Primer examen ginecológico de Laura (2/4)

Tras una primera exploración de sus pechos, la joven, siguiendo el protocolo, debe someterse a una primera exploración de su coño y su culo, tras haber aceptado ser participe de la experiencia a la que aceptó.

Primer examen ginecológico de Laura (2/4)

Capítulo 2.- La exploración de su coño y ano

Una vez terminada la exploración de sus pechos, el Dr. Gomis le dijo:

  • "Levántate ahora, Laura."

Ella se levantó de la silla con sus pechos rebotando… Le puso sus manos sobre sus caderas, girándola hacia los otros médicos.

  • "Los jeans siempre son muy difíciles de bajar… Las chicas los compran porque se ajusten como una segunda piel y los jeans de Laura no son una excepción… ¿Ven cómo se aferran a sus nalgas?"

La mortificación de Laura fue evidente cuando él señaló esto a los demás.

La mano del Dr. Gomis acarició su culo con un toque un poco audaz.

Ella sintió su mano en su cintura, desabrochando su cinturón y el botón superior antes de que sus dedos agarraran la cremallera.

  • "Puedo hacerlo yo", le dijo a punto de entrar en pánico mientras trataba de agarrarle la cremallera, queriendo terminar rápidamente... Sentía como si el Dr. Gomis la desnudara lentamente por placer.

El Dr. Gomis golpeó su culo con la palma de su mano y con voz severa le dijo:

  • "Lo haré yo, Laura… Ahora, compórtate y estate quieta."

Ella se sorprendió por su tono… La palmada apenas la notó a través del grueso material del pantalón jean que llevaba… Dejó caer las manos a un lado, obedeciendo su orden, sin saber por qué, pero sin querer saber qué pasaría si no lo hacía.

  • "Sí, Dr. Gomis."

La mano del Dr. Gomis volvió a su cremallera y comenzó a bajarla lentamente… Luego sintió su mano empujar cuando llegó al fondo, tocando su coño cubierto por las bragas… El material delgado de las bragas era la única barrera entre la mano del Dr. y su sexo desnudo… Se había olvidado de que llevaba una tanga sexy, pensando que se quitaría la ropa y se pondría una bata… Ahora la verían así, con las nalgas desnudas.

El Dr. Gomis alargó la mano hasta la parte superior de los jeans y la puso sobre las caderas, asegurándose de que sus bragas no cayeran con ellos... Vio sus nalgas ya que la tanga que llevaba la dejaba casi desnuda por detrás... Él tiró de los pantalones hasta sus rodillas... La dejó sentarse allí con sus piernas juntas.

  • "Observen como Laura tiene una piel muy suave y sedosa"… Y lo comprobó al pasar la mano por el costado de sus caderas desnudas... Luego, la giró hacia un lado, para que los otros médicos pudieran ver también sus nalgas desnudas.

"Sus nalgas son de un rosado bonito y saludable… Ella debe hacer ejercicio con frecuencia, ya que también están apretadas"… Su mano agarraba una de sus nalgas desnudas mientras les daba una especie de ‘conferencia’ a sus ‘colegas’.

Laura de repente se sintió como si fuera una muñeca… El Dr. Gomis habló de ella y la tocó como si no fuera real… Sólo una muñeca para examinar… Ella sintió que él agarraba su culo y sus caderas empujándolas hacia adelante.

  • "Cuidas bien tu cuerpo, Laura… Debes estar orgullosa de ello… Esto que te digo no te avergüenza, ¿verdad?"

Laura estaba en compañía de cuatro hombres mayores y extraños, desnuda de cintura para arriba, con el pecho agitado, los pezones duros, los pantalones hasta las rodillas y una tanga lo único que cubría su sexo y él le preguntaba si estaba avergonzada?

  • "No, Dr. Gomis, estoy bien", mintió, mostrándole una sonrisa falsa mientras él continuaba apoyando su palma en sus nalgas desnudas.

  • "Sabía que eras muy madura, Laura… Ahora doctores, "le quito la tanga a Laura para que podamos examinar su sexo"

Su mano agarró la tanga de Laura por la cintura y lentamente la bajó… Todos vieron cómo aparecían sus rizos, un arbusto rubio muy bien recortado que era casi invisible a la vista… El cabello claro y delgado del coño casi calvo era como el de una joven de doce años... Él continuó tirando hacia abajo hasta que fue detenido en sus rodillas por sus jeans.

Ahora estaba completamente desnuda, aunque sus jeans y tanga estaban recogidos en sus rodillas… Todos los ojos enfocaron entre sus piernas… Sus labios vaginales hinchados cerraban la entrada al interior del coño... Sin embargo, ella sabía que no pasaría mucho tiempo ahí… La mesa de examen de metal frío le esperaba… Su sexo quedaría abierto y disponible, mientras la abrirían totalmente.

  • "Por favor, Laura, siéntate de nuevo en la silla y quítate los jeans y la tanga... Necesitamos seguir y te queremos desnuda."

Todos los ojos la observaron mientras se sentaba y luchaba por quitarse los jeans, inclinándose para quitarse los zapatos, con los pechos colgando.

Comenzó a quitarse los jeans, doblando las rodillas hacia afuera ofreciéndoles una vista sin obstrucciones de su coño, que no dejaron pasar ninguno de los hombres presentes… Ella trató de no mirarlos a la cara cuando finalmente se quitó los pantalones y la tanga… Ahora completamente desnuda, el Dr. Gomis la colocó en posición.

  • "Sólo unas pocas fotos más, Laura y entonces vamos a la mesa de examen", dijo como si fuera una parte completamente normal del examen.

"Por favor, siéntate firmemente contra la silla y mantén los hombros rectos… Así… Muy bien... Ahora pon, de nuevo, tus manos detrás de tu cuello... Quiero que tus pechos se vean tiesos en las fotos."

Laura esta posando para ellos, con las tetas extendidas, los pezones aún duros, su coño expuesto y mojado…Era lo más humillante que que había hecho hasta ahora en su vida… Se encogió cuando la cámara se adelantó de nuevo… Sus ojos se apretaron con fuerza mientras la cámara parpadeaba una y otra vez, capturando sus pechos erguidos y desnudos."

  • "Arquea la espalda un poco más, Laura… Así está muy bien, sí… Saca una foto de sus pezones duros", solicitó el Dr. Gomis… Luego se inclinó cerca de Laura, con la mano apoyada en su pierna y le dijo:

"Ahora necesito que abras las piernas para la cámara, Laura… ¿Puedes hacer eso por nosotros?"… Y le empujó con sus manos entre sus muslos fuertemente apretados, sintiéndola cómo se abría.

  • "No, por favor, no tomes una foto ahí abajo", rogó, sintiendo que él empujaba sus tiernos muslos.

  • "Sólo serán unas pocas fotos, Laura… La próxima vez tenemos una máscara que cubrirá tu rostro para que nadie te reconozca, pero por ahora debemos insistir en que abras las piernas y muestres tu sexo a la cámara".

‘¿ Una mascara?... ¿Qué tipo de fotos podrían tomar si necesitara usar una máscara? ’, pensó de inmediato asustada.

Ella ya no pudo resistir sus manos, más fuerte que sus muslos y sus piernas se abrieron, moviéndose hacia el borde exterior de la silla…. Abrió los ojos y bajó la mirada hacia su sexo, los labios de su coño comenzaron a separarse, avergonzada al ver el flujo brillando en su sexo.

  • "A partir de ahora usaras una máscara… Así no se va a ver tu cara en las fotos… Ahora relaja tus muslos y sepáralos más… Ponte al borde del asiento, Laura... Así… Eso es… Eres una paciente muy buena, Laura".

  • "Saca algunas fotos ahora", le ordenó al Dr. Fuster.

El Dr. Fuster se arrodilló entre sus piernas… La lente de su cámara estaba a menos de 30 cm. de su sexo abierto y le hizo varias fotos.

Ella saltó cuando las manos del Dr. Gomis le tocó su vulva.

  • "Laura tiene labios muy carnosos", le dijo al Dr. Fuster mientras se los abría exponiendo su piel rosada a la cámara.

  • "Relájate, Laura… Sólo necesito abrirte para que la cámara pueda ver dentro de ti"… Su vagina quedó ahora expuesta, al igual que su capucha de clítoris.

  • "Trata de sacar una buena foto sin mis dedos"... El Dr. Fuster se colocó acercándose a sólo centímetros de su sexo.

  • "Notarás que Laura ha comenzado a secretar jugos… Puedes verlo brillar cuando el foco de la cámara parpadea... El examen excita sexualmente a algunas pacientes y no hay nada de que avergonzarse Laura... Algunas pacientes incluso han tenido orgasmos mientras la abría con el espéculo."

Ahora todos sabían que ella era muy puta... Los dedos del Dr. Gomis mantuvieron su sexo abierto, haciendo que su coño hormigueara y goteara de emoción.

‘¿Qué deben pensar de mí?... ¿Podría realmente correrme con ellos aquí delante de mí?’, pensaba… Sí… Ella sabía que podía correrse.

  • "Lo siento, doctor", dijo humillada sin saber qué decir, sólo sabiendo que debía decir algo.

Finalmente terminaron de tomar fotos… La mano del Dr. Gomis le soltó los labios de su coño… Laura se sintió vergonzosamente insatisfecha mientras estaba sentada en la silla, pero muy excitada… Tenía muchas ganas de jugar con su clítoris hasta correrse.

  • "Levántate, Laura, y pasa a la mesa de examen."

El Dr. Gomis vio la expresión de miedo en su rostro cuando ella se puso de pie, moviendo su mano hacia su cintura desnuda.

  • "Va a salir bien, Laura… Sólo sé una buena chica y todo será fácil y terminará todo esto antes de que te des cuenta."

El Dr. Gomis dejó que su mano se deslizara un poco más abajo, tocándole su culo apretado y adolescente... Sintió que sus nalgas se balanceaban suavemente mientras la acercaba a la mesa, como lo haría un guardia con una prisionera.

Laura sintió todos los ojos puestos en ella y sus pechos, incapaz de controlarlos, rebotando mientras caminaba.

Sintió la mano del Dr. Gomis en su cintura deslizarse hacia su culo, y tuvo miedo de decirle algo… Más miedo le provocaría el resto del examen.

Miró la mesa mientras se acercaba a ella, reluciente, fría y estéril… Fue a sentarse en ella, pero fue detenida por la voz del Dr. Gomis.

  • "No… Te quiero a cuatro patas en la mesa, mirando hacia la pared de enfrente."

Su polla se sacudió cuando dijo eso... Le gustaba ver a una chica abierta de esa manera, con el culo en alto, rogando que la tocaran su coño y ano abiertos y accesibles.

Esto fue lo peor para Laura… ¡La quería en posición de perrito, como un animal que espera ser apareado!... Ella dudó, pero sus manos la llevaron a ponerse en esa posición y pronto sus manos y rodillas tocaron el frío metal.

Cerró los ojos y sólo imaginó cómo debían verla desde atrás mientras se arrastraba hacia adelante, sabiendo que su coño y su ano estaban brutalmente expuestos a sus ojos.

Las manos del Dr. Gomis la empujaron de un lado a otro hasta que la tuvo exactamente en la posición que quería: en el centro de la mesa, de rodillas, con los brazos extendidos hacia delante, apoyando la parte superior de su cuerpo…. Estaba muy cohibida, con los pechos colgando hacia abajo y el culo muy cerca de la cara del Dr. Gomis.

  • "Primero haremos un breve examen de Laura en esta posición… Más tarde la pondremos de espaldas con las piernas abiertas, pero esta postura es menos vergonzosa para Laura", les dijo a sus ‘colegas’.

¡Laura no podía creer que el Dr. Gomis pensara que esta postura en la que le estaba haciendo ponerse era menos vergonzosa!

Se movió hacia la cabeza de Laura, quitándole el pelo de la cara, contento por la forma en que sus pechos colgaban y notando que sus pezones aún estaban duros.

Ella tenía una mirada angustiada en su rostro, al imaginarse que su coño estaba cada vez más húmedo… Notó como el Dr. Gomis movía su mano por su espalda, pasando suavemente sobre su carne sedosa.

  • "Baja, Laura… Pon la cabeza sobre la mesa, pero mantén el culo erguido", le dijo empujando su mano sobre su espalda.

Se sentía como un perro entrenado… Su cabeza estaba apoyaba en la mesa y su rostro miraba hacia el Dr. Gomis mientras él palpaba lentamente su carne, en dirección hacia su culo levantado... Cuando él se movió detrás de ella, no tuvo dudas para imaginar lo que estaría viendo y cómo estaría.

  • "Mueve las piernas separándolas más, Laura."

Sus dedos se deslizaron entre sus muslos, empujándolos hacia afuera… Los golpeó ligeramente con la palma de la mano y el sonido del golpe resonó en la habitación... Ella obedeció y se abrió mucho más… Al Dr. Gomis le encantaba ver su cuerpo adolescente, sus nalgas separadas, su coño abierto y sonrosado... Estaba en la posición perfecta para ofrecer su sexo a quien lo quisiera follar.

Laura cerró los ojos, no queriendo ver mientras todos observaban su sexo tan abierto con sus nalgas tan obscenamente expuestas.

  • "Ahora doctores, notarán que Laura tiene una vulva muy hinchada"… Sus dedos se deslizaron ligeramente por los pliegues de su sexo.

  • "Tranquila Laura que voy abrir tus labios vaginales."

Sus dedos agarraron cada labio del coño, separándolos y dejando sus labios rosados ​​internos expuestos a los demás… Su dedo se deslizó hacia arriba y hacia abajo por la raja de su coño, sintiendo su humedad.

  • "Con estos movimientos de mi dedo busco localizar cualquier crecimiento anomalo en los labios internos... Es necesario hacer esto varias veces si se quiere encontrar cualquier pliegue, incluso los más pequeños."

Su dedo se deslizó hacia arriba y hacia abajo y Laura comenzó a mover sus caderas sabiendo que él la estaba excitando sexualmente.. Sus jugos comenzaron a fluir más y su dedo se humedeció mucho.

El Dr. Gomis continuó hablando con los demás con la mano frotando la hendidura de Laura... Ella podía sentir sus jugos correr por sus muslos… Los dedos del Dr. Gomis la estimulaban, humillandola por estar tan excitada sexualmente… Ella lloró en silencio cuando sintió sus dedos moverse hacia su ano, arrastrando sus jugos con las yemas de sus dedos.

Los dedos del Dr. Gomis descansaron a ambos lados de su ano y comenzaron a tirar hacia afuera, observando cómo el pequeño capullo de rosa quedaba completamente expuesto... Lo abrió más y la pequeña estrella comenzó a abrirse.

  • "Doctores, fíjense en esto… Miren que Laura tiene un pequeño ano, obviamente por no tener relaciones sexuales anales... Vean cuán rosada es la abertura… No hay signos de hemorroides"… Él lo estiró más y su ano se abrió.

Ella bajo la cabeza avergonzada justo cuando sintió que los dedos del Dr. Gomis comenzaban a presionar la pequeña abertura.

  • "Empuja mi dedo… Necesito revisar tu músculo del esfínter."

Ella se esforzó, empujando su culo hacia atrás y el pequeño ano comenzó a abrirse alrededor de su dedo.

  • "Muy bien, Laura, un poco más."

Laura, que juró que nadie la tocaría allí, se sorprendió al obedecer.

El Dr. Gomis observó su ano cerrarse cuando ella se adelantó un poco… Luego comenzó a empujar hacia afuera nuevamente mientras seguía sus instrucciones… Estaba muy apretada pero su dedo finalmente ganó, como él sabía que lo haría, hundiendo el primer dígito, el índice, antes de que pudiera hacer otra cosa que jadear de sorpresa y dolor.

El Dr. Gomis movió su dedo alrededor, sintiendo que el esfínter de Laura trataba desesperadamente de expulsarlo de su cuerpo.

  • "Observen doctores… Laura tiene un esfínter muy fuerte… Está aplicando presión en mi dedo, tratando de empujarlo fuera... Cuando esté en los estribos del sillón ginecológico, exploraremos su recto y su colon aún más... Ella está muy tensa en este momento, y eso hace que sea difícil hacer exámenes internos sin dañarla, por lo que creo que deberíamos comenzar el proyecto de investigación para ayudar a poner a Laura en un estado mental más relajado."

Laura levantó la vista de nuevo y pregunto:

  • ¿Comenzar el proyecto de investigación?... "¿Qué me va a hacer, Dr. Gomis?"… Sus ojos se volvieron hacia ellos para verlos a todos mirando entre sus piernas.

  • "Leíste el formulario de consentimiento, ¿verdad, Laura?", le respondió el Dr. Gomis a la mirada perpleja en su rostro.

  • "Era tan largo y aburrido que lo firmé sin leerlo."

Laura se dio cuenta de su error y preguntó cuando obviamente era demasiado tarde:

  • "¿Qué me va a hacer, Dr.?"

La mano del Dr. Gomis acarició suavemente su culo, permitiendo que su dedo volviera a sus labios, sintiéndola saltar cuando él presionó y acarició un poco el interior de su coño.

  • "Este estudio de investigación trata sobre ‘Las Prácticas Masturbatórias de las Estudiantes Universitarias ’… Algunos de nosotros te masturbaremos y también tu misma, y registraremos estos procedimientos con estos fines de investigación."

  • "¡NOoo!... Eso, nooo… Quiero irme."

Levantó la cabeza en señal de protesta y comenzó a alejarse de la mesa.

El Dr. Gomis ya había escuchado antes protestas como esta y estaba preparado para ellas... Mantuvo a Laura en la mesa con una mano en la espalda y recogió el formulario de consentimiento con la otra.

  • "Puedes irte, Laura, pero cuando firmaste este formulario, también aceptaste pagar los costos incurridos por el examen hasta el momento en que elijas irte… Dado que no obtendremos ningún dato útil del examen, debes pagarlo."

Mientras, Laura ahora volvía a la posición de cuatro patas escuchando al Dr. Gomis, que continuaba manipulando su coño.

  • "De acuerdo Dr., ¿cuánto le debo?"

No sabía cuánto podría ser… Ella llevaba aquí menos de una hora.

Laura ni siquiera era consciente de que había vuelto a su posición, balanceándose lentamente de un lado a otro sintiendo en su coño el dedo acariciante del Dr. Gomis.

  • "No tengo las cifras exactas, pero podrían ser alrededor de unos 1.800.00 euros o más"... Él sonrió, sabiendo cuál sería su respuesta.

  • "¡QUÉ!... ¿Cómo puede ser tanto?"

  • "Tienes que pagar el costo de la habitación, la recepcionista, cuatro médicos, ya que incluso a los pasantes se les paga, junto con todos los demás costos adicionales… Nuestro administrador es muy exigente en cuanto a cobrar estos saldos y ha llevado a algunas pacientes a los tribunales o ponerlas en bancarrota para que les paguen... La Universidad también desaprueba que los estudiantes no paguen facturas legítimas… Sin embargo, puedes vestirte e irte", le dijo mientras su dedo mantenía la suave masturbación de su coño.

Ella bajó la cabeza… ¿ Cómo se había metido en semejante situación ? No tenía los 1.800 euros, ni siquiera la esperanza de obtenerlo… Ella ya estaba desnuda, vista y palpada por todos y ahora estaba siendo masturbada, lo que por cierto estaba empezando a gustarle y sentirse bien... Laura, de forma casi inconsciente, dejó que sus caderas comenzaran a balancearse suavemente hacia adelante y hacia atrás.

El Dr. Gomis se dio cuenta que ya la tenía atrapada… Obviamente estaba disfrutando con su dedo... Ella ya no dijo nada más... Su falta de protesta fue suficiente.

  • “Disfrúta, Laura... Relájate y disfruta”, le dijo el Dr. Gomis.

Ella notó como su dedo se movió más abajo, localizando su clítoris… La punta de su dedo se deslizó alrededor de su capucha de clítoris, sin tocarla, solo burlándose de ella.

  • "Dr. Fuster, ¿podría ver lo que podría hacer para estimular los pezones y los pechos de Laura?.. Parece que le gusta un poco el dolor con la estimulación, así que tenga eso en cuenta."

El Dr. Fuster le pasó las manos suavemente por la espalda y rápidamente se enganchó en un pecho colgante… Dos dedos agarraron su pezón y lo apretaron… Ella apretó los dientes cuando comenzó a doler.

  • "¿Eso duele demasiado, Laura?", le preguntó el Dr. Fuster.

Su cabeza estaba al lado de la de ella, pero la pellizcó con más fuerza deleitándose con el dolor que le causaba y la falta de intentos por detenerlo… Su otra mano rodeó completamente el globo colgante, apretando la carne firme, empujando la sangre hacia el pezón hinchado... Soltó el pezón cuando la sangre se acumuló allí y luego volvió a sujetarlo, girando y girando el endurecido pezón.

  • "Sí, Dr. Gomis, creo que le gusta un poco de dolor... ¿Está más húmeda?"

El Dr. Gomis deslizaba continuamente sus dedos hacia arriba y hacia abajo por su hendidura… Los dedos gordos separaron los pliegues, frotando hacia arriba y hacia abajo las paredes resbaladizas.

  • “Muy húmedo... Haga lo que haga, continúa con ello... Dr. Abellán, ¿te atreverías tú a sustituirme y masturbar a Laura?"

Laura sintió que las manos del Dr. Gomis abandonaban su sexo húmedo, siendo reemplazadas por las manos extrañas y algo incómodas del Dr. Abellán… Notó de inmediato la inexperiencia.

Él no la frotó tan suavemente… Dos dedos se movieron hacia su clítoris de inmediato, tirando de su capucha hacia atrás y dejando al descubierto el capullo rojo… Golpeó con su dedo hacia adelante y hacia atrás sobre su clítoris, unas veces bastante duro, otras veces más suave… Su otra mano se movió por su coño, separando con fuerza sus labios vaginales y mostrando a todos su vagina.

Luego, el Dr. Abellán le metió dos dedos en su vagina y comenzó a aplicar presión, sintiendo que sus músculos cedían lentamente y a la vez, él pellizcó su clítoris con fuerza.

  • "Laura tiene una vagina muy apretada... Apenas puedo meter dos dedos, incluso con todos sus jugos lubricando el camino… En cambio tiene un clítoris muy sensible… Cuanto más lo acaricio, más grande se vuelve."

Los dedos del ‘doctor’ Abellán invadieron su vagina, tratando de meterlos más profundos y apretándolos mientras se hundían cada vez más en su coño.

A Laura ya no le importaba el examen o los médicos… Su único deseo ahora era correrse… La habían estado excitando gradualmente y ya no podía resistir más... Unos dedos le estiraron el pezón, a veces dolorosamente, y una mano fuerte apretó su pecho empujando la sangre hacia el pezón hinchado… Su clítoris estaba siendo golpeado con el dedo y lo sentía que se lo frotaban con crudeza… Y su coño estaba siendo follado con dos dedos... Tenía que correrse pronto.

  • "Bien, Laura… Veo que te gusta esto que se te está haciendo".

El Dr. Gomis se puso otra vez detrás de ella, mirando al Dr. Abellán masturbando su coño mojado… Él movió suavemente sus manos sobre su culo, sintiendo su cuerpo tensarse y sus nalgas contrayéndose… Su mano se movió hacia abajo entre sus nalgas, trazando la grieta, en dirección a su ano rosado.

  • "Relájate, Laura… Relájate".

Ella se estremeció de miedo al sentir sus manos, allí... Levantó su culo, moviéndolo de un lado a otro, entregándoselo para que hiciese lo que quisiera con su ano… El pequeño ano temblaba de emoción.

Laura estaba dando un verdadero espectáculo sexual moviendo sus caderas hacia adelante y hacia atrás sobre los dedos invasores en su coño… Sus nalgas apretadas mientras sus músculos vaginales intentaban apretarse sobre los dedos que la masturbaban... Un pecho se balanceaba libremente de un lado a otro debajo de ella, mientras unos dedos pellizcaban fuertemente el otro por el pezón, causándole un dolor que le atravesaba su cuerpo de punta a punta.

Luego, Laura sintió un dedo frotar lentamente su ano, estimulando ligeramente las terminaciones nerviosas… Un deseo de ser penetrada por allí.

El Dr. Gomis captó que había llegado el momento y dijo:

  • "Creo que nuestra pequeña Laura se correrá para nosotros, ‘ doctores ’… Déjate llevar, Laura… Deja que el placer se apodere de tu cuerpo."

El Dr. Gomis no tuvo que esperar mucho… Laura levanto su cabeza de la mesa, con sus ojos muy abiertos y suaves gemidos de placer salieron de sus labios.

  • "Aaaah… Aaaah… ¡Frota más fuerte!... ¡Fóllame con tus dedos!… ¡Haz que me corra!.”

Laura empujó su cuerpo hacia atrás con fuerza para que los dedos que el Dr. Abellán tenia metidos en su coño, se los metiera más profundamente… Ya no le importaba nada… Ni siquiera cuando el Dr. Martín se paró frente a ella, grabando una película mientras ella tenía un orgasmo, con su cuerpo desnudo completamente expuesto y estremeciéndose ante la lente de la cámara… Ella movía su cabeza de un lado a otro, su culo subía y bajaba como una perra en celo… Su coño botaba sobre los dedos invasores dentro de ella... Nunca había sentido algo así antes… Su mente era una confusión de sensaciones.

  • "Observen, doctores", dijo.

Ahora eran tres dedos del Dr. Abellán hundiéndose profundamente en su coño apretado y húmedo, separando las paredes resbaladizas de su vagina… Las uñas afiladas y duras del Dr. Fuster, una vez más, apretaron su pezón, causándole intensos dolores... Y el dedo del Dr. Gomis entró en su ano… Un dedo seco y gordo, el dedo corazón, dilató el apretado músculo del esfínter, entrando, por primera vez, en su recto virgen.

Las aberturas naturales del cuerpo de Laura se abrieron más que nunca… Y ella se corrió de nuevo… Esta vez aún más fuerte que antes… Era su segunda corrida en apenas menos de un minuto.

-"¡Meee corrooo!", gritó.

Nunca se había sentido tan llena… Notaba los dedos moviéndose dentro de su coño y de su culo, separados sólo por una pequeña capa de tejido… Parecían estar unidos, estimulándola desde ambos lados….

Ella encadenó muchas corridas seguidas... Sus caderas movían los dedos hacia atrás y adelante profundamente dentro de ella, sin preocuparse por nada, disfrutando del placer que le proporcionaban.

Y gritó cuando su clítoris fue estirado y retorcido.

  • "¡Noooo!", gritó, con los jugos bajando por sus muslos cuando se dio cuenta de que el Dr. Martín la estaba grabando tanto por delante como por detrás.

Los doctores vieron finalmente a Laura desplomarse sobre la mesa, totalmente agotada.

Todas las manos se retiraron de sus orificios… Laura estaba agotada por los poderosos orgasmos que había tenido, aunque pronto el Dr. Gomis hizo que su dedo volviera, por detrás, a deslizarse entre sus piernas para frotar suavemente sus labios carnosos... Con su otra mano apartó su pelo empapado de sudor de su rostro, girándola hacia él.

  • "Buena chica, Laura... Te corriste muy bien para nosotros… Te has mojado mucho y expulsado gran cantidad de flujo", le dijo mientras su dedo lentamente la masturbaba, de nuevo, lentamente... Laura no tenía fuerzas para mirar hacia otro lado… Su humillación estaba velada por la fatiga.

  • "Creo doctores, que necesitamos limpiar a Laura para poder continuar con su examen ginecológico."

Dos ‘ doctores ’ la cogieron y la llevaron a otra mesa… Laura estaba demasiado cansada para preocuparse, desplomándose mientras la colocaban en el centro, extendiendo su cuerpo.

  • "Primero, boca abajo", ordenó el Dr. Gomis… Y la giraron.

Era incómodo… Su cuerpo quedaba extendido sobre la mesa fría en la que había una alta cresta de goma en el centro que levantaba su culo más de 40 cm de altura del resto de su cuerpo.

Sintió que unas manos tiraban de sus brazos hacia las esquinas y apenas se resistió cuando las esposas de cuero pasaron por sus muñecas y las ataron a cada extremo de la mesa... Ella tiró de las esposas con la poca fuerza que aún tenía y se encontró incapaz de moverse.

Al mismo tiempo, sintió manos en sus tobillos, abriendo las piernas y separándoselas mucho.

  • "¿Qué están haciendo?", preguntó gimiendo y con una mirada triste en su rostro, suplicándoles, recibiendo sólo sonrisas como respuesta mientras ella quedaba extendida y atada a la mesa.

  • "Cálmate, Laura, necesitamos limpiarte para el resto del examen… Es necesario para seguir la experiencia".

Laura miró por encima de sus hombros hacia su culo levantado, con las piernas abiertas, y los médicos mirándola por detrás... No debería avergonzarse después de que todos presenciaron sus orgasmos, pero la extensión de su cuerpo y lo desconocido hicieron que fuera humillante estar en esa posición.

Ella tiró de sus brazos y piernas cuando algo de su fuerza comenzó a volver, pero las correas de cuero se mantuvieron firmes.

  • "¿Por que me estan haciendo esto?", lloró.

El Dr. Gomis se acercó a ella, alargando su mano y tocándola ligeramente, le dijo:

  • "Estás bien Laura… Sólo necesitamos limpiarte por dentro y por fuera."

  • "¿Por dentro?... ¡¿Qué va a hacerme?!", gritó de pánico.

El Dr. Martín se acercó a ella, con una gran bolsa de enema roja en la mano… Ella miró el tubo, la boquilla negra parecía muy grande... Nunca antes le habían dado un enema, pero había escuchado comentarios sobre ellos y nunca quiso probarlo.

  • "Vamos a colocar un espéculo en el recto para ver si hay pólipos y si los hubiera, transferirte a medicina interna para ser eliminados por su peligrosidad... Ahora, sólo relájate... Es relativamente indoloro… Sentirás un poco de hinchazón y al final experimentarás algunos calambres… Nada que no puedas soportar... Es un procedimiento estándar para los exámenes internos... La mesa tiene desagües y con la ducha, podremos limpiar todo lo que ensucies con relativa facilidad.”

El Dr. Gomis se puso un par de guantes estériles para comenzar.

Laura bajó la cabeza sobre la mesa sin querer ver lo que le iban a hacer… Se resignó al hecho... Pero, todavía podía escuchar la conversación del Dr. Gomis con sus otros “ médicos ”.

Continuará....