Primer encuentro con mi prima Gemma XIX

Empezamos un nuevo día!!

Como cada noche al dormirme hice balance de como se había sucedido el día anterior y cada noche que pasaba me daba cuenta de cómo la publicación de mi “desliz” con mis profesoras del colegio en el que estudiaba por parte de mi madre a todos las mujeres de mi familia lejos de caer en el reproche colectivo, tal y como pretendía mi madre, había provocado el efecto contrario y al descubrirme todas las mujeres de la familia, como hombre, todas, sin excepción habían decidido disfrutar de esa porción de sexo prohibido, sin límites y lujurioso conmigo.

Ninguna de ellas se veía cohibida y buscaba el momento para cabalgar sobre mi polla y llevar a cabo sus deseos más oscuros conmigo. Descubría cada día en cada una de ellas que no solo yo deseaba cruzar esa línea si no, que eran ellas, las que ansiaban el momento de que ello ocurriese. El abandono, la falta de hombres de los pies a la cabeza como ella decían les hacía buscarme viendo en mi algo así como la ansiada revista porno que tenían en ese momento mis coetáneos y que les servía para aliviarse y desde luego si ellas así lo deseaban quien era yo para negárselo y disfrutarlo como tanto ansiaba.

Aquel día no me había follado primero a mi tía Adriana en el que nos habíamos quedado en unas mamadas rápidas el uno al otro porque se iba a Madrid con mi tía Laura y mi tía Sofia, con las que tuve unas maravillosas conversaciones eróticas a través de WhatsApp, luego el amago de mamada con mi tía Natalia a la vuelta a casa por la noche que se había acabado convirtiendo en un paja a mi tía que había acabado al correrse ella, la mamada con Gemma mientras Susanna estaba a nuestro lado y por último el trio brutal, sediento de sexo, lujuria y deseo que había tenido en mi habitación con mi tía Natalia y con mi prima Encarni la cual había sido todo un descubrimiento. La verdad es que había sido un día completito y me había quedado más que satisfecho.

Un nuevo día hacía ya horas que había comenzado y hoy me iba a la playa en la que había estado días antes con mi prima Gemma. Me levante emocionado por poder volver a estar con Gemma y ver que me deparaba el día.

Me desperté en mi cama junto con mi prima Encarni a un lado y mi prima Raquel al otro. Mi mente voló en ese momento. – Hola cariño buenos días – me susurro Raquel mientras se giraba en la cama al verme con los ojos abiertos. – Cada día estas más guapo y más hombre – me susurro ella mientras sus dedos jugueteaban con el bello de mi pecho. – Y tu cada día más guapa y más deseable – le susurre yo.

– ¿Y yo? – pregunto mi prima Encarni apareciendo a mi espalda mientras clavaba su mirada en la de mi prima Raquel. – Tu cada día más puta y con las tetas más grandes – le susurro Raquel como respuesta. – La puerta está cerrada – nos susurró a ambos Raquel. – ¿Me enseñas tus tetas, prima? – le pregunto en ese momento Raquel a Encarni. – Claro que si prima – le respondió en ese momento Encarni mientras se deshacía de la camiseta de pijama que llevaba. Encarni en ese momento se sentó en la cama y mirando hacia nosotros se sentó casi al lado de mi cabeza.

Yo en ese momento me coloqué en el regazo de mi prima Encarni mientras observaba a mi prima Raquel y sentí como en mi frente se apoyaban los senos de mi prima Encarni. – Vamos puta te toca – le susurro Encarni. – Crees, ¿que no sé qué has venido a por tu ración de polla? – le pregunto de manera retorica Encarni. Raquel en ese momento nos miró a ambos y no se conformó con quitarse solo la camiseta y dejarnos deleitarnos con sus preciosos senos, sino que de igual manera se despojó de sus pantaloncitos de verano y se quedó por completo desnuda para nosotros dos. – Aquí estoy para vosotros dos – nos respondió ella. – Me encanta – susurro Encarni mientras sentía como yo sin moverme iba llevando mi mano desde la rodilla de mi prima Encarni hasta su cadera metiendo mi mano por debajo de la pernera de su pantaloncito y llegaba a su clítoris a fin de empezar a ponerla a tono.

Mi prima Encarni suspiro y en ese momento mi prima Raquel le pregunto – Te encanta verme desnuda o te encanta más, el dedo que te está haciendo nuestro primo – le pregunto empezando a excitarse mi prima Raquel. – Tiene dos manos – gimió Encarni. – También te puede meter mano a ti – susurro Encarni. – Y de mí, ¿quién se ocupa? – pregunto en ese momento apareciendo por la puerta del baño completamente desnuda mi prima Pirsa.

Desde la cama los tres nos quedamos mirando y admirando la desnudez de mi prima Pirsa que andando muy sensualmente se acercó a la cama para gatear por los pies de la cama hasta quedar a la altura de mi cadera. – Lo mejor para mí – susurro ella que mientras observaba como yo tocaba a mis primas ella tirando del elástico de mis calzoncillos dejaba salir mi polla que como siempre se acomodaba a la derecha de mi ombligo. – Vosotras quedaros con sus manos que yo me voy a comer esta deliciosa polla – susurro Pirsa justo antes de empezar a mamar mi polla.

Pirsa se tragaba muy lentamente mi polla y dejaba que se alojase por completo dentro de ella más allá de su garganta notando como mi glande traspasaba su campanilla. – Joder prima que bien la chupas – le susurre mientras veía como la nariz de mi prima se apoyaba en mi cadera y su boca se tragaba por completo mi falo. – Uuuuuuuuuuuummm – gimoteo ella con toda mi polla dentro de su garganta. – Chupa puta, chupa – le susurro en ese momento Raquel que observaba mientras yo le hacia un dedo como mi prima Pirsa se tragaba mi polla.

La sensación de calidez, humedad, chapoteo y tensión muscular se fue haciendo cada vez más y más patente hasta que de repente…. De repente me desperté y me percaté que todo aquello no había sido más que, ¡un sueño!

Ahora que estaba despierto y era consciente de que realmente había soñado mi encuentro o amago de encuentro con aquellas tres diosas de pechos turgentes que eran mis primas y que por separado había podido disfrutar de ellas me percate de lo morboso que sería poseerlas a las tres al mismo tiempo.

– Joder primo como sigas así me la sacas por la boca – oí de repente que me decía una voz adormilada de un cuerpo que despertaba mientras en efecto sentía como mi polla estaba clavada en el coño de aquella que me hablaba entre sueños. – Perdona prima – susurre mientras hacía ademán de salirme de ella. – No la saques, sigue – me suplico aquella voz. – No creo que haya mejor manera de despertarse – me gimió a continuación mientras sentía como su mano apoyada en mi culo me empujaba hacia delante a fin de que me volviese a clavar hasta el fondo dentro de ella.

Mi prima Raquel me susurro en ese momento que ya abrí los ojos y pude descubrir que era ella me susurro – Me tienes abierta por completo primo – me susurro ella. – Tu polla me abre por completo – me gimió ella que seguía quieta recibiendo mis embates dentro de su coño. – No te preocupes Encarni se ha ido antes de amanecer – me gimió a continuación. – Estamos solos – me susurro mientras sentía como su culo envolvía mi cadera al clavarse ella por completo ahora mi polla dentro de ella. – Anda que menuda follada os disteis anoche, ¿eh? – me susurro ella. – Buuuuuuuuuufff, no te imaginas – le respondí yo. – Si que me lo imagino porque os estuve oyendo – me confeso ella. – No sabes la de dedos que me hice – me susurro ella.

– Podías haberte unido a nosotros – le susurre yo mientras en ese momento sacaba mi polla por completo de ella. – ¿Te hubiese gustado? – me pregunto ella. – Desde luego – le respondí yo. – Me encantaría teneros a las dos para mí – le respondí yo. – Si quieres la puedo sondear – me susurro mi prima que se excitaba tan solo de pensar en la idea de tener un encuentro los tres. – La verdad es que me encantaría hacer mi sueño realidad – le susurre a ella. – ¿Cuál es? – me pregunto curiosa ella. – Que me la chupaseis al mismo tiempo Encarni, Pirsa y tu – le confesé yo. – Joder menudo hartón de tetas te ibas a dar – me susurro ella que continuaba disfrutando de mi miembro entrando y saliendo de ella. – Agárramelas primo – me susurro mi prima mientras tomando ella mis manos las llevaba a sus pechos y me invitaba a tomar posesión de ellos y a deleitarme con su tacto. – Jooooooooooooder primo que buenoooooooooooooo – aulló mi prima quien clavando ahora mi polla dentro de ella con un drástico movimiento de cadera se clavaba mi polla en lo más profundo de ella terminando de correrse para mí.

Mi prima por un momento se quedó quieta disfrutando de su orgasmo mientras yo sentía como los músculos de su vagina apretaban rítmicamente mi polla que estaba por completo clavada dentro de ella. – Le voy a tener que consultar a la tía Ara si es bueno que nos des tanta polla, primo – me susurro mi prima. – Como ella es médico debe saber si nos puede afectar que nos clavemos hasta el fondo una polla tan grande – me gruño mi prima que ahora me hacía girar y quedar boca arriba en la cama mientras mi prima tomaba la iniciativa y subiéndose sobre mí, mi prima empezaba a clavarse de nuevo mi polla. – No hay mejor manera de despertar – me susurro ella mientras empezaba de nuevo a mover su cadera hacia delante y hacia atrás mientras el resto del cuerpo de mi prima seguía allí impertérrito recibiendo mi polla y dejándome a mi disposición sus preciosas tetas para que me hartase de verlas. – ¿Te gustan mis tetas? – me pregunto ella. – Me encantan, son perfectas – le respondí yo. – Son preciosas – le respondí mientras llevaba mi mano derecha a tomar su pezón y haciéndola incorporarse hacia delante tomaban mis labios posesión de su pezón.

Mi prima al sentir como mis labios tomaban posesión de su pezón y lo chupaba sin parar llenándolo de saliva provoco que mi prima se estremeciese de placer. – Sigue – me susurro ella mientras se estremecía de placer. – No pares – me suplico ella mientras sentía como su pezón quedaba lleno de mi saliva. – Tócatelas – le pedí yo. – ¿Vas a llenar mi coño con tu corrida? – me pregunto ella.  Si sigues así, si – le confesé yo. – Me muero de ganas de sentirlo – me gimió ella. – Sigue que queda poco – le susurre yo de nuevo. – Si, si, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – gemí yo mientras me corría clavado en lo más profundo del coño de mi prima. – Joooooooooooooooooooooder – aulló mi prima que en ese momento se corría de manera escandalosa con un tremendo squirt sobre mí y regaba el cabecero de la cama con sus fluidos.

Mi prima después de correrse callo por completo derrotada y satisfecha sobre mí. – Gracias por esta manera de darme los buenos días – me susurro mi prima mientras me besaba levemente.

Mi prima antes de levantarse se clavó un par de veces más mi miembro dentro de ella y disfruto de una dureza que desaparecía tras el orgasmo conseguido. – Me ha encantado que me folles para despertarme – me susurro ella. – El próximo día vendré con Lucia – me susurro ella. – Que la otra noche después de chupártela se quedó con todas las ganas de una buena jodienda – me confeso Raquel. – Estaba agotado prima – le justifique yo. – Si se te notaba a la legua – me respondió mi prima mientras en ese momento sacaba mi polla de dentro de ella. – Pero debes resarcirla – me contesto mi prima mientras quedando de rodillas encima de mi cuerpo ella elevaba el suyo y en ese momento los dos veíamos como mi corrida se empezaba a escurrir de su coño cayendo de nuevo sobre mi polla morcillona.

En ese momento vi como mi prima me miraba lujuriosa y de nuevo cumpliendo uno de sus deseos más ocultos pensó en cómo llevarlo a cabo sin pensarlo ni un segundo sabiendo que yo la ayudaría encantada. – Vamos a la ducha – me susurro ella ayudándome a levantarme tomándome del glande y en ese momento disfrutando de como su mano se llenaba de la corrida que de mi polla acababa de salir directa a su coño y este no pudiendo retener tal cantidad de semen que había escupido mi polla de nuevo había rebosado del mismo cayendo de nuevo en mi polla al estar ella sobre mí.

Yo me levanté de la cama y seguí a mi prima mientras ella me llevaba tomado de la polla. – Joder ojalá pudiese ir así por la calle contigo – me susurro ella. – Lo podemos hacer cuando quieras prima – le susurre yo. – Creo que si lo hiciésemos a cada paso me correría – me confeso ella. – Pues entonces con más motivo – le respondí yo.

Entramos en la ducha y mi prima me hizo entrar al fondo de la misma mientras ella se creó hueco suficiente para arrodillarse delante de mí. – Esto es lo que más me gusta de follarnos primo – me susurro mi prima quedando su boca enfrentada a mi polla. – Que contigo no existe nunca el no – me dijo ella respondiendo a la pregunta que yo aun no le había realizado. – Contigo tampoco prima – le respondí yo mientras sentía como mi prima en ese momento metía en su boca por completo toda la extensión morcillona de mi polla a fin de recoger y tragar de la misma toda mi corrida. – Me encanta la mezcla de sabor de tu semen en mi coño – me susurro mi prima mientras dejaba que viese como ella tranquilamente tragaba un grumo de mi corrida que había quedado en su labio superior. – Me encanta verte tal y como eres – le susurre yo. – Haz lo que deseas, no te cohíbas – me susurro ella que en ese momento suavemente soplaba mi glande. Entendí perfectamente en ese momento lo que me pedía mi prima y desde luego lo deseaba yo tanto como ella deseaba ocurriese. – Hazlo primo – me susurro ella justo en el momento en el que ella teniendo la boca abierta de mi polla empezó a brotar mi orina. Mi prima recibió un chorro potente de mi micción en su labio superior mientras agarrando mi polla la guiaba directa a su boca en un primer momento y luego la llevaba a su cara para continuar luego bajando a sus preciosas tetas. – Márcame como la perra que soy – me susurro ella. – Tu perra – me susurro mi prima mientras yo terminaba de mearme sobre ella.

En aquel momento vimos como Gemma había entrado en el baño y venia dispuesta a preguntarme algo. – La jodimos – pensé en el primer momento. Mi prima Gemma actuando con la mayor naturalidad del mundo se acercó a la bañera y llegando a nuestra altura ahora observaba perfectamente como la mano de Raquel tenía sujetada mi polla que había terminado de mearse sobre mi prima mientras el rastro de mi orina había quedado por completo cubriendo su cuerpo. Gemma ahora por fuera de la bañera con un vestido blanco ibicenco que dejaba claro que mi prima no llevaba nada debajo del mismo se quedó a nuestra altura mientras sus pezones endurecidos se marcaban bajo la tela.

Gemma continuo en silencio durante un minuto más, que a mí me pareció una vida. En ese momento Gemma llevo su mano a la punta de mi glande y recogiendo con su dedo índice la gota de orina que quedaba en el mismo lo recogió con su dedo llevándolo a la boca de Raquel mientras esta sumisa lo tragaba golosa. – Cuando quieras nos vamos cariño – me susurro a continuación mirándome Gemma mientras sentía como la lengua de Raquel se había enroscado a su dedo y lo succionaba dentro de su boca empezando a excitar a Gemma. – Creo que debemos irnos y acabar luego esto – me susurro Gemma mientras acariciaba el mentón de Raquel dejando en el aire una promesa de continuar luego lo que estaba a punto de empezar en ese momento.

Yo por un segundo observe como Gemma se acercaba a la puerta del baño para salir. – Nos duchamos y bajamos – le susurre yo antes de que ella abandonase el mismo. – Esta bien cariño te “esperamos” abajo – me susurro Gemma desapareciendo por la puerta. – Perfecto – susurre yo abriendo el grifo del agua.

En ese momento el agua empezó a recorrer nuestros cuerpos. – Sabes que te va a follar como una zorra, ¿no? – me susurro Raquel mientras sentía como se abrazaba a mí. – Si no quieres que ocurra solo tienes que decírmelo – le susurre ya que a pesar de que Gemma era de sobra sabido por todas que era mi perdición de igual manera todas sabían que para mí la relación que tenía con Raquel iba por encima de todo. – No primo – me susurro ella. – Quiero que te la folles como lo haces conmigo – me confeso ella. – Quiero que la hagas a ella tan adicta a ti como me has hecho a mi – me confeso mi prima. – Quiero que la hagas disfrutar como nos haces disfrutar a todas – me susurro mi prima antes de besarme. – Se que deseas hacerlo tanto como lo deseaba yo hacer contigo – me siguió hablando mi prima. – Jamás apartaría a nadie de la familia de esta hermosura – me susurro mi prima que ahora agarraba mi polla y la empezaba a enjabonar. – Solo quiero que mientras folláis te acuerdes de mi – me susurro ella. – Y quiero que hagas que quiera comerse mi coño mientras clavas tu polla en su culo – me pidió ella. – ¿Te gustaría compartirme con ella? – le pregunte yo. – No – me susurro ella. – El control lo tienes tu – me confeso ella. – Y a mí me encantaría que decidieses follarnos a las dos – me confeso ella. – Me encantaría ver como ella se come mi coño mientras tú me follas mi boca – me confeso mi prima mientras en ese momento ella enjabonando mi polla paraba por un segundo para tomar mi mano derecha y llevarla a su coño.

Entendí en ese momento que mi prima deseaba que la masturbase.  – Lo hare si así lo quieres prima – le susurre yo empezando a masturbarla tal y como quería ella. – Pero mañana quiero irme a la playa contigo, con Pirsa, con Encarni y con Lucia – le confesé yo mientras mi prima empezaba a sentir como mi polla crecía entre sus manos. – ¿Quieres follarnos a las cuatro a la vez? – me pregunto mi prima sintiendo un latigazo de placer mientras oía mi petición. – Si – le susurre yo. – Y no solo eso – le susurre yo. – Que más quieres – me gimió mi prima mientras sentía como mi prima se acercaba cada vez más al orgasmo. – Quiero que cada una de vosotras llame a su madre y le diga que me lleváis a la playa – le confesé yo.

Mi prima al oír mi petición se corrió a chorros en mi mano en ese mismo momento sabiendo de sobra que tanto su madre como tía Natalia sabrían perfectamente que significaba aquello. – ¿Quieres follarnos a madre e hijas juntas? – me pregunto mi prima cuando termino de correrse en mi mano sintiendo en la suya como mi miembro estaba completamente duro. Yo no le respondí, pero mi mirada le dio la respuesta a mi prima. – Esta bien como tu mandes – me susurro ella. – No sabes cómo me pones – le respondí yo. – No hace falta que me lo digas – me susurro ella mientras sentía la dureza de mi miembro en su mano.

Mi prima en ese momento salió de la ducha y tomando una toalla la abrió esperándome a que yo saliese de la ducha para envolverme con ella. – No sabes lo que despiertas en mi – me susurro mi prima mientras me miraba y empezaba a frotarme con la toalla para secarme. – Lo que no sabes es lo que tu despiertas en mi – le susurre yo mientras en el espejo veía como mi prima descendía para empezar a secar mis piernas mientras ella seguía delante de mí desnuda. – Nadie lo hace como tu – le confesé yo. – Me encanta saberlo – me susurro ella calvando su mirada en la mía mientras me observaba de rodillas delante de mí.

Por casualidades de la vida o no en ese momento la toalla se abrió y justo delante de mi prima apareció mi polla dura como el hierro, venosa y deseosa de darle placer a mi prima. – ¿Quieres ayudarme con esto? – le pregunte yo a mi prima mientras veía como ella me miraba mordiéndose el labio inferior. Ella me miro y me susurro – Pero te están esperando – susurro ella dubitativa. – Pues que esperen – le respondí mientras tomando la mano de mi prima la llevaba a mi miembro y de igual manera acercaba mi cadera a su boca. – Te la mamare tal y como quieres primo – me susurro en ese momento Raquel empezando a mamar mi glande. – Seré yo la que se coma tu polla cada vez que lo desees primo – me susurro mi prima que ahora dejando mi glande lleno de saliva y por tanto lubricado me pajeaba lentamente. – Seré tu prima y tu puta – me susurro ella justo antes de empezar a mamar mi polla. – Te la chupare cada vez que quieras – me susurro ella con su boca llena de mi polla. – ¿Y lo demás? – le pregunte yo. – Lo demás como mi boca y mis manos será tuya cuando quieras – me susurro una vez más ella mientras para responderme dejaba de chupármela para retomar de nuevo la mamada.

Mi prima encantada empezó a mamar mi polla ya que para ella era un honor que yo la pusiese por delante de mi prima Gemma a la que todos teníamos endiosada y desde luego era una diosa, pero para mí no era la única.

Raquel en ese momento se esmeraba en que la espera de mi prima mereciese la pena y me estaba dando la mejor mamada que os podáis imaginar. Raquel de igual manera mamaba tan solo mi glande dejando que sus labios rodeasen el contorno del mismo como la punta de su lengua estimulaba la base del mismo. Raquel me estaba haciendo tocar el cielo mientras sentía como ahora de igual manera su garganta era capaz de tragar por completo mi polla. – Eres la mejor tragándote mi polla – le susurre yo a ella. – Solo te iguala la tía Adri – le susurre yo que ahora no pudiendo resistirme fui yo el que empezó a envestir la boca de mi prima como si me estuviese follando su coño. – Uuuuuuuum que gusto prima – gruñí mientras no paraba de follarme la boca de mi prima. Ella por respuesta puso su mano en mi cadera mientras recibía encantada mis embestidas.

Justo cuando estaba a punto de correrme mi prima me pidió parar. – Quiero que esta corrida la des, pero en la boca de Gemma – me pidió ella. – Pero yo no me resisto a correrme – le proteste sintiendo que cada vez había pasado más el punto de no retorno y no queriendo desaprovechar la oportunidad de correrme sobre mi prima de nuevo. – Esta bien cariño – me susurro ella volviendo a dejar que mi polla follase su boca y de nuevo una vez más sus labios se convirtiesen en el acicate que provocaría que en breve me corriese. Mi prima que me conocía casi tanto como su madre me dejo que la follase a mi antojo y ansiosa espero el momento de que me corriese de nuevo para ella.

Cosa que no tardo en suceder ya que entre la maestría de mi prima con su boca el hipnotismo de sus preciosos pechos balanceándose al ritmo de mis acometidas y la belleza de su cuerpo ante mi unido al morbo de saber que aquella maravillosa hembra entregada por completo a mí no era otra que mi prima hermana provoco que una vez más toda aquella excitación se reflejase en una copiosa corrida en la boca de mi prima que encantada, satisfecha y cachonda dejo que como otras veces un hilo de semen se desbordase desde sus comisuras a sus pechos dejándola pringada de mi esencia y de mi olor entorno a sus pezones. – Tendré todo el día tu olor en mis pechos – me susurro ella mientras me mostraba como su boca tragaba toda mi corrida. – Es el mayor de los honores – le susurre yo mientras a continuación la besaba. – Vístete y disfruta de tu día – me susurro Raquel mientras se ponía de pie a mi lado. – A ti te veré esta noche – le susurro mi prima a mi polla mientras se disponía a abandonar el baño.

Mi prima se despidió de mi diciéndome que ella iría a una playa solitaria con mi prima Lucia después de hablar con Pirsa y con Encarni. – Mañana seremos tuyas – me susurro mi prima mientras salía por la puerta de mi habitación.

Yo como pude me recompuse y saliendo del baño me coloqué el bañador, la camiseta y unas chanclas que llevaba en las manos y que por manía nunca me ponía hasta justo antes de salir por la puerta de la calle ya que me encantaba caminar descalzo. Llegue a la cocina dispuesto a tomarme un vaso de leche mientras esperaba a que apareciese Gemma. Vi como Susanna nos estaba esperando a ambos en el fresco jardín central de la casa leyendo un libro mientras yo giraba en la galería de la casa en dirección a la cocina.

Entre en la cocina dejando las chanclas sobre el asiento de una de las sillas mientras me dirigía al frigorífico a tomar el cartón de leche.

En ese momento oí un gemido que era de puro placer de sexo y me hizo dirigirme a la alacena de la cocina. Entrando en la misma descubrí como mi prima Gemma estaba estampada contra las estanterías del fondo mientras Vero nuestra preciosa cocinera tal y como me había contado mi prima estaba detrás de ella arrodillada dándole un precioso homenaje al coño de mi prima desde atrás y a su culo. – Desde luego que así de cachonda da gusto comerte hija – le susurro en ese momento Vero sin darse cuenta de que yo estaba detrás de ellas. – Si es que me he puesto tremendamente cachonda viendo el cipote de mi primo Montero – susurro ella sin apenas mover la cabeza. – Pues debe ser único por que mira que has visto pollas, pero ninguna te ha hecho correrte seis veces en diez minutos – le respondió satisfecha por lo conseguido en ese momento Vero. – Pues ahora se viene a la playa conmigo y con Susanna – le respondió mi prima mientras Vero volviendo a darle lengüetazos a su coño hacía que mi prima se corriese de manera escandalosa de nuevo sobre Vero. – Hija vas a tener que follar con tu primo – le susurro Vero. – Vas a tener que montarte sobre esa polla porque desde luego estas licuada – le susurro de nuevo Vero. – Si es que tú siempre me comes muy bien – le susurro en ese momento de nuevo mi prima mientras terminaba de disfrutar del ultimo orgasmo que le acababa de provocar Vero. – Lo que tú quieras, pero no te he visto así de cachonda en la vida – le susurro Vero mientras haciendo girar a mi prima la besaba y está en ese momento descubría que yo estaba en la entrada de la alacena.

Yo me hice por completo el dormido mientras ellas viéndose descubiertas clavaban sus miradas en mí, mi prima completamente encendida mientras Vero me miraba petrificada pensando que haría o diría algo. Yo por respuesta tan solo tomé un cartón de leche y saliendo de la alacena me dispuse a tomarme un vaso de leche que por desgracia aquella mañana no sería fresquito.

Vi como cuando ya me había tomado la mitad del vaso de leche Vero por fin se atrevía a salir de la alacena mientras era espoleada por mi prima que queriendo salir era retenida por Vero que estaba muerta de vergüenza. – Vamos tonta está dormido, como todas las mañanas – le susurro en la puerta de la Alacena Gemma tirando de la mano de Vero. Yo oyéndolas no pude resistirme a sonreírme mientras me mantenía impertérrito tomando mi vaso de leche veía como Gemma se acercaba a mi sonriente pensando alguna situación segura. – Primo, ¡bueno días! – me susurro ella mientras veía como Vero no se movía de donde la había dejado mi prima. – Buenos días – susurre yo mirando hacia ella.

Mi prima se sentó conmigo y me dijo lo suficientemente alto para que Vero me oyese. – ¿Nos vamos? – me pregunto ella. – Si dame un segundo – le susurre mientras me tomaba el ultimo trago de leche que me quedaba en el vaso. – Venga voy sacando el coche – me susurro ella mientras se levantaba y caminando al patio le decía a Susanna que se preparase que nos íbamos ya.

Yo me levanté y como tenía por costumbre me dirigí al fregadero a fregar el vaso que había usado. – Déjalo cariño, lo hago yo – me susurro Vero mientras se acercaba a mi para quitarme el vaso de las manos. – No me importa – le susurre yo. – Así, yo tengo que hacer – me susurro ella quedando a mi lado. – Si es por mantenerte ocupada yo creo que tengo algo que te puede gustar – le respondí sin pensar mientras mi mirada bajando arrastraba la suya a clavarse en mi polla. – Lo veremos cariño – me susurro ella mientras sentía como su mano se dirigía a mi abdomen para apartarme amablemente del fregadero.

Aquel gesto de Vero lejos de ser erótico en manera alguna era maternal por apartarme del trabajo o de algo que supusiese esfuerzo alguno ya que ella siempre me había cuidado como una segunda madre siendo conmigo tremendamente protectora… Lo que no conto Vero es que debido al tamaño de mi miembro al ir su mano a mi abdomen esta al tomar contacto con mi abdomen lo hizo directamente contra mi falo y por primera vez en su vida Vero tomo consciencia del tamaño del mismo. – Madre del amor hermoso – susurro entre dientes Vero. – Pero chiquillo – susurro Vero. – Menuda maravilla tienes ahí – gruño ella mientras en ese momento ella mirando su mano era consciente del tamaño real de mi miembro. – Cuando necesites algo ven a buscarme – me susurro ella mientras los pitidos del claxon del coche de Gemma nos volvían a los dos a la realidad y me hacían dejar la conversación con Vero inconclusa. – Por supuesto que te buscare – le susurre yo mientras dándole un sonoro beso en la mejilla salía de la cocina para dirigirme al jardín donde mi prima Gemma en el asiento del conductor y Susanna de pie al lado del coche me esperaban para irnos.