Porro (relato integro)

Como despues de fumarme un porro me follaron, y como lo disfrute.

UN PORRO

Me había pasado toda la tarde leyendo relatos de esta página y eso me había puesto tope caliente. Además hacia cuatro días que no follaba y tenía ganas de tener el culo bien lleno de polla, así que me vestí, me puse unos pantalones tejanos que están muy desgastados, con un descosido en la entrepierna, justo a la altura de mis nalgas, que me quedan muy ajustados y marcan bien mi culito; una camisa negra y una chaqueta de cuero.

Me disponía a salir cuando recordé que un amigo me había regalado un poco de marihuana, yo nunca la había probado, pero tenía ganas, así que me prepare un porro, lo metí en el paquete de tabaco y salí dispuesto a ligar y a disfrutar todo lo posible. La verdad es que no sabía donde ir, cogí el metro y simplemente me dejé llevar, me dirigí a un parque donde sé que hay rollo, eran las 20.00 y ya estaba oscuro.

Llegué al parque, el corazón me latía fuerte, parecía que quería salirse de mi pecho. Empecé a pasear y a mirar de reojo los tíos que por allá andaban. Había pasado como 20 minutos y no había ligado nada, nadie se me había acercado y yo cada vez estaba más nervioso y más excitado, tenía ganas de comer polla, de ser traspasado por una buena verga, quería un macho que me follase bien y me quitase la calentura que llevaba. Me pare y me senté en un banco, saqué el paquete de tabaco y encendí el porro; la primera calada me supo áspera, me atraganté y tosí, la siguiente me cosquilleo la garganta, y a partir de la tercera sentí un ligero mareo, con cada calada me sentía más tranquilo, más excitado, así hasta que lo acabé. Me levanté del banco y un mareo se apoderó de mi, nada me parecía igual, todo era perfecto, me reía y sentía que flotaba, tenía calor, me desabroché la camisa, dejando mis tetillas al aire, mi polla empezó a ponerse dura, sentía como un cosquilleo en mi culo, una sensación agradable, me giré y vi a un tío que me estaba tocando el culo, me lo aprisionaba con las dos manos, con fuerza, lo atraía hacia si y me metía la mano por el descosido, metiéndome un dedo, jugando con mi agujero que cada vez se abría más. La verdad es que no recordaba cómo se había acercado a mí, pero me sentía bien. Me tocaban los pezones, me los pellizcaba y me tiraban hacia abajo, haciéndome agachar hasta que quede de rodillas y sin saber cómo tenía dentro de mi boca una polla que me follaba la garganta, era gorda, no muy grande, pero me estaba sabiendo a gloria, me la metían hasta la campanilla y me la sacaban ¿o era yo el que se movía?, era una sensación extraña que no quería que acabase, cerré los ojos para disfrutarlo más y seguí tragando polla, tenía la boca llena de saliva y sentía que se me escapaba, resbalaba por la comisura de mis labios y me caía en el pecho, nunca había salivado tanto.

Me pareció que acababa de arrodillarme a comerme esa polla cuando abrí los ojos, esos pantalones… ¿no eran tejanos? Los había visto bien, y ahora… era un chándal!!!, estaba abrazado a unas piernas más fuertes, tenía los pantalones más bajados y esa polla… ¡Dios! ¡No era el mismo tío! Me estaba tragando otra polla… estaba alucinado, pero no podía parar de mamar, de tragar.

-así mamón… cómo tragas, sigue, no pares que te voy a dar toda mi leche- dijo el tío al que se la mamaba.

Me tenía cogida la cabeza con las dos manos y me apretaba contra sus huevos, casi no podía respirar, esa polla debía medir cómo 18 cm. Mmmmmmm, que gozada, no podía parar de tragar, sacármela entera de la boca y volver a tragármela entera, apretando mis labios a su alrededor, golpeando con mi lengua su glande, pasándosela por toda la longitud de esa verga, cada vez sentía más gemidos, me apretaba con más fuerza y yo tragaba sin parar, otra vez esa sensación de tener la boca llena de saliva, de sentir como se me escapaba y resbalaba hasta mi pecho, dejándome toda la barbilla llena.

Me levanté de suelo, el chico ya se había subido el chándal y se marchaba. Me subí el pantalón, lo abroche…. ¿cuándo me lo había bajado? ¡Madre mía!, no recordaba casi nada, solo que había estado mamando, que tenía la boca y el pecho pringoso y un sabor dulzón en mi garganta.

Me sentía bien, la polla me odia, la tenía aún dura y quería más, más polla, mamar más y ser follado ¿o ya me habrían follado?, tenía aun la duda de cómo me habría bajado los pantalones, pero seguí paseando, sentía en mi culo un cosquilleo, como si acabasen de meterme algo dentro y aún estuviese ahí.

-¿qué hora sería?- me preguntaba. Miré el reloj. –las 22.00. Habían pasado dos horas desde que llegué, apenas había luz, sólo a suficiente para ver el camino y os diferentes tíos con los que me cruzaba.

Yo seguí paseando, mirando descaradamente os paquetes de todos los tíos que me cruzaba, con la camisa abierta, enseñando mi pecho, incluso tocando alguna polla, algún paquete, estaba pidiendo a gritos polla, me sentía puta, muy puta… me sorprendí a mi mismo cuando me di cuenta que estaba apoyado en un árbol, tenía los pantalones bajados hasta las rodilla, estaba inclinado y me abría el culo, me estaba metiendo un dedo, lo sacaba me lo metía en la boca, mojándolo, y lo volvía a meter. Me abría el culo, lo estaba ofreciendo… ¿a quién?, no lo sé, no le vi la cara, sólo sentí cómo me refregaban una polla por la raja de mi culo, una mano llena de saliva me frotó mi agujero,… sentí cómo apoyaba su polla en mi culito y apretaba, apretaba y me cogía de la cintura. Yo sonreía, sentía como mi culo cedía y se abría para recibir a ese tío, su polla me traspasaba, me partía, me estaba haciendo daño, pero era mayor el placer que sentía, la sensación de estar lleno. Yo me recosté más, me apoyé en el tronco del árbol y puse el culo más en pompa, abriéndolo bien, permitiendo que toda la verga entrase de una dentro, le estaba entregando el culo y lo estaba disfrutando. Sentía como me follaba cada vez más fuerte, más rápido.

-ahhhhh, siii, así, dame, dame,uhmmmmmmmmmmm

No paraba de gemir, empujaba mis caderas hacia atrás, culeando, tragándome toda la polla, sentía como chocaban sus huevos en mis nalgas.

así, fuerte, no pares, no pares.

Sentía mi culo abierto al máximo, dilatado a tope, recibiendo una y otra estocada. Notaba como mi ano rodeaba su polla y la apretaba como queriendo que no saliese nunca.

Me apretaba los pezones y me los cogía paran seguir mandándome más verga. Quería más y se lo decía:

-Fóllame tío, fóllame…….

Sin embargo, paró, me sacó la polla. Yo me giré para mirar y ya no estaba, yo seguía de pie, ligeramente inclinado, con el culo ardiendo, me palpitaba,…. Me llevé la mano hacia mi agujero y comprobé que estaba bien abierto. Me subí el pantalón y seguí, necesitaba sentarme y sentir el aire fresco de la noche.

Seguí caminando por entre los árboles, parecía que todo aquel con el que me cruzaba me miraba. Yo no decía nada, aún sentía como un hormigueo en mi culo. A pesar de que debía hacer tiempo que me había fumado e porro aún había momentos en los que no sabía donde estaba. Eso sí, quería ser follado de nuevo, más polla.

Estaba caliente, me dolía la polla de lo dura que estaba. Sentado allá en el banco notaba la humedad que salía de mi agujero, me empezaba a marear, y al andar noté como vacilaban mis piernas, cómo me torcía al caminar. Paré.

Joder!!! Tío!!! ¿te gusta que te llenen bien los dos agujeros?-

De nuevo apareció la realidad ante mí. No sé cómo, ni en qué circunstancia, pero estaba a cuatro patas, como un perro y una polla enorme me taladraba bien el culo. No pude ni quejarme, el placer me invadió de nuevo. Esa sensación interminable de ser follado como a una zorra, sentía manos por todos lados, pollas a mi alrededor

Fue como un relámpago que cruzó mi. Mente y me abrió a esa realidad; un tío me estaba follando el culo, no lo veía, pero notaba su polla entrando y saliendo, parecía interminable; leve una de mis manos por debajo hasta sentir sus pelotas y las acaricié, la verga que me entraba era gruesa, apenas la podía rodear con mis dedos, la sentía muy dura, como una piedra. Levanté mi cabeza, que estaba apoyada en el suelo y me giré. El tío que me la metía era un tío maduro, como de unos 55 años, estaba calvo, y algo regordito, me estaba cogiendo con sus manos por la cintura y me sacaba la polla de una y la volvía a meter de una sola estocada haciéndome gemir, más fuerte, más y más.

Alrededor (supongo que al oír los gemidos), se habían congregado varios tíos más, uno de ellos estaba frente a mi, era más joven y delgado, tenía la polla en la mano y me acariciaba la cabeza, invitándome a comérsela; cosa que no tarde en hacer, yo solo gozaba, no pensaba, estaba allá para disfrutar de todas las pollas posibles y me tragué aquella hasta sentirla en mi campanilla.

Parecía que se habían puesto de acuerdo, pues me follaban por delante y por detrás de forma armoniosa, fuerte, haciendo chocar sus huevos en mi luo y en mi boca.

Sentí de cerca como dos tíos más se acercaban con sus pollas en la mano, se estaban masturbando.

Toma nene, toma lechita..- y cogiéndome del pelo me metió toda la polla en la garganta haciéndome tragar toda esa leche. La sentía pegajosa, pero dulce, caliente…MMMMMM estaba bien rica, me la tragué entera, y mientras paladeaba la última gota de semen, note como me abrían más los cachetes y me la endiñaban más adentro si eso es posible.

Ahhhhhhh---- me corro, me corro.- No pude moverme, solo quedarme quieto, disfrutando del hecho de sentir una buena corrida en mi culo, recién follado.

No sé cuanto tiempo debí estar allá, ni los que me follaron (pues sólo recuerdo esos), pero creo que fueron más pues al vestirme comprobé que estaba todo mi cuerpo pringoso de leche y de mi culo salían gotas de liquido igual de pringoso, la boca le tenía con sabor a polla…. Pero lo mejor, lo mejor de todo es que fue una experiencia increíble. Me fui en metro a casa, con la idea de volver otro DIA a por una buena ración de polla.

P.D. espero que os gustase. Me encanta conocer tíos nuevos y creo que el sexo es genial. Me encantan los latinos. Para ver unas buenas fotos mías: www.bakala.org/dante

(Continuará)….