Porque 5

Un poco de la vida de Fernando...

Las horas se me hicieron eternas, solo pensaba en que dieran las 7 e irme al departamento de Fernando y hacer el amor con el toda la noche. Finalmente dieron las 7 y me dispuse a ir a la oficina de Fernando:

-Ely estas demasiado apurada, que acaso tienes planes para hoy en la noche?

-Amm si, quede de salir con unas amigas de la carrera, hace mucho que no las veo.

-Mmm ok, pero me debes un chisme y espero que mañana me lo cuentes todo!

-Si Isabela, mañana te lo contare todo.

Isabela ni se imaginaba todo lo que me ocurriría esa noche. Recogí todas mis cosas y me dispuse a ir a la oficina de Fernando. Al entrar él ya estaba esperándome y por su mirada, se notaba que moría por hacerme suya:

-Lista para irnos?

-Si estoy lista y amm como nos vamos?

-En mi auto, obviamente.

-Pero eso no se verá algo sospechoso?

-No te preocupes, puedo decir que te acercare a un sitio de taxis porque por si no lo haz notado, está lloviendo.

Estaba tan concentrada pensando en lo que haríamos, que en efecto, no me di cuenta de que estaba lloviendo.

-Entonces que, vamos?

-Si vamos.

Salimos de su oficina y nos dirigimos al elevador. Para mi buena suerte nadie nos vio salir juntos, asi que no tendríamos que dar explicaciones. Llegamos a su auto, como un buen caballero me abrió la puerta, se subió al auto y salimos de la empresa hacia su departamento. Durante el trayecto me pregunto si tenía hambre y que si quería algo en especial para cenar, yo me moría por decirle que quería cenar verga, pero me limite un poco, así que le dije que quería pasta. Pasamos a un restaurante, pidió la cena para llevar y finalmente nos dirigimos a su departamento. Se estaciono afuera del edificio, tomamos el elevador de nuevo y al fin estaba en la puerta de aquel lugar. El abrió, al entrar ahí note el aroma de su perfume, ese perfume que me volvía loca al olerlo todas las mañanas. Me dijo que me pusiera cómoda, fue a la cocina, saco un par de platos, unas copas y una botella de vino, sirvió la cena y nos dispusimos a cenar o más bien a platicar:

-Bueno Ely, tu sabes algo de mi vida o más bien los chismes que te han dicho de mí, pero yo casi no sé nada de ti, háblame un poco de ti o de tu vida.

-Por dónde empiezo? Como ya le había dicho anteriormente estudiaba gastronomía, pero mi padre empezó a tener problemas económicos y tuve que dejar la carrera para apoyarlo un poco. Me gusta leer, salir con mis amigas, bailar y como te habrás dado cuenta me encanta el color azul.

-Igual que a mí.

-Si así es. Pero yo ya hable mucho, ahora te toca a ti Fernando.

-Tienes razón. Seguramente ya sabes que alguna vez estuve casado.

-Sí, escuche algo así en la oficina.

-Me imagine. En fin te contare lo que paso realmente. Yo me case hace ya casi 11 años con Ángela, ella era el amor de mi vida o eso creía.

-Creías?

-Si. Ahora pienso que es alguien más. Durante los primeros 5 años todo fue hermoso, excepto porque por alguna razón no podríamos ser padres. Después de consultar con varios médicos y tras muchos exámenes supimos la razón de porque no podíamos tener hijos.

-Y esa razón es?

-Ely son estéril.

Cuando me lo dijo no lo podía creer. Aquel hombre de mis sueños, el que me hacía masturbarme sin parar todas las noches no podía tener hijos. No sé si eso era bueno o malo para mí, era bueno en el sentido de que nunca tendríamos que cuidarnos, pero era malo, porque si yo quisiera formar una familia con él, nunca lo podría hacer:

-Te noto algo sorprendida por la noticia.

-La verdad no sé qué decir.

-No tienes que decir nada o eso creo. Continuo. Al principio Ángela lo tomo bien, me dijo que buscaríamos la manera de ser felices, podríamos adoptar un bebe o yo que sé, pero con el paso de los meses empezó a cambiar. Se empezó a comportar muy áspera, déspota y se notaba que ya no era feliz. Los años que siguieron de nuestro matrimonio, se volvieron un infierno, discutíamos por todo y una noche ella bebió más de la cuenta, cuando la fui a buscar al bar en donde estaba, empezó a gritarme que ella no era feliz por mi culpa, que no era lo suficientemente hombre como para darle un hijo. Esa fue la gota que derramo el vaso.

-Al final tu matrimonio se volvió un infierno.

-Así es.

-Y en qué momento aparece Tamara?

-Sabía que me ibas a preguntar eso. Cuando ocurrió lo del bar y todo eso, Tamara tenía 1 año de trabajar en la empresa. Al principio no confiaba en ella, pero poco a poco empecé a tenerle más confianza, hasta que…

-Hasta qué?

-Hasta que engañe a Ángela con ella. También te contaron sobre eso verdad?

-Si. Isabela me conto algo de eso.

-Me imagine. La verdad no quería hacerlo, o bueno, en el fondo tal vez si quería. Todo comenzó una noche en la que discutí muy fuertemente con Ángela por teléfono. En ese momento me sentía muy enojado, estaba harto de vivir con ella y si aún no nos habíamos separado, era por “guardar las apariencias”. Teníamos que fingir que éramos la pareja perfecta y que nos amábamos muchísimo.

-Eso debió de haber sido muy difícil.

-Ni te imaginas. Tamara me convenció de engañar a Ángela, que era la mejor manera de vengarme de ella. Movido más por la venganza que porque realmente quisiera hacerlo, me fui con Tamara a un motel. Aquella noche la penetre tantas veces y de manera tan salvaje, que más que hacerlo digamos por amor, lo hacía lleno de rabia y de odio hacia Ángela.

El solo escuchar algunos de los detalles de lo que Fernando le había hecho a Tamara un tiempo atrás, hizo que me enojara muchísimo. Por un momento pensé en salir corriendo de ahí, pero sabía que si lo hacía, nunca más tendría una oportunidad con el:

-Ely, estas bien?

-Ah sí, es que olvide unas cosas en la oficina.

-Segura que solo es eso?

-Sí, no te preocupes, no es nada malo.

-Bueno, si tú lo dices. Cuando desperté en el motel con Tamara me sentí muy mal, le dije que todo había sido un error y que nunca volvería a pasar. La fui a dejar a su casa y al llegar a la mía le dije toda la verdad a Ángela.

-Y cómo reacciono?

-Muy mal. Me insulto de mil maneras posibles, me dijo que nunca más quería volverme a ver. Esa misma mañana me corrió de la casa. Durante un mes no supe nada de ella, como sabía que nuestro matrimonio había llegado a su fin, decidí comprar este departamento para tener un lugar en donde vivir. Una tarde ella llego a mi oficina, la hice pasar y le pregunte qué era lo que quería. Ella me dijo que venía a que le firme el acta de divorcio y que durante ese mes, en que no supe nada de ella, estuvo arreglando eso y otras cosas…

-Otras cosas???

-Me dijo que estaba embarazada. Que al fin había encontrado al hombre capaz de darle lo que yo no podía y eso era un hijo. No pude más. Le dije que se largara de mi oficina, que me mande los malditos papeles del divorcio y que nunca más quería volver a verla.

-De una u otra manera se vengó de ti.

-Y de la peor manera. Después de eso corrí a Tamara de la empresa. Le eche la culpa de lo que había pasado, aunque claro yo también tenía algo de culpa. Ella pensó que al quedarme soltero podría tener algo conmigo, pero se equivocó totalmente.

-Eso explica lo que me conto Isabela sobre ella. Y al final que fue de Ángela?

-Se fue a vivir al extranjero. Hasta donde yo sé, no se casó con el padre de su bebe, por lo tanto, ella lo está criando sola.

-La vida le devolvió un poco del  daño que hizo.

Al terminar de contarme esa parte de su vida, la mirada de Fernando se notaba algo triste, al parecer aun le dolía todo lo que le había pasado. En su voz se notaba lo arrepentido que estaba por haberle hecho eso a Ángela y que si por el fuera, retrocedería el tiempo para evitar que eso sucediera:

-Ya te chonte una buena parte de mi vida Ely, hay algo más que quieras saber?

-La verdad si Fernando, pero no sé cómo preguntártelo.

-Anda, dímelo.

-Fernando que sientes por mí?

Después de hacer esta pregunta, Fernando se levantó de la mesa. Pensé que me diría que me fuera de su departamento, pero no lo hizo. Se quedó mirando fijamente una ventana, por la cual, se podía ver claramente como la lluvia era cada vez más fuerte:

-Supuse que eso me ibas a preguntar. La verdad ni yo sé cómo explicarlo. La primera vez que te vi, sentí una fuerte atracción por ti, al principio pensé que era más que nada deseo, debido a que hace meses que no follo con nadie, pero con el paso de los días y al empezar a conocerte mejor me di cuenta que no era así.

-Y lo que paso después de que ya sabes, me viste haciendo cosas con Joaquín. Porque reaccionaste así?

-Aquella vez, cuando te vi disfrutando tanto con Joaquín, me dieron muchos celos. Me dio coraje saber que un hombre te hacia gozar, por eso fue que reaccione así, y en vez de correrte, hice lo que hice.

-Ahora entiendo todo, o eso creo.

-Es algo difícil de entender. Hace unos minutos te contaba sobre como traicione a mi esposa y ahora te estoy diciendo lo que me gusta de ti. Me gusta tu forma de ser, la manera en que sonríes, el perfume que usas todas la mañanas cuando vas a la oficina, tu cabello, pero quizás lo que más me gusta de ti es como eres conmigo, hay veces en que eres como una niña, pero cuando es necesario, te comportas como una gran mujer. No sé si lo que siento es amor, pero quiero averiguarlo.

Al escuchar todas esas palabras no sabía que decir. Nunca pensé que Fernando fuera a decir todo eso sobre mí. Aún estaba sentada en la mesa, así que me levante de ahí y me dirigí hacia él, pero en ese momento se fue la luz y se escuchó un trueno muy fuerte, lo cual me hizo gritar e ir corriendo a abrazarlo, porque por si no lo había dicho, no me gustan los truenos:

-Ely que paso! Estas bien?

-Sí, es solo que, los truenos me dan mucho miedo.

-Y no te da miedo estar tan cerca de mí?

-No porque, a ti si?

-Un poco. No sé lo que pueda pasar…

-Yo tampoco lo sé, pero lo podemos averiguar no crees?

-Justo en eso estaba pensando…

En ese momento Fernando me beso apasionadamente. No me dejaba ni si quiera respirar. Se notaba que me deseaba y mucho, y la verdad, yo también lo deseaba, me moría por estar con él y ser suya. Me tomo entre sus brazos y me llevo hasta su habitación. Me acostó encima de la cama y:

-Ely, esta será una noche que nunca olvidaras…