Primer Anal con un Viejito/Maduro

Por andar buscando sugar Daddy terminé llorando en mi primer anal

Hola, es la primera vez que escribo mis experiencias, tengo bastantes. La que les contaré sucedió hace unos años cuando tenía 19, me metí a una página de sugar daddy’s y empece a hacer match con varios, pidiendo apoyo para la universidad. Dime vi con demasiados solo que solo querían coger, al final ya lo hacía más por amor al sexo que por el dinero.

La primera vez que salí con uno fue muy extraño, le pedí 1,000 por la noche, accedió y unos vimos saliendo de mi universidad. Paso por mi cerca, me subí a su coche e inmediatamente nos fuimos a su departamento. El era un viejito como de 60, pero muy alto y delgado, tenía cara de pervertido honestamente, lo cual comprobé horas más tarde, yo soy muy delgada, guera, chaparrita y bonita.

Cuando llegamos a su depa pasamos rápido a su cuarto y empezamos a platicar normal. Después me empezó a besar y tocar las bubis, yo estaba sumamente nerviosa. Ya había tenido unas 5-6 veces sexo antes pero nunca con un hombre mayor, aunque a veces me masturbaba pensando en sexo con viejitos.

Después de un rato de besos me desnudó completamente y me empezó a masturbar, yo estaba boca arriba en su cama y el me veía con una cara de pervertido que hasta miedo me dio, parecía que nunca había tenido sexo con alguien. Me estuvo masturbando un buen rato, yo la verdad no me movía nada del miedo que tenia, no sabia que me iba a hacer.

Después me volteo y me empezó a besar y lamer todo el cuerpo boca abajo, me seguía metiendo unos dedos a la vagina, si estaba mojada a pesar del miedo. Después me empezó a meter un dedo en el ano, me preguntó si ya había tenido sexo anal antes, le dije que no y sus ojos brillaron más aún. Estaba demasiado excitado el viejito. Yo tenía mucho frío, más los nervios, estaba temblando demasiado.

Yo seguía boca abajo y el se concentró en mi año, metiendo un dedo, luego puso lubricante y metió dos dedos. Yo empecé a gemir un poquito. Me giro hacia un espejo para que pudiera verme yo misma y me dijo “quiero que te veas como gimes”.

Yo seguía viva abajo, el se puso sobre mi y puso su pene entre la cama y mi vagina y lo empezó a frotar como desesperado, yo no le movía por que me daba miedo su cara de pervertido, de verdad parecía más una violacion, no lo hice pero si yo le hubiera dicho que parara no lo habría hecho.

Después de un rato de frotarse sobre mi empezó a acercar su pene a mi ano, lo frotaba despacio y metía un dedo de vez en cuando. Yo le pregunté si no me la iba a meter por la vagina y me dijo que a él no le gustaba por la vagina, solo anal. Me asuste porque ya veía venir que tendría puro sexo anal ese día.

Me metía uno, dos dedos, aunque me gustaba en ese momento no imaginaba el después...

De pronto empezó a meterme su pene, se me hizo eterno ese momento, me estaba doliendo un poco y toque tantito pero me di cuenta que no llevaba más de la puntita. Así que solo me relaje y espere más. De pronto ya estaba todo dentro y el se recostó sobre mi, sin moverse, solo como si sintiendo que ya estaba su pene dentro de una jovencita. Me empezó a decir cosas como “me encantas, que rica, putita”.

De pronto empezó a moverse demasiado, como si no le importara que fuera mi primera vez, yo estaba muy asustada y solo podía ver mi cara en el espejo moviéndose adelante y atrás por los movimientos, seguía sin moverme yo. El seguía moviéndose muy bruscamente, más que gimiendo, el estaba gritando como pervertido, yo sentía que me hacía del baño por las embestidas, pero estaba aguantando intentando no hacer ruidos. Puse la cara pegada a la cama y empecé a lpensar en lo arrepentida que estaba de haber ido, me sentía sucia, aprovechando que no me veía porque la cara estaba contra la cama, me puse a llorar.

Después de un ratito me cayó el 20, pensé en todos ños videos porno que había visto, las veces que había fantaseado con un viejito y decidí aprovechar el momento en el que ya estaba. Recuerdo que en ese momento me escupió la espalda. Así que yo me metí en el papel y le empecé a decir “soy tu putita, me gusta aunque me duela, cogeme”. Me sentía tan sucia pero me di cuenta que me  gustaba sentirme así. Después me puso de perrito y me siguió penetrando muy fuerte, yo hice una pausa para ir al baño y cuando regrese ya estaba parado el. Me acostó en una esquina de la cama con el trasero volando, volvió a mover el espejo para que yo me pudiera ver la cara. Me levanto las piernas y me empezó a coger del culo de nuevo. Yo me empecé a masturbar el clitoris, el saco un juguete vibrador y me lo dio, yo me masturbe con ese.

Lo peor es que el juguete era muy fuerte e hizo que yo me viniera muy rápido, por lo que le perdí el gusto a seguir cogiendo. El se tardo demasiado en ceñirse, seguía dándome por el culo sin parar. Después de un rato me dormí sin darme cuenta en esa posición, fueron unos segundos tal vez porque cuando desperté el me seguía cogiendo por el culo. Me dio mucha desesperación de que parara y se me salieron unas lagrimas. Creo que se dio cuenta porque ya no tardo mucho en parar, me agarro del cabello y me hinco frente a él en el suelo. Restregó su pene en mi boca pero yo no la abrí, después de vino en mis bubis (muy pequeñas).

Se salió y se fue el baño sin decirme nada, yo me senté en la cama todavía con su semen en mis bubis esperándolo. Yo no hacía nada solo estaba ahí sentada esperando. Después llego con papel y me lo dio para que me limpiara, el se cambió y me dijo que me esperaba en el coche para irnos y se salió del cuarto.

Yo me quede como en shock de lo que había pasado. La verdad ni me limpié el semen porque ya se había secado, me puse mi ropa y me fui al carro. Me subí al asiento del copiloto, el ya estaba en el del conductor, me dio su celular para que pusiera la ubicación a donde quería que me llevara y empezó a manejar, era un camino muy largo, como una hora.

En ese tiempo no dijimos una sola palabra. Yo le puse una estación de Metro cercana a mi casa y ahí se estaciono (vivo en la Ciudad de México). Antes de que me bajara me dio el dinero y me pidió uno beso, se lo di, nos besamos de lengua unos segundos, después me alejo con su mano, me apretó los cachetes con sus dedos y me escupió en la boca, me cayó por toda la cara. Y me dijo “ya te puedes ir putita, quieres que nos volvamos a ver?” Yo le dije que si, que después le marcaba.

Me baje de su coche y caminé hacia una calle oscura, ahí me limpié la cara. Me subí al Metro y lo bloqueé inmediatamente de mi celular, nunca volví q saber de él.

Todavía me masturbo pensando en ese día.

Esta historia es totalmente real y desde ese día tengo muchas más historias que contar. Si gustan mandarme un mail

Mail: laiin.cap@hotmail.com

Solo avísenme que vienen del relato, adiós