Prestige

Mi mujer... va a un hotel.

Prestige:

Sonó el teléfono y escuché lo que sucedía en el automóvil, el estereo sonando con un disco de Marco Antonio Solís y de pronto la voz de alguien que preguntó

-¿Desean habitación normal o con jacussy?

-Normal- fue su voz la que contestó, era la voz de tu amante, aquél con el que siempre me había imaginado como te veías; pero, que jamás había materializado a través de una voz o imagen, todo lo que sabía de él era aquello que tú me habías contado.

  • queda por este lado- escuché a través del teléfono que dijiste- señalando tal vez la dirección hacia donde mirando la numeración de los cuartos estaba el que les había tocado. El clic del teléfono señaló el final de la comunicación, ya era el momento, iban hacia la habitación. En ese momento estaba yo en otra ciudad sólo mientras tú, lejos de ésta, te disponías a recibir a tú amante en tu interior, ya durante el trayecto, habían estado besándose, por lo que la calentura ya había iniciado su trabajo, ahora iban en el vehículo acercándose a la habitación. Mientras yo, en nuestra casa esperaba ansioso el momento que habíamos acordado para llamarte y que dejaras la línea abierta para escuchar como, eras poseída por tu macho.

Mientras dejaba pasar los minutos, habíamos quedado que serían 40, sabía que en aquella habitación tú y él estaban avanzando hacia la posesión uno del otro, por supuesto que sabía que lo deseabas si no, no estuvieras ahí, eso era algo que encendía en mí los celos, ya que sabía que no era a mí a quien deseabas en ese momento, por otro lado el morbo era muchísimo, saber que estabas haciendo realidad nuestra fantasía, hubiera dado tanto por verlos… finalmente la hora de llamarte de nuevo llegó y temblándome el pulso oprimí las teclas

  • Hola ¿cómo van? Te pregunté-

Mijitohhhhh shiii en un rahhhto mahhhs vamos ahhh la cahhhhhahhhsa!!!!

Ok

Llegan mmmmsssmmmmsmsmsdo thheeee hjaaaablo de ahhhhhjjjalllá mijito.

¿Qué pasaba en ese momento? ¿Que te hacían que tu voz estaba tan agitada? Te sentías excitada, caliente y me imaginé sus manos por todo tu cuerpo aún mientras me hablabas, la excitación en ese momento fue tanta que, en lugar de decirte que no colgaras, te dije

  • no apagues el teléfono- así lo hiciste, no lo apagaste; pero, colgaste.

Hubiera querido quedarme ahí oyéndote gemir ¡pero colgaste!!!! Hoy en la noche que hablemos te diré como lo haremos ¡la próxima vez!!!! Si la hay-pensé- ya que según tus planes no lo sabías

No, no apagaste el celular y yo ya no te marqué de nuevo.

Son las 9:53 de la noche acá, allá es una hora más, ¿irías saliendo del motel llena de su leche? ¿ahora si se lo mamarías? ¿Te chuparía la concha él a ti? Más noche saldré de dudas en este apunte, sólo pondré los datos básicos después lo escribiremos juntos aquí o allá ¡sentada en mi verga recordando y viviendo todo!

Finalmente llegaste, el día se me hizo eterno, y te pregunté:

¿Qué hacían cuando te llamé por teléfono?

Antes que nada me dijiste te traigo un regalo, ¡mira en la cámara!

Descargué las fotografías del viaje y entre ellas había dos, una de ellas en un lugar en el que estabas con él y te abrazaba y otra de una habitación de un motel, con la cama destendida, las toallas sobre la cama y la silla, el celular en la mesilla de noche al lado de la cama, y el cepillo tu cepillo del pelo que me es tan familiar.

Es el cuarto del motel me dijiste y si te fijas, amplificando un poco la foto, podrás ver: ¡las manchas en la sábana, y son de su leche!, su semen entero que m escurrió de adentro de mi vagina después de que vació su leche en el fondo de mi concha.

Platícame, te dije, mientras yacíamos acostados en nuestra cama, acariciándonos, mi verga destilaba líquido mojándote la mano, mientras tu vagina se mojaba mientras sintiendo mis dedos acariciar tu clítoris y sobando tus labios y deslizando mi dedo de arriba abajo por toda su abertura.

Después que colgaste el teléfono me quedé esperando que llamaras de nuevo, ya no lo hiciste.

Bien, después que llegamos a la cochera del cuarto le había dicho que nos quedaban sólo dos horas, pues casi una de ellas la pasamos sentados en las sillas de la mesita, él se tomó una cerveza, (sentado en la silla que tiene la toalla en el respaldo, conversando y yo otra, que no se ve en la foto) que llevó el servicio al cuarto, mientras pagaba la habitación, abrió a puerta de la habitación y pasé primero,

-Adelante Sra. T -me dijo utilizando su apellido al invitarme a pasar, daba por sentado que aceptaba ser "su señora", por lo que de acuerdo contigo sería su amante.

-Sonreí, pasé a la habitación.

-Inmediatamente nos sentamos en las sillas como te digo y comenzamos a platicar, de varios temas y sin darnos cuenta; pero, conscientes de donde estamos, sé que estamos a un hotel y que estoy con Él, además durante el viaje de regreso del lugar a donde fuimos, veníamos calentando motores", como es tráfico estaba muy lento, aprovechábamos cada alto para besarnos lentamente, hundiendo mi lengua dentro de su boca, jugando con nuestras lenguas, sintiendo como la de él me invadía, eso resultaba muy excitante, pues la gente que pasaba cerca del carro nos veía, y hacía mucho tiempo que no sentía esa sensación, él me llevaba abrazada y mis manos descansaban sobre su pierna, así nos fuimos hacia el hotel, hasta que te llamé por teléfono

-¿Qué pasó después?- "te pregunté mientras me frotabas la verga dura, estaba excitado por tu narración y me mojaba como hacía mucho tiempo no me sucedía".

-Después de que corté la comunicación contigo (recuerda que ya estábamos desnudos), se dirigió de frente, lo vi venir con su verga parada hacia el frente y apuntando hacia mí, como es más alto que yo su pito golpeó mi vientre, pero el la acomodó hacia abajo, frotando mis labios ya inflamados y mezclando nuestros líquidos lubricantes, me tomó de la cara con sus manos y su boca buscó la mía enlazamos nuestras lenguas, lo abracé por la cintura y el me dijo acostándome suavemente en la cama, de manera,

-vamos a amarnos-

Mientras tanto, después me lo dijiste, estabas sentada en sus piernas, se acababan de bañar y se besaban mientras te acariciaba te preparándote para después cubrirte como un semental a su hembra. Su verga delgada, sí, un poco más delgada que la mía; pero, más larga y con la cabeza más gruesa apuntaba erecta hacía enfrente o hacia arriba -te pregunte-, hacia enfrente me dijiste;

-en un momento cuando nos estábamos besando volteé hacia abajo y se la vi, apuntaba erecta, parada y muy mojada hacia enfrente, sus manos me abrazaban y nos besábamos suavemente, al principio, después fuimos excitándonos y empezamos a explorarnos con la lengua, mientras yo le acariciaba la espalda y el cabello abrazándolo también.

  • ¿Y después que pasó, cuando colgaste el teléfono?

  • Después él se había alejado un poco para dejarme contestar, se acercó hacia donde está la mesita de noche… ¿te abrazó por detrás mientras dejabas el teléfono o volteaste hacia él y se abrazaron de nuevo?

  • después que terminó la conversación, -pensé que hablarías otra vez, para dejar el teléfono sin colgar pero no lo hiciste- me volteé hacia donde se encontraba él, se encaminó hacia mi de frente, vi su cuerpo desnudo caminar con su verga parada bamboleándose apuntando hacía mí, sus huevos ocultos entre la exagerada mata de pelo púbico que tiene, llegó de frente a mí y sentí como su verga caliente y resbalosa se pegaba a mi cuerpo

-después me acostó sobre la cama con los pies hacia donde se ven las sillas en la foto, encogí las piernas y las abría para recibirlo ya que me montó, subiéndose arriba de mí aunque sin penetrarme de momento, sólo recargando su cuerpo sobre el mío, su verga se acomodó sobre mi vientre-