Primer encuentro: amigos intimos

En la noche de la vida,

nosotros nos unimos,

en pasión desenfrenada

despojándonos de las vestimentas

sintiendo nuestros alientos,

no fundimos en un beso,

en el cual perdí la razón.

Sintiendo sobre mi tu cuerpo,

me deje llevar por el desenfreno,

sintiendo tu bien formado tórax,

saboreando con gusto sus saldos sabores,

los gemidos que emitías,

impulsaban mi crecimiento,

sintiendo cada vez mas cerca nuestras armas.

Saboreé tus pezones que en roca vista se formaron,

Lentamente te sentaste sobre mí,

Engullendome con avidez mi largo falo,

mientras que yo,

con mis manos,

masturbaba tu delicada verga.

En el la lujuria de la noche,

ambos eyaculamos,

esparció sus fluidos sobre mi abdomen,

mientras que la abundancia de los míos,

se esparcía entre mis piernas.

Aún con los exausto que estabas,

Te obligue a limpiar lo que me habías manchado,

y delicadamente saboreando,

lo recogiste con la lujuria de tu lengua,

aprovechando y limpiando mi entrepierna,

mi sable volvió a actuar, pero ya acurrucados te la volví a hincar.

Y sin sacarla en la noche dormimos hasta volvernos a amar