Primera infidelidad...
Mi nombre es Marian, soy bisexual, Venezolana. Borré mi anterior cuenta y con ellos mis relatos que volveré a publicar pronto. Pensé que la primera infidelidad siempre dolía no? Resulta ser que la mía fue todo lo contrario. Este relato fue algo reciente, hoy cumple un mes nuestro primer encuentro.
La primera infidelidad es la más difícil no? Así dicen, en cambio para mi, fue la experiencia más placenter del mundo, como comenzó? Fácil!!.
Hace unos meses atrás conocí a un chico, mucho mayor que yo, como siempre me han gustado. Yo a penas tengo 19 y él ya es un hombre maduro de unos 39 años, siempre me han gustado los hombres gordos, me fascinan de una manera loca. Resulta que comencé a hablar con él a diario y a conocernos por Whatsapp, obviamente ya nos conocíamos porque vivíamos cerca, pero por razones mayores no nos habíamos visto más...
De un momento a otro nuestra conversación pasó de ser algo inocente a ser cargada de erotismo, el 10 de Julio se cumple un mes desde que me enojé con mi novio por sus celos, ¿Irónico, no? Jajajaja. El caso es que a mi papá se le dañó el carro, el siempre me lleva a la universidad y se me complicaba mucho el irme, llamé a Dan, así se llama. Para saber si me podría hacer el favor, con todo el gusto del mundo, aceptó pero me dijo que quería compartir conmigo por lo menos dos horas para ver si lograbamos a hacer todo lo que platicabamos a escondidas de mi novio. Accedí porque el chico me enloquecia, me gustaba, recordando que mi novio estaba enojada y mis últimas veces con él, accedí con más ahínco.
Llegó la hora de ir a la universidad y mi papá había reparado el carro, me dijo que me llevaría, tuve que llamar a Dan para cancelar y por pena más que todo, les pedí el favor de que me fuera a buscar al salir si quería, me preguntó a que hora salía y le dije que suponía que a las 4...
Mi papá me dejó en la universidad, me senté a hablar con mis amigas mientras reíamos, escuché mi teléfono sonar, se me había pasado el tiempo y eran las 4:00pm, era Dan.
-Ya saliste?
- No me había fijado en la hora, tenía clases a las 2:00pm, si el profesor no ha llegado es que ya no viene.
-Voy por ti?
-Bueno, ven.
-Pero quiero pasar por lo menos unas horas a tu lado.
-Le daré una excusa a mi mamá y te daré dos horas.
Salí de donde me había ido a atender el teléfono, le comenté la situación a mis amigas más cercanas, todas me alentaron, les dije que estuviesen pendiente por si llegaba y salí a llamar a mi mamá.
Luego de 2 tonos atendió
-Mami, un amigo me hará el favor de llevarme a casa de mi abuela pero necesita que lo acompañe a hacer una diligencia antes.
-Está bien hija.
Vi varios mensajes de mi novio y entró una llamada de Dan, decía que estaba afuera, me despedí de mis amigas y cuando salí estaba un carro rojo, me monté detrás, venía con su hermano y permanecimos callados hasta llegar a su casa, su hermano se fue y nos dejó a ambos solos, él abrió la puerta del carro y luego la de la casa para mi, si bien no habíamos entrado muy bien, ya Dan me estaba dando un beso, con tanta pasión que nunca me habían besado así, sus labios se movían al compás de los míos, nuestros cuerpos se iban pegando cada vez más y comencé a sentir su erección rozando con mi cadera, me pidió que me sentara en su cama a esperarlo mientras hacía algo, que me pusiera cómoda y lo esperara, se dio la vuelta y salió, me quité los zapatos y me acosté en la cama, en serio había quedado muy excitada con su tacto, sus besos, sus caricias, me quité mi sujetador y lo puse a los pies de la cama, comencé a jugar en mi móvil, no había pasado mucho cuando escuché la puerta abrirse, voltee y era él con una toalla alrededor de la cintura, eso me excitó de sobre manera, cerró la puerta y apagó la luz, se acostó a mi lado y siguió basándome, mi ropa voló una prenda por cada parte mientras sus manos me recorrían como asegurándose que todo fuera real, no dejaba de besar mis labios y de un momento a otro ya no estaba a mi lado, sentí como unas manos separaban mis piernas y una lengua invadía mi entrepiernas, me retorcía de placer y él no dejaba de introducir su lengua dentro de mi vagina, lamia, chupaba, succionaba, era tan jodidamente rico, le pedí, le supliqué que parara, lo hizo y se acostó, tomé el control de la situación y comencé a hacerle una mamada, él no paraba de gemir, no aguanté y me monté arriba de él, me rozaba con su pene sin llegar a penetrarme, ni yo lo soportaba, de un momento a otro, lo acomodé y de una sola estocada lo introduje dentro de mi, me dolió porque soy estrecha pero no hubo una sensación mejor que esa en mis jodidos 19 años de vida, me salí y volví a ensaltarme como unas 6 veces y paré, le coloqué un preservativo y volví a lo mismo, la penetración fue dolorosamente placentera, comencé a mover mis caderas y aunque mi movimiento era rápido, sentía que quería más, que lo necesitaba mucho más dentro, no quería que se saliera, era tan placentero lo que estaba sintiendo, en uno de mis movimientos, al ser tan brusco, se salió.
-ponte en 4, te voy a reventar.
-Si papi!!! Si!!!, haz que me corra!!.
Me coloqué en 4, con la cabeza apoyada del colchón y sentí como volvía a penetrarme, me penetraba fuerte y rápido, estaba enloquecida, no sabría contar cuántos orgasmos tuve en ese momento, al cansarnos de la posición, me acosté y le dije que se pusiera arriba, se puso sobre de mi con cuidado de no maltratarme y comenzó con su mete y saca fuerte y rápido, apoyó mis pies en su pecho haciendo la penetración más intensa y que su pene tocase mi punto g, llegué al orgasmo unas dos veces, ya había perdido la cuenta de cuantas veces me había corrido desde que comenzamos, me dijo que se correría, aumentó el ritmo más aún y ambos nos fundimos en un caluroso orgasmo, cargado de todo el morbo de la situación, nos quedamos acostados, yo sobre su brazo apretada a su pecho sin importar nada a nuestro alrededor.
Mi celular no dejaba de sonar, me fijé que era mi novio, le contesté un mensaje a mi mamá que preguntaba donde estaba y le dije que me diera 1hora y estaba en casa. Apagué mi móvil y me dediqué a hablar con él un rato mientras no dejaba de recorrer mi cuerpo con sus manos, nos calmamos luego de una nueva sesión de orgasmos, nos duchamos, nos vestimos, me dejó en mi casa como si nada y le tuve que inventar una historia a mi novio, que quizás creyó o quizás no, pero que no me importó.
Falta el segundo encuentro, obviamente algo como eso debía repetirse.