Primera vez

Mi maestra me cacha masturbandosé en su escritorio.

MI PRIMERA VEZ.

Hola, soy nuevo en esto y espero les guste mi pequeño relato. Este puede o no ser inventado, completamente real o exagerado en algunos detalles, disfrútenlo

Era estudiante de primaria, ya sabía lo que era masturbarse a la edad de 13 años y lo disfrutaba, conseguía películas y revistas que me ayudaban a desfogarme en mis ratos de soledad en casa.

Ya próximos a terminar el sexto grado, ensayábamos el baile de salida, un vals cada día de la semana pero en una ocasión yo me empecé a sentir mal de un fuerte dolor de cabeza, creo por el calor que hacía y la maestra me dejo descansar en lo que los demás ensayaban el baile.

Mi maestra de sexto grado era una joven como de 25 o 28 años que, como a muchos, me gustaba y es que en repetidas ocasiones buscaba verle su escote porque simulaba unas tetas grandes y sabrosas.

Estando solo en el salón, se me empezó a quitar el dolor de cabeza, gracias también al agua que tomaba pues me la llevaba con el lunch. Me encontraba solo y decidí urgar en la bolsa de mi maestra, ella se llama Silvana, pero no encontré más que papeles y pinturas de mujer. Sentado en su escritorio y con las cortinas cerradas comencé a oler el asiento que ella ocupaba y olía a su perfume, como de maderas y cítricos, una combinación que me fascinaba y comencé a masturbarme.

Estaba yo apenas comenzando a mis labores manuales cuando se abrió la puerta y apareció Silvana con su vestido azul y detalles de flores. Un millón de cosas me pasaron por la mente menos lo que iba a ocurrir

  • Veo que ya no te sientes tan mal.

  • Maestra… disculpe… yo…- balbuce mientras intentaba guardarme la polla.

Ella me llevaba unas pastillas para el dolor pero por alguna razón no dejo de mirarme mi pequeña polla que se disminuyo por el susto

  • No te preocupes, es normal que a tu edad hagas esas cosas. Yo lo hacía, incluso desde más pequeña.

Me quede sorprendido y como siempre que se acercaba, dirigí mi mirada a sus fabulosos pechos.

  • Te gustan, ¿verdad?

Ella se bajo el escote y saco del sostén blanco sus pechos jugosos, quede pasmado. Después ella tomo mi pene y dijo que le besara las tetas. Yo no dude y en menos de 5 minutos ya me corría en su mano.

Cuando termine, ella se llevo su mano con mi semen a su boca y limpió todo de su mano.

  • Esto es entre nosotros y me debes una.-

Ella salio y me dejo las pastillas junto con un pañuelo desechable en el escritorio.

Después de ese día volvimos a encontrarnos