Primera Confesión
Mi marido, escuchó como me cogía mi exnovio.
Le conté a mi esposo como me cogió mi ex-novio antes.
El letrero de bienvenidos resaltaba con las letras iluminadas de color rojo, nuestro ingreso ya es natural, el encardo en turno se acerca a nuestro automovil para hacer trato del servicio deseado, sin olvidarse de ofrecer los servicios adicionales y promociones vigentes.
Una vez concretado el intercambio avanzamos lentamente por el desfile de copias arquitectónicas, solo diferenciadas por colores de fachadas y números grandes metálicos con el fondo iluminado, tras nosotros, discretamente el encargado solo confirmaba que ingresemos al número correcto.
Mi esposo estacionó el vehículo dentro del garage, durante el trayecto me alistaba tomando mi bolso, celular y verificando no olvidar nada importante, el bajo primero después de apagar el automóvil, dirigiéndose hacia la parte tracera del automóvil, primero activo el interruptor para cerrar la cortina automática del garage, aprovechando para con una seña discreta con la mano agradecer al encargado que verifica no hubiera inconveniente en esta parte del servicio, saco del auto una pequeña maleta ya preparada desde que salimos de casa.
Subimos por un ajustado pasillo de escaleras hacia la habitación, algo ya familiar porque procurabamos escaparnos de casa por lo menos una vez al mes o aprovechando las salidas nocturnas y este se había vuelto nuestro Motel favorito desde hace pocos meses. Una mirada rápida a la habitación solo para confirmar que se encontrara en las condiciones adecuadas para brindar su siguiente servicio de esta noche.
Cada cual se relajaba al ingresar a la habitación, dejando pertenencias sobre nuestros respectivos lados de la cama, una vez concluido el ritual de ponerse cómodos nos sentamos a tomar una copa de vino en dos pequeños sillones y una mesa a un costado de la cama, el se quito su saco del traje a medida y se retiró la corbata color carmesí, yo solo me deshice de los tacones altos empujando los con pies y el suelo.
Hablamos de temas triviales sobre la semana y el evento de la noche terminábamos la botella de vino, durante los ultimos sorbos, mi marido sintonzaba en el televisor los canales para adultos, paro en uno de ellos donde la escena constaba de dos espectaculares negros acompañados de una mujer morena que ya solo traia puesta su tanga como unica prenda, al fondo de ellos un hombre blanco de traje viendo como al igual que nosotros como un espectador, entendí mas adelante que era el esposo y estaba encantando viendo como su mujer ya empesaba a tratar de meterse esas vergas negras en su boca, lo cual era imposible por su gran tamaño, con demasiado esfuerzo ya llorando y bien salivadas tanto vergas como la boca de la mujer apenas podia con la mitad dentro de ella, esto me ponia muy caliente, mi esposo inisista en ver este tipo de porno y simpre me preguntaba si me gustaba lo que veia y si queria que me cogiaran de esa manera, en la calentura yo contestaba que si, queria una verga negra grande y gruesa, sabia que solo lo dia por complacerle no me creia capas de hacerlo realmente.
De reojo algo llamo mi atención hacia mi esposo, pude ver que se estaba masturbando lentamete, mientras no quitaba su mirada del televisión, me excite aun mas, libere mis pechos metiendo mi mano bajo el vestido y el brasier forzandolos a salir por el escote me los acaricie y relamia mis labios viendo a mi marido como se jalaba su verga y viendo como en la escena del televisor esos negros ya se turnaban para meterle y dejarse chupar la varga en diferentes posiciones.
Se puso de pie mi marido, me tomo de los hombros para ayudarme a levantar también me desabrocho el vestido lo dejo deslizarse hacia el suelo, me quito el brasier dejando totalmente libres mis senos, acarició mis pezones con un ligero pellizco como saludo, me indico que subiera a la cama, ya solo con mi liguero, tanga y medias, lo espere recostada un momento, mientras el se desnudaba totalmente, siempre agradecere esa imagen que me daba de ver a mi hombre totalmente desnudo con su verga ya casi dura a un lado de la cama, se acomodo a un lado de mi, boca arriba, era la señal de que quería que lo masturbara mientras nos dabamos besos jugosos.
¿Así que te gustan las verga negra putita? - así comenzó su plática caliente.
Si me encantan gruesas - fue mi respuesta.
-¿Te han metido una verga grande y gruesa? - fue su siguiente pregunta.
-La más grande la tuya, antes de ella han sido más pequeñas- conteste.
-Me engañas puta, cuéntame como te cogia tu ex.
-No, ¿para qué quieres saberlo?
-Esta verga que tienes en tus manos ahora, se excita más si le cuentas lo puta que siempre has sido, cuéntale y veras como saca lechita tal cual como te gusta ver como se descarga.- fue su insistencia.
No era la primera vez que lo pedía, ya lo había hecho en otras ocasiones y como no le contaba el solo me relataba lo que se imaginaba y yo confirmaba con un solo - si así - del como me lo hacían.
Esta ocasión yo estaba muy caliente, asi que no me di cuenta como fue que empeze a contarle a todo detalle, mientras lo masturbaba, lo besaba, le decía suave al oído y viéndolo de frente como se excitaba por momentos del relato.
Ok- comence - salimos mi ex, tu sabes su nombre, Edgar. Bueno, salimos ya no recuerdo examente por que ni a donde, recuerdo que nos quedamos de ver en algun lugar, nos fuimos a tomar un cafe o un helado, talvez fue al cine, el chiste es que saliendo del lugar, fuimos a su casa, sabiamos que no habia nadie a esa hora todos en su casa estaban en horario de trabajo, nos quedamos en la sala y me ofreció algo de tomar, recuerdo que decidí sentarme en la alfombra a espaldas del sillon mas grande solo por estar mas cómoda, el se sentó a mi lado y prendió su modular en una estación de musica de moda, comenzamos a besar, los besos fueron incrementando en pasión y sus manos me acariciaban la cabeza mi pelo, los hombros, los brazos y mi cintura, yo mantenía mis manos sobre mis piernas, dejaba que el hicera todo el trabajo para calentarme y ponerme cada vez con mas ganas de sexo.
Comenzó a acariciar mis senos por encima de la ropa, de mi blusa tipo polo y mi sosten, algunas veces apretaba demasiado, sabía que ya estaba ansioso por coger, me retiro mi blusa y continuo besando en la parte de mi cuerpo que le quedaba a sobre piel, por supuesto que ya me encontraba muy mojada, podía sentir el calor húmedo en mi entrepierna, me levantó, me puso de espaldas, inclinandome hacia el sillón con las rodillas en la alfombra, solo rodeo mi cintura me desabrocho el cinturón y de un jalón fuerte bajo mis jeans, recuerdo que vestía una pataleta juvenil sencilla color rosa, imagine que tambien me la bajaria, pero no lo hizo, simplemente la forzó para hacer a un lado y empezó a buscar mi vagina para penetrarme, le costó un poco de trabajo pero no creo fuera por falta de húmeda, era por la experiencia, una vez que logro encontrar, solo dio dos o tres ligeros empujones para confirmar que lo había encontrado y de un empujón mas me la introdujo toda, claro que fue placentero, pero igualmente brusco, así continuó empujando su verga dentro de mi a intensidades variadas y yo encantada de la cogida que me estaba dando, cuando sentía que estaba a punto del orgasmo su intensidad de penetraciones disminuían, y yo le pedía que continuara, creo eso le animaba y aceleró el ritmo, presentía que ya se venia asi que igual yo intentaba lograr el orgasmo antes de que el terminara, incremento salvajemente su ritmo y sabía que ya estaba a casi nada de venirse, lo estaba gozando mucho, pero dudaba que fuera tener un orgasmo si el se venia antes, su ritmo me ayudó a sentir pequeños calambres dentro de mi, asi que empujaba mi culo hacia él para que entrara lo más profundo posible, se detuvo y sentí sus pequeños espasmos tras de mí pero un fluido caliente expulsado a presión dentro de mi vagina, me provocó mucha más excitación, el sentir y saber que se había venido dentro de mí, que tenía su descarga de semen, provocaron mi orgasmo mientras él sacaba su verga y se tumbaba en el suelo subiéndose el pantalón, yo tarde unos pocos segundos para hacer lo mismo, nos besamos una vez ya recuperados nos decíamos el amor que nos teníamos, nos alistamos para que me acompañará a mi casa después de haber disfrutado de ambos.
Oh que rico putita, se que te encantaba que te cogieran, - me decía .
Así que solo sentí, en mi mano como palpitaba su verga, se inflamaban las venas y baje a chuparla, no tardó más de un minuto y sentí los primeros chorros de semen que salían impulsados hasta mi garganta, tragandome toda su leche, chuchapa y chupaba la punta de su verga.