Preparando un trabajo para la facultad

Lo que comienza como un día de estudio en un bar, acaba de la mejor manera en la casa de un integrante del equipo.

PREPARANDO UN TRABAJO PARA LA FACULTAD.

Se juntaron para preparar un trabajo en equipo, en uno de los tantos bares que quedaban frente a la universidad; ahí estaban ellas, VERONICA, CARINA, MONICA y PATO, y PABLO, el único hombre del grupo. Ya había caído la tarde de aquel sábado de cielo plomizo y una gruesa capa de lluvia apresuró la partida de las tres compañeras de PATO y PABLO.

Ambos guardaban silencio; PATO parecía compenetrada en su estudio, y PABLO, a su lado, abría y cerraba las hojas de sus apuntes, intentando encontrar una razón para que aquel día fuera un día normal y corriente.

El primer día de clases, PABLO ya estaba ubicado en el aula, y la vio entrar a PATO..., llevaba puesta una remera tejida de hilo con botones, que dejaba ver su ombligo, una pollera portafolio larga, estampada en la gama del verde, y sandalias color crema; la siguió con la vista mientras se acercaba, mirándola de arriba abajo; le pareció muy atractiva y sensual, hasta que pasó por delante de él en dirección al fondo del salón; sus ojos le apuntaron a su trasero...; la tela de la pollera era literalmente devorada, por lo que debería ser, una increíble zanja, y que al caminar, los gajos de su culo se movían suaves y duros; desde ese momento no dejó de pensar en la manera de poseer a semejante mujer.

Esa tarde de lluvia en la cafetería, llevaba, curiosamente, la misma pollera; quizás era un mensaje, quizás también un buen presagio, o quizás también, solo pura casualidad.

PABLO propuso hacer un alto en el estudio, pidieron un par de cafés, y a la espera de estos, comenzaron a charlar de sus vidas, de proyectos personales, olvidándose por un instante del motivo que los había llevado a reunirse en la cafetería; pasaron varios minutos en los que ya casi parecían viejos conocidos; sin saber como, y muy distendidos, terminaron hablando de sexo; aunque ella estaba casada y él estaba de novio, PATO era de la misma opinión de disfrutar del sexo al máximo y sin compromisos, cosa que sorprendió gratamente a PABLO, que la hacía más parca y sería, que liberal. El tono de la conversación fue subiendo; PATO, cruzada de piernas, la derecha sobre la izquierda, se encontraba sentada a la izquierda de PABLO; éste, en el transcurso de la charla, ponía su mano derecha sobre las piernas de PATO, apoyaba su cabeza sobre el hombro de ella, sacaba su mano, así en repetidas veces; PATO descruzó las piernas y las volvió a cruzar invertidas, dejándolas, por la abertura de la pollera, casi totalmente descubiertas; a medida que PABLO la inducía, PATO contaba más y más, y más y más se calentaba él, provocándole una erección.

Como la cosa estaba más que caliente, PABLO puso su mano derecha entre las piernas de PATO, intentando empujarla entre ellas, pero las mantenía firmes y cruzadas; temiendo que si hacía demasiada presión se incomode y abandone el juego, optó por seguir acariciando sus piernas por la misma línea de unión de ambas; así pasaron unos minutos, y de repente ocurrió el milagro..., PATO se echó hacia atrás, apoyando su cabeza en el hombro de PABLO, tomó la parte del mantel que caía de la mesa, se cubrió las piernas con el, las abrió, y le suspiró al oído, dándole vía libre a PABLO; él supo que el camino al cielo estaba abierto..., giró su cara en busca de sus labios y la besó suave y tímidamente, su mano comenzó a caminar con las yemas de los dedos por la cara interior de los muslos de PATO, llegando hasta su concha, acariciándola por encima de la bombacha; PATO abrió aún más sus piernas, con su mano derecha sostenía el mantel y con la izquierda corrió su bombacha, dejando al descubierto su caliente y húmeda concha; PABLO, con un ligero movimiento , le metió dos dedos en la vagina, abierta, mojada, mientras su dedo pulgar rozaba su clítoris; PATO trataba de disimular, pero no podía evitar cerrar los ojos, dando pequeñas contracciones, abriendo y cerrando las piernas; los dedos de PABLO, entraban y salían, jugando con su punto "G", entonces PATO le susurró al oído que lo hiciera más rápido, que la estaba haciendo acabar; con cuatro dedos dentro de su concha, ella lo guiaba con su mano, lo acompañaba.......parecía decir 'así..., así..., así'..., podía oír y sentir su concha haciendo hueco con los dedos, dedos que chapoteaban en su flujo, cuando al poco rato tuvo un orgasmo, apretando fuerte el brazo de PABLO, dando un quejido en forma de soplo contenido por sus dientes; PATO, que se reponía, descansando su cabeza en el hombro de él, le pasó la lengua por lóbulo de la oreja, le acarició con sus labios la mejilla en dirección a la boca y le mojó los labios con su lengua..., todo esto en señal de agradecimiento; PABLO le contestó abriendo la boca, y sacando su legua, comenzó a jugar con la de PATO; acercaron sus labios y sus lenguas se entrelazaron frenéticamente, chupándose entre sí, explorando cada rincón de sus bocas; PABLO retiró su mano de la concha de PATO, probó el sabor del flujo que había en ella, y también se la ofreció a PATO, para que ella terminara de limpiar los restos de sus propios jugos.

PABLO la invitó a su casa diciéndole que no había nadie; PATO se hizo la tímida y entre sonrisa y sonrisa le dijo que de acuerdo, que aceptaba la invitación; llegaron pronto y era obvio que no iban a seguir con tanto preámbulo, pues una vez cerrada la puerta de su casa se dirigió a PATO muy seguro de sí mismo y la besó con dulzura y pasión al mismo tiempo; eso a ella le encantó y provocó que en segundos su concha se humedeciese nuevamente; la siguió besando, y así, poco a poco, la fue llevando hasta su habitación; PABLO le quitó toda la ropa entre beso y beso, y sin esperar más, la acostó en la cama, boca arriba con las piernas abiertas, y hundió su cara en esa concha que lo esperaba, húmeda, caliente y desesperada; se notaba que sabía lo que hacía, porque la chupaba como nadie; su lengua jugaba con su clítoris, sus labios estiraban los vaginales con una compenetración que la volvía loca; también uso sus dedos, que se los iba introduciendo, poco a poco, al ritmo de los movimientos que marcaba su cadera, jugando con su punto "G"; PABLO le levantó las piernas y le pidió que se las sostenga, para poder jugar mejor en su concha; por la posición en que se encontraba PATO, también le ofrecía el agujero del culo, entonces PABLO, mientras le introducía los dedos de una mano en la concha, le penetraba la cola con su lengua, alternando ésta con dedos de su otra mano; PATO estaba tan excitada, que lo único que quería era que se la cogiera ahí mismo, pero también estaba disfrutando como nunca, así que aguantó por su propio beneficio; tanta excitación no podía terminar de otra manera y le acabó en la boca; sin relajarse demasiado, porque aún deseaba más, se incorporó y lo hizo acostar a PABLO en la cama, para que ahora fuese él, el que disfrute de las maravillas del sexo oral; él se quitó el calzado y PATO lo desnudó; agarró su pija y directamente se la llevó a la boca, jugó con ella todo lo que quiso y más, la lamía como si fuese un helado, de arriba a abajo, deteniéndose en el glande, el cual se introducía en su boca, apretándolo con los labios y pasándole la lengua por toda la cabeza; PABLO puso su mano en la cabeza de PATO, deslizándola por su pelo, ejerciendo presión, provocando que se la trague toda; él gemía y hacía pequeños movimientos como si la cogiera por la boca; PABLO estaba descontrolado, pero la fue apartando porque aún no quería acabar.

Los dos se pusieron de pie, él la tomó de una mano y la llevó al baño; el baño tenía jacuzzi, y mirando la inmensa bañadera, le preguntó a PATO si alguna vez lo había hecho en uno como ese, y sin esperar respuesta le dijo que ahí la iba a coger. Empezó a llenar el jacuzzi, y con una mirada le indicó que se metiera; ella se sentó; después ingresó PABLO, sentándose detrás de ella, con las piernas abiertas; PATO cerró sus ojos y se recostó sobre el pecho de PABLO; él comenzó a acariciarle los hombros, mientras le besaba el cuello, bajando sus manos a los pechos de PATO, masajeándolos, pellizcándole los pezones...; siguió bajando sus manos por el estómago, hasta detenerse en su entrepierna, con su otra mano le hizo girar la cabeza, y la empezó a besar como con desesperación; PATO no se quedó en ese beso, y poco a poco fue girando su cuerpo hasta quedar enfrentada a PABLO, le agarró la verga y la comenzó a pajear, mientras el seguía con sus dedos dentro de esa concha que pedía más; PATO retiró la mano de PABLO de su concha, se arrodilló a ambos lados de él, guió la pija hacia su vulva, la frotó unos segundos, y se la guardó de un solo golpe; quedaron unos instantes sin moverse, mientras se comían la boca; entonces PATO comenzó a cabalgarlo, primero suavemente, después con más fuerza, mientras PABLO se aferraba a los gajos de su culo, jugando con un dedo de cada mano con el agujero del orto; tanta excitación contenida, estaba por hacer acabar a PABLO, así que, le pidió a PATO que saliera de arriba de él, y que se sentara en el borde del jacuzzi; se acercó a ella, apartándole las piernas, la puerteó, y de una envestida le metió todo su pedazo hasta el fondo; PATO llevó sus manos hacia atrás, como recostándose, ofreciéndole esa posición para que él le levante las piernas, y así cogerla con más fuerza; la cogida era tan fuerte, que sus huevos golpeaban las nalgas de PATO; luego de unos instantes, PABLO le avisó que no aguantaba más, que iba a acabar, entonces, PATO le dijo que saliera y que ocupe el lugar de ella, él se sentó como PATO, ella se arrodilló entre las piernas de PABLO, agarró su pija, y la empezó a pajear y a chupar con fuerza; PABLO, entre espasmos y gritos de placer, le llenó la boca con chorros de leche, que parecían no terminar nunca; PATO se tragó todo el semen hasta la última gota, y siguió chupando y pajeando, hasta dejarla totalmente limpia.

A PABLO no se le iba la erección, parecía como que esa era la única oportunidad que tenía para enfiestar a PATO, y ella no iba a desperdiciar semejante verga; obviamente, querían más; PABLO la levantó a PATO y la hizo inclinar hacia delante, con las manos apoyadas en el borde, le separó las piernas y nuevamente la penetró con fuerza; las envestidas eran profundas, la sacaba casi toda y la metía hasta el fondo en repetidas ocasiones, lo que provocó en ella un nuevo orgasmo; PABLO siente que ya es momento de ocuparse de ese agujero tan deseado desde el día que la vio por primera vez, y le dice que quiere hacerle la cola; PATO le sonríe y le pide que se la haga, pero que sea lenta y suavemente, porque lo quería disfrutar bien adentro; PABLO saltó del jacuzzi y fue hacia el botiquín en busca de algún lubricante, algo que lo ayude a dilatarle el culo a PATO, para que ésta reciba la totalidad de su pija sin tanto dolor; PABLO vuelve con un pote de crema de ordeñe, se mete en el jacuzzi, le mete la verga, nuevamente, en la concha, y la empieza a coger; sus dedos toman una buena cantidad de crema del pote y unta la entrada trasera de PATO, introduciéndole un dedo primero, girándolo y hasta el fondo del recto, después dos, y tres...; saca su pija de la concha de PATO, se pone un poco de crema en el glande y le fue metiendo muy despacio la verga hasta la mitad y luego toda completamente; se les escapó, a la vez, un gemido de placer y eso animó a PABLO a moverse con más ritmo, con envestidas cada vez más rápidas y profundas, ya que PATO gritaba de placer; PABLO descubre un hoyo por donde salen el agua y las burbujas, y eso le da una idea; sin sacarle la pija, la va llevando hasta el lugar fijado y el cuerpo de PATO queda la mitad afuera del jacuzzi; su estómago descansa en el filo del jacuzzi, hincada, y su concha queda cerca del hoyo donde sale el agua a presión, volviéndola loca, ya que por un lado le estaban taladrando el orto, y por el otro, el agua masturbaba su concha, al momento que las manos de PABLO apretaban sus tetas y pellizcaban sus pezones; los movimientos son más frenéticos, más fuertes y calientes, y los gritos y gemidos de PATO son más ruidosos; a ella le encanta como la está culeando y le pide que siga; PABLO, sin que le sean ajenos la cantidad de orgasmos de PATO, se siente en la gloria, lleva varios minutos haciéndole el orto sin poder acabar, ya que ahora aguanta más, obviamente, por haberle llenado la boca en su primera acabada. Después de casi 30 minutos, su verga se le hincha aún más, hasta que, con potentes chorros, acaba, inundando su interior de semen; PATO queda como en estado shock, perdiendo la cuenta de los orgasmos que tuvo...; ella, llena de placer..., y su culo..., lleno de leche.

PABLO saca su pija del abierto y dolorido, pero satisfecho, culo de PATO; se sientan en el jacuzzi, ella se acurruca en los brazos de él y se besan apasionadamente, descansando después de semejante batalla.