Porque 11
Fernando y mi noche con José Luis
Que rayos hacia Fernando ahí? De un modo u otro tenía que averiguarlo:
-José Luis tengo que ir al baño, ahorita regreso.
-Ely pasa algo?
Deje con la palabra en la boca a José Luis y salí corriendo hacia donde estaba Fernando. Él se dio cuenta que lo había visto y se fue. Pero aun lo alcance:
-FERNANDO! Que rayos haces aquí?
-Nada. Solo vine a comprobar lo que escuche en la oficina.
-Lo que escuchaste?
-Si. O crees que nadie se enteró de tu salida con José Luis?
-Y si salgo con el que? Eso no es de tu incumbencia.
-Ya lo sé. Solo vine a comprobar que sigues siendo la misma puta que conocí.
-No me faltes al respeto imbécil!
-Cállate maldita zorra. No estoy diciendo nada que no sea verdad. Apenas se fue Joaquín, buscaste otro con quien revolcarte.
-Maldito..!
Estaba a punto de darle una bofetada, cuando me agarro la mano y me detuvo:
-Suéltame idiota!
-No quiero putita. Vamos a comprobar lo zorra que eres. Tú te vas conmigo a un motel y me la vas a mamar hasta que te canses!
-No! Suéltame!
-FERNANDO SUELTALA!
Fernando me soltó. Volteo a ver a José Luis y comenzó a gritar:
-Mira imbécil no te metas. Esto es entre la puta y yo.
-Deja de faltarle el respeto a Ely. Ella es una dama.
-Una dama? Ja ja ja por favor! Es más puta que cualquiera o a poco no sabes lo que hizo en la oficina con Joaquín?
-Si lo sé. Sé que le tendieron una trampa, que entre Tamara y Joaquín le destrozaron la vida. También sé que tú te creíste todo lo que tu disque amigo te dijo y la trataste muy mal, que le hiciste mucho daño y la humillaste en la oficina, pero eso no va a volver a pasar. A partir de hoy Ely ya tiene quien la cuide y la defienda de idiotas como tú y esa persona soy yo!
-Pendejo. En cuanto te des la media vuelta te hará lo mismo que a ti, porque esa no es más que una pinche puta y zorra.
-No dejare que le vuelvas a faltar al respeto. Mandare a que te saque de este lugar, porque hasta donde yo sé, tú no eres miembro de este club.
José Luis llamo a seguridad. Fernando no se quería salir del club, así que empezó a forcejear con los guardias del lugar. Ellos al ver que no podían sacarlo por las buenas, lo empezaron a golpear. Fernando trato de responderles, pero simple y sencillamente no pudo. Lo sacaron lleno de sangre del club. Me sentí algo mal, pero no me importo, sinceramente se lo merecía. Después me acerque a hablar con José Luis:
-José Luis lo siento, eche a perder nuestra salida.
-No te preocupes Ely no pasa nada. Desde hace rato me di cuenta de que ese imbécil estaba en el club.
-En serio?
-Si. Preferí no decirte nada, aunque al final no sirvió de mucho. El estúpido solo vino para humillarte. Pero no importa ya paso.
-José Luis si no te molesta, preferiría irme a mi casa.
-Está bien. Pero te puedo invitar a cenar? No sé tú, pero yo tengo mucha hambre.
-Amm está bien, porque ahora que lo mencionas tengo algo de hambre.
La verdad es que no tenía nada de hambre, pero no quería hacerle pasar otro mal rato a José Luis. Me llevo a un restaurante sencillo, en el cual ordenamos una pizza. Apenas pude comerme dos pedazos, mientras que José Luis se comió casi toda la pizza. Al terminar de comer José Luis me pregunto:
-Ely… Aun quieres que te lleve a tu casa?
-No lo sé. Por?
-Por nada. Pediré la cuenta y te llevo a tu casa.
-No José Luis, no quiero ir a mi casa. Quiero contarte mi historia.
-Lo de la escuela y las deudas de tu papa? Pero Ely, eso ya lo sé.
-No me refiero a esa historia, sino más bien a la historia entre Fernando y yo.
-Ah ya entiendo. Y a dónde quieres ir para contármelo?
-La verdad no lo sé.
-Podemos ir a mi casa si no te molesta.
-Sí, tu casa está bien.
Realmente no me sentía muy segura de ir a casa de José Luis. Con todo lo que paso anteriormente no sabía si al final pasaría algo más. José Luis pidió la cuenta, pago y nos fuimos del restaurante. En menos de una hora llegamos a su casa. Entramos y mientras él se preparaba un whisky, yo me quede mirando la casa. Era algo pequeña, un solo cuarto y un solo baño, pero estaba muy bien cuidada y ordenada. Después de que el terminara de preparar su whisky, los dos nos acomodamos en el sillón de la sala y empecé a relatarle mi historia a José Luis:
-Mi historia con Fernando comienza el día en que llegue a la oficina. Desde la primera vez que lo vi, sentí una fuerte atracción hacia él. Yo pensé que no ocurriría nada con él, pero luego paso algo en la oficina de Joaquín que lo cambio todo.
-Y que paso en la oficina de Joaquín?
-Amm como lo explico? Joaquín me empezó a tocar y simple y sencillamente me deje llevar. Fernando nos cacho en pleno acto y en vez de despedirme, como pensé que lo haría, me practico sexo oral en su oficina. Después me entere que Fernando se peleó con Joaquín por mi culpa, porque yo le gustaba. Encare a Fernando en su oficina, estuvimos a punto de hacer el amor ahí mismo, pero, Isabela nos interrumpió.
-Ah ya veo. Pero después paso algo mas no?
-Si. Esa misma noche fui con él a su departamento y ahí hicimos el amor. Fue una noche increíble. Luego me confeso que me amaba. Después de eso todo estuvo bien, hasta que apareció Tamara y me tendieron la trampa entre Joaquín y ella.
-Y de verdad esa noche fue tan increíble?
-Si o bueno, ya no sé. No te niego que ese día sentí cosas que en mi vida pensé que llegaría a sentir, pero eso ya es parte de mi pasado, Fernando me hizo mucho daño y no creo perdonado nunca.
-Eso significa que tengo alguna oportunidad contigo?
-José Luis no sé qué decirte. Aun no me siento capaz de estar con otra persona. Tengo mucho miedo de volver a sufrir.
-Ely, yo nunca te haría daño. Desde aquella vez en que chocaste conmigo, supe que quería volver a verte. Por eso cuando me hablo el señor Gustavo para decirme que había una vacante en la empresa, no dude y acepte de inmediato.
-Aceptaste entrar a trabajar a la empresa por mí?
-En parte. Por otro lado, mi contrato en mi anterior trabajo ya se había acabado, así que tenía que buscará otro empleo.
-Ah ya veo. José Luis, no es bueno que este aquí. Mejor llévame a mi casa.
-Ely, por favor no me pidas eso. He esperado desde hace mucho este momento.
-Como?
-Tú ya me contaste tu historia, pero yo no te he contado la mía. Es cierto que desde que te vi no te podía sacar de mi cabeza, pero al principio no sabía cómo hablarte, por eso solo te miraba y sonreía cuando me veías.
-Y cómo fue que te armaste de valor y me invitaste a salir?
-Ignacio me convenció de que lo hiciera.
-Ignacio?
-Si. Yo me di cuenta que tus amigos más cercanos en la oficina eran Isabela e Ignacio. Así que un día salí a comer con el y sin más ni más, le conté lo que sentía por ti.
-Y el que te dijo?
-Me contó todo lo que te paso con Fernando, más la trampa de Tamara y Joaquín. Me hizo prometerle que no te iba a lastimar y que si lo hacía, él me iba a golpear.
-No sabía nada de eso. Creo que Ignacio me estima mucho.
-El no quiere verte sufrir de nuevo. Déjame demostrarte que yo no soy como Fernando y que puedo hacerte feliz.
-No lo sé José Luis.
-Solo déjate llevar Ely.
Dicho esto José Luis me volvió a besar. Sus besos estaban llenos de amor y de deseo. Tenía miedo de lo que podía pasar después, si me quedaba más tiempo en su casa, pero cuando empezó a acariciarme ya no hubo vuelta atrás.
Sus manos recorrían lentamente mi cuerpo. Poco a poco fue quitándome mi vestido, hasta que quede solo en ropa interior. No me quede atrás y fui desabotonando su camisa. Me fue bajando los tirantes de mi brasier y mientras lo hacía me llenaba de besos los hombros y el cuello. Yo solo podía suspirar. Estaba erizado cada centímetro de mi piel y me gustaba muchísimo:
-Ely, te gusta lo que estoy haciendo?
-Si me gusta mucho. Puedes seguir por favor?
-Si.
José Luis no espero ni un momento más y me quito mi brasier. Empezó dándole besos a cada uno de mis senos, para después morderlo. Mientras que con su boca iba mordiendo y chupando uno de mis pezones, con su mano pellizcaba el otro pezón. Yo solo podía retorcerme de placer, mi cadera se movía de arriba hacia abajo, quería que me penetrara:
-José Luis por favor mmmm… penétrame de una vez, no aguanto más…
-Tranquila Ely, quiero que te vengas para mí.
-Pero ahahahahah… yo nunca me he venido con que solo me toquen los senos.
-Solo relájate, yo hago todo lo demás.
José Luis siguió chupando y mordiendo sin piedad. Sentía como la temperatura de mi cuerpo se iba elevando más y más. No podía para de gemir. Su boca era una experta chupando y mordiendo. De repente ya no pude más:
-José Luis me vengo por dios mmmm… José Luis ahaaaaaa… dios…
Y explote en un orgasmo como hace mucho no tenía. Jamás me habían hecho venirme con solo tocarme y chuparse los senos, pero la verdad José Luis lo había hecho muy bien:
-Te gusto Ely?
-Sí, me gusto mucho. Déjame devolverte el placer que me diste.
-No es necesario.
-Para mí sí.
Me acerque y lo bese. Lentamente me fui separando de él y fui besando su cuerpo. Me dedique a recorrer con mi lengua todo su cuerpo, quería provocarle, hacerlo suspirar como el me hizo suspirar a mí. Finalmente llegue a su pantalón. Lo desabroche muy despacio, se lo quite, le baje su bóxer y lo que vi a continuación me dejo impresionada… Pero esa y como termino esa noche con José Luis es otra historia...