Primera follada del año con un Venezolano

En una zona de cruising, primera follada del año con un rubio venezolano.

Después de un tiempo desaparecido, vuelvo a empezar a publicar. He tenido complicaciones ya que he tenido problemas de dinero y no he podido volver a ponerme a escribir. Iré publicando historias como siempre y continuaré mi saga de Aiden, aunque cone esta voy a tardar un poco ya que tengo que revisarle y reconducirla.

Aquí os dejo con una historia basada en una follada reciente con la que empecé este año.

Gracias por ser pacientes y ya sabéis que me podéis seguir en mis redes sociales para estar al tanto de lo que publico y voy haciendo.

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Una tarde extraña, invierno y calor eran una combinación inusual. La tarde pasaba lenta y me apetecía follar. Me apetecía mucho pues ayer un moreno me había dejado con el calentón.

Abrí Grindr con algo de pereza pues tenía la sensación de que la mayoría de conversaciones no llegaban a nada y, efectivamente, pasaba el rato y no terminaba de quedar con nadie. Hasta que apareció. Un perfil negro, aparentemenete otro imbécil al que rechazar, pero al pasar las fotos todo cambió. Venezolano, rubio y tez bronceada, una combinación curiosa. Era guapo, muy guapo y buscaba para ya.

Le cuento que no tengo sitio, lo cual no le preocupa y me propone ir a algún lugar apartado. Así que le digo de ir a una zona de cruising de la cual te puedes apartar si no quieres quedar con nadie. El chico acepta y empiezo a vestirme y limpiarme corriendo.

Como no era de por aquí nos encontramos a medio camino, era algo más bajito que yo, con buen cuerpo y cargaba una maleta de acampada. Hablando descubrí que era un trotamundos, de estilo hippy con sus pantalones sueltos me miraba muy ilusionado, tanto que se le notaba el empalme bajo los pantalones. Y, por lo que veía, no la tenía pequeña.

Aún no habíamos llegado a la zona de cruising y ya nos estábamos toqueteando y besando. Era muy pasional, besaba muy bien y me encantaba como olía. En una de estas, aproveché para tocarle su pene sobre el pantalón, y al ver que lo aprobaba le metí la mano cogiéndole la polla. No estaba mal, calculaba unos 17-18 centímetros, pero sobre todo era gruesa. Tenerla en mi mano mientras caminábamos me daba un morbo espectacular.

Nos metimos en la zona de cruising y había buen ambiente, diferentes chicos y hombres se paseaban, algunos se morreaban incluso un grupito follaba en una zona visible, el que hacía de pasivo parecía disfrutar de las cuatro o cinco pollas que tenía alrededor. Al fijarme noté que me sonaba, era Oliver que ya me lo había encontrado de cruising de otras veces y había hablado con él, era un chapero que le encantaba ir de cruising a descargar después de sus clientes. Seguramente le escribiera luego a su Twitter para quedar y follármelo yo también. Si no me equivoco su usuario era @oliverzet

Alex, que era el nombre del chico que me acompañaba, estaba impresionado. Sacándome de mi embobamiento me dijo que nunca había visto una zona de cruising tan animada. Le contesté que también me impresionaba, tenía que ser el extraño calor de invierno o que la gente comenzó el año con ganas.

Todos nos miraban al pasar, Alex era guapo y su mochila de acampada azul llamaba la atención, además seguíamos toqueteándonos lo que atraía la atención de muchos. Pero les íbamos diciendo que no o nos apartábamos con rapidez ya que habíamos dejado claro que queríamos solo entre nosotros dos.

Al llegar a una zona apartada Alex no tardó en desnudarse completamente mostrando con orgullo su gorda polla empalmada y un hermoso vello en todo su cuerpo del mismo color rubio oscuro de su pelo. Mientras me miraba con morbo me dijo que le encanta la libertad del cuerpo desnudo. Yo no era especialmente nudista, pero en aquel momento su imagen junto al fondo de árboles me pareció digna de una obra de arte.

Me bajé el pantalón, dejando al aire mi polla. Me arrodillé y, mirándole a la cara, le empecé a mamar su pene. Era una delicia, llenaba completamente la boca y se sentía cálido y suave. Además tenía un curioso sabor a lefa agradable. Me centré en mamarle lo mejor que podía y él me acariciaba la cara con suavidad. Le dejé la polla bien húmeda, me giré y le ofrecí mi culo. Estaba ansioso porque jugara con él y, para mi sorpresa acercó la cara y empezó a comérmelo con pasión. Su lengua era fuerte pues se sentía como si me follara una pequeña polla. Me encantaba y él profundizaba más abriendo mis nalgas con sus manos.

Entre los matorrales me pareció ver a alguien que miraba, pero no me importaba y menos ahora que Alex había empezado a jugar con su polla en mi ano. Se separó un momento, se puso el condón y lubricante y parecía dispuesto a follarme. Me agarró de espaldas, acariciando con sus manos en mis pectorales y pezones e introdujo su polla en mi culo con una precisión y suavidad increíble. Me preguntó si me dolía, pero le contesté que estaba perfecto, que podía darme más intensamente. Parecía que estaba acostumbrado a tener mucho cuidado al tener un pene tan gordo. Noté como se introducía, llenándome lentamente podía notar toda su calidez en mi interior. Mi ano se abría y se adaptaba a su polla apretándola y disfrutando de ella.

La follada estaba siendo espectacular, ya la tenía toda en mi interior y se movía con soltura haciendo que sintiera mi culo lleno, caliente y húmedo. Me agarró fuerte los pezones y follándome profundamente consiguió que tuviera un orgasmo anal que me dejó extasiado. Lo notó porque me miró riendo. Pero le hice un gesto para que no parara. No tardó mucho en follarme con más fuerza lo que hizo que el sonido de las nalgas y su pubis atrajera la atención de más “voyeurs”. Me puso a cuatro y me cabalgaba con intensidad, sentía su enorme rabo deslizarse por mi interior generándome un placer infinito. Él  dejaba caer algún azote mientras ambos gemíamos. Ahora mismo éramos un tremendo espectáculo y de repente noté como su polla se hinchaba en mi interior y aumentaba el calor. ¿Se había corrido? Se había corrido, se disculpó diciendo que no había podido controlar, que podía seguir si quería correrme. Así que siguió mientras me masturbaba. Se sentía tan morboso que enseguida llegué a un tremendo orgasmo que me recorrió todo el cuerpo lo que hizo que soltara varios disparos de lefa que se perdieron en el suelo de tierra.

Alex me besó, sacó su polla con cuidado y sonrió al ver mi ano abierto de la follada. Me sugirió que si quería más teníamos alrededor todo tipo de chicos ansiosos y era extraño que rechazara eso, pero ahora mismo solo quería seguir pasando el rato con él y ver si podíamos con una segunda...

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Muchas gracias por leerme

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