Preparador de las estrellas ii
Terminamos la ducha y muy amablemente le dije a Kelly que llegaba mi turno para rematar el entrenamiento. Ella me dijo que en su habitación estaríamos más cómodos y que así nadie nos molestaría.
No hizo falta cruzar más palabras, cerró los ojos y continuo con su labor, se veja que o bien, no le gustaba la idea, o no estaba acostumbrada a terminar así “los trabajos orales”. Mi corrida fue abundante. Hacia tanto tiempo que no… que casi se atraganta la pobre. Cuando termino la levante y le di un beso con todo, que diría un entrenador de fútbol que yo me se, ella me correspondió y mientras recuperábamos las fuerzas procedimos con la ducha.
YO: Te has portado muy bien, así me gusta a mi que sea la gente, cumplidora.
KB: La verdad que no me suele gustar terminar así, me gusta verlo encima de mis pechos, pero ha estado bien…
YO: Bueno, aun no hemos terminado, me toca a mi…
CONTINUARA…
Terminamos la ducha y muy amablemente le dije a Kelly que llegaba mi turno para rematar el entrenamiento. Ella me dijo que en su habitación estaríamos más cómodos y que así nadie nos molestaría.
Según llegamos a la habitación le dije que se tumbara y que se preparara para disfrutar, sorprendentemente me dijo:
- Nunca nadie ha conseguido hacerme llegar sin penetración, pero si quieres intentarlo…
Me lo tomé como algo personal, así que con toda mi “buena voluntad” procedí a darle trabajo a mis labios y a mi lengua, jugueteé primero con sus muslos dandole besitos, y acariciándola suavemente. Luego con mis dedos empece a jugar en su sexo y también a tasajear su puerta trasera. Dio un pequeño respingo pero me dejo seguir haciendo. Poco a poco comenzó a humedecerse, más y mas, más y más. Al final cuando vi que aquello empezaba a dar sus frutos decidí empezar a jugar con mi lengua y con mi boca en su botoncito, que ya asomaba excitado en todo su esplendor. Tras una sesión bastante intensa como satisfactoria Kelly comenzó a soltar por su boca toda clase de vocablos ininteligibles, y finalmente me agarro la cabeza con una mano mientras con la otra me dejaba marcado por sus uñas en mi brazo. Finalizando con un orgasmo como ella misma me había dicho anteriormente, único.
Como imaginareis después de todo esto yo ya estaba recuperado y listo para seguir dando guerra. Así que sin más preámbulos procedí encaramarme encima de Kelly con mi miembro duro apuntando a la entrada de su cueva. Procedí a penetrarla poco a poco, primero suavemente y luego más rápidamente. Cuando ya llevábamos unos minutos, le dije que se diera la vuelta y procedimos a seguir con ella en cuatro. Cada minuto que pasaba y con la excitación del momento, el mete y saca y ver ese pequeño ojito cerrado (mi mente fantaseaba con profanarlo), no aguante más y exploté en su interior. Cayéndome encima de ella y juntándonos piel con piel.
Cuando ambos nos recuperamos, pase al cierto de baño de nuevo y me di una ducha relajan. Al salir ella seguía en la cama, pero esta vez sí, con una sonrisa de oreja a oreja. Nos despedimos, y le dije que al día siguiente continuaríamos con los entrenamientos.
La rutina de trabajo siguió durante las semanas siguientes. Con entrenamientos y algún que otro desliz entre nosotros. No cabe duda que Kelly entendió mi “manera de trabajar”, y con nuestros encuentros sexuales esporádicos, le fui dando ciertos incentivos que hicieron más ameno nuestro día día.
Cuando terminé el trabajo con Kelly Brook ya mi representante me tenía un nuevo trabajo, tendría que prepararle un planning de trabajo diario para una modelo, la inglesa Emily Ratajkowski, una joven inglesa que por su trabajo viajaba mucho y necesitaba un plan de trabajo fácil de realizar, y que no tuviera problemas para realizar en hoteles entre trabajo y trabajo.
La verdad que cuando me dijeron quien era no me sonaba, a mi me sacas de Naomi Campbell y Cindy Crawford y me pierdo. Eran las famosas en mi época de hormonas a tope.
Resulto ser una chica muy atractiva, con un rostro muy bonito, un cuerpo algo escuálido, algo normal al ser modelo, y unos pechos que se intuían muy atrayentes. En la entrevista personal me indicó que le gustaba mucho hacer deporte, que solía hacer footing a diario cuando estaba en su casa, y que también era muy fan del saco de boxeo cuando iba al gimnasio, todo esto sin dejar de sonreír. El problema radicaba en que con tanto viaje, entre sesión de fotos y sesión de fotos. No tenía mucho tiempo de entrenar, y lo que hacia era limitar sus comidas para mantener la linea.
En un principio sus pretensiones eran que viajará con ella durante el tiempo necesario hasta conseguir que ella pudiera seguir el planning que yo le marcara. Pero tanto por mi parte como por la de la agencia eso resultó descartado inmediatamente. Quedamos en que en un periodo vacacional visitaría su ático en Manhatan y le marcaría un plan de trabajo eficaz para sus momentos de trabajo fuera del hogar.
Semanas más tarde, por fin, conseguimos concertar una cita. Ya en su casa me recibió con unas mayas de ciclista y un sujetador deportivo, según pude saber a posteriori estaba entrenando con la bicicleta estática.
ER: Verás el problema es que, cuando termino una sesión de fotos, sólo tengo unas horas de descanso antes de coger de nuevo un avión, para el siguiente trabajo, y en el hotel, aunque haya gimnasio, es un sitio vetado para mi porque no dejan de molestarme otros clientes del hotel. Así que me limito a hacer unos abdominales en la habitación y echarme a la bartola.
YO: Bueno, yo te podría aconsejar algún material deportivo que sea transportable, unido a algunos ejercicios sencillos, y así podrías mantener tus rutinas de trabajo en esos momentos.
ER: Me parece perfecto, pero tampoco te pases, que lo único que necesito es una rutina de 1 hora o así, de mantenimiento.
YO: Bueno, yo te marcaré el trabajo que sea mejor desde mi punto de vista, ya dependerá de ti hacerlo o no, yo no estaré ahí para poder vigilarte. Así que eso será tu responsabilidad.
ER: Ya quisieras tú poder entrenar a alguien como yo, ni en tus mejores sueños chaval…
Ese último comentario me había molestado bastante, ya me habían hablado de lo arrogantes que podían llegar a asee las modelos, pero nunca te lo esperas, al menos yo en ese momento no me lo esperaba. Así que me levanté y cuando me dirigía a la puerta le dije:
- Bueno, creo que aquí no pinto nada, el respeto es algo muy importante en la relación entre preparador y cliente; y usted parece no tenerlo hacia mi, hablaré con el señor Reyes para que encuentre una solución satisfactoria para ambos.
Cuando estaba ya a punto de cerrar la puerta, noté como alguien me sujetaba por la mochila.
No te vayas, siento hacer sido tan grosera, no le digas nada a Reyes, sentémonos y lleguemos a un acuerdo. Me dijo Emily con una cara de preocupación notable.
Bueno a ver, yo solo quiero ayudarte con tu problema, pero tanto en la agencia, como tú ahora deben entender que yo soy la ley en cuanto al entrenamiento. Te supervisaré el trabajo y lo haremos a mi manera. Es así. Yo solo se funcionar de esta manera.
Tienes razón, es sólo que estoy muy agobiada porque en los últimos meses a pensar he tenido tiempo para descansar.
Me importa muy poco, te repito que si tu representante y tú queréis que yo te prepare el planning, tendrás que hacerme caso. Sino me harás perder el tiempo y tu perreras el tuyo también.
Bueno, lo intentaré entonces.
Si aceptas que yo te entrene, te diré lo que le digo a todos, cuando estemos trabajando seré un hijo de puta, por tú bien sigue el camino, cuando acabe el trabajo nuestra relación ya dependerá de otros factores.
Hecho. Y me guiñó un ojo.
Le comenté que como me había dicho que ya estaba acostumbrada a hacer deporte sencillamente le marcaría unas series de abdominales, lumbares y flexiones, además le recomendé que se comprar una escalera de coordinación y unos elásticos para poder trabajar algunos ejercicios de fuerza, que no le ocuparían mucho en la maleta y tampoco le pesaría mucho.
Cuando ya iba a dar por terminada la reunión me dijo que creía que tenía un pequeño tirón en el gemelo y procedió a pedirme amablemente que si le podía dar un masaje, o hacerle un vendaje para rebajar el dolor. Le pregunté si tenia alguna crema anti-inflamatoria y procedí a remangarme mientras ella iba a buscarla.
Mientras esperaba en la sala oí como me llamaba desde otra estancia. Cuando llegué a la habitación de donde provenía la voz, me encontré a Emily en la cama de espalda, con los gemelos en alto y un bote de crema en la mano.
Procedí a empezarle un masaje en la zona, la verdad que la chica se retorció bastante de dolor, parecía que podía tener algo grave, aunque como supe después simplemente es que ella toleraba muy mal el dolor. Cuando llevaba ya unos cuantos minutos ahí dandole al tema. Le dije que ya estaba, le di una palmadita en el culo. Y me fui al cuarto de baño a lavarme las manos.
Cuando volví del cuarto de baño mi cabeza no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, la chica se había desnudad y me miraba de manera picarona desde la cama.
CONTINUARÁ…