Primera experiencia gay
Buenas chavales! Este es mi primer relato por aquí, y, si gusta, me gustaría seguir escribiendo otros muchos momentos que he vivido a raíz de esta primera vez. Aquí os cuento cómo fue el primer tio al que me tiré, mamé, fui mamado y comí culo.
Buenas a todos!
Llevaba tiempo pensando en escribir esto. Creo que ha sido una de las experiencias que me marcará para el resto de mi vida, y quería compartirlo con buena gente, como veo que hay aquí (y para qué negarlo por morbo jajaja).
Me llamo Guillermo, tengo 23 años, aunque por aquel entonces tenía 19 recién cumplidos. Tuve dos novias hasta ese momento, pero nada serio. Yo desde que era muy pequeño (a los 12 o así) empecé a notar atracción hacia ambas cosas, tanto los chicos como las chicas, pero no sé, no le di mayor importancia hasta llegar a los 13-14 (época de pajas jaja) cuando me di cuenta.
Nunca fui un chico delgado, soy más bien fuerte (mido 1.86 y peso 84k actualmente). Me mide más menos 18-18.5, tampoco soy el Nacho Vidal jaja.
Voy al grano que me enrollo mucho jaja. Era una tarde de Agosto, hacía mucho calor y yo estaba muy caliente y cachondo después de una comida con los colegas. Ellos se marcharon a casa y yo tenía que esperar el tren, y me dio el calentón de descargarme Grindr. Me registré (con una empalmada del 15) y poco rato después me escribió un chico, Sergio, bastante más mayor que yo, ya que tenía por aquel entonces 34. Me preguntó lo que me iba y quería hacer, y yo le expliqué que nunca había estado con un chico. Poco tiempo después me mando una foto enseñándome su polla, larga y dura, con poco pelo, y en ese momento no pude más y fui a la dirección que me había mandado, sin saber que esa sería mi primera vez (de muchas) con un tio.
Llegué a los 5 minutos, ya que vivía cerca de Atocha. Estaba muy nervioso pero al mismo tiempo muy caliente e imaginándome lo que me esperaba. Por fin llegué, toqué al timbre y me abrió al instante, se ve que el cabrón estaba con ansia jajaja. Subí esas interminables escaleras hasta llegar y me abrió la puerta. La verdad que al verle me quedé congelado, porque era más guapo que en las fotos. Entré y me invitó a tomar una cerveza y estuvimos hablando un rato, tampoco muy largo. Era muy majo, pero ya podía ver como en su pantalón se marcaba algo que no era precisamente amigable jajaja. Entonces, se acercó y me comió la boca, pero me la comió como nunca antes, con besos profundos, metiendo la lengua hasta el fondo. Yo le respondí con una calentura enorme, mordiéndole los labios, metiendo lengua… uf, el mejor beso de mi vida hasta ese momento vaya.
Entonces, la conversación empezó a volverse de lo más bizarra, y me llevó la mano a su paquete. Aquello no era normal, se marcaba todo el pantalón y se podía ver como le llegaba hasta casi el ombligo, buf, todavía me acuerdo y me sigo poniendo cachondo mientras escribo esto. Al momento le bajé el pantalón y tuve ante mis ojos un pollón, más grande que lo que parecía en la foto, con dos huevos grandes y con muy poco pelo. Algo me recorrió el cuerpo y mi cabeza automáticamente me pidió chupar, mamar, saborear aquello. Así fue, llevé mi boca a ese tronco y estuve mínimo 10 minutos mamándosela, dándome arcadas en ciertos momentos, disfrutando de ese sabor desconocido para mi pero que ahora ya sabía que era una mezcla entre salado y dulce.
Mientras se la chupaba, mi calentura iba a más, y más, y le levanté las piernas. Entonces ví un culo perfecto, húmedo, rosado. No me lo pensé, y empecé a lamerle, metiendo la lengua todo lo profundo que podía. Sergio gemía y gemía, y me empujaba la cabeza más y más.
- Te gusta eh cabrón, chupa para que se abra – me dijo.
Se levantó y me dijo ahora te toca a ti, y empezó a comerme la polla, yo de pie y el sentado. Aquella mamada no se como describirla, la mejor sin duda vaya, iba lamiéndome todo el tronco, los huevos, y haciendo fuerza con los labios en la punta, lo que daba una sensación que te cagas para que engañarnos. Estuvo chupándomela bastante tiempo, hasta que se levantó, me dio otro beso de los suyos y me llevó a su habitación, tirándose en la cama y poniéndose a cuatro patas.
Aquella visión era la ostia, un tio a tu merced, a cuatro patas. Volví a comerle el culo hasta que casi me desgasto la boca, eso es maravilloso chavales. Es más, me declaro fan de comer culo, lo recomiendo a todo el mundo jajajaja.
Se levantó, me cogió las manos y me tumbó encima de el, fundiéndonos en un beso profundo, juntando las pollas y yo metiéndole un poco de dedo (no todo era romántico, que te piensas? jajaja). Me dijo que pillara de la mesita, de un cajón enano que tenía abajo del todo, un bote. Ese bote era un lubricante con sabor raro, pero era algo parecido al melón. Me dijo que se lo untara bien untado, y empezaría a meter un dedo. Empecé y el estaba encantado, gimiendo, pidiéndome más. Aquel culo iba abriéndose más y más, y yo de vez en cuando aprovechaba para meter lengua, me fascinaba aquello sinceramente.
Al mismo tiempo que le metía un dedo, y casi el segundo, le pellizcaba los pezones, le lamía los muslos, los huevos, la polla, todo. En un momento dado me dijo que pillara un condón de la mesita y le follara, que tenía unas ganas locas. Le pillé, me le puse, y poco a poco se la fui metiendo. Sinceramente, porque no vengo aquí para mentir, la primera sensación no me llamó la atención, y me explico. A mi la sensación de usar condón no me ha gustado nunca, lo odio (pero sí, hay que usarle, siempre). Hasta ese momento solo había estado con chicas, y el agujero de las chicas no es tan estrecho como el de los tíos, o no diría estrecho, diría “poco flexible”. El culo de Sergio pedía guerra, pero cuando intentabas meterla, lo notabas tan estrecho y en tensión que la primera vez no me moló del todo, pero luego fue cesando esa tensión y me gustó mucho.
Cuando nos aclimatamos yo y mi polla, Sergio empezó a moverse solo para metérsela entera, y noté una sensación increíble, le entraba muy profundo, y notaba calor, eso estaba muy caliente. Estuvimos follando en varias posturas durante bastante tiempo (tampoco 4 horas, no soy un flipado), pero sí bastante tiempo.
Notaba que estaba a punto de correrme, se la saqué, y me quité el condón del demonio jajaja. Se acercó, empezó a lamerla y ahí llegó el puto clímax absoluto, me corrí en su cara, sacando su lengua. Tragó bastante corrida, estaba muy cachondo porque el todavía no se había corrido.
Cuando acabé, me comió la boca otra vez mientras se pajeaba, y se corrió en mi pecho. Estuvimos algún tiempo después besándonos hasta que nos tumbamos en la cama, y estuvimos hablando un rato hasta que repetimos de nuevo la jugada.
Y esta fue mi primera vez, mi primera experiencia con un tio, con su polla, su culo y su boca. Después de esta han sucedido muchas más, y me gustaría compartirlas con vosotros. Me encanta el cruising, y he practicado muchas veces, así como las playas nudistas y las saunas gay. Si os interesa que lo vaya publicando, pues me comentáis chavales jajaja.
Un beso a todos!!!
Guillermo.