Primera depilacion a la cera

Mara busca un servicio de depilacion a la cera... y encuentra un servicio integral.

Tras varios encuentros con Roberto, comprendí que su amigo el fotógrafo tardaría en aparecer. Roberto era Gay, y hacía mi se comportaba como gay, yo podría insistir en ser su nenita, pero el correspondía poco. Quizás, los que mas me cansase fuese su escasa dotación; aspecto que las "nenas" no dejamos de evaluar constantemente. A mis 18 años buscaba un buen rabo para mi especial conejito.

En mis transformaciones iba mejorando paulatinamente y aventurándome cada vez más. Solía estar preparada y afeitada de piernas y axilas. En ocasiones había dejado rasurado el bosquecillo de mi flor regresando a aquellos días en que ansiaba una doble maduración; tener vello y transformar mi colita en una bonita vulva con unos sonrientes labios. Durante el verano por ciertos temores dejaba que el vello volviese a crecer. De esta manera me encontré a la vuelta de mis vacaciones con la típica pelambrera a tratar. Sin embargo esta vez deseaba depilarla "a la cera". Comencé a recorrer las calles buscando un centro de confianza.

Era ya final de septiembre, cuando encontré una peluquería de confianza. La dueña se me antojaba accesible y parecía trabajar bajo cita y hasta bien entrada la noche. Así un jueves ya anochecido me acerqué a la peluquería y planteé mi necesidad de depilarme. "Esos servicios sólo los ofrezco a mujeres" me contesto con cierta ironía la peluquera.

Sin embargo, conozco un centro de belleza que pueden hacerte el vello.

Si es usted tan amable

Te apunto el teléfono pues trabajan bajo cita. El dueño del centro es italiano y sabe tratar muy bien los servicios especiales.

Efectivamente, la peluquera me indicó un centro de belleza que yo había valorado como posible. Su último comentario respecto a servicios especiales me había dejado intrigada. Así que al día siguiente, el último viernes de septiembre tras apalabrar la cita me dirigí al centro. Al llegar hubo sorpresa, la chica que tomo la petición supuso que la cita era para una mujer y me había asignado una chica cuando para mi servicio lo normal era haberme asignado a Carlo. No puse reparo no obstante

No hay problema por mi parte puede depilarme una chica

Los pocos hombres que vienen suelen hacerlo con Carlo… Siempre hay algo de pudor pero si tu depilación no es integral no creo que tengas problema. De todos modos Lucia, es una estiticien muy profesional.

Pues como digáis… -yo había venido preparada con un culotte de color bronce, algo ambiguo pues parecía un "bóxer" masculino-.

Apareció Lucia con cierta sonrisa sospechosa que condujo a un camarín. E inicio una cháchara insustancial mientras yo me desnudaba tras un biombo. Al tumbarme en la camilla, Lucia se quedo sorprendida de mis piernas y de mi culotte. No dijo nada….

¿Son solo las piernas?

Solo.

Tienes una piel preciosa… Carlo debiera verte, quizás te convenciera a que te hicieras un depilado integral.

Lo pensaré.

Lucia trabajo rápido y efectiva. Me miraba de reojo. En alguna ocasión me pareció notar ciertos guiños de deseo y provocación. Al darme la vuelta para atacar los muslos… no se pudo resistir.

Tienes unas piernas supertorneadas…. Ya quisiera alguna tenerlas

¿Cómo?

Perdona pero al ver tus nalgas y tus muslos y con la concentración creí estar hablándole a una chica…Algunas mataríamos por esa curva que te hace la grupa.

No hay problema, se entiende. ¿Qué es un integral?

Te depilamos piernas, pecho, axilas y el pubis y genitales te lo dejamos a tu gusto

Es posible que me decida.

En ese momento apareció el famoso Carlo. Un italiano de 50 años y pelo cano. Labios carnosos y nariz grande. Era atractivo.

¿Cómo va la cosa Lucia?

Casi estamos terminando. El cliente se está pensando un integral.

Eh.. buona tarda. Si esta interesado en integral, es posible que tenga que ser el lunes.

Tras verle y por como se explicaba, decidí que debía hacerme un integral el mismo lunes.

No hay problema vengo el lunes. ¿A que hora?

En su caso venga a ultima hora de la mañana estaremos tranquilos. –Lucia comenzaba a sonreír y a mirar con cierto deseo todo mi cuerpo-.

Ok –Carlo se marchaba-.

Ya estas casi lista… perdón, pero no termino de figurarte hombre con esa ropa…tu figura y tus piernas me recuerdan a una amiga

¿No sería una amante?

¿Quién sabe? Tengo unos gustos muy especiales

Aquellas últimas palabras de Lucia me dejaron cachonda e intrigada. Pague y me marche sintiéndome más mujer. Durante la noche estuve probando mil y una medias que tenía en mi ajuar secreto. El fin de semana fue una tortura pensando en la cita del lunes. Para ese día opté por ponerme un tanga atrevido color turquesa…algo me decía que Carlo podía responder

El lunes al llegar, Lucia se despedía de Carlo hasta la tarde y nos miraba divertida y envidiosa.

Aquesta niña… me traera problemas con clientes. Es caliente… se imagina demasiadas cosas de los clientes….Pase al camarín y desnúdese

Me encontraba superexcitada y mientras me desabotonaba la camisa sentí mis pezones erectos como nunca…Al salir sólo con el tanga turquesa, Carlo me miro entera y sin tener tiempo a tumbarme interrogo.

¿Cuál es tu nombre verdadero, pequeña?

Mara

Mara… Bonito nombre, mas espera que quiero ver tus piernas vestidas como quedan...

Carlo me alargo un par de medias y me señalo unos hermosos zapatos de tacón de aguja... Me sonroje pero no pude evitar sonreír tímida. Me ayudo a colocarme las medias. Nos miramos en un espejo de cuerpo entero. De cintura para abajo parecíamos la composición de un sensual anuncio de medias

Mara puedes ser terriblemente bella, muy bella

Gracias –Le bese sus labios carnosos y abrí mi boca al raudal de su lengua inquieta.

Túmbate… primero el trabajo y luego…. Luego hablaremos o jugaremos

Me estudio el pecho y los pezones…"son lindos, podrían crecer y ser puntiagudos, cornetinos llamamos en mi región". "Provocarían envidia". Fue lo último que me dijo tras masajear mi pecho y comenzar a aplicar la cera. Depilo rápido y efectivo. Luego… con un gesto me ayudo a desposeerme de mi tanga. En su centro, mi flor había dejado un ligero rastro de un discreto orgasmo. Al mirar mi vello púbico interrogo:

¿Rasurado, masculino, femenino?

Femenino por favor –le replique con un mohín-

Disculpa… ya se que eres femenina… es una broma y cierto nervio. Tus caderas me excitaron.

Inicio la depilación, rápida, dibujo con mi vello un discreto triangulo de madurez. "Date la vuelta y ponte a cuatro patas". Si estaba excitada aquella orden me puso a cien y al tiempo que obedecía toda mi entrepierna no paraba de reclamar atenciones

Quieta potranca... quieta.

Lo siento, ha sido un equivoco.

Quien sabe lo que es un equivoco. He de afeitar tu entrepierna y tus cosas. Has de estar suave.

Nuevamente me sonroje. Note como sus manos me untaban de una espuma fresca y ardiente mi entrepierna y mis testículos. Recibía un hermoso masaje. Apenas tuve tiempo de acomodarme cuando sentí la cuchilla limpiando mi perineo y testículos. "Va bien" "Va bien" me decía Carlo para tranquilizarme. Había agarrado mi pene y parte de la piel escrotal para apurar el afeitado. Yo había reaccionado con una terrible erección.

Casi lista

Que rápido. – Me acostumbraba al frescor de mis partes e intentaba mirarme-

Mas mi dedo lo es más. ¨-De repente su dedo medio entro en mi trasera-.

Eh

Quieta Mara. Bella, potranca y puttana. Tú viniste aquí a por algo más que yo te doy gustoso.

No pude más que callar. El dedo había disparado todo mi cuerpo. Y en vez de estar quieta toda yo, todo mi cuerpo seguía su vaivén.

Va bene, va bene – Carlo iba reduciendo con la mano libre la altura de la camilla y yo arqueaba y extendía la espalda.

Mi coñito quedo a la altura de su cintura y mientras se liberaba de su cinturón… yo me liberé de su dedo y me giré a la esperar de recibir su majestad. Deseaba reconocer su virilidad… olerla. "Ya viene marita" "Ya viene"

Al bajarse su pantalón… descubrí un cuidado miembro, gordo semirigido. En mi boca lo saboree, lo acaricie y sentí el bombeo de su sangre dándole vida. Aquel pene me hacía sentir más mujer, mas querida, más comprendida. "Bésalo bella niña, bésalo". "Acércate que bese tus pezones…" Carlo lamía la pringue que aun me quedaba y mordisqueaba mis pezones… El espejo reflejaba unas piernas femeninas que abrazaban a un canoso cincuentón enterrado bajo unos hombros.

Gírate ya Mara –Una voz ronca me avisaba del grado de su excitación-.

Aguanta un lametón más mi Macho.

Gírate ya puttana.

Me volví a cuatro patas, y sentí su embestida. El chasqueo de la carne y su vibración acompañaba nuestro ritmo sudado. Nos uníamos en un gemido, y en mi mente mi coño se hacía carne y mi pecho crecía. Carlo me hacía hembra. Sentía sus hábiles manos en mis caderas, rasgando mis muslos, pellizcando mis pezones.

Quisiera cantarte toda tu hembrura… Eres mujer, eres hembra.

Soy tuya.

Mara, eres una real hembra y en la cama una real zorra.

Carlo se corrió mientras yo por segunda vez orgasmaba

Descansamos sobre el suelo, mientras mis muslos dibujaban en el techo mi nombre y mi excitación.

Mara … he de contratarte