Primer Encuentro (parte 3)

Continaución. Espero que os guste

Ahora había que quitar toda esa cera de tu espalda, pero lo haría de una manera muy divertida. La ayudó a levantarse y la llevo a un lugar apartado de la cama, cogió sus manos y las apoyó en la pared, tenía los brazos estirados, de manera que su apoyo estaba en la pared, no sabía qué le iba a hacer pero seguramente tuviese que utilizar ese punto de apoyo. Se pegó a ella, rozando su poya contra su culo, y le dijo: “Voy a hacer que salte toda esa cera de tu espalda, pero vamos a darle un toque de emoción al juego, te voy a poner algo en la boca, si consigues aguantarlo todo el rato sin que se caiga, luego tendrás tu premio, en cambio, si se case… Recibirás un castigo, y te aviso, no vale dejarlo caer. ¿Lo has entendido?” Sí Amo contestó ella. La hizo abrir la boca, y le puso un objeto fino en ella, no sabía que era, pero pronto lo descubriría, pesaba un poco, tuvo que sujetarlo con los dientes, esa parte estaba como forrada de plástico o algo así. De repente, el primer latigazo calló sobre su espalda, estaba usando gato de colas para hacer saltar la cera de su espalda, nunca antes habían usado ese instrumento para azotarla en la espalda, y no sabía cómo era, la verdad que no le hizo mucha gracia, ella prefería la fusta, pero sabía que a Él no terminaba de convencerle. Cuando había recibido dos latigazos, la primera gota de cera cayó sobre su pecho, Él lo supo por el saltito que ella dio, no lo esperaba, lo que le había puesto en la boca era una vela, nunca había sentido eso de compaginar el dolor de unos azotes con el de la cera cayendo sobre su piel, a quien pretendía engañar, le encantaba la sensación, intentado no dejar que la vela cayese de su boca, le dijo que siguiese azotándola, le gustaba y no quería que parase. Él siguió azotándola, hasta que no le quedó ni una pizca de cera por su espalda, lo que ahora estaba lleno de cera eran sus tetas, la vela había estado goteando despacio por todas ellas. Cuando paró, tenía la espalda muy roja, le preguntó que si le dolía y ella le dijo que no, pero que estaba muy excitada que le gustaría correrse, Él no le dio respuesta, tenía algo preparado para ella. La bajó los brazos, y la apoyó contra la fría pared, empezó a frotar su dura poya contra el culo de ella, mientras que metía la mano en su coño, para ver lo mojado que estaba, todo su flujo empezaba a correr por las piernas hacia abajo, le encantaba esa situación, porque el juego no había hecho más que empezar, la estuvo acariciando un rato, le metió dos dedos y empezó a follarla con ellos, ella comenzó a gemir estaba a punto de correrse, pidió permiso para hacerlo, pero Él le dijo que no, y paró de tocarla, retiró su mano del coño, y la llevo a la boca de ella, para que limpiase su mano con la lengua, odiaba que hiciera eso con ella, no lo soportaba, bueno a quien iba a engañar, le gustaba, en el fondo la volvía

loca, sabía que cuando llegase el orgasmo, sería algo bruta. Cuando dejó sus dedos completamente limpios. El la cogió por la trenza y la puso de rodillas en el suelo, empezó a llevarla como una perrita tirando de la trenza que se había hecho esa mañana con la ayuda de Él. Iba un poco incomoda ya que no veía nada y eso le producía cierta sensación de inseguridad aunque sabía que Él no iba a dejar que la pasara nada, la colocó de rodillas, la soltó la trenza y de repente la volvió a coger, le dijo que abriese la boca, que había sido una buena chica y ahora iba a recibir su premio. De repente notó como toda la poya de su Amo entraba en su boca, no lo esperaba y casi se ahoga, Él la sacó la dejo tres segundo para que cogiera aire y volvió a repetir la misma operación, esta vez ella ya sabía lo que había y no la cogió desprevenida, comenzó a chuparle toda la polla, primero sin usar las manos, cuando notó que ya la tenía bien ensalivada, empezó a masturbarle mientras poco a poco le lamia los huevos, como sabía que a Él le gustaba, en ese momento hacia un rato que Él le había soltado el pelo para dejarla hacer a su gusto, ella iba cambiando, primero le lamia los huevos e iba subiendo por la poya hasta llegar a la punta donde se detenía y le pasaba la punta de su lengua, para después metérsela toda en la boca hasta la garganta, y empezar a follarse la garganta, cuando hacia eso, Él le sujetaba la cabeza para que la mantuviese ahí dentro el mayor tiempo posible, cuando ella notaba que le entraba el ansia hacía un poco de fuerza hacia arriba y la sacaba para luego volver a hacer lo mismo, Él empezaba a gemir, ella pensaba que se iba a correr en su boca en ese momentos, pero cuando ella se disponía a volver a metérsela en la boca ella la cogió del pelo y la apartó. Quería esperar un poco más. De rodillas según estaba, la ayudó a subir a la cama, y la puso a cuatro patas sobre el colchón. “Ahora me voy a cobrar cada vez que te has mordido el labio sin mi permiso, cada cosa que has hecho que sabes que no me ha gustado” Le dijo esto, mientras ella notaba como iba moviéndose por la habitación. Empezó a acariciarle el culo, con lo cual ella llegó a la conclusión de que esa sería la parte que iba a castigar ahora, lo que no sabía era cómo. No tardó mucho en descubrirlo, de repente notó como un cinturón de cuero se clavaba en el lado derecho de su culo, el grito fue fuerte, eso le había dolido, le pidió que bajara un poco la intensidad, Él acarició donde había caído el golpe para aliviarla un poco, en el siguiente azote oyó el ruido del cinto cortando el aire, pero no llegó a impactar en su culo, de nuevo repitió la operación oyó el ruido pero no llego a ella ningún dolor, la siguiente vez cuando lo oyó sí que lo sintió, estaba jugando con ella, con la ventaja de que no veía para hacerla sufrir y rabiar más, cuando llevaba 20 azotes su culo le ardía, sentía un hormigueo por él, debía estar del color

que a Él le gustaba muy muy rojo, Él lo acarició para aliviarla un poco a la vez que le decía que no volviera a actuar de esa manera o recibiría el doble que esta vez.

Ella con lágrimas en los ojos le prometió que no volvería a hacerlo, se acercó a su cara y recogía cada lágrima que salía de debajo de esa venda, no quería verla llorar, eso no le gustaba nada, ella notó como se tensaba a su lado, y le dijo que lo sentía mucho, que todo estaba bien, que no lloraba porque le doliera sino porque sabía que no había actuado bien en su momento, pero que quería continuar con el juego.

Él se colocó detrás de ella, que seguía a cuatro patas, ella pensó que por fin iba a fallársela, estaba deseando no podía aguantar más estaba totalmente frustrada, Él la agarró por la trenza y la incorporó, la espada de ella tocaba el pecho de Él, cogió su barbilla y le giró la cara para poder besarla.

Tú que dices, se la folla o no se la folla, esa es la cuestión… Hay que esperar a mañana

CONTINUARÁ…