Por venganza fui infiel y me gusto 2 parte

Soy adriana casada hace 7 años pero por las constantes infidelidades de mi esposo, termine poniéndole los cachos con Cesar, un compañero de trabajo, que hasta el día de hoy es el mejor amante que he tenido. No tengo ningún remordimiento, en cambio con el me siento nuevamente viva, pues he logrado h

Soy adriana casada hace 7 años pero por las constantes infidelidades de mi esposo, termine poniéndole los cachos con Cesar, un compañero de trabajo, que hasta el día de hoy es el mejor amante que he tenido. No tengo ningún remordimiento, en cambio con el  me siento nuevamente viva, pues he logrado hacer realidad  mis pensamientos y fantasías mas lujuriosas de una manera insospechada.

Bueno empezare contando nuevamente como soy físicamente, mido 1.65 de estatura, piel blanca, ojos azules, cabello rubio, figura más o menos esbelta, caderas anchas, piernas bien torneadas y unos senos grandes y bien formados que modestia aparte son muy lindos y luzco con pronunciados escotes provocando miradas y piropos indiscretos. Cesar era el papito rico de la oficina, media 1.80 de estatura, piel canela, un cuerpo bien trabajado y atlético, con unos pectorales bien trabajados, unos brazos enormes y musculosos, practicaba el futbol así que tenía unos muslos como robles. Y su forma de vestir siempre con camisetas pegadas al cuerpo y pantalones jeans apretados, lo hacían ver más rico y sexy, por ese motivo más de una botaba la baba por él.

Admito que después de haber tenido sexo por primera vez con Cesar, pensé que esa sería la única vez  que estaría con él, no por remordimiento sino porque el tenía fama de don Juan y yo sería  una más de sus conquistas, y como ya consiguió acostarse conmigo, seguro y se olvidaría de mí, pero no fue así porque al siguiente día, sábado,  llego a mi oficina se acercó y a amanera de saludo me dio un beso a milímetros de mi boca, - hola ricura como estas? –me susurro-. Cuidado -le dije-, que nos pueden ver. Pero ese roce y ese comentario me puso a temblar de la dicha.

-         No he dejado de pensar en lo rico que lo pasamos anoche. – continuo diciendo.

-         Yo tampoco ( sentí como un calorcito empezó a invadir mi cuerpo)

-          no sabes las ganas locas que tengo de repetirlo.

-         Loco. Cállate que nos pueden escuchar

-         Pero que puedo hacer, si no logro sacarte de mi cabeza, que tal y si nos pegamos una voladita después del trabajo.

-         Noooo, hoy no puedo

-         Dale, un ratico. Nos damos  unos cuantos besitos y te dejo ir tranquilita a tu casa.

-         No sé, después hablamos, ahora tengo que trabajar.

-         Está bien, me voy a trabajar, pero ten la plena seguridad que hoy no te libraras de mí, ricura.

Cesar, se fue, pero yo estaba caliente con esa conversación, el me deseaba y quería volver a estar conmigo y no descansaría hasta conseguirlo, claro que yo no pondría ninguna resistencia, si mi cuerpo pedía a gritos volver a ser penetrada por tremendo macho.

Seguí trabajando, pero no dejaba de pensar en Cesar y en alguna excusa para escaparme, estaba en esas, cuando a mi computador me llego un mensaje,   que decía:

-         Entonces mamacita, nos volamos esta tarde?

-         No sé, además que digo en mi casa.

-         Pues, que tuviste que quedarte haciendo alguna huevonada, que se yo.

-         Bueno, yo invento algo, pero que… nos volamos solo para darnos besitos? (al no tenerlo en frente y con un computador de por medio, comencé a ser más retadora)

-         Si, solo besitos

-         Uuuuuuh, para darnos solo besitos, mejor no voy

-         Ahhhhhh, y que tiene pensado la niña?

-         Pues, si estoy sola con un papacito como tú, haría maravillas.

-         Si?, como qué?

-         No sé, te daría besitos en otras partes más deliciosas.

-         ahh ya se, será que le vas a dar besitos a algo que se me está empezando a poner duro y grande?

Se me hizo agua la boca, de solo imaginarme ese enorme trozo de carne creciendo dentro de su pantalón.

-         Huy mejor no sigamos. Le dije – que ya estoy rojita.

-         No sabes cómo se puso mi verga, tan solo de escuchar que le vas a dar besitos.

-         No ya no más – le dije- (estaba excitadísima y sentía como mi conchita se mojaba más y más)

-         Se me está poniendo más grande y dura, tanto que me está empezando a doler.

-         Uy, si te duele, mis besitos le van a dar alivio, eso te lo aseguro

-         Que rico, ya me imagino esa boquita golosa devorándose mi verga Ahora mismo me la estoy cogiendo preparándola para ti, ya me desabroche el pantalón. Y esta súper dura así como te gusta.

-         Cierto?, huy que rico, yo quiero.ummmmmm

-         Si estuvieras aquí la podrías ver, está bien paradita y mojadita.

-         Uyyyyy, mi conchita también esta mojadita.

-         Me la estoy sobando de arriba abajo, preparándola para tu boquita.

-         Uyyyy que rico, ya me la quiero meter toda, chuparla y lamerla, como a ti te gusta.

Segundo a segundo me iba mojando, apretaba mis piernas para que la fricción diera más placer a mi conchita, luego abrí mis piernas alce la minifalda y me comencé a tocar , mi vagina, estaba súper mojada, estaba que explotaba , la excitación era enorme, solo quería salir de esa oficina y correr hacia Cesar y devorarme su enorme polla. (y vaya que era enorme tanto que mis dos manos una encima de otra no alcanzaban a taparla, y era tan gruesa que al tratar de apretarla con mis dedos, no conseguían cerrar el puño, entonces ya se imaginaran la calentura tan grande que tenía)

-         Mami, no aguanto más, quiero hacerte el amor ahora mismo.

-         Hay sí, yo también quiero, pero tenemos que esperar hasta las 12 pm

-         Pero es que falta una hora y yo ya quiero tener ese cuerpito en mis manos.

-         Si yo ya quiero que me penetres son esa verga poderosa, pero ahorita no se puede.

-         Y si nos vamos a archivo?, hoy sábado no hay nadie  y yo tengo las llave.

-uy no. que miedo, y si alguien nos ve?

  • fresca, ahora no hay nadie, déjame todo a mí, ya te llamo apenas este allá.

Yo en ese momento no estaba pensando con el cerebro, la calentura se había adueñado de mí, yo solo pensaba en estar con Cesar y nada más. A  los cinco  minutos me llamo diciendo que estaba en archivo esperándome. Guarde los papeles cerré la oficina espere que no hubiera moros en la costa y me fui. Jamás se me paso por la cabeza tener relaciones en el trabajo y mucho menos con un compañero, pero Cesar tenía esa facilidad de hacerme hacer cosas que yo en otro momento de mi vida y con otro hombre nunca me hubiera atrevido hacer.

Cesar abrió la puerta y sin darme tiempo a nada me agarro fuerte cerró la puerta y me arrincono contra un escritorio, y me comenzó a besar, yo respondí con la misma lujuria, mientras que mis manos bajaron como imanes hasta su entrepierna, su verga estaba durísima y ya no cabía en el pantalón, lo desabroche y cual mástil salió a gran velocidad. Seguíamos con Los besos cada vez más apasionados, mis manos le brindaban una paja muy generosa mientras que sus manos desabrocharon mi blusa, subió mi brasier dejando desnudos mis senos, dejo de besarme mis labios y rápidamente fue bajando por mi cuello hasta llegar a mis pezones erecto, los lamia y chupaba con una gran habilidad, mis senos soy muy sensibles así que fácilmente comencé a gemir de placer, luego agarro mis caderas y me puso de espaldas, apoye mis manos en el escritorio, para facilitar lo que se vendría enseguida. Alzo mi falda y con furia corrió mi tanga a un lado, apunto su verga a mi raja y sin darme tiempo a reaccionar me envistió, fue una sensación indescriptible, su verga enorme se fue abriendo paso por mis entrañas, y como estaba tan lubricada no sentí dolor alguno, yo ya estaba ida y empecé a gemir sin poder controlarme, cesar tapo mi boca, para que no nos escucharan, pero yo le mordía las manos porque quería gritar.

-         Calla zorrita, que nos van a escuchar- me decía.

Esas palabras me ponían más cachonda.

-         Pero ya no aguanto, quiero gritar ( y es que ya no dependía de mi)

Sus envestidas se hicieron más fuertes y rápidas, provocándome un enorme orgasmo, que tuve que callar mordiendo la mano de Cesar.

En recompensa me voltee y me arrodille le garre su verga llena de mis fluidos y la comencé a chupar con loco frenesí, otra vez me la quise meter toda, pero nuevamente me fue imposible, Saqué la lengua y con la punta recorri su polla empezando desde abajo hasta llegar a su glande. Abrí la boca  lo chupe  y  lamí cada centímetro de esa preciosa verga.la recorrí de arriba abajo hasta llegar a sus huevos depilados y grandes llenos de semen.

-         Así zorrita, sigue así, hazme acabar en tu boquita.

-         Si eso quieres, papi. Con gusto lo hare.

Así que seguí mamando tan delicioso manjar, y con mis manos le seguí dando una paja cada vez más rápida, el agarraba mi cabeza y me decía – dale putica, dale más que estoy a punto de explotar, pasaron unos segundos y sentí como su polla se inflaba dentro de mí, su leche estaba a punto de salir. Saque su verga la puse frente a mí, y la pajee hasta que Cesar se estremeció y exploto en mi cara y en mi boca, su leche era tan espesa y tan caliente que  me gusto, tanto que termine lamiendo su verga hasta dejarla completamente limpia.

Wow, que rico que mamas, mamacita, me hiciste acabar más rápido que ayer.

Me alzo y sin importarle que había mamado su verga, me beso apasionadamente, me empecé a calentar de nuevo, pero reaccione, lo detuve y le dije que teníamos que irnos.no quería  que alguien notara nuestra ausencia o peor aún que alguien se diera cuenta que estábamos en el archivo.

-         Esto estuvo buenísimo, abra que repetirlo. – me dijo.

-         Claro que sí, papi, le respondí.

Y así fue, cada que teníamos oportunidad, corríamos como perros en celo al archivo, uno de tantos niditos de amor que teníamos. Pero bueno esa es otra historia.

En la tercera parte contare como Cesar hace realidad mi fantasia mas grande.

Para comentarios escribirme a mi correo

dianitacaliente1@hotmail.com