Preliminares
Una mujer se divierte con su nuevo juguete
En la cama, de espaldas, desnudo de rodillas, con su diminuto CB puesto, así esperaba las órdenes de su Ama. Ella le examinaba detenidamente y pasaba sus uñas por la espalda, los hombros y la cabeza de su nueva adquisición, un juguete muy suculento para su colección.
Entonces sacó las cuerdas, ya sólo su olor y su tacto áspero al pasarlas por su mano comenzaron a excitarla mientras observaba a la presa esperando invadido por la incertidumbre. Entonces se posicionó a sus espaldas acariciando sus hombros y suavemente dirigió sus brazos hacia su espalda mientras su aliento rozaba el cuello de su presa, que comenzaba a ponerse muy nervioso.
Alcanzó sus cuerdas y comenzó a atar sus manos a la espalda, una vez hecho el nudo dirigió la cuerda hacia arriba y en un abrazo comenzó a dar una lazada en torno a su pecho, una segunda, pasamos los dedos en todo su contorno y en una lazada quedan bien apretadas en un estrecho abrazo con las cuerdas ahora prolongación de ella. Con cada lazada se excitaba cada vez más, le sentía cada vez más suyo, era como envolver un precioso regalo anticipación de todo lo que vendría después y eso hacía que se le acelerara el pulso.
Entonces susurró en su oído: "ahora eres mío, no puedes escapar" y sentía el nivel de excitación en aumento, ahora con su presa inmóvil, vulnerable, rendida a sus deseos, podía sentir su respiración agitada y susurrando "Sí, Ama, soy suyo, me duele, por favor". Ella sabía que lo que le dolía era esa enorme erección que no podía evitar presionando en su pequeño CB y eso le excitaba todavía más.
Entonces empujó su cabeza hacia abajo con voz autoritaria: "Agacha la cabeza perro!" Y su precioso y redondo culo quedó expuesto para su total disposición. Entonces sacó su flogger favorito, ese de densa tira plana de cuero que producía ese maravilloso sonido que la hacia excitarse con sólo pensar en él y comenzó a acariciarle desde la distancia con un suave movimiento de muñeca en ocho de un lado hacia otro, despacito acariciando suavemente esas redondas y suaves nalgas una y otra vez, equilibrando la distancia.
Poco a poco aumenta la fuerza, aumenta la intensidad del azote, el chasquido suena cada vez más fuerte, su corazón se acelera, comienza la adrenalina, la sensación de euforia, ese maravilloso chasquido de las tiras de cuero sobre esa preciosa piel, cada vez más y más fuerte hasta que ya no mide las fuerzas, lo da todo, sin límites, comienza ese momento de trance, cada azote es como un orgasmo, el nivel de excitación es muy elevado, cambia el movimiento, ahora los azotes van de uno en uno desde arriba, utilizando la postura para acompañar todo su cuerpo en la fuerza del golpe, el éxtasis es máximo.
Finalmente cae rendida en la cama al lado de su juguetito, con el aliento agitado del esfuerzo físico y la excitación y le observa desde esa posición, acaricia suavemente su cabeza y le da un beso en los labios: "te ha gustado cachorrito?", "Sí, mi Ama, me gusta mucho verla disfrutar con tanta intensidad y poder serle de utilidad".
Entonces comienza a desatarle suavemente mientras le acaricia y le besa dulcemente y observa detenidamente esas maravillosas marcas de las cuerdas sobre su cuerpo y las marcas rojas en relieve que han comenzado a aparecer sobre sus redondas y suaves nalgas, le excita contemplar esa magnífica obra de arte expresión de la intensidad de su pasión y su deseo sobre ese precioso lienzo que es la piel de su cachorrito.
Ella coge la mano de su cachorrito y la lleva a su entrepierna, para que vea lo muy excitada que está, "Ama, me duele mucho, no puedo aguantar", "cachorrito, has hecho un gran servicio, te has ganado que use la llave, ahora toca usarte para mi placer", "Gracias, mi Ama, muchas gracias".