Primer regalo de navidad (2)
Como estas navidades cambiarían mi vida.
PRIMER REGALO DE NAVIDAD (II)
Siguiendo con el relato anterior, lo dejé cuando empecé a ocuparme de los pies de Sandra. Pude estar disfrutando de los pies de las tres chicas durante casi una hora y media. Los lamía, chupaba, olía, besaba; no deje ni un milímetro de ellos sin explorar. Habían momentos, en los cuales los comentarios de ellas, me pasaban completamente desapercibidos, incluso, los mas subidos de tono.
Marta no dejaba de observarme en ningún momento; me susurraba cosas a los oídos, mientras yo estaba en el limbo, como dirigiéndome, pero, en ningún momento dejo que me desabrochara los pantalones, cosa que intenté hacer en varias ocasiones, ya que la erección que tuve todo el tiempo me provocaba incluso dolor.
Dediqué casi media hora, mas o menos a cada una de las tres chicas, siendo Berta la única que durante el tiempo que estuve mimando sus pies, se corrió como una loca, ya que mientras, estuvo masturbándose.
Cuando Marta me avisó de que ya era suficiente, yo esperaba algo mas, ya que no podía con mi calentón, pero ella decidió de que ya era hora de que nos marcháramos. Me tuve que resignar, y a los pocos minutos, ya estábamos en la calle, no sin antes, habernos intercambiado con Berta nuestros respectivos números de móvil.
Durante el camino hasta el coche, y una vez ahí, hasta casa, apenas hablamos. Marta iba fuertemente agarrada a mi brazo, y yo, en esos momentos, apenas podía ni mirarla, pero, mi cabeza estaba en ebullición, recordando imágenes, sensaciones, etc, sobre lo que había acabado de suceder. Pensaba para mí mismo, si eso marcaría un antes y un después en mi vida, en mi relación,... etc.
Llegamos a casa, y mediando pocas palabras, fuimos colocando y guardando los paquetes de las compras que habíamos realizado durante la tarde. Todavía mediábamos pocas palabras, y eso, me hacía sentirme nervioso. Una vez acomodados, pusimos la televisión, nos servimos un par de copas de vino, y ella se recostó en mi regazo. Yo no podía prestar atención al programa que teníamos puesto; pero ella tampoco.
En un momento determinado, se giró, mirándome fijamente a los ojos y me dijo: - Como esto que ha pasado esta noche, se te ocurra hacerlo sin mí, te corto los huevos. Y sin decir nada mas, empezó a bajarme los pantalones cortos que llevaba, y cogiendo mi polla, empezó a chuparla como nunca lo había hecho. Parecía que le iba la vida en ello, y debido a la calentura que llevaba yo, no tardé demasiado en correrme, e inundarle la boca de semen; y como sucedía siempre en estos casos, ella trago parte de él, y luego me pego un soberano morreo, esparciendo el resto de leche que le quedaba por nuestras bocas.
Ahora tocaba mi turno. Marta se recostó sobre el sofá, y echando para atrás sus piernas, dejó a la vista sus dos agujeros. Mi lengua, empezó chupando el agujero de su culito, pasando al poco tiempo a saborear su humedísimo coño. Así estuvimos hasta que se corrió por primera vez durante la noche. Una primera vez de varias, ya que estuvimos casi toda la noche follando como locos. Primero en el sofá, y luego ya en la cama. Rendidos, al cabo de unas horas, nos quedamos dormidos bien abrazados, y estuvimos durmiendo durante un montón de horas.
Me desperté a las 3 de la tarde. Ella no hacía mucho que se había levantado. Me di una ducha, y fui hacia la cocina, donde estaba Marta preparando algo de comer. Una vez listo todo, nos sentamos, y empezamos a comentar lo sucedido el día anterior. Me fue bastante clara, y me comentó que, todo y que jamás hubiera imaginado verme con otra u otras mujeres, lo sucedido el día anterior, le había excitado muchísimo, y que a partir de ese momento, me iba a permitir repetirlo, si se terciaba; eso sí, llevando ella las riendas de la situación.
No supe que decir, pero, supongo que con mi mirada y con mi expresión, ella supo que yo estaba encantado con la idea.
Pasaron los días, y poco mas comentamos del tema. Aunque a decir verdad, si bien nuestra vida sexual era hasta ese momento muy activa, aún lo fue mas.
Era el día 22, y al llegar a casa, Marta me comentó que Berta la había llamado por teléfono........ (continuará)
José ( sexsuccess@hotmail.com )