Primer trío bisex para mi chico

La experiencia que quiero contar hoy, es la del primer trío bisex para mi chico. Desde hace mucho tiempo, tenía la fantasía

Mi chico y yo llevamos ya varios años de relación, con sus altibajos como todas las parejas a nivel afectivo, pero normalmente muy imaginativos a nivel sexual. La relación ha ido evolucionando de menos a más. Al principio como casi todas las parejas nos necesitábamos exclusivamente el uno al otro y poco más, pero con cada mes, y con cada año que ha ido pasando hemos descubierto cosas nuevas.

En mi caso, siempre he sido bisex, de hecho he tenido novias formales hasta el punto de formar un "escándalo" en mi familia, ya que son muy conservadores. Mi novio es muy lanzado sexualmente, y siempre está dispuesto a probar cosas nuevas. Hemos hecho tríos con chicas, una vez con una amiga mía, aunque no salió muy bien ya que a ella no le terminó de satisfacer bien el estar con un chico, ya que no practicaba el sexo oral, o cosas que normalmente se hacen en una relación hetero.

También hemos realizado tríos con chicas "profesionales del sexo". Hemos pagado por ello, ya que nos apetecía a ambos estar con una chica "inalcanzable" con cuerpo de modelo, y mañas de actriz porno. Las veces que lo hemos hecho nos hemos divertido y gozado mucho.

Sin embargo,

la experiencia que quiero contar hoy

, es la del

primer trío bisex para mi chico

. Desde hace mucho tiempo, tenía la fantasía de ver a dos hombres montándoselo delante mía, y tras años, logré convencer a mi chico. Tras tanto tiempo juntos, hemos ido subiendo el nivel como decía antes, de lo que hacemos en la cama. Llevamos un año aproximadamente en el que jugamos con un consolador en forma de pene de 18 cm., al principio solo me dejaba rozar el consolador contra su pene, deslizarlo por su perineo y finalmente rozar la parte exterior de su ano. Algunos días de pasión, lograba introducirle el capullo de nuestro "amiguito" el consolador.

Mi sorpresa fue un día, en el que me pidió que echase bastante saliva en el consolador, y tras unos buenos lengüetazos en su ano, ví que estaba dispuesto. Le introduje el consolador poco a poco, y entraba sorprendentemente bien. Él estaba a 4 patas, me pone muchísimo verlo así, tan sumiso y dependiente del placer que yo le dé. Con una mano movía su pene, apretandolo mucho, arriba y abajo; con la otra, le iba mentiendo y sacando cada vez más el consolador de su culo. Seguía pidiéndome más, y más y más, y tras un periodo bastante intenso, se corrió como nunca había visto. Jamás había disfrutado tanto conmigo.

Esto me animó mientras nos duchábamos juntos, a preguntarle si estaría dispuesto a cumplir mi fantasía de realizar un trío con otro chico. Al principio me contestó que no estaba seguro, que le gustaba que una mujer se lo hiciese, pero que a un hombre no terminaba de verlo atractivo. Le ofrecí la posibilidad de seleccionarlo él mismo, y que si no surgía no pasaba nada. Animado, me dijo que en un viaje próximo que haríamos a Madrid, pondría el anuncio unos días antes, para que en esos días que estuviésemos allí se pudiese encontrar a alguien fuera de nuestro entorno.

Así fue. Unos días antes, puso 2 anuncios en 2 webs distintas de contactos. El anuncio decía algo así como "pareja bisex busca chico musculoso y sano, imprescindible que sea bisex y tenga experiencias sólo con chicos". En esos días nos escribieron unas 15 personas, de la que descartamos a 13 por razones que no vienen al caso. De los "2 finalistas", no quisimos descartar a ninguno, ya que ambos nos gustaban, sobretodo a él, que en este caso tenía derecho de elección.

La segunda noche de estar en Madrid, quedamos con uno de los chicos, pero no apareció. Cuando llegó la hora de la verdad se echó atrás con excusas. Decepcionados, fuimos al hotel, y allí entre decepción y calentón, decimos escribirle al otro chico (lo llamaremos desde ahora

chico2

), que precisamente había dejado de recibir nuestros mensajes tras habernos decantado por el otro. Nuestra segunda opción se mostró dispuesto de conocernos esa misma noche, y como prueba de que acudiría, nos iba enviando fotos de los sitios por los que iba recorriendo en su camino. Nos cayó bien.

Al llegar al lugar indicado, cerca de nuestro hotel, nos saludamos. Mi chico se cortó bastante, pensé que se echaría para atrás, por lo que tomé la iniciativa y le recordé al

chico2

las condicione habladas previamente por whatsapp:

no queremos charlas más allá de decir lo que queremos o no sexualmente, no tiene porqué decirnos su nombre real, cuando terminemos cada uno por su lado como si no nos hubiéramos conocido nunca, y sobretodo, no ponerse más en contacto con nosotros

. Chico2 aceptó con una sonrisa las condiciones, y dijo: "pues cuando ustedes quieran".

Caminamos con él hacia el hotel, por el camino le pregunté si había tenido experiencia previa sólo con chicos, y me dijo que sí, tanto activo como pasivo, que se adaptaba a la persona, y que no tenía de qué preocuparme. Mi chico continuaba callado. Nos montamos en el ascensor, y ahí decidí romper el hielo, dándole un beso en la boca mientras con una mano tocaba su culo.

Chico2

es delgado, muy delgado, medirá 1,85m. aproximadamente, no es ni guapo ni feo, un chico del montón. Mi novio mide 1,80m, y es bastante más corpulento que él. Cuando me besé con

chico2

en el ascensor, mi novio por fin levantó la mirada y sonrió. Las puertas del ascensor se abrieron y caminamos hacia la habitación. Allí tras cerrar la puerta,

chico2

pidió pasar al baño, aunque venía oliendo a perfume y bien aseado, aclaró que le gusta estar bien para la ocasión. Le dije que sí, que podía sin problemas, pero con la puerta abierta.

Chico2 entró en el baño, y tras orinar mientras yo no dejaba de observarle, se metió en la ducha y comenzó a empalmarse al ver que yo no le quitaba ojo. En ese momento llamé a mi chico, que estaba sentado sobre la cama esperando, y le dije que se pusiera en la puerta del baño a mirar conmigo. Cuando se acercó, le bajé la cremallera y comencé a chupársela de cuclillas mientras ambos seguíamos observando a

chico2

en la ducha. Chico2 comenzó a masturbarse viéndonos, y mi chico no pudo más, se olvidó de la timidez previa, y me invitó a meternos en la ducha con él.

Nos desvestimos rápidamente, y los 3, muy juntos en la ducha comenzamos a explorar nuestros cuerpos. La primera imagen que no olvidaré, fue el ver sus dos penes juntos. El de

chico2

era bastante más grande y delgado que el de mi novio, que la tiene más gruesa pero con un tamaño más normal. Al unir los dos penes,

chico2

con su gran mano los agarró y comenzó a agitarlos, algo que a mi chico puso aún más cachondo. Yo desde la retaguardia observaba, mientras con una mano acariciaba uno de mis pechos y con la otra me comenzaba a rozar el clítoris.

Les dije que pasáramos a la cama, que ahí estaríamos más cómodos. A medio secar aún, nos fuimos a la cama. Mi sorpresa fue cuando mi novio le pidió a chico2 que me comiese el coño. Chico2 empieza a comérmelo, y mi novio de pie, va a la parte trasera de chico2 y comienza a lamerle su culo. Apenas veía su polla al borde de la cama, pero se veía bastante mojada. Mi novio estaba muy cachondo y era capaz de cualquier cosa. Tras pasar así bastantes minutos, chico2 le dijo a mi novio: "ahora me toca a mi", lo puso a 4 patas y comenzó a meter la lengua en el ano de mi chico, que gemía como loco. Ahí yo decidí colarme en su fiesta, y metiendo mi cabeza por debajo de su vientre le empecé a hacer una mamada mientras chico2 seguía jugando con su culo. Pocos minutos llevábamos, cuando mi chico me dijo que parara que estaba a punto de correrse. Chico2 le dijo: "no te preocupes, hazlo, que no será la primera". Así que se corrió en mi boca, en esa postura tan exitante para los tres.

No recuerdo haber notado jamás su polla tan dura, estaba a punto de reventar, y vaya que si lo hizo. Tras correrse se sentó a observar, mientras yo comencé a cabalgar a

chico2

. Me puse encima suya, y comencé muy muy excitada, ya que también era la primera vez que follaba delante de mi chico con un hombre. Al poco tiempo, mi novio se puso tras de mi y comenzó a tocarme los pechos mientras chico2 me seguía debajo mía, y con su largo pene hasta mis entrañas. El pene de mi novio comenzaba a endurecerse de nuevo, e iba notando desde atras como iba aumentando su tamaño que rozaba mis nalgas. Ahí terminé de explotar, y tuve un orgasmo bastante intenso.

Me saqué el pene de chico2, y le pedí a mi chico, ya excitado de nuevo, que quería verlo mientras chico2 le follaba. Para ello, mi novio se puso nuevamente a 4 patas, y mientras chico2 y yo jugábamos con nuestra saliva y lenguas, cerca del ano de mi chico, él mismo se iba masturbando hasta que pidió que se la metiese.

Chico2

hizo hacia atrás la piel de su pene, y acercando su capullo se la fue metiendo poco a poco, con mucha maestría. Tenía su polla bastante mojada también, lo que facilitó la entrada. Cada vez más, y más adentro, mientras mi novio seguía agitando su pene él mismo. En ese momento me alejé 1 metro para observarlo bien. Ambos gozaban enormemente, y yo veía realizada una de mis fantasías de siempre.

Mi chico estaba en éxtasis, como loco, pedía que le corriese en el culo, sin sacarla, quería su leche dentro. Y así fue,

chico2

se corrió mientras daba nalgadas a mi novio. Chico2 tras correrse y seguir empujando un buen rato, saca su polla, y sorpresa para mi: comienza a comerle el ano de nuevo a mi chico, mientras iba saliendo leche por el agujero. Había visto esto en películas X, pero verlo en directo me dejó muy cachonda.

Fuimos a ducharnos por separado. Primero mi novio, luego chico2, y finalmente yo. Ya saben que las mujeres solemos tardar un poquito más de la cuenta. Cual fue mi sorpresa, que cuando salgo de la ducha y voy a la habitación, ahí estaba chico2 tumbado sobre la cama con las piernas abiertas, mientras mi novio le hacia una mamada e iba metiendo 2 dedos en su ano. Me senté en la silla del escritorio, y nuevamente comencé a verlos, hasta que no pude evitarlo y me masturbé mientras los veía. En esta ocasión fue mi chico el que acabó penetrándolo, hasta que estuvo a punto de correrse, para lo que le pidió hacer un 69. Ambos, mamándosela mutuamente, y jugando con unos dedos en el ano del otro, se volvieron a correr, ya con bastante menos leche tras los festines anteriores, pero muy cachondos.

Chico2 nos dijo que le habíamos encantado, y que cuando quisiéramos ya sabía donde estaba. Nos despedimos con un gracias, buenas noches, y se fue como habíamos pactado.

Recordar esto me hace ponerme muy cachonda, y mi chico quedó encantado. Con el paso de los días estamos pensando en volver a realizarlo con más tiempo en nuestra próxima visita a otra ciudad, pero buscando un chico más musculoso, ya que es su nueva fantasía...