Premiación (6 b)

Chris les pide a Silvia y a Gloria le ayuden a alegrar el show, cumplen y gozan la premiación.

PREMIACIÓN EN EL SHOW (6 B)

Ya que habíamos tenido que posponer nuestros regresos a casa y de que hubiéramos aceptado ayudar en el espectáculo de entrega de premios de la compañía de cosméticos, tuvimos que buscar nuevos vestidos para lucirlos. Y seguir las instrucciones precisas de Chris, todo debería de estar muy puntual.

Los preparativos y el inicio del espectáculo estuvieron exactos. Chris se adelantó y preparó lo que faltaba ayudada por el grupo de sus empleados que se sorprendieron al verla tan bien arreglada y hermosa que se veía, todos la felicitaban o le chiflaban.

Para nuestra participación, nos asignaron un espacio detrás de bambalinas, para estar listas. Creo que eran más de mil asistentes, todos muy alegres y ruidosos, de todas partes del país. Al medio día habían tenido un banquete, en el que se sirvieron variados cocteles, así que venían algo alegres.

El espectáculo empezaría puntual, la asistencia se había checado al entrar así que todo mundo estaba en sus asientos y nosotras, en un principio, solo nos dedicábamos a asignar los asientos que les correspondían a los asistentes.

Después de las palabras de los dueños empezaron a nombrar a los ganadores, del tercer lugar al primero. Cada una de nosotras se encargaría de acompañar a esos ganadores.

Gloria fue la primera, acompañó al tercer lugar, lo llevó hasta el escenario y le entregaron su diploma y las llaves de un coche que estaba en el escenario. Ella lo tuvo que acompañar entre aplausos y la invitaron a que se sentara al volante, ella iba a manejar el coche al salir, cuando ya los tres estuvieran asignados.

Al entrar en el coche, le abrieron la puerta del chofer y la filmaron los de la televisión. No se dio cuenta y dejó que le filmaran hasta su interior, dejó que se le viera todo lo debajo de su falda. La abordaron reporteros y ella, con su experiencia, los engatusó.

Siguió Madelaine, toda sonrisa, entregó el diploma y al entregar las llaves, el dueño de la empresa la tomó de la cintura y entre los dos entregaron las llaves. Este señor la abrazó y besó, entregó las llaves y le dijo al ganador que la abrazara y que ella esperaba un besito de él. Madelaine no supo que hacer, lo abrazó efusivamente y lo besó. Fueron hasta el segundo coche, las cámaras de televisión ya estaban listas, esperando otro nuevo espectáculo como el de Gloria, que Madelaine, con su gracia y feminismo, se levantó aún más la falda y en las pantallas de alrededor apareció enseñando sus piernas y hasta sus pantaletas. Se llevó también un gran aplauso y griterío.

Me tocó a mí, después de las actuaciones de mis dos predecesoras yo tenía que dar algo igual, o mejor. Subí al escenario entregué el diploma y ahí abracé al ganador y, al ir a entregarle las llaves se acercaron a mí el ganador y el dueño de la empresa, en secreto me dijeron que, si me animaba, fuera a su habitación después del espectáculo. No supe que contestar, pero Chris se acercó y dijo que nos arreglaríamos terminando, dejándolos en la creencia de que así lo haríamos entre las dos. Llegamos al coche, uno de superlujo, me sentaron en el cofre y me pidieron que me pusiera de pie. Me quité los zapatos e hice los movimientos más sexis que pude, recordé algo de París. Me ayudaron a bajar, me abrieron la puerta del coche, un convertible descapotado, el dueño me extendió la mano para ayudar a que me sentara cómodamente, pero el asiento estaba  hasta adelante y tuve que abrir las piernas, sentí que hasta los lentes de las cámaras de TV se me metían hasta el fondo en donde mis piernas se juntan. Todo mundo me estaba observando en las pantallas del lugar y los que estaban viendo la ceremonia en sus casas.

El dueño de la compañía sacó a Chris, la subió al escenario y le agradeció el espectáculo. La abrazó y besuqueó frente a la televisión y todavía le alcanzó a acariciar el muslo que tenía visible causando el regocijo de los asistentes.

El dueño nos llamó a que lo abrazáramos y descaradamente, enfrente de todo su equipo, le pidió a su secretaria algo. A Gloria, que estaba más cerca, se le acercó, la besó y abrazándola le metió un papelito al frente en la pantaleta. Chris, que era la que entendía le dijo a Gloria, al oído. “¡Tú guárdalo, después lo ves, así se usa, se les da la oportunidad de sentirse hombres a la hora de tocarte!” Lo mismo hizo con Madelaine, solo que su pantaleta terminaba más debajo de la cintura, más cerca de su pubis así que gozó el señor éste. Seguí yo, conmigo mi pantaleta terminaba más abajo todavía, así que me iba a meter más mano, de todas maneras, me lo colocó dentro de ella, pero no se detuvo y me sobó mi monte de venus, que estaba bien húmedo tanto por sudor como por mis secreciones, lo sentí agradable pero molesta por su abuso. Lo peor fue con Chris, que antes de que le tocara me había dicho que esperaba algo más mandado de éste, y así fue, la abrazó fuerte y al besarla le metió la mano por el frente del brasier y le pellizcó suavemente uno de sus pezones, le depositó el papelito entre las piernas, levantándole la falda y en la parte de debajo de las pantaletas.

Nos volteamos a ver, Chris nos recomendó que viéramos el papelito hasta salir, pero que no lo fuéramos a perder, que varios de sus clientes pagan en esa forma. La sorpresa fue que cada papelito era un cheque de 500 dólares, nuestra paga que podría ser bastante más si accedíamos a ir a su departamento.

El espectáculo iba a continuar, subió una orquesta y los asistentes bailaron, nosotras huimos del lugar perseguidos por los reporteros y camarógrafos de la televisión.

Teníamos un compromiso privado, ya era hora de que nuestros caballeros nos estuvieran esperando en el bar. Llegamos y los tres nos recibieron como heroínas, nos habían visto en las pantallas del lugar. Se quedaron atónitos al vernos en los vestidos que ninguno de ellos conocía.

Chris era la que más sobresalía, el vestido le quedaba como untado, sus pezones sobresaliéndole, creo que casi todo el mundo que la vio se dio cuenta de esa hermosura. Fue con cada uno de los señores y los besó emocionada. Paul la abrazó y la levantó dándole la vuelta como a una chiquilla. La bajó, la observó de cerca, le dio la vuelta y le acarició la nalga del lado en que se le veía la abertura de la falda.

Luego Paul nos jaló a las tres hacia él, nos estuvo besando y me dijo que sabía que nosotras habíamos hecho el espectáculo. Nos apretó abrazándonos de la cintura a las tres a la vez.

En eso Ashley se apareció. Como loca abrazó a Chris, la besaba y le decía muchas cosas y le gritaba. A nosotras también nos besó y le correspondimos abrazándola y besándola ya con besos excitados y muy lésbicos, cargados con un mensaje.

A Pierre y a Horacio no los había tomado en cuenta, pero participaban en toda la escena, todos estábamos muy contentos, dándole material a los de la televisión que después de una entrevista con la dueña del local se esmeraron en tomar escenas dando a conocer el lugar y usándonos a nosotras como parte del comercial.

Ashley había llegado enfundada en un pantalón color negro, como de cuero, una blusa blanca y una chamarra ligera, también color negro.

“¡Oh todas están muy elegantes y yo forrada!” dijo Ashley. En eso la dueña del local, que era amistad de ellas, se acercó con unas tijeras y le pidió permiso a Ashley de corregirle el vestuario. Lo que hizo fue cortarle las piernas del pantalón, ahora Ashley lucía un short y una blusa blanca, medio escotada y unos muslos bonitos.

La vieron los de la televisión y le pidieron posara para que apareciera como el logotipo de la estación. Gloria la animó y le aseguró que ella la guiaba. Le dieron una chamarra muy bonita con el logotipo de la estación en el pecho del lado izquierdo y uno grande por detrás. La colocaron en un lugar bueno para ellos y le dijeron que se moviera. En ese momento entró Gloria y comenzó a dirigirle los movimientos que debería hacer, contonearse, levantar su trasero, estirarse para acentuar sus pechos, exactamente los que se esperaban de ella. Estos señores quedaron encantados y le obsequiaron la chamarra.

Por un rato molestaron los de la televisión, pero nos dejaron en paz para poder platicar en nuestra última noche juntos. Los canadienses mañana saldrían por la tarde y noche, Horacio y nosotras esperábamos que el clima mejorara para poder salir y llevar a Gloria hasta su ciudad y de ahí volar a nuestra casa.

En realidad, todos sentimos una especie de tristeza. Pero no nos dejamos apabullar. Había buena música y una chica que cantaba bien y todos salimos a bailar. Ya nos habíamos puesto de acuerdo de lo que íbamos a hacer para lograr unir a Chris con Paul, algo parecido a lo que hicimos con Madelaine y Paul. Las 4 pedimos nuestro Dry martini. Así que ya avanzado el baile le hicimos la señal a Horacio de que sacara a bailar a Chris, Gloria a Paul, Madelaine y yo bailábamos con otras parejas.

Cuando estaban bailando fui a la mesa y le coloqué una oliva a Paul en el platito de su copa y me retiré. Chris pidió la llevaran a sentar y al poco tiempo Gloria llevó a Paul, lo dejó y él al descubrir la oliva y ver solo a Chris ¡Soltó una carcajada!, la oímos todos, se puso de pie y abrazó por la espalda a Chris, que estaba sentada al lado de la mesa y nos dijo,

“¡vengan para acá!”

“¡Los quiero mucho a todos y a todas y me alegra que entre todos hayan hecho este esfuerzo para tener oportunidad de tenerme! Yo me alegro mucho y me es de mucho placer tener a todas las bellezas mías, en mi vida nunca había tenido tanta oportunidad de estar con tantas mujeres juntas, hermosas y menos varias a la vez, el sueño de muchos. ¡COMO QUISIERA LOGRAR ETERNIZAR ESTOS MOMENTOS!”

“¡QUEDATE ENTRE NOSOTRAS, LAS 4 TE DESEAMOS Y TE DAREMOS TODO LO QUE DESEES!” Le dijo Chris.

“¡LAS 5! ¡CARAMBAS!” Gritó Ashley.

Todos rieron y Paul hizo oficial que a la noche él estaría con Chris.

Seguimos bailando, ya íbamos a pedir la cuenta para irnos al hotel, éste local cerraba y en eso Chris nos pidió a Gloria y a mí, bailáramos Lambada para que nos tuviera siempre en la memoria.

Estuvimos de acuerdo, pero le explicamos que nosotras improvisamos, que no lo sabemos bailar bien y más que los de la tv estaban aún por ahí. Además, que ya estábamos medio borrachitas

En fin, ¡aceptamos!

Nos tocaron la Lambada, también medio improvisada y nos dispusimos a bailar con los vestidos que llevábamos, muy apretaditos y algo largos.

Iniciamos lentamente, en eso se acercaron Madelaine y Chris y, siguiendo el ritmo, nos subieron las faldas hasta la cintura dejando los pantis a la vista, que era en donde se sostenían las faldas. Esto nos dio mucho ánimo y la inspiración para bailar lo mejor. Abrazadas nos rozábamos los pechos, nuestros muslos ya estaban enredados, casi en una Tijerina, los labios de una y de la otra estaban besándonos los cuellos. Yo había perdido mis zapatos en el espectáculo a la hora que me subieron al coche, así que descalza estaba más ágil y cada vez que podía le sobaba su pierna a Gloria, sin miramientos, y sin perder el equilibrio. ¡Me besaba hasta mordiéndome la piel del cuello, yo la detenía jalada de su pompa hacia mi barriga, ella también me jalaba de una mía, nuestros muslos se acariciaban con el vaivén del ritmo! Ella me comenzó a apretar con la mano mi pecho y me dijo al oído que, si no fuera yo, me lo quería mamar. Le contesté que, si fueran sus pechos los de Chris, hasta comería de ellos, te succionaría sus pezones.

“¡No te preocupes, hazme lo que quieras y yo también te haré cosas bonitas!” Me dijo.

Estábamos por reventar en un orgasmo cuando se nos acercaron Chris a Gloria y Madelaine a mí, para incorporarse en nuestros bailes. Madelaine, desde un principio, me metió su muslo entre los míos, lo más que se pudo, su piel húmeda me rozaba suavemente el interior de mis muslos me detuvo de las dos nalgas y me apretaba contra su pubis que rozaba excitándonos. Me dio su pecho, le apreté sus senos y ella me besó pasándome su lengua hasta dentro de mi boca, lo mismo le hice yo y le frotaba con mi lengua sus dientes y garganta.

Ashley se había quedado muy quieta, pero de repente se metió entre las dos parejas esperando que alguna se descuidara y ella se iba a incorporar. Chris la dirigió a nosotras dos, la aceptamos y adaptamos nuestros movimientos a que estuviéramos coordinados. Había llegado con unos pantalones largos, que ya le habían cortado un tramo, pero al decidirse ir a bailar le cortó otro pedazo más a las piernas dejando los muslos libres, muy bonitos, lisitos y muy apetecibles. Entre las piernas solo sobraba una tirita delgada que haciéndola a un lado dejaba camino para recibir nuestro tratamiento, ya sus nalgas quedaban completamente libres para nosotras. Madelaine y yo nos turnábamos en jalarla de sus muslos, al grado que hubo momentos en que ninguna de sus piernas estaba pisando suelo. Nos la comíamos, ella también a nosotras. A Madelaine yo le sobaba los pechos y a Ashley, sin diplomacia, le metí la mano en la blusa, ella se desabotonó, le bajé el brasier y, lo más discreto que se podía, le empecé a mamar suavemente, mientras Madelaine se encargaba de su trasero, de su cintura y de obtener sus besos. Me jalaba hacia  el pechito de Ashley y me lo comía, no tenía ya pena, ella también lo forzaba para que yo lo mamara con más fuerza y ella se lo besaba discretamente.

Había muy poca gente, ya iban a cerrar, nuestro plan era seguirla en el hotelito de junto, que ya habíamos preparado. La música terminó, los 5 seguíamos bailando y nuestros espectadores felices observando el precioso espectáculo de cinco lesbianas RETE calientes.