Primer encuentro con mi prima Gemma XX
Nos vamos a la playa Gemma, Susanna y yo
Me subí en el coche en la parte de atrás mientras Susanna desabatiendo el asiento lo colocaba para sentarse ella. – Venga que nos vamos – grito Gemma pletórica de alegría. – Voy a ser la envidia de la playa – le respondí yo animado a mas no poder. – ¿Y eso? – me pregunto Susanna despistada. – Pues porque mira que dos bellezas me llevan a la playa – le respondí yo pletórico. – Míralo – respondió Susanna atrayendo la atención de Gemma. – Que adulador que resulta nuestro primo – respondió Susanna. – Primo no – le respondió Gemma. – Nuestro primazo que ya esta hecho todo un hombre – le susurro Gemma. – Mira el cuerpazo que tiene – le reto Gemma. – Es igual que nosotras de alto y con todo el deporte que hace este hecho un tío – gruño Gemma mientras clavaba su mirada en la mía a través del retrovisor del coche y me sonreía encantada con cómo se estaba desarrollando la situación.
Llegamos a la playa y como el día anterior Gemma aparco el coche en el lateral de la carretera. En ese momento saliendo Susanna y yo por el lateral del copiloto pude percatarme del vestido que llevaba puesto Susanna siendo más corto que las mangas de un chaleco dejaban perfectamente a la vista la zona baja de un precioso culo trabajado que daba feminidad absoluta a su figura de modelo. – Ojú prima – susurre yo. – Cada año estas más guapa – le respondí mientras veía como ella se alejaba levemente del coche. – Pues ya verás ahora cuando la veas en bikini primo – me respondió Gemma mientras me tomaba del brazo. – Vas a flipar – me susurro ella mientras clavaba su lasciva mirada en la de Susanna. – Espero que no me un infarto, al veros a las dos – susurre yo divertido.
Alegres y con guasa y bromas en doble sentido de todo tipo de manera muy sutil dejamos el coche y tomamos la vereda que descendiendo nos llevaba a la playa. – Desde luego primo hay que ver la “guasa” que tienes – me confeso Susanna mientras se empezaba a abrir a mí.
En este punto debo aclarar que Susanna no era como su madre Natalia o como mi prima Lucia que siempre eran cercanas a mí. Susanna por el contrario siempre, quizás debido a la diferencia de edad, unos veinte años al igual que Gemma, siempre había mantenido conmigo una cierta distancia ya que nuestros caminos, inquietudes y proyectos siempre habían sido muy diferentes.
– Que guasón eres primo – me confeso Susanna mostrándome que estaba cada vez más encantada de que me hubiese ido con ellas a pasar el día. Seguimos caminando por el sendero, mientras yo que iba detrás de ellas me deleitaba viendo los culos de ambas moviéndose delante de mí y recreándome viendo como las braguitas de sus bikinis asomaban por debajo de las falditas de ambas.
– Primo no sufras mucho – me grito Gemma divertida al percatarse de que iba mirando su culo. – No te preocupes que luego me resarzo – le respondí yo divertido de igual manera con todo el doble sentido mientras en ese momento Susanna nos miraba inquisitiva a los dos. – Hombre la verdad que sufrir poco viendo a una diosa como tú y a una modelo de Victoria Secret delante de mí sufrir, lo que es sufrir, no estoy sufriendo – le confesé yo ahora a ambas mientras se morían de risa. – Ya sabes lo que dicen – me respondió Susanna divertida. – Si que mientras más prima, más se arrima – dijo Susanna muriéndonos de risa los tres mientras por un segundo antes tanto Gemma como yo nos habíamos quedado impávidos mirándola. – La verdad es que me está encantando el paseo de bajada – susurro Susanna mientras los tres continuábamos descendiendo hacia la playa.
– Ya te dije que te iba a sorprender – le susurro Gemma a Susanna. – Es que debo confesarte algo – me dijo Susanna en ese momento poniéndose a mi lado. – Pensé que a lo mejor por la diferencia de edad te ibas a aburrir con nosotras – me confeso Susanna. – No lo creas – le respondí yo. – Con Gemma y sus amigas salgo mil veces y me integro como uno más – le confesé mientras Gemma asentía dándome la razón. – Al final va a ser verdad eso de que eres un “cerebrin cachondo” – me confeso ella arrepintiéndose en el momento de haberlo dicho. – En fin, quiero decir – empezó a tartamudear avergonzada ella. – No pasa prima te he entendido perfectamente – le respondí yo. – Por eso dosifico mucho quedar con los “de mi edad” – le confesé yo. – Mucha gente piensa así y es por eso que siempre me gusta estar con Gemma – le respondí yo. – Al fin y al cabo, compartimos la misma “tara” – le susurre mientras me acercaba ahora a Gemma y caminaba a su altura.
Debo confesar que aquella respuesta de Susanna me molesto y en aquel momento mi mayor deseo era el de que desapareciese de mi vista y es por ello que Gemma entendiéndome perfectamente intentando resarcir la grandiosa metedura de pata de Susanna le pidió a esta que caminase detrás de nosotros hasta llegar a la playa.
Mientras caminábamos ahora en silencio habiendo desaparecido por completo la alegría inicial al iniciar el descenso a la playa yo mentalmente analizaba la manera de poder largarme de allí, pero la idea de caminar los treinta kilómetros que me separaban de casa no me hacía decantarme por esa idea motivada además en el calor que nos aplastaba de camino a la playa.
Finalmente llegamos a la playa y ahora que le sacábamos una buena distancia de ventaja a Susanna que caminaba más lentamente detrás de nosotros Gemma me empezó a hablar. – No se lo tengas en cuenta – me susurro ella. – Veníamos aquí a liarnos y a ella le ha cortado todo el rollo que vengas tu – me susurro Gemma. – Piensa que no vamos a poder hacer nada y lo que no se imagina es que acabara el día tragando por todos los agujeros de su cuerpo tu enorme polla – me susurro Gemma mientras aprovechaba que ella no nos veía para tocármela bien. – Sigue haciéndote el ofendido y te la serviré en bandeja de plata – me susurro mi prima. – Pero no le tengas en cuenta lo que acaba de decir – me pidió Gemma.
Yo por un segundo mire a Gemma mientras ahora nos quedábamos los dos parados frente a frente y mientras veíamos como Susanna se acercaba a nuestra altura. En ese momento Gemma me abrazo anudando sus brazos en mi cadera y ante la mirada de Gemma sonriéndome lascivamente me beso uniendo sus labios con los míos mientras nuestras lenguas buceaban en la boca del otro. – Gracias primo – me susurro Gemma una vez que tras nuestro beso nuestros labios se separaron. – Haces conmigo lo que quieres – le susurre yo. – Anda que tendrás queja – me respondió ella divertida. – La verdad es que no – le respondí yo mientras ella miraba alegre a Susanna ahora.
Yo retomé el camino y ahora me di cuenta que Susanna se quedaba asombrada hablando con Gemma. – ¿Os acabáis de comer la boca? – le pregunto aun alucinada Susanna. – Si a fin de que te perdone – le respondió Gemma. – Así que ya sabes que me debes una – le respondió esta mientras Susanna la miraba sumisa. – Ahora haz lo que te digo y disfrutaremos los tres de un buen día, ¿vale? – le pregunto de manera retórica de nuevo Gemma a Susanna. – Si, si – respondió esta. – Yo no quería ofenderle – oí como le respondía Susanna a Gemma. – Escucha olvídate de su edad piensa que es uno más de nuestros amigos porque si no lo pasaras muy mal – le respondió Gemma. - Y si sigues así no lo conformare con solo besos – le susurro Gemma aludiendo a que tendría que acabar mamando mi polla. – En breve comprobaras que es un tío hecho y derecho – le susurro Gemma mientras ahora apretando el paso la dejaba de nuevo atrás y Gemma venía a ponerse a mi altura mientras Susanna nos seguía.
Por fin llegamos a la playa siendo ya cerca de las dos de la tarde. Plantamos dos sombrillas y extendimos las toallas mientras colocábamos a la sombra la nevera con la comida y las bebidas. Por fin llego para mí el ansiado momento de ver a mis primas tal y como quería y Gemma con toda la picardía del mundo se quitó el vestido casi con ansia de mostrarse ante nosotros y quedando a un lado dejo que fuese Susanna la que quedase en medio de los dos mientras yo quedaba al otro lado.
– Joder el cuerpazo que tienes prima – le sisee yo. – Pues ahora veras el de Susanna vas a alucinar – me dijo Gemma mientras se colocaba detrás de Susanna y tomando las esquinas de su vestido empezaba a tirar de la tela hacia arriba haciendo que el vestido se arrugase graciosamente mientras ascendía por su cuerpo mostrándose mi prima Susanna por completo a mi mientras mi prima iba subiendo su vestido muy eróticamente para mi vista.
Mi prima termino de sacar el vestido de Susanna mientras esta se mostraba en bikini para mí. – Si lo piensas es como si nos desnudásemos para él, y debo reconocerte que eso me pone cachonda – le susurro Gemma a Susanna sin que yo me diese cuenta. – La verdad es que te lo iba a decir yo ahora – le susurro Susanna.
– A mí con tal de que me perdonase mi metedura de pata lo haría – nos confesó Susanna. – No quiero tener malos royos contigo primo – me susurro ella mientras una lagrima se empezaba a formar en sus ojos. – No te preocupes no estoy enfadado – le susurre yo ahora a ella mientras me levantaba de la toalla y me acercaba a abrazarla. – No le des más vueltas y vamos a pasar un buen día – le susurre yo mientras abrazaba el metro noventa que era mi prima frente a mi metro setenta. – Me encanta veros así – nos susurró Gemma mientras nos miraba a poco más de un metro de distancia.
– Haría lo que fuese porque me perdonases – me susurro ella. – Bésalo – le susurro Gemma. – Bésalo como yo lo he hecho antes – le sugirió Gemma mientras seguía observándonos. – Así, ¿me perdonarías? – me pregunto ella. – Ya estas perdonada – le respondí yo. – Si quieres besarme quiero que sea porque lo deseas – le respondí yo mientras tomaba su mano y la estrechaba con la mía. – No por obligación – le respondí yo de nuevo. – No sé porque, pero quiero hacerlo – me susurro ella mientras su mano libre acariciaba mi mentón. – Desde el otro día que te vi llegar con Gemma quiero hacerlo – me susurro ella. – Desde que sentí tu nariz en mi canalillo – me susurro ella quiero que vuelvas a hacerlo – me confeso ella mientras clavaba su mirada en la mía.
En aquel momento sentí como la boca de Susanna se acercaba a la mía y tímidamente mi prima posaba sus labios en los míos y dejándose llevar entendí que ella quería que fuese yo el que tomase el ritmo del beso y tomando el poder del mismo empecé a besar a mi prima mientras mi mano tomaba en un primer momento su cadera y luego deslizándola suavemente hacia atrás tomaba posesión de su precioso culo que era acariciado por la yema de mis dedos mientras en la medida de lo posible le hacía sentir que era e iba a ser mía.
Mi prima por un segundo mientras cambiábamos la orientación de nuestras caras al besarnos nos miramos los dos y ella con la mirada semi entornada clavando su mirada en la mía me dio a conocer que algo estaba naciendo dentro de ella y que yo era el responsable de hacerlo surgir. Esta vez al retomar el beso la palma de mi mano derecha tomo por completo la nalga izquierda de mi prima dejando que mi dedo pulgar se colase por completo por debajo de la tela del bikini de mi prima y quedase enfrentado justo con el ano de mi prima que aún mas deseosa y aceptando la situación me lo indico besándome con mayor lujuria y haciendo que su lengua se moviese con más ahínco dentro de mi boca al tiempo que mi prima apretaba su cadera contra la mía. – Me encantaría sentirte como la otra noche – me susurro mi prima cuando noto como mi polla empezaba a ponerse dura gracias al magreo que nos estábamos dando. – Te refieres a ¿Cuándo llegamos de la playa él y yo? – le pregunto Gemma en un primer momento – o a ¿Cuándo nos colamos en su habitación y entre las dos le comimos la polla? – le susurro Gemma mientras clavaba su mirada en la de Susanna que ahora se había quedado petrificada. – Estaba despierto prima – le susurre yo. – Y no sabes el dedo que me hizo este cabrón mientras veía como le comías la polla – le susurro Gemma antes de besarla ahora ella mientras Susanna sentía como mi mano resbalaba entre los cachetes de su culo y mi dedo índice y corazón se colaban dentro del encharcado coñito de mi prima Susanna quien se arqueaba de placer al sentir al mismo tiempo como yo la empezaba a follar mientras mi prima Gemma devoraba ahora su boca. – Tontita – le susurro mi prima Gemma – Y tú que pensabas que hoy no ibas a follar – le susurro Gemma. – Entre los dos te vamos a dejar que no vas a poder ni andar – le confeso Gemma que al mismo tiempo llevaba su mano a unirse con la mía en el coño de mi prima Susanna y conmigo se acoplaba para penetrarla entre los dos.
Susanna estaba en ese momento sintiendo el placer provocado tanto por la mano de Gemma como por la mía. – Va a ser mi primera vez – susurro ella. – ¿El que? – le pregunto Gemma. – Va a ser la primera vez que me acuesto con un hombre – confeso ella. – Pues te vas a estrenar con la polla mas deliciosa que hayas podido imaginar – le susurro Gemma mientras la volvía a besar. – Tan solo deséalo y déjate llevar – le susurro Gemma que ahora se retiraba a su toalla y se dedicaba a observarnos.
Nuevamente besando a mi prima abrí levemente los ojos y observé como Gemma ahora estaba tumbada en la toalla mientras suavemente su mano derecha acariciaba su coñito hambriento por la imagen que Susanna y yo le estábamos dando mientras no éramos capaces de parar de besarnos. – Solo quiero tu perdón más que nada en este mundo ahora mismo – me susurro Susanna que dejando de besarnos ahora se incorporaba y quedando de pie delante de mí mientras hundía mi cara entre sus preciosas tetas observaba como yo momento antes, como mi prima se hacía un dedo mientras nos miraba. Y por extraño que parezca mi prima Gemma no tardo mas de veinte segundos en lanzar una preciosa corrida para nosotros.
– Para mí es muy importante que os queráis como yo os quiero – nos susurró en ese momento Gemma que se unía a nosotros abrazándonos a los dos. – Nada me haría más feliz – nos susurró ahora mientras mirando a Susanna se lo exigía y mirándome a mí me lo imploraba. – Así es prima – le susurre yo. – De hecho, creo que hay matrimonios que en la vida sienten lo que nosotros acabamos de sentir ahora mismo – le respondí yo a Gemma mientras miraba de igual manera a Susanna también. – Desde luego – susurro Susanna. – Un poco más y creo que me corro – confeso Susanna mientras apoyaba su cabeza en mi hombro. – Menuda manera de besar – gimió ahogadamente Susanna.
– Me encantaría que lo hicieses – le confeso Gemma. – No creo que haya forma más bonita de expresar el amor que nos tenemos – le dijo Gemma mientras en ese momento veía como su mano resbalando desde el cuello de Susanna por su espalda rozaba con la que yo tenía tomando su culo y continuando su descenso se colaba ahora entre las piernas de mi prima para llegar a su clítoris desde atrás obligando a mi prima Susanna a dejar sus piernas separadas. Yo mientras mirando por el espacio que quedaba entre los cómodos senos de mi prima Susanna mi prima Gemma empezaba a pajear el clítoris de mi prima Susanna por encima de la tela de la braguita de Susanna y esta empezaba a sentir espasmos de placer sin moverse del sitio.
Mi prima Susanna aumentaba claramente su ritmo cardiaco mientras sentía el placer que le provocaba mi prima Gemma con el dedito que le estaba haciendo y de igual manera mientras yo permanecía allí quieto pensando ella que estaba con los ojos cerrados disfrutaba de las caricias de mi prima. – Uuuuuuf, Uuuufufu, Uuuuuuuuuuuuuuufff – gemía Susanna mientras la maestría masturbatoria de Gemma quedaba claramente demostrada. – Gemma, Gemma, Gemmaaaaaaaaaaaaaaaa – aulló Susanna que poniendo la mano sobre la de Gemma la hacía parar de pajearla mientras ella besando mi coronilla terminaba de disfrutar de la corrida que le había provocado mi prima Gemma y a mí me hacía volver a la realidad habiendo disfrutado de una escena morbosa.
Mi prima Susanna poco a poco fue decreciendo la presión que hacia su mano sobre mi coronilla después de correrse y ahora Gemma nos observaba a ambos. – Sois hermosos los dos – nos susurró ella mientras veía como ninguno de los dos hacía por separarse del otro. – Sois las dos mitades de mi vida – nos confesó Gemma. – No creo que ya a día de hoy pudiese vivir sin ninguno de vosotros – nos susurró ella. – Y hoy es el día que quedaremos unidos para siempre – nos terminó de decir ella dándome yo cuenta de que ella estaba mostrando por completo sus cartas a nosotros dos y de igual manera supuse que si yo lo estaba entendiendo perfectamente Susanna lo estaría suponiendo como yo.
Susanna después de oír las palabras de Gemma como yo se quedó por un segundo más observándome. Y poco después me invito a separarme de ella muy sutilmente. – Es precioso lo que acabas de decir – le susurro Susanna a Gemma. – Pero somos familia y no creo que haya nada más grande que eso – le susurro esta. – Ya verás que si – le respondió Gemma con todo el doble sentido del mundo. – Lo veremos – le respondió ella.
Poco a poco nos separamos y ahora me percate por primera vez que Susanna se percataba por completo de cómo era la pequeña cala en la que estábamos. – Aquí estamos solos – susurro de repente ella. – Antes de ayer nosotros estuvimos solos todo el día – le respondió Gemma. – Aquí no viene nadie porque la cala esta escondida – le respondí yo. – Todos van al palo – le susurro Gemma.
– Así que estaremos tranquilos y solos todo el día – susurro entre dientes Susanna mientras Gemma y yo ya tumbados en las toallas sacábamos de la nevera la comida y empezábamos a degustar los bocadillos que nos habíamos traído. Yo empezaba a desenvolver el bocadillo de boquerones en vinagre y pimiento rojo que me habían hecho y de igual manera Gemma mordía su bocadillo de lomo con ali olí que traía. – Anda que si alguien quiere besarte – le susurro Susanna divertida por la salsa de Ali olí. – No creo que ninguna de las dos tengáis problemas por eso – les confesé yo. – Primo – susurro Gemma. – Tu, ¿en besar a alguien tienes algún tope? – me pregunto Gemma. – Yo no – le respondí yo. – Mientras sea deseado por los dos – le confesé yo. – ¿Me volverías a besar? – me pregunto ella. – Una y mil veces – le susurre yo.
En ese momento Gemma vino a sentarse frente a mí y quedando de rodillas acerco sus labios a los míos. – Ven aquí – me susurro ella mientras se acercaba a mí y de nuevo me besaba. Esta vez pude sentir como los labios de Gemma se unían con los míos y el sabor a ali olí invadía mi boca.
De nuevo como si nada Gemma se quedó ahora sentada justo en el hueco que quedaba entre Susanna y yo y enfrentada a nosotros. Y al poco terminamos de comer. – La verdad es que me siento super a gusto con vosotros – nos confesó Gemma a ambos. – Aunque creo que hay algo que podría hacer para estar aún mejor – nos confesó Gemma a ambos. – ¡Voy a bañarme! – susurro Gemma mientras se ponía de pie y caminaba los pocos pasos que la separaban del agua. – Pero antes – susurro ella cuando ya se había puesto de pie. – Creo que lo mejor será – susurro de nuevo mientras acallando sus palabras Gemma tomaba su bikini y se despojaba de la parte superior para luego a continuación con toda la gracilidad del mundo que ni en mil páginas lograría describir Gemma se deshizo de sus braguitas del bikini quedando por completo desnuda delante de nosotros.
Susanna en ese momento se quedo mirando el cuerpo desnudo de Gemma que se encaminaba al agua. – Me encantaría verte igual – le susurre yo ahora Susanna que permanecía sentada a mi lado. – ¿De verdad? – me pregunto ella. – Si – le respondí yo escuetamente.
Gemma una vez que estuvo por completo desnuda se metió en el agua y dejo que esa envolviese su cuerpo desnudo. – Voy prima – le respondí yo sin terminar la conversación que acababa de empezar con Susanna mientras de igual manera me deshacía del bañador completamente desinhibido y me lanzaba al agua desnudo en busca de mi prima mientras Susanna admirada, había sido testigo del tamaño de mi miembro mientras me metía en el agua en busca de Gemma que me recibió encantada cuando llegué a su altura.
Cuando llegue a la altura de Gemma esta no pudo resistir a tomar con su mano derecha mi polla y mirarme encendida de puro deseo. – No sabes cómo estoy ahora mismo – me susurro ella. – Haciendo que suba el nivel del mar de lo mojada que estas – le gruñí yo mientras mi mano de igual manera hacia contacto con los labios vaginales de mi prima. – Me he corrido como no te imaginas mientras os he visto besaros – me confeso Gemma. – Y no te imaginas las ganas que tengo de correrme de nuevo – me confeso ella. – No sabes las ganas que tengo de follarte – me susurro Gemma. – No creo que haya diferencia con las ganas que te tengo yo – le respondí a mi prima que a mi espalda veía en ese momento como Susanna se desnudaba como nosotros y sin dejarme que yo me deleitase con su desnudez se metía en el agua con nosotros mientras tímidamente se tapaba con sus brazos su desnudez al meterse en el agua.
Susanna llego a nuestra altura y se aproximó a nosotros mientras tanto Gemma como yo nos separábamos. Mi polla, aunque no estaba dura sí que estaba ya en su máxima extensión y morcillona sentía agradablemente como era mecida por el agua. Cuando Susanna llego a nuestra altura tanto Gemma como yo estábamos cerca el uno del otro, pero sin tocarnos. – Hola preciosa – le susurro Gemma mientras excitada se lanzaba hacia ella simulando jugar y aprovechando para tocarla por todos lados. De igual manera Gemma me miro esperando que yo me uniese al juego y seguido e invitado por Gemma me anime de igual manera a toquetear a mi prima Susanna tanto con mis manos como con mi miembro todo lo que me fue posible.
Mientras, tanto Gemma, como yo tocábamos a Susanna por todos lados vimos como ella en un primer momento pasaba de encontrarse rara por como la tocaban a cuatro manos a poco después sentirse encantada de como cuatro manos recorrían su cuerpo. – Anda que no estas a gusto ¿eh? – le susurro Gemma a escasos centímetros de sus labios. – Estoy en la gloria – susurro ella. – No puedo quejarme de cómo me siento con vosotros – susurro ahora Susanna mientras clavaba su mirada en la mía. – No lo sé prima, siempre se puede mejorar – le respondí yo mientras ahora mi mano iba desde su rodilla ascendiendo suavemente por su pantorrilla hasta su vulva. – Y ya veo que tú sabes cómo mejorarlo – me respondió ella mientras en ese momento sentía como su mano llevada por la de mi prima Gemma tomaba por completo mi polla. – ¡¡¡¡Que enormidad!!!! – susurro ella cuando sintió por debajo del agua como su mano tomaba posesión de mi polla. – Joder primo – gimió ella mezcla de la sensación de tomar mi polla y sentir como mi mano tomaba posesión de su clítoris.
El que ahora la miraba penetrándola con la mirada era yo. – La duda es saber hasta dónde quieres llegar para mejorar la situación – le susurre yo mientras mis dedos empezaban a describir círculos entorno a su clítoris con mi dedo pulgar. – Si se siente así de bien por mí no hay límites – me gimoteo ella disfrutando plenamente del placer que le estaba provocando yo. – ¿En serio? – le pregunte yo mientras mi dedo índice comenzaba a puntear su precioso culito viendo hasta donde estaba dispuesta a llegar. – Confío plenamente en ti para que lleves la situación – me susurro ella mientras seguía disfrutando de la suave masturbación que le estaba haciendo. – Joder que bien lo hace – le susurro en ese momento Susanna a Gemma justo un instante antes de besarse. – Y solo estamos empezando – le susurre yo refiriéndome tanto a Gemma como a mí.
Un momento después mientras ahora Gemma se colocaba a la espalda de Susanna y por debajo del agua la sujetaba con las piernas abiertas mirando hacia mi Susanna recostaba su cabeza sobre el hombro de Gemma y se dejaba hacer entregada por completo al placer que estaba sintiendo. – Joder que bueno – gruño ella que empezaba a sentir como mi prima colocaba su cadera para que mis dedos la penetrasen. Pero esa no era mi idea quería la excitación de mi prima aumentase todo lo posible y no se arrepintiese de nada de lo que hiciésemos como me había pasado con su hermana tras el trio que nos hicimos con Raquel.
Mi prima me miraba con la cabeza inclinada hacia delante, mientras me gruñía excitada – Quiero que me folles ya – me gimió ella. – Ya no aguanto más la espera – me susurro ella. – Prima no sabes cómo necesito ahora mismo un buen pollazo – le gimió Susanna a Gemma antes de besarla. – Déjalo que te lleve – le susurro Gemma por respuesta ante la petición de Susanna. – Te dará polla, pero no hasta que estés preparada – le respondió de nuevo Gemma mientras volvía a besarla.
Susanna se dejaba llevar y se contorsionaba presa del placer que estaba sintiendo gracias a las caricias que mis dedos estaban haciendo en su clítoris y por la excitación de estar besando a mi prima Gemma delante de mí. – Joder que bien se te da – me susurro Susanna que cada vez estaba más cerca de correrse. – Prima me voy a comer tu coño para que te corras – le susurre yo en ese momento mientras con la ayuda de mi prima Gemma elevaba su cadera por encima del agua y ahora pasando las piernas de Susanna por encima de mis hombros la invitaba a apoyarse sobre estos para dejar justo en frente de mi boca el precioso y depilado coño de mi prima Susanna.
Por primera vez en mucho tiempo volví a tener un coño delante de mi boca a fin de poder follarlo con mi lengua y decidí que haría que aquella comida fuese memorable. Me coloque a mi prima que ahora tensando su cuerpo apoyaba su cuello sobre el hombro de Gemma y de igual manera manteniendo la tensión en todo su cuerpo dejaba a mi disposición su precioso coño que empecé a recorrer con mis labios separando sus labios vaginales para recorrer con mi lengua su interior haciendo que mi prima se retorciese de placer. – Joder que bueno – gruñía Susanna que buscaba de nuevo la boca de Gemma. – Jamás había estado tan cachonda – gruño presa del placer Susanna.
– Nunca hasta ahora tu primo pequeño se había colado entre tu s piernas y estaba preparado para darte la mejor comida de coño que te pueda hacer un hombre – le respondió Gemma. – Y no sabes cómo me lo está comiendo Jodeeeeeeeeeeer – gruño Susanna que estampaba su cadera contra mi cara a fin de que hundiese mi lengua dentro de ella. Yo a fin de poder mantener su coño enfrentado a mi boca y dispuesto para poder follarlo con mi lengua ahora mientras mi prima apoyaba su cuerpo con sus rodillas en mis hombros yo con mis manos elevaba su culo mientras me percataba como por casualidad mis dedos pulgares empezaban a profanar el ano de mi prima mientras mis manos eran vencidas por su peso provocando que ambos pulgares se colasen dentro del culo de mi prima. – Joder que buena folladaaaaa – gruño mi prima pletórica de placer. – El muy cabrón me está comiendo el coño follándomelo con la lengua mientras sus dedos están abriendo mi culooooo – aulló mi prima que cada vez estaba más y más encendida mientras doblándose volvía a besar a mi prima.
Creo que el morbo del momento unido al beso con mi prima Gemma y la profanación que yo estaba haciendo de su ano mientras me comía su coño fue después de unos minutos de estimulación el momento que desemboco en la maravillosa y chorreante corrida de mi prima en mi cara en la que exploto como si se mease sobre mi cara mientras su coño hacia como pedorretas de placer mientras el cuerpo de mi prima se arqueaba de una manera espectacular apoyada tanto en Gemma como en mí. – Joooooooooooooooooooooder que buenoooooooooo – chillo ella en la solead de la playa mientras se corría y se corría sin parar sobre mi cara dejándome completamente lleno de sus líquidos.
Mi prima se corrió de una manera que nunca había visto en todas las mujeres que había conocido en mi corta vida y al acabar de correrse se dejó hundir en el agua vencida por el maravilloso orgasmo que acababa de tener. Una vez que se sumergió tanto Gemma como yo nos acercamos aún más y empezamos a besarnos mientras Gemma en mis labios alternaba sus besos con lamidas por toda mi cara recogiendo los restos de la corrida que había depositado Susanna en mi cara. – Desde luego le has hecho correrse bien corrida – me susurro Gemma mientras me miraba antes de besarme una vez más.
Yo por un segundo más sentí como la lengua de Gemma recogía goterones de corrida de mi mentón mientras le respondía – Ya te …. – mientras me quedaba sin aire al empezar a sentir como Susanna antes de emerger por encima del agua engullía mi miembro. – Prepárate para disfrutar – me susurro Gemma que de igual manera empezó a sentir la maravillosa sensación de como Susanna de igual manera la estaba masturbando a ella. – Prepárate no sabes lo buenas que es tu prima la rubia en “artes manuales” – me susurro Gemma justo antes de unir al disfrute del dedo y de la paja que nos estaba haciendo mi prima a nosotros besarme Gemma acrecentando su placer.
Mientas Gemma me besaba sentía contra su cuerpo la cabeza de Susanna que estaba mamando mi polla al tiempo que le hacia un dedo a ella y nosotros nos comenzábamos a comer la boca para después empezar a comerme las tetas de mi prima Gemma. – Joder que bueno – aullaba mi prima mientras empezaba a sentir las convulsiones propias de su orgasmo. – Joder con lo cachonda que estoy y entre tu comiéndome boca y ella el coño me habéis hecho correrme como una colegiala – suspiro Gemma que seguía sintiendo los extractores del orgasmo que acababa de tener mientras Susanna que había logrado mantener la respiración debajo del agua por algo mas de dos minutos ascendía dando una gran bocanada de aire.
Susanna ascendió por encima del agua. – Creo que será mejor que nos salgamos del agua – sugirió ella mientras yo aun abrazado a Gemma la veía como salía del agua y según se iba acercando a la orilla de la playa, al ir ascendiendo y saliendo ella nos iba descubriendo su desnudez.
– ¿A que es preciosa? – me pregunto mi prima Gemma mientras sentía como su mano se enroscaba de nuevo en mi miembro. – Desde luego que lo es – le susurre mientras me recreaba a treinta metros de ella viendo como desnuda se mostraba ante nosotros al aparecer ahora ante mí el precioso y redondo culito de mi prima. – Si la follas como a mi ese culo será tuyo – me susurro Gemma. – Mil veces lo hemos fantaseado mientras nos follábamos entre nosotras – me confeso Gemma. – Esta polla es hoy para nosotras – me siguió susurrando Gemma. – Es por completo para vosotras – le respondí yo mientras ahora empezaba a estimular el clítoris de mi prima Gemma. – Prima quiero que te corras de nuevo para mí – le confesé yo ahora a mi prima Gemma. – Córrete conmigo – me susurro ella. – No – le respondí yo mientras ahora dejando de mirar la desnudez de Susanna mi mirada se clavaba en la de mi prima Gemma.
– Quiero correrme en vuestras bocas, en vuestros coños y en vuestros culos – le confesé a mi prima yo ahora. – No en medio del mar – me respondió ella acabando mi respuesta ella por mí. – Eso es – le susurre yo mientras no paraba de masturbar a mi prima al tiempo que sentía como ella pasaba de pajear mi polla a simplemente acariciarla. – Me encanta la idea, primo – me gimió ella. – ¿Te gusta la idea de que me corra en tu cara? - le pregunte yo ahora sintiendo como ella se arqueaba por el placer provocado. – Si – me respondió ella. – ¿Te gusta la idea de que me cuele entre tus piernas y te folle hasta que no puedas correrte más? – le pregunte yo de nuevo. – Siiii – me gimió ella. – ¿Te gusta la idea de que nos follemos entre los dos a Susanna? – le pregunte yo ahora. – Joder, siiii – me respondió ella. – Y, ¿te gusta la idea de que entre Susanna y yo te follemos a la vez? – le pregunte yo mientras sentía como mi prima estaba cada vez más excitada. – La hostiaaaaaaaaaaaaaa, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – aulló mi prima mientras llevando su mano a la mía que estaba dentro de su coño y sobre su clítoris la hacía quedarse quieta y ahora mi prima disfrutaba de su corrida.
Mi prima poco a poco se fe recuperando de su orgasmo y una vez que se recompuso salimos ambos del agua. – Joder que dos orgasmos me habéis hecho tener – confeso ella mientras se sentaba en la toalla. – ¿Habéis acabado? – nos pregunto Susanna dudando sobre lo que habíamos hecho en el agua. – Yo como no te imaginas – le confeso Gemma. – Pero él quiere acabar en tu boca o en tu cara la primera vez – le confeso Gemma aumentando el morbo del momento.
– Pero vosotros dos ya os habéis follado, ¿no? – nos susurró ella. – Si – le susurre yo. – Aunque, ahora mismo no – le susurre yo si se refería a que habíamos estado en el agua después de que ella se saliese. – Igual que vosotras dos – le dije yo mientras en ese momento empezaba a tocar su rodilla suavemente. – Se que lleváis liadas, ¡años! – le confesé yo. – Y me encanta que así sea – le susurre mientras ahora resbalando mi mano a lo largo de su pierna llegando a su cadera dejaba que de nuevo esta se colase por debajo de su cadera haciendo contacto con mis dos dedos empezaba a penetrarla. – Quiero que te corras como no te has corrido en tu vida – le confesé a mi prima. – Eso yo lo habéis conseguido entre los dos – me confeso Susanna. – Y yo quiero verlo de nuevo – le confesé a mi prima que ahora hinchaba su pecho de aire liberando el placer que estaba sintiendo. – Joder que bueno – me gimió ella mientras separando levemente las piernas me daba acceso completo a seguir penetrándola.
Mi prima en ese momento mientras yo la continuaba penetrando ella permanecía estirada en la toalla apoyada sobre sus brazos mientras clavaba su mirada en la mía permaneciendo sentada en la toalla estirando su precioso cuerpo para nosotros. – Así que, ¿quieres correrte en mi cara? – me susurro ella. – Si quiero correrme en tu cara – le susurre yo mientras las seguía masturbando. – Y también en tu coño, en tus tetas y en tu culo – le respondí a continuación mientras ella oyéndome sentía como un latigazo de placer recorría su medula espinal al imaginarse a ella misma llena de mis corridas. – No sabes cómo me pone imaginármelo – me confeso ella mientras en ese momento se corría de nuevo. – Quiero que te corras para miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – aulló ella mientras se corría copiosamente para nosotros.
Mi prima al correrse me hizo parar de masturbarla. – Necesito parar un poco – susurro ella poniendo su mano sobre la mía. – Voy a chupártela primo – me confeso ella mientras llevaba su mano a la mía. – Ya es hora de que te corras para nosotras – me susurro ella mientras ahora me hacía quedar de rodillas y erguido sobre mis piernas delante de ella y mientras me veía entre sus piernas mi prima empezaba a pajearme. – Me encanta la polla que me va a follar por primera vez en mi vida – me confeso de repente mi prima mientras esa respuesta suya provocaba que mi mirada llena de asombro se posase sobre la de mi prima Gemma. – Si, así es – me confeso Gemma mientras sentía en ese momento como la boca de Susanna empezaba a chupar mi polla encorvándome ella levemente para empezar a chupármela. – Mi niña nunca ha catado varón – me confeso en ese momento Gemma sentándose al lado de Susanna. – Y es ella la que mil veces mientras nos follábamos mutuamente me confeso que si alguna vez se acostaba con un hombre ese sería su querido primo Montero – me confeso Gemma que ahora dejando de hablar giraba su cara para mirar a Susanna y está dejando de mamarme la polla clavaba de igual manera su mirada en la de Gemma y empezaba a besarla mientras sin dejarme a mi abandonado ahora empezaba a masturbarme suavemente mientras jugaba con su lengua en la boca de Gemma.
Allí estaba yo en la gloria mientras mi prima me pajeaba veía como Gemma y Susanna desnudas se amaban delante de mí y como ahora a la mano de Susanna se unía la de Gemma en una maravillosa paja que me estaba llevando al cielo. – Cariño creo que debemos chupársela para que se corra por primera vez sobre nosotras – le confeso Gemma dejando por un segundo de besar a Susanna. – Si así lo crees – le respondió esta. – Eres el primer hombre que me disfruta – me confeso Susanna. – Así que hare lo que me pidas – me confeso Susanna mientras en ese momento ella justo en frente de mi empezaba a chupar mi polla mientras Gemma tomaba los senos de Susanna de una talla noventa como los suyos y tomando sus pezones aumentaba la excitación de Susanna que chupaba como si lo hubiese hecho toda la vida. – Joder prima que bien la chupaaaaaaaaaaaas – gemí yo mientras disfrutaba de la mamada que me estaba dando Susanna.
Mi prima me la chupaba con ganas y mas ganas viendo como yo disfrutaba de su maravillosa boca. – Disfruta de tu nueva zorra en el harem – me susurro Susanna dejando de mamar mi polla por un momento. – Solo quiero ver como disfrutas hasta que te derrames sobre la cara de tu nueva puta – me susurro ella volviendo a mamar mi polla. – Joder que bien la chupa la prima – le susurre yo mientras ahora era yo el que me follaba su boca. – Yo me encargo de s placer – me susurro Gemma en ese momento que clavando su mirada en la mía me invito a disfrutar de la visión de su mano resbalando desde su seno derecho por su torso hasta llegar a su precioso coño para empezar a pajearla. – Yo te daré el placer que tu estas dando prima – le susurro Gemma a Susanna en el oído mientras a continuación lo mordisqueaba al tiempo que empezaba a pajear a Susanna y esta se retorcía de placer.
En aquel momento yo estaba de pie delante de mis primas, quienes de rodillas delante de mi se encontraba en primer lugar mi preciosa prima Susanna rubia con su larga melena apartada hacia atrás que llegaba a media espalda mientras detrás de ella pegando su cuerpo al de ella estaba mi prima Gemma estampando sus senos en la espalda de Susanna al tiempo que la masturbaba. – Ya veras lo buena que soy en esto – me susurro mi prima que dejando de mamar mi polla y echando su cabeza hacia atrás ahora empezó a besar a mi prima Gemma mientras su mano derecha se asía a mi polla al tiempo que su mano izquierda iba directa al precioso coñito de mi prima Gemma y de igual manera la empezaba a pajear al mismo tiempo que a mi.
Mi prima Gemma empezó a sentir los placeres del dedo que le estaba haciendo mi prima Susanna y yo de igual manera me deshacía de placer con la placentera paja que me estaba dando mi prima Susanna aplicando la presión perfecta en cada momento. Me quede embobado viendo como mi prima Susanna de repente había pasado de solo darme placer a mí a darnos placer tanto a mi prima Gemma como a mí. Era maravilloso ver como mi prima que siempre me había parecido virginal y delicada ahora se convertía para ambos en una experta dándonos placer a dos personas. – Os amo a los dos – nos gimió de repente Susanna sacándome de mis pensamientos a mi mientras nos miraba alternativamente a mi prima Gemma y a mí. – Y nosotros te amamos a ti – le respondió en ese momento mi prima Gemma volviendo a besarla mientras ambas me miraban a mí.
Yo en ese momento observe como Susanna se dejaba caer boca arriba en la toalla y nos invitaba a Gemma y a mi a acompañarla. – Eres una ninfa prima – le susurre mientras sentía como dejada llevar mi prima se dejaba caer en la toalla y ahora girándose hacia mi prima Gemma se besaba con ella dejándome recorrer con mi mirada su precioso cuerpo desnudo. – Creo que ha llegado el momento de tomarte prima – le susurre mientras yo ahora me tumbaba pegando mi pecho a la espalda de mi prima.
Mi prima Susanna al sentir como pegaba mi pecho a su espalda mientras no paraba de masturbar a mi prima y besarla me respondió aun con mas hincapié pegando su culo a mi cadera. Mi prima quería que la empezase a follar mientras se besaba con mi prima Gemma. – Gemma cariño, Susanna esta clavando su culo en mi polla – le susurre aumentando la sensualidad del momento. – La voy a follar ya – le susurre yo a ella. Respondiéndome mi prima Gemma en ese momento con un brutal chillido de placer comunicándome que se estaba corriendo por el dedo que le estaba haciendo mi prima Susanna y por saber que en breve iba a follarme a mi prima Susanna. – Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah – chillo mi prima Gemma que se corría de placer para nosotros.
Mi prima no dejaba de sorprenderme y ahora no iba a ser menos. En ese momento Susanna invito a Gemma a tumbarse por completo boca arriba en la toalla mientras Susanna a su lado hacia lo mismo. – Ven aquí cariño – me susurro Susanna pidiéndome que siguiese de rodillas delante de ella. Yo evidentemente hice lo que ella me pidió y mientras mi prima Susanna separaba sus piernas yo me colocaba entre las mismas mientras mi polla seguía dura como el acero viendo como mi prima Susanna se besaba con mi prima Gemma.
Mi prima después de un lascivo beso con mi prima Gemma me dejo claro que Gemma en ese momento se había corrido, bien corrida y no tenia fuerzas para nada. – Ha llegado el momento de que te corras – me susurro Gemma agotada mientras veía como las manos de Susanna se apoderaban de mi polla y de nuevo empezaba a pajearme. – Es hora de que la marques como me marcaste a mi el otro día – me susurro Gemma mientras observaba como las dos manos de Susanna estaban enroscadas entorno a mi polla y nuestra prima me pajeaba lentamente. – Creo que quiere disfrutarlo – le susurre a Gemma. – Mira lo lentamente que me está pajeando – le susurre yo de nuevo a Gemma mientras sentía como las manos de Susanna recorrían mi polla. – Si, a ella le encanta hacer disfrutar, si a ella la han hecho disfrutar – me respondió Gemma mientras actuábamos como si Susanna no estuviese allí con nosotros. – Si la has hecho correrse bien corrida no sabes como lo vas a disfrutar – me respondió Gemma.
– Quiero sentir como tu semen cae por todo mi cuerpo – nos respondió en ese momento Susanna sin dejar de pajearme mientras me estaba llevando al cielo. – Me has hecho correrme muy muy bien corrida, primo – me susurro ella. – Y ahora quiero ver como tu enorme polla explota sobre mi y que los dos veíais como por primera vez el semen de un hombre cubre mi cuerpo – nos susurro Susanna justo antes de incorporarse y empezar a mamar mi polla. – Mira como le gusta chupar – me susurro mi prima Gemma mientras mi prima Susanna se tragaba mas de la mitad de mi polla.
Yo en ese momento sentí un latigazo de placer. – Dios que bueno – gemí mientras sentía como la boca de mi prima Susanna se tragaba ansiosa mas de la mitad de mi polla y ahora seguía tragando. – Mira como le gusta tragar polla a nuestra prima – me susurro en ese momento en mi oído mi prima Gemma. – Vaya panda de putas que tienes por primas – me susurro Gemma mientras clavaba su mirada en la mía. – Y de tías – le respondí yo. – Si lo sé – me respondió ella. – Se que te has jodido a mi madre – me susurro Gemma en ese momento. – Y no sabes como me gusta saber que he sido yo la mayor puta de todas al follarte la primera – me susurro ella. – Igual que sabemos que anoche te jodiste a su madre – me confeso ahora Gemma mientras sentía como ahora Susanna por un momento aminoraba la marcha de la magnifica mamada que me estaba haciendo y en ese momento clavaba su mirada en la mía.
– Lo sabemos todo – me confeso Gemma. – Anoche no sabes cómo me comí el coño de Susanna mientras ella veía por la ventana como te jodías a su madre y a la prima Encarni a la vez – me susurro Gemma antes de besarme. – Tu prima Susanna se corrió como una fuente a la misma vez que su madre – me siguió contando Gemma. – Nos encanto ver como las follabas a las dos – me susurro Gemma. – Y ella fue la que me sugirió follarte hoy entre las dos – me confeso Gemma.
En ese momento aquel bombardeo de información llevo mi excitación al máximo. – Pues se una buena puta, prima – le susurre yo en ese momento a Gemma. – Ponte de rodillas al lado de tu prima que quiero correrme sobre las dos – le confesé. En ese momento la mirada de mi prima era de puro fuego. Sin dudar un segundo mi prima cumpliendo mis deseos se puso de rodillas al lado de mi prima y entre las dos por un leve instante compartieron el tronco de mi polla.
Fue solo por un momento ya que fue lo único que necesitaba para empezar a correrme como si una manguera de semen tuviese por polla sobre las dos que deseosas y encantadas recibían los lefazos que lanzaban mi polla. – Si primo sigue, sigue – me susurraba Gemma. – Como lo hiciste anoche sobre mi madre – me confeso Susanna. – Como lo habrás hecho con mi madre – me confeso de nuevo Gemma mientras terminaba de lanzar mi séptimo trallazo de semen sobre la cara de Susanna.
Al acabar de correrme me quede mirando una de las mejores escenas de mi vida viendo como tanto mi prima Gemma como mi prima Susanna estaban desnudas, de rodillas y encantadas delante de mi completamente pringadas por los chorros de semen que mi polla había lanzado sobre sus caras y sus tetas.
Mi prima Gemma cuando vio que había acabado de correrme se lanzo a comerse mi polla con el mayor de los cuidados con el fin de limpiarme la polla.
En ese momento Susanna compartió con ella la limpieza de mi polla y una vez terminaron de limpiarme entre ambas se lanzaron a limpiarse entre ellas mientras a mi me dejaban como espectador de la maravillosa escena lésbica que empezaron a montarse entre ellas mientras comenzaban limpiando del rostro de la otra los restos de mi corrida.
– Primo me encanta tu sabor – me susurro Susanna mientras con su mentón aun lleno de mi corrida se acercaba a besarme. – Vaya par de guarros estáis hechos – nos susurró Gemma a nuestro lado mientras veía como sin el menor de los recatos besaba a mi prima Susanna sin importarme lo más mínimo que su cara estuviese cubierta por mi corrida. – Fóllate mientras nos miras – le susurro Susanna a Gemma mientras esta sentía como su cuerpo ardía al ver que yo mientras de un lametazo recogía un lefazo del mentón de mi prima Susanna y de nuevo hundía mi lengua dentro de su boca a fin de dárselo a beber. En ese momento mi prima apenas empezando a hacerse un dedo mientras nos miraba como yo repetía un par de veces la misma escena con mi prima Susanna se corrió en un grandioso squirt que lanzo entre las bocas de Susanna y mía y le dimos el gusto de ver como lo devorábamos golosamente. – Cabrones incestuosos solo hacéis ponerme más y más cachonda – nos confeso Gemma volviendo a masturbarse mientras literalmente se orinaba de gusto a nuestro lado. – Joder, me encanta ver como la enciendes – me susurro Susanna entre mis labios. – Y es que con ese pedazo de polla que tienes y viendo lo dura que sigue después del “corridon” que acabas de tener no me extraña – me confeso entre lametones, besos y lamidas a mi boca por parte de Susanna. – Joder que cachonda sigo – me susurro Susanna mientras sentía como las manos de ambas se aferraban de nuevo a mi polla y de igual manera al sentir la dureza de mi polla ellas se excitaban aún más. Un gemido de Susanna en mi boca acallado por mi lengua me hizo percatarme de que mi prima Gemma de igual manera que junto con ella había tomado mi polla había llevado su mano izquierda a masturbar también a mi prima y esta al sentir como tres dedos de su mano izquierda la profanaban antes de correrse había tomado por respuesta empezar de igual manera a follarse a mi prima Gemma.
Mi prima Gemma observo caliente como una perra la escena, ella masturbando mi polla y profanando el coño de su prima Susanna, mi prima Susanna masturbándola a ella y compartiendo mi polla con mi prima Gemma y yo besando a Susanna compartiendo con ella mi corrida mientras magreaba las tetas de ambas haciendo que mi polla no perdiese la más mínima ínfima parte de su dureza y llamando mi atención ahora, mi prima Gemma me invito a hacer lo mismo con ella al tiempo que su mirada se perdía viendo como tanto tres dedos de Susanna, que hizo ademan de retirarse al ver como yo iba a empezar a masturbar a Gemma y quedándose extrañada al ver que la invitaba a quedarse como estaba al tiempo que yo con dos míos se alojaban dentro de su coño empezando a colmarla de placer.
– Joder que morboso eres – oí como susurraba Susanna al ver como nuestros cinco dedos se hacían hueco dentro del coño de mi prima Gemma.
En ese momento mi prima Susanna dejo de besarme y me invito a besar a mi prima Gemma. – Creo que es el turno de la zorra de Gemma – me susurro Susanna mientras depositaba mis labios sobre los de Gemma. – La boca de este follador aun sabe a su corrida – le susurro Susanna a Gemma mientras mi lengua empezaba a adentrarse dentro de la boca de mi prima. – Uuuuuuummm – gimió Gemma mientras sentía como ahora ella y yo nos uníamos en uno.
De igual manera que había hecho con Susanna comencé ahora con Gemma y tomando de su cara los restos de mi corrida los fui llevando a su boca a fin de compartirlos con ella. – Joder que cachonda me pone veros – oí como susurraba Susanna que se había tumbado a nuestro lado y observaba haciéndose un placentero dedo como Gemma y yo nos comíamos mutuamente.
Continuara ….