Primer encuentro con Alex en el vestuario
Un excitante primer encuentro que me permitió relajarme con este adolescente de mi misma edad en un club deportivo.
Hola a todos. Este es mi primer relato. Después de mucho tiempo disfrutando de los relatos de esta página, por fin me he decidido a compartir alguna de mis experiencias esperando que las disfrutéis tanto como yo.
Empezaré diciendo que me llamo Javier, pero todo el mundo me llama Javi. Tengo 18 años, mido 1,78m. Soy de pelo rubio ceniza, ojos azules claros, no estoy nada gordo pero tampoco extremadamente delgado, y tampoco soy velludo, solo hay pelo donde tiene que haberlo, je je. Mis años de práctica deportiva me han hecho mantenerme en forma, pero tampoco soy el típico musculitos... en resumen, soy un tío normal. Y en cuanto al sexo, desde siempre me han gustado las chicas y los chicos, lo cual siempre ha supuesto una ventaja para mi.
La historia que os voy a contar es de la semana pasada. Ya que soy bueno en la práctica de la escalada, me contrataron para instruir a un grupo de iniciación el la práctica de este deporte, así que tuve que ir a un club deportivo de mi ciudad a eso de las 9 de la mañana para estar un día entero enseñándoles diversas técnicas de escalada a un grupo de gente entusiasmada por este deporte.
Soy bueno en esto, pero no estoy acostumbrado a dar clases de nada, así que estuve todo el día realmente nervioso... y si eso le sumamos el esfuerzo por subir por las paredes del rocódromo... bueno, podemos decir que la sudada que se pilla es considerable.
Cuando descansamos para comer, me fui a dar una ducha rápida. Mientras me estaba desvistiendo vi a un chico realmente guapo. Era algo bajito, pero tenía un cuerpo perfecto. Él se estaba vistiendo, ya tenía puestos los pantalones, pero la visión de ese chico tan guapo era tan excitante, que empecé a remolonear para poder seguir contemplándole con disimulo. Cuando el chico terminó de vestirse y recoger sus cosas se giró, me sonrió y se fue. Para ese momento yo ya estaba pensando como sería su polla y las cosas que podríamos hacer juntos... pero simplemente se fue.
En la mayoría de club deportivos que conozco, hay duchas por todo alrededor de la sala del vestuario que tienen mamparas para separarlas de las de al lado, aunque no tienen cortinas. La gente se pone en el banco de delante de una para cambiarse y eso y se ducha justo al lado, lo cual es muy cómodo, pero no se puede ver gran cosa a no ser que te quedes mirando directamente desde en frente, lo cual queda un poco mal. Pero en este club las duchas son comunes y están al fondo de la larga sala del vestuario, así que la gente tiene que caminar hasta llegar a ellas.
Unos pocos van con la toalla enrollada a la cintura, pero la gran mayoría van completamente desnudos, así que se pueden ver pollas de todos los tipos y tamaños, más peludas o menos peludas, con prepucio o circuncidadas... vamos... un auténtico paraíso.
El caso es que yo terminé de desvestirme pensando en el chico que acababa de ver y ya, con mi polla al aire, empecé a caminar hacia el otro extremo del vestuario, a donde estaban las duchas. Me gusta que me vean desnudo, por eso siempre me pongo al extremo contrario. Cuando llegué sólo había un par de chicos duchándose de cara a la pared y yo me dirigí jabón en mano hacia una de las regaderas.
Allí estuve por un rato hasta que decidí mirar, con disimulo, a los dos chicos que se estaban duchando también. Uno no llamo mi atención, pero el otro, por el contrario, me cautivó. Era un chico de mi edad... como mucho 19 años. Más o menos de mi altura, moreno de piel y de pelo. Ojos marrones claros y una sonrisa maravillosa. Pero lo que más me gustó fue lo hermoso que era, la cara de niño que tenía.... buffffffff cada vez que pienso en esa imagen se me pone dura.
Su polla era normal, mediría unos 8 cm en reposo, un poco menos que la mía, pero tenía arreglado el pelo de esa zona, de manera que estaba perfectamente cortado (no rasurado) dando una sensación de aseo total.
Seguí mirándolo disimuladamente hasta que salió de la ducha, y me fui tras el. Al igual que yo, había entrado en la ducha sin toalla, así que estuvo quitándose un poco el agua de encima en una zona destinada a eso. Mientras los dos estábamos ahí cruzamos nuestra mirada y nos sonreímos mutuamente. El empezó a caminar vestuario adelante hasta que llegó a sus cosas, que estaban al lado de las mías!!!
No me lo podía creer.... sería todo una coincidencia? O habría tema.
Ambos nos empezamos a secar. Yo por mi parte volví a remolonear porque quería seguir viendo a mi pequeño atleta. Poco a poco fue secando cada centímetro de su piel, empezando por los pies y acabando en la cabeza. Íbamos los dos tan despacio que aún no habíamos acabado de secarnos totalmente cuando salió del vestuario el último chico que quedaba, el que se estaba duchando con nosotros antes.
Como era ya la hora de comer, ya nadie entraría al vestuario hasta las 4 de la tarde, ya que no les merecía la pena cambiarse para hacer tan sólo 30 minutos de deporte.
Ambos parecimos darnos cuenta de este detalle y seguimos con nuestro pequeño juego de seducción, aunque ahora ya un poco más descaradamente.
Nos sentamos en los banco, uno frente al otro. Nos separaba tan sólo el pasillo. El empezó a secarse la polla y los pelos que la rodeaban. Retiró su prepucio y pude ver una cabeza rojita, preciosa.
Yo por mi parte no hacía más que jugar con mi polla abiertamente mientras le miraba a él como se secaba.
Poco a poco se me puso dura, cosa que a él no pareció incomodarle ya que al ver como me crecía me miró a los ojos y se sonrió.
Así estuvimos como 5 minutos que a mi me parecieron horas. De repente él se levantó y empezó a caminar con la polla morcillota hacia mi y, sin mediar palabra me la agarró y empezó a hacerme una tremenda paja muy despacio.
Era tal mi excitación que creí que me iba a correr ya mismo, pero no quería que todo acabara tan rápido.
Le agarré su ya totalmente tiesa polla y empecé a pajearlo también, poco a poco, suavemente. Oí unos suaves gemidos que me indicaron que el también estaba superexcitado. Al ver la situación, me tendí en el banco y el encima mío... comenzamos un 69 riquísimo, probablemente uno de los mejores de mi vida.
Me encantaba su polla, tan dura, tan recta, tan perfecta, con esas gotitas de líquido preseminal que sabían a gloria.
Estuvimos chupándonoslas por un buen rato hasta que por primera vez oí su voz que me decía... "no aguanto más, quiero que me la metas"
En ese momento no supe que pensar... era una situación increíble... y me estaba pidiendo que le follara allí mismo!!!!
Cogí un condón de la mochila (siempre llevo unos cuantos por si acaso, aunque no pensaba usarlos ese día) y él me lo puso con la boca, haciendo mucho más excitante el momento.
Le puse la punta de mi polla en su hermoso y lampiño culo y comenzé a empujar un poquito. La verdad es que no fue nada facil metérsela toda, pero al final lo conseguí. Estuve un rato sin moverme para acostumbrar su culo a mi polla y tras esa espera prudencial me dijo... ya... dale... fóllame el culo!!
Comencé un mete saca tranquilo... despacito al principio, aunque poco a poco fui aumentando el ritmo hasta que nuestros huevos con el vaivén chocaban llenándonos de placer a ambos. Estuvimos follando casi 20 minutos hasta que noté como su esfínter se apretaba sobre mi polla; comprendí que estaba a punto de correrse, así que me dejé llevar. El descargó sobre el suelo una gran cantidad de leche, parecía que llevaba mucho tiempo sin follar o hacerse una paja, pero recogió una pequeña cantidad en su mano. Yo me corrí en su culo, llenando el condón con una buena cantidad de lefa también. Me ofreció la leche de su mano para que la probara. He de decir que nunca había probado la leche de hombre, ni siquiera la mía propia... pero no podía negarme ante esa invitación.
Me encantó su sabor, y a el le gustó mucho como sabía mi leche que rescató de dentro del condón.
Tras este trajín tuvimos que volver a la ducha, pero ahora yo le duché a él y él a mi. Por supuesto la polla se lavó primero muy bien con la boca y ya después con la mano.
Mi nuevo amigo se volvió a correr en la ducha, yo preferí reservarme para algo más tarde.
Tras esto nos intercambiamos nombres y teléfonos (se llamaba Alex) y quedamos para esa misma noche cuando yo acabase de trabajar, ya que sus padres estaban de viaje y no habría nadie en su casa... os podréis imaginar todo lo que pasó, una fantástica noche de sexo continuo que os relataré un poco más adelante.
Desde ese día follamos a diario y creo que tengo en Alex a un nuevo muy buen amigo con derecho a roce con quien practicar deporte.
Espero que os hayáis corrido leyendo esto.
Por favor, enviadme vuestros comentarios a kesariani2000@yahoo.es
Estoy ansioso por saber que os ha parecido.