Posesión

...mientras, pidiendo mucho más que besos, la curva entre tus muslos se ensanchaba.

POSESIÓN

Aleteaba mi anhelo entre tus pechos,

mis ojos buscaban en tus ojos,

el campo fértil para mis antojos,

de asegurar que, en tu sendero estrecho,

pudiera arrogarme yo el derecho

de hacerme dueño de tus labios rojos.

Por fin se dio, después de tensa espera,

el tan ansiado y singular momento;

cuando mi boca se fundía en tu aliento

sentí el duro empujar de tus caderas,

que, reclamantes, me exigían que fuera

amo y señor, pasión y sentimiento.

Las yemas de mis dedos tan traviesos,

endurecieron tu pezón ansioso

mientras mi boca recorrió un sinuoso

trayecto acariciante, sin regreso,

hasta hundirse, mi lengua, en el espeso

matorral de tu pubis ardoroso.

Para elevarlas a un mejor acceso,

bajo tus nalgas coloqué mi almohada,

bebí del néctar que de allí manaba,

sorbiendo de tu fuente de embeleso,

mientras, pidiendo mucho más que besos,

la curva entre tus muslos se ensanchaba.

Comprendí tu reclamo y tu mirada,

llegó la posesión; pecho con pecho

vientre con vientre, sexo contra sexo,

y una culminación desenfrenada

Luego la paz y, en ella, reflejada

la música infinita del silencio.