Primer encuentro con mi prima Gemma III
Vamos a la playa!!!
Después de sentir como mi mano se enroscaba a la cadera de Raquel tarde poco en quedarme dormido. Sentí en mi cara como el pelo de Raquel me recibía como una almohada y me elevaba a los brazos de Morfeo en un santiamén. No sin antes escuchar a mi prima susurrarme – Joder primo has dejado mi estomago lleno de ti – antes de cerrar los ojos.
No pude, y supongo que tampoco quise evitar soñar como tomaba a mi prima en mis sueños de mil maneras diferentes. Soñé como me clavaba sin piedad primero y luego con el mayor de los placeres entre las piernas de mi prima recorriendo la extensión de mi miembro todo el canal vaginal de mi prima. Lo sentía como el mayor de los placeres mientras de igual manera soñaba como en aquel polvo bestial de igual manera nos acompañaba en el mismo mi tía Laura, mi Tía Sofia y mi prima Isabel, a todas las folle sin piedad y me corrí sobre ellas llenándolas con mi corrida una vez tras otra sin casarme de poseerlas.
Creo que no pude amanecer mas cansado aquella mañana… Bueno mañana mas bien debido a la hora que nos acostamos cerca ya de medio dia… Eran las doce y media de la mañana cuando abrí los ojos y me encontré a mi mismo en la habitación de Raquel solo. Supuse que mi prima se había marchado a la playa, la cual de casa de mi abuela tan solo estaba a cien metros.
Me desperté desnudo tan solo cubierto por una fina sabana y siendo testigo del calor que inundaba la habitación. Busque con la mirada a Raquel esperando vanamente que aun se encontrase en la habitación o en el baño propio que tenía sin muchas esperanzas que fueron contrastadas momentos después.
Así fue como sin mas esperando un comienzo de dia diferente me vestí y me encaminé a la cocina a desayunar. En mi familia, en vacaciones el comienzo del dia era cuando cada uno elegia, sin prisas por levantarse o ir a la playa o hacer algo. Así que sin mas una vez que me desperté me encamine a la ducha de mi prima y después de pasar “por chapa y pintura” en una ducha que me devolvió a la vida cogí mi ropa y poniéndola en el cesto de la ropa sucia me encamine a mi habitación tapando “mis vergüenzas” con la toalla para tomar del armario un bañador, una camiseta, la toalla y unas chanclas tras cubrir mi cara por unas gafas de sol para ir a buscar a los miembros de mi familia o a alguno de mis amigos.
Tras una rápida visita a la cocina donde tome un vaso de leche fresquita y viendo que eran ya cerca de las doce y media de la mañana me encamine a la parte de atrás de la casa y salí directamente al paseo marítimo donde cruzando pise la ardiente arena de la playa empezando a buscar con la mirada mientras caminaba hacia el agua algún rostro conocido.
Cruce varias filas de sombrillas que se alineaban en frente del agua y comencé a caminar con las chanclas en la mano mientras me dirigía al lado contrario de la playa. – Sobrino, sobrino – oí de repente que decía alguien detrás de mi. Al girarme me encontré con mi tía Laura que con un precioso bikini salía del agua en mi búsqueda al verme andar por la playa buscandolas. – Estamos allí – me dijo mi tía señalando una enorme sombrilla rosa bajo la cual estaban las cosas de algunos miembros de la familia. – Anda que te acompaño – me dijo mi tía mientras veía como a través de las gafas de sol intentaba adivinar donde estaba exactamente la sombrilla.
– Anoche os dieron las mil, ¿no? – me pregunto mi tía socarrona mientras tomándome del brazo me llevaba hasta la sobrilla. – Ya me ha dicho Raquel que os acostasteis casi a las seis de la mañana – me dijo mi tía. – Que pena que una vieja como yo no tenga quien le haga compañía hasta esas horas – me confeso mi tía apenada. – Tita será un placer quedarme contigo esta noche – le confesé. – Pero que sobrino más “apañao” tengo – me dijo mi tía plantando un sonoro beso en mi mejilla mientras sentía como sus pezones arañaban mi pecho. – Siempre es un placer disfrutar de tu compañía – le dije mientras no podía apartar la mirada de las tetas de mi tía y sentía como mi polla al igual que yo empezaba a despertar. Mi tía sintió como mi miembro se iba irguiendo poco a poco pegado a su abdomen. – No hay mejor piropo sobrino – me dijo mi tía mutando en un instante su mirada de estar llena de ternura a volverse lujuriosa. – No puede haber mejor piropo – me susurro mientras sentía como doblando suavemente las rodillas la base de los senos de mi tía Laura descendía acariciando mi piel desde mi esternón hasta llegar a hacer contacto con la cabeza de mi polla. En ese momento sentí como un escalofrió recorría mi espalda y me quedaba al borde correrme.
Mi tía planto un beso en mi mejilla dejando allí sus labios apoyados. Una risotada general de algo que estaban hablando un grupo que teníamos al lado nos hizo volver a la realidad. – Por un momento parecía que estábamos solos – le susurre a mi tía. – Vaya – susurro ella. – Yo también lo he sentido así – me respondió mi tía mientras separaba sus labios de mi cara y giraba la cara para ver quienes se reían.
Mi tía, por un segundo más se quedó abrazándome mientras volvíamos a la realidad. – Anda pon la toalla en la arena – me susurro mientras terminaba de separarse de mi y cogiendo mi camiseta por los lados tiraba de la misma para sacármela por la cabeza… . Quedando en ese momento como siempre mas de catorce centímetros de miembro por encima del elástico del bañador. – ¡¡Madre mía!! – exclamo mi tía que con el mismo ímpetu que había tirado de la camisa hacia arrida volvió a bajarla mientras su cara enrojecía con la misma velocidad.
Mi tía estaba pasmada en ese momento y mirándome de soslayo a los ojos susurro – menuda bendición hijo mío – mientras sentía como la yema de sus dedos tapada por la camiseta rozaba el tronco de mi polla hasta ascender por el mismo y llegar a hacer contacto con mi glande. – Joder tita como me estas poniendo – le susurre en ese momento dejando caer mi cabeza en su hombro. – Hijo mío menuda tentación más sabrosa – me susurro mi tía. – Pues ya sabes que la tentación esta para caer en ella – le respondí yo a ella mientras sentía como la yema de su dedo corazón acariciaba sin parar mi glande. – Tita estoy en la gloria ahora mismo – le susurre. – Y yo contigo sobrino – me respondió ella resoplando supongo que presa del placer.
Yo ya dejándome llevar lleve mi mano al culo de mi tía y me di cuenta de lo durito que estaba al hacer mi mano contacto con el mismo. – Joder tita – gruñí mientras me apretaba contra ella. Mi tía en ese momento supongo que se percató donde estábamos, con quien y donde y recuperando en ese momento la cordura se separo de mi y mirando como una cazadora a todos lados al percatarse de que nadie nos miraba se separo lo justo de mi para extender con un movimiento rapidísimo mi toalla. – Vamos túmbate en la toalla – me susurro mi tía que azorada hizo por mantener la compostura como si toda la playa estuviese mirándonos.
Mi tía extendió la toalla y me invito a tumbarme. – Vamos sobri – me dijo volviendo a ponerse de pie a mi lado. – Túmbate y luego te quitas la camiseta – me susurro mi tía mirando a mi entrepierna sugiriendo que no montase un escandalo por mostrar mi empalme en público. Me tumbe siguiendo las indicaciones de mi tía boca abajo y doblando para atrás la espalda al mismo tiempo que me tumbaba me quite lo mas rápido que pude la camiseta y me quede tumbado boca abajo. – Creo que será bueno que te ponga crema – me dijo mi tía sentándose a horcajadas sobre mi culo. – Claro que si – le susurre mientras cruzando mis brazos delante de mi cara estos me servían como apoyo debajo de mi cabeza.
Mi tía se sentó apoyando su cadera sobre mi culo y en ese momento sentí como algo húmedo hacia contacto con la zona baja de mi espalda. – Tita – comencé a decir mientras me giraba. Mi tía me interrumpió y no me dejo continuar. – Sobri que una no es de piedra – me susurro mientras se levantaba y se sentaba de rodillas a mi lado para empezar a extenderme la fría crema por mis hombros. – La jodí – pensé al sentir como mi tía se alejaba de mi cuerpo. Mi tía empezó algo que en un principio parecía ser extenderme crema, pero poco a poco se fue convirtiendo en una sobada en toda regla a mi espalda. – Vamos a extender bien la crema para que no te quemes – me susurro mi tía mientras se acercaba a hablarme al oído y sus labios acariciaban la aletilla de mi oreja provocando que el erotismo del momento fuese pleno.
Mi tía continuo acariciando y poco a poco fue descendiendo por mi espalda hasta llegar a donde la misma pierde su nombre. – Uuuuum que ganas de morderlo – me susurro de nuevo mi tía. – A mi también me dan ganas de morder otras cosas – le respondí a mi tía mientras ahora llevando sus manos desde mi culo a mi cuello se inclinaba y su pecho se apoyaba en el lateral de mi nuca. – Joder tita que pollazo te daba ahora mismo – le susurre en una de esas veces en la que de nuevo acerco su cara a la mía. – No me digas eso que no respondo – me susurro ella. – Es que eso es lo que quiero tita – le susurre mientras me incorporaba y doblando las piernas me incorporaba para quedar sentado en la toalla. – Quiero que no puedas responder por tener toda mi polla clavada en tu garganta – le susurre mientras metía mi mano por debajo del bikini y tocaba directamente la enorme y preciosa teta izquierda de mi tía. – Uuuf sobrino que llevo mucho tiempo sin que me quieran bien – me susurro ella. – Eso es por que no me dejas que yo lo haga – le respondí viendo como la situación iba evolucionando y decantándose a mi favor. – Para lo enano que eres hay que ver la labia que tienes – me susurro ella. – La labia te la quiero demostrar de otra manera – le respondí yo en ese momento llevando mi mano disimuladamente a la entrepierna de mi tía y buscando su clítoris. – No aquí no – me dijo ella. – No hay nada que desee mas en este momento – le respondí mientras de nuevo llevaba mi mano a la braguita de su bikini y hacía que la parte superior interna de mi mano derecha recorriese el clítoris de mi tía desde la punta de mi pulgar hasta la muñeca. – La hostia sobrino – gruño mi tía en mi oído mientras mordía sensualmente el lóbulo de mi oreja. – Si sigues así, así, así – empezó a tartajear mi tía mientras resoplaba en mi cuello. – Si sigo así, ¿te vas a correr tita? – le dije mientras aumentaba suavemente la presión en su clítoris. – Si cabrón – me gruño ella mientras agarrando su mano con la mía mi tía temblaba de placer con mi mano clavada en su coño.
Tras dejar de temblar mi tía me miro con los ojos redondos y satisfecha de placer. – No se como hemos llegado a esto – me susurro justo antes de darme un pico. – Pero en cuanto pueda te resarciré – me dijo mientras se separaba de mí. – Ponte en tetas tita – le pedí mientras aún no había terminado de separarse de mí. – Como desees – me susurro mientras llevando su mano derecha a la parte de atrás del bikini lo desbrochaba. – ¿Te gusta lo que ves? – me dijo mi tía mientras se echaba suavemente hacia atrás y al tiempo que extendía las piernas y sus gemelos hacían contacto directo con mi polla mientras las tetas de mi tía se me ofrecían preciosas y deliciosas. – Me encantan – le respondí mientras dejando escurrir mi mano entre mis piernas y su cadera de nuevo volvía a atacar el mojado coñito de mi tía. – No me puedo creer que de nuevo vuelvas al ataque – me susurro. – No pienso parar – le susurre mientras en un hábil gesto mi tía se apartaba la braguita del bikini y me daba acceso completo a su vagina.
Mi tía me miraba contenida y en su mirada sentía como quería gritar de placer, pero aparte de la sombrilla y de nuestros cuerpos nada evitaba el estar rodeados de personas en una playa abarrotada de gente. – Sobri, sobri, sobriiiiiiiiiiii – me dijo mi tía contenida mientras me invitaba a bajar el ritmo de la paja que le estaba haciendo. Yo por supuesto no le hice el menor caso y continúe atacando su delicioso y encharcado coño al que empecé a follar con dos dedos de arriba a abajo mientras mi tía me miraba ojiplática. – Nada me gustaría mas ahora mismo que poner mi polla entre tus dos tetas y correrme sobre tu cara T_I_T_A – le susurre remarcando el parentesco familiar y aquello fue el acicate que necesitaba mi tía para mirándome elevar ella su cadera y dejando mi mano quieta entre sus piernas ser ella la que se clavase mis dedos todo lo que pudo en el fondo de su coño y de nuevo correrse para mi.
– No me puedo creer lo que acabamos de hacer – me susurro mi tía cuando de nuevo disfruto del final de su segundo orgasmo mientras aún tenía mis dedos clavados dentro de su coño. – Pues a mi me ha encantado – le susurre mientras sacaba mis dedos del interior de su coño. – Y esto me va a encantar más – le susurre mientras me llevaba los dedos llenos de sus fluidos a mi boca y saboreaba su deliciosa esencia mientras ella me miraba sobrexcitada. – Me encanta tu sabor – le dije mientras no apartaba su mirada de la mía. – La próxima vez la quiero directamente en mi boca – le susurre mientras ella se sorprendía de nuevo y así sabría si habría más oportunidades. – Me encantara que así sea – me respondió ella mientras apoyaba sus pechos en mi antebrazo y al sentir de nuevo la redondez de los mismos me estremecía de placer tanto por sentirlos como por saber que habría más veces para disfrutar del cuerpo de mi tia. – Esto de todas maneras ha sido una locura que ni siquiera sé cómo ha empezado – me susurro ella. – Ni yo tampoco, pero estoy encantado de que haya sucedido – le confesé.
Por un momento nos quedamos en silencio y cuando mi tía vio como mi tía Sofia se acercaba a nosotros se separo de mi alejando sus piernas de las mías para disimular. – No me olvido de la que te debo – me susurro mi tía mientras se giraba para hablar con mi otra tía.
Mi tía Sofia al verme se sorprendió gratamente de verme. – ¡¡¡Hombre sobrino!!! – me dijo con una voz llena de alegría mientras se acercaba y me daba un cariñoso beso y único beso en la mejilla muy cerca de mis labios. – Anoche trasnochaste, ¿no? – me pregunto mientras su mano descendía desde mi pecho hasta el elástico de mi bañador. – Menos mal que se me ha bajado la empalmada que llevaba – pensé mientras sentía como la punta de sus dedos separaba el elástico del bañador de mi piel levemente. Creo que si llegamos a estar solos la escena hubiese sido diferente, pero por desgracia para ella mi tía Laura recién corrida por mi estaba detrás de nosotros guardando algo en el bolso de playa. – Cariño ya que estas aquí Montero y yo vamos a bañarnos – le dijo mi tía Laura a mi tía Sofia mientras extendía su mano para tomar la mía y llevarme al agua.
De la mano con mi tía en tetas caminamos los dos al agua mientras íbamos esquivando sombrillas, toallas, gente y demás obstáculos. – Voy acompañada por el hombre mas guapo de la familia y de la playa – me susurro mi tía mientras ya llegábamos al agua y nos metíamos dentro. – Es fácil serlo entre tanta belleza – le respondí yo. – No te prives de nada, ¿me entiendes? – me pregunto mi tía de repente. Yo la mire sin entender. – Veras en esta familia todos los hombres salvo tu son una panda de gañanes – me susurro mi tía mientras seguíamos internándonos en el agua. – Aparte de pichas cortas y alcohólicos no valen para nada – me continúo contando mi tía mientras ahora pegaba con todo el descaro del mundo sus tetas a mi costado.
– Tu – me dijo mi tía ahora rozando todo su pecho por mi costado y poniéndose delante de mi a fin de que me quedase lo mas claro posible lo que me iba a decir continuó hablando tras una breve pausa en la que se aseguro de que toda mi atención estaba en ella. – Eres el único que aparte de ser educado, eres guapo e inteligente, muy, muy inteligente – me dijo remarcando aquella descripción. – Y todas las mujeres de esta familia estamos deseosas de tener a alguien como tu a nuestro lado – me confeso mi tía. – No soy tonta y se que todas ya estamos desencantadas de todos los hombres que nos rodean salvo tu – dijo mi tía antes de quedarse en silencio al pasar una persona muy cerca nosotros. – Por eso estoy segura de que muchas de nosotras “te buscaremos” a la menor oportunidad – termino de decirme mi tía esperando que hubiese quedado lo suficientemente claro. – Si tú lo dices – fue mi respuesta. – Fóllanos a todas – me susurro mi tía al oído mientras al ponerse a mi lado de nuevo sentí como sus pezones rozaban mi piel haciendo que irremediablemente empezase a empalmarme de nuevo. – Tita se me está poniendo la polla dura – le gruñí yo mientras tomándola de la mano nos internábamos mas en el mar hasta que llego a cubrirnos por el pecho. – Tita mira como me estas poniendo la polla – le susurre mientras llevaba ahora su mano dentro de mi bañador. – Dios santo de mi vida – me susurro mi tía mientras sentía como su mano enroscaba por mi polla.
Mi tía comenzó a pajearme suavemente mientras sentía como su pulgar jugueteaba con mi glande. – Tita sigue, sigue – fue lo único que alcance a decir mientras sentía como mi tía me hacia la mejor paja que me habían hecho en mi vida. – Tita quiero joderte – le susurre mientras me pegaba a ella y ella tomando mis manos las llevaba a sus pechos. – Tócamelas – me susurro mi tía mientras me invitaba a hartarme de tetas. – Hártate de teta sobrino – me dijo mi tía mientras veía como debajo del agua mi tía llevaba su mano a su entrepierna y siendo consciente de que la estaba viendo mi tía clavaba su mirada en la mía. – Si no te importa me voy a hacer un dedito mientras masturbo tu enorme, enorme polla – me susurro ella empezando a frotarse para mi su clítoris. – Si tita, pero quiero ver como mi corrida baña tus tetas – gemí. – Quiero que me saborees no que se pierda en el mar – le susurre mientras paraba su mano. – Quiero ver cómo me corro después de que lo hagas tú y bañarte tita – le dije mientras mi mano parando la suya esta hacia el intento de seguir con la paja.
Mi tía cuando vio que no me conformaba y que realmente quería correrme sobre sus tetas después de ver una vez mas como ella se corría para mí. – Vaya, sobrino, eres un guarrete – me dijo ella. – Y tu una puta, tita – le respondí yo saliéndome del alma la respuesta y pensando que en ese momento me cruzaría la cara y se acabaría todo. – Una puta, no lo sé – me dijo en un primer momento. – Ser tu puta, ni lo dudes – me respondió ella.
Mi tía y yo nos quedamos un rato en el agua en el que seguí toqueteando a mi tía mientras le contaba como iba a correrme sobre ella y se iba a deleitar con mi corrida hasta que finalmente mi tía de nuevo se corrió para mí. Luego, ella, algo más tranquila, trazamos el plan para seguir donde lo habíamos dejado. Yo estaba empeñado en bañar sus tetas con mi corrida y mi tía estaba encantada de que lo hiciese.
Mi tía se salió de la playa y llegando de nuevo a la altura de la sombrilla se secó rápidamente mientras salía de la playa y de la vista de todos alegando que se iba a poner a preparar la comida. Tras nos cinco minutos yo de igual manera también me salí del agua y me encaminé a la sombrilla alegando de igual manera que necesitaba pasar al baño y tomando mi toalla desaparecí en dirección de casa de la abuela.
Caminé lo más rápido que pude los metros que me separaban del paseo marítimo a fin de cruzarlo para entrar en la casa. Una vez que estuve en el jardín lo cruce raudo a fin de llegar a la cocina principal de la casa donde pensé que encontraría a mi tía. Cosa que no fue así.
Me puse a pensar donde podía estar mi tía y en ese momento pensé que a lo mejor estaba en mi habitación a la que me dirigí como el rayo abriendo la puerta de la misma de la manera mas sigilosa que pude. Una vez miré por la habitación vi que no… De nuevo chafado pensé en que estaría en su habitación y de igual manera volviendo sobre mis pasos cruce al otro lado de la casa para llegar a su habitación.
Al llegar a la puerta de la habitación de mi tía pensé en entrar y pillarla por sorpresa mientras me lanzaba a por ella ya que oí ruidos dentro de la misma pero por suerte me detuve en la entrada de la habitación sin abrir y por resquicio de la misma me asome para verla. Me acojoné de sobre manera en ese momento y di gracias al cielo por no abrir la puerta de par en par o entrar en bolas con la polla en ristre como había pensado en un primer momento.
Tras la puerta de la habitación al lado de la cama permanecía mi tía de pie y en tetas preciosa mientras detrás de ella estaba el borracho de su marido que le estaba empezando a sobar el culo con todo el descaro del mundo. – Vamos cariño – le susurraba mi tío. – Tu madre ha salido a comprar el pan – le suplicaba el gañan mientras tiraba de la braguita del bikini hacia abajo. – Que no, que ya están por llegar todos – le susurraba mi tía. – Venga una paja rápida – le continuaba suplicando el putero de mi tío. En ese momento la mirada de mi tía y la mía se cruzaron. – Vamos – le susurre gesticulando haciendo que ella me entendiese por completo.
Mi tía me sonrió y en ese momento me percate de que la idea pervertida que fuese había germinado en su mente y la iba a desarrollar para mi. – Esta bien – le susurro mi tía. – Cómeme el culo mientras te tocas – le susurro mi tía mientras giraba su cuerpo y se ponía directamente mirando hacia mi mientras mi tío se hincaba de rodillas detrás de mi tía.
En ese momento vi como las manos de mi tía empujaban a mi tío hasta hacerlo hincar en el suelo mientras mi tía doblaba su torso y separando los cachetes de su culo le daba vía libre a la lengua de mi tío para que jugase con el agujerito de su culo. – Vamos cabrón cómeme el culo – le susurro mi tía mientras clavaba su mirada en la mía. – Esta bien – se le oyó hablar a este mientras hundía su cara entre los cachetes del culo de mi tía. – Date prisa antes de que venga nadie – le susurro mi tía mientras veía como de igual manera la mano de mi tía iba directa a su coñito. – Vaya, si que estás mojada por aquí abajo – le susurro este cuando empezó a comerse el culo de mi tía. – Si, es que estoy muy necesitada – le respondió mi tía mientras de igual manera no apartaba su mirada de la mía. – Cómeme el culo que quiero correrme – le susurro mi tía mientras llevaba su mano a coger la coronilla de mi tío para así empujar su cabeza contra su culo. – Vamos pajéate – le susurro no se si a él o a mí o a los dos.
Yo estaba como mero observador de la escena y a pesar de que mi tía me estaba pidiendo que me tocase mientras me miraba a los ojos susurraba sin parar – Vamos pajéate, pajéate – susurraba sin parar.
Yo tan solo me baje el bañador dejando a la vista de mi tía mi enorme polla dura a su vista haciendo que poco después mi tía se corriese, mirando mi polla, en la boca de su marido.
No había pasado ni un minuto de reloj cuando empezamos a oír tanto mi tía como yo los gemidos de mi tío que sin remedio se corría en las pantorrillas de mi tía. – Joder que bueno – susurro mi tío mientras veía como por los gestos que hacia se estaba corriendo. – Lo has disfrutado ¿eh putilla? – le dijo mi tío mientras veía como se guardaba su pequeño rabo en los pantalones. – No me llames puta, ni putilla – le exhorto mi tía. – Putas las que vas a buscar en tus borracheras – le escupió mi tía. – Joder Laura por lo menos ellas me tratan bien – le respondió mi tío. – Pues vete con ellas que estoy harta de …. – decidí que en ese momento lo mejor era largarme e irme a mi habitación. Así que volviendo sobre mis pasos desaparecí de la puerta de la habitación de mi tía.
Entre en mi habitación y mientras miraba por la ventana oí unos pasos ligeros que pasaban por el corredor y bajaban al piso de abajo para abriendo la puerta de entrada de la casa ver por la ventana de mi habitación como mi tío desaparecía subiéndose a su coche.
Poco después la puerta de mi habitación se abrió. Mi tía entro en mi habitación y cerrando la puerta vi que no paraba de llorar. – Se va para siempre dice – me susurro mi tía mientras buscaba en mi consuelo viniendo a abrazarme. En ese momento mi empalmada desapareció por completo. – Lo siento tita – le susurre mientras la abrazaba. – Yo no – me respondió ella. – Llevo mucho tiempo esperando que se vaya con sus putas y sus borracheras – me susurro a continuación clavando mi mirada en ese momento. – Espero que nunca pruebes el alcohol – me dijo mi tía mientras acariciaba suavemente con su mano el dorso de mi cara. – Ya lo he probado y no me gusta nada – le respondí yo en ese momento. – Sigue siempre siendo así de bonito cariño – me susurro mi tía justo antes de unir mis labios con los suyos.
Los labios de mi tía y los míos se unieron mientras sentía como la lengua de mi tía se abría paso en mi boca y la punta de la lengua de mi tía empezaba a jugar con la mía. – Desnúdate cariño quiero hacerte sentir hombre – me dijo mientras ella misma se había desabotonado el vestido que llevaba puesto de una pieza y dejándolo caer el suelo mi tía se mostraba ante mi completamente desnuda.
Me quede sorprendido viendo como mi tía se mostraba completamente desnuda ante mí. Sus preciosos y redondos ojos escudriñaban mi cara esperando adivinar que estaba pasando por mi cabeza. – Eres preciosa tía – le susurre como si toda aquella situación fuese el jarrón de cristal mas delicado del mundo y temiese que se fuese a romper en cualquier momento. – Ya te lo he dicho antes sobrino – me susurro mi tía con el mismo tono. – Lo mas bonito del mundo lo tengo yo ahora delante de mí – me dijo mi tía antes de volver a besarme y sentir como de igual manera las manos de mi tía a tientas deshacían el nudo de mi bañador para dejarlo resbalar por mis piernas. – Eres un cielo y quiero que siempre lo seas – me susurro mi tía mientras de igual manera me quitaba la camiseta que llevaba puesta.
En aquel momento fue la primera vez que vi desnuda ante mí, ofreciéndose por completo a mi disposición a mi tía. Preciosa como digo. Allí estaba mi tía para mi dejándome ver su piel morena, su pelo rubio a la altura de su mentón que golpeaba grácilmente en su barbilla, sus preciosos ojos verdes, su precioso y largo cuello que estilizaba y armonizaba toda su figura. Seguí bajando mi mirada y me recreé en sus preciosos y grandes senos, de igual manera morenos y con unos pezones grandes como una galleta fontaneda marrones, enmarcando unos pezones de algo más de un centímetro que ahora eran palpados por mis manos, un abdomen plano y precioso que llevaba a ver una vagina preciosa, cerradita que apenas mostraba sus labios mayores.
Mi tía me miraba y se excitaba viendo como yo con la mayor de las parsimonias recorría su cuerpo. – No quiero olvidarte nunca – le susurre indicándole que nunca querría que despareciese de mi mente una imagen perfeta de todo su cuerpo. – No quiero que lo hagas – me respondió ella. – Cada vez que quieras “verme” solo deberás pedírmelo – me respondió ella dejándome claro que a partir de ese momento la podría ver desnuda cuantas veces quisiese. – No sabes lo feliz que me haces – le respondí yo en ese momento pletórico por saber que a partir de ese momento la podría ver desnuda cada vez que quisiese. – Feliz es como quiero que seas a partir de ahora cada dia – me respondió ella llevando en ese momento mis manos a sus glúteos.
La mirada de mi tía estaba clavada en la mía. – Tómame – me susurro mi tía. – Haz conmigo lo que quieras – me suplico en ese momento ofreciéndose a mí en una entrega total.
Yo en ese momento deslice mi mano de las nalgas de mi tía hacia el interior de los cachetes del culo de mi tía. – Quiero hacerte disfrutar tita – le susurre antes de volver a besarla. – Quiero que no te arrepientas de esto en la vida – le confesé. – Jamás me arrepentiré de estar tan cerca de ti – me susurro ella mientras seguía sintiendo como mis manos iban separando sus nalgas y como mis manos como si te tratasen de dos entes diferentes se dirigían a su coño y a su culo de manera independiente.
Mi mano izquierda fue directa al anito de mi tía y lo empezó a puntear con el dedo índice. – Espera – me susurro mi tía. – Déjame ayudarte – me susurro mientras tomando mi mano la llevaba a su boca y mi tía se introducía en su boca mis dedos salvo el pulgar y los llenaba de saliva. – Así te será más fácil – me susurro ella mientras sentía como su lengua impregnaba de saliva mis dedos.
Mi tía me miraba con autentica expectación y excitación en ese momento mientras yo apoyando mi cuerpo en su costado quedaba a su lado al tiempo que tanto mi mano derecha como izquierda empezaban a penetrar los distintos orificios de su cuerpo. – Uuuuuuuum fóllame sobrino – me gruño mi tía mientras yo me encorvaba y quedando mi boca a la altura de los pezones de mi tía empezaba a comérmelos al tiempo que mi dedo corazón penetraba por el culito de mi tía y mis dedos corazón e índice de mi mano derecha empezaban a follarse el coñito de mi tía. – Dale caña a tu putita sobrino – me gruño mi tía mientras empezaba a sentir como profanaba su cuerpo sin piedad. – Jódeme sobrino – volvió a decir entre dientes mi tía mientras se encorvaba por el placer producido. – Solo tu me puedes llamar puta – me volvió a decir mientras su mano izquierda girando su pecho desde el lado ponía a mi disposición el otro pezón para que también pudiese disfrutar del mismo. – Solo mi cuerpo pertenece a ti y será tuyo cuando quieras – me dijo mientras su flujo proveniente de su delicioso coñito empezaba a brotar de su interior y a correr pierna abajo. – Mira como pones a tu puta – gimió mi tía para mi mientras aun permanecíamos los dos de pie al lado de la cama. – Sigue sobrino, sigue – me volvió a hablar mi tía mientras su cuerpo se sacudía por el placer provocado.
– Tita, ¿te pone cachonda saber que tu sobrino te esta tocando? – le pregunte a mi tía. – Me pones cachonda tu, y saber que soy enteramente tuya – me respondió ella. – Y desde este momento soy solo para ti – me respondió ella mientras en ese momento mi tía directamente se meaba de placer mientras se corría para mí. – Uuuuffff sobri que bueno – me susurro ella mientras poniendo sus manos sobre las mías me hacia parar. – Dame un segundo cariño – me susurro mi tía en un tono de lo mas cariñoso. – Soy tuya, pero si sigues así me vas a matar de placer – me respondió ella mientras me miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
Pare como me pidió ella, pero no por ello me aparte de ella. En ese momento el teléfono nos sacó de nuestra ensoñación. Mi tía me miro y me susurro – Debo responder – mientras se separaba ella de mi suavemente y se doblaba sobre sus piernas para buscar en el vestido arrugado su pequeño teléfono de concha.
Mi tía busco el móvil mientras revolvía el vestido que hacía unos minutos había caído a sus pies al mostrarse por primera vez completamente desnuda ante mí. Mi tía cogió el teléfono y abriéndolo respondió a la llamada. – Hola Sofia cariño dime – dijo mi tía mientras clavaba mi mirada en ella. – Si, si – empezó a hablar mi tía con ella. – Si Montero esta en la habitación duchándose. – Aaah vale yo le digo si quiere ir ahora – respondió mi tía indicándome que habían decidido comer en otro lado y por lo tanto la casa quedaba a nuestra disposición.
La conversación poco a poco fue derivando en que mi tía hablaría conmigo y de ahí derivo a los cotilleos y “cosas de mayores” de las que nosotros nunca deberíamos saber nada. Ya habían pasado como cinco minutos y mi tía ahora estaba desnuda sentada en mi cama hablando con mi tía mientras yo de pie me sentía cada vez más ridículo en aquella situación.
Dudando poco a poco me fui acercando a mi tía y mientras perdía mi mirada en la forma de las maravillosas tetas de mi tía me coloque justo delante de ella. Mi tía me miro por un momento mientras estaba completamente abstraída en la conversación con mi tía y su rostro muto a completa sorpresa una vez que mi mano se poso en su rodilla cruzada y la invito a separar sus piernas.
Como digo la cara de mi tía cambio a la de una sorpresa total y entre sorprendida y excitada cedió separando sus piernas. – Tita, ¿nunca te han comido el coño mientras hablas por teléfono? – le susurre mientras ella tapaba el teléfono por el lado del micrófono. Ella negó con la cabeza y me miro ojiplática. – Pues hoy es el dia en el que cambiaras la respuesta a esa pregunta – le susurre mientras ella completamente sorprendida veía como yo descendía entre sus piernas y descendiendo dejaba mi boca a la altura de su coño el cual empezaba a comer con autentica voracidad.
Mi tía ahogo sus gemidos de placer mientras al otro lado del teléfono se podía oír perfectamente a mi tía Sofia – Lau, Laura, ¿Laura? – decía mi tía pensando que se había cortado la llamada. – Haz todo lo posible por qué no cuelgue – le susurre yo mientras cambia mi lengua en su coño por la penetración de mi dedo corazón e índice dentro follando su precioso coño. – Quiero ver como estallas – le susurre al tiempo que retomaba de igual manera la penetración de mis dedos en su culo. – Joo, joder – susurro mi tía cuando sintió como mis dedos la penetraban a la par por ambos orificios.
Vi como la mirada de mi tía se debatía entre cortar la llamada y disfrutar del morbo de estar siendo masturbada por su sobrino mientras hablaba por teléfono con su hermana.
Mi tía se decidió a seguir con la llamada a pesar de que en ese momento mi tía hizo que la conversación estuve en un punto de inflexión de acabar preguntándole por no sé qué cosa. Mi tía Sofia de nuevo arranco su perorata y se arranco a hablar con mi tía que estaba sufriendo el nivel del morbo de la situación y con mi ataque a doble banda a su coño y a su culo notaba cada vez más cerca un brutal orgasmo. Sabiendo que estábamos solos en la casa y que nadie podría oírnos la mente de mi tía divagaba en cómo podría disfrutar y poniendo a mi tía, su hermana en espera su llamada mi tía finalmente se dejo llevar en un grito gutural que llevo a arañar con el mayor de los placeres el suyo propio resonando en toda la casa desde lo más profundo de su ser. – Diooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooos – se oyó por toda la casa mientras mi tía me regaba por completo desde mi cara a mi pecho de su corrida que abandono su cuerpo con una fuerza impresionante supongo que testigo del brutal orgasmo que se había desatado en su cuerpo acompañado de temblores de su cuerpo, espasmos e incoherencias que no llegue a entender.
Mi tía se quedo unos treinta segundos disfrutando de su orgasmo y una vez hubo recuperado el aliento retomo la llamada de mi tía mientras yo no me despegaba de su coñito que me seguí follando ahora lentamente con mis dedos y mi lengua mientras mi tía se había tumbado en la cama y ahora con la cabeza apoyada en la almohada me invitaba a tumbarme con ella. – Si cariño ya he sacado todo lo que tenía que “sacar” – dijo mi tía con todo el doble sentido del mundo. – Si ahora me voy a comer un buen “trozo de carne” – dijo de nuevo mientras su mano tomaba mi polla. – Ahora me voy a dedicar a mi – me susurro de nuevo mientras con los ojos devoraba mi polla. – Lo vas a hacer ya – le susurre yo en el oído contrario al que tenia puesto el móvil y en ese momento me senté justo por debajo de las tetas de mi tía y agarrando ambas presione mi polla entre ellas disfrutando de su canalillo mientras deslizaba mi polla entre aquellas dos maravillosas ubres.
Mi tía seguía hablando con mi otra tía mientras disfrutaba cada vez mas del momento. – Si creo que voy a hacer una locura y me voy a “follar” la dieta – dijo mi tía. La otra al oír la palabra “follar” supongo que debió decirle que era una bruta o algo por el estilo y mi tía le respondió en ese momento. – Estoy harta de pasar hambre – con todo el doble sentido del mundo. – Estoy harta de cumplir siempre con todas las normas y ahora ya voy a hacer lo que me apetece hacer – respondió mi tía con todo el doble sentido del mundo.
Yo ya no aguantaba mas tanto doble sentido y en ese momento sin que se pudiese oír por teléfono lo mas silenciosamente que pude me ergi sobre el cuerpo de mi tía y puse mi polla a la altura de su boca. – ¿Te importa darme un segundo? – dijo mi tía a Sofia al otro lado del teléfono. – Estoy viendo algo “delicioso” que no me aguanto mas de probarlo – susurro mi tía con una voz ronca de gata en celo que no le dejo mas salida a mi tía Sofia que decirle que si.
En aquel momento mi tía tomándome de la cadera me empujo suavemente hacia ella y sentí como la mitad de mi polla se hundía en la boca de mi tía llenándome de placer como nunca antes había sentido. – ¡Joder, pero que gusto! – mascullé cuando hundí por cuarta vez mi polla en la boca de mi tía. Ella sonriendo retomo la llamada de mi tía y le susurro – Cariño, ¡No sabes el dulce que me he encontrado! – le susurro mi tía mientras se tomaba su tiempo para de nuevo saborear mi polla. – Si, si, el próximo lo comparto contigo, ¡Claro! – le respondió mi tía mientras me la volvía a comer por segunda vez y mi tía sentía como su respuesta al pensar en compartirme con las dos hacia que mi polla saltase de la excitación. – Si, si, la verdad es que veo muy posible que la próxima vez lo podamos “compartir” – le respondió de nuevo mi tía viendo que la idea a mi me excitaba. Mi tía, continuo poco mas hablando con mi tía quien se despidió de ella con cierto “retintín” diciéndole a mi tía que disfrutase del dulce que se estaba “comiendo” y que desde luego la próxima vez avisase colgando a continuación la llamada.
En cuanto mi tía colgó la llamada se lanzo a devorar mi polla. – Sobrino pervertido – decía según se sacaba mi polla de la boca. – Mira las cosas que me has hecho decirle a tu tía – continuaba chupando para volver a decirme. – No sabes lo cachonda que estoy ahora mismo – aullaba mientras ella misma se estaba clavando tres dedos dentro de su coño. – Joder esto no me sirve ya ni, para empezar – se dijo así misma dándose cuenta que con la excitación que tenia y la polla que estaba mamando la penetración no la satisfacía lo mas mínimo.
– Si sientes ganas de correrte me lo dices – me advirtió mientras me hacia tumbarme en la cama boca arriba y ella se subía a horcajadas sobre mí. – Voy a follarte – me susurro mi tía mientras habiendo elevado su cadera y tomando mi polla con su mano derecha mi tía se había enfilado mi polla a su coño y ya se había clavado los primeros diez centímetros dentro de su coño. – ¡Coño!, que bien entra tu polla en mi coño – susurro ella sintiendo como mi polla reptaba dentro de ella. – Ya te digo tita – le respondí yo sintiéndome lleno de placer clavando mi polla dentro del coño de mi tía. – Estas muy abierta tita – le gruñí yo mientras de igual manera acompañando el movimiento de bajada de mi tía yo empujaba mi cadera hacia ella de igual manera y hundía mi polla también dentro de ella. – Eso es por todas las veces que me he corrido de gusto contigo sobrinoooooooooooooooooooooooo – aulló mi tía corriéndose de nuevo para mí. – Joder tenemos que comprar condones – gruño mi tía al terminar su orgasmo y retomar suavemente la follada que nos estábamos dando. – La próxima vez quiero sentir como tu polla explota dentro de mi coño – me susurro mi tía. – En cuanto pueda lo hago tita – le susurre yo hundiendo más mi polla dentro de ella. – Tu polla es deliciosa sobrino – me susurro mi tía continuando una suave cabalgada de mi polla.
Mi tía parecía que tenia una idea en la cabeza. – Sobrino necesito sentir como tu polla revienta dentro de mi cuerpo – me susurro mi tía. – Creo que hay algo que podemos hacer – me dijo mientras sensualmente se mordía el labio inferior y me miraba. – Espera un momento – me dijo mi tía saltando de la cama y desapareciendo desnuda como estaba de la habitación.
Pasaron por lo menos un par de minutos hasta que mi tía volvió a aparecer de nuevo en la habitación. Venia con un plato en el que no se porque iluso de mi pensé que traería comida. Mi tía se acerco a mi y se percato de que mi polla ya no estaba dura si no morcillona y sintiendo como su deseo de ser follada iba en aumento decidió poner toda la carne en el asador. Yo continuaba tumbado en la cama cuando mi tía se sentó a mi lado y poniendo el plato en la mesita de noche me di cuenta de que este estaba lleno de aceite.
Yo la mire sin entender. Ella viendo mi mirada me comenzó a decir – Ya sabes que cuando tu pene penetra mi vagina esta lubrica y ayuda a que me folles sin problema – empezó a relatar ella esperando a que yo asintiese entendiendo su explicación. – Pero mi culo no lubrica nada – me susurro ella dándome a entender para que íbamos a usar el aceite y haciendo que ya en ese momento mi polla de nuevo se volviese a poner dura como una piedra. – Voy a …. – susurre. – Si vas a joderte mi culo cabrón – me susurro mi tía mientras llevaba el plato de aceite a dejar verter parte del mismo sobre mi polla. – Uuuuum que polla mas hermosa va a profanar mi culo – me dijo mi tía. – Y no te imaginas las ganas que tengo – le respondí yo lleno de gozo al saber que por fin la iba a “meter en caliente”.
Mi tía embadurno mi polla de aceite y luego ella colocándose a cuatro patas sobre la cama me invito a que fuese yo ahora el que jugando con mis dedos empezase al mismo tiempo a follarme y dilatar su culo para por fin poder clavar mi polla en el culo de mi tía. – La tienes enorme por lo que debes dilatarlo mucho – me susurro ella a fin de que fuese paciente y no le desgarrase el ano a pollazos.
Puse toda mi atención en empezar a follarme con un dedo lleno de aceite el culo de mi tía mientras le iba hablando. – Ojalá estuviese aquí la tía Sofia – le susurre a mi tía. – Entre los dos seguro que abríamos este culo en un santiamén – le susurraba yo a mi tía. – Ella esta tanto o más necesitada que yo – me respondió mi tía. – En cuanto sepa la polla que te gastas te la va a estar comiendo en un santiamén – me confeso mi tía. – ¿Se lo vas a contar tu? – le pregunte a mi tía viendo como su coño empezaba a mojarse dándome pruebas para saber que a mi tía aquella situación le excitaba sobremanera. – Si tu lo quieres así lo hare y entre las dos te follaremos – me contesto mi tía. – Quiero que lo hagas puta – le dije mientras mi segunda falange penetraba el culo de mi tía. – Diooooooooos – aulló mi tía. – Te follaremos entre las dos – me susurro mi tía. – Me encanta la idea le respondí. – Tus dos tías putas para satisfacer tu enorme polla – me aulló mi tía. – ¿Te comerás su coñito para que me lo folle yo? – le pregunte a mi tía. – Si así lo quieres lo hare – me respondió ella. – Llámala – le ordene cegado en ese momento por la lujuria.
Mi tía no dudo un instante y tomando el teléfono se tumbo boca arriba dejando su cadera al borde la cama, a mi de rodillas en el suelo y su culo al aire para que pudiese seguir follándolo con mis dedos. – Recuerda que deben ser tres dedos – me dijo ella no dándose cuenta de que mi tía Sofia ya había descolgado el teléfono y la había oído. – ¿Tres dedos de qué? – pregunto la otra desconcertada. – De nata hermana – le respondió esta lo más rápido que pudo. – Estaba hablando con Montero de nata y leche – respondió mi tía con todo el doble sentido del mundo. – Uuuuuuuum una tarta, ¡que ganas! – respondió Sofia con todas las ganas de dulce. – ¿Qué te parece un sándwich de nata? – le pregunto mi tía mientras sentía como la tercera falange. – ¡Me encantan los sándwiches de nata! – le respondió esta con la mayor de las ilusiones. – Este no lo olvidaras en la vida – le respondió Laura mientras clavaba su mirada en la mía y ya sentía como gracias al aceite mi dedo corazón, índice y anular la penetraban por completo.
En ese momento mi tía se incorporo de la cama y fue al baño llevándome con ella de la mano. Al entrar al mismo me pregunte por que querría que yo la acompañase hasta que se quedo delante del lavabo y a través del reflejo en el espejo mi tía clavo su mirada en la mía. – Tómalo – me dijo mientras con su dedo tapaba el micrófono del teléfono móvil.
Mi tía con la mano que le quedaba libre se agarro al lavabo y se preparo para la experiencia que le esperaba. – Voy a tomarme mi primera entrada – dijo Laura mientras seguía hablando con mi tía Sofia y separando levemente sus piernas me invitaba a clavarme dentro de ella. – Si cariño, si – le dijo mi tía Laura a Sofia mientras guiaba mi polla a la entrada de su culo. – Solo quería saber cómo ibais – le pregunto mi tía para saber como iban ellos de tiempo y los que les quedaba para volver a la casa. Mi tía Sofia extrañada le respondió que aun estaban en el primer plato y que si necesitaba algo respondiendo mi tía con una negación.
Al colgar la llamada mi tía mi miro de nuevo por el reflejo del espejo y sintiendo como ya mi glande la había profanado se empezó a mover hacia atrás. – La quiero toda dentro – me gruño mi tía mientras nuestras miradas se clavaban en la del otro a través del espejo. – Me encanta sentirte – me susurro mi tía mientras se clavaba grácilmente cada centímetro de mi miembro en su recto.
Cuando ya mas de la mitad de mi miembro profanaba sin problemas el culo de mi tía fue ella la que dejo de moverse. Y ahora girando su cara y mirándome directamente a los ojos me exhorto a follarla. – Vamos sobrino fóllame – me dijo mientras me besaba.
Yo sin dejar de besarla empecé a follarla igual de lentamente que lo había estado haciendo ella. Seguí con el mismo ritmo y cuando mi polla por fin se clavo por completo dentro de ella empecé a follarla agarrándome a sus preciosas tetas como si no hubiese un mañana. – Uuuum que delicia de tetas tienes – le susurre mientras me clavaba en su culo. – Tócate para mi tita – le susurre. – Quiero sentir tus dedos tocando tu coñito mientras me clavo en tu culo por favor – le pedí. – Ordénaselo a tu puta – me respondió ella. – Zorra – le respondí en un primer momento quedándome sin aire para seguir hablando por la tremenda follada que nos estábamos dando. – Zorra quiero que te toques el coño mientras me clavo en tu culo – le gruñí de nuevo a mi tía mientras le daba unos empeñones profundos de mi polla al culo de mi tía. – Si, como ordenes – me respondió ella empezando a maastubarse para mi corriéndose de nuevo casi al instante. – Que te gusta ¿eh? – le susurre mientras en ese momento me clavaba lo mas profundo que podía dentro de ella y me corría a borbotones clavado lo más profundo que daba mi miembro en su culo.
Sentí como me corría con un alarido - Jooooooodeeeeeeeeeeeer tía – aullé mientras sentía como me vaciaba en los intestinos de mi tía agarrado a sus tetas disfrutando de la vibración que producían sus dedos en mis huevos al estar ella toqueteándose su clítoris. – Joder que corrida sobrino – aulló mi tía cuando sintió como el cuarto trallazo de semen se disparaba dentro de ella. – Joder – dijo al sentir el quinto y el sexto. – Joooooooooooooder – aulló de nuevo enganchando otro orgasmo cuando sintió como por octava vez mi polla escupía semen dentro de ella.
A mí me fallaban las piernas, me faltaba aire y de todo mientras me terminaba de vaciar dentro de mi tía. Por fin los dos quedamos saciados de sexo y con el mayor de los cuidados me salí del interior de mi tía quien rauda fue a la taza del wáter a vaciar sus intestinos llenos de semen. – Sal y espera a que te avise – me pidió mi tía mientras yo salía del baño.
Pasaron unos minutos en los que yo aproveche para limpiarme hasta que mi tía me llamo de nuevo.
De nuevo volví a entrar al baño y mi tía desnuda, igual de preciosa me miraba de pie al lado de la ducha. – Ven aquí cariño – me llamo a su lado abriendo el grifo de la ducha. Llegue a su lado y tomando su mano que ella me ofrecía me beso. – Me ha encantado – me susurro. – Y a mi también – le respondí yo. – Ya sabes que debemos ser discretos – me susurro ella. – No saldrá palabra de mi boca – fue mi respuesta. – Aunque aun creo que otras cosas pueden salir de mi cuerpo – le susurre justo antes de volver a besarla mientras llevaba su mano a mi polla.
Mi tía arrugo su boca en un gesto de sorpresa al sentir como de nuevo mi polla estaba dura. – Bendita juventud – respondió mientras mi lengua jugueteaba con la suya. Y su mano palpaba la dureza de mi miembro. – No me olvido que en la playa me dijiste que querías bañar mis tetas con tu corrida – me susurro mi tía convirtiendo su toqueteo en una paja en toda regla. – A lo mejor también quieres correrte en mi cara – me susurro. – Con todo lo que sueltas da para cubrirme tanto la cara como las tetas – me dijo mientras se arrodillaba delante de mi y me empezaba a pajear. Yo sorprendido la miraba y disfrutaba del momento mientras su mano cambiaba por su boca y mi tía me empezaba a comer la polla. – Joder que boquita tienes tita – le susurre mientras empezaba a sentir como me venían las ganas de correrme. – Mírame sobrino – me pidió mi tía. – Mira como la puta en la que me has convertido se toca mientras te la chupa – me susurro mi tía. – Mira en la zorra que me has convertido que se la chupo a mi sobrino – dijo mi tía para a continuación comerse toda mi polla y tocar con la punta de su nariz todo mi pubis. – Eres mi puta – le susurre. – Tu puta par siempre – me susurro ella empezando una paja magistral que desemboco en que me corriese en nada en su boca dejando escapar el exceso de corrida mi tía de su boca llenando de rastros de semen sus tetas.
Mi tía termino de chupármela rato después de haber terminado de correrme y una vez que ya mi polla estaba flácida. – Que deliciosa polla tienes – me susurro mi tía una vez que mi polla colgaba morcillona delante de ella mientras le daba un beso a mi glande. – Mira – me dijo mostrando los restos de mi corrida dentro de su boca antes de cerrar su boca y tragarlos. Mi tía me miro y de nuevo abriendo la boca me la mostro vacía. – Desde hoy y para siempre estas dentro de mi – me susurro ella. – Y, ¿Qué hacemos con esta crema? – me pregunto mi tía llevando su dedo índice a recoger uno de los goterones de semen que tenía en su pezón derecho. – Uuuuuuuuuuuum – susurro mientras de igual manera se lo llevaba a la boca y lo saboreaba. – Me acabo de hacer adicta a tu semen – me dijo después de paladearlo y tragarlo. – No se me ocurre nada mejor para mi piel – dijo mi tía mientras sin apartar su mirada de la mía mi tía extendía con sus manos mi corrida por sus tetas.