Primera Sesión de adoración de culo

Necesito tu ayuda y creo que tendrás la oportunidad de tu vida. He notado como observas mi cola y se que te gustaría adorarla. ¿Te gustaría ser mi esclavo? ¡Piénsalo bien por luego no hay marcha atrás!

Ponte ahí, completamente inmóvil, en silencio. Mantente de rodillas y no te atrevas a moverte ni un milímetro. Si lo haces, te azotaré con toda mi fuerza en el rostro y te aseguro que esta dejará de ser una grata experiencia para ti.

Quiero que observes mi culo detenidamente y no quiero que pienses en nada más, nada en absoluto. Solo quiero que enfoques tu mente en el eco de estas palabras mientras vas leyendo. Observa cada una de mis nalgas. Están ahí, frente a ti, para que  detalles cada una, para que identifiques los detalles en su piel, para que notes su volumen y la convexidad hermosa que las hace turgentes, juveniles. Observa e intenta comprender la tonalidad, ¿soy blanca? ¿soy morena? ¿De dónde soy? ¿Ya pudiste notar cómo la piel se va haciendo más clara mientras observas hacia mis genitales?

Yo voy posar para ti. Mientras sigues ahí, de rodillas en el piso, obediente, lentamente me acomodaré al borde de la silla en la que estoy sentada. Quiero sentarme sobre mis pantorrillas apoyadas sobre el borde de la silla, dándote la espalda y dejando las plantas de mis pies a pocos centímetros de tu boca. Frente a ti tienes ahora, a unos 10 centímetros de tus ojos, mi coño y mi culo apenas cubiertos por un trozo de tela que llega hasta el comienzo de mi coño y que después se convierte en un delicado hilo que pasa sutilmente sobre mi ano, apenas tapando su apertura.

¿Estás viendo lo rico que es? ¿ves cómo por la tela de la panty va forrando  mi vulva, imprimiéndole una forma de bollo? Ahí dentro esta mi vulva mojada pero aun no la puedes ver; apenas puedes imaginarla. ¡Piensa! ¿Cómo serán mis labios? Los tendré grandes y carnosos o delicados y sutiles? ¿Te imaginas que sean grades y carnosos, una cresta de color moreno cubierta de mi flujo, o será mas bien una pequeña flor rosada, glaseada por la untuosidad de mi vagina? ¿Estás notando las arrugas de mi esfínter? Mira como los pliegues convergen hacia el centro de la tela, dandole a mi ojete la apariencia una flor.

Puedo decirte que mi coño es exquisito y mi culo también lo es. Mi Tio Alejandro se vuelve loco cuando lo tiene cerca de él. Yo se lo enseño a propósito, pero me hago la desentendida porque me gusta sorprenderlo observándome libidinosamente. Mi Tio me mira como me estás mirando tú ahora mismo. Puedo leer sus ojos el mismo deseo que ahora leo en los tuyos.

Sin embargo puedo decirte que mi tío disfruta mas oliéndolo que viéndolo. ¿Sabes qué le gusta hacer a mi tío cuando cree que nadie lo está viendo? Le gusta buscar en el cesto de mi ropa sucia. Hurga allí hasta encontrar  mis bragas y mis medias. En muchas ocasiones lo he visto acostado sobre mi cama con las bragas en su rostro, olfateándolas con los ojos cerrados mientras con la otra mano se aprieta su paquete.

Él cree que yo no lo sospecho y que no me dio cuenta, pero sé que mi tío está demente por mi, por mi culo, por mis pies, por mi vagina. Se que prefiere oler las bragas que están más sucias y he visto cómo restriega por su cara la parte de la tela que está más manchada, más llena de residuos, como intentando untar la piel de su rostro con ese aroma. Con él fue que descubrí que a ustedes, los hombres, los vuelve locos el olor de un trasero femenino.

Bueno, a ti te va gustar mi olor. ¡Anda! ¡Acércate! Respira lentamente. ¿Sientes esa tibieza en tu rostro? Ese es el calorcito entre mis piernas que ahora va calentando tu nariz. ¡Huele! ¡Acércate más! Ahora tienes tus fosa nasales a un centímetro de mi chocho. Tus ojos ahora están justo sobre mi culo. ¿Lo puedes detallar mejor ahora? Ya se comienza a notar cómo la tela está húmeda, ¿no es así? ¿Ves cómo me palpita?

Ahora quiero que te imagines cómo está la tela manchada por dentro. ¿Será un rastro blanquecino apenas o habrán destellos de tonalidades ocre? Quiero que pienses en que esas bragas estuvieron hoy expuestas a todo el flujo que ha salido de mi vagina, a todo el sudor que se ha concentrado en mis genitales y a todos los restos que han podido salir de mi ano. La mezcla de todo lo que hoy he secretado desde la mañana es la sustancia que ahora impregna el pedazo de tela que hay frente a ti y que te inunda de su fragancia de tu nariz, hasta dejarte el perfume de mi culo inscrito a láser en el mármol de tu mente. ¡Huéleme bien porque no quiero olvides jamás este olor! ¡Vamos! ¡Inspira profundamente!

Ese olor es el perfume que suele atraer a mi tío. He notado cómo, apenas percibo que  entre mis piernas se expele ese mismo olor que ahora tu degustas, mi tío aparece de inmediato e intenta acercarse a mí. Es como instintivo. Yo ya sé cuál es la manera más sencilla de dejarlo que se deleite un buen rato sin que él se percate de lo estoy observando. Es cuando estoy en la sala viendo tele. De hecho, ya tengo bien condicionado a mi tío a una rutina bastante regular, que voy cambiando poco a poco de acuerdo a mi capricho. ¿Quieres saber cuál es? Yo llego a casa luego de las 5 de la tarde, después de haber estado en la calle desde la mañana. A esa hora suelo estar en ropa deportiva, así que entro a casa, saludo y paso de inmediato a mi habitación. Me quito lo que llevo puesto y me pongo la ropita de estar en casa. Esos pantaloncillos de tela que cubren hasta las nalgas y que muchas veces rematan con unos encajes muy coquetos, de esos que se usan sin ropa interior. Me cubro el torso apenas con una camiseta y salgo a tirarme en el sofá de la casa y enciendo la tele. Con desparpajo me tumbo de lado y me pongo de cuclillas mientras veo la tele y a los pocos minuto puedo ver cómo mi tío entra a la sala a sentarse a ver televisión sentado en la butaca de enfrente.

Sé que mi olor le encanta. Se queda ahí en silencio pretendiendo hacerme creer que está viendo la tele conmigo, pero en realidad está observando mi culo y deseándolo. Mi tío es un pervertido igual que tú. ¿No te da un poco de vergüenza que sientas tanto placer por olerle el culo a una mujer? ¡Si supieras todo lo que a veces recibe esa tela te sorprenderías! ¡No sé seguirías oliendo con tanto deleite mi culo!

Yo creo que mi tío tampoco se imagina dónde ha estado muy chocho y mi culo. Todos piensan que soy muy recatada y no se imaginan de lo que soy capaz. Pero ahora tu si te lo vas a imaginar. Vas a imaginarte en todos los lugares que mis genitales pudieron haber estado hoy. Vas a imaginarte como las gotas de sudor se iban expeliendo entre los poros de mi piel mientras hacia ejercicio. ¿Notas ese olor? Quiero que también pienses en que está mañana me encontré a solas con mi profesor y eso me hizo poner muy caliente. En ese momento en que estuvimos juntos me mojé mucho y todo ese flujo fue a parar a mi braga. Yo no sé que fue lo que hizo mi profesor para lograr ese efecto en mí. Ahora cada vez que estoy a solas con él me mojo de inmediato y la vulva se me convierte en un pozo. Ya me tiene condicionada el muy desgraciado; debo aceptarlo. ¡Él lo sabe! Cuando se da cuenta de que ya estoy cachonda se acerca a mí y me dice al oido “eres mi perra” y a mi eso me indigna tanto, pero también me obsesiona. ¡El desgraciado ese me trata como una puta y a mí me excita! ¡Eso es el colmo!

Nadie se imagina que él me trata así, que me domina de esa manera. ¡Si supieran cómo me deja el chocho! ¿Ahora si notas como lo tengo un poquito hinchado? ¡Ay lo siento! ¿Pensabas qué era virgen de la cola? No, nada que ver, no lo soy. Hoy el profe me dio muy duro por la vagina y por el ano y por eso están así como inflamados. De hecho aun siento que me palpitan. ¿Si lo notas? ¿Estás viendo cómo palpita mi colita debajo del hilo? ¿Pensabas que palpitaba porque tu me tenias excitada? ¡Te equivocas! Palpita porque el profe de dio una folladota sin piedad y su enorme pene entró y salió tantas veces de mi culo que ahora lo tengo hinchado y palpitando y necesito a alguien que me cure mi culito.

Por eso estas tú a aquí, para que me consientas la cola que mi profesor me dejó adolorida. Tu me la vas a frotar con tu lengua, con mucha delicadeza, porque si me llega a doler entonces te voy a abofetear tan fuertemente que vas a gemir y entonces tu vas a ser la perra, ¿tu no quieres ser una perra, verdad?

Ahora voy a correr el hilo para que mi culito quede completamente expuesto a ti. Ahora sí, ¿lo puedes ver? Mira como me lo dejo el profe. ¿Lo tengo rojito? ¿Puedes ver si me lo reventó o no le pasó nada? Es que el orgasmo fue tan intenso que yo aun lo tengo como anestesiado y no me he revisado  a ver cómo me quedó la cola. Me da un poco de miedo porque la otra vez me la reventó toda.

Ahora que lo pienso ni me he lavado. Lo siento por ti. Vine directo a verte y no me dio tiempo de pasar por una ducha. Lo siento mucho, realmente, pero sabes lo que eso significa, ¿verdad? Ese olor que te tiene tan excitado también es la mezcla de la leche de mi profesor que quedó por doquier hace apenas unas horas y que ahora tu tendrás que ayudarme a limpiar con tu lengua mientras me chupas todo mi culito hinchado.