Poseido por una pareja 2-Son un poco dominantes

Me van sometiendo poco a poco. Por la mañana les llevo el desayuno a su cama y participo en un trio donde acaban follando mi culito.

Después de ir con María a su casa y que me presentara a su Marido José tuvimos los tres un encuentro sexual de lo más excitante. Y sin saber como acabé haciendo una incrible mamada a José, el marido de María, y María haciéndome una paja enorme a mi. Después de eso pensaba que me iría a mi hotel, pero me propusieron quedarme a dormir en su casa. Una proposición que, como todo lo que me decían, parecía que tenía que cumplirlo.

  • Ven Dani, te acompañaré a una habitación y podrás pasar la noche allí. Mañana seguiremos los tres juntos y, como es sábado, podremos estar muy a gusto y seguir conociéndonos - me dijo María mientras me agaraba del brazo sin posibilidad de réplica - además no me negarás que no te ha gustado?, has disfrutado haciendo esa mamada.

  • Sí, no se, yo no me lo esperaba así María.

  • Yo noté desde el principio que te gustaban mucho las pollas, noté tu lado femenino queriendo aflorar dentro de ti, no hacía falta que me contases que eras bisexual, tu lado gay afeminado se nota - me dijo María con naturalidad - y nosotros vamos a ayudarte a sacarlo.

  • Pero Maria, yo no soy afeminado, yo no tengo pluma - le respondí.

  • Ya lo sé cielo, pero en tu interior, en tu mirada estás deseando una polla. Al principio te sorprendiste de que estuviera mi marido en casa, pero luego no me negarás que has disfrutado mucho mamándole la polla.

  • Sí, la verdad, sería la situación pero me excitó mucho incluso cuando se corrió en mi boca - confesé yo.

  • Claro, ya lo sé. Y en ese momento deseaste sentirla en tu culito porque te sentiste mujer, era tu lado de zorrita. Eso es lo que vi en ti y que me gustó mucho - me dijo María - por eso quiero que esta noche sigas con esa sensación mientras puedas. No te laves los dientes esta noche para que mantengas el sabor en tu boca y dormirás con esta ropita.

María me sacó una camiseta suya, estrecha, entallada y con unas mangas muy cortitas y unas braguitas con encajes y las puso encima de la cama. A pesar de mis protestas iniciales María fue inflexible y con un tono más autoritario me mandó ponerme esa ropa y meterme en la cama sin lavarme los dientes.

  • Y por cierto, ponte el despertador y nos llevas el desayuno a la cama a las 8:00, lo preparas en la cocina y nos lo llevas en una bandeja, sería todo un detalle ya que te hemos invitado a nuestra casa. Y no te retrases ni un minuto, tienes que ser muy obediente.

Cuando María salió de la habitación cerrando la puerta empecé a desnudarme para obedecerla y me di cuenta que mi polla estaba super dura. Me sentía totalmente excitado. Era como si me gustara que fueran tan autoritarios y que el obedecer me llevara a una situación de excitación máxima.

Me acosté y oí perfectamente como José y María follaban salvajemente en la habitación de al lado. Se les notaba muy excitados y yo también lo estaba por la situación. Estuve a punto de masturbarme de lo excitado que estaba, pero sentí que no debía hacerlo. Como si tuviera que pedirles permiso antes de hacerlo.

Cuando me desperté a la mañana siguiente eran las ocho menos cinco. Por mi cabeza pasaron todas las cosas que me ocurrieron anoche, pero sobre todo que tenía que llevar el desayuno a la cama a mis anfitriones. No sé porqué pero no dudé en cumplir esa orden´de la noche anterior. Me levanté a toda prisa y fui corriendo a la cocina a preparar dos cafés y poner algún bollo y zumo de naranja en una bandeja. Cuando entré en la habitación ya estaban despiertos, tumbados en la cama y completamente desnudos.

  • Muy bien Dani, muchas gracias por el desayuno - me dijo José mientras yo ponía la bandeja en la cama entre medias de los dos.

  • Por cierto, está muy guapa, verdad José? - preguntó María sonriendo.

  • Sí, ya me estaba fijando - dijo José mientras me acariciaba mi desnudo muslo y subía hasta mi culito - vaya un conjunto más sexy que se ha puesto, sin duda nos quiere provocar para volver a tener sexo.

Me di cuenta de que les había servido el desayuno sin cambiarme. Llevaba una camiseta claramente de chica y unas braguitas muy sexys que se me pegaban a mi culito y que apenas podían contener mi empalmadísima polla.

  • Es que no tenía otra cosa para dormir- dije yo tratando de excusarme - me voy a la habitación a cambiar.

  • Ni mucho menos Dani, nos gustas mucho así, no tienes que avergonzarte. Además por lo que se te nota estás muy excitada, sin duda te gusta estar así. Seguro que aún tienes el sabor del semen de José en tu boca desde anoche - nuevamente María me daba órdenes que yo no podía rechazar- quedate y aprovecha para meterte debajo de nuestras sábanas mientras José y yo desayunamos, sería muy rico.

María abrió sus piernas y levantó un poco la sábana invitándome a ponerme entre sus piernas mientras ellos desayunaban y se besaban. Yo no lo pensé, obedecía todas sus órdenes sin dudarlo, y la verdad es que me sentía bien aunque un poco humillado.

Mi boca fue directa al sexo de María que se abrió en cuantro notó la caricia de mi lengua. Mientras ellos desayunaban yo empecé a besar y chupar su coñito que empezó a mojar en seguido haciéndola soltar algunos gemidos mientras tomaba el desayuno.

  • Ahora un poco a mi - dijo José al notar como estaba disfrutando María con mi lengua - que yo también quiero disfrutar de esta putita.

Me desplacé hasta el otro lado de la cama y me puse entre las piernas de José. Conocía su preciosa polla de la noche anterior y me gustó volver a tenerla cerca de mi boca. La tenía ya durísima y empecé a lamerla desde abajo hasta arriba para finalmente metérmela en la boca. Recordé la mamada de la noche anterior cuando José se corrió entero en mi boca, estuve toda la noche con el sabor de su leche. Eso hizo incrementar la intensidad de mi mamada y oí como se reía Maria y gemia José.

  • Dejame otro poco a la putita para que me chupe a mi - pedía María viendo como estaba disfrutando José de mi mamada.

  • Espera, espera que ahora está intentando metersela toda dentro de su boca y me está dando mucho placer - dijo José retirando la bandeja para dedicarse por completo a disfrutar de mi mamada.

Yo iba acelerando la mamada a pesar de que me estaba ahogando con la polla de José completamente metida hasta mi garganta. La sacaba y metía apretando con los labios para darle el máximo placer.

Ante la insistencia de María yo volví a ponerme entre sus piernas y volví a lamerla su coño que ya estaba empapado por la excitación. José quitó las sábanas y se puso encima de María con la polla totalmente empalmada y se la clavó en su empapado coño. Yo me retiré para dejarles follar, pero me quedé a su lado, como un perrito obediente. José la penetraba con fuerza, claramente estaban ambos muy excitados.

María se dio la vuelta y se puso a cuatro patas y José siguió follando su coñito desde atrás, agarrándola por las caderas con fuerza. María me mandó meterme debajo de ella y chuparla mientras José la follaba. Pegué mi lengua y lamía su clítoris como un perrito y cuando la polla salía del coñito de María resbalaba por toda mi lengua.

Eso creo que le dio mucho morbo a José que a veces la sacaba completamente del coño de María para metérmela en la boca. Iba alternando de mi boca a su coño y yo podía notar la mezcla de sabores del flujo de María y de las gotitas que salían de José.

Entre mis lamidas y las fuertes penetraciones de José, María se corrió dos veces seguidas soltando un montón de flujos que yo me apresuré a chupar.

José, aun sin correrse pero se le notaba que estaba a punto, paró y se tumbó por lo que yo aproveché para agarrar su polla y seguir chupándola. No sé lo que me pasó, estaba hipnotizado y no sé si era por la preciosa polla que sólo quería chuparla o por la sensación de que esta pareja me estaba dominando cada vez más.

María estuvo sólo un instante tumbada disfrutando de sus recientes orgasmos. En seguida se incorporó y se puso detrás de mi, me bajó las braguitas pero esta vez en lugar de jugar con mi empalmadísima polla, se puso a jugar con mi culito.

  • Que preciosidad culito tienes Daniela, creo que ha llegado el momento de que José pruebe este culito - dijo María mientras me abría las nalgas e iba acariciando suavemente mi agujero.

Me gustó mucho la caricia de su dedo en mi ojete y también cuando noté como presionaba suavemente para que el dedo fuera entrando, pero me asustó la idea de que la polla de José que estaba inmensa me abriera mi culito. Intenté levantar la cabeza para decir algo pero José me lo impidió sujetando mi cabeza para que no pudiera sacar la polla de mi boca.

María metió dos dedos que entraron perfectamente porque me estaba echando lubricante y José se relamía de placer pensando en que mi culito sería suyo.

  • Lubricalo bien María que estoy tan cachondo que se la voy a meter de un golpe - dijo José con deseo.

  • Vamos Dani, ya estás lista, ponte a cuatro y apoyate en la almohada - dijo María sacando los tres dedos que ya tenía dentro de mi culito y produciéndome un vacío que me hizo desear volver a tenerlos dentro.

Me sentí totalmente dominado, pero ni siquiera protesté, me apoyé en la almohada y noté como José se pegaba a mi culo y con su polla durísima entraba abriéndome el agujero del culo completamente. Lo hizo suave pero sin parar hasta que la tuvo toda dentro. A mi me dolía pero me aguanté. María me estaba acariciando la cara y tratando de relajarme. Cuando la tuvo toda dentro José se apoyó sobre mi y con sus manos empezó a pellizcar mis pezones por encima de la camiseta ajustada haciendo que se me erizasen.

  • A que te gusta cielo? - me dijo María mirándome diréctamente a los ojos y viendo que yo los tenía que se me salian de las órbitas.

  • Me pica un poco - acerté a decir - es muy grande.

-. Eso es que la sientes toda dentro, muy bien. Disfruta amor, disfruta con la polla de José dentreo de ti.

  • Que rico, Dani tienes un culito precioso. Me encanta. Muy apretadito pero tragón - dijo José jadeando porque estaba a punto de correrse - No puedo aguantar más voy a correrme en el culito de esta zorrita.

  • Sí amor, llenale el culito de leche a esta putita que lo está deseando, se lo veo en la cara. Cada momento que pasa noto a Dani más femenina y eso sé que te gusta mucho amor - dijo María justo antes de que José se corriera salvajemente dentro de mi.

  • Aggg me corrooooo - oi gritar a José pegado en mi espalda

Uno, dos, tres, perdí la cuenta de los espasmos de José dentro de mi culo. Sólo sé que noté su leche como si estuviera ardiendo y que de repente yo también empecé a eyacular sin ni siquiera haberme tocado mi empalmadísima polla. Fue un orgasmo salvaje, casi tanto como el de José, un orgasmo anal que nunca había tenido.

  • Que rico, me encanta ver follar a dos hombres, aunque tengo que reconocer que Dani es tan femenino que debería ser una mujer, aunque una mujer con una polla muy rica porque mira como se ha corrido - dijo María cuando ya estabamos los tres tumbados tratando de reponernos y  María notó que yo también me había corrido.

  • Es tu primer orgasmo anal? - me preguntó José

  • Sí, ya había tenido alguna experiencia anal, pero nunca me había corrido. Ha sido muy fuerte - dije yo - aunque me pica un poquito.

  • No te preocupes por el picor, se te pasará. Eso sólo quiere decir que tenemos que practicar más hasta que mi polla entre en tu culito como un guante sin ni siquiera lubricante - dijo José mientras me abrazaba y acariciaba la cabeza - eres un chico super femenino y eso me encanta.

  • Sí, además de femenina le vamos a convertir en una zorrita - dijo María - pero en una zorrita obediente porque Dani ahora tienes que limpiar y arreglar la cama mientras nosotros vamos a la ducha.

Me quedé haciendo la cama y limpiando todo el semen y flujos que había y empecé a pensar en mi situación. Me estaba comportando como un sumiso ante María y José, pero el caso es que lo hacían bien, y me hacían sentir a gusto a pesar de que a veces me trataban en femenino, pero también era cierto que me mantenían en un estado de excitación completa.

Después de un rato que ya había recogido la habitación y el desayuno salió José del baño recién duchado. María seguía en el otro baño.

  • Dani, sabes que creo que María ha acertado al decir que eres una zorrita sumisa, verdad? - me preguntó José acercándose a mi y tocando mi polla empalmada en las braguitas - además te confieso que, a pesar de tu polla siempre tiesa, tienes un cuerpo muy femenino porque te sienta muy bien la ropa que te ha dejado María.

  • Gracias José, vosotros también tenéis muy buen cuerpo, te confieso que me gustan los dos - dije yo sinceramente.

  • Uy, aún no te has duchado, te está corriendo la leche que sale de tu culito por todo tu muslo.

  • No, dije yo avergonzado, he estado arreglando la casa un poco, justo iba ahora a la ducha - dije yo.

  • Pues antes de que te duches y laves tendré que aprovechar tu cuerpo. Date la vuelta  y apoyate en esta mesa - dijo José.

Yo obedecí pero pregunté - qué vas a hacer ahora?

  • Nada, tranqui. Pero no puedo evitar aprovechar un culito tan rico sabiendo que está lleno de leche aún.

Y diciéndo esto me volvió a agarrar de las caderas y nuevamente su polla que se había empalmado en un segundo, entró en mi culito.

  • agggg - solté un gritito cuando noté que entraba de nuevo - otra vez?

  • Sí putita, quiero follarte otra vez - dijo José acelerando el ritmo sin compasión.

Me estuvo follando un breve rato y de pronto apareció María saliendo del baño desnuda.

  • Pero serás zorra, te dejo un segundo con José a solas y ya le estás seduciendo para que te folle el culito? - dijo María con tono autoritario.

  • No, yo,... aggg, uhhh - no pude responder, José me follaba salvajemente y no paró aunque llegó María.

  • Voy a tener que ponerte un collar para retenerte - dijo María yendo hacia un cajón.

Justo cuando José se estaba corriendo dentro de mi María me estaba poniendo un collar de cuero alrededor de mi cuello.

  • Qué culito más rico tiene la putita de Dani - dijo José sacando su polla después de volver a vaciarse dentro de mi.

  • Me encanta que te guste amor - dijo María besándose apasionadamente con su marido - me encanta ver como haces el amor con otro hombre, aunque Dani sea tan femenino.

  • Dani, ahora vete a la ducha, pero a partir de ahora llevarás siempre este collar. Así podré sujetarte a mi lado cuando quiera y sabrás quien manda. Y por supuesto a partir de ahora sólo te correrás cuando nosotros te lo mandemos. Estás disfrutando mucho, pero tienes que saber quienes son tus nuevos dueños.

Me fui a la ducha con las piernas temblando y con el culito irritado pensando en la situación y en las palabras de Maria.

Seguiré contando mis aventuras con mis nuevos amigos. No duden en enviarme sus comentarios y puntuar este relato o simplemente un saludo. Un beso

dulcex@gmx.es