Preñando a Katy
En vista que mi marido no logra preñarme, me entrega a un hombre para que este lo consiga. El problema es que este hombre es negro.
Preñando a Katy
Eran un matrimonio perfecto a la vista de todos… Ella, Katy, era maestra de escuela… Una mujer respetable que nadie pensaría nunca que tenía un tipo de fantasías deambulando por su cabeza.
Tuvo la suerte de tener un marido tan bueno con el que no solo podía compartir esas fantasías, sino también recrearlas... Mark, que así se llamaba su esposo, también era maestro de escuela y daba clases de teatro… Todo perfecto para recrear sus fantasías… Era maravilloso que su marido pudiera interpretar tan bien esas fantasías que realizaban con mucha asiduidad.
En estos momentos Katy se recostó en el sofá… Estaba nerviosa, pero sexualmente excitada… Ella iba a disfrutar, una vez más, de sus ‘ noches de fantasía’ con su esposo Mark.
Podía sentir la frialdad de las esposas de acero que ataban firmemente sus muñecas detrás de su espalda y también podía sentir su propia humedad entre sus muslos, en la zona de las entrepiernas.
Llevaba puesto un ligero vestido negro y un par de medias del mismo color… Y sentía escalofríos... NO veía nada porque un pañuelo de seda negra cubría sus ojos para darle un efecto adicional.
Esta noche Katy estaba jugando a ser una puta… Una puta a la que su marido preñaría para satisfacer el deseo de una hipotética lujuriosa amiga.
En unos minutos entraría al salón su esposo, fingiendo ser un completo desconocido… Pondría algo de dinero sobre la mesilla de café y luego la llevaría arriba para obligarla a hacer cosas que sólo una puta haría.
Él le hablaría como si fuera una puta… La llamaría puta y otros nombres y luego la usaría como una puta... Esta noche no habría afecto amoroso… No habría juegos previos sino sexo desinteresado… No habría placer para ella si no se corría mientras se la follaba… Esta noche la usaría sólo para su propio placer y sería rudo con ella… Quizá le daría una bofetada, un tirón del pelo… Lo que quisiera… Ella era sólo una puta y él la usaría como le viniera en gana.
Katy se recostó expectante y emocionada… Ella disfrutaba de estas ‘ noches de fantasía’ olvidando que era esposa y ama de casa, para explorar los deseos más íntimos que, por vergüenza, normalmente permanecen ocultos.
Katy se sobresaltó... El silencio en el salón fue interrumpido repentinamente por el chirriar de la puerta… Pero había algo más… Algo que era diferente… Algo sorprendentemente inusual.
Escuchó dos pares de pasos… Alguien más estaba en el salón con Mark… Katy volvió a sobresaltarse y jadeó al sentir que alguien se sentaba a su lado… No era Mark… Este hombre era más pesado y la colonia que llevaba puesta tampoco era la que usaba Mark.
Cuando abrió la boca para hablar, sintió una mano en su rostro tirando de la venda hacia arriba y quitándosela.
"¡Oh Dios mío!”, gritó Katy cuando lo vio.
“Este es John”, le dijo Mark.
Katy estaba sentada con la boca abierta, casi atónita, mirando al gran hombre negro sentado a muy poca distancia de ella.
Por unos momentos hubo silencio… Luego Mark colocó la llave de las esposas sobre la mesa de café y comenzó a alejarse.
Katy lo llamó, pero él siguió caminando hacia la puerta sin darse la vuelta para responder.
Cuando la puerta se cerró detrás de él, Katy de repente se dio cuenta de que su marido estaba convirtiendo su fantasía en realidad… A menudo ella le había hablado de su fantasía con estar con otro hombre y Mark la había amenazado con hacerlo de verdad… Pero ella se había reído y le había dicho siempre que era una broma.
Ahora Katy no se reía y esto no era una provocación.
- "Q... Qué... ¿Qué quieres?", le preguntó Katy.
El hombre sonrió por un momento pero permaneció en silencio mientras metía la mano dentro de su chaqueta y sacaba su billetera.
Katy jadeó mientras él contaba algunos billetes.
"Creo que sabes lo que quiero", le respondió mientras colocaba los billetes sobre la mesa y guardaba su billetera.
"Es... Esto... es sólo una fantasía que jugamos Mark y yo", le dijo Katy suavemente.
Ella estaba asustada por lo que estaba sucediendo… Su fantasía se estaba desarrollando ante sus propios ojos pero estaba asustada... Este hombre era real… Esto no era una broma... El gran hombre sentado a su lado era real... Todo parecía serio... Y la iba a follar como una puta.
"Sé que hablas de fantasía pero estoy aquí para que todo sea real", le dijo mientras ponía una gran mano marrón oscura sobre su rodilla.
"Por favor, no", dijo Katy con voz vacilante.
John levantó la mano de su rodilla y buscó la llave en la mesa… Momentos después le dijo:
- "Estas libre… Sin embargo, es posible que te arrepientas… Hubieras disfrutado lo que siempre había fantaseado y yo había planeado."
Le había soltado las muñecas y le entregaba la llave… Katy jadeó de nuevo pero por diferentes razones ahora... Y sintió aún más la humedad entre sus piernas al encontrarse más excitada.
- "Q... Qué... ¿Qué habías planeado?", le preguntó Katy.
John cogió las esposas que ella sostenía con fuerza en sus manos y le respondió:
- "Sólo hay una forma de averiguarlo", le respondió John mientras trataba de quitárselas.
Katy se aferró firmemente a ellas y le dijo:
- "Yo... yo... no puedo."
John la miró a los ojos mientras él también sujetaba las esposas.
- "Sí puedes, Katy… Sé todo sobre tus fantasías y puedo ayudarte... He ayudado a muchas chicas como tú a vivir sus fantasías… Tengo mucha experiencia y lo encuentro muy agradable", le dijo a ella.
Ella se encontró mirándolo a los ojos.
"¿Agradable?... ¿Experimentado?", dijo suavemente, dándose cuenta de que sus manos también sostenían las suyas.
"Muy experimentado, Katy… Sabrás que has tenido un verdadero hombre entre tus piernas cuando termine contigo y también veo que follarte me será muy agradable… ¡De hecho, nada me da más placer que hacer puta a alguien como tú, Katy!", le respondió a ella.
Sus manos estaban ahora más apretadas por las suyas y su mirada era más penetrante… Él hablaba en serio y de eso ella no tenía dudas… La asustó en un aspecto y, sin embargo, de otra manera, la excitó… No tenía dudas de que cuando él terminara con ella sabría que había sido follada por un hombre de verdad.
Había oído hablar de la reputación de los hombres negros y su destreza sexual cuando se trataba de mujeres blancas... Para ellos, la conquista más suprema era meter a una mujer blanca en su cama y no tenía dudas de que una vez que lo hiciera, no podría salir de esa cama hasta que él estuviera totalmente agotado.
Se encontró mirando su ingle... Ella también conocía la reputación de los hombres negros cuando se trataba del tamaño de una polla... Veía un bulto en sus pantalones… Un bulto que era mucho más grande de lo que había visto en Mark o en novios anteriores… Un bulto que estaba destinado a ella.
De repente, comenzó a darse cuenta de que John le estaba quitando las esposas de sus manos... Katy comenzó a darse cuenta de que se las estaba entregándolas para que él las use con ella… Era casi como si ella estuviera indefensa cuando él se las quitó y luego le abrochó una parte alrededor de la muñeca izquierda.
Lo miró y no pudo entender por qué no estaba ofreciendo ninguna resistencia.
- "Te estás comportando bien, Katy", le dijo suavemente mientras comenzaba a guiar su brazo detrás de su espalda.
Katy se inclinó hacia adelante cuando él se levantó y puso sus dos manos detrás de ella… Ella no ofreció resistencia mientras él las sujetaba en su lugar… Todo lo que pudo hacer fue permanecer pasiva mientras miraba su ingle.
"Eso esta mejor, Katy", dijo mientras se recostaba con aire de satisfacción… Luego continuó hablándole y señaló:
"Esto es lo que quieres, ¿no, Katy?", le dijo mientras agarraba su bulto.
Katy miró hacia otro lado... Estaba avergonzada de que la hubiera sorprendido mirándolo… En realidad, no sólo mirando sino babeando con la boca abierta... Se estaba comportando como una puta.
John alargó la mano hacia la barbilla de Katy y la giró suavemente para mirarla.
- "Es la polla lo que quieres, ¿no, Katy?... Una polla negra, grande y gruesa, que llena tu coño... Eso es lo que necesitas, ¿no?", le preguntó a ella.
Ella no dijo nada... Ella nunca iba a admitir eso.. Ella nunca le diría a un hombre como él que quería su polla... Ella era una señora… Una señora respetable... Ella no era una puta.
De repente, la mano de John cayó sobre su rodilla... Sus ojos lo siguieron automáticamente… lo vio caer sobre su rodilla cubierta por la media de nylon negro… Luego sus ojos vieron su mano subir hacia arriba en busca de su coño.
- "Apuesto a que estás mojada, Katy… Apuesto a que eres una chica muy húmeda, ¿verdad, Katy?", le dijo en voz baja.
Katy no ofreció resistencia y solo miró como si estuviera en trance ante la gran mano marrón oscura que lentamente empujaba hacia arriba su vestido por los muslos… Entre sus piernas, la mano de John se aventuró a subir cada vez más alto… Cuando llegó más arriba, jadeó porque su carne marrón oscura palpó su carne blanca.
Ella debería haber cruzado las piernas con fuerza y atrapado su mano, deteniéndola para que no siguiera subiendo... Una señora habría hecho eso, pero ahora Katy no era una señora… Katy era una puta.
Y, ¿qué hacen las putas?... Hacen lo que hizo Katy… Abrir las piernas de par en par, no sólo un poco sino mucho, no dejando nada para proteger su honor… Katy no llevaba bragas… Sólo había carne desnuda, sin vello púbico… Sólo carne rosada y muy húmeda.
Katy observó los dedos de John hacer contacto con ella… Ella miró hacia abajo y vio como sus dedos la tocaban… Le tocó los pliegues de carne rosada y muy húmeda.
Luego, Katy vio cómo sus dedos marrones oscuros desaparecían en el orificio vaginal más allá de los pliegues de sus labios vaginales y jadeó ruidosamente cuando escuchó el sonido del chaporreteo por el mete saca de los dedos en su húmedo coño.
- "Cielos, qué chica más mojada eres, Katy", le dijo.
Ella no dijo nada mientras él la miraba profundamente a los ojos y volvía a meterle dos de sus dedos mas gruesos, dentro de ella.
"Es hora de que pruebes un poco de polla, Katy", le dijo suavemente mientras se los sacaba de dentro de su coño.
"No puedo... No puedo", le dijo de repente cuando él la levantó.
"¿Por qué?", le preguntó a ella.
"No puedo follar… No puedo follar con nadie más que con mi esposo Mark", le respondió ella.
"Sí puedes, Katy", le contradijo.
"No puedo… No puedo… Nosotros…", le volvió a decir ella.
“Lo se… Estás tratando de tener un bebé", le cortó Jasón.
Katy quedó sorprendida.
- "Mark me lo ha contado todo, Katy… Lo has intentado durante más de seis meses y por ahora no has conseguido quedar preñada, verdad?", le dijo a ella.
Ella asintió.
"Esa es otra razón por la que estoy aquí, Katy... Estoy aquí para ayudar a Mark."
"¡Ayudar!... Quieres decir...", gritó Katy.
John la cogió por el antebrazo.
“No eres la única que tiene fantasías, Katy… Mark quiere que yo haga algo… Tu marido desea algo que quiere que yo haga”, le dijo John mientras comenzaba a sacarla del salón.
"¿Quiere que me dejes embarazada?", le preguntó.
John se detuvo y le dio unas palmaditas en el coño.
- "Mark quiere que te folle, Katy", le dijo a ella.
Katy jadeó y le dijo:
“¿Cómo va a explicar que tiene un bebé negro?... ¿Cómo voy yo a explicar que he tenido un bebé negro?”
"Sencillo… Fuiste a un tratamiento de fertilidad y la clínica cometió un error con los detalles del donante de esperma", le explicó John.
Las rodillas de Katy se sintieron débiles… Ella se sintió casi desmayada mientras él la guiaba hacia las escaleras... Mark había pensado en todo… Tenía todo planeado… Y todo lo que Katy podía hacer era dejarse guiar por las escaleras cogida por el brazo hasta su dormitorio… Llevada a su cama para ser follada… Llevada a su cama para follar como una puta.
Cuando él cerró la puerta del dormitorio detrás de ella y comenzó a abrir las esposas, ella le pidió que usara un condón.
- "No tengo ninguno y de todos modos nunca los uso", le dijo a ella.
Katy jadeó cuando él levantó el dobladillo de su vestido.
- "Por favor, retírate antes de que te corras dentro de mi coño", le dijo mientras levantaba los brazos para que le quitase el vestido.
John no dijo nada cuando arrojó el vestido sobre una silla y comenzó a desabotonarse la camisa.
- "Por favor", le dijo de nuevo Katy.
John permaneció en silencio mientras dejaba caer sus pantalones y la atraía hacia él.
- "De rodillas", le ordenó.
Katy no dijo nada cuando se dejó caer de rodillas… Ella sabía lo que se esperaba que hiciera ahora mientras alcanzaba la cintura de sus calzoncillos tipo boxers.
Ella jadeó cuando su gran polla salió de ellos… Era enorme, no sólo grande sino también gruesa y sus bolas colgaban como grandes sacos listos para preñar a un montón de mujeres.
"Katy, prepárate a darme placer", le dijo mientras le cogía la parte posterior de la cabeza para acercarla.
“Bésame las bolas también, Katy… Bésalas y lamerlas... Las voy a vaciar dentro de ti, Katy… No me llevará seis meses conseguir que te preñe… Ya lo verás!"
Katy gimió cuando él guió su polla dentro de su boca... Todo en lo que ella podía pensar era en esta enorme monstruosidad que estaba dentro de su boca, llenándola, estirándola y usándola… Sí… La iba a usar como una puta… Ella lo sabía.
Él no estaba allí para darle placer… Él estaba allí para su placer y, de paso, la estaría intentando preñarla... Debería haberse sentido asco ante la sola idea de que alguien que no fuera su propio marido la dejara embarazada pero no lo hizo... No sólo estaba excitada, sino cada vez más empapada de flujo.
Podía sentir la gran humedad que tenía entre sus muslos cuando se arrodilló allí chupando la polla de otro hombre… No cualquier hombre, sino un hombre negro… Ella estaba chupando la polla de un hombre negro para ponerlo lo más dura y lo más excitada posible para que pudiera vaciar su semen dentro de su útero fértil.
En el fondo sabía que Mark le había fallado… Mark había fallado en su deber de darle un hijo… Sin embargo, John no fallaría... Ella lo intuía
Cuando pasó la lengua por su enorme saco, supo que su contenido era letal... Millones de pequeños espermatozoides estaban reunidos dentro listos para ser liberados… Liberados dentro de su útero fértil.
Ella estaba lista para él ahora… No sólo lista, sino también ansiosa... Ella quería desesperadamente tener esa gran polla dentro de ella... Pero no le haría saber eso… Todavía no.
Ella jugaría duro para evitar que se la follara… Desempeñaría el papel de esposa que no desea quedar embarazada... Fingiría todo.
Cuando él se apartó unos minutos más tarde y agarró las sábanas de la cama y las levantó, ella se quedó, por un momento, parada casi desafiante al borde de la cama.
Su mano se movió rápidamente contra la carne desnuda de su culo y ella soltó un grito cuando la golpeó con fuerza sus nalgas.
- "¡Sube!", le ordenó.
Katy ya estaba al borde del orgasmo cuando se recostó en la cama y abrió las piernas para él.
Ella lo observó avanzar lentamente sosteniendo su enorme polla y lo vio guiándola hacia su abertura vaginal… Ella sintió que la tocaba y poco después la situaba entre sus labios vaginales húmedos y sensibles.
- "Por favor, retírate antes de correrte dentro de mi coño", le suplicó.
Ella lo miró a los ojos justo cuando él comenzó a metérsela… Justo cuando él comenzó a empujar la cabeza gruesa y bulbosa de su polla más allá de sus indefensos labios vaginales.
Ella sabía que allí no había compasión… Ella sabía que él no escucharía sus alegatos… Ella sabía que él estaba decidido a preñarla.
Momentos después su gran polla estaba profundamente dentro de su coño… Completamente dentro… Poseyéndola con fuerza.
Ella le echó los brazos alrededor del cuello cuando él la cogió por debajo del culo con sus enormes manos de color marrón oscuro y la apretó con fuerza contra él… La estaba apretándola contra él… No había escapatoria cuando comenzó a follarla salvajemente.
"¡Eso es bastardo, adelante y déjame embarazada!", gritó ella cuando comenzó a tener su primer orgasmo.
"Esa es mi intención, puta", le respondió.
Katy no estaba segura de lo que dijo a continuación… Ella no estaba segura de casi todo lo que sucedió durante los siguientes cinco minutos más o menos, mientras se corrió numerosas veces seguidas.
A un orgasmo siguió a otro… A un grito siguió a otro… A una obscenidad de sus labios siguió otra… Recordó haber visto a Mark parado en la puerta mientras John la golpeaba con salvajismo y luego no recordó nada más cuando se entregó totalmente agotada a que hiciera lo que quisiera con su cuerpo.
Recordaba haberse corrido con John teniendo su gran polla dentro de ella… Ahora su polla aún estaba dura dentro de ella pero estaba inmóvil… Sus manos todavía sostenían su culo firmemente apretado contra él, pero no había más golpes de polla... Se había corrido dentro de ella… Había hecho lo que se propuso hacer.
Katy lo miró a los ojos.
"¡No te retiraste, ¿verdad?!", le dijo ella en voz baja… El la beso.
"Estoy aquí para hacer un trabajo", le respondió.
"¡Bastardo!", le dijo ella, todavía aferrada a su cuello.
“Soy un bastardo muy viril”, le contestó él mientras comenzaba a moverse de nuevo dentro de su coño.
"Jódeme otra vez… ¿Por qué no lo haces?", le replicó.
"Eso es justo lo que pretendo hacer mi dulce puta."
Katy se corrió una vez más incluso antes de que él comenzará a follársela con fuerza… y posiblemente se corrió más veces.
Ella se despertó a la mañana siguiente recostada con la espalda contra él… Le costó unos minutos concentrarse completamente en dónde estaba y qué estaba haciendo… Le tomó un tiempo apartar un poco la carne oscura del brazo que la sujetaba contra él.
Sin embargo, no tardó mucho en darse cuenta de lo que había estado haciendo... La sábana debajo de su culo estaba mojada… Entre sus piernas había una humedad pegajosa y su coño se sentía muy estirado y muy dolorido, señal de que había sido muy castigado.
John tenía razón cuando le dijo que por la mañana ella sabría que había tenido un verdadero hombre entre sus piernas.
Después de su segunda follada, ella había prescindido de la pretensión de querer que él se retirara… No tenía sentido de todos modos.
Katy había decidido en cambio instarlo a seguir follándola; Instálelo para que continúe llenándola con su semilla, instándolo a que la reproduzca.
Esos momentos felices cuando recordaba lo sucedido en la noche anterior se evaporaron cuando Mark llamó a la puerta del dormitorio y entró con una pequeña bandeja.
Al lado de la cama le entregó el fajo de billetes que habían dejado abajo John.
John apartó su mano a un lado
- "Mantengamos todo como fue… El dinero es de Katy... Ella se lo ganó”, le dijo John a Mark.
Katy sintió una oleada de excitación sexual atravesándola como una corriente eléctrica mientras Markaba el dinero en la mano antes de volver a colocarlo en la bandeja.
- "Ponlo en mi bolso, por favor, Mark."
Sin embargo, no era lo único en la bandeja… También había un vaso de agua y un pequeño paquete que contenía una tableta... Era una píldora del día después.
Katy se quedó allí mirándola por unos momentos y luego se volvió hacia John.
"¿Quieres que la tome?", le preguntó ella.
"¿Qué quieres hacer?", le respondió.
“Quiero ser preñada... Quiero que me preñes”, le dijo mientras escuchó jadear a Mark y también podía sentir que la polla de John comenzaba a ponerse rígida.
"¿Qué dice Mark a eso?", preguntó John mientras la miraba.
Katy se volvió y lo miró.
- "Creo que a Mark le gusta que me folle otro hombre."
Mark no dijo nada, pero Katy pudo ver su bulto creciendo en sus pantalones… Se volvió hacia John y lo besó.
"Pero quiero que funcione todo correctamente", le dijo ella.
“Follar regularmente hasta que el trabajo esté terminado… No quiero intentos a medias.”
Katy sabía que esto lo incitaría… Ella sabía que él intentaría demostrar ser más que dispuesto y capaz.
Ella sintió su polla erguirse completamente contra ella antes de empujarla sobre su espalda.
"¡Te voy a preñar bien preñada, puta!”, le dijo mientras trepaba entre sus piernas… Katy jadeó cuando sintió su enorme polla deslizarse profundamente dentro de ella.
"Demuéstrame que eres un hombre de verdad", le gritó cuando sintió que iba a comenzar a ser follada de nuevo.
Mark salió de la habitación, con la bandeja en la mano, cuando la cama comenzó a crujir al ritmo del empuje de John.
No había duda en su mente de que no pasaría mucho tiempo antes de que el vientre de su esposa comenzara a mostrar signos de la reproducción de John… Katy sería follada tantas veces como hiciera falta y luego no creo que dejase de follarla… A ella esa polla la enloquecía y estaría siempre dispuesta a lo que le pidiese al margen de su esposo, que podría ver lo que le hiciera… No les importaba a ninguno de los dos una vez estaban enganchados follando.
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