Por una promesa 5 FINAL

Perdon por la demora!!!! espero que les guste, Aurora la diosa, perdon por ser tan previsible, casi casi me haces cambiar el final, muchas gracias a todos por sus comentarios, y a los que leen y no comentan tambien, me voy a tomar un breve descanso para que la inspiracion vuelva a brotar jajaja

PARTE  5

-Gladys, por favor, fíjate que tengo en mi agenda después del almuerzo y suspéndelo, no me siento bien- le dije por el interno,  estaba pálida como un papel, y me sentía mareada, mis piernas parecía que no iban a poder sostenerme, y eso que había adelgazado 5 kilos en los últimos tres meses.  Si ya habían pasado 3 meses desde que ella se fue,  esa terrible noche por supuesto que no salí a cenar con Paola,  me quede en casa llorando hasta el amanecer, junto a Pao, que resulto ser una buena amiga ,  si bien algunas veces me coqueteaba, sabía que entre ella y yo no podía haber nada, por el simple motivo que mi corazón estaba destrozado, sabía que tenía que olvidarla pero me resultaba imposible.

Todos los días prolijamente le enviaba un frio y correcto  mail con las novedades de la empresa, y ella contestaba asintiendo o haciendo alguna sugerencia,  pero nada más, era como si estuviera mandándome correos con un ordenador. Sabía que a veces hablaba por teléfono con Gladys , pero solo por cosas laborales.  Lo más duro en ese tiempo fue  cuando Doña Clara me llamaba, invitándome a que fuera a Paris  por unos días a reunirme con  ella y su adorada hija, siempre ponía la excusa del trabajo y nunca le preguntaba por Natalia,  pero ella insistía en contarme que habían ido a la Opera a visitar la Torre Eiffel, etc.  etc.  nunca nombraba a Juliette  pero eso no significaba nada, con lo reservada que era Natalia no creía que saliera con su novia y su madre.

Gladys, entro a mi oficina para ver cómo me sentía, la oficina que era de Natalia y que ahora tenía que usar yo a la fuerza,  trate de hacerme la superada como siempre, fingiendo que no pasaba nada, pero cuando me levante de mi sillón e intente caminar hacia ella,  el mareo se hizo más intenso, sentí que mis piernas se aflojaron y me desmaye.

Desperté con las palmadas que Seba me daba en la cara, el se había convertido en mi mano derecha operativa, ya que yo tenía que encargarme de todo ahora, y si bien era excelente, yo me negaba a delegarle más responsabilidades, como siempre creía que podía con todo.  Para cuando me recupere totalmente, ya Gladys me había conseguido un turno en la mejor clínica de la ciudad con un médico que le habían recomendado, me negaba a ir, pero  Sebastián y ella se pusieron firmes, y me dijeron que si no iba al medico harían una huelga y que iba en serio.

Esa misma tarde fui al médico, me examino exhaustivamente, cuando le relate un día en mi vida,  que no podía dormir bien  desde hacía meses, que había adelgazado tanto etc.  etc., me miro con pesar  y movía la cabeza negativamente, el día siguiente  prácticamente me interne  en la clínica haciéndome estudios, para el fin de la semana fui a verlo nuevamente con todos los resultados, la verdad es que estaba un poco asustada

El Dr. García Fuentes me miro duramente por sobre sus gafas, y me dijo - dígame Srita Franco, cuanto hace que no se toma vacaciones-

-Vacaciones, ehh no se, años, en verdad no sé cuantos, pero eso que tiene que ver con mis molestias- le pregunte incrédula

-Todo Srita, todo-, me respondió como a una niña, en general los estudios están bien, pero tiene usted un cuadro de stress tremendo, si no se toma 1 mes de vacaciones, ahora, y cuando digo ahora, es ya, no dentro de 1 mes, probablemente tenga que pasar 2 meses internada por un colapso, le soy claro Srita Franco?

-Pero es que es imposible, el trabajo, yo dirijo una empresa, no puedo....-

-Yo no puedo obligarla, pero si puedo asegurarle que si no lo hace  y cuando vuelva de sus vacaciones no relaja un poco su ritmo de vida, va a colapsar totalmente, por favor no se  tome a la ligera mi consejo-.

Llegue a la oficina con cara de pocos amigos, al momento Gladys y Sebastián entraron preocupados, les relate lo que me había dicho el médico, diciendo que estaba loco, que no podía hacerlo.

-Valeria, tenes que hacerlo, vos sabes que yo puedo ocuparme de la parte operativa y puedo ayudar a Gladys con la parte comercial,  es solo un mes, además podemos llamar a Natalia y pedirle que venga por unos días a hacerse cargo de lo suyo también no?, dijo Sebastián molesto. nadie sabía que había pasado ni cual era nuestro arreglo,  pero yo sabía que comentaban que estaba agotada por hacerme cargo de todo mientras Natalia tomo la vía fácil y se fue a Europa  a hacer el duelo por su padre.

-No, de ninguna manera quiero que Natalia se entere de esto, está claro? -por primera vez me mostré enojada con ellos, - ya veré como hago, voy a intentar tomarme unos días cuando terminemos con el proyecto actual.

-Pero Valeria eso es un mes- no podes exigirte tanto, te vas a terminar matando-, Sebastián también estaba enojado, era la primera vez que lo veía así, y me enterneció que se preocupara por mí.  Les pedí que me dejaran sola y  me fui a casa más temprano, ese fin de semana trate de descansar lo más posible, por las noches tomaba la pastilla que me había dado el Dr.  para dormir y por primera vez en meses, el despertador cumplía su trabajo.

Así fueron pasando los días, yo veía las miradas de reprobación de Gladys y Sebastián,  pero me hacia la desentendida y la verdad es que no me sentía mejor.  El miércoles al mediodía estaba trabajando sola en la oficina cuando la puerta se abrió y Doña Clara entro retándome.

-Mija porque no me dijiste que estabas enferma, hubiera venido mucho antes, ya estaba aburrida en Paris, te extrañe mucho- diciendo esto se acerco y me abrazo tan fuerte que pensé que iba a romperme, - pero Valeria, estas mucho mas flaca, Dios mío, es verdad necesitas vacaciones urgentes, por eso vinimos a ayudarte- me dijo mientras no paraba de abrazarme y darme besos

En mi mente solo había registrado la palabra Vinimos, que quería decir con eso? En ese momento sentía su presencia en la oficina, levante la mirada y la vi parada en el vano de la puerta, me miraba con una leve sonrisa en los labios.

-Gracias Madre por ser sincera y decir que te aburrías en Paris conmigo, dijo en tono de broma, pero vi el brillo de los celos en su mirada, -ya sé que Valeria siempre fue tu preferida- sonrió y se acerco a mí, rozo su mejilla con la mía y mi mundo se estremeció, pude volver a sentir su perfume y  me perdí en sus ojos negros

-Como estas Valeria? dijo suave, pero se notaba la preocupación en su rostro cuando me escaneo literalmente con su mirada, -Lamento haberme tomado tanto tiempo,  vine a reemplazarte para que puedas tomarte tus merecidas vacaciones- en su voz no había ironía ni burla, su tono era neutro, y me desesperaba, no sabía cómo responderle, estaba acostumbrada a nuestras ironías y sarcasmos,  pero no sabía cómo enfrentarla cuando me trataba así.

-Quien se los dijo? fue lo único que pude preguntar

Sebastián se asomo por la puerta, -Fui yo- dijo serio, - y ya redacte mi renuncia para cuando me la pidas- me miraba con su cara de perrito abandonado, y solo me limite a sonreírle, - ya hablaremos seriamente tu y yo, rompe esa nota y ponete a trabajar por favor.

Natalia se despidió, dio que iba a verla a Gladys para ponerse al corriente de todo, y le sugirió a su madre que me llevara a almorzar. Me miro con una mirada que no admitía replicas y salió.

Pase toda la tarde con Doña Clara, paseando, recordando tiempos felices  con Don Roberto, y dejando que me mimara un poco, me invito a cenar a la noche, pero  me excuse diciendo que tenía que organizar mis vacaciones, así que no puso reparos.

Esa noche Pao vino a cenar, y estábamos viendo en internet algunos lugares a donde podría ir, definitivamente quería ir a la playa, pero no quería un lugar atestado de gente, quería sol, mar, palmeras y la playa solo para mi, así que me decidí por las Islas Vírgenes Británicas,  un paraíso en el Caribe,  era terriblemente caro pero por primera vez en mi vida podía permitírmelo  y decidí que me lo merecía,  teníamos una foto  del lugar en la notebook, cuando sonó el timbre

Riéndome todavía de un chiste de Paola, abrí la puerta y allí estaba ella, dios era más bella de como la recordaba, su pelo sedoso, su piel suave, sus pestañas increíblemente largas, ella también estaba un poco mas flaca, pero le sentaba de maravillas.  Me quede paralizada.

  • No me vas a permitir entrar?- me dijo suave y se abrió paso sola.

A mitad del salón se detuvo, la vio a Pao sentada en la mesa con la notebook

-Natalia ella es Paola una amiga, Pao ella es mi Socia Natalia-, esa fue toda la presentación, la observe de reojo y pude ver en su mirada enojo? celos? no no podía ser, no tenia que permitirme pensar así.

-Lamento interrumpirlas- dijo dura pero  no se movió  ni un milímetro para irse.

Pao me miro y con la cabeza le hice señas de que todo estaba bien, que podía irse. -Ok Vale nos vemos mañana, igual quédate tranqui que ya hice la reserva en una hermosa cabaña frente al mar en la Isla de Tórtola, es el paraíso- suspiro  y me miro divertida, quise asesinarla con la mirada, no quería que nadie supiera a donde iba y menos Natalia. -Chau Socia, nos estamos viendo-  le dijo  a   Natalia  solo para molestarla y lo consiguió, note que respiro hondo  tratando de controlar su enojo

Al fin quedamos solas, después de tantos meses, volvíamos al mismo lugar, supe que ella también pensaba lo mismo, su mirada era triste, se la veía tan diferente  casi vulnerable, pero no debía dejarme engañar, sabía que podía destrozar en 1 minuto mi vida , y esta vez no podría recuperarme.

  • Que necesitabas que no podías esperar a mañana- le dije fría, - si esperaste tres meses, bien podías haber esperado unas horas más- camine hacia la notebook, donde se veía la foto del paraíso que pronto visitaría y la cerré.

-Solo quería saber cómo estabas mi madre me dijo que no te vio bien- su tono dulce me desesperaba, Dios que ganas tenia de besarla y abrazarla, con ella no necesitaba ir al Caribe para encontrar el Paraíso, podía pasarme el mes entero en mi depto. sola con ella, y sería mucho más feliz.

-Como viste estoy bien, planeando mis  vacaciones, espero que no te eches atrás y te vuelvas a ir?

-Por supuesto que no, cuando te vas?

-El sábado, así que tenemos un par de días  para ponernos al corriente, y no te preocupes, podes contar con Sebas, es casi lo mismo que si estuviera yo- trate de dirigir la conversación al territorio laboral, me moría por preguntarle por su francesita pero me mordía la lengua para contenerme.

-Ok, no te molesto mas entonces , mañana nos vemos - estaba ya en la puerta, cuando se volvió y me clavo su mirada, -Valeria, yo no me voy a volver a ir nunca más-  y se fue,  trate de descifrar la emoción que paso por su rostro pero no pude, solo sé que yo tenía un nudo en la garganta que no me dejaba respirar, estaba vulnerando mis defensas otra vez, jajá como si alguna vez, hubiera podido defenderme de ella,

Pasaron los días, y en realidad yo me la pasaba todo el día con Sebas, ultimando detalles, pero el viernes por la tarde antes de irme , tuve que reunirme con ella.

-Pasa, no tenes que pedir permiso, es tu oficina en realidad, cuando vuelva, estaré feliz de volver a mi lugar habitual- ella me barrio con su mirada

-Menos mal que ya te vas, te ves mas agotada que hace unos días, me imagino que no te vas a llevar la notebook ni el Iphone? tenes que desconectarte del todo- me dijo preocupada.

-Gracias por tus consejos pero no te preocupes por mí, no lo necesito, veamos los temas del día-

-Obviamente tenes a alguien que se preocupa por ti, como se llama Paola no?- abrió grandes los ojos, -es la rubia del bar, la del cumple de Sebas, la que quería cazarte no? bueno veo que lo consiguió, es perseverante la rubia, se va con vos al paraíso?- volvía a su tono irónico y burlón,  pero sus ojos echaban chispas

-Yo no te pregunte por Juliette ni por tu vida privada, así que te pido que por favor mantengamos la conversación en el terreno laboral- parecía insistir en hablar del tema personal,  no podía entenderla

-No me importa que me preguntes, ya no estoy con Juliette, se termino cuando volví a Francia- el corazón se me salió del pecho, no estaba más con la francesita, pero porque no había vuelto, porque espero 3 meses, y solo volvió porque Sebastián le dijo que yo no estaba bien? no podía volver a caer en su red otra vez, estaba sola y quería entretenerse, que tentador que era, si tan solo no la amara tanto podía caer en la tentación.

-Cuanto lo siento- me estaba volviendo una mentirosa consumada, la nariz de Pinocho ya debía tener  10 metros, rápidamente empecé a hablar de trabajo, ni la miraba, cuando terminamos, agarre mis cosa y salí sin despedirme

Doña Clara había insistido para acompañarme al aeropuerto,  paso a buscarme temprano y llegamos con bastante tiempo antes, así que luego de hacer los trámites nos fuimos a tomar un café.

-Vale, te conozco desde que tenias 18 años, confía en mí y contame que te pasa por favor?

-No es nada, solo estoy cansada, mucho stress, trabajo, la muerte de Don Roberto que usted sabe que lo quería como si fuera mi padre, llego un punto en el que no aguante mas- y sonreí para tranquilizarla

-Entonces porque parece que te fueras al infierno en lugar de al paraíso? Tu cara me dice otra cosa. Decime la verdad, si te fueras con mi hija todo sería diferente no? -y me miro comprensiva

No podía ser que lo supiera, bien nos cuidamos las dos de que nadie se diera cuenta, -Pero  que dice, por favor, si me fuera con Natalia en 1 día destrozamos la isla con nuestras peleas jajajaja-

-Eso es porque son dos idiotas, si en lugar de pelear se dijeran lo que de verdad sienten, las dos estarían mucho mejor, y no me digas que no la amas, porque estarías insultando mi inteligencia- me dijo seria y clavo su mirada en mi, tan parecida a la de su hija

Era la primera vez que me trataba así,  yo no sabía que responder, tenía la boca abierta y los ojos salidos por la sorpresa.

-Decímelo, la amas o no?

-Si doña Clara la amo, la amo más que a nada en el mundo pero...-

-Pero qué? Ella tendría que estar aquí pero para  tomar ese avión con vos, -

-No , usted se equivoca, yo la amo, pero ella, bueno ella no me ama a mí, solo es, no sé como decírselo me da mucha pena, solo es atracción- mi cara estaba roja de la vergüenza

-Mira Valeria, conozco a mi hija, y si supiera que en este momento estoy hablando de ella me mataría, pero como es tan necia, en eso sale a su padre, que en paz descanse,  si yo no intervengo, las dos van a seguir dando vueltas como niñas adolescentes,  estoy segura de que ella te ama, ya me había dado cuenta antes de irnos, pero justo apareció esa horrible mujer, menos mal que se pelearon apenas llegamos a Paris.  Yo estuve con mi hija todos estos meses, y puedo decirte que se siente tan miserable como vos,  si se diera cuenta de cómo le brillaban los ojos cada vez q le contaba que había hablado con vos,  pero se hacia la indiferente mientras me preguntaba como estabas? No tengo dudas, ella también te ama, pero es tan necia, que me exaspera.

Empezaron a anunciar mi vuelo, yo no podía salir de mi estado de shock,

  • No sé qué hacer,  tengo que enfrentarla y hablar con ella-

Nada de eso mija, usted necesita tomarse esos  días,  sino la vamos a perder en serio, y aproveche para pensar lo que va a hacer a la vuelta, espero  que este tiempo también le sirva a mi hija para que se dé cuenta de que el orgullo nunca lleva a ningún lado, y eso también va para usted,- me abrazo y me acompaño a embarcarme.

Ya hacia una semana que estaba en el paraíso, me  levantaba al amanecer para ver salir el sol y caminar por la playa de arenas blancas y el mar turquesa.  Dormía mucho, salía a correr y caminar todos los días, pero básicamente pensaba en ella, tendría razón Doña Clara? a veces pensaba que desvariaba pero también pensaba que conmigo había tenido razón,  se dio cuenta de que amaba  a Natalia. Los primeros días fueron durísimos, menos mal que la administración del hotel quedaba un poco retirada de mi cabaña, sino la tentación de conectarme a internet me hubiera vencido, pero poco a poco me fui relajando y decidí olvidarme de todo.

Una mañana me desperté justo antes del amanecer, me vestí rápido y salí a la playa, la brisa marina me hizo estremecer, camine hacia el mar y cuando iba a sentarme en la arena, sentía que algo se movía atrás mío, asustada me di vuelta y distinguí a alguien que se acercaba a mí.  Los primeros rayos del día comenzaron  iluminar la playa, y pude distinguirla  a menos de 2 metros de mi

-Natalia? no podía creerlo, -que estás haciendo aquí?-

Se acerco lentamente hasta que  pude sentir su aroma, el calor de su cuerpo, su mirada era insegura como no sabiendo cual iba a ser mi reacción, seguro creía que iba a echarla de allí.

-Yo, yo solo .....- no le salían las palabras- increíble que una mujer tan fuerte y segura como ella, no supiera que decir, me quede esperando a que hablara, pero los segundos pasaban y ninguna decía nada solo nos mirábamos.  Me di vuelta y camine hacia el mar, en ese momento recordé las palabras de su madre sobre el orgullo, y decidí termina con esto de una vez por todas, necesitaba decírselo,  ya no  podía contenerlo más dentro de mí, me lastimaba tanto que dolía.

Me di la vuelta y ella me estaba mirando, las lagrimas caían  por sus mejillas

-Te amo- dijimos las dos al mismo tiempo, no pude evitar sonreír,  ella se abalanzo sobre mí y me abrazo  tan fuerte que me quito el aliento, no dejábamos  de besarnos y de repetirnos que nos amábamos, era como si la compuerta se hubiera abierto y ahora podíamos expresar nuestros sentimientos libremente.  Rápidamente fuimos hacia la cabaña, sin dejar de tocarnos y besarnos, era increíble que pudiéramos estar así.

Cuando entramos la lleve al dormitorio y la empuje suavemente sobre la cama, y enseguida fui tras ella, no podía parar de besarla, mientras sus manos voraces  me ayudaban a sacarme la ropa y yo la suya, pronto estuvimos las dos desnudas, me arrodille en la cama separándome de su cuerpo,  no podía dejar de mirarla, era tan perfecta que me daba miedo tocarla.

Ella sonrió, agarro mi mano, y la llevo a sus pechos para que los acariciara pero yo estaba paralizada

-Vamos Srita Franco-, me dijo en un tono bajo y burlón que me hizo salir de mi arrobamiento y mirarla a la cara, -no me diga que vine hasta aquí para nada, no se estará arrepintiendo no? o quizás se esta vengando de mi? el tono de su voz cambio, de pronto me miro insegura.

Tome su rostro con mis manos, y le di el beso más dulce y tierno, sus ojos se llenaron de lagrimas

-Nunca, jamás me voy a arrepentir y lo que menos quiero es vengarme, solo quiero amarte y que me ames, pero prométeme que nunca me vas a volver a dejar- mis ojos también estaban húmedos.

-Mi amor, perdóname, te lastime tanto......-

-shhh, ya hablaremos mas tarde, ahora solo dame un beso-

Los besos suaves pronto se transformaron en salvajes, mis manos ya se habían recuperado de su parálisis momentánea y masajeaban sus pechos perfectos, tratando de abarcarlos por completo, pronto mi boca siguió a mis manos, mi lengua se hizo un festín  lamiendo y succionando sus pezones hasta que se pusieron tan duros que parecían piedras,  ella gemía y presionaba mi cabeza hacia ella, ahogándome en sus senos.  Mi mano comenzó a acariciar su vientre dirigiéndose hacia el centro de su cuerpo, Dios estaba tan húmeda que míos dedos rebelaban entre sus labios, necesitaba sentirla, mi cabeza se deslizo entre sus piernas y empecé a lamer primero despacio y cada veas mas rápido, las dos estábamos descontroladas,  sentí como tiraba de mi cabello para levantar mi cabeza, la mire confundida y perdida por la excitación

-Yo también quiero sentirte, por  favor-

Rápidamente nos acomodamos , no queríamos perder ni un segundo, sentir sus labios en mi vagina fue lo más maravilloso que sentí en mi vida,  comenzamos a disfrutarnos, nuestras lenguas y bocas tenían  vida propia,  se volvieron salvajes, y no aguantamos mas, las dos nos vinimos casi al mismo tiempo, nuestros gritos ahogados se escucharon en toda la casa,  bebimos con fruición hasta saciar nuestra sed, y despacio, sin dejar de acariciarnos, nos fuimos acercando y con besos suaves nos quedamos dormidas abrazadas.

Desperté por los ruidos que hacia mi estomago, mire el reloj y eran las 3 de la tarde, no me extrañaba, hicimos el amor varias veces en la noche, estaba más agotada que cuando llegue a la isla jajá, pero nunca en mi vida había sido más feliz.  No la vi en la habitación, la llame y no respondió, me levante rápidamente, me vestí y  me disponía salir corriendo como una loca, cuando sentí voces, ella hablaba con un hombre, la puerta se abrió y entraron dos personas del servicio del hotel, uno con sus maletas y el otro con una bandeja de comida q se veía estupenda.

Natalia me miraba como preguntándome que hacia vestida y con cara de loca jajá, cuando salieron, la tome del brazo y la acerque hacia mi

-Me asustaste, pensé que te habías ido- hundí mi cara en su cuello, mientras le daba suaves besos en su piel

-Por dios Vale, si seguís así vamos a morir de hambre-  pero no dejaba de abrazarme

-Es que es tan increíble poder besarte, tocarte, abrazarte cuando quiero,  me parece un sueño- la guie hacia la mesa- pero es verdad estoy famélica, aparte si no como, no voy a tener fuerzas para seguir haciéndote el amor,- sonreí

Mientras comíamos nos mimábamos y hablábamos de cualquier cosa, era increíble descubrir cuantas cosas teníamos en común, a ambas nos gustaba el cine, los autos, cocinar, bailar, nos estábamos descubriendo como si recién nos conociéramos, y podría decirse que así era.  Sin darnos cuenta, estaba cayendo la noche,  y me acerque de manera sugestiva a sus labios

-Es hora de  ir a la cama, Srita Rey-  mi cara se perdió en su pelo suave, nunca me cansaba de su perfume.

-Por supuesto, pero antes tenemos que hablar, hay cosas que necesitamos aclarar- me dijo poniéndose seria

-Pero Natalia, tú misma lo dijiste, hablar nunca nos lleva a ningún lado, siempre terminamos peleando y lastimándonos-  intente besarla

-Vale, no podemos pasarnos la vida haciendo el amor y hablando de cosas intrascendentes, tenemos algunas cosas que aclarar, solo así podremos seguir adelante, sino las sombras del pasado siempre van a  estar ahí, acechándonos, te juro que no quiero pelear, ni reprocharte nada, yo fui tan culpable o más que tu, solo tenemos que poder hablar de ciertas cosas sin pelear,  eso es todo- sus ojos  negros me miraban seguros, dándome confianza,  sabía que tenia razón pero me aterraba perderla,

-Tenes razón ,pero tengo miedo de perderte, siempre terminamos peleando y .....-

Puso un dedo sobre mis labios, - Te amo, te amo, como nunca ame a nadie-me dijo obre mis labios.

-Me amas más que a la francesita?- no pude evitarlo, era justo lo que no debía hacer, pero mis celos y el dolor que nos habíamos causado surgió en mi

-Si, te amo mucho mas- su respuesta fue simple, sin ningún matiz de ironía o enojo,- No voy a negarte que la ame, tuve una relación de 4 años con ella, vivimos juntas, pero antes de viajar aquí ya la relación estaba terminada,  ninguna quería aceptarlo,  es por eso que cuando  llegue y  me encontré contigo y empecé a sentir cosas que nunca había sentido, me asuste, además no había terminado con ella, por eso trataba por todos los medios de evitarte o pelearte pero era inútil, cada día que pasaba me enamoraba mas de ti y eso me aterraba, además  vos no me ayudabas mucho, me mirabas con esos tremendos ojos celestes y siempre me retabas, me hacías sentir viva otra vez- me dijo sonriendo para tranquilizarme

-Yo pensé que me odiabas, hasta llegue a pensar que tenias celos de la relación que tus padres tenían conmigo-

-Claro que tenia celos- me confeso,  yo le sonreí incrédula,- desde hacía años que cada vez q mis padres iban a verme no dejaban de hablar de la famosa Valeria,  relataban tus logros con orgullo, como si fueras su hija, y si, la verdad es que soy muy celosa tengo q admitirlo, y encima cuando llegue mi padre quería darte una parte de la empresa, como imaginaras puse el grito en el cielo, pero mi madre, que es una santa y sabia además, me calmo y me explico lo buena y lo compañera que habías sido con ellos todos estos años, y no pude más que ceder-

-Yo los quiero mucho, de verdad, la muerte de tu padre, también fue un duro golpe para mí, pero más terrible fue querer estar contigo para consolarnos mutuamente y que me rechazaras, y cuando te vi con Juliette, mi mundo se vino abajo, admito que te hubiera matado en ese momento-  ella se acerco y me acaricio la mejilla.

-Si amor lo siento, te pido perdón, fue horrible también para mi, pero yo había hablado con Juliette para contarle lo de mi padre y a pesar de que le pedí que no venga, ella insistió, yo sabía que tenía que terminar con esa historia, pero en ese momento mi cabeza no daba para más, entre la muerte de mi padre y el amor por vos, estaba consumida- me beso tiernamente.

-Y hablando de celos, como ya te confesé, soy muy celosa, quien es Paola en tu vida?

-Jajajja, te tenia preocupada la rubia no? jajajaja- me golpeo suavemente en el brazo, como retándome por mi travesura.

-Es solo una amiga- me miro como diciéndome no te creo nada- de verdad, en un tiempo hubo algo pero solo por despecho, quería ponerte celosa,  la noche que estuviste en mi casa y te despediste, ella fue la que me consoló toda la noche-

-Mmmm no quiero saber  cómo te consoló- lo decía en serio, los celos estaban en sus ojos.

-No seas tonta,  te juro que no pasa nada entre ella y yo, somos buenas amigas, eso es todo, desde que te conocí no hubo ni habrá nadie más en mi vida, tú me llenas completamente, no me hace falta más.

-Ok, te creo, pero que ni se le ocurra coquetear contigo porque le arranco uno a uno los pelos de su rubia cabellera-

-Guauuu, me salió celosa la Princesa  de Hielo jajjajaa-

-Nunca fui de hielo, y menos a tu lado, siento que me derrito cada vez que me miras-

-Pues lo disimulabas muy bien, deberían darte un Oscar-

-En todo caso el premio es para las dos amor, eso es lo que quiero, no tener que simular mas, no tener que fingir mas, estos meses también fueron una tortura para mi, aunque no lo creas-

-bueno, te tardaste en volver no?, y no lo digo como reproche, pero la verdad es que cando te vi en la oficina, se me abrió el piso, pero me moría de vergüenza, tu volvías porque yo me sentía mal, sino no hubieras vuelto, eso sí que es un reproche amor- la bese para que supiera que ya  no estaba enojada

-Y tienes razón, debería haber vuelto antes, pero primero tuve que terminar mi relación con Juliette, sacar mis cosas de su depto., y no  me lo hizo  nada fácil, además estaba  mi madre,  que no lo quería admitir pero estaba muy deprimida, así que cuando pude mis cosas en orden pase mucho tiempo con ella, además yo pensaba que vos estabas con Paola, y me moría de celos, pero aunque no me creas, te juro que ya había reservado los vuelos para nuestro regreso, la llamada de Sebastián, solo adelanto mi vuelta 15 días,  aparte mi madre me volvía loca con regresar y no paraba de hablarme de vos, era como echarme sal en las heridas-

-Tu madre lo vio todo antes que nosotras, la adoro a mi suegrita-

-Jajaja suena bien eso, pero para que mi madre sea tu suegra, primero yo debería ser tu mujer no?

-Mmmm me estás proponiendo casamiento Socia?- la mire sensual y me acerque a sus labios

-Quiere ser mi esposa Srita Franco?

Me deje caer sobre la cama, y puse mi mejor cara de tonta, -Mmmmm no se tendría que pensarlo, despertar todos los días contigo sería muy malo para la empresa- ella me miro con cara de no entender, - No iría  ir nunca a trabajar y tu tampoco, te haría el amor a cada momento y la empresa se  fundiría- jajajajaj

Me empezó a hacer cosquillas,  que se transformaron en besos salvajes, el miedo a hablar de nuestros problemas ya había pasado, sabía que habría nuevos problemas, pero estaba segura de que juntas podríamos afrontarlos, sin ella nada tenía sentido

Me separe de sus labio y le pregunte - cuando nos casamos?

Voy a pedirle a tu suegrita que saque el turno jojana, va a ser la 3 mujer más feliz de la tierra, después de nosotras obviamente, y nos fundimos en un abrazo que duraría toda la vida, estaba segura.