Preñando a mi Madre

...decía ella en un vano intento de detenerlo, sabía que la podía dejar preñada, pero ya de poco serviría...

Sé que me había tardado bastante en volveros a escribir pero no tenía mucho que contar, hasta que ocurrió lo inminente...

Como sabéis me cojo a mi madre casi a diario, darle y penetrarla por todo sus orificios paso de ser una obsesión a una actividad casi rutinaria, por lo que decidí hacer lo mas guarro y cachondo que se me había podido ocurrir... Hace ya algún tiempo, un día me dije por qué no follarla entre varios, así fue como empezó toda esta locura desatada que aquí intentare resumiros. Sin decirle nada a ella lo maquine todo y contacte a unos buenos tíos para que le propinaran una salvaje cogida.

A la casa va un jardinero todas las semanas, es un tipo bastante alto, más bien ordinario y tosco de unos 30 años tal vez un poco más, y por esos días me acerque y le dije

-oye Juan- así se llama, -no os vayas a sorprender con esto que os voy a decir, pero no gustaríais follar a mi madre-

el tipo algo atónito me respondió -eh que dices chaval-

yo proseguí -vamos que se como le miráis su gran culo, no os hagáis rogar-

el hombre un poco contrariado dijo -bien si queréis que os folle a tu madre lo hare-,  -ganas no me faltan- susurro.

Luego hablé con pepe, un viejo hombrecillo de piel morena que pasa por las tardes pidiendo dinero o comida y a quien mi mama ya conocía hacia algún tiempo al igual que toda la gente de por allí, y le dije que si quería cepillarse a mi madre, el viejo guarro me contesto -venga chaval, a reventaros el culete a la buena de tu madre-.

También hablé con un vecino de unas casas más abajo quien también conocía a mi mama desde hace un buen tiempo, pues le auxiliaba a veces con problemas mecánicos del coche, llamado Matías un tipo joven soltero, algo vicioso, que vive alquilado cerca de donde vivimos, cuando le dije se mostro un poco extrañado, pero a la final me dijo que siempre le había gustado el trasero de mi madre y que si, que se la follaría y más en grupo.

Por último le dije a Luis, el vigilante que cubre los turnos de noche en una panadería cercana, quien también conoce a mi mama, el tipo algo fornido me contesto que contara con él para darle caña a mi mujer, quiero decir, a mi madre.

A todos les dije que fueran a mi casa el viernes bien temprano luego de que ella se fuera a llevar a mis hermanas al colegio, que ese día tenían un paseo y no regresarían a casa sino hasta la tarde, y así en ese largo tiempo darle rienda a la faena. Así lo hicieron, llegaron aquel viernes temprano casi a las 9, cuando mi madre regresó de llevar a las niñas al colegio, se encontró con la sorpresa de ver aquellos 4 hombres en la sala conversando conmigo y viendo la antesala de un juego, ella extrañada y totalmente inocente de lo que le esperaba pregunto

-Hola chavales, ¿qué hacéis aquí tan temprano?-

yo para que ella siguiera como el más manso corderito sin ninguna sospecha le respondí -es que hoy juega Rafa, les he invitado a ver el partido-

-ah vale, ¿queréis café?-

Todos aceptaron, yo sabiendo que mi madre siempre ofrece café a los invitados, ya les había dicho que en el momento que mi mama se los trajera, yo me ausentaría por un momento, para que ella no se diera cuenta que yo había armado todo, y justo en ese momento era que tenían que actuar y cogerla. Así fue, cuando mi mama venia a la sala con la bandeja yo me aleje hacia el cuarto de estudio desde el cual podía ver cuando mi madre se inclino a poner la bandeja sobre la mesa, y se le remarcaba su enorme culo, eso supongo que los termino de decidirse a cogerla, ese día llevaba puesto un pantalón negro bastante ajustado y un suéter, enseguida y antes de que se pusiera en pie otra vez, pepe, el mendigo se levanto y la sujeto por detrás y empezó a manosearle el culo, mi mama al sentirlo intento pararse para escapar de las garras de aquel mal oliente hombre, pero la sujeto aún más duro y empezó a babosearla y a lamerle la cara no dejándole escapatoria, Luis el vigilante se apresuró a despejar la mesa de estar, retiro la bandeja con los cafés que mi mama acababa de colocar y un florero que allí estaba, despejando la zona para poderla terminar de doblegar, los otros 2 hombres solo miraban atentamente como el pordiosero y el vigilante comenzaron aquella corrida faena como si de lidiar a un toro se tratara, yo por mi parte también decidí no salir de una vez al ruedo, sino ser expectante de como la amansaban y sometían,  mi madre ya toda sumida a merced del mendigo entre jadeos gritaba alejooo, alejooo, ahh, ahhhhh, era notorio que ya el mendigo había comenzado a trabajarle el coño a mi mama, quien la había puesto en cuatro sobre la mesa y comenzó a bajarle el pantalón y quitarle sus sandalias, dejando al descubierto el enorme y brillante trasero de mi madre que en esa posición se ve espectacularmente apetecible, ya totalmente afuera el pantalón, el mendigo le fue metiendo dedo a dedo en el húmedo coño materno, se notaba lo mucho que le había excitado a mi mama sentirse sumisa y humillada por aquellos hombres, pues cada vez que el pordiosero metía los dedos sonaba como una fuente de agua el coño de mi mami, en todo lo que llevaba fallándola nunca había escuchado tal humedad allí adentro, estaba totalmente lubricada y debía de estarlo pues las embestidas y penetraciones que le esperaban aquel día no eran pocas, rápidamente el vigilante al ver ya a mi mama puesta, se saco la polla, una verga bastante gruesa, la dirigió hacia los labios de mi mami y ella sin mas comenzó a lamerle todo el mástil duro de aquel hombre, quien decía

-oh así zorra que bien lo haces-

Los otros dos sujetos ya con sus vergas  afuera masturbándose al ver tan aberrante escena, se levantaron y acercaron sus troncos a mi mama, cada vez mas cachonda, cada uno agarró una mano de mi madre para que les pajeara, mientras tanto el viejo mendigo magreaba las tetas debajo del suéter y con la otra mano la seguía penetrando, llevo unos de los pies de mi mama a su boca y lo empezó a lamer dedo por dedo, yo que sabía lo mucho que eso a ella la excita, me dije ya no hay vuelta atrás, se la van a coger, estaba impresionado, tal era la impresión que ni siquiera me estaba masturbando, de repente pepe el mendigo en un arranque de salvajismo dejo lo que estaba haciendo, desgarró la pantaleta negra que llevaba mi mama, se saco por fin la verga era bastante grande, gruesa y oscura, la más grande de todos los que estábamos y eso que las de todos eran vergas muy potentes y gruesas pero la de aquel mísero ser era descomunal, supongo que por ser un tío de origen africano, se masturbo admirando el ejemplar que iba a entrar a matar, cual torero, perfiló la lanza y sin que mi madre pudiera reaccionar y percatarse de las dimensiones del falo al cual iba ser sometida le dio una embestida y una penetrada profunda a la que mi mama salto y soltó un gemido largo y hondo tan fuerte que debió oírse hasta en la calle, todos los demás sonrieron satisfechos, el mendigo que la dejó unos instantes adentro exclamó

-Agg cuanto tiempo sin pillar a una buena puta como esta-

Y acto seguido la embistió violentamente a un ritmo incesante propinándole nalgadas, los otros le terminaron de sacar el suéter ya todo sudado para comenzarle  a trabajar mejor las tetas, el vigilante retiro su polla de la boca y se acostó debajo para intentar la doble penetración, el viejo mendigo retiro su pene de el chocho ya morado y fue el vigilante quien ahora probo las húmedas y suaves paredes vaginales de mi madre, mi mama seguía gimiendo y mamando la verga de los otros 2, y de repente el mendigo volvió a sorprender, propinándole una salvaje penetración anal, literalmente se estaba llevando al toro por el rabo, sin anestesia ni ninguna otra lubricación más que los jugos de mi madre le introdujo esa espada de poco más de 30 cm hasta el fondo, el agujero de mi madre estaba muy estrecho no estaba preparado para esa sacudida más aún cuando yo ya tenía semanas sin penetrarla analmente, el chillido que soltó mi mami fue espeluznante, se puso morada del apretón, el viejo volvió a entrar y salir unas cuantas veces más mi mama ya no pudo aguantar, comenzaron a oírse los peos que salían de su esfínter, poco a poco ese dolor intenso se fue transformando en el inmenso placer que yo se que ella mucho disfruta, cada vez eran más seguidos los espasmos que se le notaban a mi mami que decía

-AAAaaaah así que rico, que placer que me hacéis sentir, más más… AAAaaaah-  -Haaay que rico q ricooo-

En ese momento decidí entrar, increíblemente estaba aún vestido, al llegar hasta donde ellos estaban me encontré a mi madre con un viejo montándola analmente, otro hombre debajo de ella penetrándola y abusando de todo su cuerpo, y con dos vergas más en su boca y manos a las cuales alternaba tremendas mamadas, ella al verme se detuvo en su jadeante faena, intento explicarme lo que pasaba, estaba bastante apenada conmigo, pero claro ya muy excitada, sin embargo aquellos hombres no la dejaron, Juan, el jardinero, en ese momento que ella me iba a hablar agarro su cabeza muy bruscamente y le asesto su verga y empezó a penetrarla oralmente sin contemplación, mi mama se atraganto con aquel grueso miembro

-Agg aggg-

finalmente el jardinero se corrió salpicandole semen en las mejillas y en los ojos, luego adentro de su boca, y la hizo tragarse toda su leche, y todo aquello frente a mí

-Así puta trágate mi leche, que guarra eres-

Mientras tanto el vigilante y el mendigo se detuvieron en su cometido, y la voltearon, ahora había quedado de piernas abiertas frente al viejo pepe, quien prosiguió insertando su enorme macana en la boca de mi mami, que ya estaba totalmente sucia y ultrajada, el maquillaje de su cara ya se le había corrido, eso la hacía ver más cachonda y más puta, la expresión de mi madre ya asqueada por el fuerte olor de aquel mendigo y su verga de quien sabe cuántos días o semanas sin lavar, pero que no podía dejar de mamar, Luis quien ahora tenía el culo de mi mama encima no se lo pensó en penetrarlo, ya su orificio había quedado bastante abierto, y mi mama comenzó a cabalgar sobre la verga del vigilante, en ese momento llegó Matías el vecino quien había quedado un poco alejado de la acción y para entrar en aquella faena dirigió su verga hacía el coño y empezó a penetrarla no duró mucho pues la sacó y se corrió sobre su vientre,  mi mama llegó como a su quinto orgasmo y con él un abundante líquido que salió disparado de la panocha de mi madre al a penas Matías retirar su verga, los sollozos y gemidos eran incesantes

-AAAAAAAAAAAaaaaaah, AAAAAAaaaaah- temblorosa jadeaba

el mismo Matías se quedo perplejo al igual que todos de ver aquel chorro abundante que salió disparado y mojo todo el piso de la sala, mi mami con su manos se agarró de los tipos que tenía a su lado, cayo desvanecida, pepe, que era el único que al parecer entendía aquello, dijo

-sabía que esto iba a pasar esta puta es demasiado guarra, se iba a correr a montón, ya se lo que necesitas zorra-

Y sabiendo lo que se debía hacer, empezó a sacudir con su mano el clítoris y la vulva de mi mami, aquello sonaba como un balde de agua, y terminó de sacar el líquido que salía como chorro de manguera, seguidamente perfiló su pene y la volvió a penetrar muy duro y al poco tiempo se corrió dentro de ella, el muy desgraciado la dejo y sacudió adentro para asegurarse que no se saliera su esperma, con grandes intenciones de inseminarla, cuando la retiro volvió en sollozos y aquel líquido salió de nuevo disparado del chocho de mi madre, que arqueba su cuerpo y temblaba y gemía como las más vulgares de las putas

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaah no desgraciado adentro Noooo-

Le decía ella en un vano intento de detenerlo, sabía que la podía dejar preñada, pero ya de poco serviría, pues todo los espermatozoides de aquel vago hombre yacían en las entrañas de mi amada madre, yo que sabía que en esos días estaba en su período más fértil, a pesar de sus 43 años, pues me cuidaba de no cogérmela durante ese período para no preñarla, me di cuenta en ese momento de lo que inevitablemente sucedería, rápidamente el viejo mendigo le tomo la cabeza y le atravesó toda su poderosa verga que todavía segregaba líquidos seminales, en la garganta diciéndole

-calla puta zorra, que se nota lo mucho que lo disfrutáis, hoy te vinimos a dar una buna cogida de la que nunca te podrás olvidar-

Ella mientras era tomada de la cabeza por las sucias manos de el mendigo y le mamaba la verga a la fuerza, me miraba a los ojos con desconsolación, pues lo peor era que no podía ir al baño a hacerse un lavado vaginal, lo cual evitaría el posible embarazo, ya que rápidamente mientras todo esto sucedía, el vigilante ya le había sacado la verga del ano para introducirlo en su coño y correrse, y era exactamente lo que estaba ocurriendo, el hombre debajo de mi mama, ya jadeaba y exclamaba gemidos en signo de que se estaba corriendo dentro

-ahhh que bien se siente tu coño guarra, que gustazo, el idiota de tu marido, ni se imagina el regalo que le estamos dejando-

A todas estas mi mama ya estaba exhausta, cuatro hombres se le habían corrido, y dos de ellos adentro casi de forma simultánea, mi mama ya no podía mas, Luis se la quitó de encima y se levanto, ella estaba totalmente desnuda, ultrajada,  de piernas abiertas, llena de semen por todas partes, con su orificio anal rojo bien abierto y su chochito peludo ya bastante hinchado y morado, normalmente es rosado y pequeño, y la mesa y el piso de la sala mojada con sus fluidos vaginales, con cuatro hombres a su alrededor sobándose la polla ya un poco flácida, pues se habían descargado sobre la rolliza humanidad de mi madre, se sentía humillada y cachonda, y fue cuando le dije para que se sintiera culpable, y no notara que era yo quien lo había planeado todo

-bueno Leyda ya le has dado bastante placer a estos guarros, hoy te has pasado de puta, traigo unos amigos, medio me ausento por un momento y os termináis en la mesa de la sala toda desflorada y enculada, pues ahora me toca a mi-

Me saqué la verga, la apunte sobre su vagina, y se la metí sin contemplación, ella gritaba como golfa, se estaba excitando otra vez y de repente interrumpí el ritmo y la retiré y le dije

-vamos di que eres mi puta, la quieres dentro, pues venga di que eres mi puta, que eres mía-

-si papi soy tu putaa, soy tuya, métemela yaaa-

Con la mirada cómplice de los otros tipos la volteé para que me quedara su enorme y sabroso culo de frente y la seguí penetrando a un ritmo incesante hasta corrérmele dentro, pues ya tenía casi la plena seguridad de que mi esperma ya no tendría ningún efecto ante los chorros que ya mis antecesores habían depositado, y cuando mi madre pensaba que todo había acabado,  los demás ya tenían de nuevo sus vergas totalmente erectas para volver a la faena y así continuar con dobles y triples penetraciones, alternando entre ano y coño, todos se corrieron dentro de su vagina, ya llevábamos más de una hora cogiéndonosla, y la cosa se extendió cerca de hora y media más.

Mi mamá después de ese día quedó con la preocupación de que alguno de nosotros la hubiera preñado aquel día, sobre todo lo que más le preocupaba era que fuese mi esperma el responsable, yo la notaba pensativa, hasta que luego de pasado un mes no le llegó más la menstruación, las sospechas se confirmaron luego de dos meses cuando su figura estaba empezando a ser deformada por el crío que alguno de aquellos guarros hombres le había dejado a dentro a mi madre, yo tenía la firme convicción que no era mío, pero claro siempre me quedaba la duda, ya al quinto mes se había estirado mucho su vientre, su barriga de mujer preñada era muy notoria, y cuando alguno de aquellos hombres la veía con dificultad para caminar, se le dibujaba una macabra sonrisa en el rostro, pues bien sabían que aquello era producto de alguno de ellos.

Para este tiempo mi papa pensaba que era de él, y la exhibía con orgullo a sus amigos sin siquiera sospechar, que esa barriga no era obra suya, en un próximo relato os revelaré de quien es realmente la culpa que mi mamá de nuevo este preñada…