Preparados para la guerra 1

A veces, hay decisiones que tomamos que pueden cambiar nuestra vida por completo. Yo, en un mundo nuevo persiguiendo mi sueño, el dispuesto a volverme loca y hacer de mi nuevo proyecto una experiencia increíble.. nunca sabes cuando te puedes enamorar ni donde.

Por fin llegó el día. No sabía si realmente lo deseaba o solo quería que pasasen las horas rápido.. Llevaba meses preparándome y entrenando día a dia para las pruebas físicas. Sabía que podía hacerlo, sabia que podia llegar hasta ahí y en unas semanas estaría dentro de la academia militar. Ese era mi sueño, lo habia sido desde siempre y no habia un solo dia que no me imaginase como seria mi vida siendo militar, una pequeña y a la vez gran soldado.

"Admitida", la palabra que más feliz me ha hecho en la vida. No me lo podía creer, había sido apta en todas las pruebas y tenía mi plaza en la academia. Fuí corriendo al salón a decírselo a mis padres, saltando de alegría. Mi padre me cogió en brazos y me dio el mejor beso y a la vez gratificante que me había dado nunca, mi madre, me miró con tristeza y se unió al abrazo.

- Qué duro se me va a hacer estar sin verte mi pequeña - decía mi madre

- Va mamá, no empecemos.. que vendré todos los fines de semana que pueda

Me hice la maleta lo más rapido que pude, sabia que allí tampoco me haria falta llevar mucha ropa, al fin y al cabo iría todos los días con el uniforme que tanto habia soñado llevar. Metí unos vaqueros, dos sudaderas, alguna camisa más formal, y un vestido, si, un vestido que me compré y todavía tenia la etiqueta. No tenía otra ocasión mejor para estrenarlo que algún dia de fiesta con mis nuevos compañeros. Terminé de meter mis cosas de aseo y algunos zapatos y dejé todo preparado para el día siguiente, me esperaba un largo día..

Eran demasiadas cosas las que se me pasaban por la cabeza durante el viaje, y el hablar con mis padres de el tiempo que pasaríamos sin vernos no ayudaba. Decidí coger el movil y mis cascos y cerrar los ojos con mi mejor canción de fondo.. solo quería empezar una nueva etapa con ilusión y fuerza, sobretodo fuerza.

Una vez allí noté como mis nervios aumentaban por momentos, veía a todos los nuevos cadetes despidiendose de sus familias y entrando con sus cosas, todos tenian la misma cara de ilusión y a la vez nervios.. no era la única.

El director salió a recibirnos con una gran sonrisa y firmeza y se dispuso a enseñarnos todas las instalaciones antes de separarnos y agruparnos por habitaciones. Fué un largo día, sabia que el cambio iba a ser duro pero estaba dispuesta a adaptarme cuanto antes y empezar mi curso con ganas. Un par de días y todo empezaría a fluir por sí solo.

Esa noche me costó dormir a pesar de lo cansada que estaba. Pensaba en mis padres, mis amigas, mi gente.. pero sobretodo en mi futuro. Llevaba muchos años detrás de ello y por fin lo habia conseguido.

-"Céntrate Natalia" me decía a mi misma, "tú puedes con todo" y así logré cerrar los ojos hasta la mañana siguiente.

La primera semana fué de adaptación, charlas y más charlas, explicaciones por cada paso que daba y organización en todo mi equipaje que me acompañaría el resto del año. Las primeras clases eran bastante duras, no estaba acostumbrada a ese sistema y iba como loca intentando tomar nota de todo lo que el profesor decía. Quería llevar todo al día y empezar con buen pié.

Los cambios de clase fué a lo que más me costó acostumbrarme, la academia era tan grande y yo tan pequeña.. fué cuestión de días que me perdiera entre tantos alumnos.

Un pasillo, el otro, bueno, quizás por este.. pero nada. Totalmente perdida..

Me acerqué al único chico que vi en ese pasillo y le pregunté donde estaba mi clase, ya llegaba tarde y no quería broncas tan pronto.

- Perdona, sabes donde está esta clase? Soy nueva y voy un poco loca buscando las aulas

-Claro, dime- me cogió el papel y mientras leía el aula se empezó a reir

- ¿Y la gracia?

-Uh, veo que tienes mal genio, aquí te vendrá muy bien

-Que pena que no me sirva para orientarme

-Mmm bueno, yo hace un año estaba como tú, pronto te acostumbrarás

-Eso espero.. ¿La clase por favor? Ya llego tarde- le dije cogiendo mi papel y suspirando

- El segundo piso, el primer pasillo de la derecha, la clase está al final

-Gracias

-Cuidado no te pierdas por las escaleras..

Será idiota. El primer chico al que me acercqué y tiene que ser el gracioso de turno. Llegué a clase y me senté con una chica en la segunda fila. Era raro cruzarse con chicas allí, y la mayoría eran de cursos superiores. Me quedaba mucho por pasar y aprender..

Pronto hice un grupo de amigos con los que pasaba prácticamente todo el día. Nos ayudabamos unos a otros en lo que podiamos, sobretodo a la hora de estudiar y hacer trabajos que más tarde tendríamos que poner en práctica.

Después de comer tenia una hora libre y siempre me sentaba en el mismo sitio, un banco donde se veia gran parte del campo en el que entrenabamos y allí estaba el. Todavía no sabia su nombre, ni su edad, ni nada de el.. solo sabía que que mis ojos lo buscaban incoscientemente entre todos aquellos chicos que estaban corriendo y haciendo marchas al ritmo de gritos de guerra. El iba de los primeros, era de los más altos, serio, firme, parecía un chico fuerte.. y estaba despertando en mí una gran curiosidad por conocerle.

Escuché el aviso para ir a clase y rápidamente fui a por mis cosas, no quería volver a perderme.

Los días pasaban con total normalidad, y cada vez me sentía mas agusto allí dentro. Los profesores y jefes eran bastante duros pero poco a poco conseguí hacerme con ellos y adaptarme a esa nueva vida.

Por fin llegó el fin de semana y mi grupo y yo decidimos salir de la academia esa noche, teníamos permiso y queríamos despejarnos, conocer la ciudad que era nueva para todos nosotros y reirnos un buen rato. Una compañera de mi habitación me dejo una camisa de tirantes que me estaba perfecta y me puse mis mejores vaqueros y mis botas, esa noche quería volver a ser yo.

Estuvimos en un bar pequeño y bastante acogedor tomandonos unas cervezas y conociéndonos un poco mejor todos. Teniamos muchas cosas que contar y entre anecdotas muchas risas que compartir. Levanté la mirada y vi entrar a un grupo de chicos, iban riendose y haciendo el tonto, y no tardé en descubrir que entre ellos estaba él, el chico misterioso que me ayudó el primer día.

Uno de ellos era amigo de una chica de mi grupo, Sofía. Y pronto cogieron unas cuantas sillas más y se sentaron con nosotros.

Allí estaba el, en frente de mi, con unos vaqueros verde militar.. no lo podia negar, con unas botas y una chaqueta de cuero. Estaba jodidamente guapo y por fin pude ver su sonrisa y escucharle reir al oir las tonterías que contaban los demás. Lo examiné de arriba abajo y a los pocos minutos me di cuenta que el hacia lo mismo conmigo. Me miraba fijamente, con esa sonrisa de medio lado y su cerveza en la mano, sentado y apoyando los codos en las rodillas, parecía sentirse comodo. Nuestras miradas se cruzaron dos veces, tres, cuatro, cinco.. No sé que tenia este chico, ni a que estabamos jugando, pero me gustaba..

Decidimos ir a otro local que sus amigos conocían, pues ellos ya habian salido muchas veces por alli y tenian bastante experiencia en todo aquello y durante el camino, tuve la oportunidad de saber su nombre y conocerle un poco más. Se llamaba Alex, también era de una ciudad bastante alejada de allí y estaba en el segundo curso. Tenía 22 años y parecía un futuro gran militar. Fuimos todo el camino contándonos cosas sobre nuestras vidas fuera de la academia, nuestros planes, sueños, gustos.. Quien me iba a decir que el chico graciosillo escuchaba la misma música que yo y tenia gustos muy parecidos a los mios.

Llegamos a un pub que parecía muy acogedor y fuimos corriendo a un rincón donde había una mesa baja con muchos sofás y cojines en el suelo, pensabamos pasar gran parte de la noche allí y queriamos estar lo más comodos posibles. Sofia a mi derecha y Alex a mi izquierda, la mesa se empezaba a llenar de vasos y cada vez habia más buen rollo, la noche pintaba muy bien.

La música estaba un poco alta, lo que hacía que tuviese que acercarme más a el para poder hablar. Mientras Alex y yo seguiamos conociéndonos, los demás continuaban sus conversaciones y sus tonterias, con algún que otro tonteo más. Estabamos hablando de las armas, cuando me di cuenta que puso su mano sobre mi pierna. Continué mi conversación como si nada y el cada vez se me acercaba más, incluso de vez en cuando podía notar como su mano me apretaba ligera y suavemente la pierna y sus ojos me recorrian de arriba abajo. Joder.. eso me estaba gustando demasiado y me estaba poniendo nerviosa.

Pude verlo de cerca y era realmente guapo, era moreno, con los rasgos finos y a la vez masculinos, ojos verdes.. aunque lo que más me gustaba no eran los ojos sino su mirada.. sus labios, y esa puta sonrisa que conseguía desviar mis pensamientos por completo. Nos acomodamos un poco más, nos apoyamos en el respaldo del sofá y en un rápido gesto me encontré pegada a el, con su brazo derecho rodeándome por el cuello y el otro en mi brazo. Cada vez importaba menos la conversación, y cada vez estábamos más cerca. Alex empezó a acariciarme el brazo, a pasar sus dedos por mi hombro, mi cuello mientras me miraba el escote se limitaba a soltar algún que otro suspiro..

- Voy a tener que reclamar a la academia para que entren mas chicas as í- dijo vacilandome entre risas

- Así de despistadas?

-Así de guerreras y guapas, esto no se ve todos los días

-Bueno, igual no me ves tan guapa cuando tenga que estar en una batalla llena de barro.. - le dije riendome

- Mmm, peleas en el barro, seria divertido..

-Qué tonto eres- y le di un leve empujón

-Y o creo que soy muy listo - me dijo con el tono más vacilón que habia escuchado nunca

- Ah si? ¿Por qué guerrero?

-Por tenerte así de cerca ahora mismo

Mi cara de tonta tuvo que ser notable, y los demás vieron como estábamos y no tardaron en hacer los típicos comentarios, ayudados de las copas de más que habian caido durante la noche. "Uy, parejita, aqui hay amor" "Pero iros a un hotel hombre, que nos dais envidia" y todas esas tonterías que los amigos siempre dicen para incomodar mas la situación.

Me limité a reirme de el último comentario y me acerqué a su boca, llevaba un buen rato viendo esos labios y notando su respiración y me moría por rozarlos.. me detuve a unos milímetros y podía notar su aliento en mis labios, como movía la cabeza lentamente buscando un leve roce sin llegar a besarme.. empezó a besarme la mejilla, la nariz, la comisura de los labios, y por fin pude notar sus labios con los mios..

Fué un beso tierno, de esos que deseas que no acabe.. Me abrazó contra él y esta vez fui yo quien me lancé. Levanté mi mano y le acaricié la cara mientras le besaba, noté como su lengua empezaba a recorrer mis labios, y seguía jugando con la mia.. como me estaba poniendo.. Mientras seguiamos besándonos no pude resistirme y le mordí suavemente el labio inferior.. A lo que el respondió con otro mordisco y un "buff Natalia.."

Nos estábamos calentando demasiado y los dos sabiamos que no era el momento ni el lugar, además los demás estaban levantandose para irse, el pub iba a cerrar en breves y ya era hora de volver a la academia si queriamos estar con unas caras decentes y descansados el día siguiente.

Y así hicimos, salimos de nuevo a la calle y empezamos a andar. Mis amigos jugando a empujarse entre ellos y saltando, los suyos cantando y haciendo el tonto imitando a algun profesor y el  y yo detrás. Me pasó el brazo por la cintura y no dudé en agarrarme a el, fuimos todo el camino agarrados y el bajaba la mano de vez en cuando, la metía en el bolsillo de mi pantalón en el culo, y me daba un apretón que hacia que mis ganas de volver a tenerlo tan cerca aumentasen..

Llegamos a la academia y el guardia de turno nos abrió la puerta con seriedad y cara de pocos amigos, era bastante tarde y se notaban nuestras pocas ganas de estar allí. En el patio principal tuvimos que separarnos para irnos cada uno a nuestra habitación y teniamos que mantener las distancias. Le di dos besos a todos, y un beso a Alex, el me respondió con otro beso agarrándome del cuello suavemente y diciendome "descansa guerrera".

Me fuí con Sofia a nuestra habitación y estuvimos más de una hora hablando de esa noche, de nuestros nuevos amigos, de Alex.. sabía que esa noche me dormiría pensando en algo totalmente distinto a el curso, o a los examenes que estaban por venir.

Continuará