Primer relato
Así comienza la liberación sexual.
Primer relato
Hoy, después de ller muchos de sus relatos en todas las secciones, me he decidido a empezar mi propia historia, soy realmente actriz y no dramaturga ni nada de esto, pero empezaré por relatarles como empezó mi liberación sexual.
Yo tenía miles de tabas en la cabeza, después de todo vengo de educación muy estricta y familia muy religiosa, pero al enfrentarme al mundo del teatro me tuve que liberar de cualquier prejuicio que tuviera, así que fue tras un ejercicio de permitirse que empezó esta historia.
Nos pidieron que hiciéramos algo que siempre hubiéramos querido hacer, pero que no teníamos el valor por cualquier situación. Así que después de mucho pensar vino a mi mente todas esas veces en que pensaba en como era la masturbación, ya que ha pesar de no ser virgen nunca tuve la necesidad de recurrir a la soledad para gozar un poco. Este acto era demasiado simple para el ejercicio, así que busque la manera de complicarlo un poco y liberarme realmente.
Mientras estaba atorada en el tráfico de esta ciudad, empecé a ser consiente que ya nadie se miraba, que cada carro era un pequeño mundo a parte, así que vino la brillante idea a mi cabeza y la perfecta manera de resolver mi ejercicio. La sola idea empezó a calentarme un poco, poniéndome nerviosa y mirando a todas direcciones cerciorándome que nadie tuviera la mirada clavada en mi, tengo un carro pequeñito por lo que descubrirme sería fácil.
Ese día llevaba puesta un blusa de tirantes pegada al cuerpo y una falda larga, de esas que se enrollan, lo cual facilitaba la tarea ocultando la acción. Empecé por introducir mi mano debajo de la falda y acariciando mis piernas y mi abdomen lentamente, subí el volumen del stereo del carro para no distraerme con sonido externos y concentrarme en lo mío.
La temperatura de mi cuerpo empezó a subir entre la adrenalina y los movimientos que mi mano inconscientemente comenzó a hacer, primero por encima de ropa interior, que como casí siempre entre semana era unos boxers tipo cachetero, apretando mis nalgas suavemente. La excitación empezó a subir vorazmente, pero la luz cambió a verde y tuve que acelerar antes que los demás empezaran a usar el claxon, pero mi mano se quedó justo entre mis piernas.
Como estaba en el centro de la ciudad, otra luz roja vino pronto, y el neutral en el auto fue mas instintivo que razonado, y el movimiento era cada vez mas rítmico y constante, empezaba a tener esa sensación de calor abrumador y cosquilleo, así que no lo soporte mas y metí mi mano debajo del boxer.
La sensación de mi propia piel entre mis dedos fue alucinante, sentirme suave y con la posibilidad de hacer exactamente lo que me gusta sin mayor pretensión que la del propio placer. Comencé suavemente, acariciándome, conociéndome, sintiendo cada centímetro de mi, con cara de autocontrol, como si nada pasara, yo solamente manejaba mientras por dentro la explosión de sensaciones tenia una fiesta. Mis dedos recorriendo lentamente mi piel, fueron introduciéndose lentamente en mi, sintiendo como quería estallar en un gemido ahí mismo, pero gusto antes de soltarlo, volteaba a buscar miradas de la gente, que al parecer nadie estaba volteando a verme y eso me tranquilizaba.
Así duré casi todo el camino a mi casa, que son aproximadamente 30 minutos, hasta que llegue al orgasmo y casi choco al meter el acelerador en lugar del freno por la confusión de mi cuerpo. Tuve que para para tranquilizarme cuadras antes de llegar a mi casa, donde estacione el coche por arte de magia y entre directo al baño a asearme un poco.
Mi curiosidad hacia estos temas empezó a aumentar, y a irse mucha clase de tabas de mi mente, aquí empiezan mis historias, que cada vez van subiendo de tono, así que espero esto vaya mejorando