Primer encuentro con mi prima Gemma XVII
Empieza un nuevo día tras el agotador día anterior
Por fin me dormí y aunque nadie lo sabía para mi aquel día había resultado agotador; agotador y extenuante a mas no poder. Al alba había follado con tía Laura y mi tía Sofia en un delicioso trio en la habitación de mi tía Laura. Luego por carambola había tenido otro maravilloso trio con mis primas Raquel y Lucia en la playa. En la misma playa me había vuelto a follar a mi tía Sofia y a mi Tía Laura y luego con mi tía Laura había ido a un restaurante y entre ella y Wendy la camarera me las folle también a las dos. Para rizar la situación en casa, ya tranquilo me pegue el polvazo que nos hacía falta con mi tía Adriana para acabar luego como colofón con una preciosa mamada que apenas disfrute por que se me cerraban los ojos con Lucia en compañía de mi prima Raquel.
Debo reconocer que aquel día descubrí que ahí estaba mi limite ya que apenas disfrute de la mamada de Lucia en mi cama antes de quedarme dormido…
Y así cayendo en los brazos de Morfeo cerca de las cinco de la mañana caí rendido por todo el esfuerzo acometido.
Desperté en mi habitación cerca de las cuatro de la tarde. Había una nota de Raquel debajo de su almohada en la que ponía que si me despertaba ellas estaban en la playa de Bolonia y de igual manera junto a la de ella otra de Lucia que me decía que esperaba que nos viésemos luego. De igual manera en la mesita de noche encontré otra de mi tía Laura que me decía que ella y Sofia habían tenido que ir de viaje a Madrid a solucionar unos temas y que en unos días nos veíamos de nuevo.
Lo primero que hice cuando leí la nota de mi tía fue coger mi móvil y llamarla. – Tía, ¿ha pasado algo? – le pregunte nada más me descolgó. – No mi rey – me respondió ella. – Te mando un mensaje ahora que no puedo hablar – me respondió. – Esta bien – le respondí. – Un beso nuestro, mi semental – me susurro ella antes de colgarme. – Un beso tita – le respondí yo.
Colgué la llamada y en poco más de un minuto mi tía me escribió vía WhatsApp.
Tía: ¿Ahora te levantas?
Yo: Si, me acabo de despertar.
Tía: ¿Qué harías anoche?
Yo: Nada que hubieses querido perderte 😊😊😊😊😊😊😊😊
Tía: Que pena habérmelo perdido
Yo: La próxima vez estarás si quieres
Tía: ¿Ya te has follado a nuestra hermana Natalia?
Yo: Aun no
Tía: ¿¿¿Y entonces anoche???
Yo: Adri
Tía: ¿En serio?
Yo: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Si tita, no sabes cómo lo disfrute!!!!!!!!!
Tía: Pero si dijo que iba a las bodegas
Yo: Siiiiiiiiiiiiii, calla que debió meterse en casa a hurtadillas y me espero en mi baño… ¡¡¡Casi me mata del susto!!!!
Tía: Ja, ja, ja es que cuando se nos mete en la cabeza follarte no nos cortamos 😊😊😊😊😊😊
Yo: Ya, la verdad es que estuvo genial.
Tía: ¿¿Pero y como es que esta mañana a las siete estaban contigo mi hija y Lucia??
Tía: No entiendo
Yo: Es que ellas vinieron a las cuatro de la mañana 😊
Tía: ¿¿Todo bien??
Yo: Si tita todo perfecto, pero ya estaba muerto y me quede dormido apenas llegaron ellas
Tía: Solo te pido que con ellas tengas cuidado
Yo: ¿Sabes que me follo a tu hija y eso es lo que me dices?
Tía: ¡¡¡¡¡¡No sabes cómo me encanta saberlo!!!!!!
Yo: ¿¿Te excita??
Tía: Como no te imaginas
Yo: Le puedes pedir a la tía que te haga un dedito mientras hablamos.
Tía: Espera
Yo: Díselo
Tía: (ME MANDA UNA FOTO DE ELLA CON MI TÍA METIENDO LA MANO DENTRO DE SUS PANTALONES)
Yo: ¡¡¡¡Me encanta!!!!
Tía: Solo con pensar en ti me corro sobrino.
Yo: Luego ya sabes que debes ser agradecida y devolver lo que se te da.
Tía: no te preocupes que tu tía sabe ser una buena puta.
Yo: Lo sé.
Cinco minutos después …
Tía: ¡¡¡Ya me ha hecho correrme tu tía!!!, ¡¡¡¡Y eso que el tren va hasta arriba de gente!!
Yo: Me encanta saberlo, espero que lo hayas disfrutado.
Yo: Solo espero que vuelvas pronto para ponernos a ello
Tía: Y yo sobrino, pero el cabrón de mi ex ha pedido juicio rápido por el divorcio y lo tenemos mañana en Madrid por lo que hemos tenido que venirnos a preparar todo.
Yo: Que mierda, si me necesitas para algo me lo dices.
Tía: Gracias mi rey así lo hare.
Yo: Hablamos luego. Voy a ver si desayuno algo.
Tía: ¡¡Desayúnate a alguna de tus tías!!
Yo: ¡¡😊, y tu a la tía Sofia!!
Tía: ¡¡¡¡Te quiero!!!!
Yo: ¡¡Y yo a vosotras tita!!
Así termino la conversación mientras me despedía de mi tía. A continuación, le mande un WhatsApp a mi prima Raquel y otro a Lucia en el que les ponía que me acababa de despertar y que iba a hacerme persona. La respuesta de ambas fue la misma la de mandarme una foto de cada una de ellas en topless mientras estaban con sus amigas. – Cuando quieras somos tuyas – me ponían ambas a pie de foto. – En breve – les respondí a ambas mientras dejaba el móvil en la mesita de noche y me dirigía a la ducha para hacerme persona.
Después de una ducha me baje a la cocina a comer algo. Mi esfuerzo del día anterior me hizo arrasar la nevera y devorar varios platos de comida que fregué y dejé en el escurridor después de comer. A continuación, salí en busca de mis amigos que como supuse encontré en la playa de al lado de casa y como de igual manera supuse estaban más que pesados con la jodida discoteca y que se hartaban de mirar tías. – Si supieseis lo que yo llevo ya trillado – pensé.
Algunos de ellos me increparon por llevar varios días desaparecido y otros sabiendo por sus padres la que se había liado con lo de la espantada de mi tío me dieron su apoyo. Pase la tarde con ellos y al atardecer después de ver como se ponía el sol cada uno de nosotros se encamino a casa para vernos luego en el parque.
De nuevo volví a casa y al subir a mi habitación me crucé con mi tía Adriana metiéndonos los dos en mi habitación. Estuvimos hablando de mi tía Laura y de que ayer me había quedado agotado de estar con ella y no me había despertado hasta muy tarde. – ¿Repetiremos? – me pregunto ella. – Eso espero tita – le susurre yo mientras ella me besaba a continuación. – Me voy yo también a Madrid con tus tías, pero espero poder retomar a la vuelta – me susurro ella. – Claro que si – le respondí yo encantado. – Me muero de ganas de repetir a la vuelta – me susurro ella. – Y yo tita – le respondí mientras ella hacia ademan de salir de mi habitación corriendo ya que tomaba el tren nocturno a Madrid. – Hay algo que quiero hacer para que no me olvides – me susurro ella dejando su cara muy pegada a la mía. – Lo que quieras tía – le respondí yo. – Aunque no hagas nada no me olvidare de ti y de la noche que pasamos – le susurre yo. – Ya, pero quiero que me tengas muy presente – me susurro ella mientras pasaba el pestillo de la puerta de la habitación y la dejaba cerrada. – Quiero irme con tu sabor – me susurro ella mientras su cuerpo descendía en paralelo a mí. – Quiero irme con tu corrida en mis labios – me susurro mi tía. – Y dejar tu semen en todas las mejillas de la familia al despedirme de ellas – me susurro mi tía mientras desabrochaba mi pantalón y tomaba posesión de mi polla. – Te la voy a chupar hasta que te corras – me gimió mi tía empezando a chupármela en ese momento. – Uuuuuuummm me encanta así blandita – me susurro ella entre lamidas a mi polla y a mis huevos.
En ese momento mi móvil sonó por el WhatsApp que acababa de entrar. – Responde cariño – me susurro mi tía. – Di que ahora vas – me gimió ella mientras de nuevo retomaba la mamada y ahora no paraba de meterse mi polla dentro de la boca. – Joder que bien la chupas – susurre yo mientras tomaba aire y ahogaba un gemido de placer. En ese momento miré el móvil desbloqueándolo con la poca sangre que me llegaba a la cabeza y al abrir me encontré un WhatsApp de mi tía Laura.
Tía: ¿Que heces?
Yo: Aquí tengo a tu hermana comiéndose mi polla en mi habitación. (Le mando una foto de su hermana en la que se ve mi cadera y su coronilla)
Yo: ¡¡La tía Adri me acaba de decir que se va a Madrid contigo!!!
Yo: A este paso me dejas sin familia 😊
Tía: Si, viene a acompañarme
Yo: A este paso te lo montas mejor que yo.
Tía: ¡¡¡¡¡¡¡¡Tendrás queja!!!!!!!! con la foto que me acabas de mandar, ja,ja,ja.
Tía: Sofia dice que será rápido está recuperando datos bancarios de pagos en burdeles.
Yo: ¿Estás bien?
Tía: Si, porque me siento liberada 😊
Yo: Me alegro
Tía: ¿Te ha dicho algo Adri?
Yo: Si que se muere de ganas de volver a verme y que se quiere llevar un recuerdo mío. 😊😊😊😊😊😊😊😊😊
Tía: Me pones ……. ¿Podrías con las tres?
Yo: ??
Tía: Dime
Yo: Como con las tres
Tía: A la vez, si tú quieres, ¡claro!
Yo: ¡Me encantaría!
Tía: Déjame a mi
Yo: De acuerdo
Tía: Hablamos luego, que tu tía Sofia se va a comer mi coño ahora mismo. ¡¡¡¡Me has puesto tremendamente cachonda!!!!
Yo: ¡¡Perfecto!!
Entre la mamada de mi tía Adri, la conversación con mi tía Laura y la promesa de tenerlas a las tres mi excitación en ese momento no se contuvo lo más mínimo, ni yo hice nada por contenerla y dando un par de suaves embestidas a la boca de mi tía mientras nuestras miradas se clavaban en la del otro me vacié en la boca de mi tía que demostrándome ser, como me había confesado, una perfecta maestra tragándose pollas mi tía dejo que me vaciase por completo dentro de ella no dejando escapar la más mínima gota de mi semen de su boca.
Mi tía Adriana se puso de pie y quedo de nuevo frente a mí a tan solo unos centímetros de mis labios. Por un segundo nos miramos y nos sonreímos mutuamente mientras yo me percataba de que mi tía no se tragaba mi corrida. – Una corrida rápida quiero yo también de ti – le susurre yo ahora ella mientras haciéndola girar era ella la que ahora quedaba apoyada en la pared. Mi tía dejándose llevar me miro sorprendida. Yo en ese momento sin apartar mi mirada de la suya lleve mi mano a su cadera y manipulando magistralmente el botón y la cremallera de su pantalón deje pleno acceso a mi mano a que se colase haciendo contacto rápidamente la yema de mis dedos con su coñito. Mi tía al sentirme abrió la boca para lanzar un gemido momento que yo aproveche para devorar su boca y compartir con ella mi corrida como tanto sabía que ella la excitaba.
Mi tía en ese momento al sentirme en su boca como mi lengua buceaba dentro de ella sin el menor gesto de asco saboreando en su boca mi propia corrida y sintiendo como dos de mis dedos habían alcanzado y localizado perfectamente su punto g y lo estimulaban perfectamente colmándola de placer se sintió llena de morbo, deseo y placer y no tardo más de un par de minutos de reloj en tragarse golosamente mi corrida mientras la compartíamos entre nuestras bocas y de igual manera ante este acto supongo que para ella fue demasiado ver sus deseos las ocultos convertidos en realidad por lo que aguantando poco más mi tía se corrió como una fuente entre mis dedos tres veces hasta que me pidió parar. – Joder me encanta que nos follemos – me susurro ella aun relamiéndose mi corrida de su boca mientras me miraba.
– Me encanta que me folles – me susurro ella. – Y estaría toda la noche bebiendo tu corrida de tu boca – me confeso ella. – No sabes lo cachonda que me pones – me susurro ella. – Pero tengo que irme – me sollozo ella. – Cuando vuelva – me susurro ella. – Cuando vuelvas tita – le susurre yo en el mismo tono cortándola – me encantara vaciar mis huevos en tu boca y compartir contigo mi corrida – le susurre yo mientras sentía como ella de nuevo se corría por cuarta vez como un rio para mí. – Joder no sabes cómo me gusta que me lo digas – me confeso ella. – Y no sabes cómo me gusta a mi hacerlo – le confesé yo. – Nos vemos a la vuelta – me susurro ella dándome un último pico antes de descorrer el pestillo y salir de mi habitación como un rayo por que llegaba tarde a tomar el tren nocturno a Madrid.
Me metí en la ducha más que relajado después de la corrida que me acababa de dar en la boca de mi Tía Adriana y me preparé para bajar a comer algo y salir al parque tal y como habíamos quedado.
Mientras bajaba por las escaleras de camino a la cocina me encontré con mi prima Gemma que venía acompañada de Susanna. – ¡¡Hola guapo!! – me susurro ella. – ¿Dónde vas? – me pregunto. – Al parque – le respondí. – He quedado con mis amigos para dar una vuelta – le respondí. – Pues si quieres y no tienes planes mañana podemos irnos los tres a “nuestra playa” – me susurro en ese momento mi prima Gemma mientras Susanna la miraba sin entender. – Una playa super chula que descubrimos el primo y yo el otro día – le dijo ella mientras me miraba y supongo que como yo recordaba cómo nos follamos aquel día.
Por un segundo más mire a mi prima Gemma. – Me parece una buena idea – le susurre. – Pues mañana nos vemos a las once o las doce según como acabes…. Acabemos la noche – me susurro ella a modo de pregunta. – Perfecto – le respondí dándoles un beso en la mejilla a cada una y bajando a la cocina a cenar algo rápido.
Como había dicho pase por la cocina y me prepare un bocadillo mientras mis amigos me escribían que iban a estar en el skate park al otro lado del pueblo. Tomé el monopatín y saliendo por la parte de atrás de la casa me dispuse a ir patinando al mismo por el Paseo Marítimo.
Debían ser ya cerca de las doce de la noche cuando llegué al Skate park y allí estuve con mis amigos hasta que en el otro lado del parque vi a mi Tía Natalia . Tan guapa como siempre caminaba abstraída mientras se dirigía al paseo que la llevaría a casa.
Me acerque a ella y la aborde. – Tita – le susurre llegando a su lado sin que ella se percatase de mi presencia. – ¡Hola cariño! – me saludo ella dándome un beso en la mejilla. – ¿Tu por aquí? – me pregunto ella dudosa. – Si – le respondí contándole que había quedado con los amigos para patinar un rato. – Yo ya me iba para casa – me susurro ella. – Pues si quieres te acompaño – le respondí yo mientras ella me miraba de una manera especial como dudando. – Si quieres nos vamos ya – me susurro ella. – Necesito largarme de aquí ya – me susurro ella con lágrimas en los ojos. – Esta bien – le respondí yo en ese momento girándome hacia mis amigos y levantando la mano en señal de despedida.
Mi tía comenzó a caminar sin apenas esperarme. - ¿Has hablado con tu tía Laura? – me pregunto a bocajarro mi tía nada más llegue a su altura caminando. – Si me ha contado que se ha tenido que ir a Madrid – le respondí yo. – Que mierda todo – me gruño ella entre dientes. – La verdad es que si – le respondí yo. – Júrame que nunca vas a ser un gañan – me pido mi tía. – Hare todo lo posible – le respondí yo. – ¿Sabías que esta noche había quedado con una cita a ciegas? – me pregunto mi tía. – No tenía ni idea – le respondí. – El muy gañan quería que fuésemos al baño para que se la chupase – me susurro mi tía volviendo a hablarme en alemán ya que así nadie por allí podía entendernos.
Juro que no fue por nada, pero en ese momento me reí por lo ridículo que me sonó aquello. Mi tía al ver que yo me reía me acompaño mientras yo me destornillaba de risa ante lo ridículo de la escena que se planteaba en mi cabeza. – No te rías – me pidió ella divertida. – Como no me voy reír – le dije yo mientras me costaba más y más aguantarme. – Desde luego razón no te falta – me respondió ella. – Pero no sabes lo mejor – me dijo mi tía. – Que me lo ha pedido a los cinco minutos de empezar la cita – me susurro ella empezando yo reírme tanto que tuve que dejar de andar por que no podía moverme. – ¿En serio? – le pregunte mientras me doblaba de risa. – Yo lo hubiese dejado para el postre – le dije yo mientras ella me miraba asombrada por mi ironía.
Vimos en ese momento un puesto de comida rápida en el paseo y mi tía me dijo que con la indignación no había cenado nada y ahora que había hablado conmigo se le estaba pasando el disgusto. Nos acercamos al mismo y le pedimos algo de cenar. – ¿Me acompañas? – me pregunto ella. – Algo de bebida si – le respondí yo alegando que había cenado antes de salir de la casa. – Mi tía se pidió un perrito caliente y una coca cola para ella y para mí una lata de coca cola y nos internamos en la playa a sentarnos en la arena.
Nos internamos en la playa y caminamos por la arena hasta que mi tía decidió que habíamos llegado al lugar idóneo para sentarnos. – Me encanta ver el cielo aquí siempre – me susurro ella mientras se sentaba en la arena y esperaba a que yo me sentase a su lado. – La verdad es que me encanta ver las estrellas – le susurre yo. Mi tía y yo nos sentamos en la arena de la playa y sentimos los dos en nuestras nalgas el frescor de la noche mientras mi tía me miraba con una dulce sonrisa agradeciendo mi compañía.
Mi tía empezó a comerse el perrito y la verdad es que mi mente calenturienta no pudo evitar imaginar que mi tía se comía una hermosa polla a mi lado. Ella debió de leerme el pensamiento y me susurro – Quizás si fuese una Bratwurst como la tuya cariño – me respondió ella. – Pero con esta no tengo ni, para empezar – me susurro ella tragándose el perrito caliente en poco más de tres mordiscos.
Los dos nos quedamos en silencio mientras mirábamos las estrellas. – ¿Hechas de menos a tus profes? – me pregunto mi tía mientras seguía mirando las estrellas. – La verdad es que en cierto punto si – le susurre yo. – No te imaginas la que se montó cuando tu madre lo descubrió – me dijo mi tía notando como su hombro se apoyaba en el mío. – Si algo me enteré tita – le respondí. – Tu madre es muy beata – me respondió mi tía. – Si lo sé – le respondí yo. – De hecho, me ha mandado aquí todo el verano porque esta avergonzada de lo que hice – le respondí a ella. – Y creo que para el año que viene están buscándome universidad fuera de Madrid – le susurre yo. – Tu, ¿te avergüenzas? – me pregunto mi tía. – Yo, para nada, hice lo que tanto ellas como yo queríamos hacer – le confesé a mi tía. – Que mantuviese relaciones con ellas no fue lo que indigno a mi madre – le confesé a ella. – Si no que no declárese lo que ella y su abogado querían, en el claustro de profesores, que ellas me obligaron a que me aprendiese como una cacatúa – le confesé a mi tía. – No podía mentir y arruinarles la vida a las siete mujeres que hicieron que mi vida fuese más llevadera – le respondí a mi tía. – No voy a pasar por ese aro y eso es lo que hay – le respondí a mi tía. – Tu madre esta que se sube por las paredes, ¿lo sabes? – me pregunto ella. – Tita, mientras dependa de mis padres aceptare las consecuencias, pero no voy a amargarle la vida a nadie por hacer lo que hicimos todos porque lo deseamos – le susurre yo. – Desde luego eres consecuente – me susurro ella. – Hasta el final siempre – le confesé a ella mientras mi tía me miraba de soslayo sorprendida por mi vehemencia.
– ¿Sabes que me han pedido que te vengas conmigo a Londres? – me confeso ella poniéndose de costado en ese momento y mirándome a los ojos. – Me parece perfecto – le respondí yo. – Si así lo quieren mis padres no tengo problema – le respondí a mi tía. – Es verdad que impacta lo maduro que eres – me respondió ella. – Descoloca bastante – me confeso mi tía mientras me miraba con autentica devoción. – A mí me encantaría que te vinieses con nosotras tres, pero no como castigo – me confeso mi tía. – A mí me encantaría irme con vosotras como premio disfrazado para mis padres de castigo tita – le susurre viendo que aquella conversación estaba siendo más seria de lo que me pedía el cuerpo en ese momento.
– De hecho, me encantara que me castigues – le susurre yo divertido. – O que te castigue el cuerpo sobrino – me susurró ella en ese momento viendo como su blanca sonrisa asomaba entre sus labios. – Como tú quieras tita – le respondí yo divertido. – El castigo creo que sería tuyo a mi cuerpo – me susurro ella. – Que lo poco que toque el otro día es para destrozar a cualquiera – me susurro ella riéndose. – Ya te dije que cuando quieras te puedes hartar de tocar y ver tita – le susurré yo apostando el todo por el todo.
Y en ese momento apostando ya a todo o nada vi la oportunidad de ver hasta donde estaba dispuesta a llegar mi tía y si acababa viviendo con ella en Londres quería saber hasta dónde podría llegar así que sin pensarlo demasiado estirando mis piernas tense la tela del pantalón corto que llevaba y mientras no apartaba la mirada de los ojos de mi tía que esperaba expectante ver que hacia llevando mis manos a mis pantalones desabroche el botón del mismo y bajando la cremallera deje el espacio para separar los ojales de la bragueta de mi pantalón y dejar a la vista de mi tía mi polla que ya para ese momento no estando dura estaba morcillona imaginado lo que se avecinaba. – Aquí la tienes como te he dicho tita – le susurre yo mientras ella ahora no apartaba su mirada de mi largo y grueso miembro.
– Bueno por lo menos tú, esperas a que termine de cenar – me respondió ella volviendo a partirnos de risa los dos. – Es que es culpa tuya por estar tan buena tía – le susurre yo volviendo a quedar enfrentado a su cara.
– ¿Lo piensas de verdad? – me pregunto ella cambiando su semblante por completo en ese momento. – Por supuesto tita – le respondí yo automáticamente sin pararme a pensar. – Estas para tumbarte y mojar sopas – le susurre yo mientras clavaba mi mirada en la suya. – Desde luego sabes piropear sobrino – me susurro ella. – Siempre has sido espectacular y lo sabes tía – le respondí yo. – La duda es si te pondrías “firme” solo por mi – me susurró mi tía lanzándome un órdago. – El movimiento se demuestra caminando tita – le respondí yo. – Lo único que espero es que el camino este duro si me decido a andarlo sobrino – me susurro ella. – Como el granito tita – le respondí yo. – Eso no lo dudes – le susurre. – Pero el que sea tu tía – me susurro ella. – Me gusta aún más – le respondí. – La complicidad es total y la comodidad, para mí, es mayor – le respondí.
Mi tía en ese momento me miraba dudando si dar o no el paso. – Me encanta como lo planteas – me susurro ella. – No es como lo planteo – le respondí yo. – Si no cuanto lo deseas – le respondí. – Ahora mismo más que nada – me susurro ella mientras acercaba cada vez sus labios a los míos. – No te reprimas tita – le susurre. – No quiero, pero – me susurro ella mientras ahora fui yo el que acercando mi cara a la suya unió sus labios con los de ella mientras mi lengua exploraba la boca de mi tía que se dejaba hacer completamente por mí.
Mi boca no se separaba de la de mi tía mientras mi lengua pugnaba con la suya. – Me encanta como besas – me susurro mi tía mientras su mirada saltaba entre mis ojos. – Eres mi sobrino – me susurro ella. – Soy un hombre dispuesto a darte todo el placer del mundo – le respondí yo mientras llevaba su mano a mi cadera y posicionado la palma de su mano izquierda sobre mi cuerpo mi tía tomaba consciencia de la dureza de mi polla en ese momento. – Madre de mi vida – me susurro ella mientras tomando consciencia de la dureza de mi polla al tiempo que sentí a como su mano no solo tocaba mi miembro si no que lo apretaba en la palma de su mano.
Mi tía me miro y de nuevo se lanzó a devorar mi boca. – Es enorme – me susurro ella entre mis labios mientras su mano hábilmente se colaba por debajo de mi camiseta. – Necesito sentirla directamente – me susurro ella de nuevo mientras se apartaba de mis labios. – Quiero sentirla y saborearla – me susurro mi tía mientras me miraba y yo me deleitaba de como su mano hacia contacto directo con mi polla. – Uuuuffff sobrino – me gimió mi tía. – ¿Que tenemos aquí? – me susurro ella mientras sentía como su mano llegaba a mi glande y la mano de mi tía al estar yo semi incorporado quedaba justo por debajo de mi esternón. – Que tentación más sabrosa – me susurro mi tía mientras sentía como su mano me masturbaba levemente.
Mi tía en ese momento miro a ambos lados y asegurándose de que nadie nos veía una vez más clavo su mirada en la mía mientras veía como su cara descendía y manteniendo el contacto conmigo mi tía llevaba su boca a mi polla mientras no apartaba su mirada de la mía. La conjunción del comienzo de la mamada y la mirada de mi tía clavada en la mía me lleno de placer mientras sentía como la boca de mi tía elevada por la mano de mi tía enroscada en la base de mi miembro lo posicionaba para darle una maravillosa lamida al tronco de mi polla. – Que cosa más deliciosa me voy a comer – me susurro ella. – ¿Te puedo confesar una cosa? – me pregunto mi tía de repente parando de chupar mi polla. – Claro – le respondí yo. – Esta noche mientras estaba con mi cita a ciegas no podía dejar de pensar en ti – me confeso ella.
Mi tía, sin esperar respuesta, continuo con la mamada mientras yo ahora llevaba mi mano a la cadera de mi tía. – Me encanta – gemí mientras mi tía continuaba cadenciosamente mamando mi polla. – Pero vamos a igualar esto un poco – le susurre a mi tía mientras desabrochaba como podía el pantalón pirata que llevaba mi tía e introducía mi mano por dentro del pantalón de ella. – Uuuumm gimió – mi tía cuando sintió como mi mano hacia contacto cubriendo por completo su coño el cual me recibía completamente empapado. – Tita, estas empapada – susurre alucinado ya que acabábamos de empezar.
Mi tía de nuevo dejo de mamar mi polla. – Debo confesarte que estaba pensando en cómo comerme tu polla desde que nos hemos encontrado sobrino – me confeso ella retomando la mamada. – Vaya, vaya – susurre yo introduciendo uno de mis dedos dentro del lubricado coño de mi tía. – ¿Y qué has imaginado? – le pregunte mientras al primer dedo añadía un segundo dedo y se lo clavaba hasta el fondo. – En que tenías que joderme antes de llegar a la casa – me confeso ella. – Necesitaba ver tu polla antes de irme a dormir esta noche – me confeso ella. – De hecho, he pensado en pedirte que pusieses tu polla en el perrito mientras veníamos andando por la arena – me confeso ella. – Desde antes de ayer que toque tu polla no pienso en otra cosa sobrino – me siguió hablando ella mientras su mano no soltaba mi polla. – Deseaba más que nada verla y si era posible chupártela – me susurro ella mirando al suelo avergonzada. – Se que soy un asco de persona porque eres mi sobrino – me confeso ella. – Pero no me he podido resistir – gimoteo ella.
Yo no la deje que continuase. – Tía siempre me has parecido tremendamente bella y sexual – le confesé yo ahora a ella. – No sé por qué, pero siempre entre vosotras me he sentido genial – le confesé yo continuando hablando. – Y es por ello que creo que siempre en secreto os he deseado a todas y parece que este año es el año de haceros mías a todas vosotras – le confesé yo a mi tía que ahora me miraba boquiabierta.
– ¿Qué quieres decir? – me pregunto ella no sabiendo como plantear la pregunta. – Quiero decir que deseo convertirme en hombre con vosotras y solo con vosotras tía – le confesé yo. – No creo que pueda haber nadie mejor que vosotras para aprender lo que realmente es el sexo, disfrutar de la experiencia y hacerlo de la manera más tranquila posible – le susurre yo a mi tía mientras en ese momento un calambrazo de placer recorría mi cuerpo. – Sobrino – susurro mi tía mientras me miraba. – Acabas de plantear el incesto de la forma más bonita que puedas imaginar – me susurro ella. – Y es por ello que ahora voy a disfrutar mamando tu hermosa polla hasta que te corras en mi boca – me susurro ella en ese momento sacando mi mano de dentro de sus pantalones y subiéndose la camiseta que llevaba dejo a mi vista sus preciosos pechos.
Mi tía no era desde luego la mayor experta de mis tías chupándomela, pero debo reconocer que sí que era la que más ganas le ponía. – ¿Te gusta? – me pregunto ella. – Me encanta tía – le mentí mientras ella retomaba la mamada. – Apriétame las tetas – me gruño mi tía. Yo desde luego hice lo que ella me pidió y agarrando con cada mano las tetas de mi tía ella empezó a chupármela ahora si con una maestría digna de mi tía Adriana que desde luego hasta ahora era la que mejor me la había chupado. – Jooooooooder – gemí mientras sentía como ahora mi tía sí que me llenaba de verdad de placer. – Me pone muy perra que me aprieten las tetas – me gimió mi tía en mi oído mientras ahora cambiaba su boca por sus manos en mi polla. – Aprieta un poco más que me corro sobrino – susurro de nuevo mi tía en mi oído mientras refregaba su cadera contra mi costado y mi pierna. – No te pares por nada del mundo sobrino y todo mi cuerpo será tuyo – me gruño mi tía mientras no paraba de sentir como mis manos apretaban sus tetas. – Joder sobrino que buenoooooooooooooo – gruño mi tía que en ese momento apretando su entre pierna contra mi cadera sentía como mi tía se corría para mi dejándose llevar y quedándose agotada a mi lado sin soltar mi polla.
Mi tía por un segundo se quedó resoplando en mi hombro disfrutando de los extrectores de su orgasmo eso si sin soltar mi polla en ningún momento. – Sobrino gracias por hacer que me corra – me susurro ella. – Espero que solo sea el primero de la noche – le confesé yo mientras ahora de nuevo presionaba sus tetas. – Yo soy de un orgasmo, cuando llego y de irme a dormir – me confeso mi tía. – Nunca he podido más – me confeso ella.
Mi tía en ese momento retomo la mamada y debo confesar que la verdad que para mí fue un corte de rollo total su confesión diciéndome que ella ya no haría nada más conmigo. Pensé que aquello casi había acabado antes de empezar y apenas habíamos disfrutado nada. Mientras mi tía me la chupaba con verdaderas ganas me acorde de lo que me había confesado Raquel cuando nos pajeabamos juntos que algunas mujeres son multi orgásmicas como lo eran gran parte de las mujeres de mi familia pero que había otras que una vez alcanzaban el orgasmo no podían continuar.
Evidentemente para mí en todo aquello siempre había deseo y morbo y si era capaz de aguantar como un toro follando era siempre por que la situación era propicia para ello y tenía un morbo que me inyectaba siempre ganas de continuar. Mi polla evidentemente ante la confesión de mi tía fue menguando hasta quedarse morcillona inevitablemente.
Mi tía aun con las tetas al aire me miro dejando de mamar mi polla. – ¿Que te pasa sobrino? – me susurro mi tía viendo que evidentemente mi polla perdía su dureza. – Tía, sí sé que no voy a poder hacer nada más contigo se me van las ganas – le confesé. – ¿De verdad que no puedes seguir? – le pregunte curioso. – Cuando lo he intentado siempre me ha dolido muchísimo – me confeso ella. – Tía yo cuando lo he hecho por lo menos me corro tres veces y las chicas con las que he estado han perdido la cuenta de los orgasmos que he provocado – le confesé a mi tía. – Te entiendo sobrino – me susurro ella. – Si quieres la próxima vez lo planteamos de otra manera – me susurro mi tía. – Creo que será lo mejor – me confeso ella. – ¿No quieres que te ayude a terminar entonces? – me pregunto dudosa mi tía.
Yo por un segundo la mire y le confesé – La primera vez que me corra para ti quiero pringarte entera tía y que tu único deseo sea el de continuar mamando mi polla sin piedad para conseguir que me corra de nuevo para ti – le confesé a mi tía. – Quiero llenarte entera, pero poder seguir follándote y que sobre todo mientras lo hago tú lo disfrutes como en tu vida – le confesé a mi tía. – Esta bien la próxima vez no seré tan egoísta de correrme tan rápido – me confeso mi tía. – Quiero que la primera vez sea inolvidable para los dos – le confesé a mi tía. – Me siento ridícula – me confeso mi tía. – No tienes por qué, si solo quisiese un simple polvo te hubiese dejado seguir – le confesé a mi tía. – Pero quiero que sea inolvidable – le susurre ahora antes de besarla. – Tenemos todo el verano para tener nuestra primera vez y luego mil más – le confesé a mi tía. – Desde luego siempre sabes que decir – me dijo mi tía mientras ocultaba sus preciosas tetas debajo del sujetador blanco que llevaba puesto.
Mi tía se puso de pie mientras acomodaba su ropa interior y de igual manera abrochaba sus pantalones. Yo al igual que ella me puse de pie y acomodando mi ropa interior mientras guardaba mi polla dentro de mis gayumbos. – Gracias por hacer que no me sienta tan ridícula – me confeso mi tía. – No tienes por qué sentirte ridícula – le dije yo mientras la tomaba de la mano. – Quiero que realmente lo disfrutemos los dos – le susurre de nuevo a mi tía. – Y desde luego que sea lo más placentero y más alargado que pueda ser – le dije yo de nuevo a ella mientras retomábamos nuestros pasos y volvíamos al paseo marítimo.
Retomamos el camino de vuelta a casa de la abuela y cuando entramos al jardín mi tía antes de entrar dentro de la casa me susurro – Gracias por ser como eres – me susurro mi tía dándome un pequeño beso en los labios. – Hablamos mañana – me susurro mi tía mientras entraba dentro de la casa.
Yo me tome un segundo para analizar la situación y una vez que me rearme y me prepare para irme a la cama a hacerme una buena paja entre por la puerta. En ese momento en el que abrí la puerta de la cocina vi que el pasillo estaba iluminado por el resplandor de la televisión que estaba en el salón.
Me decidí a pasarme a ver quién estaba y nada más aparecer en el salón vi que mis primas Gemma y Susanna estaban en el salón viendo una película. – ¡¡Pasa primo!! – me dijo mi prima desde el sofá del salón viéndome con el monopatín en la mano. – ¿Vienes del parque? – me pregunto Susanna. – Si – le respondí escuetamente a ella. – Mi madre había ido al lado a cenar – me susurro ella. – ¿La has visto? – me pregunto ella. – Si hemos vuelto juntos – le confesé yo en ese momento mandándole rápidamente un WhatsApp a mi tía informándole de lo que pasaba.
– ¿Pasa algo primo? – me pregunto Gemma que siempre andaba al acecho. – No nada le escribo a mis amigos para mañana – le respondí rápidamente a mi prima. – Recuerda que mañana nos vamos a la playa juntos – me recordó mi prima. – Si no hay problema – le respondí yo a mi prima mientras veía como ella se levantaba del sofá y se acercaba a mí.
– ¿Te quedas con nosotras? – me susurro mi prima. – No, me acuesto para estar fresco mañana – le susurre a ella mientras me disponía a girarme para irme. – Anda quédate que podemos divertirnos juntos – me susurro ella mientras me tomaba de la mano y me arrastraba al sofá. – La peli es un coñazo absoluto – me susurro ella mientras se sentaba en el centro del sofá quedando Susanna a su derecha mientras yo me sentaba a su izquierda. – No, nos vendrá nada mal su compañía, ¿A qué no? – susurro mi prima Gemma que cerraba las puertas del salón antes de dirigirse a sentarse entre nosotros dos. – La vuestra nunca – susurro a modo de respuesta Susanna mientras clavaba su mirada en la mía.
Me senté en el largo sofá del salón y me dejé caer de lado hacia el brazo lateral mientras miraba más a mi prima Gemma que a la película. – Pensé que ibais a salir – le susurré yo. – Ya esa era la idea – me respondió ella mientras no apartaba la mirada de la pantalla de televisión. – Pero el plan no era el que queríamos y nos hemos quedado aquí – me susurro mi prima de nuevo mientras Susanna suspiraba afligida porque no la estábamos dejando oír la película.
Mi prima Gemma y yo nos miramos y nos sonreímos mientras observábamos a Susanna que no apartaba la mirada de la película. Gemma en ese momento me miro divertida y por un segundo mirándome, me guiño un ojo mientras me percataba de igual manera como la tela de lino de la que estaba compuesta su camisa transparentaba el pecho desnudo de Gemma al trasluz del brillo de la pantalla de televisión. Mi prima en ese momento me miro llena de morbo y me demostró una vez más que ella era tan morbosa como yo.
Mi prima en ese momento me indico con la barbilla que me pusiese en diagonal apoyando mi espalda en la esquina del sofá quedando yo con las piernas estiradas sobre el propio sofá mientras estaba incorporado. En ese momento mi prima Gemma se tumbó a lo largo del sofá apoyando su cabeza de lado en mi cadera mientras de igual manera pasaba sus piernas por encima de las de Gemma quedando su cadera muy próxima a las manos de Susanna que ahora pasaba sus manos por encima de las piernas de Gemma mientras la cadera de Gemma quedaba casi apoyada en el costado de Susanna.
La cabeza de mi prima ahora permanecía apoyada en mi pierna mientras veía como ella de soslayo podía mirarme mientras acomodando su cabeza, la apoyaba algo mas por encima de mi cadera y la cabeza de mi prima definitivamente se apoyaba en el lateral de mi estomago mientras yo sentía como sus pechos se apoyaban grácilmente a la altura de mi rodilla mientras mi prima se quedaba de costado encajonada cómodamente entre el respaldo del sofá y mi cuerpo. Mi prima poco después paso su brazo izquierdo entorno a mi cadera y lo saco por el brazo del sofá mientras acariciaba suavemente mis riñones no pudiendo yo evitar en ese momento ronronear de placer mientras sentía la caricia de la yema de sus dedos en mi piel por debajo de la camiseta.
Mi prima Susanna de nuevo nos miró y en ese momento se percató de como se había colocado Gemma entre nosotros y se quedó a la expectativa.
Mi prima Gemma desde luego era inteligente como ella sola y sabia como llevar la situación así que deje que la situación fluyese y fuese Gemma la que llevase la batuta. – Que a gusto estoy – susurro Gemma no interrumpiendo en ese momento que Susanna pudiese seguir viendo la película mientras a su vez la mano derecha de Gemma se dejaba caer grácilmente sobre mi estomago no quedando claro si me estaba tocando la polla ya o tan solo la estaba poniendo ahí para apoyar la cabeza. Susanna ahora ya había perdido por completo el interés en la película y de refilón miraba lo que hacía Gemma que ahora permanecía quieta y por lo menos durante algo más de cuarto de hora permaneció en esa misma posición.
Posición que provoco que desde luego entre el calentón que traía después del paseo con mi tía Natalia y ahora sintiendo las tetas de Gemma contra mi rodilla sintiendo en la misma uno de los duros rosados pezones de mi prima Gemma y el aliento de su respiración en la cabeza de mi polla, esta se pusiese desde el primer momento dura y el “agüilla” que la misma iba soltando ya se notaba para todos los presentes en mis camisa que había pringado ya por completo creando un cerco sobre mi glande justo a la altura de la punta de la nariz de mi prima sin que nadie dijese nada por ello pero haciéndonos a todos conscientes de cómo estaba yo en ese momento mientras de igual manera seguía viendo como Susanna cada vez más excitada inconscientemente frotaba sus piernas una contra la otra.
Por un segundo de la boca de Susanna mientras tomaba las piernas de Gemma comenzaron a salir las palabras – Bueno yo me – susurro Susanna siendo interrumpida en ese momento por Gemma. – Susi cariño – susurro Gemma interrumpiendo la que iba a ser la despedida de Susanna aquella noche – ¿Me acaricias las piernas como “tú sabes”? – le susurro mi prima con todo el doble sentido sin esperar respuesta de ella. Susanna en ese momento por respuesta a Gemma se recompuso y dejando caer su espalda en el sofá que había realizado el ademán de levantarse se dejó de nuevo caer sobre el sofá. – Si claro – susurro Susanna poniendo en ese momento su mano sobre la rodilla derecha de Gemma empezando a acariciarla suavemente con la yema de los dedos. – Me encanta cariño – le susurro Gemma mientras cerraba los ojos. – Me encanta todo lo que siento – susurro Gemma que en ese momento se dejaba mecer suavemente hacia delante y dejaba que la dureza de mi polla se hiciese patente contra su rostro. – Uuuuuuuum me encanta – susurro Gemma con mi polla estampada contra su boca con la camiseta por en medio.
La película continua y nuestro silencio de igual manera nos acompañaba haciéndolo todo más morboso aun mientras todos éramos conscientes de como Gemma era la que llevaba la batuta de la situación mientras los tres simulábamos ver la película que realmente ninguno estaba atendiendo.
Yo de soslayo sin mirar directamente veía como las manos de Susanna acariciaban las piernas de Gemma ya, desde los tobillos a las caderas y en las mismas hacían un pequeño giro recorriendo la tira del tanguita de la cadera de mi prima llegando a rozar la parte baja del coño de Gemma con su mano izquierda mientras con la derecha continuaba acariciando sin parar su pierna arriba y abajo y como Gemma se iba encendiendo cada vez más mientras las manos de Susanna ya ahora sin el menor de los tabúes la recorrían por completo mientras mi prima sentía como cada vez más dura mi polla se estampaba contra la cara de mi prima Gemma que seguía en la misma posición. – Prima me encanta como te siento – gimoteo Gemma al borde de una calentura sin igual. – Uuuuuuummm Susiiii no pares – gimió Gemma que ahora girando la cadera ponía a la disposición de Susanna su hermoso culo. – Siiii Susi cariño no pares de acariciarme – susurro de nuevo entre gemidos Gemma que ahora al sentir como bajo su falda la yema de los dedos de Susanna la volvía a acariciar esta vez estrangulo la mano de Susanna entre sus piernas provocando en ese momento que Susanna sin pensarlo colase sus dedos dentro de la braguita de mi prima Gemma y sin piedad la empezase a follar al mismo tiempo por su culo con su dedo pulgar y por su coño con cuatro dedos. – Que “suave” estas, prima – le susurro en ese momento Susanna sin ni siquiera mirarla. – Ooooh – gimió Gemma al sentirse profanada en ese momento por la mano de mi prima Susanna por ambos orificios. – Susanna tus caricias son únicas – confeso en ese momento Gemma mientras sentía como su placer no hacia más que crecer y crecer.
Mi prima Gemma en ese momento era follada sin piedad ninguna por Susanna mientras yo realmente hacia tan sumamente bien mi papel que parecía que no me estaba dando cuenta de nada y sentía realmente las acometidas tan lentas y profundas que daba la mano de Susanna al coño y el culo de mi prima Gemma. Pero realmente sí que me percataba de todo mientras sentía como mi prima Gemma entre la profanación que estaba sintiendo por parte de Susanna y sentir la dureza de mi miembro por otro estaba, contra su cara, ya tras un rato largo en el punto de no retorno. Sintiendo como Gemma estaba a punto de correrse me percate como Susanna se mordía sensualmente el labio inferior llena de deseo esperando que ya por fin Gemma se corriese para ella provocando que el pecho de Susanna se hinchase por completo de aire ahogándose en las ganas de gritar que tenía.
Pensaba yo, ignorante de mí, en ese momento que Gemma estaba dejada por el placer provocado y que se correría de un momento a otro pero una vez Gemma me demostró que el sexo con ella siempre conlleva una sorpresa y en ese momento el brazo izquierdo de Gemma haciendo un contorsionismo inaudito paso de estar enroscado en mi cadera a pasar a lo largo de su cuerpo y recorrerlo, mientras Gemma permanecía casi boca abajo, a llegar a la cadera de Gemma para apoyar su mano entre las piernas de Susanna y como si de un limpiaparabrisas se tratase el dedo índice de mi prima se extendió desde la cadera de mi prima hasta hacer contacto con el clítoris de Susanna a fin de devolver parte del placer producido.
Susanna al sentir como Gemma la estaba llevando a la gloria entre el calentón que tenía por la follada que le estaba dando a mi prima Gemma y el morbo del momento tardo insólitamente poco más de un minuto de reloj en correrse gracias a las caricias de Gemma en su coño que mi prima Susanna apenas logro disimular apretando los dientes mientras se corría apretando como en su vida sus piernas y tensando hasta el último musculo de su cuerpo mientras disfrutaba de un maravilloso orgasmo que no logro disimular apenas. Cosa que provoco que clavándose en lo más profundo de mi prima Gemma está a continuación la acompañase en una maravillosa corrida que se derramo entre los dedos de mi prima Susanna que una vez se percató de como Gemma se había corrido abundantemente para ella no viendo otra solución llevo sus dedos llenos de fluidos a su boca y lamio la corrida de mi prima Gemma deleitándose con su sabor.
Yo en ese momento ante el erotismo oculto mostrado a los ojos de los tres que estábamos allí y tan solo sintiendo como la lengua de mi prima había estado lamiendo la base de mi glande en ese momento no pude por menos que correrme mientras presionaba mi cadera contra la cara de mi prima lanzando ocultado por mi camiseta mi polla chorros y chorros de semen que se quedaron ocultos bajo la tela de la misma.
Los tres tras disfrutar de aquel momento nos quedamos quietos en el sofá agotados, pero habiendo disfrutado de una experiencia sublimemente morbosa. Aunque el olor de nuestras emanaciones se empezó a hacer patente al poco tiempo y yo no me atrevía a moverme a fin de evitar que Susanna pudiese percatarse de nada. – Voy al baño – susurro de repente Susanna mientras se levantaba y mi prima moviendo los pies en ese momento los colocaba justo encima de la mancha de jugos que había quedado en el asiento del sofá donde se había corrido Susanna agradeciendo esta que Gemma me ocultase a mi poder verla.
Una vez que Susanna desapareció de escena Gemma me miro. – Vaya corrida te has dado ¿eh? – me susurro ella llena de morbo mientras levantaba mi camiseta y descubría toda mi corrida empapando mi polla. – Mira lo que tenemos aquí – me susurro Gemma mientras se percataba de como mi propia corrida bañaba mi polla y se extendía grumosa sobre mi estómago. – Esto lo limpio yo – me susurro Gemma mientras sentía como su lengua recorría el tronco de mi polla y mi prima Gemma tragaba golosa mi corrida. – Joder que gusto – susurre mientras sentía como mi prima se afanaba en recoger con su lengua todos los restos de semen que manchaban mi cuerpo. – Me encanta ser tan zorra para ti – me susurro ella. – No lo olvides que mañana de follarnos no te libra nadie – me susurro ella. – Y ahora depositare tu sabor en la boca de Susanna mientras nos follamos – me confeso ella mientras besándome levemente se ponía de pie y justo en ese momento Susanna volviendo del baño entraba en el salón era arrastrada por mi prima Gemma con un “buenas noches” camino a su habitación a follarse como lobas supuse yo.
Por un segundo me quede allí analizando como sin comerlo ni beberlo había empezado aquello y como una vez llevado por Gemma había sido llevado a un momento pleno de placer y morbo en el que no me había quedado para nada claro si Susanna se había percatado de algo o no.
Pensé poco después apagando la televisión que ya mañana seria otro día y ya me enteraría de todo. Al llegar a mi habitación me dispuse a darme una ducha y limpiar como siempre los restos de momentos apoteósicos de mi cuerpo.