.- Me encanta perrito, me gusta ver tu culo así. Creo que volveremos a vernos pronto, le dijo al chico. Sacó el teléfono y le hico una foto

Yo seguía a cuatro patas, no podía moverme, estaba sin fuerzas.

.- Chicos, porque no acercáis vuestras pollas a su boca, que las limpie bien

Así, uno tras otro pasaron su polla por mi boca, yo lamia y chupaba cada una de ellas hasta dejarlas bien limpias.

Cuando todos terminaron, Ana pidió el teléfono al chico que había follado mi culo. Nos vestimos y volvimos a casa. Yo reventado, con las rodillas y el culo doloridos, la mandíbula desencajada de mamar la polla del viejo, pero muy contento por haber complacido a Ana.

.- Hoy no te has corrido perrito, por lo bien que te has portado, en casa tendrás un premio

Cuando llegamos, Ana me indicó que me desnudase, me quitó el cinturón y comenzó a mamar mi polla. No duré ni dos minutos, me corrí enseguida

.- Ves perrito porque no quiero tu polla, te corres enseguida. Tendré que llamar al chico de la polla gorda para que me folle.

Esta será otra historia.

Agradecería comentarios

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