Porque 10

Alguien mas llega a mi vida...

Llegaron las vacaciones de navidad y tanto el 24 de diciembre como el 31, me la pase junto con Isabela e Ignacio. Comimos a morir y tomamos hasta que ya no pudimos más. Terminadas las vacaciones, no hubo más remedio que regresar a trabajar. Al llegar, el dueño de la empresa que era el señor Gustavo, nos mandó a llamar al dúo dinámico, ósea Fernando y Tamara, y a Isabela, Ignacio y a mí:

-Buenos días. Convoque esta junta para informarles que el Ingeniero González no regresara a trabajar este año.

-Y eso a que se debe?

-Joaquín tiene cáncer de pulmón y fue a los Estados Unidos a realizarse sus tratamientos.

Finalmente se le estaba devolviendo un poco del daño que me hizo el maldito Joaquín. Ignacio interrumpió mis pensamientos y pregunto:

-Y quien entrara a trabajar en lugar de Joaquín?

-Muy buena pregunta, por eso los cite a todos aquí hoy. Quiero presentarles al ingeniero José Luis. El ocupara el puesto de Joaquín.

Alce mi mirada y lo vi. Su cara se me hacía familiar de algún lado hasta que lo recordé. Era el señor con el que había chocado el día en que todo acabo con Fernando:

-Mucho gusto Fernando e Ignacio. Y mucho gusto señoritas.

-El gusto es nuestro. Hablo por todos.

-Como siempre lo haces Fernando.

-No empieces Ignacio.

-Que. Yo no dije nada.

-Así se llevan. Ingeniero José Luis ella es Isabela. Ella era la secretaria de Joaquín y ahora será la suya.

-Mucho gusto Isabela. Y la chica con la que me estrelle hace ya algún tiempo, quién es?

En ese momento José Luis volteo a verme a mí:

-Amm soy yo. Elizabeth mucho gusto Ingeniero.

-No seas tan formal, solo dime José Luis.

-De acuerdo José Luis.

Después de que el señor Gustavo le explicara todo lo relacionado con los proyectos que Joaquín había dejado sin terminar, la junta termino y cada quien regreso a su lugar de trabajo. A la hora de la comida, las preguntas sobre José Luis no se hicieron esperar:

-De donde lo conoces Ely. Porque no nos habías dicho nada?

-Porque ni yo recordaba que lo conocía. Choque con él, el día en que ya saben, paso todo lo de Fernando.

-Ah con razón. Pero el si se acordó de ti.

-Si me di cuenta.

-Además es tan guapo.

-Jajajaja Ignacio! Que son esas cosas que dices?

-La verdad Ely. José Luis está muy guapo.

-No lo puedes negar, esta de muy buen ver.

-Eso es un poco cierto Isa.

-Un poco?

-Bueno, mucho. Jajajajajaja

Durante toda la comida nos la pasamos hablando de José Luis. Y la verdad no estaba tan mal. Tenía 35 años según lo que le dijo a Isabela. Su piel era apiñonada, tenía unos enormes ojos cafés, era alto, su cabello era de color negro y estaba algo ondulado, y su sonrisa era muy hermosa. No tenía el cuerpo tan trabajado como Fernando, porque últimamente Fernando iba más al gimnasio y ya estaba más marcado, pero eso no quería decir que José Luis estuviera gordo, simple y sencillamente, estaba en forma. Cuando nos dimos cuenta, ya nos habíamos pasado de la hora de la comida, así que nos fuimos a trabajar. Ignacio tuvo que ir con José Luis a explicarle porque Isabela se había retrasado tanto. José Luis lo único que hizo fue echarse a reír y nos dijo que sin tan bueno estaba el chisme que debimos de haberlo invitado.

Luego de ese día, Isabela no volvió a llegar tarde después de la comida. Con el paso de los días comencé a darme cuenta de que José Luis no dejaba de mirarme, y que cuando lo cachaba haciéndolo, solo atinaba a sonreír e irse. No sabía lo que estaba pasando, pero me gustaba mucho sentirme así, deseada de nuevo tal vez, feliz. Finalmente, después de una larga semana llena de trabajo, llego el viernes. Esa noche Ignacio, Isabela y yo ya teníamos planes, pero algo lo cambiaría por completo:

-Hola Ely. Esta Ignacio en su oficina?

-Si esta.

-Puedo pasar a verlo? Necesito comentar algunas con el.

-Si. Solo déjeme que le diga que lo quiere ver.

-De acuerdo. Mientras espero… Ely tienes planes para esta noche?

-Amm esta noche?

-Si. Me gustaría saber si quisieras salir a bailar conmigo?

-A bailar? A dónde?

-A un club de salsa que abrieron cerca de mi casa.

-Bueno no sé, yo ya tenía planes…

-Ella no tiene planes!

-Isa…

-Lo que Ely quiere decir es que, te espera en su casa a las 9.

-Me parece buena hora. A las 9 estaré ahí.

En ese momento, Ignacio salió de su oficina y le dijo a José Luis que ya podía pasar. Después de que los dos entraron a la oficina, me dirigí hacia Isabela:

-Que fue eso Isa? Yo ya tenía planes con ustedes!

-Hay por nosotros no te preocupes, tu ve y diviértete con José Luis.

-Pero Isa!

-Pero nada! Nos olvidamos del tema y tú te vas a bailar con el sexy de José Luis.

Cuando José Luis termino de hablar con Ignacio, Isabela le conto lo que había pasado e Ignacio se puso muy feliz con lo que Isabela hizo:

-Mejor idea no pudiste haber tenido Isa.

-Ya lo sé Ignacio, para estas cosas, yo soy la mejor.

-Y alguien me pregunto mi opinión?

-Hay Ely no te hagas, sabes que te encanta la idea de salir a bailar con José Luis.

-La verdad es que sí. Estoy algo nerviosa.

-Tranquila todo saldrá bien. José Luis es un caballero.

Sin darle más vuelta al asunto, nos retiramos los tres de la oficina. En el camino hacia mi casa, Ignacio me llamo a mi celular y me dijo que lo viera en el centro comercial en media hora. Al llegar ahí mi sorpresa fue enorme… Ignacio me compro un conjunto entero para salir a bailar con José Luis esa noche. Desde un lindo pero a la vez sexy vestido rojo, zapatos, accesorios y demás, hasta un conjunto sexy de lencería por si pasaba algo más. Al principio no quería aceptarlo, pero Ignacio me dijo que lo tomara como un regalo de cumpleaños adelantado, y como estaba tan insistente, no tuve más remedio que aceptar.

Después de las compras me fui a mi casa. Al llegar comí algo ligero, me fui a bañar, me arregle y mi hermanita Amalia me ayudo un poco con el maquillaje:

-Te ves muy bien Ely. A dónde vas?

-Amm voy a salir con José Luis.

-Con el famosísimo José Luis?

-Amalia!

-Finalmente se me hará conocerlo jajajaja. No es cierto. Espero que te valla muy bien. Tú te mereces ser feliz.

-Espero que todo salga bien.

-Ya verás que sí. Con lo guapa que estas, nada puede salir mal.

La verdad es que si me veía muy bien. Mi vestido era de color rojo, me quedaba un poco más arriba de la rodilla, bastante pegado diría yo, se marcaban todas mis curvas y mi trasero a la perfección. A las 9 de la noche sonó el timbre. Al abrir la puerta me encontré con un hombre muy sexy delante de ella. José Luis llevaba una camisa de color rojo, un poco abierta, y unos pantalones ajustados, que marcaban muy bien sus fuertes piernas y su lindo trasero. Al verme se quedó algo impresionado:

-Ely te ves muy bonita.

-Gracias José Luis. Tú también te ves muy guapo.

-Nos vamos?

-Si.

Salimos de mi casa y nos dirigimos al club de salsa. Quedaba un poco lejos de mi casa, así que tardamos como una hora en llegar. Durante el camino José Luis me pregunto cómo había llegado a la oficina y demás. Me dijo que sabía algo de la historia, pero que prefería oírla de mí. Le conté sobre las deudas de mi papa y como obtuve el empleo. De repente me pregunto si tenía novio o algo así, a lo que yo solo asentí a decir que prefería no hablar del tema.

Llegamos al club de salsa. Era un lugar algo exclusivo. Solo podían entrar como 20 personas que no tuvieran membresía ahí. Todos los demás que iban a bailar ahí, era miembros del club. Cabe mencionar que José Luis era un miembro exclusivo de ese club. Nos dieron una mesa cerca de la pista. Pedimos unos preparados y durante un rato más seguimos platicando. Luego José Luis me invito a bailar y pasamos a la pista de baile.

José Luis era un excelente bailarín de salsa. Yo la verdad sabía un poco, aunque no tanto como él. Como pude le seguí el paso, aunque durante toda la canción que estuvimos bailando, solo me la pase riéndome porque por más, no lo podía seguir. Hacía mucho tiempo que no me divertía tanto como lo estaba haciendo esa noche. Después de un rato, pusieron música un poco más tranquila, como para bailar abrazados. José Luis se acercó hacia mí, me tomo de la cadera y al oído me dijo:

-Ely, desde aquella vez en que chocaste conmigo, no puedo dejar de pensar en ti. Me gustas mucho. Quiero ser algo más que tu amigo. Sé que te han hecho mucho daño, pero yo no lo hare, te lo prometo.

-José Luis yo…

No sabía que decir. Al sentir la respiración de José Luis en mi oreja comencé a excitarme. Lentamente José Luis empezó a darme besos en el cuello, que lo único que hacían era calentarme más:

-José Luis mmm… no sé qué decirte. Puedes dejar de hacer eso?

-El que? Excitarte.

-Si por favor. Si no mmm…

-Quieres que nos vallamos de aquí a algún lugar más tranquilo para terminar esto?

Sin pensarlo le dije que sí. Entonces sentí que alguien me estaba mirando. Mire hacia atrás y lo vi… Fernando estaba mirándome fijamente lleno de odio. Como rayos llego a ese lugar, y de que paso esa noche con José Luis es otra historia…