Primer encuentro con mi prima Gemma VIII

Me levanto para irme a la playa con mi prima Gemma tal y como me confeso su madre la noche anterior.

Me quede dormido apenas una décima de segundo después de haber puesto el despertador y haber cerrado los ojos. Toda la factura de cansancio del día se cobró de mi cuerpo llevándome a una de las noches en las que me dormí de la manera más profunda que recuerdo en mi vida.

Al despertarme los primeros segundos fueron de conexión con el mundo, pero al minuto siguiendo las instrucciones de mi tía Sofia me dirigí a la ducha y gracias al líquido elemento desperté por completo y me preparé para el día que se me avecinaba. Nervioso a mas no poder después de una placentera ducha baje a desayunar.

Aquel día la casa era como la recordaba llena de tíos, tías, primos, primas, conocidos y demás, mientras desayunábamos toda la familia y hacíamos planes para ese día. Gemma que no había hablado a duras penas, sentada a mi lado mientras oía como todos los demás hacían planes de a donde ir y que hacer, me pidió, casi susurrándome que la acompañase a la playa, delante de todos, le dije que por supuesto que sí, lleno al mismo tiempo de ilusión y miedo por que quisiese abroncarme por lo que paso unas noches antes, porque ella fuese la que nos vio la noche anterior, o que me dijese algo por mirarla como un salido ayer cuando fue a recogernos  o peor aún, que supiese lo que había pasado con la tía Araceli justo cuando llego a buscarnos, joder, estaba acojonando aun después de la conversación con su madre la noche anterior.

Pero aun así la idea de pasar el día con ella me pudo más que nada y tras prepararme en mi habitación dándole vueltas a todo pensando y ensayando que decirle para salir del paso nos fuimos a una de las playas de tarifa en su coche mientras nos metíamos en uno de los caminos de la Playa de Maspalomas que muy poca gente conocía. – La que está muy pasada la base militar – le dije cuando vi cómo íbamos pasando de camino en camino y desviándonos por el laberintico paisaje y que ella conocía como yo. – Te aseguro que vamos a estar solos y tranquilos – me susurro ella hablando por primera vez después de media hora de camino en el coche. – Quiero este día para ti y para mí, solos – me dijo ella sin apartar la mirada del camino.

Cuando llegamos a esa playa escondida de todos los turistas apenas había gente, algo más de dos personas paseaban por la playa recovecosa y poniéndonos tapados detrás de unas piedras la prima quitándose la ropa que llevaba, que no era más que una camisola larga de color morado precioso que contrastaba con su piel morena me mostro en un guiño que veníamos a disfrutar del día al ver que debajo del mismo llevaba un espectacular bikini amarillo y blanco con el que me deleito la vista y que yo le había ayudado a elegir a principios de verano del año pasado bromeando con el espectacular culo que le hacía. – Hoy es tu día primo – me susurro ella cuando girando dejo su culo delante de mi cara y me susurro – es todo tuyo para que te hartes de mirarlo – me dijo ella guasona. – Quiero que olvides todas las penas que puedas tener – me susurro ella.

La verdad es que al verla allí de pie con aquel bikini de años anteriores que mi prima sabía que me encantaba como le quedaba por que más de una vez y de dos se lo había hecho saber. Me susurro – primo espero que te guste tanto pasar el día conmigo como sé que te gusta este bikini – me susurro mientras me miraba mordiéndose el labio inferior a modo de pedirme perdón por saber que había pasado los dos peores días de mi vida al no haberme casi ella dirigido la palabra desde aquella noche. – No tengo nada que perdonarte - le susurre yo mientras era incapaz de apartar mi mirada de su cuerpo. – Eres mi media, ya lo sabes – me respondió ella aludiendo a la unión que a pesar de la edad habíamos tenido siempre. Tanto mi prima como yo éramos super dotados y ese nexo siempre nos había mantenido muy unidos. Nos había hecho cómplices en nuestro día a día y nos había unido aún más que la sangre que corría por nuestras venas.

Casi sin cortapisas ninguno, cuando mi prima se sentó en mi toalla después de poner la enorme sombrilla que llevábamos mi prima se sentó a mi lado y empezó a hablar. – Lo que paso la otra noche, fue culpa mía – me susurro ella mientras pasaba de estar de pie al lado de la sombrilla a tumbarse a mi lado. – Te pido que me perdones por haber pasado estos días sin apenas hablarte – me susurro ella mientras ahora a mi lado me abrazaba y sentía su cuerpo casi desnudo contra el mío a la vez que esta sensación provocaba que mi polla empezase a despertar.

– No quiero perderte prima – fue mi única respuesta abrazándome a ella como si no hubiese un mañana. – Eres mi primo favorito – me confeso ella. – Además compartimos muchas cosas y no podría nunca enfadarme contigo – me susurro ella de nuevo. – Aunque a veces contigo me pierdo – me confeso ella. – Me olvido de quién eres y me dejo llevar – me susurro ella. – Eso no es malo – le respondí yo raudo. – Si que lo es y se llama incesto – me respondió ella. – Creo que a veces si no frenó en seco me podría perder contigo – me confeso ella. – Y a mí no sabes cómo me encantaría eso – le respondí yo. – No sabes cómo te deseo cada día – le confesé yo ahora. – Lo sé, es reciproco – me susurro ella mientras perdía su mirada en mis ojos. – Y siendo yo la mayor debo saber controlar la situación – me continúo hablando ella. – Pero cada vez eres más maduro y cada vez me cuesta más mantenerme en mi sitio – me confeso ella. – Y más sabiendo que tu no quieres pararla – sentencio ella. – Yo, sintiéndolo mucho por ti, no voy a hacer nada por pararla – le confesé a mi prima dejando muy clara mis intenciones con ella de igual manera que ella dejo muy claros sus sentimientos hacia mí. – Que claro lo tienes cabrón – farfullo ella entre dientes. – Como no te puedes imaginar – le susurre yo mientras clavaba mi mirada en la suya.

Tras esta confesión pensaba que mi prima me haría recoger todo e irnos a casa, pero supongo que aquel gesto fue el que me mostro que sin darme cuenta hasta ese momento del camino al que quería llegar ya habíamos dado muchos pasos y por fin, mi más anhelado deseo, de tener a mi prima del alma estaba mucho más cerca de lo que yo pensaba.

Pasar allí el día en la playa con mi prima fue un placer, una vez que me di cuenta de que nos quedábamos allí. Ya solo faltaba ver como discurría la situación y ver a donde llegábamos. Estuvimos hablando de todo, de la prima Raquel, de la familia y la situación de mis mujeres favoritas en la casa, de la atracción que yo sentía por Gemma y que no me molestaba en ocultar para nada

Y ya después de comernos el picnic que llevábamos fue cuando Gemma empezó a preguntarme por la noche de marras, aquella noche en la que fui corriendo detrás de ella hasta encontrarla en su habitación llorando con el corazón roto. Me pregunto que, si había disfrutado de su compañía, respondiéndole yo, que como siempre.

Ella me dijo que aquella noche había sido la primera vez que la había tratado como a una mujer y ella había visto en mí, un adulto con el que poder hablar y confesarse como no había podido hacer con nadie de la familia a pesar de que éramos como una piña. Me confeso que a pesar de mi temprana edad si cerraba los ojos ella veía en mi a su primo con veinte años. – Gracias – le respondí yo. – Da miedo lo claro que tienes siempre las cosas – me confeso ella mientras su dulce mirada se clavaba en la mía. – Es muy reconfortante verte, pero a veces da miedo tu sinceridad – me confeso ella mientras me miraba sin apartar su mirada de la mía buscando una respuesta que no encontraba. – Te juro que mataría por estar dentro de esa cabeza tuya – me confeso ella mientras sentía como mi mano buscaba la suya. – Parece que siempre sabes que hacerme y que decirme – me confeso ella. – Es todo tan perfecto que me da miedo – me confeso ella. – Si no fueses mi primo – gimió ella dudando cada vez más y yo viendo como cada vez conseguía avanzar más hacia ella derribando muros estándome lo más parado y quieto que podía.

Me confeso mientras su mano estrechaba la mía que le había encantado lo que le había dicho y que la había hecho sentir mejor, mucho más aliviada como no pudo imaginar que nadie pudiese lograrlo en ese momento. Ella a partir de aquí cambio el tercio y me pidió disculpas por haberme invitado a irme de su habitación y en ese momento me mostro que era lo que rondaba su cabeza.

– Primo tienes un “cacharro” enorme pero no te puedes correr a la primera de cambio – me susurro ella mientras ahora apoyada en mi costado debajo de la sombrilla había pasado de mirar al mar a mirarme a mí. – Es que no sabes las ganas que tengo de estar contigo prima – le confesé yo. – Y verte como te vi y tan cerca de mí fue demasiado para mí – le confesé a mi prima.

Ver cómo me miraba me derritió la verdad y en ese momento sentir como la yema de sus dedos empezaba a acariciar dulcemente mi estomago mientras estábamos hablando de la noche anterior hizo que mi polla se pusiese dura en un abrir y cerrar de ojos.

– Prima es que ver tus tetas allí tan pegadas a mí y no como te las veo siempre en la playa al tiempo que sentía tu pierna sobre mi … ¡ya sabes! – le dije lleno de vergüenza. – La verdad es que no pude soportar, ni tampoco quise aguantar al sentirte sobre mi – le confesé. - ¿Tanto te gusto? – me pregunto. – Creo que ni en mil vidas podrías llegar a saber lo especial y excitante que has sido siempre para mi Gemma – le susurre mientras de la misma manera que la noche que nos había traído hasta aquí mi polla empezaba a hacer que el bañador se elevase mostrando bajo la tela el relieve de mi miembro.

En aquel momento Gemma hizo algo que me encanto y me dijo – Vamos a ponernos cómodos los dos – susurro ella en el momento que deshacía el nudo de mi bañador y tirando de la tela hacía que mi pene se liberase de la prisión del bañador saliendo del mismo hasta quedar apoyado en mi ombligo. – Pedazo de rabo que te gastas – susurro Gemma mientras suavemente acariciaba el tronco de mi polla llegando a acariciar suavemente el glande. – Espero que lo que pase aquí quede entre tu y yo y que de igual manera consiga tu perdón – me susurro la prima que incorporándose en ese momento se quitó la parte de arriba del bikini dejando a mi vista sus maravillosos pechos. – Prima nunca he estado enfadado contigo – le confesé. – Solo lleno de pena pensando que estabas enfadada conmigo y no volverías a hablarme en la vida – le confesé yo mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.

– Primo jamás – exclamo ella en ese momento saltando sobre mí y abrazándome. – No sabes lo que te quiero – me dijo ella mientras sentía como sus pechos desnudos se apoyaban sobre mí. – Jamás en la vida podría enfadarme contigo – me susurro mientras sentía como su mano acariciaba mi nuca y muy cerca de mis labios los suyos me colmaban de besos. – Eres mi vida y siempre lo serás – me susurro ella que en ese momento apoyo su cabeza en mi hombro y pego todo su cuerpo a mi sintiéndonos ambos el uno contra el otro. Y de igual manera en ese momento entre ambos estaba mi polla que una vez más sentía clavada casi en mi esternón rozando las bases de las preciosas y deseadas tetas de mi prima quedando mi polla encajada entre ambas. – Si te corres ahora mismo nos pones perdidos a los dos – me confeso ella. – No creo que eso ocurra aun – le confesé a mi prima. – Aunque ya sabes lo que espero que ocurra – le confesé yo. – Si ya lo sé – me susurro ella divertida. – Lo que quieres es lo mismo que quiero yo – me dijo ella mordiéndose su labio inferior. – Lo que quieres es pringarme por completo solo a mi – me gruño ella que cada vez estaba más cachonda. – Pues no te voy a negar que en la imagen que tengo de ello en mi cabeza estas fantástica – le confesé yo asumiendo que deseaba pringarla por entero con mi corrida.

Respiré un segundo más y en ese momento me percaté como el sol bañaba su espalda, el rostro de mi prima y como el sonido de las olas acompañaba nuestro momento. Mi prima Gemma en ese momento se incorporó suavemente para acomodarse de nuevo tumbada a mi lado mientras sentía sus pechos desnudos en mi costado y me dejo ver sus pechos a un palmo de mi cara. Fue espectacular ver sus tetas allí delante de mí. – Quiero que las veas bien – me susurro mi prima mientras no apartaba su mirada de mi polla cada vez más dura. – Es preciosa – me susurro mi prima mientras miraba mi cuerpo desnudo. – Y ahora mismo es toda tuya – le respondí yo a una pregunta que ella no había hecho pero que sabía que rondaba su cabeza. – Menuda tentación – se dijo ella así misma. – Ya sabes que la tentación es …   – susurre yo. – Para caer en ella – respondimos los dos a la vez haciendo que de nuevo nuestras miradas se cruzasen de nuevo.

El caso es que después de estar allí tumbados mientras los dedos de Gemma acariciaban mi abdomen y veía como ella a mi lado se incorporada con las piernas flexionadas no apartaba su mirada de la mía al ver que no me corría mientras babeando miraba como se movían sutilmente sus pechos, con sus pezones rosados duros como el granito por la excitación contenida libres de tela ante mi mirada me susurro – Eso está mejor primo que la otra noche me preocupaste – me susurro ella mientras en ese momento ella empezaba a confesarme que esa noche antes de que me corriese en su pierna sin tocarme le había encantado besarme, ya que yo era su primo favorito, el que ahora le había demostrado que aparte de ser superdotado de coco lo era de polla también dijo mientras se partía de risa.

– Veo siempre como me miras primo, y veo en tu mirada como no paras de follarme en tu mente a cada momento del día – me susurro mi prima que sin esperar mi respuesta continuaba hablando. – Sabes que hasta ahora me había retenido la edad, pero la otra anoche me demostraste que la edad no son más que números. Me mostraste ser mucho más maduro que tíos de mi edad un millón de veces – me confeso mi prima que ahora para alegrar mi visión se iba quitando las braguitas del bikini. – Por eso te confieso que sí, que quiero ser tuya – me confeso ella finalmente apareciendo delante de mí, por fin, su anhelado coño que pensaba poseer de todas las maneras posibles.

Vi como la tela resbalaba a cámara lenta por toda su piel después de elevar mi prima con un pequeño contorsionismo su cadera y el bikini pasaba entre las rodillas de mi prima para continuar su camino hasta sus pies donde ella arrugando las braguitas del bikini las dejo a un lado de la tolla en la que permanecíamos, yo tumbado, y ella sentada a mi lado. En ese momento Gemma se quedó mirándome mientras yo petrificado no apartaba mi mirada de la suya. Ella me miro por un momento más y yo en ese momento vi como las manos de Gemma iban al elástico de mi bañador que estaba justo por debajo de mi escroto para deshaciéndolo empezar ella a quitarme el bañador mientras yo elevando la cadera la ayudaba a quitármelo.

Gemma acariciaba mi abdomen solo que ella en alguno de los giros dejaba que entre sus dedos suavemente resbalase mi polla notando descargas eléctricas al sentir como mi glande resbalaba entre sus dedos lubricados con el líquido pre seminal que salía de mi pene. – Tengo que confesarte que me está encantado “mancharme” de ti – me susurro ella mientras jugaba con el “agüilla” que saliendo de mi polla estaba empapando por completo su mano.

El caso es que allí estaba yo desnudo al lado de Gemma que de igual manera también estaba desnuda para mí. – Primo, ¿alguna vez has estado con una mujer? – me pregunto ella. – Solo dos profes me han pajeado y me la han chupado – le mentí como todas mis anteriores conquistas en la familia me habían pedido y de igual manera lo de mis profes había sido un escándalo que por supuesto había llegado a todos los miembros de la familia le respondí a ella siendo incapaz de profundizar demasiado en el tema temiendo que ella me sacase toda la información que mi cabeza albergaba.

El silencio se instaló entre nosotros tan solo un par de segundos mientras la mano de mi prima recorría todo mi abdomen. – Oséa que dos profesoras “putonas” ya se han comido la polla que tengo ahora mismo delante de mí – me susurro ella mientras me sonreía. Yo tan solo pude asentir con la cabeza mientras miraba a mi prima. – Si las que me ayudan a reforzar para adelantar cursos, como supongo que ya sabrás – le respondí yo a ella en ese momento incapaz de moverme. – Si un pequeño escándalo en la familia viene bien de vez en cuando – me confeso ella. – Ya sabes, como mi divorcio – me confeso ella. – Y ahora el de la tía Laura – susurro ella. – Aunque el tuyo la verdad, es que es, el más divertido – me susurro ella. – Y el más morboso – me gruño ella mostrándome que cada vez mi prima estaba más excitada.

Gemma se quedó por un segundo mirando como su mano recorría mi cuerpo y después de un momento de silencio volvió a hablar. – Aunque a mí, me han contado que te pillaron jodiéndote el culo de la directora putona de tu colegio mientras tu tutora se besaba contigo y le hacías un dedo con toda tu mano enterrada dentro de su coño – me conto mi prima. – Todo un escándalo en tu colegio – me confeso mi prima. – ¿Las has vuelto a ver? – me pregunto ella curiosa.

– Si claro – le respondí yo tan tranquilo sabiendo que a mi prima le podía contar todo. – Nos vemos una vez a la semana en la casa de mi tutora – le confesé yo a ella. – ¿Solo con ella? – me pregunto mi prima. Yo por respuesta negué con la cabeza. – ¿Con las dos? – me pregunto ella alucinada. – Si – le respondí yo nuevamente. – Ellas dicen que una sola de ella apenas puede conmigo – le confesé a mi prima. – Y a mí me encanta estar con las dos a la vez – le confesé a mi prima. – Claro así pasas un buen rato – me susurro ella pensando que me estaba sacando la información que no sabía nadie. – La verdad es que me lo he montado para poder pasar con ellas desde el viernes por la mañana hasta la tarde noche – le confesé a mi prima.

– ¿En serio? – me pregunto ella quedándose en ese momento alucinada. – Si – le respondí yo con cara de inocente. – Así es como quedo desfogado de verdad – le confesé a ella. – ¡Joder!, ¿me estás diciendo que te jodes cada dos por tres a dos de tus profesoras desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde? – me pregunto mi prima alucinada. – Cada semana – le respondí yo mientras veía como ella me miraba completamente desencajada. – Te pido discreción – le susurre a ella que me miro alucinada. – Por supuesto como de esto – me respondió ella lo mismo que con lo que estamos viviendo ahora mismo tu y yo – me respondió ella a mí.

– La verdad es que no me extraña tenerte a solas es mucha “tentación” y esas zorras si están tan mal folladas como yo, entre tanto empollón y tú con tu labia y este “cacharro” eres un caramelo – me respondió ella. – Espero que la rubia esa que vi una vez en tu casa por lo menos te dejase correrse en sus tetas, la verdad es que sus tetas me recuerdan a las de la tía Laura – me gimió mi prima que a cada segundo estaba más excitada. – Si esa es Lola – le aclare yo. – Una vez en su casa mientras hablaba por teléfono con mi madre no sabes como la deje cuando me corrí sobre ella – le confesé. – Joder no sabes cómo me gusta que me cuentes eso – me confeso mi prima. – Pues por lo menos le lance siete chorros de semen mientras hablaba por teléfono – le confesé de nuevo – y a Carmen un día en casa no sabes cómo me vacié en su boca después de que se quedase desnuda para mí – le termine de confesar. – Esa me recuerda a mi madre más joven – me susurro Gemma mientras ella me escuchaba sintiendo, aunque en ese momento no fui consciente por mi ignorancia aun sobre las mujeres como Gemma tenía un orgasmo para mi provocado por las imágenes que su cerebro imaginaba en ese momento de mi con mis profesoras.

Ella me miro satisfecha y susurro a continuación – me acaba de pasar como a ti el otro día – me susurro aliviada mientras yo la miraba sin comprender. – Desde luego… ¿me va a hacer decirlo? – me pregunto ella poniendo los ojos en blanco mientras yo la miraba de igual manera sin entender. – Ay primitoooooooooo – me susurro ella divertida mientras se incorporaba y se acercaba lo más posible a mí. – Que acabas de hacer que me corra con tus historias sin ni siquiera tocarme cabrón – me susurro mientras al acabar sus labios succionaban el lóbulo de mi oreja.

Y continuo a mi lado sentada mientras seguía sintiendo su mano recorriendo mi cuerpo después de volver a tumbarse de costado a mi lado. – Pues hoy es posible que des un paso más – me susurro mi prima mientras en ese momento mi prima llevando mi mano derecha a su entrepierna y me daba una acelerada clase de anatomía. – Mira esto es el clítoris, como supongo sabrás – me dijo mi prima gimiendo mientras apoyaba la yema de mi dedo corazón sobre este y me invitaba a acariciarlo en círculos acompañándome sus dedos al principio y luego abandonar mi mano para dejarme continuar a mí solo empezar a masturbarla. – Sigue –me pidió mientras ella tan solo sujetando mi mano entre sus piernas me ayudaba a empezar a mover mi mano. Yo por supuesto hice lo que mi prima me invitaba a hacerle sin dejar caer mi mano mientras observaba por primera vez en mi vida como mi mano tocaba el tan ansiado por mi coño de mi prima en directo.

En ese momento por primera vez también en mi vida también vi como después de poder ver perfectamente la vagina de mi prima como podría seguir atendiéndola y cuando mi prima se corrió gracias a la fricción que mis dedos hacían en su clítoris inmediatamente invitándola a tumbarse dejándome llevar por mi instinto me lance a chupar como un perro que lame los labios mayores de la vagina de Gemma. Me amorre allí y no pare hasta que después del tercer orgasmo en esa posición Gemma me suplico que parase que ya no podía más. – Y una mierda me voy a parar – le dije mientras retomaba la comida de coño. – No sabes lo que llevo deseando comerme este coño tuyo – le susurre a mi prima que se retorcía entre mis labios.

  • Joder solo oírte hablar me pone al borde de correrme – me susurro mi prima. Yo evidentemente no pare y al ver como los fluidos que salían de su vagina resbalaban por su ano mientras follaba el coño de Gemma con tres dedos ayudado con mi otra mano empecé a sodomizar su culo con dos dedos al mismo tiempo sin piedad creando un ritmo en el que mientras tenía clavado dos dedos en su ano todo lo que este me permitía los tres dedos de su vagina, los tenía fuera y viceversa. – Ya veo que en follar culos eres un experto – me susurro mi prima cuando sintió como había dilatado su ano sin el menor esfuerzo. – Aunque abrir coños tampoco se te da nada mal – me gruño ella.

Para ese momento ayudado por mi prima Gemma que se friccionaba su clítoris para mí se corrió por cuarta vez para mi mientras de igual manera unía a su orgasmo vaginal su orgasmo anal y en ese momento por primera vez en mi vida era consciente de cómo era capaz de provocar que una mujer saturada por los orgasmos que le provocaba, perdía el conocimiento.

En ese momento mi prima no se movía me miro ojiplática mientras un nuevo orgasmo se apoderaba de ella. Por lo menos durante un minuto de reloj Gemma no se movió y tan solo estaba allí desmayada con los ojos cerrados sin moverse viendo como salía flujo en abundancia de su vagina sin parar mientras yo me preguntaba a donde iba a ir a buscar ayuda sin dejarla allí sola. Menos mal que no fui a buscar ayuda porque al rato ella se recuperó y empezó a abrir los ojos.

– Desde luego vas a ser un follador nato – me susurro mi prima cuando por fin consiguió recuperar la consciencia. – La verdad es que me has acojonado de sobremanera – le confesé yo a mi prima.

Ella me miro recuperando poco a poco el control de su cuerpo. – Había leído que esto puede pasar, pero nunca en mi vida lo había vivido – me confeso Gemma. – Me has dado mucha caña – me susurro ella mientras desnuda a mi lado me observaba como mi mirada pasaba de preocupación a excitación. – Vas a matarme a polvos, lo sé – me confeso Gemma mientras me miraba aun tumbada por completo en la arena de la playa.

Yo en ese momento estaba de rodillas a su lado y de nuevo deje que mi mano resbalase de sus rodillas a su vagina. Ella me negó con la cabeza pidiéndome un momento para descansar y recuperarse. – Si quieres nos podemos bañar – le dije yo ayudándola a levantarse. Ella en el momento en el que saliendo de la sombrilla se puso de pie se abrazó a mí. – Gracias primo – me susurro mientras me abrazaba. – Nadie ha provocado en mi lo que has conseguido tu – me susurro mi prima mientras yo sentía como todo su cuerpo desnudo se apoyaba sobre el mío.

Caminamos la poca distancia que nos separaba del agua y nos bañamos en el mar que estaba estupendo mientras jugueteaba y sentía como nuestros cuerpos se rozaban de todas las maneras posibles a su lado con ella como antes sentía como su mano de vez en cuando agarraba mi polla por debajo del agua y yo me comía las ganas que tenia de besarla, aunque no de abrazarla y dejar que ella guiase mis manos por todo su cuerpo.

La prima y yo jugábamos después de un rato a las ahogadillas en plan de broma hasta que en un momento dado la mano de Gemma de lado hizo contacto pleno con mi polla que ya de nuevo volvía a estar dura como un hierro haciendo que en ese momento su mano la agarrase por completo debajo del agua y sintiese como su mano empezaba una lenta paja que me lleno de placer por completo y recorrió mi cuerpo con descargas eléctricas plenas de placer. Gemma estaba encantada viendo cómo me pajeaba y yo aguantaba lo mejor que podía correrme.

Gemma al ver que no me corría aun me dijo que si aguantaba diez segundos más su fantástica paja saldríamos del agua y me la chuparía hasta que me corriese en su boca. – Ya solo la imagen me hace doblarme de placer. – Si consigues aguantar te dejare que te corras dentro de mi boca y luego me la folles primito – me susurro ella en mi oído mientras sentía como su mano recorría cada poro de mi piel en mi polla y se regodeaba hiper estimulando mi glande con la yema de sus dedos. – Vamos primo si no aguantas no pasa nada solo que no sabrás lo que es reventar tu corrida en mi boca – me susurraba ella mientras sentía su mano recorrer mi polla. – Te la chupare después y podrás ver como dejo tu rabo limpio mientras toda tu corrida va directa a mi estomago – me decía ella sin dejar de hablarme y preguntándome como lograba aguantar explotar en su mano. Los diez segundos pasaron y menos mal que pasaron por que a mí me parecieron diez vidas.

En ese momento mi prima cogiéndome de la mano me llevo de nuevo a la sombrilla mientras veía como yo del agua salía con la polla dura como un palo apuntando al cielo y ayudándome a tumbarme me felicito por mi aguante estoico ante su mano. – Nadie ha conseguido aguantar como tu – me confeso ella. – Claro es que el premio es impresionante prima – le confesé mientras notaba que mi polla de lo dura que estaba me empezaba a doler.

Ver allí a mi prima delante de mí cobijados por la sombrilla era un placer. – Túmbate primo que te voy a llevar al cielo – me susurro Gemma mientras poniendo el bolso de la playa bajo mi cabeza me ayudaba a poder observar mientras estaba completamente relajado. – Algún día puede que te despierte con una mamada como la que te voy a hacer ahora mismo – me susurro ella mientras veía como su boca se relamía ante el majar que se le ofrecía.

Así que sin más cuando me quede tumbado, Gemma de rodillas a mi lado poniéndose a cuatro patas se dispuso a hacerme la mejor mamada que me habían hecho en mi vida. Agarrando con su mano derecha la base de mi polla Gemma hizo que esta se quedase en un ángulo de noventa grados sobre mi cuerpo y en ese momento Gemma demostrando su maestría engulló suavemente mi polla estimulando con su lengua todo mi glande mientras su mirada no se apartaba ni por un segundo de la mía, mientras la acompañaba en la subida y bajada de su boca engullendo mi polla. – Menuda barra de carne tienes primo – susurraba Gemma cuando llegaba a sacarse mi polla por completo de su boca. – Mira necesito las dos manos para cogerla – me susurraba justo antes de volver a comérsela por completo mientras sentía como mi glande traspasaba su campanilla. – Joder a la que se la hayas clavado en el coño la tienes que haber dejado abierta por lo menos tres días – susurro de nuevo mi prima. – Es aparte de enorme bien gorda – aulló mi prima que se estaba empezando a hacer un dedo mientras me la chupaba. – Estaré encantado de clavártela en tu coño hasta el fondo y que así puedas saberlo de primera mano prima – le susurre yo ahora indicándole que lo que más deseaba era follarla. – No es para nada mala idea primo – me susurro ella mientras no paraba de mamar.

Aquello para mí fue el mayor de los placeres y más aún cuando Gemma llevo mi mano derecha a su pecho mientras me invitaba a disfrutar del tacto de sus pezones. Yo creo que no debieron de pasar más de veinte segundos cuando con una fuerza que nunca había sentido sentí como estallaba literalmente dentro de la boca de mi prima lanzando mi semen dentro de su boca con unos trallazos de semen enormes.

Fue impresionante ver como su boca se llenaba de semen y como ella desbordada por la cantidad que expulse trago lo que pudo mientras veía como parte de mi corrida resbalaba por la comisura de sus labios y de igual manera otra parte de mi corrida resbalaba por el tronco de mi polla hasta mi pubis. Al igual que ella en ese momento cerrando la boca veía como parte de la enorme cantidad de semen que lanzaba dentro de la boca de mi prima parte de mi corrida salía por la nariz, también, de mi prima.

En ese momento me quede allí clavado con mi polla dura a mas no poder mientras veía como Gemma me miraba con su boca llena de mi corrida que tenía tal cantidad que rebosaba por los lados de su boca justo antes de que ella cerrando la boca se tragase mi gran corrida y de igual manera mi prima satisfecha con lo que había conseguido y conocedora de su promesa dejando que su cabeza se moviese entorno a mi polla fue recogiendo y tragando todo los restos de mi corrida que habían caído entorno a mi polla. – Nunca jamás nadie se había corrido con tal intensidad en mi boca – me confeso mi prima. – Me has dado ración suficiente para dos meses – me confeso ella. – Me encanta no solo el tamaño y el grosor que tiene si no la forma tan bonita – me susurro mi prima que miraba mi polla sin soltarla.

Una vez que termino y dejando mi cuerpo sin rastros de mi eyaculación Gemma se tumbó a mi lado besándome después de haberse tragado toda mi corrida. – Es increíble la cantidad que has echado primo – me dijo ella refiriéndose a la cantidad de semen que había expulsado. – Y eso que anoche me corrí dos veces – le confesé a mi prima sin pensar recordando los polvos con la tía Araceli y con su madre. Ella me miro alucinada y yo intente desviar la atención haciéndole pensar que habían sido pajas.

De nuevo seguí hablando. – Es que desde la otra noche en tu habitación para poder dormirme cada noche me tengo que hacer dos “gayolas” antes de poder ni siquiera pensar en dormirme – le susurre.

– Yo te confieso que oliendo tu semen en mi pierna me he hecho tres dedos cada noche también desde aquella noche, primo – me confeso ella a mi mientras sentía como su pubis lampiño y mojado se apoyaba de nuevo en mi cadera. – Tengo guardado en el cajón de mi mesita de noche el pañuelo con el que me limpie tu corrida de mi cuerpo antes de ducharme y me encanta olerlo antes de irme a dormir cada noche – me confeso ella. – Me encanta olerlo sola en mi cama pensando en ti solo en la tuya mientras recuerdo como sentía tu polla debajo de mi pierna aquella noche en mi habitación – me susurro ella.

– De hecho – me siguió contando ella. – Anoche cuando entré al baño de tu habitación, al ver tus calzoncillos no pude evitar olerlos – me confeso ella sin saber que en ese momento la tía Laura estaba detrás de la puerta y me lo había contado. – La verdad es que pensé en un primer momento empezar a hacerme un dedo e invitarte a que me ayudases a terminarlo – me susurro ella. – Pero me sentí observada – me susurro ella y decidí aspirar todo lo que pude tus calzoncillos y con el recuerdo irme a mi habitación – me confeso ella mientras yo pensaba en lo morboso que hubiese sido el que ella me hubiese comido la polla mientras la Tía Laura detrás de la puerta nos hubiese podido ver perfectamente.

– Te hubiese ayudado encantado – le contesté yo sin contarle que para mí hubiese sido muy morboso comerle el coño a mi prima mientras mi tía nos observaba. – La verdad es que sería morboso que alguien sabiendo mantener la boca cerrada nos viese, así como estamos ahora, ¿no te parece? – le pregunte esperando su respuesta. – Uuuum me parece que tienes una mente muchas más calenturienta que la mía – me susurro mi prima. – ¿A quién te imaginas espiándonos? – me pregunto ella. – A la tía Laura – le respondí yo ilusionado viendo que estábamos en la misma honda. – Uuuum la verdad es que sería morboso ver su cara mientras tienes tu boca enterrada en mi coño – me confeso mi prima mientras inconscientemente llevaba su mano a su coño. – Quien sabe a lo mejor lo podemos hacer realidad – me susurro ella. – Las mujeres de la casa estamos muy necesitadas de una buena polla como la tuya – me confeso Gemma.

Mi prima me miraba dudosa hasta que por fin se arrancó a hablar. – ¿Sabes que a mí a veces Vero me come el coño? – me confeso mi prima.  – ¿En serio? – le pregunte yo saliéndome del alma. – Nadie lo sabe, absolutamente nadie – me confeso ella mostrándose ante mi completamente sincera. Vero es una de las chicas rusas que sirve en casa de mi abuela. Morena entorno al metro sesenta con unas tetas como cantaras que me quedo embobado cada dos por tres mirándolas y que mi abuela acogió por que a ella la repudio su familia al no poder tener niños.

Yo en ese momento la mire sorprendido no pudiendo evitar sentir un calambre en la polla. – Si, si bajo a desayunar y estamos solas le encanta meterse debajo de la mesa y sin decir palabra apartando las sillas se queda justo en frente de mi coño y separándome las piernas entierra su lengua en mi chochito y me lo come hasta que le lleno la boca de mis juguitos – me confeso mi prima haciendo que en ese momento mi polla creciese imaginándome la escena. – Casi me lo come tan bien como tu – me confeso ella. – Le acaba de salir un duro competidor – me susurro ella agarrando mi polla que estaba dura a mas no poder por la confesión que acababa de hacerme mi prima. – La verdad es que me encanta hablar contigo y poder contarte todos mis secretos – me confeso de nuevo mi prima. – ¿Te puedo hacer una pregunta? – me dijo ella. – ¡Claro!, confesión por confesión – le respondí yo. – Con Raquel, ¿te lías? – me pregunto ella.  – Según como lo mires – le respondí yo a ella. – Nos aliviamos mirándonos – le dulcifique la respuesta no queriendo meterme en un lio con ella. – Nos acostamos en la misma cama y nos pajeamos mirando el cuerpo del otro – le confesé a mi prima. – Y a veces ayudamos al otro a que llegué a correrse o nos masturbamos mutuamente – le confesé yo. – Lo imagine por la empalmada que tenías el otro día – me confeso ella. – Cuando la llevaste estando en tetas de tu habitación a la suya – me confeso ella. – Me encantaría ver como os tocáis mientras os miro – me susurro Gemma que cada vez estaba más cachonda. – Si lo arreglas para que yo me pueda joder a Vero mientras se come tu coño – le confesé yo. – ¿Te quieres joder el culo de Vero mientras me come el coño? – me pregunto Gemma. – Me encantaría tanto como jodértelo a ti ahora mismo – le dije yo respondiéndole con toda la sinceridad del momento y dejándome llevar por el calentón que estaba teniendo en ese momento. – Me encantara ayudarte a hacerlo realidad – me confeso ella que al igual que yo cada vez estaba más excitada.

La prima y yo nos quedamos allí tumbados viendo como las olas rompían en la playa mientras mi polla por fin empezaba a relajarse y quedaba tumbada desde su nacimiento entre mis piernas al lado derecho de mi ombligo.

Por un rato más nos quedamos tumbados en la playa mientras veíamos como poco a poco el sol que ya había pasado el mediodía desde su punto más alto empezaba a bajar la prima me decía – El sol baja, pero tu amigo ni un ápice – me susurro ella mientras su mano tomaba de nuevo mi polla y comenzaba una suave mamada. – Como va a bajar si estamos hablando de jodernos juntos a toda la familia – le respondí yo. – Ya – me respondió ella. – La verdad es que antes tenía ganas de polla, pero ahora si no me la vuelvo a comer creo que me podría follar una palmera – me susurro mi prima que estaba cachonda como una mona.

Mi prima me miro. – No sabes las ganas de esta polla que tengo ahora mismo – me dijo mi prima justo antes de sentir como la boca de Gemma envolvía mi polla entres sus labios y como ella disfrutaba de clavarse mi miembro dentro de su boca mientras de igual manera la dejaba salir para volver a introducirla notando como sus labios y su lengua me hacían morirme de placer.

Yo poco a poco reaccione y le susurre – Prima yo quiero darte placer como tú me lo das a mí – le gemí mientras ella se comía mi polla con el mayor de los placeres. Ella en ese momento sin dejar de chupar mi polla se fue moviendo y pasando su cadera por encima de mi la dejo justo a la altura de mi boca. – Chupa como antes – me gruño ella mientras arqueando suavemente su cadera hacía que su clítoris rozase con mi boca.

Yo en ese momento volví a hacer lo mismo que antes y sacando mi lengua todo lo que pude me dediqué a lamer desde su clítoris a sus labios vaginales llegando a su ano para volver a empezar. Lo hice a un ritmo suave pero continuo y al cuarto lametón a aquella zona erógena noté como prima arqueándose de placer hacia abajo se clavaba mi polla en lo más profundo de su boca mientras su orgasmo se empezaba a hacer presente yo me corría de nuevo en su boca sin remedio.

En ese momento ella pensó en parar, pero yo tras esperar que desapareciese la presencia de su orgasmo de nuevo reanude la estimulación de su clítoris – Prima no quiero parar – le dije dejando de lamer su sexo por un segundo. – Y de igual manera tampoco quiero que tú pares – le susurré retomando de nuevo aquello tan placentero que estaba haciendo. Mientras yo seguía ahora chupando el coño de Gemma ella estaba apoyada sobre mi cadera y tenía en primer plano mi polla que no perdía nada de erección – Es increíble la empalmada que tieneeeeeees – susurro mi prima volviéndose a correr sobre mi boca sin yo parar de estimularla esta vez. Aquello me enseño que no hay nada más demoledor que no parar de estimular a tu amante una vez que se está corriendo. Al hacer esto puedes provocar o que repliques su orgasmo o que el mismo orgasmo se corte y recomience varias veces volviéndolas esto locas de placer.

Yo en ese momento veía a mi prima como seguía mamando mi polla mientras escuchaba mi chapoteo entre su coño y su culo y no pude evitar empezar a follarme su boca mientras mis brazos enroscados en su cadera me hacían permanecer amorrado al coño y al culo de mi prima que ya bien lubricados me recibían abiertos permitiendo que mi lengua entrase con plena facilidad tanto en su coño como en su culo. Romper su ritmo y follar un poco su boca debido a la excitación que tenía. – No me harto de tu coño prima – le susurre haciendo que ella de nuevo se corriese para mí. – Tanto como el de polla que me estoy dando yo ahora primo – me respondió ella entre hipidos mientras terminaba de disfrutar de su orgasmo. – De aquí me voy con la mandíbula desencajada pero bien harta de polla – me respondió ella. – ¡No dejes de joderme!, ¡¡jódeme bien jodida!! como no pienses que me han jodido en mi vida – me pidió ella.

Después de la séptima corrida de mi prima, había llegado a meter mi mano completa dentro de su coño y mi prima alucinada ahora boca arriba tumbada sobre la toalla veía como mi mano, entera, entraba dentro de su coño y dentro de la misma la follaba sin piedad encendido por la lujuria de estar haciendo algo que nunca nadie le había hecho. – Joder primo esto solo lo había visto en los videos porno – me susurro ella cuando logre introducir mi mano completa dentro de su vagina por primera vez. – Primo me tienes ciega de lo cachonda que estoy – me volvió a decir ella. – Primo mira lo que puedes hacer con mi culo – me gruño Gemma después de correrse por octava vez con mi mano completa dentro de su coño.

Yo en ese momento con mi polla, dura como el acero, no me ande con miramientos y después de un minuto dilatando el ano de la prima con dos dedos sin esperar más clave sin piedad mi polla dentro del culo de la prima después de haberla puesto de costado.

– Joder no sabes el gustazo que es clavar mi polla por primera vez dentro de tu culo, prima – le susurre a ella que sobre excitada por mis palabras aumento el ritmo de la follada que le estaba dando. – Quiero tus tetas – le dije a mi prima que tumbada de costado entre mis piernas se dejó caer boca arriba sobre la toalla para darme acceso a las mismas. Mientras me besaba llena de lujuria. – Desde luego ahora entiendo tu fijación con los culos – me susurro mi prima mientras sujetando sus pechos por el exterior me los ofreció para que me los pudiese comer a ambos y deleitarme con sus pezones rosados que se me ofrecían a ser acariciados por mi lengua.

– Joder tu polla en mi culo me hace ver las estrellas – me gimió mi prima que chupeteaba el lóbulo de mi oreja mientras disfrutaba de mi polla profanando su culo al tiempo que mi boca bebía de sus pechos y mi mano seguía follando su clítoris. – Quiero ver cómo te follas tu coño para mí – le pedí a mi prima en ese momento deseando ver como sus dedos se enterraban dentro de ella. – ¿Quieres ver cómo me meto la mano entera en el coño? – me pregunto entre susurros mi prima. – Si quiero ver cómo te la entierras hasta la muñeca – le respondí yo mientras no paraba de bombear su culo. – Joder que cabrón eres – me gruño ella mientras yo veía como hacia lo que le pedía y la mano de mi prima se hundía dentro de su coño. – La siento – susurro ella. – ¿El que sientes? – le pregunte yo. – Tu polla perforando mi culoooooooooooooooooo – aulló ella. – Tengo mi mano entera dentro de mi coño, aunque la tuya es más grande que la mía – me gruño ella. – Tu mano es bastante más grande que la mía – me gruño mi prima. – Aunque claro para agarrar ese pedazo de polla que tienes – gruño ella. – Esa enorme polla que se está jodiendo mi culo – me susurro ella ahora. – Esa polla que se moría de ganas de joderse tu precioso culo prima – le gruñí yo ahora mientras no paraba de follarla. – Tendrías que haberme venido a joder muuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho anteeeees – me gruño mi prima mientras de nuevo se corría para mí.

Allí estaba yo a punto de partirme la muñeca disfrutando de castigar el clítoris de mi prima mientras veía como ella la mano que tenía dentro de su propio coño de igual manera entraba dentro de ella llenándola por completo, pero con toda la facilidad del mundo mientras mi polla había entrado en el culo de la prima y por primera vez notaba como mi polla friccionaba con sus nudillos dentro de la vagina de Gemma.

La verdad es que recuerdo exactamente cada acometida que le di a su culo y recuerdo perfectamente cuando le dije a Gemma que me iba a correr y ella me pidió que lo hiciese dentro de su culo. Yo empecé a moverme más rápido queriendo colmarla en mi primera follada y dejarla satisfecha así que suavemente invitándola a sacar su mano de su coño empecé como estaba de costado a friccionar su clítoris mientras sin piedad me clavaba en su culo hasta que por fin cuando empecé a correrme con una intensidad hasta ese momento desconocida para mi dentro del culo de Gemma ella de igual manera estallo en un orgasmo sincronizado provocado tanto por las acometidas en su culo como por el castigo que le estaba dando a su clítoris provocando que por segunda vez aquel día mi prima perdiese de nuevo el conocimiento mientras yo me vaciaba por completo dentro de su culo clavado en lo más profundo de su recto.

Esta vez mientras Gemma recuperaba el conocimiento fui sacando con todo el cuidado del mundo mi polla de su interior y a su vez al verla allí tumbaba a mi lado no pude evitar lanzarme a devorar sus pechos y a recorrerlos con mis manos a fin de sentir su tacto. Gemma estaba tumbada boca arriba e inconsciente sobre la toalla con sus brazos estirados y sus manos a la altura de sus caderas. Yo estaba a su lado amorrado y saboreaba sus pezones. No os podéis imaginar cómo me gusto disfrutar de aquellas mamas.

Poco a poco mientras me amorraba a sus tetas Gemma fue, como la vez anterior, recuperando el conocimiento y notando como mi polla entre mis piernas rozaba el envés de su mano esta vez nada más empezar a tener consciencia agarro mi falo y empezó a pajearme al darse cuenta de que no había perdido nada de dureza. – Ay primito pero que follada me estás dando, no me han jodido así de bien en mi vida – me susurro Gemma mientras veía como yo me comía sus tetas. – Quiero que me folles primo – me susurro Gemma separando sus piernas para mí.

En el momento en el que Gemma me pidió que la follase sin pensarlo dos veces, yo torpemente intente un par de veces clavarme dentro de la prima sin éxito pero a la tercera vez fue ella la que agarrando mi polla la llevo a la entrada de su vagina y dejando que mi glande entrase dentro de ella le susurre – No tenemos condones prima – a lo que ella me respondió – No te preocupes tomo la píldora – me respondió ella dejándose resbalar hacia abajo y clavándose mi glande por completo dentro de ella.

Por un segundo más mire a mi prima. – Prima ya me he follado unos cuantos culos – le susurre. – Ya, pero coños llevas mucho menos, ¿no? – me pregunto ella. – Si, la verdad – le susurre yo. – No te preocupes mi coño te recibe encantada – me respondió ella. – Vamos a empezar a follarnos poco a poco y luego vamos viendo – me respondió ella mientras sentía como el tronco de mi polla tras mi glande iba internándose dentro del coño de mi prima. La sensación era nueva para mí. Debo reconocer que hasta ahora los seis coños que había penetrado mi polla eran de mujeres maduras de más de cuarenta años, pero el coño de mi prima era joven y más apretado. Era para mí una sensación nueva.

– Joder primo menos mal que antes has tenido tu mano entera dentro de mi coño si no me hubiese costado mucho más meterla – gimió mi prima mientras me empezaba a clavar dentro de ella. – joder primo que pedazo de nabo tienes para ser aún un renacuajo – me murmullo Gemma a la que yo le respondí – Pues este renacuajo, como dices, ya te ha follado el culo – le dije mientras le clavaba toda mi polla dentro de ella. – Te ha comido el coño – le dije volviendo a sacar y a clavar mi polla dentro de ella. – A este renacuajo se la has chupado hasta correrse en tu boca tres veces – le gruñí de nuevo metiendo y sacando mi polla de su interior sin piedad. – Te ha hecho perder el conocimiento de los orgasmos que te ha dado, dos veces, joder ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ zorraaaaaaaaaaa!!!!!! - le gruñí mientras notaba como algo en su interior se abría para mí. – Jooooooooooooooooooooder renacuajo – me gruño ella en ese momento meándose de gusto con mi polla dentro de ella. – Sigue, sigueeeeeee no pares de follarmeeeeeeeeeeeeeeeeeeee – aulló Gemma mientras ella meándose de gusto me incitaba a que yo no parase de clavarme en ella. – Me estas abriendo tooooooooooooodo el coñooooooooooooooooooooooo – aulló Gemma mientras sentía en ese momento como todo su útero se abría para mí. – Me voy a correeeeeeeeeeeeeeeer putaaaaaaaaaaaaaaaaaa – le gruñí a mi prima mientras sentía como casi a mí me parecía que meaba semen dentro de ella.

No os podéis imaginar lo que fue aquello para mi mientras sentía que orinaba semen dentro de ella, quedándome clavado en lo más profundo de ella, pero una vez que termino aquella sensación sin piedad ni espera empecé a clavarme sin parar de nuevo dentro del coño de Gemma y continúe follándola sin piedad mientras sentía como Gemma, debajo de mí, se movía en espasmos y cerrando los ojos se dejaba llevar mientras su pecho se arqueaba buscando aire sin parar.

– Jooooooooder no me puedo creer que sigas con ganas – me susurro ella mientras sentía como sin piedad y sin perder un ápice de dureza mi polla seguía follándola sin parar. – ¿Estás loca? – le pregunte. – ¿Como me voy a cansar de follarte? – le pregunte sin esperar respuesta mientras no paraba de clavarme dentro de ella. – Jooooooooooooooooder siiiiiiiiiiiiii – volvió a gritar ella mientras de nuevo se corría al sentir como mi polla la golpeaba dentro de su ser como un martillo percutor. – Primo me estas abriendo como nunca me han abierto hasta ahoraaaaaaaaaaaaaaa – aullaba ella debajo de mi mientras sentía como la follaba sin parar. – Joder es como si me abrieses un coño dentro de mi coño primooooooooooooooooo – berreaba ella debajo de mi mientras sentía como no paraba de clavarme dentro de ella.

En ese momento Gemma sentía como su orgasmo se unía a las penetraciones de mi polla dentro de ella y de nuevo se meaba de gusto una vez más mientras veía como presa del placer los ojos de mi prima bizqueaban dejándose llevar y sentía como las corridas de mi prima se estrellaban entre nuestros cuerpos llenándonos de sus fluidos a los dos. – Joder como me follas cabrón – me gruño mi prima. – Nunca dejes de follarme asiiiiiiii – me aullaba mi prima mientras sentía como sus piernas se enrocaban a mi cadera. – No dejes de darme polla – aullaba de nuevo. – Que polvazo me estas echando – gruñía mientras sentía como los flujos que habían salido de su coño regándonos a los dos recorrían nuestros cuerpos y de igual manera lubricaban su coño para que pudiese seguir follándome a mi prima sin piedad ni miramientos. – Joder que abierta estas – le susurre a mi prima. – Así ha puesto tu enormísima polla mi coño cabrón – me gruño mi prima. – Mi coño va a estar dado de sí por lo menos un mes – me susurro mi prima. – Estas dejando el coño de tu prima muy, muy abierto – me susurro ella.

Creo que hasta que se puso el sol, casi, no pare de follarla. Creo que me corrí dentro de su coño seis veces sin parar de penetrarla sin descanso.

Cuando por fin caí derrotado tras la última corrida en la que sentí más dolor de placer por una eyaculación casi vacía mientras creo que no expulse nada de semen me fui percatando del dolor de cadera y de rodillas que tenía en ese momento. – Me has estado jodiendo durante tres horas sin parar de darme polla – me gruño mi prima cuando caí derrotado sobre su cuerpo. – Primo no se la de veces que me he corrido – me susurro mi prima. – Pero te puedo confesar que han sido más de treinta – me confeso ella. – Me has dado las jodiendas de un mes en una sola tarde – me susurro ella.

Gemma tenía tal dolor de caderas tras mis acometidas que era incapaz de cerrar las piernas y decía que le dolía todo el cuerpo pero que estaba, como yo, encantada de la follada que nos habíamos dado. Gemma me miraba ahora a su lado y me confesaba que nunca había estado tanto tiempo seguido follando y que estaba encantada de que me hubiese desfogado con ella.

En aquel momento Gemma vio mi polla flácida, pero manteniendo su tamaño y su extensión. En ese momento me la chupo y me la dejo limpia mientras recogía los restos de semen que habían caído desde su coño corrida tras corrida hasta quedar en la toalla. Me encanto ver como mi prima me chupaba la polla y me la dejaba limpia. – Primo me ha encantado como me has tomado – me susurro Gemma tumbándose a mi lado después de mandarle a mi tía Sofia, un WhatsApp diciéndote que estábamos aun en la playa y que nos quedaríamos un rato más.

Yo en ese momento mire a mi prima y acordándome de ciertas conversaciones de teléfono que tubo mi tía Laura con mi Tía Sofia le propuse a Gemma que borrase el WhatsApp antes de que lo leyese mi tía y la llamase para hablar con ella. – Que idea tendrás en la cabeza – me dijo ella mirándome divertida sabiendo que algo pervertido estaba pasando por mi cabeza. – Esta bien – me susurro ella manipulando el teléfono y antes de que mi tía leyese el WhatsApp borrarlo.

Mi prima se tumbó de nuevo bajo la sombrilla boca arriba con las piernas abiertas mientras apoyaba el teléfono poniéndolo en altavoz sobre sus tetas en su precioso canalillo a la vez que yo de rodillas me colocaba entre sus piernas. El teléfono marco el número de mi tía desde la agenda y comenzó a dar tonos mientras justo antes de que mi tía descolgase yo colocase mi polla fláccida sobre el vientre de mi prima que sorprendida al sentir una vez más mi polla sobre su estómago llegando a apoyarse sobre el micrófono del teléfono mi prima sintiese un escalofrió al ver el tamaño del miembro que había profanado tanto su culo como su coño desde medio día hasta ahora que eran cerca de las diez de la noche.

Mi tía tardo algo más de diez segundos en responder la llamada de mi prima . – Hola hija – respondió mi tía Sofia descolgando la llamada. – ¿Todo bien? – le pregunto está esperando la respuesta de su hija. – Si mami, es que estoy aquí con el primo y te escribo por que aún no volvemos – le contesto mi prima. – Aunque luego he pensado que, ya que se está bañando, te podía llamar – le contesto juguetona mi prima. – ¿Y qué tal habéis pasado el día? – le pregunto curiosa mi tía. – Tooooooooooooodo un descubrimiento mama – gimió mi prima a la cual yo había empezado a follar de nuevo con mi mano. – El primo a pesar de ser físicamente un niñooooo me ha demostrado que es un hombre de recursos – ahogo un gemido mi prima mientras disfrutaba de mi mano entrando de nuevo dentro de ella. – Si la verdad es que engaña – le confeso mi tía. – Es un hombre encerrado en el cuerpo de un niño – le confeso mi tía. – Tu lo sabes mejor que nadie – le confeso igualmente mi tía ya que como digo los dos somos super dotados. – Hija espero que disfrutes de la compañía de tu primo – le volvió a decir mi tía. – Lo estoy haciendo como no te puedes imaginar mama – le gimió de nuevo mi prima mientras ahora observaba como yo con toda mi mano hasta la muñeca hundida en el coño de mi prima ahora me lanzaba a comerme su clítoris. – La verdad es que por unos días había olvidado todo lo que en él puede sorprenderte – susurro mi prima mientras ahogaba nuevamente un gemido.

Mi prima en ese momento hizo ademan de tomar mi polla, pero yo le negué con la cabeza. – Hasta que no te corras no tocaras mi polla – le susurre a mi prima solo con los labios sin emitir sonido.

Ella apretó los dientes y sintió como le excitaba la situación. – ¿Sigues estando sola? – oímos los dos, la voz de mi tía. – Si – le respondió escuetamente mi prima. – Es que te oigo algo raro – le respondió mi tía. – Si – respondió escuetamente mi prima de nuevo. – Es que te tengo en altavoz porque me acabo de poner protector solar por todo el cuerpo – le mintió descaradamente mi prima. – Y no quiero que se me manche el móvil de crema – susurro mi prima que ahora llevaba mi mano izquierda a la entrada de su culo en una clara invitación a follármelo. – Solo espero que no estéis haciendo nudismo – le dijo mi tía. – Pues la verdad es que estamos “en bolas” desde que hemos llegado – le confeso mi prima. – ¿En serio? – le pregunto asombrada mi tía. – ¡Mama! – dijo haciéndose la ofendida mi prima. – El primo nos ve en tetas, a todas, en la playa – sentencio mi prima mientras sentía llena de morbo como mis dedos profanaban su culo. – Hoy, solo está “descubriendo” un poco más – le susurro mi prima sonriéndome picara al tiempo que arqueaba su cuerpo colmado de placer mientras silenciosamente se corría para mí al castigar yo al mismo tiempo su coño y su culo.

Mi prima se mordió su labio inferior mientras clavaba su mirada llena de lujuria en la mía. – ¿Tu no lo harías si estuvieses a solas con él? – le pregunto ahora Gemma a su madre. – Con lo necesitada que estoy hija no te quiero ni contar lo que haría – respondió mi tía irónica mientras en ese momento Gemma lanzaba un leve chillido presa del orgasmo que estaba teniendo y yo me quedaba asombrado con ambas manos clavadas dentro de mi prima. – ¡¡¡¡Mama!!!! – respondió sorprendida Gemma en un primer momento. – ¿Qué quieres decir? – le pregunto Gemma ahora curiosa mientras me miraba llena de morbo por los derroteros que estaba tomando la conversación.

– ¡!!Ahiiiiii!!, hija que una está muy necesitada – le confeso su madre apesadumbrada. – ¿Qué es lo que quieres decir? madre – le pregunto Gemma mientras ahora si tomaba mi polla y agarrándola la llevaba a la entrada de su coño. – Fóllame ya – leí en los labios de Gemma mientras encarando mi polla a la entrada de su coño dejaba que poco más de medio centímetro de mi polla se quedase clavado en sus labios vaginales mientras encaraba su cadera a mi polla a fin de que la penetrase por completo de una sola estocada mientras clavaba su mirada en la mía.

De nuevo la voz de nuestra tía nos hizo poner nuestra atención en ella mientras mi polla se iba abriendo camino en el coño de mi prima – Pues entre saber que tu primo el curso pasado se follaba a sus dos profesoras y la falta de sexo que tiene una – confeso mi tía mientras yo clavaba toda mi polla, abriendo por completo el coño de mi prima. – Pues una, la verdad es que no puede evitar sentirse tentada – susurro mi tía. – Aaaaaaaaaaaaaah – gruño mi prima al sentir como mi polla llenaba por completo su coño. – No me juzgues hija – protesto mi tía al otro lado del teléfono pensando que mi prima la estaba reprobando. – Mama no te juzgo – se retractó al momento mi prima. – Pero, ¿me estás diciendo que si tuvieses la oportunidad te jodías a “mi primo”? – recalcó esto último mi prima mientras sus talones empujaban mi cadera contra ella y me hacían clavar por completo mi polla en ella.

– Hija por lo que comentan tiene una polla que es algo fuera de lo normal y ya te digo que aquí muchas estamos necesitadas – le confeso mi tía. – Por cierto – se oyó de nuevo hablando a mi tía dubitativa mientras yo me seguía clavando suavemente dentro de mi prima. – Dime mami – le respondió mi prima casi más en un gemido que nada. – ¿Él también está haciendo nudismo? – le pregunto deseosa mi tía. – Clarooooooooooooo – le respondió Gemma llevada por el placer la follada casi sin poder contenerse. – Y no sabes lo dura y grande que tiene la polla – le confeso Gemma ahogando sus gemidos mientras mi prima se corría y se meaba de gusto en mi cadera por la follada que nos estábamos dando.

Por un segundo mi prima puso su mano en mi bajo vientre pidiéndome parar. – En cuanto me ha visto desnuda se le ha puesto dura como un palo – le confeso Gemma que entre la conversación y la follada que yo le estaba dando mi prima cada vez estaba más encendida.  – Sabes que siempre has sido su amor platónico – le recordó mi tía. – Ya sabes siempre lo que te ha admirado – le recordó mi tía. – Y yo a él, mami – susurro mi prima que ahora después de correrse de nuevo al sentir como la follaba, la polla, que su madre al otro lado del teléfono le confesaba también desear incestuosamente, la llenaba de rabo a ella.

Mi prima me pidió parar de nuevo ya que yo había retomado las penetraciones a su coño. – No puedo más – me confeso ella tapando con su dedo el micrófono del móvil mientras yo veía como su coño completamente abierto goteaba flujo sin parar. – Dame un segundo me pidió mi prima mientras destapaba el micrófono del móvil y retomaba la conversación. – La verdad es que por eso te digo que estoy disfrutando el día con él mami – le confeso Gemma mientras ahora mi prima se ponía a cuatro patas delante de mí y mirándome por encima de su hombro izquierdo mi prima me invitaba a pegarme a ella. – La verdad es que es el único hombre que conozco que merece la pena mama – le susurro Gemma a su madre mientras veía como su mano derecha dejaba el móvil en la toalla a la altura de su cara y ahora la llevaba a mi polla, la cual agarraba y la guiaba hasta la entrada de su culo mientras veía como la mirada de mi prima clavada en mi polla me indicaba lo que seguía a continuación. ¡Me iba a follar el culo de mi prima mientras hablaba con su madre!

– ¿Crees que se estará pajeando en el agua viéndote? – oímos los dos que le preguntaba su madre al otro lado del teléfono mientras mi prima preparaba mi polla para que penetrase su hermoso culo. – ¿Te estas pajeando tu mami? – le pregunto Gemma demostrándome que tenía una confianza total con su madre en ese momento. – Pues la verdad que ganas no me faltan – le confeso su madre. – ¿Quieres hacerlo? – le pregunto Gemma mientras empujando su cuerpo hacia atrás ella misma se clavaba mi polla en su culo mientras la oía hablar con su madre. – El primo me ha confesado al verme desnuda que tu cuerpo debe ser igual que el mío – le susurro Gemma. – Hija, ¡¡¡no me digas eso!!! – le respondió su madre ruborizada en ese momento. – ¿Por qué no? – le respondió Gemma indignada por sus puritanismos.

– Si lo necesitas desahógate sabiendo que tu cuerpo pone cachondo a tu sobrino que tiene una enorme polla que deseas que te folle madre – le susurro Gemma mientras ahogaba un nuevo gemido al sentir como mi polla entraba hasta algo más de la mitad dentro de su culo. – Yo lo estoy haciendo mamiiiiiiiiiii – ahora si gimió ya Gemma sin poder aguantarse más a su madre. – La verdad es que el primo tiene una buena polla para quitarnos las penas a todas – gruño Gemma mientras ahora en una segunda sentada mi prima se clavaba por completo mi polla dentro de su culo. – Ese rabo es toda una maravilla – aulló de nuevo Gemma volviéndose a clavar mi polla en lo más profundo de ella. – Hija al final me haces perder la cabeza – le confeso su madre. – Pues hazlo si lo deseas tanto como yo mami – le confeso Gemma.

– Hija me acabo de quitar las bragas – se oyó la voz de mi tía después de algo más de medio minuto de silencio. – Cuéntame cómo tiene la polla tu primo – le pidió mi tía a su hija. – Es enorme mama – le confeso completamente sorprendida Gemma a su madre quedándose en ese momento mi prima con la mitad de mi polla clavada dentro de su cuerpo. – ¿Si cariño? – le respondió mi tía. – Por lo menos eso es como un tubo de cubata – le respondió mi prima. – Debe medir por lo menos veintidós o veinticuatro centímetros – le confeso mi prima – y gorda como un calabacín mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa – aulló Gemma que, entre la conversación, la follada que se estaba dando con su culo a mi polla y el dedito que se estaba haciendo en su coño mi prima se corrió para su madre y para mi quedando derrengada en la toalla.

– Mami la polla del primo es una delicia – le susurro Gemma que ahora estaba con la cara apoyada en la toalla. – Hija, ja, ja – tartajeo mi tía. – ¿Se la vas a chupar a tu primo? – le pregunto cegada de deseo mi tía. – ¿Tu lo harías mami? – le pregunto Gemma aun cimbreando su culo por con mi polla dentro del mismo. – Sin dudarlo hijaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa – aulló la madre comunicándonos en ese momento que se estaba corriendo para su hija mientras yo infiltrado en la conversación oía como mi tía se corría para nosotros mientras yo una vez más inundaba el culo de mi prima con mi simiente aguantando las ganas de aullar de placer sobre la grupa de mi prima mientras clavándome en lo más profundo de ella me derramaba con una buena corrida dentro del culo de mi prima. – Hija no sé lo que nos ha pasado, pero ha sido increíble – dijo mi tía al otro lado del teléfono. – Si te comes la polla de tu primo disfrútala y aquí te espero para que me lo cuentes – le dijo mi tía a mi prima a modo de despedida antes de cortar la llamada.

Por un momento oímos como la llamada se cortaba y mientras veíamos como la pantalla del móvil se apagaba nos vimos a nosotros mismos en la posición que habíamos quedado. – Joder que día – susurro mi prima gratamente sorprendida mientras me di cuenta de cómo poco a poco mi polla abandonaba ablandada después de la descarga el culo de mi prima. – No he tenido un día tan pervertido en mi vida – me susurro Gemma mientras se giraba y quedaba boca arriba incorporada en la toalla. – Me acabo de correr con mi madre mientras mi primo me follaba – me susurro mi prima dejándome ver que estaba más que encantada con la situación. – Y no sabes qué manera de correrme yo en tu culo mientras hablaba con ella – le confesé yo a mi prima mientras me sentaba entre sus piernas. – Me está encantado el día – me susurro ella. – Y a mí – le respondí yo a ella mientras nuestras miradas se quedaban la una encadenada a la otra. – No sabes cómo te quiero – le confesé yo a mi prima. – Y tú no te haces cargo de cómo te quiero yo a ti – me susurro ella antes de besarme. – Desde hoy todo mi cuerpo es tuyo – me confeso mi prima.

Nos quedamos en la playa porque éramos incapaces de movernos y allí desnudos y saciados de sexo vimos cómo se ponía el sol.

– Te juro que nunca nadie me ha follado como tú lo has hecho primo – me reveló Gemma. – Y yo te juro que siempre desee que tu fueses mi primera mujer, aunque nunca pensé que lograría conseguirlo – le confesé. – Se de sobra, que no soy tu primera mujer, pero espero que hayas disfrutado conmigo, primo como yo lo he hecho contigo – me declaro ella. – Se que ha habido más mujeres que yo, antes y no me importa que así haya sido – me susurro ella. – De hecho, quiero que las folles a todas y las disfrutes – me susurro mi prima. – A mí siempre me tendrás – continuó hablando ella. – Y todos los coños, culos, tetas y bocas que disfrute tu polla harán que yo me alegre cuando me folles – dijo ella terminando de hablar.

Por un segundo nos quedamos en silencio. – A mí, siempre me tendrás, y siempre seré tuya para historias tan pervertidas como las de hoy – me confeso mi prima. – Se que no eres hombre de una sola mujer y de hecho entenderé perfectamente que a mí me folles junto con otra mujer – me continuó contando mi prima. – Eres muy fogoso y aunque una sola mujer te entregue como yo hoy todos los orificios de su cuerpo necesitaras muchas veces que sean dos o más mujeres – me confeso mi prima. – De hecho, si ahora mismo estuviese aquí mi madre sé que ahora mismo estarías entre sus piernas clavándole tu polla sin piedad – continuó hablando mi prima. – No quiero que cambies para nada – sentencio mi prima. – Te quiero así, como eres – susurro ella antes de besarme. – Eso es lo que más cachonda me pone saber – me susurro ella. – Ya has visto como mi madre te desea – me susurro ella. – Y como ella tanto la tía Laura y la tía Araceli y sus hijas – me confeso mi prima. – Me mojo solo de pensarlo – me gruño ella mientras mordía suavemente mi labio. – Entonces así será – le susurre yo. – Y yo quiero que me lo cuentes todo mientras me follas, ¿vale? – me pidió ella. – De acuerdo – le respondí cerrando el acuerdo con ella.

En aquel momento vimos como el sol desaparecía por el horizonte mientras Gemma me confesaba – ¿Sabes que tenemos todo el verano para repetir?, ¿no? – me requirió ella. – Yo encantado – le respondí lleno de ilusión por repetir aquello. – Pues con cuidado de que no nos pillen, pero podemos repetir cada día si tienes fuerzas – me susurro ella mientras yo llevando su mano con la mía a mi polla hacía que fuese consciente de que de nuevo estaba preparada para la guerra. – Eres impresionante – me susurro ella acariciando mi polla mientras de nuevo volvía a besarme. – Si te parece te la voy a chupar por que el resto de mi cuerpo esta pleno de ti – me susurro ella antes de ponerse a cuatro patas delante de mí y empezar sin usar las manos a mamar mi polla.

Desde la última vez que me había corrido habían pasado cuarenta minutos y ayudé a Gemma a que me la chupase de nuevo agarrándome la polla. - Ponte de pie y me follas la boca – me pidió mi prima. – Lo hare encantado – le susurre mientras me ponía de pie y empezaba a follarle la boca tal y como ella me había pedido. – Desde luego polla no me va a faltar este verano – me susurro ella. – Ni el resto de año si así lo quieres – le respondí yo clavando mi mirada y mi polla al mismo tiempo dentro de ella. – Uuuum me encanta la propuesta – me susurro ella. – Puedes venir a casa y follarnos primero a mi madre y luego a mi – me susurro mi prima mientras tomaba mi polla entre sus preciosas tetas.

– Primo – susurro ella con voz infantil. – ¿Nos querrás follar a mi madre y a mí en tus visitas a mi casa? – me pregunto mi prima. – Sera todo un honor hacerlo después y hacerlo durante este verano si así lo quieres – le respondí yo. – Me encantara ver cómo te follas a mi madre primo – me susurro ella mientras me la volvía chupar. – Quiero que te jodas a mi madre mientras os veo – me gruño mi prima mientras sacaba mi polla de su boca. – Quiero ver cómo te follas de igual manera a todas las demás y luego entierras tu polla en mi coño y en mi culo – me gruño mi prima antes de volver a chupármela. – Quiero que nos des polla a todas – me gruño mi prima mientras ahora me pajeaba justo delante de su cara. – Quiero que nos hagas a todas adictas a tu polla – gimió mi prima. – Como yo desde hoy ya lo soy a ti – me gruño mi prima.

– Vamos primo córrete en mi cara – me pidió mi prima. – Córrete en mi cara como voy a hacer que te corras en la cara de todas las demás este verano – me gimió mi prima que estaba corriéndose para mi gracias al dedo que se estaba haciendo mientras pajeaba mi polla. – Derrama tu leche sobre mi primooooooooooooooooo – me gimió Gemma mientras se corría para mí una vez más y yo excitado como estaba viéndola retorcerse de placer delante de mí no podía aguantar las ganas de correrme sobre ella en toda su cara mientras me sentía colmado de placer. – Uuuuuuuum no quiero pasar un día sin recibir tu corrida en mi cuerpooooooooooooo – aulló mi prima mientras sentía como mi polla una vez más escupía mi semen sobre su moflete blanqueando su piel. – Siiiiiiii, así príngame de ti – me gimió mi prima mientras sentía como mi corrida llenaba su cara y de igual manera empezaba a derramarse por sus tetas. – Me encanta ver cómo te gotea desde la cara a tus preciosas tetas – le susurre a mi prima. – Ahí que ver todo lo que echas – me susurro Gemma mientras alojaba mi polla en su boca.

Mi prima poso mi polla en su boca mientras me confesaba después que se había tragado mi corrida. – Este verano tu y yo lo vamos a pasar muy bien – sentencio Gemma.

Mi prima me limpio la polla una vez más y me susurro – me encanta mamártela – mientras me la enseñaba sin la menor muestra de haberme corrido. – Es una preciosidad – me susurro Gemma mientras nos dábamos cuenta de que ya se había echado la noche encima. – Sera mejor que recojamos – me susurro mi prima mientras caminábamos al coche envueltos ya por la noche.

De camino de la playa al coche la prima Gemma solo se puso el vestido tapando su cuerpo por lo que yo sabía que debajo del mismo estaba completamente desnuda. La verdad es que a pesar de todas las veces que me había corrido y de todas las formas y ubicaciones que había tomado de su cuerpo sentía que aún estaba deseoso de ella. – Tu cuerpo me puede – le susurre a mi prima mostrándole que aun mi polla estaba morcillona. – Se que tienes tanta hambre de mi como yo la tengo de ti – me susurro ella. – Pero debemos volver – me susurro ella mientras de nuevo su mano se enganchaba a mi polla. – Uuuum que rica tentación – me dijo mientras me la tocaba y acercaba sus labios a los míos para besarme de nuevo. – Como voy a disfrutar de esta enorme polla todos los días – me susurro Gemma una vez antes de besarme de nuevo. – Vamos cariño – me dijo mi prima encendiendo la linterna del teléfono y alumbrando el camino. Recorrimos el camino hasta el coche mientras yo me deleitaba viendo como la luz alumbraba el cuerpo de mi prima. Su precioso y anhelado cuerpo que acababa de poseer ese día de todas las maneras posibles que a ambos se nos habían ocurrido. Me estaba empezando de nuevo a poner cachondo viendo a mi prima y mi mente empezó a tramar como podría tomar el cuerpo de mi prima una vez más antes de volver a casa.

Cuando llegamos al coche envueltos por la noche y un manto de estrellas en el momento en el que ella abrió la puerta del maletero para meter la sombrilla que llevaba yo dejando caer el bolso que llevaba, sin pensar, me desbroche el bañador y me acerque a ella que echada para adelante dentro del maletero colocando la sombrilla al fondo tenía la posición perfecta para levantar su falda y dejando a la vista de la luz del maletero su precioso culo hice que ella sintiese como mi glande se arrastraba por su muslo. – Uuuum ya estas duro de nuevo – sonrió mi prima sin moverse mientras sentía como mi polla dura recorría su piel.

Eso fue lo que reamente me gusto de Gemma que me di cuenta de que siempre estaba dispuesta a follar. – Aun tienes ganas renacuajo – me susurro mientras sentí como su mano envolviendo mi glande lo llevaba a su coño. – Vamos fóllame que veo que lo estas deseando tanto como yo – gimió ella mientras una vez sentía como su mano colocaba mi polla para hacer una penetración perfecta en su coño. – Vamos bebe clávate en mi coño – me gruño mi tía mientras sentía como una vez mi polla empezaba a entrar dentro de ella. – Joder que gustazo de pollaaaaaaaa – gruño mi prima mientras sentía como mi polla se iba encajando por completo dentro de ella. – Vamos húndela enteraaaaa – aulló mi prima mientras en ese momento sentía como ya clavado dentro de ella mi cuerpo empujaba el suyo dentro del maletero. – Uuuuuuf esta polla me va a quitar todas las penas – gimió mi prima mientras con mi polla clavada dentro de ella empujaba hacia atrás y ahora dejándome perfectamente de pie era ella la que empezaba a moverse y se clavaba ella mi polla dentro de ella. – Espero que no siempre me hagas que sea yo la que cabalgue esta hermosa polla – me susurro mi prima mientras mecía su cuerpo adelante y atrás colmándome de placer.

– Prima me encanta sentir como tu culo rodea mi cadera cuando te clavas por completo mi polla en tu coño – gemí lleno de gozo en ese momento. – Y a mí me encanta como mi culo abraza tu polla cuando te tengo clavado por completoooooooooooo – aulló mi prima mientras de nuevo se corría para mí una vez más. – Joder no puedo creer que aun puedas hacer que me corraaaaaaa – aulló mi prima mientras una vez más su coño echaba flujos entre nuestros cuerpos. – Me encanta sentir como te corres para mi prima – le susurre mientras llevaba mis manos a sus tetas y empezando a follarla movía mi cadera entrando y saliendo de ella. – Eres tú el que me hace correr como una golfa con esa delicia de polla que tienes clavada en mi coño – me gruño mi prima mientras se sentía plena tanto como yo por la follada que nos estábamos dando. – Me encanta tu polla primooooooooooooo – chillo mi prima que de nuevo se corría disfrutando de mi polla.

– Nunca me prives de disfrutarla – me susurro ella que ahora de igual manera que yo se movía follándome a mí como yo a ella. – Joder esta polla me ha vuelto loca de placer – gruño mi prima. – Ven aquí – me susurro mi prima tirando de mí y haciéndome sentarme en el capo del coche. – Súbete – me pido ella invitándome a sentarme apoyando mi espalda en el cristal del coche. – Voy a follarte – me gimió ella mientras a horcajadas se sentaba sobre mí y se clavaba alternativamente mi polla en su coño y en su culo mientras no paraba de frotar su clítoris para mí. – Joder como me gusta estoooooooooooooo – aulló mi prima esta vez que clavándose sin piedad ninguna mi polla en su culo mi prima se corría de nuevo para mí. – Joder necesito ver como tu polla escupe lefa de nuevo para mí – me gruño mi prima mientras clavándose en lo más profundo de su culo mi polla mi prima disfrutaba de nuevo de su corrida. – Mira cómo me puedo frotar mi coño con tu cadera mientras tengo mi culo lleno de tu polla – me gruño mi prima mientras su cadera cimbreaba rozándose con la mía y alargaba su corrida para mí. – Jooooooooooooooooder que buenooooooooooooooooo – gruño ella mientras terminaba su orgasmo para mí.

El gusto que sentimos los dos cuando nos sentimos de nuevo enganchados el uno al otro. – Ssssssiii primo – gimió Gemma cuando sintió como de nuevo mi polla se abría camino dentro de ella. – No quiero acabar aun – me susurro ella. – Ni yo tampoco – le respondí a ella. – Nunca me había pasado esto, pero me encanta tener mi culo lleno de tu polla, me encanta haber entregado la virginidad de mi culo a tu polla – me confeso mi prima que ahora sobre mi se clavaba mi polla dentro de su culo sin parar. – ¿En serio? – le pregunte. – Si nunca antes nadie me ha puesto tan cachonda como para desear que se jodiese mi culo – me confeso ella. – Eso solo es merito tuyo y del pedazo de polla que tienes cabrón – me susurro cachonda perdida Gemma. – Por eso he deseado desde que hemos empezado a hablar dártelo para que lo disfrutases – me confeso ella. – Me ha encantado sentir como me dabas polla al tiempo que te agarrabas a mis tetas y me follabas sin piedad – me gruño mi prima. – Me has hecho correrme como no me he corrido en toda mi vida – me gruño de nuevo mi prima. – Me has descubierto sensaciones que ni siquiera imaginaba que podía llegar a sentir – me confeso ella. – Quiero ser tuya y de tu polla para siempre – me suplico ella quedándose ahora en silencio mientras cabalgaba sin parar mi polla y disfrutaba de las sensaciones de la misma dentro de su cuerpo.

– Quiero correrme una vez más – me gruño mi prima que no para de dar sentadillas sobre mi cuerpo disfrutando de como mi miembro la profanaba hasta lo más profundo de ella. – ¿Te gustan mis tetas? – me pregunto ella. – Me encanta tocarlas tanto como comérmelas – le respondí yo. – Seguro que las de la tía Laura o las de la Tía Araceli te gustan más que las mías – me respondió ella. – Si me imagino mi polla entre sus tetas – le respondí yo. – Uuuum me encantaría verlo – me susurro ella. – Ver como sus bocas acogen tu polla – gimió mi prima mientras ahora ya cambiaba y era ahora su precioso y aterciopelado coño el que acogía de nuevo mi polla. – Uuuum me encanta tu coño – le susurre yo mientras sentía como de nuevo mi polla la profanaba por completo. – ¿Te imaginas follarte el coño de Pirsa mientras te comes sus tetas? – me pregunto ella. – O ella comiéndose mi polla mientras tú te comes su coño – le susurre yo. – Uuuuuuuum, Uuuum joder la hostiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa – aulló mi prima mientras se corría con mi polla a la entrada de su coño ahora y mientras yo hacía por hundir mi polla dentro de ella le susurraba. – Te podemos follar entre los dos – le decía al tiempo que enterraba mi polla dentro de ella. – A lo mejor me la podéis chupar las dos a la vez – le sugerí yo. – Joooooooooooo, Joooooooooooo, Jodeeeeeeeeeeeeeer – aulló mi prima mientras se corría enganchando un segundo orgasmo sin apenas haber terminado el que estaba disfrutando.

Mi prima en ese momento sacando mi polla del interior de su coño dejo que volcase sobre mí una hermosa cantidad de flujos que se acumulaban en su coño y que se derramo sobre mi polla. – Joder estoy alucinando – me susurro ella mientras veía como todo el flujo acumulado en su coño salía del mismo y se derramaba por mi entrepierna. – Necesito que te corras para mí – me susurro mi prima mientras ahora apoyando de nuevo sus manos en mis hombros y poniendo sus piernas flexionadas entorno a mi cadera veía como el cuerpo de mi prima ascendía y descendía engullendo por completo mi polla. – Esto es el paraíso – susurro mi prima. – Ya no puedo correrme más veces– me susurro mi prima. – Tu polla me ha colmado por completo – me susurro de nuevo mi prima. – ¿Queda sitio en tu estomago para una última corrida? – le pregunte a mi prima. – Eso siempre primo – me susurro ella mientras me descabalgaba por que ahora se disponía a engullir mi polla. – Vamos prima chúpamela – le pedí a mi prima mientras ahora me dejaba resbalar por el capo del coche y apoyando las piernas separadas en el suelo me preparaba para recibir a mi prima en mi polla.

Mi prima toco con su mano mi polla “hiper lubricada” por sus jugos. – Tu polla sabe a coño – me susurro mi prima mientras me daba la primera mamada. – A tu coño prima – le respondí yo mientras empezaba a clavar mi polla en su boca. – Dame polla, primo – me susurro mi prima. – Córrete en mi boca – me pidió mi prima mientras empezaba a mamármela como si le fuese la vida en ello y la boca de mi prima junto con su lengua me llevaron a correrme en su boca por fin dando por terminada aquella maravillosa sesión de sexo que había tenido con mi prima.

Me corrí en la boca de prima con el mayor de los placeres notando como esta al tiempo que mi polla escupía mi semen dentro de su boca mi prima absorbía todo lo que podía provocándome una sensación de lo más placentera al notar como incrementaba de sobremanera mi corrida al darle mayor velocidad a mi corrida al absorber y llevar mi corrida directamente a su estómago.

Mi prima termino de tragarse mi corrida y me miro sonriente mientras veía en la oscuridad como sus preciosos ojos llenos de alegría se clavaban en los míos. – Lo que me has dado hoy, nadie me lo había dado antes – me confeso ella. – Quiero besarte – le respondí. – Y yo quiero que lo hagas – me respondió ella poniéndose de pie justo delante de mí y esperando a que yo me acercase a ella. Besé a mi prima y me sentí cómodo, querido y deseado mientras tocaba aun su cuerpo desnudo. – Me encantan tus manos por todo mi cuerpo – me confeso ella.

Nos terminamos de arreglar y nos pusimos en marcha. No pude resistir la tentación todo el camino de tocar el cuerpo de mi prima que encantada me dejo que le metiese mano por todas las partes de su cuerpo.

Cuando llegamos a casa de la abuela eran cerca de las doce de la noche. – Primo acaba el dedo que me tienes muy cachonda – me susurro mi prima. – Lo acabamos si quieres en mi ducha – le susurre saliendo del coche. – Serás cabrón – me gruño ella saliendo por su puerta cachonda perdida sabiendo que me la llevaría donde quisiese. – Como que no te gusta que lo sea – le respondí yo. – Me estás haciendo mega adicto a ti cabrón pervertido – me susurro ella mientras nos encaminábamos a la puerta que daba a la cocina. – Es que quiero que seas mi zorra – le respondí yo abriendo la puerta. – Eso ya lo tienes – me susurro ella mientras al entrar los dos en la cocina nos encontrábamos con toda la familia cenando….