Por una promesa 4

Perdon, esta parte es mucho mas corta, pero entre el cansancio y el calor, mi cabeza no da para mas, para la proxima parte van a tener que esperar al finde, muchas gracias por sus comentarios. saludos a todos

No sé cómo pude llegar manejando hasta mi casa, no podía ver  a causa de las lagrimas, Dios, como la odiaba en ese momento,  que estúpida había sido siempre justificando sus actitudes, q si serán celos por sus padres, q  esta bajo mucha presión, que esta angustiada por su padre, la muy zorra todo ese tiempo estuvo jugando conmigo, se saco las ganas  mientras esperaba a su noviecita francesa, que encima era una bomba.

Era el ultimo día de asueto en la empresa, ni siquiera tenía a donde ir, no quería ir a visitar a mis amigos porque no tenía ganas de hablar,  así que apague mi celular, con la estúpida idea de que quizás ella me llamaría y  me fui al shopping,  gaste una fortuna en ropa a la moda y sexy, zapatos, carteras etc., hasta fui a la peluquería, me dieron un corte más moderno,  ahora mi pelo caía en ondas salvajes por mis hombros, hacía años que no hacia algo así, es mas creo q nunca lo había hecho, me  miraba en los espejos y veía a una mujer, madura, bonita y sensual, no podía creer q fuera yo.  Esa noche llore hasta quedarme dormida, en la misma cama en la que días atrás había sido la mujer más feliz del mundo

Al otro día volví a la empresa, todos me miraron asombrados, sentí algunos silbidos de admiración por lo bajo, Sebastián, mi mano derecha, me miraba embobado,- vaya Srita Valeria, donde dejo a la jefecita?- me dijo sonriendo, tratando de disimular mi irritación, ya que ellos no eran los culpables, le dije sonriendo, -la jefecita se fue y no va a volver, solo quedo yo, algún problema?-, ahora todos a trabajar, que es la mejor manera de honrar a Don Roberto.

Recién en ese momento prendí mi celular y vi que tenia 10 llamadas de Natalia, las borre todas y me reuní con Gladys para ponerme al tanto de las cuestiones administrativas que tenía pendiente con Natalia, para tratar de solucionar lo más urgente,  en ese instante sonó el teléfono de presidencia y Gladys atendió,- Valeria es la Srita Natalia, la va a atender-,  con un nudo en el estomago le dije-pásala a su oficina la atiendo desde allí- en algún momento teníamos q hablar, era mejor no postergarlo más.

-Buenos días-dije en tono neutro

-Valeria, por dios te deje mil llamadas en el celular, necesito hablar con vos, explicarte....- hablaba rápido, se le notaba nerviosa

Con toda la calma que pude, la interrumpí,- Natalia, estoy trabajando, si es algo laboral te escucho, sino no tengo nada que hablar con vos,  además estaba viendo con Gladys los pendientes y no hay nada urgente, tomate el tiempo que necesites, y si tenes alguna indicación dásela a ella, yo estoy muy ocupada con un programa que tenemos que implementar,- sentí que ella quería seguir hablando, pero le corte sin darle la oportunidad .

El resto del día paso volando, era verdad que tenía mucho trabajo, ese programa me estaba dando muchos dolores de cabeza y exigía mi máxima concentración, así llego el viernes, termine tarde como siempre pero no quería ir a casa, así que fui directo a la disco a la que siempre iba con los chicos,  estuve un rato vagando por ahí, algunos hombres se me acercaban pero obviamente los alejaba, cuando me acerque a la barra, la rubia que aquel día me comía con la mirada se acerco a mi

-Hola, hoy estas solita?, me llamo Paola- y me extendió su mano en forma seductora,-al principio no te reconocí, te cambiaste el peinado no? déjame decirte que te ves muchoooo mejor- sus ojos me recorrían lascivamente, la verdad es que no tenía ganas de ligues, pero en ese momento la imagen de Natalia y su francesita se apareció en mi mente, y no pude pensar más.

Acaricie la mejilla de Paola y pase uno de mis dedos por sus labios, ella abrió la boca y la bese en forma apasionada, -Vamos a mi casa- le dije, no fue una pregunta, la tome de la mano y salimos

Hicimos el amor toda la noche, Pao era fantástica en la cama, despertamos bien entrada la mañana, nos preparamos el desayuno mientras hablábamos de tonterías.

-Estas muy enamorada de Natalia no? me dijo de pronto sonriendo

Se me cayo la mandíbula al escucharla, -que decís?- haciéndome la tonta

-Bebe, no te hagas la tonta, conmigo no tenes que fingir nada, anoche la nombraste dos veces mientras me hacías el amor, se nota que estas enamorada y que te lastimo- me dijo tomándome la mano.

-Lo siento, yo no me di cuenta, -le dije apenada, ¿como sabes que me lastimo?-

-Porque si no, no estarías acá conmigo, no sos una asalta camas- su respuesta fue totalmente simple y certera, sino queres contarme no hay problema, ahora tengo que irme, pero si queres podemos quedar para salir a la noche u otro día- quedamos que esa noche me pasaba a buscar para ir a cenar.

Esa noche le estaba dando un último retoque a mi maquillaje, la verdad era que me veía esplendida, ni  yo podía creer la imagen que me devolvía el espejo, tenía un vestido corto turquesa que se ajustaba en donde era necesario y el resto lo dejaba a la imaginación, tocaron el timbre y pensé que Pao había llegado un poco más temprano, abrí la puerta con una sonrisa y me encontré cara a cara con Natalia.

Me miraba embobada, sus ojos parecían que se le iban a salir,  pero se la veía demacrada, unas leves ojeras se notaban en su cara, igual seguía siendo la mujer más hermosa del mundo para mi, basta no pienses mas en ella, solo  te uso  me repetía una y otra vez.

-Hola  te ves hermosa- me dijo, la notaba vulnerable, nunca la había visto así,, -puedo pasar, prometo no robarte mucho tiempo-

-Espero que no, tengo que salir, que queres?- mientras la veía pasar hacia el interior

-Yo, yo - no podía hablar, se le atascaban las palabras, -yo quería pedirte disculpas, no fui honesta contigo,  es que nunca imagine que íbamos a llegar tan lejos, se me fue de las manos, trate de controlarlo pero no pude, lo siento nunca quise lastimarte- una lagrima cayo por su mejilla.

Así que eso era todo, tenía la estúpida ilusión de que me dijera que me amaba, que lo suyo con la francesita había terminado, pero no, solo fui algo que se salió de control, trate de que no notara cuanto me estaba lastimando.

-Si te entiendo perfectamente, a mi también se me fue de las manos, por Dios Natalia, si ni si quiera nos soportamos, - reí, la risa mas falsa de toda mi vida. La situación era muy tensa  para ambas, el era tu padre, pero yo lo sentía el mío también, así que bueno, - encogí mis hombros como si no me importara, -la angustia se canalizo por ese lado, solo tratemos de que esto no afecte nuestro trabajo ni el de los demás, ok, no podemos pensar solo en nosotros, mucha gente depende de la empresa- mientras me preguntaba cómo iba a soportar la tortura de verla todos los días, sería insoportable, me imaginaba a la francesita llamando a la oficina o pasándola a buscar para almorzar y se me revolvían las tripas.

Note dolor en su mirada, me miraba como si no comprendiera lo que le decía,  seguro se sentía humillada, para ella que era Miss Orgullosa, esta debía ser una afrenta muy dura para su ego

-Por el trabajo no te preocupes,  me voy un tiempo a Francia, así que no tendremos que cruzarnos- volvió su tono frio acostumbrado, ya lo estaba extrañando

-Claro que fácil es para ti no? te vas y me dejas todo el peso a mí, es muy egoísta de tu parte, y tu madre? vas a dejarla sola, estás loca? mi dureza me estaba abandonando, no podía tolerar que se fuera

-Por mi madre no te preocupes,  viene conmigo, y por el trabajo, tu dijiste que no iba a ser difícil reemplazarme en ningún aspecto, así que me atengo a tus palabras,- echaba chispas por los ojos, estaba furiosa

Presa de mis propias palabras jajaja, sabía que algo así no se le iba a escapar, que en la primera oportunidad me lo iba a tirar en la cara,- ok, cuando te vas-

-Pasado mañana- me miro desafiante, como esperando que siguiera peleando con ella.

-Ok, está bien, lo único que te pido, es que te comuniques vía mail con Gladys y respondas sus consultas, yo  te voy a enviar mails manteniéndote al tanto de las cosas importantes. te parece bien?- ella  asintió, parecía decepcionada, por favor salúdame a tu madre, no creo poder verla antes de que se vayan.

En ese momento sonó el timbre, era Paola, -ahora si no tenes nada más que decir, me tengo que ir- le dije evitando mirarla a los ojos, mientras agarraba mi cartera y mi saco, y tenía la mano en la manija de la puerta, esperando que se acercara para salir juntas, no tenía sentido ocultárselo a Paola, la iba a ver salir de todas formas

Ella se acerco lentamente, puso su mano sobre la mía, impidiéndome que abra, y con la otra me tomo de la barbilla, obligándome a mirarla, sus ojos se veían tristes, imagino que tan tristes como los míos, espero a que dijera algo, pero me negué a hablar, que iba a decirle, que no se fuera, que prefería soportar verla con  otra antes que no verla más, Dios que tentación,  un segundo mas y casi me hubiera traicionado, acerco sus labios a los míos y me beso dulcemente, mi boca se negó a responder pero por dentro sentía que me ahogaba en ese beso, luego con sus labios beso mi hombro, donde me había mordido la única vez que hicimos el amor, el machucón apenas se notaba, volvió a mirarme, sus ojos se llenaron de lagrimas, abrió la puerta y salió corriendo.