Primera cita en Ibiza
En el coche a plena luz del día con una jovencita que acababa de conocer por internet...
Voy a contar una historia que me sucedió en Agosto del 2007. Yo estaba en Ibiza pasando todo el mes de Agosto en mi apartamento. Venían a visitarme amigos y amigas durante este mes, ibamos a calas, salíamos por la noche a tomar algo por los pubs y luego a Pacha, Privilege, Amnesia o Space. Fue un mes muy divertido ya que la gente que venía siempre estaba fresca y con ganas de pasarlo bien, y también tenía algunos días para mi solo cuando no venía nadie a mi apartamento.
Me llamo Óscar. Soy un chico normal, 177 cm, moreno, fibrado y con cara de buen chico, pero con picardía, según dicen. Entre mis aficiones por aquella época destacaba la de chatear por internet y conocer chicas, ya que llevaba apenas 4 meses soltero después de una larga y díficil relación de 5 años.
Uno de estos intervalos en los que no tenía ningún invitado en casa duró 5 ó 6 días y yo empecé a aburrirme, ya que después de la playa era lo de siempre. Así que por las tardes chateaba por el msn un rato con la gente. Tenía varias chicas de la isla agregadas pero no había quedado con ninguna. De todas ellas la más misteriosa para mi era una chica de la que sólo había visto una foto haciendo acrobacias en la playa y había cruzado pocas conversaciones. Creo que la conocía de una de esas páginas en las que sólo pones una foto y te das el msn ala primera. Esa semana, sin embargo, coincidimos bastante y hablamos más, yo le dije que estaba por allí aburrido unos días. Ella tenía poco tiempo libre porque ayudaba a su padre en la empresa y entrenaba a voley.
Cuando me enteré de que tenía 15 años me quedé un poco chafado, yo tenía 26 por aquella época y no había estado con una chica tan joven, aunque sí con alguna de 17 pero bastante espabiladas y todo eso. De todas formas me sorprendió que al decirle mi edad no le importara mucho el tema y seguimos hablando y hasta nos dimos el móvil.
A medida que íbamos hablando me di cuenta de que era una chica especial, no de las que estaba acostumbrado a conocer, una chica sin tabúes ni prejuicios en materia de sexo, con una promiscuidad bastante activa para su adolescencia, por como hablaba de sus novios y sus ligues. Algunas conversaciones se calentaban y empezábamos a tontear.
El jueves coincidimos por la tarde y la conversación se fue animando. Nos enviamos alguna foto más, ella una que salía en la playa con la piel bastante morenita y un bikini negro normalito que dejaba ver su cuerpo bastante bien. Mediría 1,60, tetas pequeñitas, con caderas definidas y un rasgo que me encantó es que tenía los abdominales marcados, debía estar bastante dura la nena. Yo por mi parte también le envié una en la playa para que me viera bien como soy, nunca me ha gustado que se hagan impresiones que no son enviando fotos que salgo muy bien, prefiero enviar fotos normales y que nadie se lleve un chasco. A Nuria le gustó mucho la foto, me dijo que estaba muy bueno, con esas palabras.
La cosa fue tan bien que decidimos quedar para conocernos a la mañana siguiente antes de que ella fuera a ayudar en el trabajo de su padre, a eso de las 12. Le pedí el teléfono y la llamé para quedar y después de comentar las típicas cosas con alguien que hablas por primera vez le dije:
-Te puedo recoger con el coche y damos una vuelta.
-Genial! Así me acercas al trabajo y no tengo que coger el bus, porfa!- me pidió con gracia.
-Mmmm vale, pero ya te estás aprovechando.- Le dije siguiendo el juego, animado por su manera de tontear.
-Bueno... te lo agradeceré dandóte un buen beso.
-Eso ya me gusta más, me has convencido.
-Lo que pasa que no tendré mucho tiempo, a las 2 tengo que estar y antes de las 12 no puedo quedar contigo.
-Bueno podemos buscar un sitio tranquilo con el coche y charlamos y nos liamos y eso.- Lo solté al aire como ese tipo de coñas que las dejas caer por si acaso, con pocas esperanzas de que vayan más allá de una simple broma, sobre todo el primer día.
-Mmm interesante, ya veremos. ¿Te gustan las chicas con piercing en la lengua?- Su respuesta me confirmó la idea que me había hecho por el msn, la cosa parecía que iba por buen camino.
-Sí, mucho. Mi ex tenía uno y me encantaba, ya me entiendes...- Por teléfono también se calentaba la conversación.
-Sí, a mi tío también le pone muchísimo pero mi ex decía que le dolía cuando le hacía eso.- Me quedé helado con lo de su tío. Lo dijo como si nada, realmente esta chica era una sorpresa tras otra.
-Como que a tu tío, ¿te has líado con tu tío?
-Sí... bueno. Es el marido de mi tía, pero es joven, tiene 35 años. Mi tía casi nos pilló una vez, pero solo nos hemos liado 5 ó 6 veces.
La conversación siguió mucho más entonada. Cuando quedamos para el día siguiente, sin mencionarlo claramente ya sabíamos que íbamos a liarnos y estaba deseando pegarle un buen polvo, aunque con estas cosas nunca se sabe. Tal vez luego no hay atracción, o no aparece nadie, yo que sé.
Al día siguiente me desperté a eso de las 10.30, desayuné, me duché tranquilamente y me fui con unas chanclas, bañador y polo arriba. Los nervios se mezclaban con la excitación ante lo que podía pasar, un encuentro con una desconocida menor de edad, su forma tan picante de hablar de sexo... tenía miedo de que la cosa no fuera tan bien como pintaba.
Cuando llegué al sitio donde habíamos quedado le hice una perdida, pero no aparecía nadie. Pasaban unos minutos interminables donde pensaba todo tipo de cosas negativas, si no vendría y me habrían tomado el pelo... o que me lo tenía merecido por quedar con una chica tan joven, aunque estuviera tan desarrollada en materia sexual y estuviera con hombres mucho más mayores que yo. En esas estaba yo con mis inseguridades cuando escuché:
-Hola! ¿qué tal? ¿has esperado mucho?- Al girarme vi a Nuria vestida con unos vaqueros y un top verde delante de mis ojos. Estaba muy guapa, mejor todavía de lo que la esperaba por las fotos.
-Ehm, no no que va, estaba aquí al solecito tranquilamente.- Mentí para no parecer un estúpido.
-Uf! es que mi madre no me dejaba salir hasta que limpiara la casa.
Estuvimos charlando un poco sin tontear ni mencionar las conversaciones que habíamos tenido esos días y nos metimos en el coche. Yo no vacilé, preferí actúar con total normalidad a ver si lo que habíamos hablado por msn y teléfono seguía en pie. Arranqué y le dije que podíamos buscar un sitio tranquilo que estuviera de camino hacia su trabajo.
-¡Vale!- Dijo Nuria, y nos cruzamos una mirada de complicidad. Su sonrisa transmitía muchísima picardía y me excité imaginando hasta donde podía llevarnos esta situación. Mis razonamientos me llevaban a pensar que en unos minutos tendría mi polla dentro de esa chavalita tan encantadora y picante, sin embargo mis inseguridades me decían que no podía ser tan fácil, que no nos habríamos entendido bien, o en todo caso en el último momento se echaría atrás y acabaríamos dándonos unos besitos y ya está.
Seguí conduciendo hacia Ibiza capital, hasta que ella me dijo que podía meterme en una salida y buscar un sitio tranquilo que ya estábamos cerca. Giré en un cruce y pronto circulábamos por un camino sin asfaltar. Paré el coche en un lado, la verdad que no era el mejor sitio porque el camino estaba al lado, ella me dijo que ahí no parara. Antes de mover de nuevo el coche, me armé de valor viendo que la cosa estaba bastante clara y le dije sonriendo que me había prometido un beso y quería probar ese piercing.
-¡Ah, sí! Buena memoria eh...- Por fin dudó un poco, la noté con las mejillas mucho más sonrosadas presa por los nervios y la excitación, aunque seguía tonteando. Me acerqué yo y la besé en la boca. Me encantaban esos labios, eran gruesos y jugosos. Sus dulces besos sabían a juventud. Sé que me extiendo mucho en el detalle de los besos, pero siempre me ha parecido el momento más íntimo de una primera relación con una chica, y puede expresar mucho y abrir muchas puertas en una relación comienza. También charlando con algunas de mis chicas hemos coincidido en la importancia de esos primeros besos y la excitación que puede calentar lo necesario para dar lugar a una sesión de sexo de lo más salvaje.
Después de unos segundos dejamos de besarnos, y seguí unos cientos de metros más adelante hasta que vimos una zona que podía ser buena, debajo de un pino, unos metros apartados de la carretera. El único inconveniente era que teníamos cerca una obra, pero había un muro y parecía que era díficil que nos vieran. Yo no lo tenía muy claro, pero mentí y le dije que desde ahí no nos vería nadie, como si estuviera convencidísimo. Lo que estaba era como una moto y no quería esperar más para follarme a esa chiquilla.
A los 5 segundos de parar ya nos estábamos enrollando otra vez. Mientras tanto empecé a acariciarle el pelo con una mano muy despacio, mientras con la otra hacía lo propio por la espalda, la cintura... yo soy de los que piensa que aunque tenga prisa mejor hacerlo despacito y calentar la cosa a fuego lento. Tenía una piel morenita y muy suave y mi mano se volvió loca y empecé a meterle mano en las pequeñas tetitas de Nuria, por encima del top. Después por su culo, que estaba muy firme. Dejé de besarla para seguir con el juego:
-Quiero ver esa barriguita tan sexy que vi en la foto, tienes los abdominales marcados eh tía!- Se levantó el top y aproveché para ayudarla y quitárselo del todo. Ella me quitó el polo.
-Chico, la verdad que yo decidí quedar contigo fue cuando vi tus fotos en la playa, estas potente, me gustan tus músculos.- Me metía mano mientras lo decía.
Siempre viene bien que te suban la autoestima diciéndote esas cosas, y más cuando es una muchachita a la que estás a punto de follarte. Me emocioné y volví a besarla mientras le quitaba el sujetador. Fui bajando por su cuello dándole mordisquitos cerca de sus hombros, tanteando por sus gemidos en que zonas tenía más sensibilidad. Por supuesto que llegué a sus tetitas y lamí sus pezones morenitos. Nuria se estaba calentando muchísimo, me dijo que nos pasáramos detrás y así lo hicimos. Aproveché para verla bien desnuda de cintura para arriba. No hacía topless , así que tenía la marca del bikini de color blanquito, me da más morbo así, me excita esa imagen, sobre todo con unas tetitas pequeñas y que apuntaban al cielo como esas.
Ya en el asiento de detrás del coche, Nuria tomó la iniciativa, cosa que me gustó, me dijo que estaba cachondísima, con esas palabras y mientras nos besábamos empezó a jugar con sus manos por mi torso bajando hacia mi bañador, para enseguida volver a subir. Poco a poco metía unos centímetros sus deditos por debajo del bañador, hasta que en una de éstas que bajaba yo separé el elástico de mi cuerpo, lo que hizo que su mano entrara y acariciara mi polla. Dejó de besarme un momento, para echar una pequeña risilla burlona.
Yo estaba sentado cómodamente en el asiento y ella al lado mío más incorporada, casi encima mío. Mientras nos enrollábamos, le había quitado el botón del vaquero y bajado su cremallera, para meter las manos y poder sobar ese durísimo culo de deportista adolescente, aprovechando la holgura de los pantalones. Le bajé sus pantalones por completo incorporándome encima suyo, la vista era maravillosa, Nuria estaba realmente buena y me sonreía algo tímida ahora. Me bajé el bañador liberando mi polla que saltó con fuerza al aire, y me volví a sentar. A pesar de lo cachondo que estaba, seguí jugando con el rollito inocente, y le dije:
-¿Sabes lo que me gusta, guapa? Que me besen y acaricien aquí.- Me señale el pecho.
-¿Ah, Sí? ¿Al nene le gusta que le den besitos en el pecho?- La complicidad entre la nena y yo era total.
Nos besamos y fue bajando su lengua por mi cuello, hasta llegar a mi pecho y dedicarse a mis pezones, mientras con su mano me pajeaba la polla, que estaba a punto de reventar. Le fui indicando inocentemente con el dedo que también me gustaban los besos cada vez más abajo, en la barriga, aquí y allá... hasta llegar a mi ombligo. Ella siguió con el juego haciéndose rogar, hasta que me sentí vencido y le empuje ligeramente la cabeza hacia debajo para que me la chupara por fin. Al primer contacto de su lengua con mi polla solté un suspiro, justo cuando vi que pasaba un coche por detrás a escasos metros. Por suerte, siguió hacia la obra, así que me dediqué a disfrutar la mamada que me estaba haciendo mi chiquilla, se notaba que no era la primera polla que se comía, se la metía en la boca mientras movía la lengua en círculos, rozándome el capullo con su piercing y haciéndome tocar el cielo ibicenco, si no con mis manos, sí al menos con mi polla.
Disfruté con mi mano derecha de su culito que me fascinaba, y alcancé con mis dedos su coño por detrás, en ese momento en el que vi lo mojado que estaba decidí dejar el rollo inocente, le quité las bragas como pude y la ayudé a sentarse encima de mi, no sin antes coger un condón y ponérmelo (este relato es real). Me puso todavía más cachondo su expresión al sentarse encima de mi polla. Siempre me ha excitado la cara de una chica cuando te la estas follando, incluso cuando veo películas porno, me suelo fijar más en la cara de la chica que en la penetración en sí, que es algo mucho más mecánico y animal. En este caso, su mirada no engañaba, estaba más caliente que una moto mientras saltaba encima de mi, su expresión perdió el el gesto inocente que le había acompañado toda la mañana.
A pesar de que teníamos las ventanillas abiertas, era la una de la tarde de un día de Agosto, así que estábamos sudando, sobre todo ella que hacía casi todo el trabajo. Mientras botaba encima mío yo le iba lamiendo sus pezoncillos que me fascinaban o me enrollaba con ella que no paraba. En esa postura se corrió por primera vez con mi polla dentro, retorciendo su cara en muecas de gusto brutales.
-Sí cariño, sí, me gusta mucho, ooohhh que polla tienes nene mmmm...
-Salta, preciosa. Córrete Nuria córrete!- Se corrió arqueándose encima de mi y mordiéndome la piel hasta hacerme daño. Estábamos a tope, había estado a puntito de soltar toda la leche dentro de mi nueva amiga, pero no quería acabar todavía. Cuando terminó de correrse la levanté y la tiré sobre el asiento un poco de lado para que estuviera apoyada hasta su culo justo en el borde, así pude contemplarla con su piel bronceada totalmente brillante por el sudor, ese sudor limpito de una nenita recién duchada. Me puse encima suyo:
-Has trabajado mucho pequeña, ahora te voy a partir yo que te lo has ganado.- Se la clavé disfrutando esa preciosa vista, su cara expresaba el mismo desorbitado deseo de antes de correrse, como si acabáramos de empezar. Empecé un poco despacito pero pronto la estaba empalando, con mis huevos chocando con fuerza contra su culito. Me apoyaba con mis brazos en el asiento y ella me acariciaba el pecho y mis brazos.
-Que bueno estás Óscar... me encanta verte así, arggh... tienes unos brazos que flipas... ahhg cabrón como la metes, me voy a correr tío...arghh!- Me encantaba su manera de hablar, su jerga de adolescente, la franqueza con la que decía lo que pensaba con un chico que al fin y al cabo acababa de conocer, aunque lo tuviera en pelotas encima suyo y se la estuviera metiendo hasta el fondo.
Después de correrse, me miraba hacia arriba sonriendo, y yo se la metía despacito, recuperando el aire. Con mi mano derecha le estrujé el culo, le pasé el dedo índice por el clítoris y por los bordes de sus labios mojaditos, y se lo di a probar, mientras le devolvía la sonrisa picarona. Lo chupó con ganas mientras me miraba, sacaba la lengua para rodearlo, lo succionaba. Le dirigí el dedo al culo, y se lo pasé por todo el agujerito, metiéndole sólo la puntita. Con mi polla apenas me movía, penetrándole muy lentamente.
-¿Te la han metido por el culo, guarrilla?- Le dije intentando que sonara sucio. Tenía más confianza con ella en un rato que la conocía que con alguna de mis amigas con roce o novietas de varios meses.
-No, eso no, pero si quieres probamos lo que sea. Hazme lo que sea, estoy disfrutando muchísimo.
-Tía estas hecha una golfilla que no veas, te voy a partir, cuando llegues al trabajo no vas a poder ni andar.
Después de lubricar y abrir un poco el culete, volví a bombearla con más fuerza, quería ponerla cachondísima otra vez para metérsela por el culo cuando estuviera a tope. En unos minutos, volvía a tener a la dulce Nuria diciendo guarradas y gozando sin tapujos. Le saqué la polla de repente, y me dijo:
-No pares... arghh cabrón, que me iba a correr, no pares...
-Lo siento pero ahora no te voy a dejar correrte.-Se la puse en el culo, dibujé unos círculos con la polla en su agujero e intente meterla con cuidado, entró el capullo y le dolió, tenía la polla más dura que una roca. Me esperé un poco pero cuando se la fui metiendo su cara era un poema. Mi pobre nena estaba sufriendo de lo lindo.
-Arrgh tío me duele me duele...- Nuria estaba flipando del dolor, es lo que tiene ponerse a follar con un desconocido en un coche al sol de mediodía de verano, sin lubricante y supercachondos. Como no quería reventarle el culo y tampoco tenía tiempo ni comodidad para hacérselo bien, se la saqué (ya dije que era real el relato, eso nunca pasa en uno ficticio) y se la moví por el chochete de arriba a abajo, dejando que se recompusiera un poco para ensartársela de nuevo. Cuando su rostro volvió a recuperar la expresión de gusto, se la saqué.
-¿Estás mejor?
-Sí sí, joder pero que dolor casi me matas, creía que me desgarrabas por dentro, eres un bruto, animal.- Esto último lo dijo sonriéndome con complicidad.
-Pues date la vuelta que quiero ver ese culito a 4 patas. Todavía no he acabado contigo, nena.
-Mmm venga va te dejo, jeje!- Se dio la vuelta y mientras se la metía veía ese culito redondo, duro, sin una marca de celulitis ni las imperfecciones que más adelante le dejaría en su piel el paso del tiempo. Por supuesto la marca del bañador le dejaba la piel blanquita, pero además de bañador grande, seguro que en la playa sus padres y amiguitos pensarían que es una niña muy recatada y que le da vergüenza enseñar más.
Mientras bombeaba con esta maravillosa vista de su espalda, le arañaba la espalda un poco, la agarraba con fuerza de la cintura, notando como se volvía a poner a 100 la nena, la cogí por el pelo tirándole hacia detrás fuertemente la cabeza, quería dominarla un poco mientras le decía que era mi nueva perrita.
-Aghh cabrón sssí... métemela joder... joder me voy a correr otra vez arghh uffffff...- Y se corrió entre espasmos y gritando como una auténtica loca. Tanto que miré de reojo hacia la obra asustado por si se enteraban los obreros y venían todos a follársela como bellacos. Seguro que Nuria hubiera tenido marcha para todos y se los hubiera tirado con gusto.
Yo ya estaba recalentadísimo y me había contenido muchísimo para no correrme dentro de esa preciosa nena que me había hecho disfrutar tanto.
-No puedo más tía, ¿me dejas correrme?
-Jeje, claro córrete dentro de mi.
-¿Me la chupas para que me corra?- Ya no me apetecía ni seguir jugando con frases con doble intención o indirectas.
-Mmm vale va, pobrecito mio que está cansado.
Me senté en el asiento mientras ella se giraba y se iba directa a liberar mi polla del condón y chuparla sin miramientos, a saco, quería que me corriera, entre otras cosas porque iba a llegar tarde a su trabajo. Fui variando la postura y recogiéndole el pelo con la mano para poder ver bien como me la comía, su boca se tragaba mi polla dándome un gusto increíble. El piercing de su lengua recorría mi capullo sin parar.
-Me voy a correr, Nuria, me voy... a correrrr joder q bien la chupas cariño...- Pensé que la sacaría para que acabara sobre mi cuerpo pero se portó como la guarrita que era y me la chupó hasta el final mientras mi cuerpo se convulsionaba, debí de llenarle la boca de semen. Después me dijo que se había tragado un poquito sin querer. Abrió la puerta y lo tiró al suelo de la calle tosiendo un poquito.
-Buah tío, ¿cuánto hace que no te corrías?, menuda corrida casi me ahogas.
-Cobarde, anda que no tragártela.. jaja.- Nos reímos y besamos un poco mientras la brisa ibicenca nos acariciaba un poco nuestros cuerpos sudados y exhaustos de la tremenda follada que acabábamos de pegar.
Después de vestirnos la llevé a su trabajo. Por la noche mientras cenaba con mis amigos recién llegados de Valencia, recibí un mensaje; -Tío me has dejado el culo reventado, todavía me duele. ¿Mañana que haces?-