Primer Trio
Mi mujer me comenta en una ocasión que le gustaría estar con otra persona a parte de mi. Ella comenta que tiene la fantasía que tiene es estar con un señor mayor.
Mi mujer me comenta en una ocasión que le gustaría estar con otra persona a parte de mi. Yo, la verdad, después de pensarlo un par de veces le digo que está bien. Ella comenta que tiene la fantasía que tiene es estar con un señor mayor. A mi, la verdad me sorprendió, pero bueno la complací en ello. Así que después de buscar un candidato, lo encontró por uno de estos chats de televisión nocturna en los que ponen películas educativas, je je. Ella me comenta que el problema es que él se siente un poco incomodo ya que sería su primera vez de trio, pero que le pareció bien. Así pues el día señalado nos dirigimos a el lugar establecido para quedar. Ella al llegar identificó su coche y se cambió para ir con él. Yo seguí detrás de ellos tal cual lo decidido.
Ese día ella estaba espectacular pues vestía una falda larga que le marca mas su espectacular culazo, un sujetador de estos que levanta hasta un puente, por lo que las tetas se le veían aún mas grandes, paradas y bellas, una tanga de hilo de esas que hay que apartar las nalgas para ver el hilo y una blusa con escote de las que quitan la respiración. Vamos según me contó ella cuando subió al coche del viejo, sus ojos se clavaron en ese escote. Dice que durante el viaje no apartaba la vista del escote y que le acariciaba los muslos en cada ocasión que podía.
Llegamos a un lugar algo apartado y nocturno. No había ni luces, ni gente, ni nada por los alrededores. Cuando abren las puertas para pasar al asiento de detrás la luz interior me permitió ver al señor. Era un señor mayor de unos 65 a 70 años, aparentemente delgado y algo calvo. En eso que pasan al asiento trasero de su coche. Por suerte había algo de luna y eso me permitió ver mas o menos la cosa. Él comienza a acariciarla sobre la ropa para acto seguido, como intuí, ir lo primero a por sus las tetas, metió la cabeza en ellas y se perdió allí.
Lo primero en salir fue la blusa, ese viejo sobaba y sobaba esas tetas como si la vida le fuera en ello. Luego vi que mi mujer se quito la falda y se puso a cuatro. Por lo que pude entrever el señor comenzó a chuparle y sobarle las nalgas. Al poco vi como le quitaba el sujetador y se emocionó de nuevo chupando y tocando las tetas. La verdad es que son muy grandes y naturales, por lo que no me extraña que le llamasen la atención.
En un momento veo como gira a mi mujer y la pone contra el cristal de la ventana con lo que se quedaron su tetas pegadas contra el cristal y vi el viejo detrás de ella sobándola sin cesar. Tras unos minutos mi mujer me hace señas para que me pase al otro coche. La verdad es que el viejo estaba un poco cortado al verme a mi y yo le dije “tranquilo, que aquí hemos venido a divertirnos”, me senté y acto seguido mi pantalón salio fuera. Nos quedamos los tres detrás con ella en medio. Ella no perdió el tiempo, tras sacarnos las pollas, comenzó a meneárnoslas. Parecía una escena de película porno. Luego se inclino y comenzó a chupársela al viejo. Este se quedo con los ojos en blanco, pues la verdad es que ella sabe chuparla muy bien, yo mientras tanto ya tenia apartada la tanga y me dediqué a meter un dedo dentro de su coño.
La escena era un poco complicada pues el coche no era muy grande pero la excitación del momento suplió la carencia de espacio. Luego cambio a chupármela a mi para ofrecer su culazo, ya sin tanga al viejo, el cual se lo encontró de frente. Él enterró su cara dentro de aquel culazo y comenzó a chuparse ese coño incesantemente. Cuanto más se lo chupaba a mi mujer mas profunda me hacia la mamada. Menos mal que el paraje estaba desierto porque sus gemidos eran fuertes. El viejo se emocionaba chupando y metiendo el dedo en ese jugoso y mojado coño. Luego ella se volvió a sentar en medio y abrió las piernas poniéndolas sobre las nuestras y comenzó a tocarse el coño y abrírselo con sus dedos mientras se masturbaba para nosotros. Se frotaba fuertemente el clítoris y con la otra mano se acercaba el pecho a la boca para chuparse el pezón.
Al rato mi mujer se mete los un dedo de cada mano en el coño y nos los da para probar se su rico fluido. En eso nos dice, “¿quien quiere ser el primero en follarme?”, para después seguir masturbándose y gimiendo. Yo le digo que empiece él. Él pregunta “¿con o sin condón?”. A lo que mi mujer se lo dijo claro, “CON”. Entonces ella le puso un condón.
Mi mujer se quedo a cuatro con su cabeza sobre mi polla chupando sin cesar mientras yo le acariciaba las tetas y el viejo se puso detrás de ese tremendo culazo y comenzó a meterla. Yo creo, por la cara suya, que nunca se había follado un coño como el de mi mujer. Empujaba y empujaba mientras le sobaba el culo y decía cosas como “que rica estás”, “que culazo”... La escena era totalmente morbosa, mi mujer a cuatro chupándome la polla y el otro por detrás follándosela.
Yo estaba en la gloria, mi mujer me estaba dando la mejor de las mamadas mientras me miraba a los ojos con cara de vicio. A ratos le decía “empuja, empuja, fóllate ese coño”. Al oir eso el viejito empujaba mas fuerte y mas se enterraba mi polla en la garganta de mi mujer. Al poco el viejo se vino, cayendo rendido en el asiento. En eso mi mujer se gira ofreciéndome su coño y abriéndolo con los dedos. Yo me puse detrás y empecé a follarla con fuerza mientras ella miraba al viejo y acariciándole la polla le decía, “mira como me la están metiendo” , “ponte debajo y mira mi coño abierto por la polla de mi marido”. El viejo metió como pudo debajo dejando la cabeza por debajo de ella y disfrutaba con el espectáculo de ver su coño abierto por el frenesí de la follada. Ella comenzó a pajearlo de nuevo. A momentos parábamos la follada, le sacaba la polla y ella inclinaba el coño para que se lo chupara el viejo y luego volver a meterla dentro. Ese viejo se bebía todo lo que salia de su coño, no le importó que mi polla hubiera estado dentro de ese coño. Había momentos en que mi mujer le tapaba toda la cara con su coño, pero él disfrutaba con eso. Luego inclinaba las caderas para arriba y me volvía a ofrecer su coño para follarlo de nuevo. Yo tenia tal excitación que con los empujones que le daba hacia moverse el coche como si fuera una feria.
Luego yo me puse boca arriba como pude y ella se montó en mi polla para cabalgarme quedando de cara al viejo que seguía disfrutando de esas tetas. Las tocaba y chupaba sin cesar mientras ella le daba alegría a su polla con la mano.
Después de un rato de mete y saca ella se corrió, se la sacó y le ofreció al viejo su coño para que bebiera. A él le encanto ese regalo pues le dejo el coño limpio para acto seguido volver a llenarlo yo con mi polla. En eso ella le pregunta al viejo “¿Donde quieres que me tire la leche mi marido?”. Él responde “En la boca y las tetas”. Entonces me la comenzó a chupar y al rato note la inminente corrida, apunté bien y le llene las tetas y la boca con mi leche. Ella miro al viejo mientras se relamía la boca con el semen y refregaba sus tetas con mi jugo. El viejo miraba sorprendido la escena con mucho morbo en la mirada pues nos comento que con su mujer era algo muy clásico y rutinario. Ahora el viejo ya no las toco mas, jajaja, como estaban mojadas de leche ya no quiso mas. Así que nos sentamos los tres a respirar. El coche entero olía a sexo y los cristales estaban totalmente empañados.
La verdad es que fue un buen polvo. El viejo decía que muchas gracias, que había disfrutado mucho y le encantaría repetir. Yo pensé para mi ' desde luego que te encantaría repetir, con lo bien que te lo has pasado' je je. Así pues nos limpiamos y ya él se fue con su coche y nosotros con el nuestro. La verdad es que no hemos repetido trio en coche, pues se hace un poco incomodo, quizás si fuera una furgoneta, jajajaja, seria otra cosa.
Cuando yo le pregunté que le pareció ella me dijo que como experiencia morbosa había estado muy bien, pero que el viejo con la edad que tenia no daba gran cosa. Aún así me dijo que se divirtió mucho y que valió la pena.