Primera cita

Mi sumisa me manda la primera cita que yo le he ordenado...

Mi amo querido aquí te cuento lo que paso en la primera cita que tuve con aquella chica que quieres que prepare para ti

Aquel día, cuando me despedí de ti, me fui a casa a cambiarme, no hace falta que te diga que iba empapadísima, el echo de haber sido usada por ti y prohibirme correrme durante todo el tiempo me tenia así, notaba al caminar como mis labios se frotaban entre ellos de lo hinchados que los tenia, al mismo tiempo el ruido que producía mi humedad me llegaba, casi pensaba que todo el mundo lo oía al igual que yo, cosa que hacia que me excitara aun mas, desde luego no puedo negar mi naturaleza caliente.

Entre en el metro y me senté con la mente ocupada en pensar que me ponía, en eso estaba cuando me di cuenta que un hombre de unos 40 años mas o menos me estaba mirando, lo tenia enfrente, así que decidí alegrarle la tarde, disimuladamente perdí la vista por la ventanilla dejando que mis piernas fueran abriéndose lentamente, sabia que al sentarme no había tenido la precaución de bajarme el vestido como dictan las normas de buena conducta, pero que quiere soy una putilla y me gusta saltármelas, de esa manera era consciente que prácticamente todas mis piernas estaban a la vista de los ojos de aquel extraño, seguía sin mirarlo perdida en la visión a veces clara otras oscura que me ofrecía el metro.

Lentamente abrí, abrí, abrí, hasta que tuve la seguridad que la visión de mi sexo no era obstaculizada por nadal sabia que me estaba mirando, casi podía sentir su mirada recorriéndome los poros de mi piel, deslizarse entre mis muslos y acariciar mis labios, también me imaginaba que tendría la polla dura bajo su pantalón, todos esos deseos hicieron que mi coño se humedeciera aun mas de lo que estaba, esa sola sensación hizo que mi mente de puta salida volara a fantasías casi prohibidas, deseaba que ese desconocido se sentara a mi lado y metiera su mano bruscamente entre mis piernas, que me agarrara el coño y lo apretara como un limón para después arrancarme el tanga y penetrarme con sus dedos grandes y ásperos haciéndome gozar como una guarra, como una zorra, como la puta de mierda que soy, quería sentir su polla dura en mi mano o quizás notar como me cogia la cabeza y me obligaba a chupársela ahí, delante de todos, ese solo pensamiento hizo que casi me corriera, pues el verme así usada en un vagón lleno de hombres me volvía loca solo pensar que quizá, entre todos me violaran, penetrándome por todos los lados y obligándome a chupar todo tipo de pollas era algo que me enloquecía.

Gire la cabeza perdiendo la mirada por el vagón como quien no quiere la cosa, pero sin perder detalle del tipo que tenia enfrente, desde luego estaba dando resultado mi pequeño juegue cito, el cruce de piernas que realizo para tapar su excitación le delato, aun así no quise cortarle y volví a dejar la mirada perdida en el exterior, pero esta vez me recline un poco en el asiento, de esta manera al sacar mi cadera hacia afuera sabia que podría contemplar bien lo que le estaba provocando esa excitación.

Lentamente comencé a abrir y cerrar las piernas, este movimiento inocente, nose porque volvia locos a los hombres y a mi de paso me proporcionaba unas ligeras caricias en mis hinchados labios, gire la cabeza y lo mire, pase la lengua entre mis labios inocentemente humedeciéndolos y espere su respuesta, la nuez de su garganta subiendo y bajando fue todo lo que dijo, para mi suficiente, se lo que sentía, lo que deseaba y lo que quería.

Mi parada era la siguiente, así es que me levante y me dirigí hasta la puerta, al llegar a su altura me pare esperando que el tren se detuviera, como si el movimiento del vagón me impidiera mantener el equilibrio di un ligero tras pies haciéndome dar un pequeño salto hacia donde el estaba al mismo tiempo que abría las piernas, me tenia enfrénte a pocos centímetros de su cara, de pie con la mano en la barandilla del techo, en esta posición mi vestido subió lo suficiente como para saber que desde donde se encontraba el, podía verme ligeramente mi sexo, ondulaba mi cadera hacia el a cada movimiento del tren acción que el seguía sin perder detalle, deseaba que pasara sus manos entre mis muslos, cuando el tren se detuvo la sacudida al frenar hizo que yo tontamente perdiera el equilibrio y me tuviera que apoyar en su pantalón, la dureza de su sexo se trasmitió a trabes de la tela al mismo tiempo que note como sus manos agarraban mi cintura para evitar el desastre, deslice lentamente mis manos por su paquete para incorporarme al tiempo que con la otra me agarraba a su mano haciendo que no la quitara mientras me iba girando para recuperar la verticalidad, en ese punto sus dedos entraron en contacto con mis muslos y cerrando las piernas las envolví entre ellos, lo mire y observe su cara de sorpresa y deseo, gire un poco mas y restregué la humedad de mis columnas entre sus dedos, tras esto salí del vagón.

Hoy alguien tendría más que un recuerdo de mí.

Cuando llegue por fin a mi casa me desnude y pensando en todo me masturbe rabiosamente de pie, no tarde en correrme, se que no debía hacerlo y por eso espero tu castigo ansiosa, sentía como mi coño expulsaba mi orgasmo por mis piernas, al tiempo que los espasmos recorrían todo mi cuerpo haciendo que me cayera de rodillas con mi mano entre mis labios, cuando me recupere me metí en la ducha e intente calmarme un poco, era el momento de vestirme.

Abrí el armario y mire mi ropa, debía ir sexy pero no demasiado putón, no quería hacer que se sintiera mal, pero si quería provocarla lo suficiente, elegí un vestido negro con un generoso escote que se agarra con un par de anillas justo entre los pechos, es corto a medio muslo y bastante suelto, me calce unos zapatos de tacón, no mucho pero si lo suficiente como para que mis piernas estuvieran estilizadas, me puse un sobre todo por encima, y tras mirarme en el espejo salí hacia mi cita.

Tengo que reconocer que iba mas nerviosa de lo normal, raro en mí, pues no dejaba de quedar con una amiga a quien ya conocía de hace tiempo, pero lo que me habías dicho unido a tus ordenes hacían que esta vez fuera algo especial.

Como no tenia tiempo de tomar el metro, pare a un taxi me colé dentro y le di la dirección, al poco estaba casi puntual donde había quedado con Paula, cuando entre en la cafetería en seguida me saludo con la mano, me acerque a ella y tras darle dos besos me senté a su lado, esta cafetería tenia unos asientos haciendo media luna, tipo sofá, así que nos pudimos sentar bien juntitas, me quite la chaqueta y deje que su mirada me juzgara, me dijo que iba muy guapa a lo que yo respondí que ella también, y así era, llevaba un pantalón tejano de cintura baja con una camisetita que dejaba el ombligo al aire y apretaba sus pechos dando la sensación de querer salir de su prisión en cualquier momento, llevaba el pelo suelto y para terminar unos zapatos tipo chupame la punta de color blanco brillante, como ella diría antes muerta que sencilla.

La tarde estuvo bien, hablamos de todo un poco mientras yo disimuladamente le dejaba ver mi cuerpo a traves de sus ventanas, notaba como a veces su mirada bajaba de mis ojos a mi escote incluso una vez la descubrí perdida por mis piernas mientras estaba pidiendo algo en la barra, así es que decidí entrar en acción le pregunte si le apetecía ir esa noche a razzmata, pues había un concierto y podíamos pasarlo bien, me dijo, como ya imaginaba yo, que al no haberla avisado no iba vestida para salir de fiesta loca, era perfecto, le dije que no se preocupara, íbamos a mi casa y le prestaba algo así también de paso le ensañaría la ropa nueva que había comprado, tras convencerla, terminamos la consumación y nos fuimos para casa.

Una vez en mi habitación, comencé a sacar trapitos enseñándole todo lo nuevo, como quien no quiere la cosa me quite el vestido quedándome en tanga, me frote los pechos como si estuviera sola y cogí uno de los vestidos nuevos poniéndomelo de nuevo, notaba su mirada en cada movimiento que hacia, pero disimulo muy bien dándome su opinión, así estuve un rato, vistiéndome y desvistiéndome ante ella, sus mejillas estaban mas coloradas de lo normal, eso era un buen síntoma de que todo iba bien, realmente la situación era lo suficientemente morbosa como para sentir deseos de que no se acabara, así es que decidí dar otra vuelta de rosca pidiéndola que se probara algo al principio se negó pero ante mi insistencia despreocupada y el posterior plan de ir a la disco cedió y en unos segundos su cuerpo desnudo se ofreció a mis ojos, sus pechos son duros y firmes, coronados con una aureola rosada en donde un pequeño pezón lucha por sobrevivir, deseo mi amo que esta perra tuya pueda servirte en tus deseos y así poder tener la ocasión de disfrutar de ese cuerpo, le dije lo bonitos que tenia los pechos acariciándolos descuidadamente, ante su turbación y sorpresa, rápidamente decidí darle un vestido para que se lo probara, volvió de nuevo el baile de ropa para arriba ropa para abajo, y tengo que reconocer que verla desnudarse ante mí, ahora ya sin ninguna vergüenza era toda una maravillaba a todo esto yo me había quedado solo en tanga mientras ella hacia su pase de modelos.

Cuando ya se había puesto el ultimo conjunto la deje mirándose al espejo y fui hasta la maquina de bebidas que ahi en la entrada a buscar algo de beber, regrese con dos colas bien frías.

Le pregunte cual le había gustado mas para llevarlo esa noche, eligio el que llevaba puesto, cosa que no entraba en mis planes así es que la convencí para que se pusiera una minifalda tableada de color camuflaje y unos leguis a juego debajo con una blusa bien ceñida por encima que hacían destacar sus preciosos pechos por encima de todas las cosas de esta manera le ayude a quitarse lo que llevaba puesto y una vez que volvió a estar desnuda le puse el refresco entre las manos y me tire sobre la cama.

Paula se sentó enfrente mió y comenzamos a hablar de esa noche, de quien tocaba, de como iríamos etc. y yo tras responderle le saque el tema de los chicos y de cuanto tiempo hacia que había dejado a su última relación etc. etc.

Me dijo que hacia unos meses, estaba cansada de el porque se dio cuenta que no le aportaba nada además era un poco posesivo, de ahí, le pregunte que tal funcionaba en la cama y si tenia alguna fantasía cosa que me respondió que no sabia, tampoco había estado con muchos chicos así que según ella no tenia mucha idea, fue en ese momento cuando se me ocurrió conectarme a Internet con la excusa de ver si encontrábamos algo que le gustara probar, entre risas nos conectamos a una pagina de videos y tras ver unos cuantos de mamadas y folladas en distintas posiciones terminamos viendo uno donde dos chicas hacían sexo oral mutuamente, tras ese vimos unos cuantos mas y le note como los colores habían vuelto a sus mejillas, así es que le dije que ver esos videos me ponía mala, a lo que ella respondió que le pasaba lo mismo, así es que seguimos viendo mas videos de coños, lenguas, tetas, culos, etc. etc.

Yo de tanto en tanto la mirada y la notaba inquieta había puesto una mano entre sus muslos que apretaba fuertemente mientras que con la otra sujetaba la lata, no perdía detalle de lo que la pantalla nos mostraba, y fue en uno en concreto donde una rubia increíble le sobaba de manera contundente las tetas a una morena cuando le comente la manera rara que lo hacia y si de esa manera realmente se notaria mas a lo que ella me contesto que no lo sabia, así es que antes de que dijera nada me puse a su espalda y mirando el video comencé a tocarle las tetas,....buff el notar esas tetas duras y firmes bajo mis manos me puso malísima y mas cuando note como se le endurecían los pezones, le pregunte si notaba diferencia entre lo que yo le hacia y lo que le solía hacer su novio y me contesto que yo lo hacia mejor que le gustaba mas, me estaba poniendo realmente cachonda y fue en ese momento cuando decidí parar pues no quería hacerla sentir mal o incomoda además de que lo que realmente me apetecería es que se entregara ella a mi y si fuera delante tuyo mejor, así es que pare y tras preguntarle que tal con una sonrisa de oreja a oreja nos vestimos y decidimos ir a cenar algo y marcharnos después de fiesta por ahi.

Bueno eso es lo que paso en la cita que tuve con Paula ese día, espero que te haya gustado, ahora estoy deseando contarte mas cosas pero sobre todo poder quedar los tres y que tu nos hagas tuyas, lo quieres? te gustaría?

Bueno, espero que pronto podamos estar juntos.