Primera relación sexual con un chico

Tras ver en un canal de TV. varios anuncios de contactos, decido mandar un sms en el que busco chico para hacerle una mamada, un chico responde a mi sms y quedamos para tener sexo, hago la primera mamada y soy cogido como una chica.

Me llamo Javier, soy un chico de 32años, de Alicante (España), casado desde hace 2 años y bisexual desde hace 8 años aproximadamente.

Físicamente soy moreno de pelo, 175cm, 75k y guapete de cara.

El relato que escribo a continuación me sucedió con 24 años mas o menos, fue mi primera relación sexual con un chico.

Por aquel entonces yo lo había dejado con una chica así que como se suele decir, estaba soltero y sin compromiso.

Desde hacía un tiempo tenía el gusanillo de estar con un tío, de tocar un pene que no fuese el mío, de metérmelo en la boca y mamarlo. En ocasiones, durante la ducha me introducía objetos por el ano (dedos, bolígrafos e incluso mango de un destornillador) pero nunca me había planteado en serio el buscar esa relación.

Un sábado por la noche, estaba en casa (vivía en un piso compartido) y me quedé solo viendo una película en la TV. Al terminar la película, comencé a hacer zaping, pasando de un canal a otro viendo una serie de uno y un programa de otro. En uno de estos repasos por todo el abanico de canales vi un canal de estos provinciales en los que la gente envía un sms a la TV, buscando amigos, sexo, pareja, etc.

Comencé a leer varios de los mensajes, muchos eran de chicos que buscaban a otros chicos para sexo. Me estaba excitado imaginando el tener sexo con alguno de esos tipos. Después de un rato viendo las imágenes de sexo y los mensajes que salían, me propuse mandar un sms o a ver si eso funcionaba o era solo un sacadineros.

Así que escribí en el móvil: “Chico bisex de 32a busca chico para hacerle una mamada”. y le dí a enviar al número que aparecía en pantalla. A los pocos min. apareció mi mensaje en pantalla, me entró un poco de nervios, por no saber el resultado de este acto. Pero a los pocos segundos mi móvil comenzó a sonar por la entrada de múltiples llamadas y mensajes. Corté la llamada que entraba en ese momento, pues no sabía muy bien ni que decir, el móvil marcaba varias llamadas perdidas y varios mensajes del tipo: “llamame, tengo sitio”, “como eres”, “tengo 20 cm. Esperándote”.

Me quedé asombrado de la cantidad de gente que había buscando sexo en esos canales de TV.

Entonces me entró otra llamada, dudé un momento paro decidí descolgar.

Era un chico de 29 años, se llamaba Carlos, vivía en el centro de Alicante, me dijo que había leído mi mensaje en TV y me preguntó como era. Le dí mis medidas:175cm, 75kg, moreno de pelo y guapete de cara (o eso me dicen). Le pedí las suyas, me dijo 180cm, 80kg, castaño. Me preguntó que quería hacer, le dije que me gustaría probar a hacer una mamada, que nunca había hecho una, pero que la haría con preservativo. Aceptó y me preguntó que si tenía sitio, le dije que no, que vivía en un piso compartido con otros dos chicos. El también vivía en un piso compartido, así que me dijo de quedar en el castillo de san Fernando, (es una zona que está en el norte de la ciudad, y hay un pequeño bosque). Yo acepté.

Al colgar, estaba nervioso, no sabía si el tío era legal, si era un macarra, un salido depravado, un tipo de esos que dan palizas a los maricones, etc. pero a pesar de las dudas decidí arriesgarme e ir a mi cita, pero antes tenía que prepararme, así que me fui al baño, me duché,me lavé bien los dientes y me enjuagué la boca, me puse ropa cómoda, cogí varios preservativos y me fui en busca de mi primera relación homosexual.

Sabía que si salía de casa recordaría este echo toda mi vida, pasaría a ser un “maricón”, pero también sabía que llevaba mucho tiempo con la idea de tener una experiencia como esa y si no acudía a mi cita, seguiría con el gusanillo de probar el sexo con un tío, así que salí de casa.

Llegué al sitio indicado, no veía a nadie, di una vuelta mirando por la calle para ver si veía a alguien acercarse o alejarse pero no veía a nadie. Me dije, le doy 10 min. Eran las 1:30h de la madrugada, entonces escuché un silbido miré hacia arriba y alguien bajaba por las escaleras que conducen al castillo. Me preguntó que si era Javier, le dije que sí, me dijo que era Carlos y me hizo un gesto con la mano para que le siguiera. Comencé a subir escaleras, estaba nervioso y algo asustado, no sabia que me esperaba allí arriba.

El chico era joven, cuerpo atlético, pelo corto castaño.

Al subir me estaba esperando, nos saludamos formalmente y me indicó que le siguiera a una zona en la que estaríamos mas tranquilos, le pregunté que si no nos vería alguien. Yo nunca había practicado sexo en la calle, y desde luego nunca con un chico y la idea de hacer una mamada en la calle no era algo que me diera mucha confianza. El me aseguró que no, que se había dado una vuelta al llegar y no había visto a nadie. Me llevó a una zona alejada de la luz de la farola que había al subir las escaleras, estábamos rodeados de pinos, y resguardados por una tapia de piedra que formaba parte de aquel bosque.

Se paró, se giró y me miró, me dijo que era muy guapo realmente, sonreí tontamente y le agradecí el piropo. Me cogió de la mano y me acercó hacia el, me sentí como una chica que va a tener su primera relación sexual, yo era la chica de la pareja. El se acercó hacia mi y me besó, me quedé inmóvil, era la primera vez que me besaba un chico, me volvió a besar, esta vez abriéndose paso con su lengua a través de mi boca, la cual yo abrí dejándole paso, su lengua recorrió cada rincón de mi boca, se entrelazaba con mi lengua, mordía mis labios con pasión. Me cogío por la cintura y me pegó hacia el y siguió besándome con más pasión aún, bajó sus manos lentamente desde mi cintura hasta posarlas en mis nalgas las cual comenzó a masajear y pellizcar proporcionándome un enorme placer hasta ese momento inimaginable para mi.

Yo estaba excitado y asombrado, no me esperaba ese placer tan inmenso al ser besado y sobado por un chico y de pronto me invadió la sensación de que eso no estaba bien, que no debería estar teniendo sexo con tío, pero enseguida me relajé y me dije que si estaba disfrutando de la esa manera por que dudar de si era bueno o malo para mi, o se si estaba bien o mal, pues estaba claro que era muy muy bueno y entonces dejándome llevar puse mis manos sobre su pecho y comencé a masajearlo y seguí bajando mis manos hasta su vientre dándole un masaje que el bulto de su entre-pierna me estaba diciendo que le estaba gustando y mucho, así que seguí bajando hasta llegar a acariciar ese bulto por fuera del pantalón.

Desabroché el botón del pantalón y bajé la cremallera para rápidamente meter mi mano y tocar su pene por encima del calzoncillo, era más largo que el mío, deberían ser 18cm mas o menos, estaba duro como una piedra y se notaba una mancha húmeda a través del calzoncillo. Metí mi mano por la goma del calzoncillo y pude tocar ese pene caliente, duro, húmedo, era el primero que tocaba a parte del mío. El dejó de besarme para dar un gran suspiro de placer y decirme lo mucho que le gustaba lo que le hacía y rápidamente se bajó los pantalones y calzoncillos hasta los tobillos.

Pude ver su pene totalmente erecto tocando con el glande el ombligo, dos huevos no muy peludos colgaban de la base del pene y una cabezota roja asomaba a través del prepucio. Retiré completamente la piel que lo cubría y comencé a acariciar suavemente con mis dedos todo su pene, y con la otra comencé a acariciar los testículos hasta el ano, pero sin llegar a hacer ningún tipo de presión. Cogí el pene con toda la mano y comencé a pajear lentamente, el se echó hacia atrás, apoyándose en el muro de piedra, cerrando los ojos y suspirando del placer que le estaba proporcionando. Yo estaba super excitado y disfrutando de mi primera paja a otro pene que no fuera el mío, el puso sus manos sobre mis hombros, yo me acerqué para besarle, pero el me empujó hacia abajo hasta hacerme poner de rodillas y quedarme de frente a su aparato.

Le miré y le advertí que tenía que ser con preservativo, el asintió y yo saqué un preservativo de la cartera, lo desenvolví y se lo coloqué. Cogí el pene por la base y comencé a lamerlo como si un helado se tratara. Quería disfrutar de se momento, lamí varias veces, notando el sabor del latex y la rugosidad del pene, las venas, el capullo,etc. EL puso sus manos en mi cabeza y comenzó a presionarme levemente hacia su pene, y me dijo “cómetelo entero” no pudiendo resistirme abrí mi boca y me metí ese pedazo de carne dentro, cerré los labios y comencé lentamente a hacerle una mamada, mi primera mamada.

Aceleré el ritmo al tiempo que le tocaba los huevos y acariciaba el ano, el comenzó a gemir y a decir que “que bien la chupaba” y “que gusto le estaba dando”. Yo disfrutaba de tener toda la boca llena de ese pedazo de carne, ese olor a sexo, a semen, a látex me tenía a mil.

A los pocos min. de estar mamándosela, me separó del pene y me tiró de mi hacia arriba, me levanté y lo besé, pasándole a través de mi boca el sabor a látex y sexo. Nuestras lenguas se entrelazaron repetidamente y recorrían la boca del otro. Entonces se separó y cogiéndome de la cintura me giró, no me dijo nada, sus manos pasaron a mi vientre y enseguida noté que mi pantalón se aflojaba y un seg. mas tarde noté como bajaba por mis piernas , seguido de mis calzoncillos. Yo no dije nada, me quedé callado y sorprendido pues no me esperaba eso. Sus manos volvieron a mi cintura y enseguida me atrajeron hacia el, notando su pene caliente en mis nalgas, separándolas haciendo que su pene se metiera entre ellas, yo seguía sin saber que hacer, no me había plateado el ser penetrado pero todo esto me estaba resultando muy placentero, más de lo que había imaginado.

Se incorporó y nos giramos, quedando yo de frente a la tapia de piedra, me susurró que me apoyara en la pared, yo obedecí, apoyé ambas manos en la pared de piedra, sabía como lo tenía que hacer, sabía que tenía que sacar el culo para dejárselo a su antojo, y eso hice, arquee la espalda, separé las piernas todo lo que me permitieron los pantalones, dejando mi culo a su disposición. Presionó su pene contra mis nalgas, se separó y me dio una palmada en la nalga, me gustó y un pequeño gemido salió de mi boca, se volvió a acercar y noté la presión de su pene buscando la entrada a mi interior, se volvió a separar y me volvió a palmear, volví a gemir , me estaba volviendo a poner a mil, volvió a presionarme con su capullo en mi ano, pero este se resistía a ser penetrado, le pedí que me lubricara con saliva, se volvió a separar, se llevó la mano a la boca y volvió con su dedo ensalivado, el cual pasó por mi ano lubricándolo, luego presionó introduciéndomelo poco a poco.

Moví ligeramente el culo para facilitar la entrada hasta que noté el resto de los dedos presionando en las nalgas, me preguntó: “¿Que tal?”, le dije que estaba en la gloria, a lo que me respondió que era una chica muy mala. Ese comentario me excitó bastante, pues aunque nunca me había imaginado como a una chica, esa noche si que me había dado cuenta varias veces que mi papel y mi comportamiento en esa relación era el de una chica, el de una chica mala.

Sacó el dedo lentamente y lo llevó a mi boca, me lo introdujo y lo chupé, lo ensalivé y el volvió a introducirlo lentamente por mi ano, luego comenzó un movimiento de mete-saca que hizo que me entrara un temblor de piernas que casi me caigo, nunca había recibido un placer igual.

Después de varias repeticiones, sacó el dedo, se cogió el pene mientras con la otra mano abría mi nalga izq. y puso su glande en mi ano, le echó saliva a la punta y presionó, noté como se abría paso, me dolía, pero al mismo tiempo me gustaba y excitaba, puse el pie izq. apoyado en una piedra para facilitar la penetración. Comencé a emitir un pequeño y suave gruñido de dolor y placer, el siguió presionando hasta introducir el capullo en mi interior , entonces ambos nos relajamos, permanecimos unos seg. inmóviles, a continuación siguió presionando hasta notar sus testículos en mis nalgas, se acercó al oído y me dijolo mucho que le gustaba estar en mi interior. Yo solamente suspiré, y enseguida el comenzó a moverse poco a poco hacia adelante y hacia atrás, pequeños y lentos movimientos que me estaban dando un gran placer. Fue aumentando la embestidas cada vez mas largas, notaba el glande a la entrada de mi ano y luego lentamente iba hacia adelante hasta notar sus testículos presionando mis nalgas. Fue aumentando la velocidad de las embestidas hasta coger un ritmo que me pensé que mi iva a correr del gusto que me producía su pene al entrar y salir de mi. Comencé a pajearme intensamente y al min. tuve la corrida mas intensa de mi vida, tensé mi espalda y piernas mientras varios chorros de semen salian disparados hacia la pared de piedras. Al min. el se tensó y se quedó quieto, terminando dentro de mi, permaneció quieto varios segundos y luego comenzó a sacarla lentamente, me acarició el culo y me dijo que había sido uno delos mejores polvos que habia echado, me giré mirándolo y le dije que me alegraba, y que para mí había sido sin duda un inicio bisexual inmejorable.

Nos limpiamos, nos vestimos y bajamos juntos las escaleras que nos llevaban a la avenida principal, donde nos despedimos y cada uno tomó una dirección.

Después de este inicio en la bisexualidad, he tenido otras relaciones con chicos que ya les contaré en otros relatos.

Espero sus comentarios para poder mejorar en mis relatos.