Primer Encuentro
Alejandra, por fin estaria con quien hace tantos meses chateaba.
Eran las dos de la tarde, caminaba con su uniforme a conocer a aquel chico encantador con quien chateaba hacia meses, sin duda estaba enamorada. A sus trece años, Alejandra era una chica muy hermosa, de labios cerezas, piel tersa y blanca, sus pechos apenas eran dos pequeños bultos, adornados por pezones que se dejaban notar a través de su sostén de algodón. Sus piernas eran delgadas y torneadas, sus brazos firmes y torneados, los años que llevaba jugando jockey en aquel colegio privado, habían contorneado bellamente su figura.
Ya eran las tres, aun nada, su enamorado la habría dejado plantada, que decepción más grande, había esperado tanto este momento, sin duda debía ser alguien especial, sabia que era mayor que ella, pero no le importaba aquel hombre de 23 años, la entendía perfectamente, comprendía cada problema que tenia, siempre tenia el consejo preciso, era demasiado maravilloso, la ayudaba con sus padres, ya no-tenia tantos problemas con ellos, ahora podía salir mas, era mas independiente. Por eso había logrado que la dejaran sola en casa por un fin semana, mientras sus padres iban a tratar de solucionar sus problemas de pareja.
Alejandra, escucho la una voz suave que la llamaba por su nombre, estaba a tras de ella, se giro esperanzada y con los ojos llenos de ilusión, vi a un hombre joven, de gruesa musculatura, que sin duda hacia ejercicios, parado junto a ella la miraba con su cara sonriente, a Alejandra sus ojos le brillaron, le saludo con un beso en la mejilla.
Caminaron conversando de forma entusiasta, hasta donde el tenia detenido el auto, ella subió, sin pensarlo, se dirigieron a su casa donde todo cambiaria.
Siéntate, te traeré algo de tomar
gracias
Alejandra, realmente estoy muy contento de conocerte, te dije que eres bella
Gracias, me sonrojas.
No tienes por que sonrojarte.
¿A quien le contaste que te juntabas hoy conmigo?
a nadie
Bueno acá está tu jugo, o ¿quieres algo mas fuerte?
Un jugo esta bien. (Alejandra tomó el jugo y empezó a beberlo lentamente)
Cuéntame de ti.
Alejandra comenzó a hablar, a cada minuto se sentía más cercana a aquel hombre. Él la miraba tiernamente acariciaba sus piernas.
Que piel tan suave, eres bellísima, él se acerco y la beso suavemente en los labios, ella solo le entrego su primer beso.
En ese momento la mente de Alejandra ya estaba totalmente entregada, su voluntad desaparecía ante aquel potente alucinógeno que había sido mezclado en su jugo.
- Alejandra toma este dulce, te va a gustar, ella tomo la pastilla y la bebió con él ultimo sorbo de jugo, su mente desapareció por completo.
Una sonrisa, asomaba en aquel hombre mientras desnudaba a su presa, al ver aquel cuerpo sin voluntad, aquella niña que era totalmente suya para satisfacer sus necesidades. Tomo aquel cuerpo y lo llevo a una habitación.
Cuando Alejandra entro en razón se encontraba desnuda y atada con correas de cuero a una especie de silla ginecológica, que dejaba su coño y ano expuestos, su cabeza estaba inmovilizada por soportes a ambos lados, tenia una lámpara muy potente sobre sus ojos, que no la dejaban ver nada, y un trapo tapándole la boca, el temor de apoderaba de ella, ¿qué había pasado?, lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas.
Ella escucha la respiración de alguien junto a ella, que se transformo en la voz de un hombre que decía. "Ahora eres mía", sintió un pinchazo en el brazo y nuevamente durmió.
Mientras Alejandra dormía, él disfrutaba acariciando aquel pequeño cuerpo, recorría sus pechos, pubis, coño, nalgas, rostros, cada rincón con su lengua, saboreando especialmente su coño y ano.
No sabia cuanto tiempo había pasado, seguía atada, tenia hambre, deseos de orinar, se sentía mareada. Seguía inmovilizada, sintió unos pasos que se acercaban, un nuevo pinchazo.
Cuando despertó se dio cuenta que durante el sueño no había controlado sus fluidos sentía el hedor de su orina y excremento. Lloro con rabia, con fuerzas, pero su llanto seguía ahogado, por el trapo en su boca, sintió los pasos que se acercaban, nuevamente la respiración, tenia miedo, un hilo de orina que no pudo controlar corría por su cuerpo, el miedo se apodero de ella.
Eres una niña sucia debes de ser castigada, dicho esto, un balde de agua con hielo fue arrojado encima de su frágil cuerpo, seguido de dos mas en sus partes intimas para dejarlas limpia, su cuerpo pálido tomo un color rojizo, seguía llorando, ahora sabia que no estaba soñando.
Se encontraba desnudo junto ella, la visión de aquella figura lo tenia tremendamente excitado, las excursiones de su lengua, por aquel cuerpo, desataban sus mas bajos instintos, mientras dormía había entrado en su coño, hasta que su lengua jugueteo con aquella virginidad intacta, ahora viéndola llorar y tiritar por el agua fría se masturbaba con rapidez y fuerza, solo diminuyo el jale para acariciarle suavemente la cara, se acerco a su oído y le pegunto si tenia hambre, ella asintió, el tomo su cabeza con fuerzas e introdujo su enorme y ancha verga, dañándole los labios y provocándole arcadas, el contacto con la tibia saliva virgen de esta muchacha fue suficiente para explotara en un gran chorro de semen que golpeaba las paredes de la garganta de Alejandra, atragantándola, sin mas opción ella trago para no ahogarse, bebió todo lo que él le entregaba, apenas un poco semen salió por la comisura de su boca, mientras el pene seguía clavado en su boca. Tomo el calzón de algodón blanco de Alejandra, limpio su pene y la cara de ella, luego lo introdujo nuevamente en su boca, después un pinchazo más ella volvió a dormir.
Solo habían pasado 12 horas desde que se habían juntado pero las pequeñas dosis de droga daban resultado, había dormido nunca por mas de una hora y luego dejarla sola un tiempo, mas con la luz en los ojos y el silencio de una habitación aislada, ella había perdido completamente la relación del tiempo, durante los intervalos de sueño de la pequeña se había divertido, acariciándola, lamiéndola, fotografiando y filmando los vejámenes a los que sometía aquel cuerpo de niña.
Entre más confusa estuviese su mente, mas lo disfrutaría, ya estaba pronto a despertar nuevamente debía tomar una decisión, reviso que estuviese firmemente sujeta, luego orino sobre el cuerpo una vez mas, puso un disco que repetía una y otra vez lo mismo, "soy muy sucia, merezco ser castigada", se fue a dormir, seguro que al otro día ella estaría mas entregada a sus placeres.
Apenas y había salido de la habitación y Alejandra despertó sin duda para ella había pasado mucho tiempo, días o semanas, nuevamente no había podido controlar, y se había orinado, y el olor a excremento era insoportable, era una niña sucia, como no podía controlar su orina, que diría su padre, que diría su madre, al verla toda meada, era una niña muy sucia, debía ser castigada, Alejandra lloro mientras seguía escuchando lo sucia que era, ella sabia que era sucia, por eso lloraba, por que sabia que debía ser castigada, así lloro, hasta que esta vez el sueño le gano.
Cuando despertó fue a ver su juguete que lo esperaba dispuesto para ser usado, esta vez no espero a que despertara, saco el paño de la boca y simplemente arrojo el agua con hielo a su cuerpo, ella despertó por el dolor del hielo en su cuerpo desnudo, pero aun así pidió mas, ya que era muy sucia y merecía ser castigada por eso, entre sollozos y llanto pedían que la lavaran, que no la dejara ser sucia, que era buena, que la castigara para quitarle la suciedad, él simplemente sonrió. Un nuevamente un pinchazo, ella durmió.
Aprovechó de orinarla nuevamente, además de dejar fecas en el suelo cerca de su cara, el disco seguía repitiendo su frase, debía apurarse la dosis había sido mucho menor, por eso comenzó a masturbarla su cuerpo se agitaba en su inconciencia lo hizo hasta que su cuerpo no pudo mas y se retorcía al menor toque de sus manos, saboreo los inocentes jugus que aquel cuerpo sin voluntad entregaban, en apenas 20 minutos ella despertó.
Al sentir los olores nuevamente se sintió sucia, el hombre llega, pero esta vez no le arrojo agua fría, retiro la caca lo mas lejos posible, él estaba impecablemente vestido, luego apago la luz, de su cara, y la dejo ver como limpiaba suavemente su cuerpo, con agua tibia, la trataba con suma suavidad, acariciándole su coño cada vez que la tocaba ella sentía placer, así su cara, la limpieza y el placer se unieron en la frágil mente de la niña, nuevamente la sedo, esta vez la vistió con su uniforme, y la llevo hasta el sillón, la tapo y la dejo descansar hasta que despertó.
- hola mi amor, te hizo mal el trago de anoche, te quédate dormida
¿Cómo ha pasado solo aun noche?
Él rió.
¿Qué pasa?, parece que tuviste un mal sueño.
Lo miro y se sintió protegida por aquel rostro, se sentía tan bien junto a él, aun más enamorada, él se acerco y la beso, ella correspondió su beso, la tomo en sus brazos y la llevo a su cama, comenzó a desvestirla lentamente, disfrutando de la entrega total de aquella niña, lamía su coño, hasta hacerla acabar, el placer la hacia sentirse limpia, una chica buena, este hombre le daba toda esa felicidad.
Apunto su enorme verga hacia su coño virgen y penetro con fuerza de un solo empuje, rompiendo si himen, un pequeño chorro de sangre broto, y si bien le dolía un poco, ella se sentía bien, era una buena niña, él era quien le sacaba la suciedad, cada envestida le daba mas placer, a mayor placer una niña mas buena era, mas limpia estaba, mas la querían sus padres, era mejor, él era quien la hacia mejor, él la limpiaba mas y mas, ella llego al orgasmo total, su cuerpo estremecía de un placer incontenible ante las envestidas de aquel individuo, cuya verga crecía y se hinchaba en su interior, él aferró su cuerpo al de ella, acabando y derramar todo su semen en aquella pequeña cueva.
Se besaron apasionadamente ella, estaba totalmente enamorada de él y haría cualquier cosa para complacerlo, eso él lo sabia y aprovecharía.
Ella se queda dormida sobre su cuerpo, él disfruto viendo el video que había tomado, de la tortura, como él con su mascara de cuero se masturbaba y echaba su semen sobre ella, de como la había obligado a tragarse hasta la ultima gota.
Cuando despertó, le dio un vaso de jugo que ella tomo hasta la ultima gota, el alucinógeno comenzó hacer efecto inmediatamente, así que puso el video de la tortura, frente e ella todo lo malo lo terrible, reflejado en el muro por un proyector, ella revivía cada segundo, el terror se apoderaba de ella mientras veía esas imágenes, hasta que un chorro de orina corrió por entre sus piernas, nuevamente era un niña que merecía ser castigada, la proyección ceso, y entro el nuevamente a protegerla a limpiarla, sacar la suciedad, sin duda el era todo para ella, él era su protector.
Después de limpiarla y secarla con tibias toallas, la perfumo con fino perfumes, cambio la ropa de cama, la recostó sobre la cama, un nuevo pinchazo. El se desvistió y se acostó junto a ella, al despertar 30 minutos mas tarde, lo miro aun más enamorada de aquel protector, mientras su culo estaba untado en vaselina.
Se besaron apasionadamente, ella le dijo que le entregaría todo lo que él quisiera, sus manos olían a perfume, su verga estaba untada en vaselina, puso las piernas de aquella niña sobre sus hombros dejando expuesto su ano, la penetro sin piedad lo mas duro que pudo, ella gritaba de dolor, pero el rostro de aquel hombre era bueno, el perfumé de sus manos, de las almohadas eran buenos, ella se sentía limpia y era buena, todo ahí era bueno, nada era sucio, nada requería castigo, así una nueva asociación se clavo en la cabeza de esta pequeña el dolor era bueno, a medida que su culo se dilataba sentía menos dolor y mas placer, ayudada por las manos de aquel hombre que acariciaban su clítoris, hasta hacerla Obtener un orgasmo tras otros, la visión del cuerpo entregado, excitaba su tortuosa mente, en ese momento la tomo por la cintura y se clavo lo más hondo que puedo acabando dentro de ella, cuando saco su pené, un hilo de semen y sangre salía del pequeño ano de Alejandra, ella era feliz.
Se abrazaron y besaron, él la llevo a la tina con agua tibia y sales aromáticas, se bañaron juntos, el pequeño cuerpo estaba dolorido, pero era aquel rostros quien nuevamente le daba la limpieza lo bueno.
Después de vestirse subieron al auto y la dejo cerca de casa, eran las 21:00 hrs del sábado, dormiría hasta tarde, el domingo llegaban sus padres.
En la noche se conecto a Internet pero su amado no estaba conectado, pero no importaba el pronto lo vería otra vez y la haría sentirse bien.