Por una promesa 2

Ahi va la 2 parte, espero que les guste, espero sus comentarios, y para los que pidan las escenas de sexo, les prometo que ya estan por llegar, besos

Otra noche sin dormir, todavía no podía asimilar lo sucedido, no sé porque me había enojado tanto,  objetivamente la oferta era muy buena, pero me sentía utilizada por Don Roberto, y por otro lado, estaban mis sentimientos, no podía negarme a ayudarlo, pero como haría para trabajar con Natalia, si ni siquiera soportábamos mirarnos.  A decir verdad nunca habíamos tenido contacto hasta ayer, pero su actitud y mi respuesta , dejaron sentado un pésimo precedente para nuestra futura relación de negocios,  no sé porque pero desde que llegue sentí su hostilidad hacia mí, se sentía en el ambiente.

Cerca del mediodía sonó mi celular, no era un numero conocido, cuando atendí, era ella, con voz fría y formal me avisaba que su padre no se sentía bien, y que no nos veríamos hoy, sino directamente el lunes a primera hora en la empresa para anunciar los cambios, y sin decir mas, me corto.

El lunes me vestí mas elegante de lo normal, pero tampoco demasiado, siempre iba de jeans y zapatilla, excepto cuando íbamos a un cliente, así que me puse un vestido  claro , que me sentaba muy bien y resaltaba mis curvas, lo justo y necesario, mi pelo como siempre en una coleta que siempre me decían que me quedaba sexy y ademas me había pintado, seguro Natalia se vería espectacular, y no quería parecer una pobrecita a su lado.

Llegue temprano, antes de las 8, y padre e hija ya estaba allí, Don Roberto se veía desmejorado y Natalia, bueno ella estaba preciosa, con un traje sastre color crudo, que le sentaba perfecto, tenía unas piernas largas y torneadas,  su perfume me llego de inmediato, Light Blue de D&G, era mi preferido, pero en ella olía mucho mejor, por Dios que me estaba pasando, basta, tenía que concentrarme, además esa mujer me caía pésimo

  • Buenos días- dije con toda la seguridad q pude reunir y evite mirarla

-Buenos días hija, que bueno que llegas temprano-  me abrió los brazos para que me acercara a abrazarlo como siempre, y lo hice pero notando la mirada dura de Natalia sobre nosotros, quizás estaría celosa por mi relación con sus padres, no lo había pensado,  pero no tenia porque , ellos la adoraban. Me separe de Don Roberto y me tocaba saludarla a ella, como me había dicho, teníamos que fingir que nos soportábamos, así que esboce mi mejor sonrisa y le dije -Buen día Natalia- me acerque y apenas roce su mejilla, ni siquiera fue un beso, pero su suavidad y su perfume me hicieron estremecer

-Buenos días Valeria, que bueno verte- también me sonrió pero su sonrisa no llegaba a sus ojos, eran dos pozos negros profundos, la note molesta pero supuse que sería por celos de su padre.

Cuando llego todo el personal,  el jefe explico  que se retiraba porque ya estaba grande y quería disfrutar de la vida, cuando nombro a Natalia como presidenta de  la empresa, vi  las caras de inquietud de todos, pero cuando dio la noticia de que yo era ahora socia y vicepresidenta, todos aplaudieron y corearon mi nombre, la vergüenza hizo que mi cara se tiñera de bordo, Don Roberto se veía feliz, mire a Natalia y trataba de disimular una sonrisa y aplaudía junto al resto, pronto ella tomo la palabra, era muy buena dirigiéndose  a la gente, seguro que en unos días los tenia  comiendo en la palma de la mano a todos.

Pronto se instalo en la oficina de su padre, yo nunca había querido una oficina aparte, quería estar en el medio de la batalla como se dice y mis compañeros se acercaron a saludarme y a que les contara como era Natalia, les dije que mucho no sabía pero que parecía agradable  y que todos deberíamos ayudarla, primero porque era la hija de Don Roberto, y esa ya era razón suficiente, y 2º porque ahora era nuestra jefa, le imprimí a estas últimas frases un tono más firme, dejando en claro que todos debíamos alinearnos tras ella, no iba a permitir que nadie se sublevara mientras yo siguiera en la empresa, todos entendieron el mensaje, en ese momento sonó mi interno, era Gladys la secretaria de Presidencia, pidiéndome que fuera para allí.

Pedí permiso para entrar y lo que vi me sorprendió, padre e hija estaba abrazados, ella tenía lagrimas en los ojos, cuando me miro, inmediatamente se volteo y se llevo las manos a la cara, bueno al menos me demostraba que no era de piedra

-Pasa Valeria,  no tenes que pedir permiso, esta  también es tu oficina ahora, ya sé lo que me vas a decir, que preferís estar en la línea de batalla, pero ahora tenes un cargo y es importante que los demás se den cuenta, además si estas cerca de Natalia, les va a ser mas fácil ponerse al día y ella va a aprender mucho de vos, solo al escucharte, bueno, me retiro, hoy empiezo mi tratamiento a la tarde y quiero descansar un poco, vengan las dos- dijo serio

Cuando nos acercamos, nos tomos a ambas de las manos fuertemente, -Mis dos hijas, una de la sangre y otra del corazón, confió plenamente en ustedes, les dejo a su cargo a mi 3º hija, la empresa que con tanto sacrificio levante, ahora todo depende de ustedes,  se que pase lo que pase van a dar lo mejor de ustedes- diciendo esto, acerco y unió nuestras manos, las dos nos miramos esperando el rechazo de la otra pero ninguna se atrevió a hacerlo adelante de Don Roberto, cuando escuchamos el sonido de la puerta al cerrarse nos dios cuenta de que estábamos solas y nuestras manos  que seguian unidas, se soltaron renuentes, o fue impresión mía?  Dios que me pasaba con esa mujer, ni siquiera sabía sus preferencias, solo que no era casada ni tenía hijos, sino me hubiera enterado, por lo demás era un misterio para mí su vida privada.

Quedamos solas en la oficina, me tocaba hacer mi papel así que inspire hondo y me decidí a hablar.  -Mira ya sé que no nos soportamos, pero ya que tenemos que trabajar juntas todo el día, estoy dispuesta a tratar de cambiar mi actitud,  y que la convivencia sea lo más tolerable posible, ya sé que nunca vamos a ser amigas, pero al menos intentemos ser compañeras de trabajo, que te parece-  y le extendí mi mano para sellar el acuerdo.

Ella me miro y note una rara expresión en su rostro, pero pronto volvió su gesto frio y despectivo   - así que quieres que haga tu trabajo de niñera lo más tolerable posible?  Tenes suerte, siempre fui buena alumna, pero no me interesa ser nada tuyo, ni siquiera una compañera de trabajo, así que no finjamos algo que ninguna de las dos queremos, solo tratemos de molestarnos lo menos posible.

Guauuu en verdad le había molestado mi comentario sobre ser su nana, - está bien, le dije sonriendo, será como vos quieras,  no hace falta contarle a tu padre que no compartiremos la oficina, la verdad es que no toleraría estar en el mismo lugar que vos, te propongo que nos reunamos una vez al día para repasar el estado de las cosas, bla bla bla bla.

Su mirada despedía veneno, no era esto lo que ella quería? -ok, me parece perfecto, lo iremos viendo sobre la marcha entonces, necesito un informe de todos nuestros clientes, estados financieros etc. etc. etc., me dijo sin mirarme

-Pedicelos a Gladys, yo no soy tu secretaria,  y si no entandes algo, entonces  llámame , bye que te entretengas, salí con mi mejor sonrisa pero por dentro era una furia y lo peor era que nadie podía darse cuenta que había problemas entre nosotras, sino empezarían las especulaciones sobre el futuro de la empresa y eso no podía permitirlo.

Así paso la primer semana, yo básicamente seguía con mi trabajo que ya era demasiado, y ella se ocupaba de la parte comercial, en verdad era muy buena, en solo unos días se puso al corriente  del movimiento general de la empresa, hasta Gladys que era una fan mía absoluta, la adoraba,  se tomo el tiempo de hablar con todos los empleados  para conocerlos,  y todos salían embobados con ella.   Una vez por día, siempre a mitad de tarde, yo iba a su oficina, y ni siquiera nos saludábamos, enseguida empezábamos a hablar de trabajo, ambas éramos muy profesionales  y  en ese sentido no había problemas, a veces ella me consultaba sobre temas  comerciales, como tratar a algún cliente etc., pero la realidad es q ese no era mi fuerte así que las tareas quedaron bien divididas, aunque siempre exponíamos lo que pensábamos  hacer.

En una de esas charlas yo le explicaba sobre un nuevo sistema que estaba desarrollando, y me olvide que ella no era Don Roberto, que entendía todo lo que decía, me di cuenta que estaba siendo muy técnica y debía aburrirla tremendamente pero ella no decía nada, sin darme cuenta la mire a los ojos, algo que evitábamos hacer, y la sorprendí  observándome con una mirada dulce hasta sus ojos se veían mas claros, cuando se dio cuenta enseguida sus ojos se oscurecieron  y volvió su fría mirada habitual. - lo siento,- le dije, seguro te estoy aburriendo, es que me olvido que no sos Don Roberto-, y mi vos salió ahogada, lo extrañaba mucho al viejo granuja

Ella pareció darse cuenta  e increíblemente me sonrió - me imagino lo difícil que debe ser para ti, y si la verdad es  que no entendí nada de lo que me decías, pero confió en ti, así que debe ser un programa estupendo - por primera vez su voz era cálida al igual que sus ojos.

Mi  abdomen parecía lleno de mariposas, no supe como responder a eso, así que me levante rápidamente de la silla, y le dije - esto era lo último, voy a seguir trabajando, vos tenes algo mas para decirme- clave mi mirada en la suya, ella solo meneo la cabeza en señal negativa y salí rápidamente.

Ese viernes festejábamos el cumpleaños de Sebas, uno de los chicos, así que ya habíamos arreglado  ir a cenar y bailar a la salida del trabajo. cuando les pregunte si la habían invitado a Natalia, todos se miraron, a nadie se le había ocurrido hacerlo.

-Seba, por favor, es de muy mal gusto no invitarla, además seguro se va a enterar porque siempre q salimos al día siguiente la ofi es un chisme- dije sonriendo

Inmediatamente Sebastián fue a su oficina, y volvió a los 2 minutos, - La invite, me agradeció pero me dijo que estaba ocupada, así q no insistí, igual pareció sorprendida, como si le resultara raro.

Esa tarde después de que tocamos todos los temas laborales, cuando me estaba yendo, le dije - es verdad que el viernes estas ocupada? sería bueno que vinieras a la reunión, sería una forma de acercarte más a los chicos, siempre estas aquí encerrada trabajando, van a creer que no existís-

Me di cuenta de que la sorprendí, no  supo que contestarme, así que me dirigí a la puerta cuando escuche su vos, - vos, ehh vos vas a ir? me pregunto,  -si por supuesto, son buenos chicos, siempre la pasamos bien, y le hace bien al grupo-, entonces tal vez vaya, si es por mejorar el aspecto laboral pos supuesto, aunque no necesito que seas mi nana- me dijo dolida.

-Jajajaj sonreí, fuera del trabajo lo que menos me interesa es ser tu nana-, ups  se me había escapado, espero que ella lo tomara con otra intención pero la verdad era que cada día me gustaba más, y ya no podía aguantarme las ganas de partirle su hermosa boca de un beso.

El viernes llegue casi al mediodía, ya que me había quedado trabajando casi hasta la madrugada,  la vi en el medio de la oficina hablando con los chicos, algo inusualmente raro en ella, de espaldas a la entrada, , note que se estaban riendo de algo, de pronto Sebastián grito, - Estas son horas de llegar jefecita, no vino a desayunar conmigo en mi cumple- y todos se reían de la broma, menos ella, que evito mirarme.,  - que chistoso, te hubieras quedado conmigo trabajando hasta las 3 de la mañana, y podíamos haber desayunado juntos- jajajaj todos reían, me acerque a Sebas y lo abrace, saludándolo, y le di mi regalo, ella discretamente se fue sin hablarme, carajo que le pasaba conmigo, tan desagradable le resulto que no puede ni saludarme, ya me había puesto de mal humor,  con mucho esfuerzo trate de dominarme, y le hice una seña a Sebas para preguntarle que quería Natalia.

-Nada jefa, se acerco a saludarme, y nos pregunto a donde nos veíamos, la hora etc. etc., disculpe la pregunta pero me parece que no se llevan muy bien con la jefa mayor no?-

-No Sebas para nada, porque decís eso.- Dios tan evidente era?

-No sé, pero apenas se hablan o se cruzan en todo el día,  y recien preguntaba por Usted, si sabiamos si le habia pasado algo o si estaba retrasada, perdón por la pregunta, simplemente me pareció, me dijo Sebas, disculpándose por la indiscreción

-No te preocupes, nos llevamos muy bien, pero eso no significa que seamos amigas, además viste como soy yo que me cuesta entrar en confianza jajaja,-  bueno ahora todo el mundo a trabajar se termino la fiesta hasta la tarde-, dije en voz alta para que escucharan, todos empezaron a rezongar  en tono de broma pero inmediatamente acataron la orden.

Esa tarde me reuní con ella, como todos los días, la tensión era insoportable, pero solo hablamos de trabajo, cuando me estaba retirando, me llamo, -Valeria, vas a ir esta noche no? note cierta inseguridad en su voz, pero yo todavía seguía enojada por cómo me había tratado cuando llegue, así que le conteste, - por supuesto, pero como ya te dije, el traje de niñera se queda en la oficina, así que  trata de evitarme como todos los días, así las dos pasamos una buena noche, te parece? le guiñe el ojo y salí,  no sin antes ver que su cara hervía de furia.

Llego cuando ya todos estábamos cenando, se disculpo y se sentó lejos de mí,  estaba espectacular, con un vestido suelto, en tonos, verdes, marrones y azules, por arriba de las rodillas, sus piernas eran perfectas, que tipo de ejercicio haría?, se había maquillado suavemente y su pelo ondulado, caía en suaves ondas, sobre su espalda, mi corazón palpitaba con fuerza, Dios tenía que detenerme, era una historia que no podía ser, ella me detestaba, para que seguir pensando en ella, evite mirarla en toda la cena, pronto llego el momento en que teníamos que ir a la disco, que quedaba cerca, así que decidimos ir caminando, pronto el grupo grande se fue dispensando en grupos más pequeños que bromeaban y reían, ella quedo sola caminando mas retrasada, intente convencerme que era por el bien de la empresa  y me acerque a ella, caminamos unos metros sin hablar

-Por si no te diste cuenta estoy tratando de evitarte, como me lo pediste,  no necesito que me acompañes,-me dijo irónicamente

-No es por ti, por quien me preocupo, sino no nos ven juntas en toda la noche van a darse cuenta de nuestra mala relación, y eso le hace mal a la empresa, ya escuche algún comentario al respecto- le dije con tono frio

Sonrió sin ganas,- ok, todo sea por el bien de la empresa, a propósito, mi padre te invita a almorzar el domingo, dice que hace mucho que no lo ves, no te preocupes me inventare una excusa para no estar presente- su tono era seco

-Tiene razón, y en cuanto a estar tu o no, me da lo mismo, voy a ver a tus padres como lo hago hace años, no a vos, así que si estas o no, me tiene sin cuidado- después de eso no volvimos a hablarnos, las dos estábamos enfadadas, no se por cuánto tiempo mas podíamos seguir así, en algún momento todo iba a estallar.

Transcurrieron un par de horas, lo estaba pasando muy bien, me encantaba bailar y me divertía mucho con los chicos,  pero estaba muerta necesitaba descansar, así que me dirigí a la barra, ella estaba allí, mirando hacia la pista, me observo mientras me acercaba, sus ojos negros me hipnotizaban, me acomode al lado de ella, y pedí un daiquiri de frutilla, nunca fui de beber demasiado, -te estás aburriendo, acaso no te gusta bailar? o estas de cacería, viste alguien que te gusto? le dije sonriendo

  • A la que están por cazar es a ti, me dijo, la rubia que está en la columna hace rato que te come con la mirada, note un cierto reproche en su voz, intuí que sabía de  mis inclinaciones, sus padres lo sabían, y si bien yo nunca hablaba del tema y era muy celosa de mi vida privada, tampoco era un secreto, pero eso significaba que me habia estado mirando, noooo no queria hacerme ilusiones, ella no era para mi y punto.

Disimuladamente mire a la rubia, y verdaderamente note que no nos sacaba la vista de encima,     - bueno quizás ahora estés tu también su menú, nos mira a las dos con muchas ganas, quizás le gusten los tríos - y comencé a reírme con ganas.

-Dios mío, viene para acá, me dijo, asustada

-Tranquila que no te va a comer, nadie va a hacerte nada que no quieras-, le dije suavemente, y me puse  al lado de ella, pero mirándola a los ojos,  note que temblaba, verdaderamente la situación la ponía muy incómoda, por el espejo que teníamos detrás veía que la rubia, se acercaba cada vez más, me tomo del brazo y me acerco a ella, - por favor - me dijo y me suplicaba con los ojos.

Lentamente me acerque a ella, puse mi cuerpo sobre el suyo y con una mano le acaricie la mejilla, note que temblaba, -shhh tranquila, solo abrázame, todo está bien- me abrazo fuerte por la cintura, nuestros cuerpos se acoplaban perfectamente, sentí sus pechos perfectos aplastar los  míos, apoye mi mejilla en la suya, y mientras la iba tranquilizando, mi boca se dirigió a su cuello,  la roce con los labios, su perfume me invadió y sentí que al fin la había encontrado, tantos  años sola, pensando que no necesitaba ni sentía nada por nadie, y solo me basto tocarla para darme cuenta de lo equivocada que estaba,  la amaba y me sentía una adolescente primeriza a su lado.  Por el espejo vi que la rubia llego a nuestro lado, pero al ver nuestra escenita siguió de largo, buscando otras presas.

Me separe de su cuello, y sacando sus manos de mi cintura, la aleje de mi, fue como sentir que me arrancaban una parte de mi cuerpo, ella tenía los ojos cerrados y respiraba con dificultad,  cuándo sintió que me aleje los abrió y me miro, quería ser sarcástica, decirle algo que me permitiera salir airosa de la situación pero no podía, solo me perdía en la profundidad de sus ojos que estaban más negros que nunca, de repente alguien me golpea la espalda, era Lucas que estaba un poco tomado, gracias a Dios que no se  daba cuenta de la situación, -vamos a bailar jefecita, se está perdiendo toda la diversión- me decía y tiraba de mi mano, yo la mire a ella, su rostro se compuso, y volvió a adoptar su fría mascara, - ve con ellos- me dijo, -yo me voy, el horario del kínder termino-, no quiero que te agotes trabajando de mas, gracias por cuidarme-  y sin mirar atrás se fue.